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HLdCn: El Legado de Caín II - Semillas de Destrucción

Un Sitio a Recordar

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26/12/2013, 01:13
Zyllah

Escuché su respuesta un poco sorprendida. La verdad es que no esperaba una respuesta seria ni mucho menos. Asentí despacio con la cabeza, pensando en sus palabras, antes de hablar con cuidado. - No tiene que preocuparse tanto por lo que debéis hacer. Estoy segura de que cuando todo acabe lo verá mucho más claro. Pero en todo caso... Tampoco hay prisa para decidirlo, ¿no? ¿No íbamos a hacer que los siguientes esperasen en la puerta y todo eso?

Dejé caer la cabeza sobre el brazo y lo doblé, para acercar un poco más al pajarito a mí antes de responder a su pregunta. - Alexia no está ligada exactamente a mi alma. - Comencé, buscando las palabras para explicar algo en lo que realmente ni siquiera quería pensar mucho rato. - Ella está encadenada a algo más profundo, a mi legado. Si ella muriese... Irad también lo haría. Me quedaría sola. - Sabía que cualquier otra persona no entendería que un arma pudiese significar la diferencia entre estar solo o no, pero él sí. Él también era Grovehn.

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26/12/2013, 01:22
Eko Létang

- Increíble. - Respondió Eko, con los ojos bien abiertos. - Algunos acabaremos con tres legados y tú podrías salir de aquí como si no tuvieras ninguno. - Luego emitió un largo suspiro, antes de hablar con un tono más tranquilizador. - De todas formas no es algo que vaya a pasar. En el peor de los casos protegeremos a Nil, o Alexia podría ir a por cualquier otro. No quedan muchas opciones que Ira vaya a admitir, pero Marceline seguro que no se llevaría a ninguno de nosotros.

Tras estas palabras Eko se apoyó sobre el costado, formando una media sonrisa al recorrer a Zyllah con la mirada. Se había acostumbrado tanto a verla con el jersey puesto que tenerla ahora en camiseta era casi un acontecimiento. Con un pequeño esfuerzo se dobló sobre sí mismo, apoyándose sobre la mano libre, para acercar la boca a su vientre y darle un pequeño mordisco por encima de la camiseta. Luego se quedó sentado, mirándola durante unos segundos antes de volver a hablar.

- Hay muchas formas de hacer que esperen en la puerta. - Continuó entonces, volviendo a tumbarse más cerca de ella, poniendo sus cuerpos en contacto y dejando el hueco justo para el pájaro. - Pero por su parte - Dijo haciendo un gesto hacia Àine - que eso va a suceder es seguro. Sólo estamos decidiendo el cómo.

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26/12/2013, 01:47
Zyllah

Con sus primeras palabras aparté mi mano de su costado, mirándolo entrecerrando los ojos con indignación al ver que simplemente se tomaba a broma algo que para mí era muy serio. Iba a responderle, pero antes de que me diese tiempo empezó a incorporarse y me detuve, ante la idea de que parecía encontrarse mejor.

Sentir sus dientes en mi tripa, a pesar de la ropa, me provocó un escalofrío por toda la espina dorsal que me hizo estremecerme. Mis ojos se oscurecieron ligeramente y me planteé atrapar sus labios directamente, sin decir nada más. Sin embargo, sus últimas palabras me detuvieron y lo escuché, dedicándole una breve mirada al pajarito mientras lo escuchaba. No parecía que eso fuese lo que él estaba buscando en estos momentos.

De nuevo me dio la impresión de que hablábamos de cosas distintas. Y no terminaba de entender de qué lo estaba haciendo él. Así que preferí dejarlo correr antes que reconocerlo y simplemente me encogí de hombros, antes de volver a sus primeras palabras. 

- Supongo que te pareceré una guardiana patética en ese caso. - Dije, intentando disimular que el tema me hacía ponerme un poco a la defensiva. - Pero por mucho que me dolería perderlo, no lo necesito para hacer lo que tengo que hacer. - Continué, tajante. - No creo que Alexia corra ningún riesgo, no creo que Nil se la llevase con él, aún si pudiese hacer algo así, cosa que es tan sólo una idea. No quiero que desperdicies tu poder conmigo.

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26/12/2013, 01:58
Eko Létang

Al notar el cambio de tono en las palabras de Zyllah Eko negó suavemente con la cabeza antes de responder. Mientras tanto, recorrió su costado con una mano, deteniéndola unos centímetros por debajo de su cintura.

- No creo que lo necesites para nada. - Respondió con tono firme. - Como guardiana tendrás mil herramientas que no conocemos. Creo que la Catedral te dará todo lo que pueda hacerte falta. Ya escuchaste cómo hablaban los monstruos de ella cuando llegamos. - Explicó, antes de tomar un tono más grave. - Pero si algo pudiera quitarme a Vatra, o a Àine, y tú pudieras hacer algo para evitarlo, no lo consideraría un desperdicio. - Le dijo, antes de formar una pequeña sonrisa. - Así que no digas tonterías, anda.

- No sabemos qué guarda Nil. Si lo que tuviera pudiera llevarse a quien le ataque, por ejemplo, le protegeré. A no ser que tras las votaciones decidamos hacer otra cosa. Y no admito discusión al respecto. - Terminó, con expresión relajada y tono distendido, a pesar de la firmeza del contenido de sus palabras.

Entonces, con la mano que tenía sobre ella tiró un poco hacia él. Acto seguido volvió a colar los dedos por dentro de su cintura, marcando levemente su recorrido con las uñas, antes de volver a hablar.

- ¿Y qué hay de ti? - Le preguntó con tono grave. - ¿Tienes ganas de quedarte a solas con Àine?

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26/12/2013, 02:17
Zyllah

No pude evitar sentirme reprendida por sus palabras. Como si él pensara que Irad no me importaba lo suficiente. La sensación era familiar y traía reminiscencias de muchos desplantes y discusiones anteriores. De años de escucharlo tratarme como si fuese una inútil. Aparté la mirada, incómoda, mientras me giraba para quedar boca abajo con cuidado de no molestar al pajarito. 

- No pretendía discutirlo. - Dije, sin conseguir ocultar la molestia en mi voz. - Ya te dije que por mí puedes hacer lo que quieras con tu poder. Proteger a Nil es bueno para proteger el sello. No me parece mal. Pero no me gusta que te dejes llevar por el sentimentalismo y lo quieras hacer por mí. 

De repente el contacto de sus dedos no me parecía igual. En cierta forma era ajeno. Como si fuese el Eko que había conocido antes el que me tocase, y no el que había descubierto en la última semana. Suspiré y llevé la mano hacia Àine, para acariciar su cabecita despacio, refugiándome en esa parte de él que antes no había existido.

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26/12/2013, 02:26
Eko Létang

Sentir el nuevo cambio en el tono de Zyllah hizo que Eko la mirase cuando ella terminó, ligeramente extrañado y decidido a medir sus palabras. Y más aún cuando dejó su pregunta sin responder. Parecía que en un momento el optimismo y la cercanía se hubieran esfumado.

Al volver a hablar lo hizo despacio, tratando de dejar clara su postura sin abandonar el terreno seguro.

- Si antes de esta noche ni Ivhone ni Vanna vuelven a la vida, el Sello estará a salvo con Nil o sin él. Habiendo caído Liam en votaciones no quedarán más traidores que los que tienes encadenados una vez llegue el amanecer. - Repasó en voz alta. - En esas condiciones, con el Sello a salvo, que mañana Nil esté vivo o no no cambia nada. Pero si su muerte puede arrastrar a Irad, la impediré. Es lo mejor que puedo hacer con mi poder.

- No pretendo decir que me necesites, ni nada parecido. De hecho probablemente Irad ni siquiera corra peligro, y esta conversación no tenga sentido. - Le dijo, comenzando a sentirse molesto por tener que disculparse sin haber hecho nada malo. Sin embargo, se tomó un instante para respirar, tratando de no permitir que eso se notase en su voz. Al seguir hablando lo hizo de nuevo lentamente, aún tumbado junto a ella, mientras el pequeño animal cambiaba ligeramente su postura. - Serás mil veces mejor guardiana que Elizabeth, con arma o sin ella. E incluso en esta reunión habrías llegado hasta el final sin llegar a morir aunque hubieras venido sola. Pero si está en mi mano escoger, elegiré que no la pierdas. - Explicó con tono suave, tendiéndose de nuevo boca arriba y apartando su mano al sentirse rechazado de esa manera, pero dejándola en el corto espacio entre los dos, manteniendo ligeramente el contacto.

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26/12/2013, 02:54
Zyllah

No me podía creer que siguiera dándole vueltas al tema sin parar, explicándomelo de nuevo, como si fuese retrasada y no lo hubiese entendido a la primera. Lo escuché, sintiéndome cada vez más incómoda y finalmente hice un esfuerzo para contenerme y no decirle todo lo que pensaba. - Vale. Muchas gracias. - Dije sencillamente, sabiendo con certeza que si continuábamos con el tema íbamos a terminar discutiendo en serio. Me mordí los labios y respiré profundamente antes de empezar a levantarme. - Creo que necesito airearme un poco. Si necesitáis algo, avísame. 

Comencé a andar, respondiendo mentalmente a sus palabras. ¿De verdad era tan ingenuo como para darlo todo por terminado? ¿No se daba cuenta de la cantidad de cosas que podían fallar? ¿O sólo trataba de tranquilizarme, sabiendo que era una niña? Hice un amago de darme la vuelta y me costó contenerlo. Pero a los dos pasos cedí a ello y me giré para decir tan sólo un par de palabras. - Vine sola. - Sin decir nada más me alejé hacia las escaleras de la catedral, haciendo un esfuerzo por mantener mis pensamientos dentro de mi cabeza.

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26/12/2013, 03:06
Eko Létang

Al escuchar la respuesta de Zyllah Eko la miró, entre sorprendido y ofendido. Y ya cuando se levantó y comenzó a andar, terminó de alucinar. ¿Qué mosca le había picado de repente?

Eko apretó los labios, sintiendo el enfado crecer dentro de sí. Al verla darse la vuelta dudó durante un instante, pero las dos palabras que dejó en el aire terminaron de tensar su rostro en cuanto ella volvió a marcharse.

- Me refería a desarmada, y lo sabes. - Masculló, consciente de que ella le oiría.

Luego la dejó irse, mientras en su interior las emociones candentes iban creciendo. Había sufrido un ataque para salvarla. Había provocado a Annie hasta asegurarse de ser su objetivo, y luego tanto él como Àine habían quedado malheridos, por ella. ¿Y ahora le echaba en cara que quisiese proteger a Nil por salvar a Irad?

La sensación de rechazo, de arrepentimiento por mil gestos realizados, iba creciendo mientras escuchaba sus pasos alejarse. Se sentía idiota por haber subordinado sus acciones a las necesidades de ella, con lo mucho que habría podido divertirse de haber seguido únicamente por su cuenta. Y aún así una parte de él quería correr detrás de ella y detenerla. Besarla con tanta violencia que las palabras dejasen de importar.

Con los labios apretados, Eko permaneció tendido en el suelo, lleno de rabia por no tener fácil el echar a andar él también. Culpándola de su estado. ¿No habían sido suficientes los riesgos que había corrido por el bien del Sello? ¿Qué más necesitaba, para no enfadarse por quién-sabía-qué? Y mientras tanto, la pequeña parte de Eko que estaba preocupado por ella avanzaba por el pasillo de la catedral a pequeños saltitos, tratando de alcanzarla a pesar de su estado. Esa parte que le recordaba que esto lo había empezado él muchos años atrás, que si la hubiera tratado como a una persona ahora no estarían en esta situación. La parte que le hacía maldecirse a sí mismo por no parar de cagarla una y otra vez. Sin embargo, el pequeño colibrí sólo se asomó a la salida de la Catedral. Incluso él temía no ser bien recibido. Desde allí la buscó con la mirada, casi pidiendo permiso para no quedarse a solas.

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26/12/2013, 03:35
Zyllah

Ignoré sus palabras y caminé hasta el interior de la Catedral, apretando los dientes y los puños, buscando con la mirada la lata de coca-cola que había pateado la primera noche. La lata que era tan sólo una muestra más de lo que Eko pensaba de mí. Me había estado engañando a mí misma creyendo que eso había cambiado... Pero en el fondo estaba claro que nunca lograría sacar de su mente esa idea. ¿Hasta qué punto lo habría fingido todo sólo para ganar mi apoyo incondicional? Empezaba a sentir rabia hacia mí misma por haberme confiado así con él.

Me parecía sencillamente increíble que siguiera hablándome como si fuese una maldita cría, lleno de condescendencia y soberbia, hablando como si Irad le importase más a él que a mí misma, después de todo lo que había hecho en estos días yo por él. Le había salvado la vida la pasada noche. Y le había entregado a Annie, con mensajito incluido. Y todo para que se luciera delante de todos con su numerito teatral, como si lo hubiera hecho él. Incluso eso me daba rabia en esos momentos. Estaba claro que dejarle ver mi debilidad no había sido buena idea. ¿Qué más tenía que demostrar para que dejase de pensar que era una inútil y una niñata? ¿No era suficiente con doblegar la voluntad de otros? ¿Con ser capaz de controlar sus ansias de sangre? ¿Con haber conseguido infiltrarme entre los traidores? ¿De verdad no era suficiente? ¿Y por qué coño me importaba tanto de repente?

Probablemente el problema había sido dejarle saber de mis miedos y mis dudas. Consultarle todos mis movimientos. Estaba claro que no era una relación recíproca. 

Serás una guardiana mil veces mejor que Elizabeth... - Repetí mentalmente, arrugando el ceño y sintiendo la falsedad de sus palabras. Él había dejado más que claro que no le parecía buena idea que hubieran dejado a alguien sin el Último Legado a cuidar el Sello. Y ahora sólo quería proteger a Nil para que no se quedase alguien sin ninguno. Probablemente a estas alturas me consideraba la peor opción. Pero evidentemente no iba a decírmelo teniendo dos asesinos bajo mi control y una forma de volver de la muerte. 

En cuanto encontré la lata me dirigí hacia ella, para darle una patada que la enviase contra una columna, y luego otra y otra más, hasta que se reventó y el líquido espumeante empezó a derramarse. Mis ojos, brillantes de frustración y rabia a partes iguales se dirigieron al arco en el que había pasado tantas horas los primeros días. Sentía ganas de sentarme de nuevo en él, pero Eko estaba tumbado justo debajo, así que me dirigí hacia las escaleras de nuevo.

Fue entonces cuando vi al pajarito allí, asomándose hacia el interior y fruncí el ceño, acercándome preocupada para recogerlo del suelo. - ¿Qué haces tú aquí? - Susurré, elevándolo hasta mis ojos y suavizando involuntariamente mi expresión. - No deberías andar paseando, te vas a hacer daño... 

Con Àine en las manos me senté en las escaleras, apoyándolas sobre mi regazo sin soltarlo. En estos momentos me costaba  más que nunca asimilar que el pajarito era él mismo. Que había algo frágil, tierno y vulnerable dentro de él. 

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26/12/2013, 13:38
Eko Létang

La desmesurada reacción de Zyllah había dejado a Eko desconcertado. Ayudándose de las manos se sentó contra la pared, emitiendo un pequeño gruñido por el dolor, mientras se escuchaban los golpes de la lata. Su primer impulso fue pensar que había cosas que no le estaba contando, y sentir su enfado crecer con ello. Quizá Yormund se estuviese rebelando de nuevo, o Alexia estuviera en peligro. Sin embargo, cuando repasaba la conversación parecía que era el tema de Irad lo que la hacía comportarse de esa manera.

Los puños de Eko se encontraban apretados por el enfado, y su ceño fruncido. No podía evitar sentirse herido más que físicamente. Estaba claro que la comunicación no era el punto fuerte de lo que quiera que compartieran, eso seguro. Pero que le rechazase de esa manera sólo le hacía sentir aún más vulnerable.

Sin embargo, cuando ella recibió a Àine de buenas maneras en lugar de pasar de él su tensión se relajó un poco. Una vez estuvo en su regazo el pájaro buscó su sitio, aún sin estar el jersey para darle calor. En lugar de acurrurcarse permaneció en pie, mirándola a los ojos y frotando cada pocos segundos su pequeña cabeza contra la tripa de ella.

Mientras tanto Eko continuaba sin comprender qué era lo que había ido tan mal. Con la mirada baja y la respiración más calmada repasaba lo que cada uno había dicho una y otra vez, tratando de no dejarse llevar por la frustración. Quizá el asunto de Irad fuese sólo el desencadenante, y el problema fuese otro. El temor a no estar a la altura de su destino, por ejemplo.

Fuese como fuese estaba claro que por ahora lo mejor era no volver al tema, y dejarle el espacio que necesitase. Con un leve quejido tomó el bajo, intentando no mancharlo de sangre, y comenzó a puntear las mismas canciones que la noche anterior le cantaba al oído. Trató de acompañar la música de nuevo con la voz, pero un ataque de tos casi sin haber llegado a empezar le hizo cambiar de idea. Las notas le ayudaban a pensar con más tranquilidad, difuminando su enfado y llevándose lejos gran parte de la frustración.

Al escuchar la música, el propio Àine se sintió también mejor, y comenzó a estar menos pendiente de Zyllah para relajarse contra ella, buscando sus manos y emitiendo un pequeño sonido agudo de placer con su contacto. Las heridas de su pecho hacían sus movimientos débiles y toscos, pero no por eso el pájaro era capaz de quedarse quieto ante la situación.

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26/12/2013, 14:24
Zyllah

Acariciaba despacio a Àine con los pulgares, tratando de no hacerle daño y de calmarlo. No me gustaba la idea de haber hecho que me siguiera caminando estando herido, debería haberlo llevado conmigo. Mientras, las notas del bajo empezaron a llegarme y entre la música y el contacto del pajarito mi rabia fue disminuyendo al mismo tiempo que mi cabeza se despejaba y aclaraba. Estaba claro cuál había sido el problema. Había líneas que no debería haber cruzado. No debería haberle dejado ver mis debilidades, tendría que haber seguido obligándome a ser fuerte delante de él. Como había hecho siempre. 

Me encogí de hombros mirando al pajarito y sin dejar de acariciarlo. Al menos tenía claro qué era lo que no debía hacer más. Y cuando todo terminase... Quién sabe qué pasaría. Dudaba mucho que quisiera quedarse mucho tiempo conmigo, y más después de haber escuchado cómo esquivaba el tema esta mañana. Probablemente se iría escopetado en cuanto pudiese.

Dejé que pasaran los minutos, dándole vueltas al tema una y otra vez, haciéndome fuerte para el momento en que volviese, decidida a comportarme como si nada hubiera pasado. Cuando en el otro lado las sombras empezaron a alargarse me levanté y con el pajarito en las manos, me acerqué de nuevo. Me dejé caer en el suelo en silencio, cerca de él, pero dejando espacio entre nosotros, y apoyé la espalda en la pared, dejando que mi mirada vagase a lo lejos. - ¿Participarás en el combate? - Pregunté con voz suave cuando hizo una pausa en la música.

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26/12/2013, 15:19
Director

Junto a vosotros una suave brisa dejo a la vista semienterrada una hoja marchita por el sol... como si llevara algún tiempo allí.

Al abrirla de nuevo un mensaje...

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26/12/2013, 15:24
Eko Létang

Llegado determinado punto Eko continuó tocando con los ojos cerrados. Sus manos viajaban por las cuerdas, conscientes en todo momento de dónde se encontraban.

Cuando supo gracias a Àine que ambos se acercaban inspiró profundamente, decidido a no decir nada al respecto si ella no lo hacía.

Al verla sentarse cerca de él llevó la vista al frente para no mirar el hueco que había quedado entre los dos, sintiéndolo como una metáfora de lo que les había sucedido. Poco a poco continuó desgranando los compases, haciendo que los dedos de su mano izquierda se deslizasen armónicamente sobre las cuerdas. A pesar de haberse despertado malherido, de haber estado a punto de discutir con ella y de haberse herido mutuamente una vez más aún no sabía cómo, la música era como una corriente de agua arrastrando la suciedad de su alma.

En las manos de Zyllah Àine se deshacía de placer, entre los pequeños impulsos que las notas le daban y los cuidados de ella. Se le hacía tan fácil como a Eko dejarse llevar por la corriente de las melodías consecutivas.

Al escuchar su voz no llegó a mirarla más que un instante. No tenía claro si que ella volviera a hablar, y que lo hiciera de eso, era un triunfo o una derrota, pero por el momento lo tomaría de la mejor manera posible.

- Sí, lo haré. - Le digo con tono calmado, tras carraspear. - Pero no me meteré mucho. Sólo os daré algo de cobertura. - Explicó, mientras sus dedos iban retomando una nueva melodía.

Luego permaneció casi un minuto callado, hasta que empezó casi sin darse cuenta a tararear el estribillo de lo que estaba tocando.

- Oye, Zyllah, tengo una cosa que pedirte. - Comenzó entonces, sin dejar de tocar, antes de carraspear de nuevo. - Supongo que pensarás que no viene a nada, y tendrás razón, pero en algún momento te lo tenía que decir.

- Si me pasase algo, sea antes de que todo termine o dentro de dos años, quiero que me quemes junto a Vatra y Àine. Pero también que tomes la bala de mi bolsillo izquierdo y se la des a mi padre sin que nadie más que tú la toque. - Terminó, antes de dirigir su mirada a ella, con un cierto brillo en los ojos.

Al ver de repente la hoja medio enterrada en la arena no dejó de tocar. Le fastidió la interrupción justo en ese momento, pero quizá fuera algo importante. Hizo un gesto a Zyllah, señalando el trozo de papel. Sin embargo, al darse cuenta de que tendría que soltar a Àine para leerla apartó el bajo, dejándolo en su funda, y lo puso a trasluz.

- "Hay una forma de que todo acabe hoy sin que ningún inocente muera. - Empezó, con los ojos entrecerrados. - Si Alexia muere en las votaciones, intentaré sacaros de mi mundo y encerrar a Ira y a Liam sin que puedan comunicarse con el exterior. No sé si podré hacerlo, pero creo que debemos intentarlo, aunque estaré rompiendo mi promesa..."

Tras leerlo en voz alta se quedó unos segundos pensativo, volviendo a apoyar la espalda en la pared.

- No comprendo por qué es necesario que muera Alexia. - Afirmó, mirando de nuevo a Zyllah. - Ella está controlada. Ni siquiera será necesario matarla para que deje de atacar a la gente por la noche. Bastará con la orden adecuada. ¿Es así, no?

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26/12/2013, 17:20
Zyllah

Escuché su respuesta en silencio y me dejé llevar después por mis pensamientos sin mirarlo, con los ojos perdidos en el paisaje lejano y los dedos enredados entre las plumas de Àine. Su petición me sorprendió y lo miré frunciendo el ceño, sin comprender a qué venía eso ahora. Probablemente quería recuperar el terreno que había perdido o algo así. Sin embargo, asentí con la cabeza. - Haré todo lo que pueda por ello. - Respondí, sin comprometerme del todo. No sabía hasta qué punto podría cumplir algo así.

Cuando vi la hoja me dispuse a cogerla, como de costumbre, pero se me adelantó él y empezó a leerla en voz alta. Apoyé bien la espalda en la pared, dejando mi mirada vagar por el cielo. Echaba de menos los mensajes de Zagam y una pequeña sonrisa se esbozó en mis labios al recibirlo. Sin embargo al escuchar su contenido mi ceño se frunció de nuevo mientras negaba con la cabeza.

- No, no, no, Zagam. - Respondí rápidamente en voz alta. - Alexia no debe morir, es demasiado útil. No sólo porque si ella muriese, Irad también lo haría... Es que la necesitamos. Es la única forma que tenemos de manejar a las traidoras. Además, su voto es nuestro, y su poder nos da información sobre los caídos sólo a nosotros... - Respiré, tratando de calmarme. - Y Eko tiene razón, yo puedo controlar su ansia de sangre. En cuanto Ira y Liam desaparezcan y todo termine ella perderá ese dolor que le hace desear dar muerte a otros. Ya le sucedió a Azhariel en la reunión anterior. No debemos temer nada por parte de Alexia, ella no es una enemiga, sino todo lo contrario.

Hice una pausa entonces, mirando al pajarito antes de volver a hablar. - En estas votaciones debería caer Liam. Si hicieras lo que dices con Ira, antes tendrías que asegurarte de que puedes sacarnos a nosotros... O podríamos terminar atrapados con ella y sin poder contactar con el exterior. Aunque no sé si realmente es necesario que rompas tu promesa. Si todo sale como debe, esta noche terminaré con Ira y todo habrá acabado. Mi opinión es que este lugar nos es más útil a nosotros tres por si sucede durante la noche algo que requiera cambiar los planes rápidamente. Pero... Te digo lo mismo que le dije antes a Eko, es tu poder, debes hacer lo que tú creas mejor.

Finalmente mis ojos se posaron brevemente en Eko, antes de volver a perderse en la lejanía. - No creo que Alexia ni Irad corran ningún peligro. Pienso que deberías replantearte qué poder tomar hoy. Deberíamos asegurarnos la victoria esta noche sea como sea. No me importa que caigan inocentes, el sello debe prevalecer. Y ya hemos visto con Tetsuo y con Alexia que cualquiera puede cambiar de bando en cualquier momento. No podemos fiarnos de nadie aparte de nosotros tres y mis lacayos.

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26/12/2013, 21:55
Eko Létang

Pensativo, Eko había vuelto a tocar. Parecía que el fin estaba cerca, pero era complicado tener la certeza. Al fin y al cabo, había al menos una traidora que parecía poder volver a la vida.

- Bueno, ya lo decidiremos tras las votaciones. - Respondió. - Quizá algún sello o alguna sorpresa lo cambie todo. - Explicó, antes de quedarse durante unos segundos valorando sus opciones. - No sé qué pasaría si tomase a Megan. Pero si eso me diese otra vez la opción de acabar con alguien por la mañana sería lo más inteligente. Sólo por si acaso. - Añadió, antes de volver a permanecer un tiempo callado, taciturno. Era increíble la diferencia en cómo habían recibido el combate en el día de ayer y el de hoy. Y no podía evitar sentirlo como contradictorio. Tendrían que avanzar, no ir hacia atrás. Y más con el buen equipo que habían hecho durante la noche, dándole a esos traidores un golpe tan fuerte que probablemente les había dejado sin opciones.

Cuando comenzó a sentir el momento acercarse en su sangre echó un vistazo a Zyllah, un poco inseguro. Entonces, sin preguntar, se movió para franquear el espacio que los separaba, quedando sentado a su lado.

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26/12/2013, 22:08
Zyllah

Arrugué levemente el ceño mientras escuchaba sus palabras, había algo que no me terminaba de gustar. Al amanecer debería estar todo terminado. Cuando se movió para acercarse me giré, buscando sus ojos. Los míos estaban encendidos, dilatados ya con la anticipación del combate que se acercaba. - Estoy deseando matar a ese tipo. Otra vez. - Le dije con tono grave. Después negué ligeramente con la cabeza. - Lo mejor sería que esta noche terminásemos todo. Creo que deberías tomar a Andrew. Por si acaso. No podemos darles a Ivhone y Vanna la oportunidad de levantarse al amanecer. Ni a Ira la de cambiarnos, si es que puede hacer algo así...

Solté una de las manos del pajarito y busqué sus dedos para acariciarlos despacio con los míos, tímidamente. Como si el contacto fuese algo nuevo después de haber pasado el día separados. - No me gusta la idea de que Gabriel mire en mí. - Confesé, bajando la voz. - Es demasiado bocazas. Lo dirá en voz alta, intentando ser sutil, pero sin conseguirlo y seré un objetivo demasiado fácil. ¿Crees que podríamos desviarlo hacia Lennish? En el combate anterior nadie se quejó de un cambio de voto... Y Liam no se votó a sí mismo. Quizá oculta algo en su silencio.

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26/12/2013, 22:17
Eko Létang

Eko escuchó las palabras de Zyllah, recibiendo sus dedos. Quizá era cierto que sólo necesitaba un rato a solas después de todo.

Cuando ella terminó de hablar se quedó unos segundos pensativo, analizando las distintas opciones, antes de volver a mirarla.

- No creo que podamos desviarlo hacia Lennish. - Respondió. - Para eso ella no tendría que cambiar hoy tampoco ningún voto, y parece que lo hará con el de Liam. - Le dijo despacio. - Sería más sencillo ordenar a Gabriel que no dijera absolutamente nada al respecto.

- Si realmente lo crees importante, - Continuó con un suspiro. - creo que sería más sencillo apuntar hacia Nil. ¿Cuándo fue la última noche que vio realmente a alguien? - Preguntó de manera retórica. - Desde luego sería mucho más fácil convencer a  Gabriel de que centrase su atención en él antes que en ella. - Concluyó, llevando de nuevo la vista al frente.

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26/12/2013, 22:30
Zyllah

No pude evitar soltar una risita suave con sus palabras. - Oh, ¿y quién le va a ordenar que no diga nada al Gran Señor del Tiempo? Eso sería como pedirle que lo gritase por la ventana. - Sacudí la cabeza, apartando la idea y me encogí de hombros después. - No importa tanto en realidad, tan sólo es que no me gusta la idea. Pero no puedo decirle que mire mejor a Nil, podría ser raro que dijese eso justo después de ofrecerme para que me mirase, ¿no? 

Hice una pausa entonces, analizando sus palabras y haciendo repaso. - La verdad es que hay algo más con Nil. No sólo no ha visto a nadie desde hace como tres noches... Sino que juraría que no le oigo decir ni una palabra desde ayer por la mañana, cuando dijo que votaría a Liam como yo... - Arrugué la nariz al recordar algo más. - Cuando levanté a Yormund, me dijo que no se fiaba de Nil. Que casualmente sólo parecía ver a alguien las mismas noches que había visto el mismo Yormund. Él creía que podían haber cambiado su poder y estar disimulando... ¿Crees que podría ser? ¿Quizá secundó tan rápido mi idea de votar a Liam porque sabía que estaría protegido? Y ya estuvo haciendo cosas raras desde antes. Recuerda cómo se comportó con lo de Andrew, pidiéndole disculpas por haber dicho en voz alta que le había visto.

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26/12/2013, 22:46
Eko Létang

Eko escuchó, claramente escéptico, los motivos por los que era tan beneficiosos que Gabriel utilizase su poder sobre Nil. Él no sólo no desconfiaba del hombre, sino que estaba plenamente convencido de que era inocente. De no ser así en ningún momento Alexia e Ira se plantearían ir a por él. Sin embargo, sí entendía la reticencia a ser examinado. Antes de que su poder fuera aireado Eko habría evitado por todos los medios que nadie lo comprobase.

- Tanto tú como yo sabemos que es inocente. - Le dijo serio. - Lo de cuánto hace que no ve a nadie pasear de noche es únicamente el motivo que daré ahí fuera, pero no nos engañemos: el motivo real es que no quieres ser observada. No importa que sea Lennish o Nil, sólo importa que Gabriel no hable de lo tuyo. - Comentó, relajando un poco la postura para que no pareciera que la estaba reprendiendo. - No tengo problema en decírselo ahí fuera por ti, deberías saberlo. No tienes que utilizar las ideas peregrinas de Yormund para convencerme. - Afirmó, acercando la otra mano a la que ella tenía cogida, para poder pasar el brazo cercano por sus hombros.

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26/12/2013, 23:10
Zyllah

Fruncí el ceño ante su respuesta, de nuevo condescendiente. Respiré profundamente para calmarme y hablarle con suavidad. - Te lo dije antes de ayer, Eko. No confío en ninguno de ellos. Sólo en ti y en Zagam. Y en Alexia y Yormund confío porque su voluntad me pertenece. Al resto pueden haberlos contaminado en cualquier momento, como a Tetsuo. Y lo de Nil es raro, lo diga Yormund o no.

- Pero tienes razón. - Reconocí finalmente, levantando un poco la cabeza para que pudiera abrazarme y me apoyé después en su brazo. - No me gusta la idea de que me mire. No creo que sea capaz de guardar el secreto. Y si todo va a acabar esta noche, no me gustaría estar en el punto de mira.