Partida Rol por web

Vundav recibió un mensaje unos segundos después, junto a una mirada de la joven directa a sus ojos.

- Escucha, estoy diciendo la verdad, estábamos explorando el lugar y quedamos atrapados aquí. Somos recién llegados a la ciudad, ¿puedes ayudarnos? ya sé que esto que ha pasado es extraño pero agradecería un poco de apoyo.

- Sí, ya has visto que la cosa está mucho más relajada. Tranquila. Si necesitas decir algo más hazlo así y yo me enteraré. Espero que se pueda arreglar el malentendido con Laria y verás como todo se soluciona.

El humano al que se dirigía Norwind le miró un tanto inexpresivo a la pregunta.

- Muy bien os agradecemos que nos hayáis permitido explicarnos. En cuanto a Corby no comió nada que yo sepa, se volvió agresivo porque quería quedarse la comida para él y nosotros le empezamos a molestar. En el almacén del fondo habían multitud de sacos con esa comida, así que seguirán allí. Luego hay una gran estancia a la izquierda que parece un dormitorio comunal con letrinas, mientras que esta sala donde nos refugiamos nosotros es un salón, con mesas y sillas. La mayoría del mobiliario era tamaño pequeño.

Fue explicando, tras lo cual quedó a la espera no queriendo estorbar. Explorar la sala que quedaba sólo permitía encontrar restos de las heces del monstruo que habían matado.

- De acuerdo, hablaremos con Laria como decís. Sabes, esta habilidad tuya me parece fascinante, un poco intrigante también.

Pensó la joven manteniendo la mirada, mientras su hermano charlaba.

La hermana optó por tomar la voz un poco después.

- Hablaremos con Laria, nos disculparemos por este desastre. Nos llevamos a Corby para darle sepultura y cumpliremos la palabra de vigilar al inquisidor. No va a ser tarea fácil pero tenemos experiencia en esas lides. Era habitual para nosotros hacerlo en la ciudad de la que venimos.

La chica sonrió con amabilidad y guardó silencio también.

- Tendréis el cuerpo de vuestro compañero, no os preocupéis.

Los nuevos saqueadores parecían más tranquilos, habían aceptado su condición y solo querían hablar con Laria. El grupo la llamaría cuando hubieran barrido la zona, aún quedaban zonas por desvelar.

- Creo que esa estatua debe tener algo, no me dio tiempo a ver nada cuando me acerqué porque oímos los ruidos de esta barricada, pero deberíamos investigar. Además queda ese otro lado,- señaló al fondo de la cueva,- donde parece abrirse el túnel. Vamos para allá y veamos qué oculta.

Se acercó poco a poco a la zona, con la prudencia de quien acaba de ver cómo extrañas criaturas salían de cualquier lugar en estas grutas.

- A ver qué hay por aquí...

De nuevo Norwind propuso un plan con el que el guerrero estaba totalmente de acuerdo. Terminar de explorar aquel lugar era justo lo que él quería, por lo que en cuanto el peliblanco lo propuso, Erik casi se puso en marcha hacia el túnel que les quedaba por explorar.

 -Yo me ofrezco para echar un vistazo mientras Norwind examina la estatua. ¿Alguien me acompaña? Preferiblemente alguien con una luz que me pueda iluminar la zona.

Los que no quisieran acompañarle podían ayudar a Norwind o vigilar a aquellos dos raterillos de poca monta.

 -Una vez esté eso despejado, yo mismo cargaré con el cuerpo del hombre cuervo para sacarlo de aquí si es necesario. Pero antes quiero asegurarme de que lo hemos inspeccionado todo. Por si acaso.

Habían matado a una criatura córvido-humana y a un cocodrilo con ganas de comer piernas. Normal que el guerrero no quisiera dejar ese sótano a medio mirar.

Miro a Erik pensando en las palabras de los hermanos. Si tienen razón y los túneles no se extienden más allá de las letrinas, el lugar parece más seguro de lo que había imaginado.

Lanzo una mirada furibunda a Norwind, aunque estoy segura de que es fácilmente malinterpretable. Seguro que piensa que es una queja por sugerir que suba yo a por la mediana, cuando en realidad es un descuido por su parte haber pronunciado su nombre en voz alta. Por mucho que no dejemos salir a esta pareja y les saquemos de la zona por el mismo sitio por el que han llegado, el nombre de la mediana será suficiente para localizar el local... Una cosa es que no desconfíe de ellos y otra muy diferente que me haga gracia que sepan dónde duermo.

- Sí, yo iré por ella - digo con tono seco.

Vigilando tanto el pasillo por el que se encamina Erik como el borde del agua (con un mordisco de cocodrilo tengo suficiente por un día), vuelvo al almacén de Laria y subo a la posada para buscarla.

Vundav asintió a Erik y la luz se situó un poco por delante de su compañero.

- Te acompaño a ver si hay algo más por aquí. Alia, ven con nosotros. - El brujo sonrió - Supongo que no hay problema en que os separéis un rato y, de paso, nos indicas a Erik y a mi por donde entrasteis y lo que ya hayas visto.

Vundav confiaba, pero parecía que eso de dejar a los dos hermanos con menos de la mitad del grupo tampoco es que le hiciera mucha gracia. Erik, Alia y él podrían estar en un grupo mientras Arden va a por la mediana y Nikkha, Mishina y Norwind se quedan junto a Evan.

Por Vundav, en cuanto la mediana diera su visto bueno, le importaba muy poco que supieran por donde se entraba. Laria era una posadera conocida y por poca orientación que tuvieran los hermanos se harían más o menos una idea de por qué punto de la superficie andaban. En cuanto vieran la mediana no tendrían ninguna duda.

El muchacho estaba deseando volver a sus estudios, no estaba acostumbrado a tanta acción.

La conversación finalmente terminó, y se había decidido confiar en la pareja de hermanos. Tampoco es que le importara mucho a Mishima, prefería acabar de registrar lo que quedaba del "refugio". Ya se encargaría Laira de decidir, después de todo era su posada. Aunque estaba casi seguro de que no habría ninguna decisión drastica.

Bueno. Acabemos de registrar este lugar de una vez. Que tenemos cosas importantes que hacer y discutir.

La situación con los hermanos parecía haberse resuelto de manera satisfactoria para ambos, por lo que Nikkha se unió al grupo de Norwind y de Mishima con el objetivo de explorar lo que quedaba de la cueva. 

La mediana no parecía mentir cuando ofreció aquel lugar como refugio, puesto que parecía tener todo lo que hacía falta para organizar una rebelión con todas las de la ley. Sin embargo, a la joven le incomodaba que dando con ellos fueran a parar a la posada de la mediana. Iban a tener que ser muy cautelosos y echar mano de mucho sigilo si no querían acabar con el negocio de Laria. Sin embargo a algunos miembros del equipo parecía complicado poder ponerles la etiqueta de "discreto" por lo que tendrían que buscar maneras alternativas o cooperativas para poder mantener el lugar en secreto. 

Norwind volvía a introducirse en el agua, dedicándose a evaluar la estatua y esta vez tocó por suerte en el lugar adecuado: bajo el agua había un compartimento oculto y dentro dos objetos que llamaban la atención, un símbolo sagrado de la diosa de la venganza y la lujuria, de oro, además de un látigo que semejaba de excelente calidad*.

Erik no encontraba nada, mientras que explorar las otras salas, acción a la que se sumó Aila no daba más que a descubrir la sala comedor donde estaban los dos refugiados y la otra sala también espaciosa, llena de camastros, era donde se descansaba, así como contaba con dos letrinas.

Al poco aparecía Laria acompañando a Arden, llegando hasta los presentes, hubo de encontrarse con los dos bribones que habían asaltado su escondite. Escuchó la historia de la pareja para sonreir después.

- ¿Decís que podéis encontrar información para nosotros? pues lo veo bien. Tengo que sumar a eso que os comprometáis a guardar el secreto de este lugar, si lleváis poco tiempo en la ciudad, quizás os podáis alojar aquí a cambio de eso que tan bien sabéis conseguir según vosotros.

La halfling era muy amigable como correspondía a los de su especie y parecía ver sólo la parte positiva de aquella asociación. Los dos hermanos semejaron estar conformes con todo aquello, incluyendo la posibilidad de tener allí un lugar en el que cobijarse.

- Este lugar ha sido siempre un refugio para esclavos, solo que ahora con la presencia de Barzillai es como si todos lo fuéramos. Rexus se va a alojar aquí y se dedicará a mirar esos papeles que encontrásteis. Como dice que le va a llevar tiempo, podríamos interesarnos un poco por él, yo tengo una idea sobre algo que podríais hacer.

Laria no expuso de lo que se trataba, hizo un gesto para que le acompañaran todos salvo los hermanos cuervo, dirigiéndose de nuevo hacia arriba, a su local, y saliendo con disimulo hasta que pudieran sentarse en una de las mesas. Hizo un gesto a su ayudante para que preparara cerveza, de manera que antes de continuar con la conversación les sirvieron con aquella deliciosa bebida. Laria entonces tomó su propia jarra y la elevó.

- Os agradezco el trabajo que habéis hecho. Si llego yo a bajar esa cosa cuervo me habría despedazado. Suerte que fuí cauta. Brindo por todos vosotros, amigos.

Antes de que Vundav subiera al local, notó un roce de su mano con la de Aila, la joven sonrió después cuando las vistas se cruzaron y tras aquello se giró para encontrarse con su hermano, tenían cosas de las que hablar.

Al parecer, Laria tenía muchos menos reparos que nosotros en aceptar a los dos desconocidos. Vundav lo atribuyó a su conocimiento de las gentes. Ser dueña de un local da una gran perspectiva, pero además llevar una organización para poder liberar a su gente hacía necesario un buen conocimiento de las personas. Nunca la habían traicionado, por lo que debía ser muy buena en eso.

Si ella confía Vundav no iba a poner pegas.

Suficiente para Vundav. La misión había terminado, había cumplido lo prometido y se sentía libre de volver con su familia de acogida y a sus estudios.

Vundav sintió un roce en la mano y una sonrisa. De modo casi inconsciente sonrió igualmente.

- Ojalá volvamos a vernos, parecía muy linda...

Enrojeció por un instante pensando en si había "cerrado" o no el "canal de comunicaciones" mentales con la muchacha. Apenas había usado esa facultad y no la controlaba mucho. Sabía que la distancia era un factor de "corte" y hasta ahora la había usado para "desconectar", pero Aila aún estaba cerca. No estaba seguro... prefirió no mirar a la muchacha, estaba un tanto avergonzado por el pensamiento ante una chica que casi no conocía.

Pero, si venía otra vez por aquí con la excusa de la resistencia quizás podrían verse de nuevo.

No habían encontrado gran cosa en el resto del sótano. Afortunadamente, ya que Laria bajó acompañada de Arden. Y como ella misma dijo, de no haber erradicado a las alimañas, ahora mismo estaría despedazada. En cuantoa su actitud con los rateros... El guerrero no quiso darle más importancia de la necesaria. ¿Quería darles un voto de confianza? Bien por su parte. Pero en cuanto viera algo sospechoso, les abriría la cabeza.

Dejando eso aparte, su misión había terminado. Podían salir de ese sótano por fin y descansar un poco. Espera, ¿eso era una cerveza recién servida? Eso sí que era una recompensa a sus esfuerzos. Erik brindó con la mediana y se metió la cerveza entre pecho y espalda de dos tragos. No había nada mejor para celebrar una misión exitosa, estaba claro.

 -Laria, cóbrame una cerveza y relléname la jarra, si me haces el favor.

Que despejar el sótano le había dado mucha sed y con una sola cerveza no se le iba a apagar.

Vundav bebió avídamente la cerveza que le habían ofrecido, estaba realmente buena. Acabó con ella pero no pidió más. Se levantó de la mesa.

- Ha sido un placer estar con vosotros y supongo que nos seguiremos viendo por aquí. Es hora de regresar con mi familia y a mis estudios.

Saludó a todos.

- Laria, nos volveremos a ver. - dijo despidiéndose igualmente de la posadera - Suerte a todos.

Con un último saludo se dirigió a la puerta del local.

Mientras iba a buscar a Laria, las cosas en el sótano se habían acelerado. En mi ausencia habían registado el resto de los pasillos y la estatua de la diosa. La mediana se mostró mucho menos desconfiada con los dos ladrones que el resto del equipo, e incluso les ofreció quedarse aquí. No era mala idea, pues así podríamos tenerles más vigilados.

De vuelta en la sala común, con una cerveza en la mano, pensé que íbamos a discutir finalmente los términos de nuestro acuerdo. Para mi sorpresa, el joven brujo se levantó de la mesa dispuesto a marcharse.

- ¿Hemos de suponer que no van a poder contar contigo para su empresa, Vundav? - le dije antes de que se alejase. Con toda intención, hablaba en tercera persona, pues yo misma no había decidido qué hacer una vez acabase mi contrato con Laria. Sin embargo, por el momento no tenía muchas ganas de aprender a servir cervezas, ni siquiera como tapadera, así que esperé sentada con el resto del grupo para ver a qué conclusión se llevaba sobre la discusión comenzada en el establo.

Todos sentados en una mesa no es que fueran el grupo más discerto, sobretodo si los estaban buscando, pero Mishima imaginaba que la mediana sabría lo que se hacia.
Cuando le trajeron la cerveza el monje la rechazó educadamente.

No gracias. No bebo la fermentación de la vid o la cebaza. ¿Tendría un poco de leche?

Tras aquel nimio detalle se dedicó a prestar atención a lo que se hablaba allí. De momento Vundav parecía querer marcharse.

Según creo no había obligación alguna por parte de nadie. Todos los que queríamos participar en "los actos" era de manera voluntaria. Además, las rebeliones no son para todos. Hace falta un temple determinado, y una gran dedicación. Por no hablar de que te preocupen tus conciudadanos. Cuando no se es del lugar oprimido es más fácil mirar a otro lado.
Que la fortuna te sonría en tú empresa Vundav. Ya sabes donde encontrarnos.

Norwind brindó con todos. Aunque el asunto de la plaza había dejado un sabor agridulce, o más bien la sensación de que a partir de ahora las cosas no serían fáciles en Kintargo, el tener un sitio y haber conocido a los que ahora lo acompañaban le agradaba.

Sintió las palabras de Vundav, todos habían colaborado bien juntos y aunque aún tuvieran que conocerse perder tan pronto a uno del grupo le apenaba. Pero no era un adios, sino un hasta luego, pues los ojos del humano (si es que lo era tras ciertos atisbos percibidos) indicaban que no se desentendería si la situación se volvía fea.

La mediana había llevado un poco de tranquilidad tras encontrar a los hermanos. Incluso no había reparado en ello, pero aunque se refierieron en esos términos, quizá no eran lazos de sangre lo que los unía. Su historia correspondía más bien a haberse encontrado y su comportamiento no era del todo fraternal.

Tenían un lugar, habían estado todo el día de asunto en asunto... parecía que llegaba por fin el momento de descansar.

- Propongo otro brindis... por la ciudad de Kintargo, nuestro hogar... y quizá el hogar de muchos de los que no han nacido aquí.

Le gustó la idea de Erik, antes de irse a dormir también secundó la propuesta de acabar con la cerveza e ir a por más.