Partida Rol por web

- "Todos los Reclutas de las Escuadras Primera y Segunda fueron heridos o hirieron o mataron enemigos en las batallas en que han participado." - El Cabo Cortaplumas permanece serio y firme pero en actitud de respeto a pesar de que su anterior petición no fuera votada de forma positiva.

- "Cabo Lengua Negra." - Comenta Analista. - "Los Campamenteros que aún son Reclutas... ¿Van a Jurar todos o alguno no?" -

-A día de hoy, todos -respondió Lengua Negra.

- "Está bien." - Responde sin dar tiempo a mucho más. Agacha la cabeza pensativo, se le nota cansado.

- "Una última cosa y disolveremos la reunión." - Añade como punto final. - "Como sabéis generalmente los Soldados Nuevos pasan a ser considerados Novatos tras cuatro años de fiel servicio. En tiempos de guerra puede haber excepciones para los que han logrado un extraordinario desempeño en batalla." - Observa de nuevo a los líderes de cada Pelotón mientras pronuncia esas palabras.

- "¿Hay alguien a quién queráis proponer para ese posible ascenso?" - Los ojos de Analista pasan por cada líder de Pelotón. La Sargento Vientos no dice nada y el Cabo Cortaplumas y la Sargento Falce simplemente niegan con la cabeza. Finalmente Analista se detiene en los nuevos Cabos, Matagatos y Lengua Negra.

Mentalmente repasó a los miembros de su grupo. En poco tiempo habían demostrado mucho, pero eran una compañía joven y aún había mucho por hacer y demostrar. Quizás, concluida aquella guerra las cosas cambiaran.

Negó mudamente con la cabeza.

Viendo que nadie más parece tener nada que aportar, Analista despide a todos con un gesto.

- "La reunión ha concluido. Podéis marcharos." -

Lentamente y en silencio, la mayor parte de los oficiales van saliendo de la tienda. Sólo permanecen el propio Analista, el Capitán que sigue inconsciente en la cama, y Guardaespaldas, que ha permanecido todo el rato como una estatua bien cerca de la cama del Capitán.

Matagatos se había mantenido en silencio de manera intencionada. Puede que las heridas aún no le dejasen pensar con total claridad, o que simplemente no pensara en nadie para ese ascenso, pero el caso es que no dio ningún nombre. Y, tras esos momentos, Analista dio por concluida la reunión. El oscuro saludó con respeto, para después esperar a que Ponzoña estuviera listo para salir. Debían tratar el tema de los tres hombres que se quedarían en el campamento. 

Ponzoña hizo lo mismo que su líder. Saludó. Tras ello aguardó a que Matagatos saliera de la tienda para seguirlo.

AÑO: 201 DE KHATOVAR.

MES: OCHO (MES DE LA CEBRA, SEGUNDO DEL VERANO).

DIA: TRES DEL MES.

HORA: AL MEDIODÍA.

Acompañado de Lengua Negra, Ponzoña alcanzó la tienda de mando. A la entrada los guardias velaban porque nadie accediera su interior sin la oportuna autorización. Se acercó a ellos y les habló.

-Debo hablar con Analista. Sobre las patrullas -dijo al tiempo que Lengua Negra mantenía un discreto segundo plano.

- La reunión de mandos concluyó sin más.

- Unos días más tarde, Lengua Negra y Ponzoña regresan para hablar con Analista.

Segundo Guardaespaldas se echa a un lado para permitirles pasar.

En el interior de la tienda Analista está escribiendo apoyado en una mesa y levanta la vista al verles entrar.

- "¿Ya habéis decidido? Pasad. Sentaos." - Saluda indicando con la cabeza unos taburetes cerca de la cama del Capitán. Apoya la pluma que usa para escribir en la mesa, muy cerca del tintero, y les presta atención.

Junto a la cama del Capitán, se encuentra en pie la figura musculada de Guardaespaldas, con los brazos cruzados. El hombre mira fijamente a los dos nuevos visitantes.

Ambos se sentaron ante las indicaciones de Analista. Lengua Negra guardó silencio pues su papel allí era el de simple acompañante. La iniciativa correspondía al segundo de los Hostigadores. Su mirada se desvió inevitablemente hacia la figura de su padre yacente. Verlo consumido, incapaz de articular palabra, como muerto en vida no era agradable pese a sus diferencias. Y no era un final digno para un soldado. Una muerte rápida sí lo era. Se forzó a apartar mirada y pensamientos de aquel trozo de carne que respondía al nombre de padre y se centró en lo que allí había de decirse.

Ponzoña obedeció, aunque hubiera preferido mantenerse en pie. Sentarse era algo que uno hacía para descansar, no para hablar salvo que hubiera una hoguera de por medio y comida.

-Ya he organizado las patrullas tal y como se me ordenó -dijo para a continuación enumerar los grupos y señalar los destinos marcados para cada uno de ellos-. He hecho grupos mixtos para que puedan combinar capacidades y para que se sientan hermanos entre sí pese a pertenecer a diferentes unidades. Somos una única manada y no la unión de pequeñas manadas -rubricó como si aquello pudiera zanjar cualquier iferencia de opinión-. Hay un tema pendiente. Pelagatos no cuenta con una montura. Hoy me ha informado de que la suya está sujeta a entrenamiento. Me gustaría saber si se podría disponer de una para él, solo por el tiempo que dure la misión.

Analista medita un instante.

- "Al Pelotón de Hostigadores se le asignó un caballo de guerra pesado del Triplete si no recuerdo mal. Podéis utilizarlo para esta misión." - Comenta tras reflexionar.

Observa a ambos y el silencio de Lengua Negra.

- "Recordad que a la vuelta de Cho'n Delor es posible que haya que organizar una peligrosa misión de exploración a la Fortaleza de la puerta de Galdan. Estas misiones que ahora encomendáis pueden ayudar a que se creen lazos entre los hombres. Confío en que hayáis elegido los grupos sabiamente." - Parece aprobar las decisiones de Ponzoña a pesar de su recordatorio.

- "¿Algo más que añadir?" - Pregunta volviendo a mirar a ambos.

Una vez concedido el caballo, que es para lo que cree que han venido principalmente, Analista les despide con un gesto de la mano. Le resulta extraño que hayan venido Ponzoña y Lengua Negra sólo para pedirle un caballo para las patrullas. Con que hubiera venido uno sólo de ellos habría bastado.

- "Bien, podéis retiraros." -

Se escucharon gritos desde el exterior. Los rostros se volvieron ineludiblemente hacia la entrada que se había entreabierto y desde donde se murmuró un escueto mensaje.

-El Hostigador Pelagatos ha sido herido de gravedad en un entrenamiento.

Tras aquellas palabras el rostro desapareció y Ponzoña gruñó algo inarticulado. La patrulla a la que Pelagatos pertenecía tenía una misión fundamental. Sin él, buena parte de la logística establecida se echaba a perder.

Lengua Negra parpadeó brevemente ante la noticia y pronto fue consciente del ceño fruncido de Ponzoña que sombreaba su rostro como una tormenta inesperada.

-Veo el problema -dijo antes de que el Hiena abriera la boca- y creo que puedo ofrecer una solución. No es la mejor, pero es lo que tenemos. Son pocos los jinetes entre nuestras huestes. Yo mismo podría ofrecerme voluntario pero hay responsabilidades que atender. Piojillo, uno de mis Campamenteros, es un buen jinete. Era mi intención cederle en usufructo el caballo de guerra de nuestro botín. Y creo que a la vista de los hechos, él es nuestra mejor opción. Piojillo, si es aceptado para la misión, podría acompañar a Sicofante. Al mismo tiempo, podría ir en el mencionado caballo de guerra lo cual le permitirá establecer el adecuado lazo con su montura, sirviéndole a un tiempo de entrenamiento. Confío en él y no lo nombraría si no creyera que puede hacer un buen papel. Analista, ¿cómo lo ves?

- "Está bien." - responde Analista ante la sugerencia sobre Piojillo. 

Sus ojos se abren como platos cuando escucha los gritos fuera.

- "Que se me informe del estado de Pelagatos en cuanto se sepa algo." - Comenta algo más serio. - "Que todo el que pueda echar una mano se ocupe de que no le pase nada. Quiero a ese muchacho con vida." - Ordena.

- "Enteraros de qué ha pasado y volved a informarme." - Dice finalmente. - "Y quiero hablar con el responsable en privado." - Algo pasa por la mente del hombre, pero no sabríais decir qué.

Lengua Negra parecía querer añadir algo pero se abstuvo, aunque su mirada se posó un instante en su padre.

-Yo mismo me encargaré de comunicarle a Piojillo su nueva misión y procuraré enterarme cuanto antes de lo acontecido. Volveré de inmediato. Permiso para retirarme.

Dicho aquello y tras aguardar la respuesta de Analista consintiendo en su marcha, Lengua Negra salió de la tienda de mando.

-Yo traeré al responsable -dijo escuetamente Ponzoña que siguió los pasos de Lengua Negra cuando Analista los despidió.