Partida Rol por web

Horus - II

Mike, Melyssa y Samantha

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10/09/2013, 21:19
Melyssa Yaddow

- Todo el mundo sabe dónde está Miami... Y casi todo, acompañó sus palabras con un empujón leve en la cabeza de su hermano, sabe dónde está Barcelona. Y no, dijo Melyssa mientras que con su dedo índice hacia el gesto de negar, no me gustaría ser la protagonista de nada más que de mi propia vida y que nadie, salvo la gente que quiero, meta su nariz en mis asuntos... Y con eso quiero decir, que se preocupen por mi, no lo que haces tu husmeando mi correo. ¡Claro que con los hijos! Respondió a su hermano, mientras empezaba a perder la esperanza, de que va a ceder a su plan, de conocer gente nueva y variada. Le tocaría acabar las vacaciones y volver a su mundo de cerebritos, rodeada de la misma gente aburrida de siempre. Pero poco a poco su sonrisa iba en aumento. Al final, Mike accedió a buscar a esos niños de antes y seguro que bastaba con que tan solo una chica fuera guapa. Por si no era suficiente, también empezó a darle la razón. Por supuesto que si hay chicos, Sam y yo estaremos muy interesadas, pero para conocer gente, hay que verse. Para empezar, puedes mandarles un mensaje electrónico, así como sugeriste, luego ya veremos como hacemos. Y aunque no haya chicas guapas... Puedes siempre robarle la novia a uno de ellos. Empezó a reír, sorprendida por su propia ocurrencia, pensando más bien, en lo pesado que se pondrá su hermano, ahora y en el futuro. Empezó a aplaudir al ver que se ponía con la búsqueda en redes sociales y sitios de esos, donde la gente colgaba hasta fotos de gatos... A la vez, empezó a estrangularlo, con su casi nula fuerza, por reírse de la forma en la que habló. Pues no, listo, pero mi compañera si, porque es de Sudamérica y está guapísima. Aunque tu creo que no te fijarías en sus "lindos" ojos y sus labios "preciosos", porque no subirías la vista de sus rechonchos pechotes. Y vos, deberías dejarte de hacer bromitas de estas, ya sabes que los habla hispano no saben hablar otro idioma, aún recuerdo lo que pasó en una candidatura para los juegos olímpicos, pero los americanos o ingleses, tampoco vamos más allá de nuestro inglés y muchos piensan de Turquía significa pavo y Hungría, hambre...

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11/09/2013, 17:10
Mike Yaddow

-Perdona por no llevar un mapa en la cabeza listilla. Protestó ante el empujón de cabeza de su hermana. Además no me hace falta. Tecleó rápidamente en su comunicador de muñeca y al instante apareció un mapa situando la ciudad de Barcelona. Estaba en Europa, al otro lado del Océano Atlántico. Mira, aquí está. Le señaló el punto. Y bueno, mejor si no eres famosa porque lo que se puede encontrar en tu correo no sirve para venderlo a ninguna revista del corazón, a no ser que quieras aburrirlos. ¿Sabes que se puede utilizar el correo para más cosas que para trabajar?

Con la lista de gente que había participado en la exposición no sería difícil hacer una búsqueda y encontrar la información que necesitaban, incluso no hacía falta ser ningún experto informático para ello, sabiendo el nombre y los apellidos de alguien se podía acceder a montones de información en la red, solo había que saber buscar y afortunadamente Sam y él eran expertos en eso.

-Si hay chicos será mejor que me dejéis hablar a mi, no quiero que los asustéis. Si vieran lo aburridas que son vuestras vidas saldrán corriendo o se harán gays antes de querer conoceros. Sin embargo si yo les hablo bien... tendrán la oportunidad de conocer a las dos mujeres más maravillosas del mundo. Y nada de robar novios o novias a nadie hermanita. ¿De verdad quieres buscar a los hijos de los amigos de papá para quitarles los novios? Creí que estábamos en busca de otra cosa. Si me estáis haciendo trabajar para tener nuevos "amiguitos" os dejo solas y me voy a la playa a buscar "amiguitas".

Como sabía que su hermana hablaba en broma se puso con ello ayudado por Sam mientras Melyssa les aplaudía y les hablaba de su compañera de trabajo con un extraño acento.

-¡Déjalo ya! Me estás asustando y no te queda bien esa forma de hablar. Y sobre tu compañera... puedes presentármela cuando quieras, siempre estoy dispuesto a hacer nuevas amistades, y después de tu descripción tengo curiosidad por conocerla, prometo que intentaré mirarla a los ojos, al menos durante un rato. ¿Y tu desde cuando te fijas tanto en tus compañeras de trabajo? Pensé que no levantabas la vista de los informes.

Mike se rió y siguió concentrado en la pantalla, aunque esta vez acompañaba sus búsquedas con pequeñas imitaciones de su hermana hablando español, o lo que fuera aquello.

-Creo que todo este conocimiento me servirá para ampliar mi vocabulario de trabajo. A la próxima que llame con problemas en su comunicador le diré que tiene una "presiosa" voz y unos "rechonchos pechotes", sea lo que sea eso, aunque me imagino por donde van los tiros. Además, ¿Quien no habla inglés en la actualidad? ¿Para que querría alguien hablar otro idioma? Se puso serio y se volvió hacia Sam. Sam. ¿Tu tienes rechonchos pechotes? No pudo acabar la frase sin reírse.

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23/09/2013, 18:57
Udjat

Sin casi darse cuenta las horas habían pasado. Habían comido bien, habían reído aún mejor, y estaban satisfechos, los tres, los tres mejores amigos que el mundo pudiera deparar.

Sólo la sombra de la curiosidad seguía planeando en algún lugar de sus cerebros, insidiosa, dejando caer gotas de ideas o imágenes. Egipto, Horhotep, atentados, dioses...

Bien, de todo ello algo bueno había salido, sin embargo, y era la franca posibilidad de un reencuentro con esos ya casi olvidados conocidos de la infancia, esos hijos de aquellos que compartieron algo más que amistad, si al menos una pequeña parte de lo que habían leído era cierto.

Sam acabó de ordenar la casa, y les miró con un guiño picarón mientras sacudía las llaves del coche en su mano. En tono divertido y acento indescifrable les lanzó su frase:

-Esta mujersita de rechonchos pechotes os va a llevar con vuestro papasito, no más. ¡Jajajaja!

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24/09/2013, 18:28
Melyssa Yaddow

Melyssa miró con curiosidad la habilidad que su hermano tenía para usar ese chisme, a ella no se le daba mal, pero necesitaba un rato antes de saber donde buscar ciertas cosas. También enarcó una ceja a su pregunta, claro que sabía que se podía usar el correo para otra cosa, para... para... Ahora no le venía nada a la cabeza, pero algo más había, seguro.

-Creo que si te conocen a ti primero, hay más posibilidad de que se hagan gays. Con esas bromitas y tus ojitos azules, por no hablar de ese cuerpazo, eh... hermanito. Una carcajada de su típica risa cristalina, avisaba de que Melyssa ya estaba totalmente relajada y contenta de estar en casa. Ya sabes que puedes venir a Las Vegas cuando quieras, pero con tu afán de cuidar de "los pequeños" *, no sé cuándo vas a encontrar un hueco. A mi amiga fiestera le haría mucho gusto enseñarte la ciudad, papito lindo.

Las bromitas siguieron todo el rato que estuvieron ayudando a Sam a recoger la casa y hasta que se decidieron marchar. La sonrisa de Mel dejaba claro lo feliz que estaba, además de ansiosa, por ver ya a sus padres. Tenía una buena noticia para todos y apenas se aguantaba las ganas para no contar nada todavía.

Notas de juego

* Mote que tenían los padres desde que ella y Mike ya eran adolescentes, por el empeño que estos seguían teniendo de verles siempre como niños.

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26/09/2013, 18:56
Mike Yaddow

Mike sonrió mientras sacudía la cabeza.

-¡No por favor! ¡Tu también no! Al final montaremos una telenovela. Y os aseguro que tendríamos mucho éxito. Seguro que vosotras no tenéis ni idea del tema pero no os podéis imaginar lo enganchadas que están las mujeres en general a esas cosas. Bueno y algunos hombres...

Puso una sonrisa incriminatoria, de vez en cuando había visionado algunas de aquellas telenovelas. Muchas chicas de su trabajo las veían y al final se había enganchado debido a las conversaciones en las pausas o cuando se veían fuera.

-Pues lo siento por ellos hermanita, hay demasiadas mujeres en el mundo y seguro que una me está esperando. Pero si después de salir con todas no encuentro ninguna podría pensarme esa otra posibilidad. ¿Con cuantas mujeres se podrá salir en una vida? Recuerdo un cantante latino que vivía aquí en Miami que aseguraba haberse acostado por lo menos con... unas 3000 mujeres. Eso me parece algo exagerado, yo solo llevo 1346 y he tenido que esforzarme mucho.

Se rió con ganas ante su descabellada mentira. En realidad aunque tenía muchas amigas y en general solía llevarse bien con el otro sexo, no había tenido demasiadas relaciones y muy pocas de ellas podían considerarse serias.

-¡Ya era hora de que nos invitaras a Las Vegas! ¡Nos moríamos por ir! ¿Verdad Sam? ¿Sigue en pie ese plan de casarnos en Las Vegas con alguno de esos disfraces ridículos de alguna pareja famosa? Eso si, que no se nos olvide divorciarnos antes de venir o me quedaré con la mitad de tu piso. Melyssa ¿No te da vergüenza? Estoy hablando de matrimonio a Sam y tu ya quieres que le ponga los cuernos? ¡Ten amigas para esto! Pero bueno, mi deber es conocerla y dejarle que me enseñe lo que quiera, yo también debo llegar a las 3000.

Se acercó a la puerta mientras reía y dejó que las muchachas pasaran delante hacia el garaje de Sam mientras las seguía de cerca.

-Sam. ¿Me dejarás conducir a mi? Hace mucho que no quieres darme clases... Te aseguro que estoy preparado.

Sonrió intentando no reírse. Sam había pretendido ser su tutora para que se sacara de una vez por todas el carnet pero él había exagerado durante las clases dando volantazos o frenazos y acelerones bruscos o haciéndose el despistado mientras se saltaba alguna señal. Quizá Sam sabía que lo estaba haciendo a posta pero el rígido sentido de la responsabilidad que tenía le impedía darle el apto para conseguir el carnet. A Mike no le preocupaba, nunca había tenido aspiraciones a tenerlo y siempre se podía coger un coche sin carnet en una emergencia, no creía conducir tan mal como para matar a alguien y estaba seguro de poder llevar un coche de un punto a otro sin incidentes, no era tan complicado.

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27/09/2013, 13:09
Samantha

Soltó una carcajada al recordar la broma que había hecho innumerables veces. Casarse en Las Vegas, y embutidos en sendos disfraces. Que, según el humor, iban variando, aunque indefectiblemente uno de ellos era de Elvis. Asintió, y frunció los labios, poniendo morritos.

-Vale, YO iré de Elvis, y tú... de apasionada actriz latina!! Eva Mendes, por ejemplo. Me encantará darte el "sí"!!

Volvió a reírse mientras pasaba las llaves por delante de su nariz y esquivaba la mano que él le tendió para que se las diera.

-Ni hablar, yo conduzco. Sin discusión.

Guiñó un ojo, más para Mel que para Mike, ambos sabían que Sam confiaba plenamente el su amigo, pero no iba a desperdiciar una ocasión de chincharle.

El coche era un utilitario, uno de esos japoneses que los jóvenes estadounidenses de una cierta posición preferían a los grandes autóctonos. Pequeño, rojo, rápido y práctico. Ideal para Sam. Salieron del garaje del edificio de apartamentos junto al Bayshore, y se alejaron en dirección a South Beach, adentrándose en la zona residencial y tranquila, llena de casas unifamiliares donde vivían los padres de los gemelos.

El cambio era drástico, pasando de las abarrotadas avenidas llenas de tráfico y gente, a los palmerales y ajardinados parterres llenos de paz. El hogar de los Yaddow era uno de esos sitios en los que apetecía tomarse un descanso.

 

 

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27/09/2013, 17:56
Mike Yaddow

-Me parece perfecto, tu irás de Elvis y yo de esa tal Eva Mendes. ¿También era cantante? Ahora mismo no me suena. Mel, vete preparándolo todo para la boda, luego no digas que no te hemos avisado con tiempo, ya sabemos que te gusta organizarlo todo. Y no le digas nada a tu amiga, cuando Sam se divorcie de mi podré hacer el papel de pobre hombre joven y guapo abandonado por una malvada mujer, así tu amiga sentirá la necesidad de ser cariñosa conmigo.

Ir a las Vegas sería genial, estaba seguro que se lo pasarían como nunca, aunque le hacía gracia que una mujer como su hermana hubiera terminado trabajando allí, posiblemente el lugar del mundo que menos pegaba con ella. Pero ya que estaba había que aprovechar la ocasión y Mike no era de los que dejaba pasar una oportunidad así.
A pesar de sus esfuerzos no había conseguido las llaves del coche, pero eso era de esperar, aunque Sam en un ataque de locura hubiese accedido Melyssa nunca habría aceptado subirse al coche con su hermano de conductor, para abreviar y no turbar la paz de los vecinos Samantha había hecho lo que resultaba mejor, como siempre. Pero Mike no estaba dispuesto a darse por vencido, todavía había muchas cosas que podía hacer hasta llegar a su casa.

-¡Yo voy en el asiento del copiloto! Gritó mientras pasaba de largo corriendo entre las dos mujeres y se aferraba a la manilla de la puerta. Eso originó una pequeña discusión con su hermana. ¡Está bien! Vete tu delante con Sam! Cedió cuando había fastidiado lo suficiente a su hermana. Atrás se iba bien y se podía tumbar uno casi a lo largo.

Abrió la puerta a su hermana y gritó a Sam que esperase mientras daba la vuelta al coche y hacía lo mismo con la puerta del conductor para que su amiga se sentara también. Después se acomodó en el asiento de atrás justo en el centro y asomó la cabeza y medio cuerpo entre el hueco de los asientos delanteros. Buscó algo en su comunicador de muñeca y luego se estiró para encender la radio mientras pasaba algún archivo a la consola central del automóvil.

-¡Venga! Un poco de ambientación para el viaje, vosotras sois capaces de estar hablando todo el rato y no poner un poco de música. ¡Que esto es Miami! ¿Este coche tiene el techo retractil? Si no es así un día vendré y le haré un buen agujero para que puedas disfrutar del sol. ¿Pero no os habéis visto? Os aseguro que el sol es muy bueno para la piel.

Al ritmo de la música, o al menos mientras no se la quitaron Mike aplaudía y bailaba de un lado a otro del coche haciendo los coros y moviendo los brazos mientras las calles llenas de coches y transeuntes iban poco a poco desapareciendo y dando lugar a un sitio más tranquilo: la zona residencial donde vivían sus padres y él.
Al llegar salió del coche y les hizo un gesto a ambas llevándose el dedo índice a los labios.

-¡SHHHH! Voy a ver si no nos han visto llegar y les podemos dar una sorpresa.

Corrió medio en cuclillas hacia una ventana y se asomó furtivamente. No parecía que nadie se hubiera percatado de la llegada del coche, es lo que tenían estos coches híbridos japoneses, con velocidad baja no hacían nada de ruido. Les hizo un gesto con la mano para que se acercaran mientras abría la puerta de su casa y pasaba dentro.

-¡PAPÁ! ¡MAMÁ! ¡PODÉIS VENIR A AYUDARME LOS DOS? HE TRAÍDO DOS PAQUETES MUY PESADOS Y NECESITO QUE OS HAGÁIS CARGO.

Contuvo la risa mirando hacia las dos chicas mientras esperaba que sus padres aparecieran en cualquier momento.

 

 

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01/10/2013, 19:24
Melyssa Yaddow

Las risas no cesaban, el sentirse bien parecía que había llegado para quedarse y Melyssa pensó que si seguía así, en realidad le iban a salir arrugas. Lo había visto en una de sus compañeras, las tenía debajo de los ojos y en las mejillas, por estar siempre sonriendo, aunque no le quedaban mal... Así que siguió riéndose a carcajadas por las bromitas que se gastaban Mike y Sam.

La verdad era que le hubiera gustado verlos casados, podría ser la oportunidad perfecta para que su hermano empezara a tomarse algo en serio. Melyssa estaba segura, de que Mike amaba a Sam como amiga y nunca le haría daño. Seguramente haría todo lo posible para ser un marido estupendo, solo para hacerla feliz. Los aseguró que haría de testigo, dama de honor e incluso sería el mejor amigo del novio.

Su cara se puso seria cuando el puñetero pidió las llaves para conducir. Estaba segura de que Sam no accedería a tal locura, pero su hermano era un excelente manipulador. El gesto de la guapísima rubia la tranquilizó y soltó el aire que había mantenido dentro de sus pulmones hasta entonces. Se subió al coche, después de la típica discusión que tocaba tener con su hermano y se abrochó el cinturón de seguridad.

Los recuerdos de los muchos viajecitos que las chicas tuvieron por la ciudad, vinieron a su mente. No apartaba los ojos de la ventana, sumergida en el pasado y en los buenos momentos.

Dejó que la música sonara un buen rato y justo cuando su hermano empezó a gritar con más fuerza, la apagó. Miró con cara de susto a Samantha y volvió a encender la radio y subir más el volumen, la voz de su hermano estaba peor de lo que recordaba.

El bario donde vivían los padres era igual que siempre. Tranquilo y acogedor. Apenas aguantó las ganas de echar a correr dentro de casa, como cuando era niña, y saltar en los brazos de sus padres. En cuanto Mike acabó su broma y los padres se asomaron, fue hacia ellos y los abrazó a los dos a la vez, luego los besó, los volvió a abrazar y a besar y casi no quería volver a soltarlos. Como siempre Mike se puso y los abrazó a los tres a la vez y ya se empezaba a quedar sin aire. Empujó a su hermano, sacando la lengua y se llevó a los padres hasta el sofá, para sentarse entre ellos dos y preguntarles como estaban.

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04/10/2013, 17:23
Mike Yaddow

Mientras Melyssa arrastraba a sus padres en el sofá Mke sonreía viendo lo felices que estaban los tres. Se giró hacia Sam y le hizo un gesto para que los siguiera mientras cerraba la puerta detrás de ellos. Su hermana y sus padres habían ocupado el sofá grande así que él se quedó de pie tras una de las butacas individuales y le dió unos golpes indicándole a Sam que podía sentarse allí. Podía sentarse en la otra butaca del otro extremo o coger una de las sillas de la mesa del salón, pero prefirió seguir allí de pie cerca de Sam y de sus padres y hermana.

-¡Menuda sorpresa eh! Dijo a sus padres que aún se deshacían en besos y abrazos hacia su hija recién llegada. Pero dejadla ya que la vais a gastar, luego se acostumbrará y querrá más, o lo que es peor podría entrarle la idea de volver y ya habíamos quedado en convertir su habitación en una sala de juegos.

Mike sonrió ante su mentira y dejó que sus padres y hermana siguieran poniéndose al día, por supuesto ninguno de los tres iba a hacerle caso y seguirían con las muestras de cariño durante un rato.

-Sam. ¿Y que tal tus padres? Desde que han crecido los setos tanto casi no los veo.

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06/10/2013, 12:57
Samantha

Había sucedido todo muy deprisa, en consonancia con el carácter explosivo de los dos gemelos, que incluso los Yaddow senior empezaban a adoptar. Los gritos de Mike, la aparición del matrimonio, los besos y abrazos del reencuentro inesperado, Mel empujándolos a todo hacia el interior de la casa...

Sam les siguió divertida, besando y saludando también, comedida y recogiendo las migas del cariño que todos ellos rezumaban. Se sentó en el sillón que Mike le indicó, e iba a responder a su pregunta cuando Ben irrumpió en una carcajada.

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06/10/2013, 13:03
Ben Yaddow

-Jajajaja!!! -Asintió y le guiñó un ojo a Samantha.- Aunque te parezca ridículo, es verdad. Los setos se han desmadrado, y parece que estemos encerrados en una caja, del lado de tus padres. Pero, ¿a que no adivinas quién es el responsable de eso...? ¿A que no sabes quién prometió, juró solemnemente, que se haría cargo de podarlos, para que su al parecer demasiado anciano viejo no se herniara con el esfuerzo...?

Miró a su hijo con una mezcla de diversión y de recochineo en los ojos. Estaba bromeando, por supuesto, pero no iba a desperdiciar una ocasión como aquella de chinchar a su hijo.

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06/10/2013, 13:09
Anne Yaddow

-¡Oh!, Vamos, no seas exagerado, Ben. -Se levantó y tomó una mano de Sam, apretándola amistosamente.- No es verdad, querida, ni de lejos. Les vemos a diario, por lo menos nos vemos tu madre y yo.

La soltó, y se dirigió a la cocina, allí al lado, para prepararles una limonada. La escucharon claramente trasteando, mientras su voz resonaba alegre.

-¡Están de perlas, ¿eh?! Y TAN orgullosos de ti. Claro que en eso, en orgullo paternal, tenemos una buena competición, y no sabría decirte quién va ganando...

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06/10/2013, 18:32
Mike Yaddow

Como no podía ser de otra manera Mike quedó al descubierto por el asunto de los setos, ciertamente hacía mucho había dicho que lo haría y había estado dejando el asunto pasar pues nunca encontraba el momento adecuado, si es que para cortar setos existía un momento adecuado. De todas formas no era algo que a Mike le costara mucho arreglar, así que alzó el brazo izquierdo extendiendo la palma mientras llevaba el brazo derecho al corazón, un gesto que hubiera parecido solemne si no fuera por la cara y el tono que Mike usó al hablar.

-Lo juré solemnemente y volveré a hacerlo si es necesario, nunca jamás podría permitir que mi anciano padre castigara su cuerpo con esa ardua tarea. Pero solo una cosa me ha retenido a llevar a cabo esa labor. Cada palabra que salía de su boca iba cogiendo un tono más teatral que la anterior, incluso dejó la rígida postura que había tomado al principio y comenzó a gesticular de manera ostensible. Cada vez que pensaba en hacerlo recordaba como Mel y Sam disfrutaban jugando en el jardín de pequeñas y he estado esperando para que tengan la oportunidad de volver a hacerlo, estoy seguro que estarán encantadas de ayudarme.

Nada perdía por intentarlo, quizás a las chicas trabajadoras les vendría bien un poco de contacto con la naturaleza y trabajo manual, en el fondo debían reconocer que Mike les estaba brindando una gran oportunidad y si por alguna extraña razón rehusaban su oferta siempre estaría como al principio.
Se volvió hacia su madre cuando informó a Sam que veían a sus padres todos los días.

-¡Exacto mamá! Y esa es la segunda razón por lo que no lo hice todavía. Antes os podíais ver a través de los setos y eso daba lugar a encuentros impersonales, separados por la vegetación y solamente con un contacto visual escaso. Gracias a mi ahora os veis de cerca e incluso os hacéis visitas más a menudo.

Se volvió hacia el resto del auditorio e hizo un gesto con la cara y los brazos para afianzar todo lo que había dicho. En cualquier momento todos se levantarían y le abrazarían para darle las gracias por todo lo que estaba haciendo por ambas familias. Aunque seguro que Melyssa encontraba alguna manera de retorcerlo todo y que pareciera otra cosa, tenía esa habilidad.
Finalmente palmeó suavemente en hombro de Sam repetidas veces.

-Todos estamos muy orgullosos de Sam mamá, incluso de Melyssa. Para celebrarlo mamá os hará una limonada, o algo refrescante. ¿A que si mamá? Siempre habéis sido las princesas del barrio. Y hablando de princesas... el otro día vi a uno de vuestros expríncipes. ¿Os acordáis de Walter? Sí, ese chico algo grueso que era tan simpático y siempre quería invitaros a merendar. No ha cambiado mucho, salvo que entre merienda y merienda es ingeniero aeroespacial, quizá si lo invitarais a merendar ahora podría conseguiros un viaje al espacio... y si os da miedo siempre puedo ir yo en vuestro lugar.

Trasteó con su comunicador de muñeca mientras hablaban y buscó los archivos que habían encontrado en casa de Sam.

-¡Papá! ¿Se puede saber donde está tu comunicador? Como solía ser habitual no lo llevaba puesto, pero aquello era ya normal así que no insistió más. ¡Déjalo...! Mel, te mando lo que encontramos esta tarde, supongo que sigues queriendo hacerle algunas preguntas a papá...

Seguramente Melyssa tuviera más tacto para introducir el tema, aunque quizá quisiera dejarlo para más adelante y seguir disfrutando del encuentro familiar. Aunque seguramente la vena investigadora de su hermana saliera a relucir más temprano que tarde.

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08/10/2013, 19:28
Melyssa Yaddow

Melyssa se acurrucó al lado de sus padres todo el tiempo que pudo. Cada detalle le recordaba a muchos momentos felices del pasado. Desde su lugar seguro contempló las siguientes escenas, como un gato que se siente en el punto más alto de la casa y observa a todos. ¿Qué hace un gato cuando se siente atacado? Bufa e intenta aumentar su tamaña hinchando su pelaje. ¿Qué puede hacer Melyssa? Sacar la lengua e inflar sus mofletes...

Descontenta con el plan de Mike, porque solo de él podría ser la malvada idea de convertir su cuarto en un sitio donde perder más tiempo, su hermana solo comenta por lo bajo cada cosa que dice, quedándose así en plena complicidad con sus padres y echando unas risas de vez en cuando. Confirmando que la mayoría de las cosas que dice son bromitas que ni llegan a rozar la verdad.

La ternura que sus padres mostraban a Sam es la de siempre. La que hizo que los tres crecieran como hermanos. Y menos mal que la rubia estuvo ahí siempre. No quería ni imaginarse la vida sin ella. Y su madre tenía razón, estaban todos orgullosos de ellos. Los han llamado "las chicas listas y el listillo" y no les faltaba la razón.

- ¡Espera mamá! Mel se levantó del sofá y cogió el camino hacía la cocina. Te voy a echar una mano. No es que su madre la necesitaba, pero le apetecía estar con ella, quería verla, admirarla. Era como una bailarina sobre el escenario, en la cocina. Lo hacía todo con calma, pero sin tardar, tan natural. Era algo que la gemela había heredado en parte, podría usarlo en el laboratorio, en el trabajo, pero nunca en una cocina. Era un desastre en cuando encendía la vitrocerámica y cogía un cazo, algo malo podía pasar.

- ¡Oh, venga Mike! Sam y yo vamos de compras y tú puedes quedarte a cortar los setos y si te portas bien, puede que te traemos un premio... Su hermano sabía que las chicas no miraban el dinero cuando tenían que hacerle algún regalito. Y si la más conocedora en el sector informático andaba suelta entre las últimas novedades tecnológicas, el éxito estaba asegurado. Además, siempre cumplían sus promesas, no como él.

- ¡Ese chico? Gritó Melyssa toda sorprendida, mientras volvía de la cocina con una bandeja llena de vasos. Lo que recuerdo es que tenía la cabeza en las nubes, más que tu... Guiñó el ojo a hermano con picardía. Al final no es tan extraño que acabó ahí. No le daba más, ni el ni otros tantos como él. Pensaba que quería invitarlas para no comer solo, no por otra razón.

¡Ah, sí, papá! Puso la bandeja sobre la mesa y cogió un vaso para empezar a repartirlos. Como su hermano era el último que habló, se fue hacía él. En cuando el intercomunicador hizo el sonido pedo que el bromista le había puesto hace unos momentos, Melyssa lo miró instintivamente, torciendo la muñeca y vertiendo sobre Mike el contenido del vaso. Se tapó la boca con la otra mano, pero no pudo parar una carcajada que parecía difícil de acabarse pronto. ¡Lo siento! De verdad que no fue mi intención...

- Mientras limoncito va a cambiarse, te voy a leer lo que encontraron los cerebritos, papá. Es mejor que cada uno se sirva solo, por vuestra seguridad. Se sentó al lado de su padre, esquivando en su camino las servilletas que estaban absorbiendo lo poco que llegó al suelo. Seguía riéndose por mucho que intentaba no hacerlo.

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09/10/2013, 09:48
Mike Yaddow

Mike observó con cierta sorpresa como su hermana se levantaba y acudía a la cocina a ayudar a su madre. No era que Melyssa nunca ayudara, todo lo contrario pues siempre estaba dispuesta a echar una mano, pero simplemente todo lo relativo a la cocina y la comida se le resistía especialmente, si había que buscarle un defecto a su hermana ese era el único posible. Intercambió miradas con su padre y Sam esperando que ambos compartieran sus mismas sensaciones.

-Papá... ¿Donde están los cascos, mascarillas y guantes? ¡Mel se ha ido a la cocina! Espero que mamá no le deje hacer nada.

Incluso Mike sabía hacer alguna cosa básica en la cocina con mayor o menor éxito, había aprendido a buscarse la vida cuando sus padres viajaban y no tenía dinero para pedir pizzas o algún tipo de comida rápida. Su hermana ajena a todo aquello y enfrascada en lo que fuera que estaba haciendo en la cocina seguía con el tema de los setos, parecía que Mike no se libraría tan fácilmente, aunque podar los setos parecía que esta vez tenía un premio más sustancioso que el reconocimiento de sus padres a un trabajo bien hecho.

-Así que vais a ir de compras y no me habíais dicho nada... ¿Te parece bonito Sam? Dijo moviendo la cabeza desaprobando todo aquello. No dejes que Melyssa me compre nada, los vendedores siempre acaban colocándole algo que no sirve para nada.

Dejó de susurrar cuando su hermana apareció nuevamente con una bandeja en las manos llena de vasos de limonada. A Mike todo lo que tuviera que ver con limones no le atraía demasiado, le parecía una fruta demasiado ácida por mucho azúcar que se le pusiera, pero no iba a decir nada para que su madre no se sintiera mal. Además el comentario de Melyssa le hizo reír y olvidarse de los limones.

-¡Claro que tiene la cabeza en las nubes! ¡Se apellida Cloud! ¿Recordáis? No es un mal tipo, aunque no le vendría mal un poco de emoción a su vida. Y eso puede decirse de muchas otras personas ¿Verdad? Dijo intercambiando miradas entre Melyssa y Samantha. De todas formas pienso que un paseo por las nubes debe ser una experiencia fascinante. ¿Nadie se apunta a un curso de caída libre en paracaídas? Conozco a los tipos que lo organizan y estoy seguro que podrían hacernos un buen precio, sobre todo si le enseño alguna foto de mis compañeras de aventura.

La economía era la que era y había que ahorrar a toda costa, si se podían conseguir descuentos o cosas a mejor precio no se debía desaprovechar la oportunidad. Sonrió cuando Melissa se acercó con la limonada y mucho más cuando al enviarle el archivo su intercomunicador hizo gala del nuevo sonido que Mike le había instalado. Finalmente estalló en una carcajada cuando Melyssa derramó el vaso de limonada sobre él, aposta o sin querer, al menos no tendría que beberse aquello.

-¿Que os dije? Al final tenía razón y debimos tomar precauciones. Dijo a Sam y a su padre. No te preocupes hermanita, la culpa es nuestra por dejarte entrar en la cocina. Voy a ir a cambiarme antes de que mamá vea lo que has hecho con su limonada. Mike se levantó asegurándose que solo él y su ropa habían sido víctimas de la torpeza de su hermana y que nada había caído en los sofás o la alfombra, un poco había ido al suelo pero Melyssa ya se había encargado de poner unas servilletas para absorberlo, tras eso comprobó que su intercomunicador no se había mojado demasiado, eso le preocupaba más que la ropa, el suelo o cualquier otra cosa, pero salvo unas gotas que limpió con la parte seca de su camiseta no parecía tener nada dañado. "Limoncito" se va directo a la ducha. ¿Un abrazo de despedida? Dijo abriendo los brazos y acercándose a su hermana peligrosamente pero sin llegar a tocarla, aunque Melyssa enseguida retrocedió esquivando las servilletas y volviendo al lado de su padre donde se sentía segura. Si papá, mira eso, hoy hemos encontrado cosas interesantes. Yo bajo ahora.

Subió corriendo la escalera y comenzó a desnudarse a medida que avanzaba por el pasillo camino de su habitación deshaciéndose de la camiseta y arrojándola hacia la puerta de su habitación para finalmente tirar los pantalones vaqueros en el suelo de su cuarto y salir hacia el baño en ropa interior. Esperó a que el agua saliera templada y se dio una ducha rápida, no quería que la limonada le hiciera sentirse pegajoso. Con la toalla anudada en su cintura salió de la ducha hacia su habitación dejando marcado el camino por las huellas de sus pies mojados y allí cambió la toalla por un pantalón corto de deporte y se calzó unas chanclas que usaba para andar por casa los días que como aquel hacía calor, que era casi todo el año. De esa guisa se dispuso a bajar al salón, sin importarle que Sam lo viera así, cualquier otro invitado habría requerido una búsqueda de un vestuario más apropiado, pero no ella, era una más de los suyos y Mike podía estar seguro que su naturalidad no extrañaría a ningún miembro de su familia, ni a la propia Samantha. Atrás dejaba todo el reguero de agua y ropa que en otras circunstancias habría recogido algo mejor, pero no quería perderse lo que su padre tuviera que decir.

Notas de juego

Entro cuando consideréis oportuno XD.

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09/10/2013, 18:13
Melyssa Yaddow

- Mike, me ha llegado al laboratorio un paracaída de alguien que tuvo... un... pequeño... accidente. Intentó responderle a su hermano sin dar demasiados detalles. Aunque era una chica de laboratorio, a su familia Sam incluida, no les gustaba mucho escucharle hablar sobre ese objeto sangriento al que tarde o temprano llevaba la discusión. Se tomó una pequeña pausa antes de seguir porque era difícil decir lo que pensaba sin decir lo que sus seres queridos no querían escuchar. Digamos que me voy a tomar una pausa y muchas precauciones antes de hacer paracaidismo. Y el hecho de que un baboso amigo tuyo, nos de un precio especial, no entra en mi lista de "muchas precauciones"

-Tengo un sonido pedo en mi intercomunicador y sé cómo usarlo, así que ni te me acerques, amenazó a su hermano con la muñeca que lucía el peligroso artilugio ante su amenaza de darle un abrazo. No tengo ni idea de como cambiarlo, pero eso no importa ahora... Aunque eso significa perder la ocasión de recibir una abrazo de ti mientras eres dulce y no solo ácido, como de costumbre. Le gritó riéndose desde el sofá mientras él subía las escaleras y ella empezaba a husmear el trasto con todos los descubrimientos.

Hasta que su hermano acabó de ducharse, poco a poco, Melyssa le enseñó las noticias de periódicos que hace no mucho vieron en casa de Sam. Ella también se sentó junto a ellos y la ayudó cuando las emociones tomaban el control de la gemela, por fuerte que intentaba quedar. Al acabar observaba a su progenitor dedicándole la más tierna mirada posible.

- Nos contaste muy pocas cosas, papá, aquella noche. Miró hacía Mike y luego volvió a mirar a su padre. Nos alegra saber que saliste ileso de todo aquello y, aunque lo sabes, te vuelvo a decir que te queremos mucho. Se acercó y le dio un beso prolongado en la mejilla. Mientras buscábamos estos artículos, nos acordamos de aquellas reuniones. Me encantaría volver a tener una, con los hijos de tus amigos, lo estuvimos hablando. Es impresionante tener por todo el mundo gente con una conexión tan... especial. Si vosotros no hubierais salido ilesos de aquel lugar, ninguno de nosotros existiría hoy. Da que pensar...

La gravedad del asunto volvió al olvido en cuanto Melyssa empezó a decir que hotel sería el adecuado, por donde pasear, hasta que sería lo indicado para el desayuno.

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09/10/2013, 19:53
Mike Yaddow

-¡Como siempre! ¡Ya está la aguafiestas! Dejame adivinar... ¿Un paracaídas que no se abrió? ¿Y cuando aquel tipo murió porque los frenos no funcionaban dejaste de ir en coche? ¿O aquel avión que había sido saboteado por un exempleado enfadado? ¿Has venido hasta aquí andando? Estoy seguro que para cualquier cosa que proponga tienes un crimen al que recurrir con tal de fastidiar la diversión. Pues si no quieres venir no vengas, nos iremos yo y Sam. ¿Verdad Sam? Además esos tíos no son más babosos que cualquier otro, o vas a negarme que nunca te has aprovechado de tu físico... Venga, se de sobra que te han invitado a copas, has entrado en sitios de moda gratis mientras yo hacía cola... Y paro de contar. Te aseguro que hacen un trabajo serio y que comprueban cada paracaídas con cuidado antes de cada salto, pero es tu decisión, si no quieres ir no puedo obligarte.

Dejó huir hasta el sofá junto a su padre a su hermana mientras pensaba si dejarle aquel sonido para siempre, seguro que sus amigos del CSI se reían un montón y así le mandarían mucho más mensajes y su vida social se alegraría un poco. Se marchó a duchar y no volvió hasta un rato después. Melyssa ya estaba enseñando a su padre todo lo que habían encontrado aquella tarde. Se acercó al sofá por detrás y metió la cabeza entre su hermana y su padre.

-Si papá, en realidad no nos contaste nada. Ni el tiroreo, ni que os perseguían unos fanáticos... Debió de ser... Iba a decir emocionante pero se retractó en el último momento. ...Peligroso. Y hay más gente que habla de las visiones, aunque no explican demasiado. Y si, a tu hija se le ha ocurrido organizar de nuevo una reunión y volver a ver a tus viejos amigos y a sus hijos. ¿Que te parece? ¿Te apetece papá? Ya sabes que cuando a Mel se le mete algo en la cabeza es mejor no llevarle la contraria.

Su hermana enseguida empezó a mostrar la planificación de todo el evento, dando nombres de lugares, hoteles, etc. Mientras su padre seguía observando las fotos y los artículos.

-¿Te has visto en esta foto papá? Casi no se te ve, pero estás aquí al fondo. Vaya miedo que debísteis pasar con lo del tiroteo. Nos alegramos que no os pasara nada y que el tipo herido sobreviviera, aunque luego lo del derrumbamiento fue un verdadero desastre.

Se volvió hacia su hermana.

-Mel, deberíamos hacerlo en las Vegas. ¿Que mejor lugar? Además Sam y yo tenemos un asunto pendiente allí, bueno yo por lo que parece dos. Se rió y dejó que el resto siguieran hablando mientras lo hacía.

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10/10/2013, 19:43
Melyssa Yaddow

Entre una cosa y otra, lo que siempre aprovechaban los gemelos, era cualquier momento para discutir. Melyssa recordó que le debía una respuesta a su hermano y no tardó en cambiar el asunto al que orientaba sus pensamientos y sus palabras, con otro. Era una mujer y hablar sin parar se le daba mejor que a nadie y más cuando tenía a su hermano cerca.

- No tienes razón y te voy a decir porque. Aunque ahora la discusión iba sobre totalmente otra cosa, la gemela recordó que antes hablaron sobre detalles de su trabajo y se le fue la ocasión de responderle, por alguna extraña razón. Una cosa es tener la necesidad de usar un medio de transporte y otra cosa es un hobby. Podríamos irnos al Zoo, llevo mucho sin ir, sabes que me encantan los animales, pensándolo mejor, por eso aún te quiero. Sonrió picara y sacó la lengua, pero enseguida siguió hablando. No sé de qué me estás hablando, a veces nos dejan pasar en algún sitio, pero porque la gente es amable, no tuvimos que dar nada a cambio. Y era verdad, en su inocencia, Mel nunca ha sido consciente de la cantidad de favores que ha recibido gracias a sus inocentes ojos azules, probablemente no lo habría aceptado si llegara a darse cuenta. Simplemente yo soy amable con la gente y recibo lo mismo a cambio... ¿Y porque no tienes amigos que trabajan en el Zoo? Dejó el resto de la discusión para cuando se acordará de ella, como siempre...

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12/10/2013, 13:38
Ben Yaddow

Mientras los dos gemelos charlaban y discutían Ben se había quedado quieto, mirando y leyendo. De pronto, sus hombros se vencieron, como si el peso de la edad hubiera aparecido súbitamente. Cerca Anne entrecerró los ojos, dándose perfecta cuenta del cambio obrado en su marido. La preocupación, el conocimiento del otro, la hicieron levantarse y cambiar de sitio, sentándose a su lado y mirando a su vez por encima del hombro hacia la pantalla.

Ben no reaccionó enseguida. Y para entonces, también Sam se había dado cuenta de que aquello suponía un trance para el tranquilo cabeza de familia. Los recuerdos le asaltaron, y la foto le había transportado a un momento y a un lugar que, indudablemente, había intentado por todos los medios olvidar.

Cuando lo hizo, cuando reaccionó, lo que hizo fue llevar su mirada a su esposa, casi como disculpándose. Ella estaba ahora con la boca abierta y el ceño fruncido. Era evidente que nunca antes había visto esa foto. Y, por tanto, que quizá nunca había sabido la verdadera dimensión del peligro que él había corrido, realmente, en Egipto.

Ben sacudió la cabeza, y carraspeó.

-Hum... bien... sí. Soy yo, sí... durante el atentado que sufrimos yendo del aeropuerto a la Mansión de Al Hassim... no puedo negarlo.

Pero a continuación sonrió, y negó con la cabeza.

-Pero, ¡aquí estoy! ¿no? No sucedió nada... malo. Bueno, nada... peor que el derrumbamiento de la Mastaba. Y la muerte de esos... ehu... esas... personas. Y la pérdida de nuestras piezas, claro. Pequeños tesoros. Perdidos para siempre.

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12/10/2013, 13:52
Anne Yaddow

-¡Santo Cielo! ¿Pero qué...? ¡¡BEN!!

Apenas podía creer lo que estaba viendo, y leyendo. Y no desvió la vista de la foto cuando su marido habló, dándole ánimos en un intento de quitarle importancia al asunto.

-Nunca me dijiste que hubiese sido TAN peligroso... que hubieras... que os hubieran...

Golpeando con el índice la pantalla arrancó por fin los ojos de la imagen, y los clavó en Ben, buscando una respuesta.

-¿Os... dispararon...? ¡Por eso no me dejaste intimar con tus amigos! ¡Para que no me enterara del peligro que habíais corrido!

Era cierto. Durante la época en que los compañeros de desventuras se habían ido reuniendo, Anne no fue a todos los encuentros. Y cuando lo hizo, Ben siempre atajaba sus preguntas, y los demás no daban tampoco explicaciones. Estaba ahora claro que él les había pedido que mantuvieran el secreto frente a su esposa, intentando evitarle la preocupación de conocer la verdad.