Partida Rol por web

Héroes y Profecías

El Final de una Edad...

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28/03/2011, 18:26
Kandalian

El gnomo pasa el resto de su día admirando a su nuevo y gigante amigo de trompa y orejas enormes. Cada vez tiene más claro que irá con él a la batalla. Parece un animal valiente, y su tamaño tiene un alto poder de intimidación.

Aún no se como voy a montarte, pero iremos juntos hasta el final, Máximus.

El monje acababa de bautizar a su nuevo aliado.

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28/03/2011, 18:26
Vanth

El fin de todo estaba cerca, para bien o... muy probablemente para mal. Vanth no temía al destino pero procuraba, en medida de lo posible, no perderse en ensoñaciones y optimistas deseos.

El ambiente en aquel día calmo previo a la tempestad estaba enrarecido y cada uno hizo lo que consideró oportuno durante sus horas. Por su parte, el joven bárbaro buscó la soledad y la tranquilidad de los jardines(si es que en aquella enorme ciudad se podía encontrar alguna de las dos).

Procuró relajarse, recordó a su tribu llegando incluso a dedicarles una breve y murmurada oración, y se mentalizó para lo que el amanecer del próximo día les depararía la suerte antes de volver junto a los demás cuando comenzaba a oscurecer.

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30/03/2011, 18:29
Naldar

 El elfo había subido a lo más alto de la ciudad, desde donde se hallaba contemplando el horizonte, aunque no solía ser un elfo de fé elevó una corta plegaria al dios de su pueblo...

Se quedó contemplando el horizonte luego de la oración por unas horas, como si esperara ver la polvareda de la batalla en el camino y luego bajó con sus compañeros, se mantenía silencioso y apenas saludaba mientras cruzaba a su habitación dejando su equipo cerca de su sitio de descanso, y acostándose un poco más temprano de lo normal, como si deseara que el día de la batalla llegara más pronto.

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30/03/2011, 21:27
Orphen

Orphen se dirigió a recoger parte del botín que tenia esparcido a varios puntos de la ciudad. Una vez juntos se retiro al exterior de la ciudad y busco un espacio suficientemente grande.

Empezó a hacer un circulo con tiza en polvo envuelto por símbolos arcanos y dibujos geométricos. El ritual había empezado.

Horas mas tarde, Orphen se lo había visto concurriendo por todas las tabernas y casas de mala vida de toda la ciudad.

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31/03/2011, 00:47
Director

La noche cae sobre Berfôska, y el día llega con rapidez, como si el tiempo no tuviera clemencia con los caballeros que, quizá, no vuelvan a ver el rostro de la ciudad.

Desde muy temprano el ejército forma filas y las órdenes reclutan levas. Los caballeros son serios y honorables, aunque parecen de moral algo baja; cuatro de las seis órdenes de caballería se han quedado sin sus líderes. Hagen, Bohemond, Parthalan y Folcard han desaparecido, junto con los Héroes Antiguos, y es por todos sabidos que su viaje no tiene retorno. Aún así, los mandos intermedios y caballeros de alto rango saben manejar a las tropas. Derek es uno de los tres hombres elegidos para encabezar el ejército, y Diana ocupa un puesto en la primera fila de los jinetes que abrirán la carga contra las fuerzas de la horda.

Con el sol asomando apenas su rostro entero por el horizonte, el ejército de Berfôska abandona su ciudad para dirigirse hacia el Oeste, cerca del Bosque de Dientes Afilados, donde los maltrechos restos de las tropas malignas deben estar recomponiéndose. Entre auténticos guerreros y milicianos hay al menos diez mil hombres, incluyendo varias docenas de sucios mercenarios que, a la cabeza de Razzek, se han ofrecido gratuitamente a trabajar como batidores y partisanos en virtud a cierta extraña fidelidad hacia Orphen. También un buen grupo de Magos Rojos se han aliado con el que consideran el bando ganador. Las naciones de humanos de este continente nunca habían conocido un ejército tan grande.

Nadie ha sido capaz de convencer a Kandalian de lo inapropiado de su "mascota". El enorme elefante sirve como bestia de carga, y posiblemente los caballeros que cedieron ante la insistencia del gnomo piensen, como Orphen, que la bestia sería suculenta si hubiera que pasar hambre. Seguramente con buen juicio, se le ha prohibido al monje gnomo montar en el desconocido monstruo gris, pero Kandalian sabe escurrirse de cuando en cuando y apenas asoma entre las colosales orejas cuando ocupa su lugar favorito.

El resto de los compañeros viaja a caballo todo el trayecto. El Zin-carla al servicio de Arkaeron viaja a pie, no sufre el cansancio por muchas millas que recorra, mientras que su amo el nigromante monta un negro caballo infernal traído de algún oscuro plano por el muerto viviente.

El viaje dura seis días, y al finalizar el último los exploradores informan de la cercanía de la fortaleza y de algunas tropas dispersas de orcos, gnols y trasgos. El asalto al último refugio del Clérigo será por la mañana.

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31/03/2011, 02:06
Director

La última noche es inquieta, cargada de sueños y malos augurios. Aún a oscuras, todos son despertados para continuar. La marcha se retoma para iniciar la lucha con las primeras luces del alba.

Los compañeros están alerta y huelen el peligro, pero la mayoría de los milicianos y caballeros menos veteranos cabalgan algo somnolientos por un laberinto de cañadas y precipicios que parece ser una extensión de sus sueños. Las pesadillas de anoche tenían este paisaje. El estrecho paso de paredes rocosas sería un lugar perfecto para una emboscada... la fortaleza no podría estar mejor situada. Sin embargo, rodear el complejo rocoso significaría una demora que no se pueden permitir. Además, los batidores han reconocido la zona.

Entonces, al doblar una esquina tras la última de las paredes de roca, ven el destino. La fortaleza se eleva en un cielo de color plomizo; es poco más que un castillo ruinoso. Hay un enorme muro de aspecto infranqueable pero interrumpido por una gran entrada con forma de arco que da el paso franco a cualquiera que llegue hasta él. Delante de las murallas, apostadas sin ningún orden, hay miles de casetas de campaña, y de algunas todavía salen orcos o gnols. La mayoría de los salvajes, sin embargo, ya forman filas entre la fortaleza y el ejército de Berfôska. Es la mayor masa de seres vivos jamás vista o imaginada, una horda incontable, decenas o quizá cientos de miles. Una fuerza de tamaño absurdo que solo tiene sentido si se supone a todos los miembros de las razas salvajes del continente unidos bajo una misma bandera.

No son los regimientos de trasgos dispersos que los exploradores anunciaron. Ahora queda claro que todo, incluidas las supuestas victorias de Berfôska, ha sido una trampa para atraer a todo hombre fuerte y capaz hasta las mismas puertas del Clérigo, de modo que pueda ver las muertes con sus propios ojos y las víctimas sirvan mejor como sacrificio a su deidad. El mantener oculto a un ejército de tal tamaño no es sorprendente. Ni siquiera les han hecho falta Magos Rojos para ello. El único dios que actúa en el Plano Material lucha en el bando enemigo, y eso hace la lucha infinitamente desigual. Por entre las filas de chusma orca y gnol hay multitud de trolls, osgos, criaturas que parecen infernales e incluso algunos gigantes.

Asomando por encima de las paredes de roca también aparecen más enemigos, los caballeros de retaguardia pueden escuchar más enemigos cerrando el cerco. El combate está perdido antes de empezar, y los Héroes de Asbrav no tendrán ninguna oportunidad de llegar hasta el Clérigo, de modo que el sacrificio de tantos héroes legendarios será en vano.

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31/03/2011, 02:26
Derek

Derek de Razoad es el más sorprendido por la situación, pero también uno de los primeros en reaccionar de forma práctica. Ya no hay alternativa que la muerte, pero un caballero no querría una muerte que no fuera en una valerosa carga. No es necesario vencer a la horda; si tan solo los otros Héroes de Asbrav pudieran entrar en la fortaleza tendrían una oportunidad de acabar con el Clérigo, dando sentido a tantas muertes.

¡Id hacia el arco de piedra! ¡Tenéis que entrar en la fortaleza!

Grita Derek hacia los compañeros a la vez que desenvaina su espada. Claro que es más fácil decirlo que hacerlo, porque hay 700 pies de distancia hasta la entrada, y al menos un millar de enemigos se interponen. Es la única oportunidad, aún así, y toda la carga de la caballería de Berfôska tendrá como único objetivo facilitar ese acceso.

Señalando con su espada hacia el frente, el lider caballero emprende el galope que inicia el combate.

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31/03/2011, 11:17
Kandalian

El gnomo contempla la impresionante escena desde lo alto de Máximus. Hay cierta belleza en ese despliegue malvado, ordenado y militar, que les espera para darles muerte.

Kandalian escucha el grito de Derek. El trecho hasta la fortaleza en grande, pero también son grandes las patas del paquidermo. Poner a un elefante al galope puede ser difícil, pero pocas cosas conseguirían frenarlo...

Vamos amigo, corre como si fuera la última vez en tu vida. Ayúdanos a salvar nuestro mundo...

El monje susurra esas palabras casi de súplica al elefante, jaleando con sus pequeñas piernas como si fuera un caballo.

Por San Culthbert...

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31/03/2011, 15:18
Orphen

Orphen empieza a cabalgar hacia la fortaleza al galope extendido incluso avanzando algunos caballeros, a ese ritmo el caballo seguramente no llegara ni a la fortaleza.

Ahora es el momento, acude a mi llamada, responde al trato*.

Notas de juego

Hablo en draconico.

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31/03/2011, 15:30
Director

Solo Arkaeron y Kurgan, además de unos pocos caballeros de rango elevado, entienden las palabras en idioma dracónico que pronuncia Orphen. El guerrero humano avanza al galope como si pretendiera saltar por encima del ejército enemigo, más que combatirlo. Orphen señala con su espada hacia delante y una sombra tapa a los compañeros.

Un enorme dragón plateado vuela cayendo en picado hacia la horda, y su vuelo rasante arrasa filas enemigas en dirección a la entrada de la fortaleza. Un amplio pasillo queda vacío, al menos momentáneamente. Todavía se interponen cientos enemigos -por no hablar de un dragón de plata - entre la vanguardia de los caballeros y la puerta a la ciudadela, pero el miedo al dragón parece estar logrando lo que ni siquiera la fuerza del enorme ejemplar consiguió; las filas que cubrían la entrada se han roto. Ahora hay una oportunidad, si consiguen sobrepasar a los enemigos que se interpongan y si se mueven muy rápido.

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31/03/2011, 19:52
Naldar

 Nalda había contemplado la escena con una mirada que no transmitía más que lo que parecía una absoluta calma por parte del pícaro. Pero en realidad en su mente evaluaba sus posibilidades, sabiendo que la llegada sería difícil.

Orphen arrancó a correr mientras decía algunas palabras en un idioma extraño, y luego apareció un enorme dragón, sabrían los dioses de donde, pero parecía que viniera a ayudarles, pues con su imponente estampa y algo de su fuerza había despejado un pasillo amplio para que pasaran los guerreros. Naldar ni siquiera dudó, mientras arreaba a su caballo para que corriera a toda velocidad hacia el camino abierto por el dragón tomó su arco y lo preparó para disparar a quién osara atravesarse en su camino.

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01/04/2011, 00:13
Vanth

Cada centímetro del cuerpo y la mente del bárbaro estaban dispuestos a enfrentar la batalla. Incluso cuando las incontables hordas de enemigos aparecieron ante sus ojos no hubo vacilación alguna en sus pensamientos. La orden de Derek fue clara y Orphen comenzó a avanzar... y a avanzar... tal vez con excesivo ímpetu.

Cuando Vanth espoleó su caballo dispuesto a adelantarse la gigantesca sombra sobrevoló a los ejércitos aliados.
¡¿Pero qué demonios...?! Estaba desde hacía tiempo dispuesto a no sorprenderse ante nada de lo que pudieran llegar a hacer o conseguir sus compañeros, pero aquella aparente invocación en extraña lengua que Orphen acababa de pronunciar excedía los amplios límites que el joven había llegado a imaginar.

La poderosa criatura plateada había abierto un perfecto pasillo en las filas enemigas y el guerrero les instaba a seguirle mientras continuaba su veloz carrera. Sin pensarlo dos veces, aunque todavía algo estupefacto, Vanth inició la persecución tan veloz como su negro corcel era capaz para no desaprovechar la ocasión.

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01/04/2011, 02:12
Director

La orden de carga de Derek es obedecida a la vez por los regimientos de impetuosos caballeros noveles y por los veteranos Héroes de Asbrav. Algunos a caballo, otros a pie, y solo uno en elefante, todos avanzan hacia el enemigo, pues lo más parecido a una salida de esa trampa de enemigos es el hueco que el dragón plateado ha provocado.

Por doquier las filas de humanos y salvajes empiezan a chocar, bautizando la mañana con sangre. El destino de Arkaeron, Orphen, Kurgan, Naldar y Vanth, por el contrario, es evitar al enemigo y tratar de alcanzar la puerta de la fortaleza que parece estar a una milla. Cabalgan aprovechando el pasillo formado por la carga de la sierpe, recorren casi la mitad de la distancia hasta la puerta sin necesitar detenerse para acabar con los pocos gnols que se interponen en su camino. El paso está despejado... hasta que el propio cuerpo del dragón lo interrumpe.

Ante ellos, el plateado combate fieramente con trolls y gigantes. Incluso una criatura así parece tener problemas en tal inferioridad numérica. Las filas de la retaguardia de la horda no han podido ser deshechas aún, y tal vez el dragon ni siquiera el dragón pueda. La cabalgada se detiene y todos los compañeros vuelven a estar juntos y sin esperanza... todos, excepto Kandalian, que habiendo logrado azuzar al elefante ahora no logra detenerlo. La bestia grisácea no es mucho más pequeña que el dragón de plata, y por su forma de galopar parece dispuesta a embestir al reptil o cualquier otra cosa que se ponga en su camino.

Las filas del pasillo se cierran, a los lados, y el resto de los Héroes de Asbrav se ven poco a poco rodeados.

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01/04/2011, 10:39
Kandalian

¡WAR!

La carga es inevitable. La muerte es posible. La victoria... 

A Kandalian no le preocupa cómo detener a Máximus, se trata de una huída hacia adelante. Ganar o morir.

El pequeño gnomo se agarra como puede para no caerse, mientras avanza hasta estar a solo unos metros del magnánimo dragón plateado.

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01/04/2011, 11:02
Orphen

Una puerta dimensional ahora seria perfecta.

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01/04/2011, 11:04
Kurgan

Orphen, como siempre tan efectista, aunque esta vez también bastante efectivo....

Fue lo que le pasó por la cabeza a Kurgan cuando el humano de cabellos plateados "invocó" al dragón. La enorme criatura les había abierto camino y les había dejado bastante mas cerca del arco de piedra. Y aunque para Kurgan no era un problema superar a aquellas filas de enemigos gracias a su magia, sabia que otros compañeros lo agradecerían.

El guerrero de la cadena contestó a la idea de Orphen, idea que este ya había sopesado.

Si, una puerta dimensional ahora seria perfecta, o casi, el problema está en que solo podría llevar a seis conmigo y deberíamos abandonar aquí a las monturas... ¿Arkaeron?.

Kurgan miró al nigromante esperando alguna idea o recurso mágico.

Notas de juego

Que quede claro que por mi nos quedamos a luchar

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01/04/2011, 12:01
Naldar

Naldar se sujetó con fuerza a su montura mientras esta se encabritaba, el elfo miró alrededor como se cerraban los enemigos y luego suspiró, el camino se hacía difícil... Pero no como podría esperarse...

-6 Partirían en una puerta dimensional, Kandalian ya se ha ido con su mascota... Orphen ¿Crees que tu amigo pueda acercarnos a la puerta?-

Dice con tono tranquilo, tal vez demasiado para la situación, manteniendo el arco y la flecha en las manos mirando alrededor, a todos los enemigos que estaban en el lugar, acercándose al grupo

"A este paso tendremos que combatir acá también... Debemos llegar a tiempo con el avatar y eliminarlo mientras los demás eliminan al Dios"

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01/04/2011, 22:52
Paladín Caído

Cuando se inició la carga, Zin-carla aguardó hasta observar la reacción de su nuevo sire. A pesar de ser un no-muerto,su mirada no se hallaba exenta de inteligencia... ¡Tal vez fuera mejor no hablar!. Contemplaba el ejército enemigo que avanzaba frontalmente a la espera de ponerles la cosas difíciles y no sentía miedo ni pavor. Ni siquiera sentía el más mínimo estremecimiento si tenía que derramar cantidades ingentes de sangre... Ya poco quedaba de su antigua vida de disciplina, honor y servicio... ¡Ahora era un guardia negro!

 Cuando el caballo de su sire se lanzó hacia el frente, Zin-carla azuzó las riendas de su cordel fantasma y este comenzó la carrera tras emitir un gemido estridente y descorazonador. Muchos eran los que preferían no anteponerse ante la tétrica imagen del caballero de la muerte, debido a su aspecto avasallador.

Finalmente llegó a la posición donde los héroes conversaban y detuvo a su espectral corcel después de traccionar del bocado del caballo de ojos rojizos...

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02/04/2011, 04:01
Arkaeron

Durante la carga realizo un par de conjuros de defensa básicos, nos dirigimos hacia la batalla final y hay que estar preparados.

Tras la aparición del dragón las cosas parecen ponerse de nuestro lado, pero por desgracia ni tan majestuosa bestia parece ser problema para el enorme ejercito del mal desplegado ante nosotros.
Poco después nos encontramos de nuevo parados, pero esta vez en medio del enorme ejercito que se cierne sobre nosotros como una enorme ola sobre un pequeño castillo de arena.

Sopeso durante unos segundos nuestra posición cuando oigo a Kurgan decir mi nombre.

Oh, si perdona, llevatelos a todos, yo me iré a por Kandalian y nos teletransportare, quedamos debajo del arco

Sin decir nada mas espoleo a mi montura infernal.

Vamos Tormento, tenemos que alcanzar al gnomo

Al acercarme al monje estiro mi brazo derecho y mi mano fantasmal se separa de mi cuerpmo y vuela en dirección a Kandalian tocandolo en el hombro.

Viento de la magia yo os convoco, llevadnos a través del espacio hasta nuestro destino

Al instante el gnomo, mi montura y yo desaparecemos para aparecer de nuevo bajo el arco que da paso a nuestro objetivo.

Los siento amigo, pero Maximus no podia venir.

Notas de juego

Me lanzo piel petrea y armadura de mago y uso teleportar mayor

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02/04/2011, 11:52
Kurgan

Que así sea.

Kurgan aceptó sin discutir el procedimiento que había descrito Arkaeron. Desmontó de su caballo y buscó el centro entre las posiciones de sus compañeros. Una vez allí extendió los brazos y habló.

Daos las manos y aseguraos de que formáis una cadena conmigo.

Tras instar a los compañeros a que todos estuvieran enlazados, dijo unas palabras en dracónico y los siete desaparecieron para reaparecer debajo del arco como había sugerido el nigromante.

Notas de juego

Puerta dimensional.