Partida Rol por web

En la fortaleza puse una CD de 10 +1 por cansancio de el entrenamiento con Cichinillo y +1 por la enfermedad.
Espero no haber metido la pata

Matagatos reconoció una y otra vez la tierra que les rodeaba. Era muy distinta a la Gran Sabana pues abundaba la vegetación y las zonas de agua eran más frecuentes de encontrar, lo cual era una ventaja. En cuanto encontró las pozas de agua abundante las filtró con telas como solían hacer en la Sabana. Allí había mucha agua, tanta que no necesitarían abastecerse de las reservas del cuarto grupo y así ahorrar para una emergencia o necesidad, pues eso era básico en cualquier viaje como el que tenían por delante.
Con el pasar de los días alguna especie de enfermedad comenzó a afectar a sus compañeros. Cochinillo y él solo habían tenido pequeñas molestias pasajeras pero el resto habían comenzado a experimentar problemas estomacales.
Tampoco habían tenido suerte con las zonas de acampada, llenas de agua que se anegaban de agua por las mañanas, este nuevo terreno parecía que se le resistían, pero debía hacerse a él lo más pronto posible por la supervivencia de su propio grupo.

-No me han dado ninguna mala noticia. Somos el único grupo con problemas y no creo que sea debido al agua. Si fuera por ella todos deberíamos estar enfermos y tan solo hay unos pocos. Debe ser alguna otra cosa, aunque no logro saber que.

Con el paso de los días y viendo que salvo los que no bebían agua casi o los que parecía no afectarles aquello desde el principio el resto empeoraba Matagatos tuvo que ceder y pensar en la posibilidad de que la causante de todo fuera el agua. Lengua Negra y Cochinillo no paraban de sugerirle ir a por agua al cuarto grupo.

-Está bien, podría ser el agua y no puedo consentir que Vieja Gloria o tu sigáis sin beber o que el resto empeore. Iremos a cambiar todos nuestros pellejos de agua por la del cuarto pelotón, así al menos saldremos de dudas a este respecto. Iremos Lengua Negra y yo en nuestras monturas, a pie se tardaría demasiado.

Lengua Negra asintió aliviado ante las palabras de Matagatos.

-Cuando quieras -señaló ante su petición de acompañarlo-. No tienes más que decir cuándo quieres que partamos que allí estaré listo para hacerlo. Y podríamos comentar con ellos si conocen de algún remedio para no enfermar con el agua. Tal vez Serpiente o Dedos sepan algo.

Pulga asistió atónico a la negativa de Mentiroso a llevar los quesos. No le parecía muy inteligente hacer eso ya que consideraba a Lengua Negra un tipo lo bastante importante dentro de los Hostigadores como para no disgustarle. Cuando Lengua Negra le ordenó cargar otros dos quesos en su caballo lo hizo intentando parecer dispuesto, aunque los cargó de tan mala gana como los primeros.

-Tienes razón Lengua Negra y tus palabras son sensatas, como siempre. Me gusta estar bajo tu tutela pues creo que podré aprender mucho.

Después comenzaron el viaje y desde el primer momento se le hizo más duro que cualquier otro que había realizado hasta ahora, lejos de el grupo principal de la Compañía Negra y dejados a la suerte de Matagatos las cosas parecía que no les podían ir peor.
Se levantaba mojado y sucio de barro cada día y con pocas posibilidades de asearse en buenas condiciones, lo cual le desesperaba. Además poco a poco le iba doliendo cada vez más el estómago, lo que no compensaba que los golpes de Derviche fueran olvidándose también. Con el paso del tiempo ya no podía soportar aquella situación y los malestares y arcadas crecían con el tiempo. Se acercó a Reyezuelo que viajaba junto a él en el grupo central ya que parecía tener también los mismo síntomas y era uno con los que tenía confianza después de haber compartido tanto tiempo juntos en los campamenteros. Le costaba un triunfo sacar adelante cada palabra.

-Reyezuelo, ¿Tú no sientes pinchazos y arcadas en el estómago? Pulga apretó las manos contra su barriga e hizo acopio de fuerza para seguir hablando. Porque yo.... BUUUAAAGGG.

Sin poder resistir más vomitó las gachas que había desayunado aquel día sobre los pies de Reyezuelo mientras se doblaba de dolor. El sabor a gachas y ácido le recorría la garganta con resquemor.

-Lo... lo siento. Cada vez estoy peor. Si es cosa del agua espero que pronto traigan agua pura o me moriré.

Todo apuntaba a que el agua era la causante, pero la cabezonería de Matagatos había impedido que vaciaran sus odres y los cambiaran por el agua del cuarto grupo. Esperaba que Cochinillo y Lengua Negra acabaran convenciéndolo. Cuando finalmente lo hicieron un rayo de esperanza se dibujó para él.

-Quizá los más enfermos deberíamos acompañaros, en estas condiciones no seremos de gran ayuda.

En realidad lo que hicieran con el resto del grupo le daba igual, pero si podía acabar sentado en un carro en la retaguardia y con una chica como Dedos cuidándolo seguro que se sentía mejor que allí en medio de la nada vomitando.

MENTIROSO:

- Te sientes fuerte como uno de estos recios árboles que crecen en Cho'n Delor: un roble.

MATAGATOS:

- Ves acercarse a la Sargento Falce y a algunos de sus Exploradores. La Sargento Falce te mira sonriente.

- Te encuentras muy bien de salud.

PULGA:

- Estás varios días hecho polvo de la gastroenteritis, pero tras tres días de puro infierno parece que comienzas a encontrarte algo mejor.

COCHINILLO:

- Te encuentras muy bien de salud, aunque antes se te metió un bicho en el ojo y al hurgarte parece que lo has empeorado...

REYEZUELO:

- Con el paso de los días, parece que tu diarrea, lejos de remitir, se incrementa.

LENGUA NEGRA:

- En un momento dado ves llegar a la Sargento Falce acompañada de un reducido grupo de Exploradores.

- Te encuentras razonablemente bien, pese a la sed. Desconfías del agua que os encuentra Matagatos, pese a que él insiste en que es buena para beber.

Mientras se encontraba en la vanguardia del grupo Matagatos paró a filtrar agua estancada que había encontrado. Seguía maravillado de la facilidad con la que se encontraba agua en esta tierra, tan distinta a la Gran Sabana donde el líquido elemento era un verdadero tesoro. Seguía preocupado por la situación en su grupo, pues aunque él se había recuperado por completo otros todavía padecían aquella extraña enfermedad y no quería continuar así mucho tiempo.

Tendré que seguir el consejo de Lengua Negra y Cochinillo y cambiar el agua.

Miró el agua que estaba filtrando. Parecía tan pura y limpia que seguía dudando que fuera la causa de todo aquello, pero tampoco podía descubrir ningún otro motivo.
Mientras estaba enfrascado en aquello vio acercarse a la Sargento Falce junto a alguno de sus exploradores, parecía sonriente y Matagatos le devolvió la sonrisa mientras se acercaba y se sacudió un poco el polvo que cubría su armadura. Cuando la Sargento llegó a su lado Matagatos se cuadró y la saludó marcialmente.

-¡Bienvenida Sargento! Me alegro de verla, a usted y a sus hombres.

Matagatos dejó que la Sargento hablara. Si había retrocedido para buscarlo es que necesitaba algo de él o transmitirle alguna nueva orden.

Lengua Negra miró a Pulga. Si su forma física hubiera ido acompañada de una mayor prudencia verbal, quizá hasta se hubiera planteado proponer su traslado. No dudaba que se encontraba mal, pero no tanto como sus palabras parecían afirmar. Aquella vehemencia suya a la hora de plantear su estadío en el cuarto pelotón tan solo demostraba la existencia de una personalidad que buscaba escapar de las situaciones duras.

-Pulga, me temo que deberás aguantar. Esto forma parte de tu entrenamiento. Superar pruebas difíciles, donde muchas veces es tu cuerpo tu principal enemigo. Aprender a superar la adversidad para cumplir con tu misión y... -en aquel punto Lengua Negra calló. En su visión periférica apreció un movimiento que lo puso inmediatamente alerta. Cuando comprobó que se trataba de la Sargento Falce y un grupo de exploradores, se relajó, aunque su presencia le sorprendía-. Matagatos, la Sargento Falce y algunos de sus exploradores -gritó para que el escuchara-. Mi Sargento -dijo cuadrándose tras haber recorrido la distancia que los separaba-. ¿Ocurre algo?

Bien por intuición, por sabiduría o por una mezcla de ambas el anciano cazador se había negado a beber del agua que Matagatos traía. Después de no beber prácticamente nada durante unos días se sumaban a las arrugas unas grietas en los labios que se hacían notar siempre que sonreía. Aun así el anciano no había perdido oportunidad de mostrar su sonrisa desdentada cada vez que veía cómo Pulga le hacía la rosca a Lengua Negra.

- Muchacho, lo tuyo se cura- le dijo a Pulga.- Lo mío en cambio no y solo puede ir a peor. Además lo que te pasa no tiene por qué tan ser malo. Piensa que te estás purgando y que cuando sanes estarás más limpio por dentro que por fuera.

VIEJA GLORIA:

- Ves llegar a la Sargento Falce y a algunos miembros del Pelotón de Exploradores.

- Estás bien de salud, pero tienes mucha sed. Si no encontráis agua limpia pronto, acabarás bebiendo agua estancada de pantano...

La Sargento Falce, el Cabo Berrinche, Ridvan, Hermana, y Astado llegan hasta donde está el primer grupo de la expedición de Hostigadores-Campamenteros.

Tanto Matagatos, como Lengua Negra y Vieja Gloria se han percatado de la llegada de los Exploradores, pese a que han sido extraordinariamente discretos.

Avestruz, Cochinillo, Mentiroso, Pulga, Reyezuelo y Uro no los han visto hasta que ya estaban encima y Lengua Negra ha alzado la voz de aviso.

La Sargento Falce sonríe, parece contenta por algo.

- "Gracias, Matagatos. Traemos un par de jabalíes que compartiremos con vosotros.

Podemos acampar aquí unos pocos días.

Prepareremos la caza y cavaremos un horno de tierra. Esta noche prepararemos estas dos piezas.

No ocurre nada malo, Lengua Negra. Más bien tenemos buenas noticias, parece que hemos cazado algo más que jabalíes estos días..." -

Con un ojo hinchado y rojo, miro fijamente mientras sonrío ante la idea de comer algo de jabalí asado. Quizás la ingesta de un alimento así alivie parte de los males que acechan al pelotón.

Cuando oigo que han cazado algo más que jabalí estos días, levanto un poco la cabeza de los jabalís para mirar a la Sargento ¿Se referirá a las enfermedades que hemos cogido nosotros, o a que han conseguido algo de información sobre esos fantasmas?

Pulga hizo de tripas corazón y asintió ante las palabras de Lengua Negra.

-Tienes razón Lengua Negra, solo pretendía no ser un estorbo para el grupo, pero me esforzaré para estar a la altura del resto.

Su estratagema para avanzar más cómodo no había resultado, pero al menos comenzaba a sentirse mejor cuanto más tiempo pasaba. Quizá su tutor tuviera razón y todas aquellas cosas sirvieran para endurecerlo, aunque en su fuero interno prefería seguir estando cómodo y con una mujer de su brazo y una jarra de grog en la mano antes que sufrir todo aquello. Tampoco le faltaron los consejos de Vieja Gloria, un K'Hlata con mucha experiencia y que a pesar de su edad no perdía el ritmo al resto.

-¿Purgando? Pulga pensó en todos los dolores y los vómitos que había pasado. A estas alturas debo estar vacío por dentro ya. Necesitaré descanso y comer bien para recuperarme por completo. Nadie le iba a dejar descansar más de la cuenta o comer más de lo que le tocaba, pero al menos podía soñar con hacerlo. ¿Y tu como has hecho para librarte de la enfermedad?

Aquel maldito viejo no había tenido ni un solo problema, quizá conociera algún secreto que Pulga estaría dispuesto a escuchar para no tener que volver a pasar por aquella tortura. La conversación fue bruscamente interrumpida por la advertencia de Lengua Negra.

¿Falce? Pulga se giró hacia donde Lengua Negra miraba y vio con sorpresa a la Sargento y varios de sus hombres. ¿Pero de donde han salido?

Si hubieran resultado ser enemigos Pulga se hubiera llevado un susto de muerte. Debía estar más atento aquí fuera si quería conservar el pellejo.
Se sacudió el polvo de encima y se arregló el pelo antes de comenzar a lucir una sonrisa. ¡La Sargento Falce si que era una mujer! Sonrió aún más cuando escuchó que se quedaría con ellos un tiempo y que traía comida abundante. Eso si que le subía el ánimo. Sabía que no podía dirigirse a ella directamente así que se acercó por detrás a Lengua Negra y le susurró.

-¿Quieres que ayude a la Sargento con algo?