Partida Rol por web

Historias de Horror I.

SA: 4- Los Muertos No Sueñan.

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22/02/2018, 09:22
(SA) Anciano Sabio (Sebastián Moro).

LOS MUERTOS NO SUEÑAN:

INVIERNO, AÑO 4711 RA.

AL FILO DEL CUARTO DÍA SIGUIENTE AL DESPERTAR. FECHA PROBABLE: 7 DE ABADIO.

MEDIANOCHE.

Tras descartar que además de la sangre hubiese veneno en aquella puerta siniestra, Sebastián Moro volvió con los demás. Habían retirado un cuadro que llamó la atención del sacerdote. Pero tras examinarlo durante un tiempo, descartó que pudiese aportarles nueva información. Además Sebastián  no era muy aficionado a la pintura, de algún modo supo que lle gustaban más las artesanías de oro y plata que engalanaban los despachos de sus superiores jerárquicos, aunque no lo recordaba y no podía saberlo a ciencia cierta.

En cualquier caso aquel cuadro, en el que estaba pintada lo que seguramente era la fachada del sanatorio, no tenía mucho valor en sí mismo. Su misión era tapar  el pestillo de bronce. Tras el cual, probablemente les esperaba otra pequeña victoria y otro paso hacia la libertad.

-Tened cuidado, tras ese pestillo podría haber algo valioso, y a quizá el propietario haya puesto alguna trampa.

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22/02/2018, 15:27
(SA) Réquiem (Alexei Mykephoros).

LOS MUERTOS NO SUEÑAN:

INVIERNO, AÑO 4711 RA.

TERCER DÍA SIGUIENTE AL DESPERTAR. FECHA PROBABLE: 7 DE ABADIO.

MEDIANOCHE.

Las palabras de Dyonisius Shaytan, el verdadero nombre de Nigromante, llegaron a los oídos de Alexei Mykephoros. – Bien son ciertas tus palabras Dyonisius – le dice llamándolo por su verdadero nombre – Estoy seguro que nuestra esencia, o nuestro verdadero ser, como queramos llamarlo, ha cambiado con todo lo que hemos vivido en este lugar – hizo un gesto con su dedo, chasqueándolos – Claro, tal vez todo lo que estamos viviendo sea para remedir todos nuestros malos actos del pasado – comentó el dramaturgo, luego respondió a las palabras de Nigromante – De acuerdo Dyonisius, te llamaremos por tu nombre –.

Atendió a las siguientes palabras del mago y se quedó en silencio mirando su alrededor, entrando en el interior de la sala para inspeccionarla.

- Luz detrás del cuadro… ¿Una sala oculta?

El poeta caído en desgracia sujetaba su espada ropera con la mano diestra, no se fiaba de ese asilo y los encuentros anteriores lo corroboraban, no debía bajar la guardia y las palabras del barbaro Velkan volvieron a su memoria como un eco infinito.

<< Con cabeza, con cabeza Alexei… recuérdalo con lo que él no tiene >>

Tragó saliva y miró a sus compañeros, las palabras de Sebastián Moro llegaron a sus oídos y afirmó, debían de tener cuidado con aquel pestillo ya que si escondían algo tras aquella entrada secreta lo más seguro es que fuera algo que no quisieran que se encontrara.

- Esperemos revelar algo de luz en toda esta oscuridad… -  

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22/02/2018, 17:45
[RIP] (CC) Buscador de la Verdad (Gabriel Alarico).

LOS MUERTOS NO SUEÑAN:

INVIERNO, AÑO 4711 RA.

AL FILO DEL CUARTO DÍA SIGUIENTE AL DESPERTAR. FECHA PROBABLE: 7 DE ABADIO.

MEDIANOCHE.

La puerta que había servido de apoyo a Enterrador dio paso a una sala más pequeña que la anterior. Otra sala en la que buscar y rebuscar, en la que rapiñar esperando encontrar algo que pudiera serles de utilidad en su aventura en pos de la libertad. Curioso resultaba que en ese viaje buscando la salida, no se dirigieran a ella y en su lugar caminaran hacia las fauces de la bestia que guardaba las llaves con las que poder abrir la puerta.

Buscador entró con cautela, armado, unas armas que volvió a guardar tan pronto comprobó que no había nadie allí dentro. Miró a su alrededor, buscó, pero nada llamó tanto su atención como el cuadro que colgaba de la única pared en la que no había ni un solo archivador abarrotado de papeles.

Extrajo la lupa y se acercó a él, lo estudió buscando su autor como lo había buscado con los dibujos a carboncillo de Zándalus, y con extrañeza comprobó que además de su escaso valor, poco o nada pintaba un objeto como aquel en aquella sala. Finalmente lo descolgó esperando examinarlo mejor, hallar la razón tras las incongruencias, y para su sorpresa descubrió que la razón de tales incongruencias no se hallaban en el cuadro en sí sino tras lo que este ocultaba.

Escuchó a Anciano Sabio y asintió. Comprobaría que no había trampas. No sería él el que actuara sin cautela en un entorno que se había mostrado tan hostil hacia ellos. No obstante no encontró nada y animado por un hallazgo que había suscitado tanto interés en sus compañeros y que en él provocaba una enorme curiosidad, accionó el pestillo descubriendo tras él una caja fuerte que también debería abrir.

Enigma tras enigma, puerta tras puerta, cerradura tras cerradura y llave tras llave...

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22/02/2018, 18:06
(SA) Tormento de Tinieblas.

LOS MUERTOS NO SUEÑAN:

INVIERNO, AÑO 4711 RA.

AL FILO DEL CUARTO DÍA SIGUIENTE AL DESPERTAR. FECHA PROBABLE: 7 DE ABADIO.

MEDIANOCHE.

Una nueva estancia, un nuevo reto, quizá nuevos enemigos. Sin embargo, todo resultó inquietantemente tranquilo, algo para lo que la adrenalina que corría por las venas de Tormento no ayudaba. Bajo la luz de la linterna de Enterrador, miles de archivos se abrieron ante sus ojos, una catarata de información imposible de aprehender y cuya lectura e investigación llevaría más tiempo del que disponían.

Abstraído en la contemplación, vio cómo Buscador se aproximaba al solitario cuadro que pendía de una de las paredes y cómo éste lo descolgaba en un proceso cuya lógica no alcanzaba a comprender. Sin embargo, cuando el pestillo brilló con luz dorada, como un pequeño faro en mitad de la noche, se acercó con evidente curiosidad y en silencio. Buscador pareció buscar en torno a la huella dejada por el lienzo, como si tratara de averiguar que no había riesgo alguno en su superficie. Fuera cual fuera su conclusión, accionó el pestillo y algo pareció deslizarse con un seco chasquido dejando a la vista una hermética caja.

Abrir aquello no iba a ser una tarea sencilla y dudaba que pudiera serle de ayuda al genio de las cerraduras. Se apartó un paso, dejando espacio para que pudiera maniobrar con tranquilidad y sin interferencias.

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22/02/2018, 18:49
(SA) Anciano Sabio (Sebastián Moro).

LOS MUERTOS NO SUEÑAN:

INVIERNO, AÑO 4711 RA.

AL FILO DEL CUARTO DÍA SIGUIENTE AL DESPERTAR. FECHA PROBABLE: 7 DE ABADIO.

MEDIANOCHE.

Ahí estaban todos, formando un semicírculo en torno a Buscador de la verdad y la caja fuerte. Sebastián Moro miraba con cierta preocupación la sofisticación y robustez de la cerradura. Sabía que ciertos mecanismos están dotados de un sistema que destruye el contenido de la caja fuerte si esta es forzada. La posibilidad de perder una información que quizá fuese irreemplazable, hizo al sacerdote contener la respiración. Enterrador sostuvo la caja en la postura que mejor permitía a Buscador de la verdad su manipulación y este hurgó en la cerradura abriéndola con una facilidad desconcertante.

- Estoooo, Gabriel, no es la primera vez que ud. hace algo parecido. Evidentemente.

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23/02/2018, 12:26
[RIP] (CC) Buscador de la Verdad (Gabriel Alarico).

LOS MUERTOS NO SUEÑAN:

INVIERNO, AÑO 4711 RA.

AL FILO DEL CUARTO DÍA SIGUIENTE AL DESPERTAR. FECHA PROBABLE: 7 DE ABADIO.

MEDIANOCHE.

- Me temo que no- respondió a Anciano Sabio tironeándose del bigote, orgulloso por lo sencillo que le había resultado abrir la caja fuerte. Le había sorprendido hasta a él, que viendo la complejidad de la cerradura en algún momento había dudado de si sería capaz de hacerlo.- No recuerdo ninguna situación parecida de antes de despertar, pero si hay algo que sé y que no olvido, es que si alguien tiene algo que ocultar lo hará siempre tras una cerradura, y que si uno busca la verdad, para encontrarla es inevitable tener que saber cómo abrirla.

Dicho aquello abrió la portezuela de la caja revelando su contenido. Abalorios y papeles llenaban un espacio que entre unas y otras manos no tardó en estar vacío. Buscador contribuyó a ello sacando una espada cuyo brillo rojizo captó poderosamente su atención. Se la mostró a Nigromante para que la examinara con sus hechicerías, y cuando este acabó no dudó en desenvainarla para comprobar él mismo características más mundanas como peso y filo.

No había duda que las dagas le habían servido bien, sobre todo en el último combate. Pero desde que había roto su espada, cuya empuñadura aun guardaba como ancla fija a un pasado que ya no recordaba, no había sentido nada como aquello. Una espada como esa, una espada como la que había perdido, era en sus manos una prolongación del propio brazo.

Sonrió contento, sorprendido incluso de que algo tan pedestre como una herramienta para matar despertara en él un gozo tan profundo, y tras un par de florituras que acometió con gusto, se ciñó la vaina al cinto con la espada dentro.

- "Destino Rojo"- pensó alegre, sin llegar a reflexionar realmente sobre ello.

El destino sangriento que en letras doradas prometía el arma, podía pertenecer tanto al que se situaba a uno como al otro lado de la espada...

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24/02/2018, 16:45
(SA) Anciano Sabio (Sebastián Moro).

LOS MUERTOS NO SUEÑAN:

INVIERNO, AÑO 4711 RA.

AL FILO DEL CUARTO DÍA SIGUIENTE AL DESPERTAR. FECHA PROBABLE: 7 DE ABADIO.

MEDIANOCHE.

Después de bucear junto con Requiem en las notas de Losandro hasta encontrar lo referente a Ulver Zandalus  y compartirlo con el grupo, se dio cuenta de las finas gotas de sudor que perlaban el rostro de Tormento. A pesar de la actitud estoica del monje, Sebastián Moro captó un temblor reprimido. Se acercó para ver si tenía fiebre y al tocar su frente comprobó que estaba ardiendo. Sebastián Moro maldijo a aquellos ratlings sucios y traicioneros, pues no le cabía duda de que habían sido ellos o sus ratas compañeras las que habían transmitido la infección. Recordó que a él también le habían mordido y se dio cuenta que si alguien tan resistente y acostumbrado a pasar penalidades físicas como Tormento había sucumbido de aquella manera a la enfermedad, el efecto que esta tendría sobre él mismo sería muy probablemente devastadora.

El viejo sacerdote apretó los dientes con rabia hasta hacerlos rechinar. Aquella noche rezaría a Farasma para que le iluminase con su conocimiento y le diese fuerzas con las que enfrentarse a la enfermedad, pero ahora mismo debían avanzar. Más que nunca el tiempo jugaba en su contra y no eran solo los filos de sus enemigos lo que debían temer sino también la falta de alimentos y las enfermedades. Con la determinación inconsciente que proporciona la rabia, Sebastián Moro se dirigió a la siniestra puerta del fondo del pasillo y la abrió con decisión.

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24/02/2018, 20:16
(SA) Réquiem (Alexei Mykephoros).

LOS MUERTOS NO SUEÑAN:

INVIERNO, AÑO 4711 RA.

AL FILO DEL CUARTO DÍA SIGUIENTE AL DESPERTAR. FECHA PROBABLE: 7 DE ABADIO.

MEDIANOCHE.

Réquiem se quedó vigilando la sala, por la zona de la puerta mientras trasteaban con aquel extraño pestillo.

<< Debe de abrir una especie de mecanismo… >>

Efectivamente, cierre tras cierre se abrió otro panel y Buscador de la Verdad utilizó su pericia en aquel arte para abrir la cerradura. En el momento en que abrieron la caja fuerte el dramaturgo se acercó para curiosear un poco. Allí miró lo que había en el interior, unos registros de Losandro, el caso de Ulver Zandalu mucho más extenso y mejor explicado, unas piezas de oro, una tarjeta de visita sobre los servicios de una agencia de detectives y una espada corta en una vaina carmesí. La voz de Dyonisius se alzó entre ellos revelando las cualidades mágicas del objeto.

Alexei Mykephoros se fijó que Sebastián Moro se puso a leer los documentos que habían extraído de la caja fuerte, él se acercó para leerlos también y así informarse de lo que contenían aquella documentación.

- Ese conde debe de tener muchas de nuestras respuestas… los que están al otro lado deberían de investigarlo para ayudarnos – comentó algo cabreado, ya que allí dentro poco podían hacer – Maldito bastardo, nos abandonó con tanto secretismo y ¿Por qué? Seguro que debimos de descubrir alguna de sus actividades en el sanatorio y nos quiso silenciar de una forma que no levantara sospechas – se apartó para mirar a los demás.

<< Deberíamos continuar >> 

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24/02/2018, 20:21
(SA) Tormento de Tinieblas.

LOS MUERTOS NO SUEÑAN:

INVIERNO, AÑO 4711 RA.

AL FILO DEL CUARTO DÍA SIGUIENTE AL DESPERTAR. FECHA PROBABLE: 7 DE ABADIO.

MEDIANOCHE.

Y como el agua del mar que progresivamente fuera subiendo en la época de las mareas vivas, la fiebre de la mugre cubrió a Tormento, sobrepasándolo y ahogándolo. No supo qué era aquella sensación ni pudo anticiparla. Ni siquiera sabía de su origen. Simplemente, acaceció. Su frente se perló de sudor y hubo de apoyarse en una pared, víctima de la súbita debilidad que lo invadió y que hicieron que sus rodillas se doblaran. Jadeó, mientras una arcada iba tomando forma en el fondo de su estómago, para crecer y arrasar cuanto había a su camino.

Tormento se dobló sobre sí mismo y vomitó, vaciando la escasa comida ingerida, en poderosas oleadas hasta que solo pudo arrojar hiel. Su amargo sabor inundó la boca del monje.

-No me encuentro bien -dijo antes de ser víctima de una nueva arcada y vomitar baba gástrica. 

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25/02/2018, 15:34
(SA) Réquiem (Alexei Mykephoros).

LOS MUERTOS NO SUEÑAN:

INVIERNO, AÑO 4711 RA.

AL FILO DEL CUARTO DÍA SIGUIENTE AL DESPERTAR. FECHA PROBABLE: 7 DE ABADIO.

MEDIANOCHE.

Alexei se preparaba para iniciar de nuevo la marcha, sacó la espada ropera de la vaina para sujetarla con su mano diestra. Deslizó una de sus mangas con cuidado para limpiar el filo y repasar un poco el estado de su espada, no había tenido mucho contacto con enemigos ya que el dramaturgo ya se encargaba de estar apartado de la zona intensa de combate, pero en el estado que estaban sus compañeros tenía que arriesgarse un poco para ofrecer algo más de apoyo para el equipo. 

Réquiem se quedó mirando a Tormento de Tinieblas, el hombre con los ojos vendados de aspecto intrigante se encontraba vomitando, expulsando de su cuerpo la escasa comida que había ingerido. Alexei se acercó para ver como se encontraba, fijándose que el hombre había sacado todo lo que había comido.

- Tal vez algo que hayas comido que no te haya sentado bien… - dijo el noble no muy convencido ya que sus conocimientos sobre medicina o enfermedades eran bien escasos para no decir nulos. Réquiem lo miró y se fijó en la sudor que recaía por su frente – O tal vez… no… - tragó saliva en un gesto preocupado y se giró para mirar a sus compañeros. Buscaba a Anciano Sabio, él sabía que Sebastián Moro tenía conocimientos sobre curación o su magia podía curar y si no era así estaban en una situación complicada y la opción más segura era ir de nuevo al refugio de Winter. 

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25/02/2018, 18:45
(SA) Enterrador (Anselmo Paddock).

LOS MUERTOS NO SUEÑAN:

INVIERNO, AÑO 4711 RA.

AL FILO DEL CUARTO DÍA SIGUIENTE AL DESPERTAR. FECHA PROBABLE: 7 DE ABADIO.

MEDIANOCHE.

Enterrador advirtió la nefasta situación de Tormento, en ese momento atendido por Anciano. El viejo clérigo no dijo nada pero con una mirada al enterrador y un rostro de circunstancias evidenciaba que el monje no se encontraba bien. No obstante el sacerdote parecía empecinado en continuar.

Anselmo torció el gesto observando la fiebre en el púgil, sus temblores y sus arcadas.

- Tal vez deberíamos volver al refugio. No sé si sería sensato avanzar con Tormento así - comentó el forense con ojo clínico, hablando desde su propia experiencia sobre estar o no estar en buen estado -. Tormento, ¿Te sientes con fuerzas o prefieres retornar? - le preguntó.

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26/02/2018, 09:31
[RIP] (CC) Buscador de la Verdad (Gabriel Alarico).

LOS MUERTOS NO SUEÑAN:

INVIERNO, AÑO 4711 RA.

AL FILO DEL CUARTO DÍA SIGUIENTE AL DESPERTAR. FECHA PROBABLE: 7 DE ABADIO.

MEDIANOCHE.

Buscador observó extrañado la furibunda salida de Anciano Sabio. El detective era completamente ajeno a los extraños procesos lógicos que habían llevado al clérigo a dejar atrás a un hombre que tan protector se había mostrado con el anciano durante su andadura por aquel lugar de locos. El único gesto de aprecio o preocupación llegó antes de su salida: una mano que la vejez hacía temblar sobre una frente perlada por el sudor de la fiebre. Por lo demás tan solo parecía pagar celo con desapego.

Buscador se acercó al monje y apoyó la mano sobre su hombro.

- Como dice Enterrador, tú decides. No hay intención alguna de dejarte atrás. Si tan solo necesitas un respiro, creo que en el despacho de Losandro había sillas. Parecían cómodas- apostilló, esbozando una sonrisa tranquilizadora.- Podemos ir allí o te puedo traer una. Pero si lo que necesitas es descanso, Tormento... Si lo que necesitamos es descanso- se corrigió-, quizá lo mejor es que nos retiremos por hoy. Y la verdad que nos podemos retirar sabiendo que, aun con sus cosas, ha sido un día bastante fructífero. Intenso, sí, con algún sinsabor, pero no exento de éxitos. Y no pocos- añadió con un par de palmadas antes de retirar la mano del hombro de Tormento.

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26/02/2018, 15:48
(SA) Tormento de Tinieblas.

LOS MUERTOS NO SUEÑAN:

INVIERNO, AÑO 4711 RA.

AL FILO DEL CUARTO DÍA SIGUIENTE AL DESPERTAR. FECHA PROBABLE: 7 DE ABADIO.

MEDIANOCHE.

Tormento se puso derecho, aún sudorosa la frente. Amén de su maltrecho estómago, comenzaba a sentir una desazón profunda en todo su cuerpo. Se arremangó el hábito y para cualquiera que estuviera mirando, quedaron a la vista una sucesión de ronchones de mal color, allí donde las ratas le habían mordido, que dolían y picaban de un modo torturante. Un renegrido dedo índice se acercó sin cautela a una de aquellas heridas para palparla, casi con demasiada fuerza y carente de delicadeza, para después rascar con la uña el borde de la misma. Un gemido brotó de la garganta del monje, difícil de identificar si de dolor, alivio o placer insano.

- Creo que estos mordiscos son la causa de mi estado - dijo en un murmullo áspero-. No os retrasaré. Si deseáis seguir, os seguiré. Si hay que pelear, pelearé - afirmó sin mencionar su creciente debilidad. El dolor era su camino, la mortificación una espuela que le hacía consciente de estar vivo.

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26/02/2018, 16:59
(SA) Nigromante (Dyonisius).

LOS MUERTOS NO SUEÑAN:

INVIERNO, AÑO 4711 RA.

AL FILO DEL CUARTO DÍA SIGUIENTE AL DESPERTAR. FECHA PROBABLE: 7 DE ABADIO.

MEDIANOCHE.


En un primer momento Dyonisius se limitó a seguir usando su conjuro de detectar magia, que evidenció que era la espada corta el único objeto mágico del conjunto. Y probablemente también el más valioso desde que habían empezado su periplo, como así le dijo a Gabriel.

- Has encontrado una espada de evocador nombre. Y algo más, quizás. Noto en ella más magia que la que hemos visto previamente entre los objetos que hemos podido obtener. Mis escasos recuerdos me dicen que no es algo completamente extraordinario o desusado... pero para hacer una analogía, si lo que hemos visto de magia fuera magia de cobre, esa espada bien podría ser magia de plata. O casi- sonrió, satisfecho, y dio un golpecito en el hombro de Gabriel- Ojalá sea algo que marque la diferencia porque estamos lejos de haber terminado con esto.

No hubo, sin embargo, demasiado tiempo para felicitarse por la búsqueda exitosa. No había aún el nigromante terminado de guardar las monedas de oro y las perlas, que pareciera iban a ser olvidadas por sus compañeros, cuando Tormento se dobló sobre sí mismo y empezó a sufrir potentes arcadas que le hicieron vomitar en varias ocasiones. Dyonisius esperó que unos y otros hablaran, y negó con la cabeza.

- Tormento- el mago sabía que su compañero monje debía conocer ya, como todos, el nombre que había tenido antes de esta... situación. Pero era evidente que no había pedido ser llamado por ese nombre que, en todo caso, y como el que cargaba hoy, tenía mucho de apodo. El mago respetaría el deseo de su compañero- debes descansar. Si estás enfermo, tal vez si logro identificar los objetos mágicos que no he logrado reconocer, pueda curarte. Estamos cansados, casi exhaustos. Aunque sólo sea por eso... ¿no estáis todos conmigo que no es buena idea forzar el cuerpo en un lugar en el que el sueño puede matarnos? La inconsciencia o una cabezada son riesgos reales. Y más cuando uno de nosotros está enfermo. Quiero seguir, claro. Como todos. Pero la cabeza dice que regresemos. A veces, un riesgo de más, es un riesgo que mata. Tomemos un descanso, recuperemos nuestros dones. Que Tormento pueda ser examinado por la sacerdotisa y por nuestro buen Sebastián en un entorno más seguro. Eso opino, al menos, aunque si la mayoría opta por seguir, no me opondré. Mi voto, sin embargo, es claro: regresemos y descansemos unas horas antes de proseguir.

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26/02/2018, 18:15
(SA) Anciano Sabio (Sebastián Moro).

LOS MUERTOS NO SUEÑAN:

INVIERNO, AÑO 4711 RA.

AL FILO DEL CUARTO DÍA SIGUIENTE AL DESPERTAR. FECHA PROBABLE: 7 DE ABADIO.

MEDIANOCHE.

Mientras él caminaba hacia el fondo del pasillo, los demás preguntaron a Tormento sobre su estado y dieron sus opiniones sobre continuar o volver. La conversación no detuvo al sacerdote. A los demás les parecía que volver al refugio hasta que Tormento se recuperase era la mejor opción. Sebastián Moro, aunque no lo recordase, sospechaba que en el pasado había asistido a incontables enfermos y había estado presente en más de una epidemia. Aunque no pudiese evocar los detalles, de algún modo conocía la rapidez con que la enfermedad se enrosca en los corazones de los contagiados y los estrangula dejándoles sin fuerza en cuestión de días e incluso, en los casos más virulentos, en cuestión de horas. Estaban en un sanatorio mental pero en algún lugar podía haber medicinas y Sebastián Moro no volvería al refugio hasta explorar al menos una habitación más.

Antes de abrir la puerta, entonó una plegaria a Farasma. No una de misericordia, sino una en la que ensalzaba el poder de la Dama de las Tumbas y en la que le pedía que castigase a sus enemigos.

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26/02/2018, 22:06
(SA) Réquiem (Alexei Mykephoros).

LOS MUERTOS NO SUEÑAN:

INVIERNO, AÑO 4711 RA.

AL FILO DEL CUARTO DÍA SIGUIENTE AL DESPERTAR. FECHA PROBABLE: 7 DE ABADIO.

MEDIANOCHE.

El dramaturgo miró a Anselmo Padock cuando preguntaba sobre la salud de Tormento de Tinieblas. Réquiem se acercó un poco para ser partícipe de la conversación entre Enterrador y el luchador. Los ojos de Alexei se desviaron hacia Gabriel Alarico, afirmando a sus palabras con un ligero movimiento de cabeza ya que era una buena idea tomar un pequeño descanso y dejar que el hombre reposara en una de las sillas del despacho de la Administradora Losandro.

La vista del poeta se enfocó en las heridas que mostraba Tormento de Tinieblas, parecía ser que los seres llamados Ratling fueron los causantes de su mal estar. Aquellos mordiscos originaron el mal estado del hombre con vendajes en los ojos.

- Mierda… no sé mucho de medicina pero no creo que tenga muy buena pinta… - llevó su mano izquierda a la perilla, acariciándola mientras sujetaba la espada con la diestra.

Tragó saliva y desvió su atención a las palabras de Dyonisius, después de escuchar como Tormento de Tinieblas se ofrecía a continuar luchando si se decidía ir a la siguiente habitación. Las palabras de Nigromante le cautivaron, tenía mucha razón si quedaban inconscientes fuera del refugio de Winter tenían posibilidades de no volver a abrir los ojos y en caso de abrirlos no ser ellos mismos.

- Creo… creo que deberíamos retroceder, sí, sí. Sería lo mejor… - el dramaturgo no estaba seguro de continuar y con una tenue respuesta daba apoyo a las palabras de Dyonisius. 

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27/02/2018, 13:59
(SA) Nigromante (Dyonisius).

LOS MUERTOS NO SUEÑAN:

INVIERNO, AÑO 4711 RA.

AL FILO DEL CUARTO DÍA SIGUIENTE AL DESPERTAR. FECHA PROBABLE: 7 DE ABADIO.

MEDIANOCHE.


Nada era más importante que la confianza en uno mismo, y eso Dyonisius lo sabía. Desgraciadamente, saberlo no aumentaba una confianza que se sujetaba más en el intelecto que en la fuerza de voluntad que sentía, igual que muchos de sus compañeros, mermada. 

En tales circunstancias era el que tomaba el riesgo de decidir, quien obligaba a seguir el grupo sus decisiones, fueran estas buenas o erróneas, el que finalmente cambiaba las cosas para bien o para mal.

Y al menos esta noche, esta madrugada, Dyonisius no era esa persona.

No le dejaré que abra ninguna otra. Tras ver lo que quiera que se encuentre tras esa puerta, regresamos.

Se prometió mentalmente, quizás llevado por el deseo de no contrariar al sacerdote de Pharasma. No fue, por tanto, el mago del grupo el que impidió que se abriera esa puerta. ¿Quizás una puerta de más?

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27/02/2018, 14:41
(SA) Enterrador (Anselmo Paddock).

LOS MUERTOS NO SUEÑAN:

INVIERNO, AÑO 4711 RA.

AL FILO DEL CUARTO DÍA SIGUIENTE AL DESPERTAR. FECHA PROBABLE: 7 DE ABADIO.

MEDIANOCHE.

De cuclillas, junto a Tormento, le inquirió si deseaba regresar al refugio para descansar o continuar. No tenía buen aspecto y como decían Buscador o Nigromante, ya habían logrado una notable labor de exploración y era preferible continuar todos juntos en buenas condiciones, no fuera que la enfermedad o agotamiento arrastraran al sueño. Y dormir fuera del refugio podía ser mortal.

Ayudó al monje que se obstinó en ayudar al grupo si este continuaba. Anselmo torció la boca y asintió, ayudando a ponerse de pie al enfermo. Entonces escuchó a Requiem advertir de que Anciano Sabio, por su cuenta y riesgo, abría otra puerta del pasillo.

Enterrador se giró incrédulo y echó a correr al pasillo, en busca del viejo sacerdote.

- Por vida de... - murmuró entre dientes, tratando de no gritar de enfado.

¿Pero en qué piensa el Padre Moro? No, si al final va a ser la demencia senil, pensó mientras se apresuraba hacia el lugar y concluía que al anciano no se le podía dejar solo.

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27/02/2018, 19:54
[RIP] (CC) Buscador de la Verdad (Gabriel Alarico).

LOS MUERTOS NO SUEÑAN:

INVIERNO, AÑO 4711 RA.

AL FILO DEL CUARTO DÍA SIGUIENTE AL DESPERTAR. FECHA PROBABLE: 7 DE ABADIO.

MEDIANOCHE.

Puede que Enterrador no blasfemara ni maldijera por la razón que fuera, pero Buscador no dudó ni por un instante en hacerlo tan pronto escuchó el aviso que dio Réquiem sobre las acciones de Anciano Sabio.

- ¡¡Pero qué diablos…!!

Ahí se quedó, sin tiempo para más, espoleado como se veía por las circunstancias del momento. Aunque si las circunstancias hubieran sido otras y hubiera dispuesto de más tiempo, muy probablemente tampoco hubiera continuado por no convertir en ofensa una exclamación que hasta entonces no había sido más que de sorpresa y reproche. Pero cómo no reprochar nada a quien corría en pos del peligro como un jovenzuelo sin la más mínima conciencia del peligro, sin contar con nadie más que con él mismo, arriesgando inútilmente la vida propia y apostando con sus actos la del resto.

Cogió aire para concentrarse, para controlar los impulsos a los que otros se habían lanzado sin el menor reparo, y emprendió la carrera mientras se concienciaba y preparaba para lo que fuera que viniera.

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27/02/2018, 22:05
(SA) Nigromante (Dyonisius).

LOS MUERTOS NO SUEÑAN:

INVIERNO, AÑO 4711 RA.

AL FILO DEL CUARTO DÍA SIGUIENTE AL DESPERTAR. FECHA PROBABLE: 7 DE ABADIO.

MEDIANOCHE.


Con cierto e indiscutible alivio, al comprobar que la puerta no se abría, el mago puso con suavidad su mano en el hombro de Sebastián.

- Regresemos, Sebastián. No podemos más, y si seguimos, alguien se va a quedar dormido. Por favor, todos lo necesitamos.