Partida Rol por web

Hogwarts, Marauders and other stories [+18]

Mazmorra de Pociones

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15/06/2013, 12:17

Cuando terminamos de guardarlo todo, Dharma me propone ir a la biblioteca o dar una vuelta, lo cual otra vez me hace sentir esa sensación en la tripa como si alguien me estuviera soplando aire caliente por dentro y sin querer me salió esa sonrisa de tontito que me hace ponerme rojo. Nunca me habia sentido tan a gusto con nadie, creo que porfin he encontrado alguien con quien compartir mi tiempo, mis dudas, mi alegria, en fin todas esas cosas que nunca he podido compartir ya que nunca he tenido una amiga de verdad.

-Claro, podiamos ir a ver la biblioteca, me encanta leer, pero me gustaria que conocieras mejor a Mik, mi gatito, te apetece?

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15/06/2013, 12:32
Horace Slughorn

El profesor mira a Aelia con curiosidad y luego a un reloj de pared extraño que en lugar de las horas tiene los grupos a los que da clase.

- Tengo media hora antes de mi siguiente clase. ¿Quieres pasar a mi despacho? - El profesor abre una puerta lateral con un movimiento de varita e indica a Aelia que entre en la sala.

Notas de juego

Aelia, el despacho es en esta escena, pero pones el mensaje "sólo al director".

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15/06/2013, 15:02
"Brad" Mervin Aldryn

Veo a Michael dirigirse a mí mientras la clase se pone a recoger las cosas y le respondo, con una sonrisa:

-Me ha gustado mucho esta clase, me la esperaba más aburrida... pero no, ¡ha sido genial! - digo, bastante ilusionado y con ganas de que llegue la próxima - ¿a ti te ha gustado? - pregunto al chico.

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16/06/2013, 08:16
Aelia Arin
Sólo para el director

-¡Sí, claro, será solo un momento, profesor!- Asentí con una leve sonrisa, que se ensanchó, así como mis rasgos, en cuanto el profesor abrió la puerta con la varita. ¡Magia, al fin! Aunque tan solo había abierto una puerta, para mí significaba más que eso. Esa puerta me estaba conduciendo a dos lugares. El primero, el lugar donde posiblemente conocería a mis padres de una vez por todas. El segundo, el definitivo apaciguamiento del vórtice de entropía en que se había convertido mi vida desde el momento que cumplí cinco años y mis hasta en aquél entonces padres me revelaron que no lo eran. Miré al reloj como por instinto una vez él me hubo indicado que pasara, y vi un horario en vez de las ya clásicas agujas del reloj (era como tener una agenda que además indicaba la clase que le tocaba, lo que parecía muy útil) tenía la disposición del horario del profesor Slughorn. Miré hacia el profesor y asentí con la cabeza muy contenta otra vez, precipitándome y casi tropezándome con una mesa al pasar hacia la puerta. ¡Por poco me caigo al suelo!

Una vez dentro del despacho, esperé a que el profesor me indicara (o no) que me sentara y también esperé a que me diera el permiso para hablar. Estaba nerviosa, al fin y al cabo no descubres quiénes son tus padres realmente todos los días (aunque fuera posible que no lo llegara a descubrir nunca), y ese gesto rápidamente se hizo visible cuando me mordí el labio interior, poniendo cara de preocupación frunciendo las cejas levemente. En cuanto me diera permiso para hablar, le preguntaría sobre mis padres, claro está. Le preguntaría si conocía a Jay Arin y/o a Helena Sinclaire, explicándole previamente la historia de mis padres y de que nunca les había conocido, y en caso afirmativo, le avasallaría a preguntas acerca de si eran buenos magos, acerca de la casa que estaban, acerca de si eran buenas o malas personas, si trabajaron en el mundo mágico o si eran conocidos allí, si se les temía, respetaba, o amaba como se ama a un familiar, o a si los tuvo como alumnos mucho tiempo.

Notas de juego

(Lo pongo así porque si quieres puedes inventar cosas a tu gusto: De qué casa eran los padres, de qué habían trabajado, si eran conocidillos por el mundo mágico o no... Y además, lo pongo así para evitar un (a mi parecer) intercambio demasiado largo de posts que pueda demorarse días y ralentizar el curso de la historia.)

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16/06/2013, 08:35
Aelia Arin

En cuanto el profesor me abrió la puerta, le sonreí, emocionada por la "hazaña mágica" que acababa de ver y desaparecí tras la puerta del despacho, no sin antes despedirme momentáneamente de Dharma, Brad, y del chico raro de la mesa compañero de Dharma con un susurro. -Hasta luego.-

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17/06/2013, 12:46
Horace Slughorn

Una vez os sentáis ambos y expones tu primera pregunta, el profesor se queda pensativo durante un rato.

- Arin y Sinclaire...¿Crees que tus padres eran magos, pequeña? Hmm... Suenan familiares…Sinclaire…Sinclaire... ¡Oh sí, aquella parejita! Hace unos 15 años creo, cursaron mis éxtasis. A él no se le daban tan bien como a ella las pociones, de hecho entró justo con sus TIMOS, pero se le notaba en la mirada... ¡Estaba coladito por ella y haría lo que fuese para pasar un poco más de rato! Me parece que se conocieron un verano antes de que Helena empezase sus éxtasis, fuera de Hogwarts. Bueno, supongo que se habrían visto con anterioridad, pero ya me entiendes… Él era un Gryffindor y la verdad es que a veces causaba problemas… Era muy temperamental y creo que tenía... bueno, un pequeño problemilla de control. Ella  en cambio era la otra cara de la moneda. Ravenclaw, estudiante brillante, amable… Sí, la recuerdo bien, estuvo en mi Club. Qué chica tan y tan agradable… Él era un año mayor e insistía en trabajar con ella, pero ella era una chica muy segura de sí misma y brillante en la materia, así que nunca aceptaba su ayuda. Pero el chico era todo un detallista. Lo recuerdo bien: En cada clase que tenía Helena venía unos minutos antes para dejar algo en el sitio de ella, unas flores, unos dulces o miles de otras cosas. Al final ella cedió y le dio una oportunidad. Tengo entendido que se casaron poco después y encontraron trabajo en el departamento de Aurores. Creo que, espera...

En ese momento te das cuenta de que el despacho está "decorado" con fotografías que del profesor con magos que parecen importantes, tarjetas, trofeos... El profesor saca entonces una tarjeta de dentro de un fichero.

- ¡Si, mira! Helena me envió una tarjeta cuando les aceptaron... A él le habían rechazado en la primera, pero Helena le ayudó para ser aceptado el siguiente año. Le ayudó a controlarse y ser un poco más serio con las cosas, sacando lo mejor de él… - en ese instante parece darse cuenta de que está tomándose el tema con poca delicadeza – Lo siento mucho pequeña. Eran buenos Aurores. Tu padre era un experto en Transformaciones, Helena siempre lo decía, y tu madre una eminencia en mi clase. En serio. Y tu padre fue Cazador en su equipo, y uno muy bueno. Lamento mucho lo que les pasó, aunque me alegro de que no te pasase nada a ti. No sabía que tuvieron una hija, aunque sin duda… Sí. Tienes la mirada de Jay y los rasgos de Helena. Lo siento mucho pequeña... ¿Sabes lo que ocurrió, Aelia? – pregunta con una seriedad que casi da miedo.

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17/06/2013, 15:38
Aelia Arin
Sólo para el director

La curiosidad que tenía al principio rápidamente se volvió alegría. ¡Mis padres habían sido magos! Slughorn los recordaba. No sabía qué demonios eran los ÉXTASIS, ni mucho menos los TIMOS, ¡pero habían sido magos! Sentía los mismos sentimientos que cuando precedía a escuchar a mi padre tocar La Campanella, de Liszt, en el piano, o cuando veía alguno de los violoncelistas que frecuentemente acudían al local tocar piezas como la Cello Suite número uno en sol mayor. Sin poder evitarlo, un par de lágrimas silenciosas recorrieron las mejillas, obrando cual carrera, hasta caer de mi barbilla a mis manos, que se abrazaban entrelazándose. Esta vez no hice nada por cubrirme los ojos, ni por limpiarme las lágrimas del rostro. No me importaba que viese un rostro humano. Tenía ganas de gritarle al mundo lo feliz que era, pero aún no podía. Aún no era el momento adecuado. Brad me estaba esperando afuera. “Antes de salir,” pensé, “deberé limpiarme las lágrimas, pues no debo preocupar a Brad.” Intenté mantener las formas, evitando moverme en lo más mínimo, intentando retener cuanta más información posible mejor.  Mi padre había sido Gryffindor, una casa en la que no tenía amigos, aún, ¡pero mi madre había sido Ravenclaw! ¡La habían puesto en la misma casa en la que ahora estaba yo! Quería dar saltos de alegría. La emoción causó dos cosas extrañas y casi desconocidas en mi cuerpo: La primera fue que me mareé. Tanto, que tuve que apoyar las manos en mis piernas con fuerza para no caerme; Y además de eso, un sudor frío apareció en mi frente, por lo que me vi obligada a moverme un poquito. Pero sonreí, en cuanto describió a mis padres. Me parecía bastante a mis padres en el aspecto psicológico. Por un lado era bastante revoltosa pero si teníamos en cuenta que  mis notas, por lo menos en el colegio muggle, habían sido prácticamente impolutas, podría decirse que tenía un carácter parecido al de mi madre más que al de mi padre. Y parecía que al profesor Slughorn le gustaba más la gente como Helena que la gente como Jay. Pero era lógico.

 

¿Qué Slughorn tenía un club? Incluso había resaltado la palabra club, como dándole mucha importancia. Tenía pensado preguntarle a Brad si sabía lo que eran los TIMOS y los ÉXTASIS, pero era imposible que un alumno de primer año conociera qué era el “club” de Slughorn. Así que además, resultaba que mi padre había conquistado a base de insistir a mi madre. Poco ortodoxo, pero eficaz. Debía quererla mucho, supongo, si su amor llegó al matrimonio y a tener una hija. ¡Por eso mis padres me habían contado una versión tan extraña de cómo se conocieron mis padres! ¡Y se habían convertido en Aurores, fuera lo que fuera eso! Aunque por la voz de Slughorn antes de recapacitar me dio a entender que mi padre había llegado a ser un tanto irresponsable. Cosa que a mí también me pasaba muy de vez en cuando. Yo era más revoltosa que irresponsable, a decir verdad. ¿Cazador? ¿Quería decir eso que mi padre mataba animales? No podía creérmelo, yo era muy pacifista respecto a eso. No me gustaba para nada el maltrato animal. Me coloqué bien la túnica, y sonreí, un poco avergonzada, cuando, por primera vez en mis once años de vida, reconocieron los rasgos de mis padres biológicos en mi cara. Me sonrojé inmensamente, algo cohibida, y parpadeé un par de veces. La voz e incluso el semblante de Slughorn cambiaron de una manera radical cuando él me preguntó si sabía lo que había ocurrido. Con las marcas que evidenciaban que había llorado, esas dos marcas ya secas que pasaban por mis mejillas, negué lentamente con la cabeza. –La verdad es que siempre he vivido apartada del mundo mágico, por lo que no. No sé lo que ocurrió, señor (nótese que fuera de horarios de clase decidí usar el apelativo “señor” en vez del de “profesor” porque pensaba que, una vez terminadas las clases tenía que tratarlo con el respeto con el que se trata a un adulto.) Slughorn, pero si pudiera facilitarme detalles de lo que pasó, se lo agradecería mucho. Al fin y al cabo, es la primera vez que oigo hablar de su verdadera vida. También me gustaría saber a qué se refiere con su Club, y a si hay que tener algún requisito extraordinario para pertenecer a él.- Obviamente, no estaba interesada, de momento, en nada de eso, pero la curiosidad era una cosa que siempre había sido una parte importante de mí, y mis ganas de aprender, heredadas de Helena, supongo, me impidieron callarme la boca antes de tiempo. –Perdone…- dije, respecto lo que dijo Slughorn con anterioriad del club. Había estado bastante indiscreta, a decir verdad. No volvería a cometer un desliz de ese tipo.

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17/06/2013, 15:55
Horace Slughorn

El profesor suspiró largo y tendido y movió la cabeza en gesto de negación durante unos segundos.

- Eres muy joven... Pero te mereces saber lo que ocurrió. No es agradable que te escondan la verdad. Fue un accidente... y un asesinato. Tus padres se habían ganado algunos enemigos en su trabajo. Los magos Oscuros no aprecian el trabajo de los Aurores... Un mago recibió un soplo sobre una casa dónde vivía un mago Oscuro. El mago quería ser un héroe, pero tan sólo fue una marioneta. Tus padres estaban preparados apra cualquier ataque de un mortífago, pero no de un mago sin nombre ni reputación. El hombre incendió la casa dónde tus padres vivían con ellos dentro. El fuego era un fuego demoníaco muy difícil de extinguir. Supongo que lo primero que pensaron tus padres fue en ponerte a ti a salvo y no tuvieron tiempo de más... El mago fue condenado en Azkaban, aunque los otros culpables, aquellos que le engañaron, siguen libres y sin reconocer.  

La conversación ha dado un giro tan serio y triste que el profesor parece olvidarse de tu pregunta sobre el club. No obstante, te acerca un fino pañuelo de seda cuando ve tus lágrimas.

- No debes llorar, pequeña. Tus padres te querían mucho, sin duda, y no les gustaría. Estoy seguro de que estarían orgullosos de que estuvieras hoy aquí y quieren que te conviertas en una buena bruja.

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17/06/2013, 17:43
Anne Lewis

¿Por qué ha ido Aelia al despacho del profesor? ¿Ha ocurrido algo? - pregunta Anne con cierta inquietud.

Notas de juego

Chicos, recordad que si no me decís a dónde queréis ir no puedo moveros. 

Dianne-Donnie: Salen de escena. 

 

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18/06/2013, 14:25

- Estos trastos pesan un rato... Voy a la sala común, ¡luego nos vemos Brad!

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18/06/2013, 14:26

- Pues nos vemos en la biblioteca, traeré a mi gatito. ¡Hasta luego!

Notas de juego

pnj.

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18/06/2013, 14:27
Dharma Gaayak

- ¡Vale! ¡Nos vemos! Anne, Brad, nos vemos en la cena.

Notas de juego

pnj

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18/06/2013, 14:27
Anne Lewis

- Hasta luego.

Tan sólo quedáis tú y Anne en la puerta. Lleváis un rato esperando, pero Aelia parece estar tomándose su tiempo.

 

Notas de juego

pnj

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18/06/2013, 15:51
Aelia Arin
Sólo para el director

Tan rápido pasé de la alegría y emoción a la seriedad, como pasé a la preocupación, cuando Slughorn comenzó a negar con la cabeza y después a la tristeza, cuando me contó lo sucedido. Un accidente y además, asesinato. Por lo que alguien asesinó a mis padres, y me privó de algo que probablemente me habría dado la felicidad más absoluta, como son el amor de unos padres hacia su hija. Aurores, seguro que eran como la policía del mundo muggle. Lo que me contó a continuación Horace Slughorn podría definirse como el argumento de una película de acción de serie B, aunque con un final tan dramático como la realidad que estaba viviendo. Un tipo recibe un soplo falso acerca de alguien aparentemente maligno que acaba con la vida de dos inocentes personas. Pero el tipo resulta ser nada más y nada menos que una simple marioneta, y el caso queda cerrado sin resolución posible. Mis padres, quemados vivos. Cerré mis ojos, sin ser capaz de contener unas lágrimas que recorrieron el mismo camino que las anteriores, volviendo a humedecer mis mejillas, mi barbilla, que ahora además temblaba de rabia, impotencia, y desesperación, y mis manos, manos que empezaron a temblar en cuanto mi cabeza pensó cuan horribles habrían sido las muertes de mis padres, quemados vivos. En aquél momento cerré mis ojos aún con más fuerza, llorando de una manera tan violenta para mí como silenciosa. Dejé caer la cabeza, fruto del desánimo en la parte de atrás de aquél sillón, que me replicó con un quejido sordo. Entre las palabras del profesor había dicho Azkaban, supuse que sería como la cárcel de los magos.

En cuanto me acercó el pañuelo me repuse un poco. Se parecía mucho a mi padre cuando me veía triste o llorar, tan preocupado, tan humano que por un momento pensé que no era un profesor. Me dijo lo que todo adulto solía decir en una situación como esa, actuando de una forma impecable animándome un poco. Una tímida sonrisa apareció en mi rostro, y me olvidé con rapidez de insistirle en el tema del club, con lo que me levanté de la silla casi de un salto, limpiándome las lágrimas que habían caído por mis mejillas y las que aún estaban por salir en mis humedecidos y rojos ojos. Me limpié, además la mano, antes de tenderle nuevamente el pañuelo a Slughorn. Era un pañuelo bonito, y muy suave. Me recordó al pañuelo que usaban los magos para sus trucos. –Muchísimas gracias señor Slughorn. Ahora ya puedo decirle que sé quién soy. Me siento feliz.- Dije, ensanchando un poco más mi sonrisa. Había dado por concluida la charla con él. Tampoco quería molestarlo, después de todo.

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18/06/2013, 16:08
Horace Slughorn

- Lamento darte tan malas noticias... Tal vez podrías hablar con otros profesores para saber más cosas sobre tus padres en el colegio. Mi relación con Helena era muy buena, pero no tanto con Jay. La profesora McGonagall le examinó en sus EXTASIS y no es sencillo puntuar un Supera Todas las Expectativas con ella. Tal vez ella lo conocía mejor. Ahora, si me disculpas, tengo que preparar la clase. Que tengas un buen día, Aelia. - dice con una sonrisa mientras te muestra la puerta abierta.

Cuándo sales ves a Brad esperándote, lo que no te esperas es que Anne está allí también.

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18/06/2013, 16:16
Director

En ese momento Aelia sale de la clase. Dirías que ha llorado, aunque no estás seguro y podría ser indiscreto preguntar.

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18/06/2013, 16:50
Aelia Arin

-No se preocupe. Que tenga usted también un buen día, señor.- Dije, antes de salir por la puerta. –Brad, ¡Brad!- Exclamé, entusiasmada, mientras abría la puerta. -¿Sabes qué? Mis…- Fui de más a menos y no terminé la frase, puesto que al abrir la puerta casi me doy de bruces con Anne. Me sentí increíblemente incómoda. Mis manos fueron a los bolsillos de mi túnica con rapidez y mis ojos se dirigieron al suelo. Le había pedido perdón pero de una manera un tanto extraña, y no había tenido la oportunidad de pedírselo de una manera óptima. –Lo siento…- Le repetí. Las marcas que las lágrimas habían hecho en mis mejillas y  los ojos rojos denotaban que había estado llorando dentro del despacho de Slughorn. -Brad, gracias por esperarme. ¿Te apetece ir a la biblioteca a repasar lo que hemos estado haciendo hoy en pociones? Estaría bien que vinieras, Anne.- Añadí, explicándole que no me importaba en absoluto que viniera. De hecho, me encantaría que viniera con nosotros.

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18/06/2013, 17:54
"Brad" Mervin Aldryn

Tras despedirme de todos los compañeros, que se han ido ya, veo salir a Aelia del despacho del profesor Slughorn. Anne se ha quedado también en clase. Miro preocupado a ambas, primero a Aelia, que tiene la cara algo enrojecida y los ojos llorosos y luego a Anne, a quien pide perdón la primera.

-Vale, si después me acompañas a los jardines a que te presente a un amigo - digo, con una sonrisa, dándome cuenta de su situación, que parece que iba a contarme. Al ver que parece que puede que haya estado llorando puede que Axel sea capaz de animarla un poco - Anne, ¿vienes? - pregunto a la otra chica.

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18/06/2013, 18:32
Anne Lewis

Anne mira a Brad antes de contestar, cómo diciendole que necesita un segundo antes de decidir. Daspués baja la mirada al darse cuenta de que Aelia ha estado llorando y parece incómoda con su presencia.

Tan sólo quería...hablar. Explicarme y que te explicases, si querías... Me habías parecido una chica muy simpática, pero lo de esta mañana... Tal vez he sido un poco exagerada. No tuve en cuenta de que venías de familia de muggles. Lo que hiciste con la varita no me hizo gracia ya que es algo muy peligroso. Luego entendí que era tan sólo una broma, pero es una broma de mal gusto, puede ocurrir un accidente... Claro que tu eso no lo sabías. ¿Podríamos empezar de cero? - añade levantando la vista con una tímida sonrisa.

 

Notas de juego

pnj

 

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19/06/2013, 07:25
Aelia Arin

Asentí con la cabeza a la petición de Brad. Después de todo, algo de aire fresco me vendría bien, y aquí en la mazmorra de pociones parecía que las olores de los ingredientes se pegaban rápido a la túnica. Y bueno, seguro que allí era lo más normal del mundo pero no me apetecía ir oliendo a planta, o a bezoar por la biblioteca. Después escuché las palabras de Anne, y sonreí avergonzada. Me daba algo de vergüenza que Brad estuviera para escuchar la historia, pero al fin y al cabo, ella tenía razón, así que me tragué mi orgullo y asentí con la cabeza una vez más. -Vale Anne. Claro que sí.- Finalmente, el día me sonreía. Miré a Brad, luego sonreí a Anne, luego a Brad otra vez. -¿Qué os parece si primero vamos a los jardines? Así se nos quitará el olor a plantas de las túnicas antes de ir a la biblioteca.- Aventuré, esperanzada. Al fin y al cabo, por esperarnos un par de horas no iba a pasar nada.