Partida Rol por web

- Sí, era un boggart. Quedaste como atrapado en ti mismo, dentro de una burbuja extraña. Jamás había visto nada parecido. ¿Recuerdas eso? Hemos quedado últimos por cierto ¡Felicidades! Ahora ya no tenemos ninguna posibilidad de ganar, imagino... A no ser que la última prueba de muchísimos puntos. - Le voy diciendo mientras me arrodillo a su lado y comienzo a acariciarle el pelito castaño y sedeso.

- Por mi parte, me estresé mucho y no sabía salir, hasta que decidí sacar las mandrágoras. Al final no han sido inútiles del todo. Pero la verdad es que sólo te perdiste el final, Dean.

Miro por donde había salido Donnie con Mia.

- Donnie bien, supongo. Ya sabes, indiferente a todo como casi siempre.

Asiente a las palabras de la rubia con una suave sonrisa en los labios, tras eso se despide de los presentes y se dirige hacia la tienda de primeros auxilios. Quizás Sofia necesitase ayuda... Y ella no tenía nada mejor que hacer.

Solo recuerdo que empecé a encontrarme agotado, lo que yo veía era el lazo del diablo, tarde en darme cuenta de que en verdad se trataba de un boggart y empezó a estrangularme.

Tras escuchar que habían quedado últimos la tristeza le invadió.

Lo siento Irina, he hecho todo mal en esta prueba, no os merezco como compañeros, no he sabido arriesgar en ningún momento y eso nos ha hecho que estemos en esta situación, solo espero que podáis perdonarme tanto tú como Donnie.

Mira la puerta a la que Irina ha dirigido su mirada:

Ya sabes como es Donnie, no te preocupes. Me preocupas más tú, ¿Te has recuperado bien de las esporas, cabeza hueca? - le digo revolviendo su pelo rojizo

Enarca una ceja.

- Leer, practicar conjuros y pociones, dedicarte a asuntos personales, disfrutar del silencio de no estar rodeado de idiotas. - comienza a enumerar levantando un dedo con cada una - Debo seguir?

De repente se detiende un segundo, parece habersele ocurrido algo, o entender algo de lo que decías que anterioremente no.

- Aunque si tanto te gusta "liarla", crees podrías conseguir entrar en la habitación de esos 4 idiotas? O meter algo en ella?

- Sí, la verdad es que ya ni me escuece.- Digo intentando peinar un poco la parte que me había despeinado y, acto y seguido despeinándole a él.

- No digas tonterías Dean, nos eres muy útil. Lo que pasa es que aún no hemos mostrado ninguno nuestro talento talentoso. Pero, tiempo al tiempo.

- ¿Finlandia entonces? Me lo apunto como posible viaje. Ahora solo tengo que convencer a mi padre... creo que en unos diez años más o menos...-hago esa exagerada aproximación, moviendo la mano de un lado a otro para hacer el balance. Me río un poco por la broma, pero realmente pienso que mi padre no me dejaría viajar tan lejos sola hasta dentro de muuuuuuucho tiempo.

Escucho entonces la historia acerca del Kalevala, me gustaría leer alguna de esas historias, seguro que es interesante. Me cuesta estar callada mientras habla, por lo que reprimo mis ganas cambiando mi peso de sitio cada poco tiempo, lo hago sin apenas darme cuenta, pero me es imposible estarme quieta tanto tiempo. Cuando termina, comienzo a hablar.

- Conque historias de amor y... digamos, sangre... Al final resultará que eres un romántico, un romántico extraño, pero un romántico-bromeo y le saco la lengua-. Parece muy interesante, me gustaría leer alguno de sus pasajes-me quedo pensativa un momento y pregunto:-. Mmm... ¿crees que en algún momento magos y muggles han convivido? Es decir... siendo los muggles consciente de la existencia de los magos y esas cosas...

Como sigamos a este ritmo los dos, vamos a parecer que venimos de la gran guerra. O eso, o que nos hemos echado una siesta de 20 horas y nos acabamos de levantar - digo tras intentar volver a despeinarla.

Empiezo a hablarle en voz muy bajo:

¿Cómo sigue te deseo de ser...? - me paro intentando que entienda lo que quiero decirle, para no decir la palabra delante del resto por si alguien tiene el oído puesto.

¿Ha habido ya progresos? 

Aelia, tras dudar unos instantes, sale tras Charlotte.

Para cuando vuelves al comedor hay ruido, música, conversaciones y risas. Todo el mundo come y charla, aprovechando la situación. cuándo entras en la sala de primeros auxilios ves a Ryan en cama hablando con Anne, y a James y Peter en otra, con Sirius, Lily y Remus alrededor. Sofía parece estar preparando nuevos vendajes limpios. Al verte sonría y va a abrazarte.

- Aúnnote lo había podido decir, pero me alegro de que estés bien. Lo has hecho genial, además. no sési yo habría podido mantener la calma como tú con todos esos monstruos...

Charlotte parece haberte esperado a propósito, ya que no tardas en alcanzarla, y te la encuentras a ella antes que a Diane quien ha salido después.

- Pareces estar un poco ida hoy. Todo bien?

Joni  se ríe.

- No prestas demasiada atención en historia de la magia, verdad? Lo han hecho, pero nunca ha salido bien. TE dicen algo las quemas de brujas? Aunque las únicas que se quemaron de verdad eran muggles, las brujas simplenete desaparecían. Algunas incluso lo encontraban divertido y se dejaban atrapara a menudo, cómo.. como se llamaba... - chasquea los dedos intentando recordar - Wendelin la rara, eso. - dice finalmente con entusiasmo extra al haber conseguido sacar el nombre que tenía en la punta de la lengua -  Los muggles son demasiado idiotas para aceptar algo que no comprenden. O peor, lo convierten en milagros y religión. - resopla claramente despectivo - Es por eso que los ministerios de magia se crearon y decidieron separar los dos mundos de manera controlada.

Mientras me peino de nuevo, noto como me ruborizo un poco.

- ¿Te refieres a Remus... Verdad?- Digo, suspirando. - Ha habido progresos pero aun no hemos quedado a solas ni nada. Lo que pasa que ahora me muestro más cariñosa con él en público... Pensaba que a él no le afectaban estas cosas.

Tras las palabras de Irina, siento un poco que sin querer a lo mejor me he metido en terreno algo inestable.

No, Irina, me refería a lo de ser animaga - digo susurrándole en el oído.

Pero ahora que lo dices, me alegro de que la cosa esté mejor con él, tal vez yo debería buscarme una señorita que también me de besitos en público - digo guiñando un ojo, intentando hacerla reir

Aunque esta vez, tendrá que pasar por el detector de mujeres malvadas, es decir, tendréis que darme el visto bueno tanto Mia como tú, ¿Te parece?

Vaya, tenía a Remus tan presente que no me acordaba que le dije a Dean que quería ser animaga.

- Vaya, que corte.- Digo riéndome un poco. - Es que tengo ganas de estar con él y se me olvida lo demás. No, en ello no he avanzado nada. Pero quizás se lo diga a él, lo he pensado mejor y quizás me apoye.

Miro a Dean a los ojos y sonrío con su comentario. - Uy, ves con cuidado de fiarte de Mia y de mi, somos demasiado selectivas para nuestro Deancito.- Digo con un tono cursi y forzado, poco natural en mi.

Rompí a reír en cuanto me dijo aquella lista, de carrerilla, como si realmente creyera en ello.

—Oh, por Merlín, no puedes estar hablando en serio— dije, mirándolo con una sonrisa permanente en mis labios. Hice una pausa, para esperar a que se rectificara y, dijera que, efectivamente, era una broma. Pero no lo hizo—. Madre mía, hablas en serio.

Enarqué ambas cejas, y miré a Zoe de manera cómplice, casi preguntándola si Severus era así, o sólo nos tomaba el pelo. No podía creerme que, ahora que podía llegar el momento del reconocimiento, aquel muchacho se escondiera en su dormitorio, evitando toda celebración por su logro.

Recordé, entonces, en ese instante lo que me dijo Zoe acerca de Severus: no le gustaba el bombo y el platillo. Dejaba que todos creyeran que era un inútil, o poco avezado, cuando, en realidad, les daba mil vueltas a todos. Sin pestañear. Por eso no estaba en aquel club de Slughorn, aunque pudiera.

Me brillaron los ojos en cuanto mencionó aquello, y sonreí de manera pícara.

—¿Que si puedo?— dije, ensanchando la sonrisa—. Claro que sí— aunque no tenía ni idea, y pensé que ya se me ocurriría el cómo después. 

Comencé a notar adrenalina por mi cuerpo, y di una palmada, entusiasmada.

—Va, ¿qué hay que hacer?— pregunté, escrutando con la mirada a Severus—. Dime, dime. ¿Qué quieres que meta en su dormitorio? 

Severus se ríe de manera socarrona y abre la puerta más, entrandoenla habitación, una clara invitación a que hagáis lo mismo. Se sienta en una silla del que sin duda alguna es su escritorio: lleno de libros y artilugios, pero ordenado y limpio. El resto de escritorios parecen ser o bien un almacén para basura o caos de papeles y trabajos a medio hacer. Hay una cama y un escritorio completamente vacíos.

- Cerrad la puerta después de entrar.

Zoe obedece y Severus hace un gesto de invitación abriendo los brazos.

- Ponéos cómodas.

Zoe sin duda no está demasiado cómoda en la habitaicón de los chicos, pues no es sólo de Severues, y coge una silla con cuidado y se sienta en una esquina de esta, como si el dueño fuese a notar que alguien se había sentado en ella.

- Tu eres la experta en "liarla", London. Qué me propones que les hagamos para meterles en líos? Obviamente no puede saber nadie que tenemos algo que ver.