Partida Rol por web

TRIGÉSIMO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: FARASTO (INICIOS DE LA PRIMAVERA, MES TRES).

DÍA: 3, DÍA DEL TRABAJO.

HORA: PRIMERAS HORAS DE LA TARDE. - CLIMA: CIELO GRISÁCEO. TEMPERATURA FRÍA.

- "Descansaremos aquí tres o cuatro días más. Después proseguiremos hacia Ridwan. La ruta desde aquí debería de ser completamente segura. Claro que, hace unos meses, habría dicho lo mismo del Bosque Sombrío bajo la protección de los Druidas." -

TRIGÉSIMO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: FARASTO (INICIOS DE LA PRIMAVERA, MES TRES).

DÍA: 3, DÍA DEL TRABAJO.

HORA: PRIMERAS HORAS DE LA TARDE. - CLIMA: CIELO GRISÁCEO. TEMPERATURA FRÍA.

-En ese caso, volveremos a coincidir. Ahora, si nos disculpáis, tenemos cosas que hacer. Como todo recién llegado, es prioritario conocer el lugar. Un placer haberos conocido. A ambos -dijo con una leve inclinación de cabeza dirigida a los dos hermanos, tras ponerse en pie. 

Volvió a dirigirse a la barra.

-Maese Malagente, una pregunta más. ¿Cuáles son los principales puntos de la población de Carnonegro? Hablo de los principales negocios, suministros, administración...

TRIGÉSIMO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: FARASTO (INICIOS DE LA PRIMAVERA, MES TRES).

DÍA: 3, DÍA DEL TRABAJO.

HORA: PRIMERAS HORAS DE LA TARDE. - CLIMA: CIELO GRISÁCEO. TEMPERATURA FRÍA.

- "Hemmm, pues yo diría que el edificio más importante es el Torreón del Señor Feudal, que es su residencia cuando vista el pueblo, y es nuestra principal fortificación. Luego están la Alcaldía, en la plaza del pueblo. Otros negocios importantes serían la Herrería, la Curtiduría, el Matadero y fábrica de salazones y embutidos, esta humilde Casa de Postas y Caravanas, la Fábrica de Jabón, la Lechería, el Fabricante de Pergaminos, por supuesto la Panadería. También es importante el Cuartel, los Santuarios, y, claro, el Rancho." -

TRIGÉSIMO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: FARASTO (INICIOS DE LA PRIMAVERA, MES TRES).

DÍA: 3, DÍA DEL TRABAJO.

HORA: PRIMERAS HORAS DE LA TARDE. - CLIMA: CIELO GRISÁCEO. TEMPERATURA FRÍA.

-Muchísimas gracias, Maese Malagente. Eres un buen hombre. Hasta pronto -se despidió-. Vamos, Cabo. Se nos echa el día encima y hay cosas que hacer. 

Necesitaban comida. Harina, carne y otros productos básicos. Tenía que darse prisa. 

TRIGÉSIMO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: FARASTO (INICIOS DE LA PRIMAVERA, MES TRES).

DÍA: 3, DÍA DEL TRABAJO.

HORA: PRIMERAS HORAS DE LA TARDE. - CLIMA: CIELO GRISÁCEO. TEMPERATURA FRÍA.

Sepasearon con rapidez gracias a las indicaciones del posadero. Al final, parecía un buen tipo, posiblemente mal visto por la excesiva moralina de aquella sociedad.

-Me ha sorprendido lo que nos ha dicho Malagente. Que no haya un herrero y que sea el verdugo quien se encargue de ella. No sé por qué y deberíamos averiguarlo, pero pienso que pudo ser ajusticiado por no cumplir con las prohibiciones establecidas en materia de herrería. Sí, en Verdín recibí todo un tratado al respecto -dijo a Barril-. Si no te parece mal, me gustaría priorizar la sección de alimentos. Necesitamos variedad y toda una serie de básicos como harina, quesos e incluso carnes secas y embutidos. Malagente no me ha hablado de huertos ni de alguien que suministre verduras o frutas, asíq ue habrá que preguntar.

TRIGÉSIMO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: FARASTO (INICIOS DE LA PRIMAVERA, MES TRES).

DÍA: 3, DÍA DEL TRABAJO.

HORA: PRIMERAS HORAS DE LA TARDE. - CLIMA: CIELO GRISÁCEO. TEMPERATURA FRÍA.

Se despidió de los hermanos Costache con un gesto para dirigirse a la barra tras Analista. Allí deposita el vaso de vino tras apurarlo, y se toma unos segundos para paladear el resto del brandy con gesto de satisfacción.

— Dos monedas, maese Malagente, ten ese barril en fresco, alguien vendrá pronto a por el. —

Tras ello siguió a Analista por el resto de la ronda por Carnonegro. El pueblo les había mostrado que contenía casi todo lo necesario para que la Compañía prosperase, al menos mientras tuvieran una fuente de ingresos razonable. Mientras caminaban atendió las palabras de Analista.

— Si esa herrería está vacía, quizás podríamos hacernos con ella. Lagrimita y Campaña saben algo del asunto, por lo que me consta, y podrían practicar allí.

Por otro lado, no sé nada de esas restricciones a la herrería, ¿cuáles son? —

TRIGÉSIMO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: FARASTO (INICIOS DE LA PRIMAVERA, MES TRES).

DÍA: 3, DÍA DEL TRABAJO.

HORA: PRIMERAS HORAS DE LA TARDE. - CLIMA: CIELO GRISÁCEO. TEMPERATURA FRÍA.

-Te lo comento más tarde. Deberíamos regresar al campamento. Tengo ya los datos necesarios y quiero hablar con Frontera antes de decidirme a comprar nada. Y mañana deberíamos volver, Barril, y seguir investigando en esta ciudad. 

Dicho aquello, guiñó un ojo al gigantón, y se encaminó hacia el campamento. 

TRIGÉSIMO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: FARASTO (INICIOS DE LA PRIMAVERA, MES TRES).

DÍA: 3, DÍA DEL TRABAJO.

HORA: PRIMERAS HORAS DE LA TARDE. - CLIMA: CIELO GRISÁCEO. TEMPERATURA FRÍA.

Analista y el Cabo Barril regresaron al Campamento de la Compañía Negra.

TRIGÉSIMO SEGUNDO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: FARASTO (INICIOS DE LA PRIMAVERA, MES TRES).

DÍA: 5, DÍA DEL JURAMENTO (LUNA LLENA). - DÍA DE LOS HUESOS.

HORA: POCO ANTES DEL MEDIODÍA. - CLIMA: LLUVIA FINA. FRÍO MODERADO.

Los cuervos se reunían, expectantes. Parecía que todo volvía a funcionar con cierta normalidad en el Campamento de la Compañía Negra. Los heridos estaban siendo atendidos en la Enfermería, los fuegos estaban encendidos y atendidos; pese a la fina llovizna, que no paraba de caer y era un incordio. Casi todos habían hecho sus rutinas normales de Campamento y estaban o bien entrenando, o bien trabajando, o bien preparándose. Alguno descansaba y otros montaban guardia o patrullaban la zona. Ya se estaba preparando la comida.

El Inquisidor todavía no había salido de su Tienda tras el ataque de la noche anterior. Analista había sido el único que había entablado contacto con él desde entonces, pero no era capaz de recordar esa conversación en particular.

Capitán suponía que ya saldría cuando tuviera que salir. Dio la orden de preparar un equipo para salir al pueblo de Carnonegro para capturar a la deforme hija de los guardeses del torreón feudal. Era el momento de agitar las aguas, o de provocar una insurrección.

Cabo Barril estaba pertrechado y preparado para partir; le seguían Lombriz, cuyo rostro parecía extrañamente anciano y sabio bajo esta llovizna constante; Preocupado, con una cierta apariencia de ansiedad y atisbando entre las tiendas hacia oscuros rincones; y Romo, con su recio escudo recién pulido y listo para el combate.

Después venía Ballestero, con ojos de loco por no pegar ojo desde ni se sabe cuándo; le flanqueaban un maltrecho Dolor; Pelagatos con Jerifalte y dos cuerdas con arpeos; y Reyezuelo con Bastión y tres cuerdas más. Podrían atar a la niña de la cabeza a los pies con tanta cuerda si quisieran, o podrían colgarla, o podrían usar los caballos para arrastrarla por todo el pueblo...

Los nueve se pusieron en marcha mientras varios miembros de la Compañía se paraban para verlos pasar. El Capitán llevaba sobre los hombros una Víbora Negra viva, a modo de extraño adorno.

TRIGÉSIMO SEGUNDO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: FARASTO (INICIOS DE LA PRIMAVERA, MES TRES).

DÍA: 5, DÍA DEL JURAMENTO (LUNA LLENA). - DÍA DE LOS HUESOS.

HORA: POCO ANTES DEL MEDIODÍA. - CLIMA: LLUVIA FINA. FRÍO MODERADO.

El grupo de captura avanzaba camino a ver a los guardeses bajo el fino comando del propio Capitán, un grupo reducido de Infantería dirigidos por Cabo Barril y otro tanto de Hostigadores por Ballestero.

Reyezuelo iba montado a lomos de Bastión. Era la primera vez que lo hacía en una misión oficial por lo que estaba siendo un momento memorable para él. La piel bronce del aprendiz de analista se mezclaba con la alazán del destrero y parecían formar una comunión simbiótica.

A un aire de paso avanzaba Bastión, Reyezuelo con sus vistosas plumas y abalorios miraba el horizonte con la frente en alto. Al Norte podía contemplarse el Rancho de Bertrand du Matte, donde podían verse correr a diversos caballos de noble aspecto.

-¿Estarán listas ya las modificaciones al carro?- Preguntó, creía que si lo estarían. Quizás si las cosas no se tuercen podamos pasar a retirar el resto del pago al regresar... ¿Pero cuándo no se tuercen las cosas?

Un tipo con túnica los miró de forma hostil al pasar por la curtidería, mientras que otro saliente de la fábrica de jabón los miraba con una gran sonrisa mientras hacía reverencias. Desde luego, el diplomático guerrero castor contestó con una sonrisa y un asentimiento a modo de saludo amistoso, escondiendo sus inquietudes.

Es como siempre nos decía el padre castor. -Prefiero miles de enemigos declarados a tener amigos hipócritas.-. Murmuró. Del bicho en túnica todos podíamos estar preparado para una puñalada por la espalda, pero del hombretón sonriente y amistoso, no. Suspiró. -Atras de cada sonrisa y cálido saludo, puede aguardar un puñal.- Joder, está bien desconfiar de todos hasta que los rebeldes salgan a la luz, pero que me dejen de emparejar ya en misiones con el caimán negro, que se me comienza a pegar lo de preocuparme.

TRIGÉSIMO SEGUNDO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: FARASTO (INICIOS DE LA PRIMAVERA, MES TRES).

DÍA: 5, DÍA DEL JURAMENTO (LUNA LLENA). - DÍA DE LOS HUESOS.

HORA: POCO ANTES DEL MEDIODÍA. - CLIMA: LLUVIA FINA. FRÍO MODERADO.

Capitán avanzaba con paso firme y gesto serio, puede que incluso de pocos amigos. Seguramente aquello era un error, puede incluso que complicaran las cosas más... Pero no sabían cuantas de aquellas cosas había, y sentarse a esperar solo valdría para que acabaran viéndose superados. Tenían que desentrañar ese misterio a la mayor brevedad posible y alejarse de aquel condenado lugar. 

Los primeros curiosos asomaron, en la forma de un tipo estirado y de mal aspecto, y otro lisonjero. Ambos recibieron un seco asentimiento del oscuro como saludo, mientras empezaba a buscar el torreón. No debería ser complicado ubicarlo, y seguramente los guardeses y su familia vivirían en él o cerca. 

TRIGÉSIMO SEGUNDO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: FARASTO (INICIOS DE LA PRIMAVERA, MES TRES).

DÍA: 5, DÍA DEL JURAMENTO (LUNA LLENA). - DÍA DE LOS HUESOS.

HORA: POCO ANTES DEL MEDIODÍA. - CLIMA: LLUVIA FINA. FRÍO MODERADO.

Joder, acababa de ver los limpios y ordenados vendajes que llevaba Dolor. Mierda, el tío iba por ahí tan pimpante que Ballestero no se había dado cuenta de que andaba jodido de la batalla nocturna.

－Dolor, si hay jaleo no te pongas enseguida en primera línea, ¿me oyes? －susurró.

Poco más por otro lado: mantenía la formación. La ballesta al hombro. Encordada, lo que era toda una declaración de intenciones, pero sin armar. Impasible como siempre. ¿Por qué se asustaría la gente cuando le mantenían la mirada? Era una pregunta que se hacía a veces, en plan filosófico. Qué creativo se encontraba. Debía ser el haber dormido bien por primera vez en no se sabe cuánto tiempo. Tenía que recordar que si capturaban un... ¿jodido caramillo había dicho Barril? ...objeto mágico que procuraba el sueño, prestar mucha atención y hacerse con él.

TRIGÉSIMO SEGUNDO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: FARASTO (INICIOS DE LA PRIMAVERA, MES TRES).

DÍA: 5, DÍA DEL JURAMENTO (LUNA LLENA). - DÍA DE LOS HUESOS.

HORA: POCO ANTES DEL MEDIODÍA. - CLIMA: LLUVIA FINA. FRÍO MODERADO.

Era mi primera visita a algo parecido a la civilización desde que habíamos llegado a este oscuro lugar.

Donde quiera que se hallase.

Aunque en mi caso la civilización la representaban el apiñamiento de unas chozas de bambú, paja y poco más; los primeros olores de Carnonegro me provocaron recuerdos teñidos con una vaga sensación de familiaridad.

La penetrante intensidad del olor del orín y heces, mezcladas con las pieles recordaban imágenes del trabajo posterior a las partidas de caza en mi poblado. El olor a jabón, aunque diferente en su esencia la K´hlata, me recordaba los atardeceres metido en el balde mientras mi madre me frotaba con esmero para aliviar el dolor y olor de la piel.

La principal diferencia es que en mis recuerdos, cada familia hacía por si misma esas labores, en su intimidad. Mientras que, en ese pueblo, estas labores parecían estar más concentradas.

Como parecía demostrar el aspecto y olor de las aguas del río a esa altura.

Mientras penetrábamos en el pueblo, las reacciones de los lugareños cambiaban como las estaciones. Unos amables, otros hoscos. Pero el periplo del grupo era dirigido por el propio Capitán con un paso firme y poco interesado en retrasos innecesarios.

Así que, en conciencia a mis temores, mi mirada se posaba en todo lo que pudiese parecer sospechoso de convertirse en una reacción hostil.  Inevitablemente, miraba a cada lugareño buscando encontrar algún rasgo caprino en su cara.

Dispuesto a ensartarlos al menor indicio de brujería o amenaza. 

TRIGÉSIMO SEGUNDO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: FARASTO (INICIOS DE LA PRIMAVERA, MES TRES).

DÍA: 5, DÍA DEL JURAMENTO (LUNA LLENA). - DÍA DE LOS HUESOS.

HORA: POCO ANTES DEL MEDIODÍA. - CLIMA: LLUVIA FINA. FRÍO MODERADO.

Los cascos de Jerifalte sonando contra el suelo eran uno de los ruidos más placenteros para el hostigador. Había ordenado a su animal que se posicionara al frente de la formación. Si lo que querían dar era buena imagen, él podía encargarse de eso perfectamente. 

Portaba los tradicionales ropajes de Senescal, vestimentas que eran un legado de su pueblo y su raza. Por encima de esa ropa estaba la capa negra con el broche plateado que le identificaba como miembro de la Compañía Negra. Iba erguido sobre su montura dejando que su melena negra descansara sobre sus hombros, mientras con la barbilla algo elevada contemplaba a los lugareños con la superioridad que le proporcionaba ser un jinete. Su aspecto era el de un oscuro clásico, de manual prácticamente, pálido y con pelo oscuro. Sobre él iban los últimos vestigios, tanto en ropa como en armas, de una lejana ciudad perdida en el recuerdo, cuyo nombre significaba menos que el aire para la mayoría de la gente que le rodeaba. Era el último nacido de los oscuros y estaba muy orgulloso de demostrarlo.

Negó al tiempo que expulsaba algo de aire por la boca al ver como Reyezuelo se colocaba en paralelo a su posición, esperaba que eso no les reportara mayores problemas de cara a las negociaciones. Cuando un par de hombres salieron al paso de la comitiva, Pelagatos dio un ligero tirón de las riendas a su montura y esperó a que su primo iniciara las conversaciones pertinentes.

TRIGÉSIMO SEGUNDO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: FARASTO (INICIOS DE LA PRIMAVERA, MES TRES).

DÍA: 5, DÍA DEL JURAMENTO (LUNA LLENA). - DÍA DE LOS HUESOS.

HORA: MEDIODÍA. - CLIMA: LLUVIA FINA. FRÍO MODERADO.

Desde su privilegiada posición “montando” a Capitán, la serpiente siseó ante la silenciosa competición que había nacido del orgullo de los dos jinetes de la Compañía. Apenas habían puesto sus pies sobre el pueblo cuando el primero de ellos avanzó por delante del resto para terminar situándose junto a ella. Poco después, del otro lado, hacía lo mismo el segundo.

Ambos caballeros, blanco y negro, montaban inflando exageradamente sus pechos para intentar demostrar un estatus que nadie les había concedido y que nadie se terminaría creyendo. Eran como dos cobras desplegando amenazantes sus capuchas y sin caer en la cuenta de que, al final, sus colmillos se diferenciaban en muy poco de los del resto.

El animal, que no era un simple animal, no dudaba que los muy estúpidos humanos seguirían compitiendo sin caer en la cuenta de que, por mucho que forzaran el paso de sus caballos para ponerse al lado del Capitán, era ella, y solo ella, la que se encontraba sobre sus hombros.

TRIGÉSIMO SEGUNDO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: FARASTO (INICIOS DE LA PRIMAVERA, MES TRES).

DÍA: 5, DÍA DEL JURAMENTO (LUNA LLENA). - DÍA DE LOS HUESOS.

HORA: MEDIODÍA. - CLIMA: LLUVIA FINA. FRÍO MODERADO.

Barril avanzaba con aire resuelto, como quien da un paseo por su barrio. Dejaba que el Capitán le precediera paso y medio, para que cualquiera pudiera deducir que era el que lideraba la expedición. En tiempo de guerra no habría hecho eso, pero en este sitio dodde las apariencias importaban, y siendo él el portador de la autoridad del Inquisidor, parecía adecuado que destacara como cabeza de la marcha.

El grueso Cabo había echado una mirada metálica al primero que se cruzó con el grupo, peor parece que se había contenido de decir algo al ver el cabeceo del Capitán en su dirección. El segundo se había llevado un leve alzamiento de una mano enguantada en acero a modo de saludo. Éste último sin duda veía en el paso de la Compañía por el pueblo como una oportunidad de ganancias para su negocio. Pero el primer tipo no le acababa de cuadrar, había algo en él que no le gustaba, era casi un instinto...

— Oye Capitán, ese tipo el primero con el que topamos, ¿no te parece que tenía pinta de arpista o algo? Tenía la cara agriada como si se le hubieran muerto cuatro cabras durante la noche... —

Dejó el resto de sus sospechas en el aire, ya que el verdugo y herrero de Carnonegro se acercaba dejando el suelo perdido con sus fluidos. El tipo además de difícil de ver, era un insoportable a largo tiempo.

— ¿Compañía Diamantina? Preguntar nunca estaba de más; esperaba que el Capitán abriera la boca en algún momento de la misión, y que fuera más pronto que tarde. —

Barril miró de un lado a otro por unos momentos, al darse cuenta de algo.

— ¿Dónde demonios está Rastrojo? — El chamán había sido nombrado para la misión y no se encontraba entre las filas de los que iban hacia el torreón que custodiaban los guardeses.

TRIGÉSIMO SEGUNDO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: FARASTO (INICIOS DE LA PRIMAVERA, MES TRES).

DÍA: 5, DÍA DEL JURAMENTO (LUNA LLENA). - DÍA DE LOS HUESOS.

HORA: MEDIODÍA. - CLIMA: LLUVIA FINA. FRÍO MODERADO.

Siguieron avanzando, una vez pasados aquellos dos primeros elementos, uno de los cuales parecía haber llamado la atención de Barril, que le dedicó unas palabras que casi lograron hacer asomar una leve sonrisa a los labios de Capitán.

-No he conocido muchos arpistas en mi vida, cabo... Pero si cada cretino amargado que hubiéramos conocido fuera responsable de nuestros males, creo que nadie podría recordar la lista de nuestros enemigos-comentó, con cierta nota de ácido humor, conforme pasaban cerca de un edificio que parecía una especie de capilla o templo al condenado dios de aquel lugar maldito. Por allí se encontraba un hombre contrahecho, marcado por lo que parecían quemaduras en un primer vistazo, que se deshacía en plegarias antes de reparar en ellos y encontrar, para su desgracia, otro objeto de adoración.

-Mi nombre es Capitán, así es. Y dado que no conozco a la Compañía Diamantina, no sé si somos o no mejores que ellos. Buscamos a los guardeses del torreón, tenemos un asunto que tratar con ellos-replicó con seriedad, antes de que llegara la pregunta de Barril. El oscuro se detuvo en seco, con algo más que la sombra de una sospecha creciendo en su interior, y se volvió para contar a los hombres y enumerar sus rostros.

"No me jodas" pensó amargado, ganando un par de tonos de lividez. Se habían dejado al condenado chamán.

-Se estaba preparando para seguirnos cuando llegué, estoy seguro, pero dejé de prestarle atención antes de cruzar las puertas, ¿alguien sabe si se fue a por algo y nos perdió la pista?

TRIGÉSIMO SEGUNDO DÍA DE LA RUPTURA DE LA ROCA.

AÑO: 4715 RA.

MES: FARASTO (INICIOS DE LA PRIMAVERA, MES TRES).

DÍA: 5, DÍA DEL JURAMENTO (LUNA LLENA). - DÍA DE LOS HUESOS.

HORA: MEDIODÍA. - CLIMA: LLUVIA FINA. FRÍO MODERADO.

Al ver al deforme y escuchar que es un herrero no puedo evitar pensar en Lagrimita y las conversaciones que mantuvimos. Parece ser amistoso, ¿Podrá transmitir sus conocimientos?

Escuchó a Cabo Barril comentar que que Rastrojo no está con en la formación y Capitán pregunta por él. -Capitán, no recuerdo haberlo visto salir del campamento.- Estoy seguro que se ha escondido apropósito. -Puedo ir en su búsqueda al galope si así lo desea.- Comentó dando una palmada en el cuello a Bastión.