Partida Rol por web

Sus ataques seguian sin ser muy efectivos.

Los ataques de Paco seguían siendo tan inefectivos como de costumbre. Ianstorm trataba también de golpear a su enemigo pero tropezó y el ataque fue dirigido contra Paco que por suerte logró esquivar en el último momento.

Adabella agarró su arma con las dos manos y logró decapitar a una de las criaturas. 

Tan solo quedaba un enemigo en pie que tras ver semejante herida a su compañero se lanzó contra Adabella hiriéndola. Por suerte tan solo había sido un rasguño.

Al comprobar que nuestra compañera tubo éxito en su ataque me armo de confianza y esta vez consigo atacar desde el costado con mejor resultado que en las ocasiones anteriores.

- Sería prudente comprobar si hay otro pasillo tras esa puerta...

Señalo la contraria por donde entramos, aunque algo me decía que esta vez no iba a ser tan sencillo, dado que en todas las anteriores salas nos habíamos topado con dos criaturas, salvo en esta. Quizás se debiera a que no había nada de interés tras ella, o a que su interior estaba custodiado por algo más que una simple puerta de madera.

En el momento de atacar a la criatura que queda y en un intento de estocada clava su primera arma en el suelo. Frustrado, da un paso adelante y arrea con su espada como si fuera una porra golpeando por fin a su adversario de manera fatal.

Su cabeza se desprendió aunque yo recibí un golpe. Terminé con una de las vidas, luego habría tiempo de sanarse. Lo mejor era ahora seguir combatiendo junto a mi grupo y derrotar a esas criaturas malvadas, aunque por otro lado tenía respeto a la vida y si no fuera cuestión de que no había otro camino, no hubiese actuado así.

Los tres aventureros no habían hecho caso de Arborang y habían decidido dejar la puerta que estaba custodiando el enemigo que habían liquidado y prefirieron investigar por la encrucijada de pasillos. 

El pasillo derecho se extendía varios metros pero finalmente estaba bloqueado por pedruscos enormes y muy pesados que imposibilitaban el camino. 
Por el pasillo izquierdo que también se extendía varios metros pero este continuaba veían una puerta cercana que se encontraba a muy poca distancia. 

Paco trastabilla con sus pies de nuevo, pero por suerte esta vez no golpea a ningún enemigo tan solo se entorpece así mismo y no logra dañar a su enemigo. 

Finalmente Ianstrom termina el combate liquidando al último enemigo también decapitándolo y dejando las dos cabezas tiradas en el suelo.

Consciente de que la prudencia es una virtud, dejo de prestar atención a la puerta y rapidamente me reuno con el resto del grupo, dado que resulta mucho más prudente permanecer unidos que explorar cada uno por su cuenta.

 Tras cerciorarse de que no habían visitas inesperadas el pelirrojo guerrero de la armas de asta comenta.

 - Me incomoda dejar puertas detrás nuestro. Sería bueno dar un vistazo mientras alguien se queda guardando las espaldas por si se acerca alguien desde el pasadizo.

Si quereis nos vamos turnando en las guardias en la puerta. Empezaré yo....pero si veo que no hay nadie fuera y cuando entrais hay pelea entraré a ayudaros,¿de acuerdo????

 El pelirrojo mira al tal Rod a la vez que se encoge de hombros.

- Vale, guarda la entrada, el resto vamos a dar un vistazo para ver que hay detrás de esa puerta que paraecía custodiada.

 Sin añadir mucho más avanza usando la extraña arma a modo de cayado hasta que alcanza la vera de la puerta, momento en que la empuña de nuevo, listo para esgrimirla en caso de que algo salga por la puerta una vez la abran.

Luego de haber acabado con la última de las criaturas me siento un poco mas aliviado y logro sacarme un poco el enojo producido por tantos fallos, eso es imperdonable.

Después de respirar hondo comienzo a rebuscar entre los cuerpos para ver si hay algo que se pueda utilizar.

Hemos ganado una batalla pero la guerra aún sigue. Me pongo a revisar la sala, en busca de algo que quizás nos sirva. Nunca se sabe... los dioses tienen sus maneras misteriosas de obrar.

bien, no es que me guste la idea de perderme una pelea pero si es lo que hay que hacer digo ante de darme la vuelta y dirigirme hacia la puerta.De todas formas para lo que nos estaos encontrado aquí tampoco es que sean una rivales de demasiado empaque.

Al ver a sus compañeros tan atentos en la sala y en los cuerpos, decide ir más adelante a ver que hay. Examina con cuidado que no haya trampas en su camino y abre la puerta siguiente.

- Ya veremos si opinas igual cuando nos encontremos con la gárgola esa.

Le replico, aunque quizás solo se tratara de una bravata para aumentar la moral. En cualquier caso, vuelvo sobre mis pasos como el resto hasta la puerta, dispuesto a abrirla cuando todos estén preparados.

Os adentráis en la siguiente sala, allí os encontrais con dos esqueletos de humanos caidos. En las cuencas de sus ojos brillaba una tenue luz roja. Ambas criaturas iban armadas con cimitarras y os apuntaban con ellas. En esta misma habitación hay un cofre y una puerta en la pared de la derecha.

En la habitación y en vuestros enemigos encontráis:

300 po, 200 pp, unas gafas de bronce, un extraño trozito de cuarzo verde, y una flecha terminada en plumas blancas, 2 alfanjón y 2 armadura de cuero tachonado y un frasco de agua bendita.

En la puerta no parece que haya rastros de trampas y la abrís tranquilamente.

Ahora encontráis una sala con dos cadáveres, dos criaturas muy parecidas solo que dirieren en sus rostros. Una armería cuelga de la pared pero las armas que hay no son útiles pues solo están a modo de decoración.

Una puerta lleva a la izquierda de la sala. También hay un cofre que ya está vacío, parece que alguien ha venido por aquí y la saqueó antes que vosotros.

-No queda más opción que la puerta -digo, aunque primero nos repartimos lo conseguido con mis compañeros. Hemos tenido buena fortuna hasta ahora, pero por supuesto que ésto recién empieza y solo los dioses sabrán qué peligros se hallarán más adelante.

-Una vez que elijamos lo que nos sirva, es hora de seguir por esa puerta compañeros, estad atentos.

Les digo, porque en este sitio cada entrada puede significar una muerte segura.