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HLdCn: El Legado de Caín II - Semillas de Destrucción

Un Sitio a Recordar

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19/12/2013, 00:25
Zyllah

Empecé a caminar dando pequeños pasos cortos y rápidos. - No parece que la gente esté dispuesta a arriesgarse con nada. Apenas hemos visto poderes desatándose... O tal vez son cosas discretas como lo que le pasó a Tetsuo. - Busqué con la mirada al pajarito y al ver que estaba comiendo no lo llamé y volví a mirar hacia delante. - Le he pedido a Alexia que intente averiguar si Ira esconde algo raro. 

- Pero escucha, Alexia dice que están histéricas por lo que le ha pasado a Annie. Ira quiere hacernos sudar sangre y todo. Y por lo que parece las niñas monstruosas están también furiosas. Cuando se calmen intentará averiguar qué planean hacer en estas votaciones.  - Una sonrisa enorme se dibujaba en mis labios mientras caminaba con paso alegre. - No sabes lo genial que es que colabore sin que tenga que obligarla. - Dije, acompañando mis palabras con un suspiro.

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19/12/2013, 00:39
Eko Létang

Las últimas palabras de Zyllah hacen a Eko pensar en cuando la trajo exigiendo su ayuda. En cómo salieron las cosas, y en cómo no mejoraron hasta varios días después. Probablemente si se hubiera portado de otra forma con ella al principio, no habrían pasado días enteros separados, maldiciéndose y haciéndose la vida imposible.

- Me hago una idea. - Le dice con una sonrisa, pasando el brazo por sus hombros.

- ¿Sabes qué? - Pregunta entonces, con un brillo en los ojos. - Juguémonosla. Vayamos a por Ira, y si tiene algo reservado, adelante. Aún tenemos una cadena, y sólo por verles la cara de sorpresa merecerá la pena.

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19/12/2013, 00:56
Zyllah

Asentí, cogiendo con mi mano la que acababa de pasarme por el hombro y lo miré sonriente. - Bueno, antes de decidirlo por completo esperemos a ver si Alexia averigua algo. Si no... También podemos votar a Liam, que no creo que esté protegido esta vez, por la noche levanto a Andrew. Y con él y Yormund las matamos a las dos por la noche. Con un poco de suerte al amanecer todo habrá terminado y el sello estará a salvo. - Esbocé una sonrisa traviesa entonces, mientras los ojos me brillaban. - Y todos se irán y por fin podremos estar a solas de verdad un rato.

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19/12/2013, 01:45
Eko Létang

Eko escuchó las palabras de Zyllah y su ceño se frunció cuando habló de levantar a Andrew. No sólo por la facilidad con la que parecía estar dispuesta a prescindir de la baza que les quedaba, sino también por que esa era su cadena. Sin embargo, prefirió no decir nada. Por ahora sólo era una idea, y culparla ahora sólo serviría para que se callase las cosas.

Sin embargo, lo último que ella dijo ayudó a apartar esa idea de su mente por ahora. La miró, con una sonrisa gemela de la suya. Él no acababa de compartir las reservas que ella tenía, pero podían llegar a ser comprensibles. Frustrantes en ocasiones, pero comprensibles. Y desde luego comenzaba a tenerle ganas.

- ¿Sabes que vamos a necesitar más que un rato para ponernos al día, verdad? - Le preguntó sin perder esa sonrisa de medio lado, girando un poco para ver mejor su expresión mientras hablaban.

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19/12/2013, 02:09
Zyllah

De mis labios salió una suave risita al escucharlo y apreté levemente sus dedos. - ¿Ah, sí? ¿Cómo cuánto más que un rato vamos a necesitar? - Pregunté divertida, mientras me giraba un poco para mirarlo levantando una ceja con una expresión graciosa que intentaba disimular el rubor que había aparecido en mis mejillas al empezar a imaginar la situación. 

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19/12/2013, 02:25
Eko Létang

Al escuchar su risa y su respuesta Eko levantó una ceja, y por primera vez se dio cuenta de que quizá ese gesto ambos lo hubieran aprendido de la misma persona. Sin embargo no le dio importancia a eso. Su sonrisa se amplió y terminó de girar para quedar frente a ella, mirándola a los ojos.

- Yo sólo digo que a los de la siguiente reunión más les vale saber esperar en la puerta. - Le dijo con tono grave, mientras posaba la mano libre en la cintura de ella.

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19/12/2013, 02:38
Zyllah

En mi estómago empezó a crecer un pequeño hormigueo cuando se colocó delante de mí mirándome a los ojos y con sus palabras no supe qué hacer. Quería responder algo guay y... en fin, experimentado, pero me puse nerviosa y mis mejillas terminaron de ruborizarse.

Finalmente volví a reírme, todavía mirando sus ojos. - Te aburrirás de mí mucho antes de eso. - Respondí, intentando quitarle importancia a su comentario, pero con el brillo de mis ojos aumentando mientras se desviaban de los suyos para mirar sus labios durante un breve instante.

Algunas imágenes del día anterior vinieron a mi mente. Los besos en las escaleras... Aparté rápidamente lo siguiente para pasar directa hasta el final de la noche. No sabía en qué momento había caído dormida, pero estaba segura de haberlo hecho entre sus labios y me parecía sencillamente increíble.

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19/12/2013, 02:51
Eko Létang

- Eso habrá que verlo, niña. - Respondió Eko desafiante, consciente de que ninguno de los dos podía hacer una promesa semejante en estas circunstancias. Y menos una que implicase ese nivel de compromiso. Sus ojos brillaban al enunciar esa frase como si se tratara de un reto, y verl cómo ella posaba su mirada en los labios de él le hizo ampliar su sonrisa.

Acto seguido la mano que se encontraba en su hombro giró, adaptándose de inmediato a su nuca y se quedó esperando, expectante, a que fuese ella la que se lanzara. La observaba con satisfacción, curioso por verla ruborizarse con tan poca cosa, mientras sus ojos clamaban que acortara la distancia entre ellos.

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19/12/2013, 03:15
Zyllah

- Niña... - Un escalofrío recorrió mis hombros al escucharlo. Y no pude evitar preguntarme en qué momento esa palabra había cambiado por completo su significado. Bajé la mirada un instante, observando el tatuaje de su pecho, mientras llevaba mis manos a su cintura y acariciaba su piel hasta su espalda lentamente.

Levanté entonces los ojos, buscando los suyos y me humedecí los labios con una sonrisa divertida. Era evidente que quería que lo besara, pero me hacía gracia hacerme de rogar un poquito más, aumentando su expectación. 

Tras varios segundos tan sólo mirándolo, cedí y empecé a acercarme despacio, dejando que cada milímetro fuese significativo.

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19/12/2013, 03:35
Eko Létang

El tacto de las manos de Zyllah puso de gallina la piel de los brazos de Eko, y cuando sus dedos pasaron a su espalda él comenzó también a acercarse a ella.

Sus ojos se posaron en la lengua de ella cuando se humedeció los labios, y la mano que se encontraba en su nuca la sujetó con un poco más de firmeza.

Era claro que ella trataba de prolongar el momento, y Eko disfrutaba de ello, sabiendo que con toda probabilidad ella se estaba muriendo de ganas tanto como él.

Sin embargo, en cuanto sus bocas se rozaron él no se lanzó a por ella, ni tampoco buscó su lengua o sus dientes. En lugar de eso se detuvo, y luego comenzó a descender hasta encontrar su cuello. Una vez allí empezó a dejar un rastro de besos, marcando de manera invisible los lugares por donde pasaba. Mientras tanto una de sus manos se mantenía en su nuca, y la otra, que había colado una vez más el pulgar por dentro de su pantalón, tiraba despacio de ella para acercarlos más. Eko se tomó su tiempo. Y lo que empezaron siendo suaves besos pronto se convirtieron en pequeñas succiones o leves mordiscos.

Finalmente, sin decir nada, subió de su cuello a su barbilla y de ahí a su boca, parándose unos instantes antes de sumergirse en ella para buscar su mirada.

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19/12/2013, 11:55
Zyllah

Me sorprendí cuando sus labios se apartaron de los míos tan pronto como los rozaron. Pero en cuanto se posaron en mi cuello suspiré, acercándolo más contra mí. Cerré los ojos mientras los pequeños escalofríos que me recorrían se extendían desde su boca hacia todo mi cuerpo y el hormigueo de mi estómago se iba convirtiendo en una dulce calidez. 

Cuando se detuvo para mirarme, clavé mis ojos en los suyos. Mi respiración comenzaba a agitarse y el mundo estaba empezando a dejar de importarme. Sin embargo, el atardecer se acercaba demasiado rápido y sentía la necesidad de aclarar ese punto antes de dejarme llevar por sus labios.

- Espera... - Dije, en un susurro entrecortado, sin separarme ni un milímetro de él y hablando rápido para terminar con el asunto cuanto antes. - Decidamos antes nuestro voto. Para que pueda decírselo a Alexia y Yormund. Y para que lo sepa Zagam y pueda decidir si unirse a nosotros este atardecer. ¿Será Liam entonces? Si no va a ser Ira podemos decirlo en el otro lugar para que los demás también puedan unirse si quieren.

Mientras hablaba, bajé una de mis manos despacio, hasta enganchar el pulgar en la cintura de su pantalón. 

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19/12/2013, 12:10
Eko Létang

Cuando ella volvió a hablar Eko mantuvo su mirada, mientras el deseo acumulado en los últimos días comenzaba a hacerse presente.

- Está bien. - Le dijo en un grave susurro, deseando que el tema quedase zanjado de una vez. Ni siquiera le importaba realmente a quién votar. - Pero no levantes aún a Andrew. - Añadió al recordar que eso formaba parte de su plan si votaban al Grovehn. Entonces esperó un par de segundos, posando su mirada en sus labios, para asegurarse de que esa respuesta había sido suficiente.

Sin embargo él mismo rompió su decisión de aguardar lanzándose a por sus labios. Si ella quería seguir hablando aún más, a ver cómo lo hacía con la boca ocupada.

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19/12/2013, 12:54
Zyllah

Asentí, sin apartar mis ojos de los suyos. Ya hablaríamos lo de Andrew después. Iba a responder aceptándolo, pero antes de que me diese tiempo acortó el espacio que había entre nuestros labios y el resto se desvaneció de mi mente, dejándonos solos a los dos. 

Me alcé un poco sobre las puntas de los pies y la mano que no estaba en su pantalón ascendió por su espalda, hasta abrazarse a su hombro, pegándome más a él. Poco a poco sus labios y su lengua se me hacían cada vez más familiares y su sabor despertaba en mi interior infinidad de sensaciones que se mezclaban con imágenes de momentos anteriores agolpándose en mi mente.

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19/12/2013, 13:20
Eko Létang

En cuanto ella recibió su lengua Eko no se contuvo en absoluto. Fuera o no cierto, sentía que llevaba muchos días haciéndolo, y estaba harto de ello. Usó la mano de su nuca y la de su pantalón para apretarla más contra él, mientras su boca la embestía una y otra vez, invadiendo el cálido espacio que había tras sus labios.

Mientras tanto su cuerpo reaccionaba al tacto de ella. Volver de la muerte semidesnudo tenía algunas ventajas, y esta era una de ellas. Sólo por si a ella le pasase algo así merecería la pena que muriese también, pero eso no era algo que se fuese a poner a explicarle en voz alta.

A pesar de que los segundos pasasen a su alrededor para él el tiempo se había detenido, y la única señal de que el mundo continuaba era la posibilidad de contar los jadeos que se ahogaban contra ella. La mano que se encontraba en su pantalón, impaciente, hacía mucho que había comenzado a moverse, rodeando su cintura primero y recorriendo su espalda después. Ya no parecía necesario perder el tiempo buscándola por fuera de la ropa, de modo que no había tardado demasiado en disfrutar del contacto directo con su piel. Sus labios y sus dientes se volvían cada vez exigentes, moviéndose con fiereza, siguiendo las pulsaciones del calor insaciable que crecía en su pecho.

Cuando tras varios minutos se separó de ella, sus ojos estaban totalmente encendidos. Desafiantes, incandescentes, voraces.

Sin preguntar la llevó una vez más contra la pared, mientras la mano que hasta el momento había estado en su nuca, atrapándola con firmeza, se detenía en el hueso de su cadera. Su respiración, totalmente desbocada, se detuvo en el momento en que desabrochó de nuevo su ropa interior. Parecía que hubieran pasado años desde que lo había hecho, y no iba a esperar más. Sin dudar, la mano de su cadera ascendió por dentro de la ropa, buscando directamente el centro de su pecho, y en cuanto lo tuvo entre los dedos se separó ligeramente de ella, deseoso de observar su expresión.

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19/12/2013, 13:53
Zyllah

Lo que había comenzado como un juego, un intercambio de insinuaciones y promesas se desbocó en el momento en que su mano rozó mi piel. Las mías recorrían la suya sin detenerse más que algunos segundos en el mismo lugar, y el hecho de que su ropa hubiese desaparecido no hacía más que facilitar el contacto y aumentar el calor que se extendía dentro de mí.

Todo sucedía muy rápido, pero me era imposible pararme a pensar en ello o valorarlo. Me abandoné totalmente a sus manos y sus labios. No había más decisiones que tomar por el momento y no sabíamos cuándo sucedería de nuevo algo que nos obligaría a detenernos. Respondía a sus besos con la misma fiereza que podía sentir en él, ahogando mis jadeos en los suyos mientras nuestras salivas se mezclaban y nuestro aliento era compartido.

Cuando nos separamos, abrí los ojos lentamente, con las pupilas completamente dilatadas por el deseo, y busqué los suyos. Una sonrisa de medio lado creció en mis labios al encontrar en ellos las mismas ansias que anidaban en los míos. Podía sentir mi sangre acelerando su latido, galopando por mis venas. Como una corriente caliente, roja, sensual. Y no me costaba imaginar la suya en el mismo estado. 

Una pequeña risa entrecortada agitó mi pecho cuando una vez más me llevó hacia la pared y en cuanto mi espalda la tocó, tiré de él, acercándolo más a mí, con los ojos todavía clavados en los suyos. Llenos de desafíos y promesas. Brillantes de expectación e incertidumbre. Un cosquilleo nervioso empezó a pasearse por mi estómago cuando sentí su mano desabrochando mi sujetador. Definitivamente, todo iba muy rápido. Pero la posibilidad de pararlo ni siquiera existía en mi mente. Por el contrario, deseaba que siguiera, y que, como la noche anterior, no se detuviese pasara lo que pasase. Al sentir su otra mano sobre mi pecho mi respiración se detuvo durante un instante para convertirse en un jadeo ahogado después. Mis ojos se cerraron y mi cabeza se echó hacia atrás, arqueando mi espalda de forma instintiva. Lo sentí separarse de mí y mis manos lo sujetaron para impedírselo. Mis uñas se clavaron en su piel, sujetando su cintura. 

Tragué saliva despacio mientras volvía a abrir los ojos, con la respiración completamente alterada y lo miré mientras me estremecía bajo su mano una y otra vez. Abrí la boca para pedirle que me besara, pero mi voz no salía de mi garganta. Estaba demasiado perdida en las sensaciones que me recorrían sin descanso. Estiré el cuello para atrapar de nuevo sus labios y me dejé llevar por la densa calidez que me invadía, acoplando nuestras bocas en un encuentro lento intenso y húmedo, tan sólo interrumpido por los escalofríos que me provocaban sus dedos.

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19/12/2013, 22:44
Eko Létang

No era sólo la excitación de tenerla de esta forma entre sus manos. Era también su respiración tan cerca, ver su mirada oscurecida, sentirla arquearse como si en cualquier momento cualquiera de los dos pudiera perder la vida.

Cuando las uñas de Zyllah se clavaron en su piel Eko emitió un leve gruñido, pero no se trataba en absoluto de una protesta. Su sonrisa de medio lado prometió venganza, y acto seguido dio más intensidad a sus dedos, mientras su otra mano marcaba con las uñas todo el costado de ella.

Cuando sus bocas volvieron a fundirse continuó dejándose llevar, abandonando la contemplación. El sabor de la boca de ella era indescriptible, y a estas alturas una fina capa de sudor cubría su espalda.

Mientras tanto, al otro lado comenzó el combate. El corazón de Eko latía con fuerza. Toda su sangre ansiaba el momento.

No detuvo su lengua ni sus manos en ningún momento. Con cada golpe que Liam recibía la buscaba con un nuevo envite, y cuando todo terminó se separó despacio de Zyllah, clavando de inmediato los ojos en los de ella. La visión de la sangre, de ella atravesando el vientre de Liam de esa manera, le provocaba un macabro escalofrío de placer.

- Joder... - Le dijo con voz grave, mientras descendía por su espalda hacia su trasero. - No sabes cómo me ha puesto eso. - Admitió, sin quitar ojo en la otra realidad aún al ensangrentado Irad.

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19/12/2013, 23:43
Zyllah

Para cuando comenzó el combate en el otro lugar estaba completamente derretida en sus manos. Sus caricias y sus labios, apretándose ansiosos contra los míos, me mantenían en una especie de nube de éxtasis que no podía controlar. Me costaba prestar atención a los dos lugares a la vez y la excitación que sentía en este hizo que mi intervención contra Liam fuese más salvaje, menos controlada que en los días anteriores.

En cuanto se separó de mí me apoyé jadeante contra la pared. Mis ojos, brillantes por el deseo y la adrenalina del combate se posaron en sus labios mientras hablaba y sonreí, intentando recuperar la respiración lo suficiente como para responderle. Para mí también había sido increíble combatir así. No entendía por qué no lo habíamos hecho antes. Sin embargo algo fallaba. Me di la vuelta y vi que Liam seguía en pie. Mi sonrisa se desvaneció tan rápido como había aparecido y mis dedos se crisparon en los brazos de Eko. - Maldito... bastardo... - Susurré en un jadeo entrecortado mientras arrugaba el ceño enfadada por haber sido engañada tan fácilmente.

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20/12/2013, 00:01
Eko Létang

Liam había sobrevivido, pero eso en lugar de apagarla sólo incrementaba el ansia de Eko. Tendrían otra oportunidad para matarlo. Quizá no llegase vivo a las siguientes votaciones, lo que en cierta manera era una pena, pero verle así, tan hecho puré, hacía que la sangre de Eko bullera con más fuerza.

- Tendrá lo que se merece. - Prometió con voz grave, poniendo ahora sí la mano sobre su trasero para apretarla contra él de nuevo. En ese mismo instante sus dedos se apretaban ligeramente en su pecho y él, en lugar de ir a por su boca, se lanzó a saborear la piel de su cuello.

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20/12/2013, 00:24
Zyllah

Emociones encontradas se revolvían en mi interior. Me sentía furiosa con Liam, pero aún más conmigo misma por haberme dejado engañar. Sin embargo, los dedos de Eko apretando mi pecho aumentaban la lujuria que aún no había desaparecido. Y su otra mano agarrándome y apretándome contra él me incitaba a dejar mi mente en blanco y dejarme llevar por sus labios, que recorrían de nuevo mi cuello. 

La tentación era enorme y mi cuerpo reaccionaba a sus caricias. Pero mi mente no se abandonaba como hasta hacía un instante. Lo intenté. Cerré los ojos e intenté volver de nuevo a lo que teníamos antes. Pero no podía. Me habían engañado como a una inútil y había arrastrado a todos los demás con mi estupidez. Me sentía responsable de lo sucedido.

Finalmente suspiré y busqué sus ojos, sujetando sus brazos con mis manos. - Lo siento. - Musité, antes de apartar la mirada, avergonzada. - Yo... No puedo ahora, perdona. 

Me llevé la mano a la frente para colocarme un mechón de pelo detrás de la oreja. - Ha sido culpa mía. Tendríamos que haber votado a Ira. - Reconocí, completamente fastidiada.

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20/12/2013, 01:03
Eko Létang

Eko escuchó las palabras de Zyllah, incrédulo. Ya ni siquiera era necesario que pasase algo en alguno de los otros lugares para ser interrumpidos. Ahora se encargaba ella. La miró con fastidio durante algunos instantes. Los brazos de ella le frenaban, dejando bien claro que no había opción a réplica. El momento había terminado.

- No te preocupes. - Le dijo mientras retiraba sus manos, entre decepcionado y hastiado. Se apoyó entonces contra ella, de frente, tratando de apartar la lujuria pero sin abandonar el espacio compartido. Sus brazos la rodearon a la altura de la cintura e igualmente sus manos rozaban su culo con naturalidad. Quizá a ella se le hubiera pasado de golpe, pero los pantalones de él estaban a punto de estallar.

Se tomó algunos segundos entonces para recuperar la compostura y guardarse la molestia. No iba a sacar nada de ello. Simplemente, la siguiente vez recordaría esto, y las muchas otras veces que no habían llegado a nada, y listo.

La miró entonces un pcoo más calmado, borrando de sus ojos todo rastro de fastidio.

- No podías saberlo. - Le dijo. - Entre Annie y él era cara o cruz, y los demás te han seguido porque les ha dado la gana. Son tan culpables como tú. Salvo Yormund y Alexia, supongo. - Continuó con un suspiro.

- De todas maneras esto no cambia nada. Esta noche te protegeré, y Yormund acabará con Liam. Está hecho.