Partida Rol por web

Harold se acercó hasta el lugar en donde se encontraba Champiñón. El mediano, cmapeón de Detritus, descansaba plácidamente tumbado, observando las nubes.

Debe estar planeando estrategias para apróximos combates pensó la analítica mente del enano

Hola, Champiñón. ¿molesto?

Vi acercarse  a mi compañero de equipo, el enano. Parecía que me iba a decir algo y así fue.

-Molesto.... No, molesto no. Pero desde que llegue aquí me siento huérfano, debil... me siento, no se; es que nunca había salido de Detritus, sólo había vivido allí, no había visto nada, y de pronto, viajo por un portal que solo conocía su existencia por oídas, y llego a una ciudad diferente a mi casa- Intento explicarme, pues en verdad, no estaba molesto por nada.

Ehmm... murmuró Muñón un poco desconcertado preguntaba si te molestaba yo a tí...es igual, déjalo. Quería pregutnarte algo, pedirte un favor...  el enano continuó sin saber muy bien cómo explicarse Me gustaría que me entrenaras para ser más rápido, para reaccionar antes que los demás. Tú eres un mediano, eres ágil por naturaleza, y en los combates sueles ser el que antes reacciona. ¿Crees que sería posible?

- Si, podría, pero no sabría como hacerlo, nunca he hecho algo así- me rasco la cabeza- como pensando formas para poder ayudar al enano- Bueno, supongo que luchar contra mi, correr y realizar unos ejercicios que se me están ocurriendo pueden ser suficientes.

Magnífico, en ese caso me pongo en tus manos. contestó alegremente Harold. Ya que Legionario se entrenará con Lagartija, ¡podremos aprovechar el tiempo nosotros también! ¡Comenzamos cuando quieras!

 -Bien- digo mientras me incorporo- Vayamos a hablar con el mánager, necesito unos palos- explico, sonriendo.

 -Mánager Kurono- llamo su atención- ¿nos puede facilitar un par de palos de entrenamiento?

El enano me había seguido, y yo suponía que él ya sabía lo que íbamos a hacer.

- "Claro, Champiñón. Los criados os los traerán enseguida." -

- El día concluye, aunque algunos siguen entrenando duramente hasta bien avanzada la noche.

El día ha sido largo. El entrenamiento del humano, unido al mío propio y los recuerdos que el mediano inconscientemente ha despertado en mí, han provocado que el sueño se haya mostrado reacio a visitarme. El camastro se ha terminado por convertir en una agonía y con el día a punto de clarear he optado por buscar la tranquilidad, la paz en la meditación.

Un rincón y una estera son suficientes para que mi desazón se desvanezca. Mi respiración controlada, mi pulso regular cada vez más bajo. Los límites de la realidad física se desvanecen paulatinamente hasta que la, ya bien conocida por mí, negrura del otro plano me alcanzan. En mi sosiego, en mi vacío mental y equilibrio espiritual, una voz me llega. Cálida, familiar, amiga.

- ¿Heresunge?... ¿Eres tú?

- Sí, soy Heresunge. ¿Grumcha? ¿Eres tú, enana sacerdotisa de Moradín? Tu voz me llega lejana.

- ¡Oh! Sí....soy Grumcha...¿Qué...qué es esto? Yo solo estaba intentando relajarme y dormir y....te he sentido, pero no te veo… ¿qué es esto Heresunge? ¿dónde estamos?

- Tranquila Grumcha, no debes asustarte. Ambos compartimos espacio en otro plano, en otra dimensión, pero me sorprende... Pocos alcanzan el plano astral. Son necesarios largos años de estudio y dedicación, además de la necesidad de poseer una gran fortaleza mental. Pero que dos mentes coincidan y puedan comunicarse, es excepcional - se puede detectar la sorpresa en mi voz -. Pocas veces se ha dado algo así, pues es necesaria una fuerte empatía, una conexión psíquica y emocional que pocos consiguen. Además, tú me has encontrado. Pero no debes asustarte, por muy extraño que te resulte… esto es tan real como si estuviéramos frente a frente.

- No me asusta, porque sé que estás conmigo y sé que es real... No sé cómo lo he hecho, solo hice lo que nos enseñaste a Varian y a mí antes, aquel día....necesitaba algo de paz y tranquilidad... pensé en ti, en que me gustaría que estuvieras aquí en la Escuela para poder hablar, pero no hice nada más.

- Tu fuerte espiritualidad, el culto que rindes a Moradín te han ayudado a recorrer este camino, además de las técnicas con las que os instruí. Pero estas son solo un instrumento. Pero hay algo más. En este plano no hay lugar a la mentira ni a la falsedad. Solo la verdad reina aquí. Siento una fuerte aflicción en tu espíritu. ¿Qué te atormenta, Grumcha, servidora de Moradín?

  - Me gusta este sitio si es capaz de mostrar solo lo verdadero. Echo de menos poder verte... tienes razón... llevo un tiempo con un peso sobre mi corazón. Me han retado a muerte, el gnomo de Malatea, Soplador...

- Ya veo. ¿Acaso temes a la muerte, Grumcha?

- ¡No! Temo...la consecuencia de ese combate, pero no la muerte, eso es lo más fácil, temo ganar y tener que matar a Soplador. Ahora tengo una gladius y puede que me dé ventaja sobre él... pero no podré hacerlo si llega el caso. Es matar a sangre fría....va en contra de todo lo que soy pero... no matarlo, significará que la guardia disparará sus flechas contra mí y...os fallaré a ti y a Varian....os haré daño.

- Entiendo tu dolor, tu desazón, pero no formulas las preguntas correctas y por lo tanto no obtienes las respuestas adecuadas. Tu fe es importante, es tu baluarte, la que hace de ti lo que eres pero, en ocasiones, sacerdotisa, no ves el alcance de la misma ni lo que te exige. Dime, clériga, ¿formulaste tú el reto?

-  No.

- Así pues ni buscaste el desafío ni el alcance del mismo, pero te obcecas en las consecuencias de algo que no has buscado. Igualmente, consideras que estar en posesión de un arma te da una ventaja inmoral y sufres porque crees que cualquiera que sea tu decisión fallarás a Varian, a mí, a tu Dios. Sin embargo, has pensado en lo que tú quieres en el destino que te ha reservado Moradín? Vives una dura prueba de la que tu espíritu debe salir incólume. No es fácil, pero no imposible.

- Sí sé lo que quiero, pero no sé qué quiere Moradin de mí. Se lo he preguntado tantas veces...  sigue sin darme una respuesta clara. Quiero ser libre Heresunge, quiero salir de aquí y que tú y Varian salgáis conmigo. Decidí luchar en contra de mis creencias.....hacer daño.....y Moradin me apoyo y me envió al Guardián. Decidí abrir mi corazón a.... a Varian, y mi Dios sigue conmigo, pero matar...

- Tienes respuestas que no quieres aceptar, Grumcha. Moradín te asiste, pero como todo Dios se muestra oscuro. Nuestra inteligencia es escasa y no alcanza a ver sus designios, pero dime, ¿acaso tu fe no sustenta la creencia en otra vida tras la muerte?

- Sí... claro que hay vida después de la muerte Heresunge.

- Así pues, la muerte no es sino un tránsito para nosotros, para nuestras familias, para nuestros amigos y para nuestros enemigos. Dejamos atrás recuerdos y dolor como memoria de nuestra pasada vida y a veces, nosotros mismos somos instrumentos de la muerte y si los dioses no lo quisieran así, la muerte no existiría. Pero aún así, entiendo tus dudas. Si tu arma te parece inmoral, renuncia a ella pero, ¿es la buena decisión? No. ¿Crees que Moradín desea tu muerte sobre la de aquel que te retó a muerte? No. Deseas vivir y es lo que debes hacer. Por ti. Por tu fe. Por tu dios. Por nosotros. Si renuncias a la pelea, morirás. Si peleas y pierdes, morirás. Si peleas, vences y no cumples con la voluntad del pueblo, morirás. Debes pelear, vencer y vivir.

- Son sabias tus palabras. Sí, quiero vivir... me gustaría hacer tantas cosas ahí fuera. Cosas que no pensé que nunca quisiera hacer. Y para eso tengo que vivir, aunque es duro... es duro pensar que tendré que...  Tengo tantas cosas que aprender de ti, mi querido Heresunge soy como una niña pequeña en este mundo....no me han enseñado nada de lo que aqui me hace falta saber y me alegro de tenerte junto a mí.

- Piensa en que has sido bendecida por tu dios que cuanto has logrado en esta vida, no son sino dones por él proporcionados. A veces, distinguirlos y apreciarlos no es sencillo. Tu alma, tu fe, todo tu ser están a prueba y solo hay una forma de superar esa prueba: viviendo. Con la muerte nada conseguirás. No busques la muerte, pero no renuncies a ella. No hay generosidad en otorgar vida a quien no se la merece, igual que hay perversidad en quien desprecia la vida y busca la muerte. Pelea y en el fragor de la batalla ten a Moradín en tu mente, en tu cuerpo y en tu espíritu, que él sepa que eres su instrumento. Y él te hablará, conducirá tus pasos.

- Lo haré, por Moradin, por ti, por Varian y...por mi. Quiero verte de nuevo cuando vuelvas a la Escuela y agradecerte tu apoyo y sabiduría.

- Es una sabia decisión, Grumcha, amiga mía. Y nos veremos, en este mundo o en el otro, nuestras vidas están intrincadamente relacionadas y nada podrá romper ese vínculo - afirmo al tiempo que siento que la conexión en el plano astral se diluye, se vuelve frágil -. Es el momento del adiós, Grumcha. Suerte. Y vida.

- ¡Heresunge! Espera... no te vayas aún... dime como estás...

 La conexión se pierde, ambos espíritus buscan el camino de regreso a sus realidades, pero Grumcha no necesita de palabras. Cuando abro los ojos en mi celda, sé que ella tiene la certeza que todo va bien para mí. En el plano astral, la comunión de las mentes y de las almas hace que dos sean uno. Por eso yo sabía de su aflicción. Por eso ella sabe que todo me va bien. Y es cierto. El sol ha despuntado y la paz ha vuelto a mí. Miro al humano aún dormido en su catre. Sonrío y acercándome a él, le despierto.

 - Es hora de empezar de nuevo el entrenamiento. Un buen desayuno será lo primero de todo. Un par de litros de zumo de limón te harán maravillas.

 Entre sueños, escucho revolverse en su camastro a alguien, parece que no puede dormir. Levanto la cabeza, aun con los ojos pegados, distingo la figura del Dracónido sentado su lecho. En esa posición se mantiene durante un tiempo, parece desaparecido, fuera de sí, sus ojos no revelaban vida. Tan rapido como se había ido, el Dracónido se incorpora, ya recuperado su aspecto habitual, y se acerca a Legionario.

¿Ya?

También me levanto. Me quedo mirando a Lagartija, pensando en lo que le había pasado.

Caray, escamoso   gruñó Harold cuando se despertó O bien roncas o bien has dormido fatal, no has parado de moverte en sueños.

El enano se encaminó con el resto a la sala común, para deglutir lo que aquellos bárbaros amlateanos llamaban desayuno.

Gachas. siempre gachas, vaaya donde vaya. Odio las malditas gachas...

Después, Harold observó de reojo al emdiano. La mirada cómplice de éste confirmó sus sospechas. Palos y más malos tocaban hoy...

 Ya después de haber comido, Muñón y yo, nos dirigimos a la arena de entrenamiento, pero en esta ocasión y al contrario que ayer, la sesión no sería una lucha palo contra palo.

-Hoy no lucharás contra mí- explico, intentando no parecer un instructor de verdad- esta vez, tu te colocarás de espaldas a mi, sin mirarme, yo te diré hacia que lado te voy a atacar, y tu deberás reaccionar rápidamente, ¿De acuerdo?-intenté explicarme cuanto mejor pude.

Eso está hecho, hehe  rió el enano ,seguro de sí mismo 

Minutos después, con las nalgas y las mejillas rojas, el enano reconoció que no tenía motivos para estarlo, ya que Champiñón tenía la desagradable costumbre de aparecer por dónde él no esperaba...

 El enano y yo hacíamos gala de nuestras razas, y continuamente, mi palo no encontraba defensa antes de golpear el cuerpo del enano. Pero yo no perdía la esperanza, y continuaba martirizando, pues así, el proximo día, podrá parar alguno.

-¡Derecha!- mientras de mi boca salía esa palabra, mi palo ya buscaba el costado derecho del enano, que golpeó la carne sin clemencia.

Zumo de limón para empezar. Ver el rostro del humano retorciéndose ante la acidez por los litros de zumo que debe consumir es una verdadera visión, el justo prolegómeno a su sesión de baños.

Tal y como me prometió el Manager Kurono, todo el material está listo y dos enormes tinas se hallan dispuestas en el patio de la escuela. Una de agua helada, otra de agua hirviente. Con un gesto señalo al humano que debe ocupar primero la fría.

- Saldrás de ella tan solo cuando yo lo indique o probarás el sabor de la vara y ten por seguro que no seré amable con ella. Y saldrás tan solo para meterte en la otra. Grita cuanto quieras, pero ni un chapoteo, ni un amago de escape o tu cuerpo se llenará de cardenales. Ahora, desnúdate y métete en esa tina.

SEGUNDO OCASO DE TIAMAT:

HORA DE COMER.

¡DING DING DONG! Suena la campana que avisa que es la hora de comer.

- "¡La comida está lista!" -

Después de decir esto, el mediano observa por unos momentos a los luchadores de Detritus:

- "Debo decir que las vuestras parecen buenas técnicas de entrenamiento, no es de extrañar que seais unos tipos duros.

¡Por cierto! ¡Sólo tenemos anotado el desafío de Lagartija a Ramera y ninguno más! Nuestros luchadores aún no han formulado desafíos por deferencia a vosotros, nuestros invitados. Pero es que el plazo se termina ahora mismo. Mientras coméis un criado enviará el sobre con los desafíos a la Organización de la Arena..." -

-¡Señor, espere!, quisiera formular un desafío a favor de Tambaleo, de exibición-Cuando oí al ayudante, mi carrera hacia él y gritando fue rápida, y me dio tiempo para poder hablar con él y decirle mi combate.

Antes de la interrupción del ayudante, el enano y yo habíamos seguido entrenando, estuvimos un rato más haciendo el mismo ejercicio, luego, le hice correr detrás mía para que se cansase, por último, volvimos a la lucha de palos, en la que la contienda estuvo más igualada que el primer día.