Partida Rol por web

La Compañía Negra: El Dios del Dolor.

Tribu de los Tres Castores.

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23/02/2012, 21:20
Rastrojo.

Rastrojo estaba nervioso. ¿Se habría equivocado al dar extremaución a todos esos niños? El tema de los espíritus lo llevaba bien, pero la política no era su fuerte. No quería que la cosa fuera a mayores porque unos cuantos Caimanes juzgaran como ofensivo las aspas de sangre pintadas en las frentes de sus enemigos muertos.

¿Cuando nos iremos de aquí? ¿A qué esperamos? Que sean los Caimanes los que apaguen el fuego. Eso les mantendría ocupados mientras la Compañía se retira aún solemne. Esto va a acabar muy mal... son los espíritus de los difuntos que vagan por el poblado susurrando malos pensamientos a los oídos de los vivos.

Pero los espíritus solo caminan por la noche. Lo que estaba viendo Rastrojo era el genuíno comportamiento humano.

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23/02/2012, 22:25
Pelagatos.

Las miradas de curiosidad, aunque yo sabía que en el fondo eran también de respeto y miedo, que nos habían dirigido a los Oscuros habían ido poco a poco desapareciendo para dar paso a una actitud de superioridad deplorable.

Los Caimanes Negros trataban con desprecio y hostilidad a todo el mundo, e incitaban a los soldados a pelearse por rapiñar el botín que el poblado de los Tres Castores ofrecía.

"¿Es posible de verdad ser tan patético?"

Los Caimanes estaban utilizando a sus mujeres a sabiendas que los soldados no alzarían con tanta facilidad el arma ante una mujer desarmada que ante un soldado armado, y mientras tanto el líder de los Caimanes se pavoneaba ante La Compañía con esa expresión de oler mierda constante.

"Si pudiese, le cortaba la cabeza."

Pero no podía, porque tenía que cumplir órdenes y porque el tembleque de mis manos seguramente haría que mi espada nunca cortase debidamente su objetivo. Así que me quedé dónde estaba, ignorando la ida y venida de soldados y Caimanes, ignorando el ajetreo entre los Hostigadores por la aparición de Lengua Negra y Mentiroso ("Oh sí, una nueva muestra de su gran capacidad de mando y demostración a que lo respeten, apareciendo en brazos de un soldado como una princesita dormida.").

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23/02/2012, 23:48
Los Caimanes Negros.

CAUDILLO IKTARI, LIDER DE LOS CAIMANES NEGROS:

Los chamanes Caimán amplifican la voz del Caudillo Iktari con su magia, de modo que se le escuche claramente en todo el poblado.

- "¡CAIMANES NEGROS! ¡HOMBRES DE LA COMPAÑIA! ¡ESCUCHADME TODOS, PUES YO, IKTARI DE LOS CAIMANES, ME DIRIJO AHORA A VOSOTROS!

LA NACION CASTOR HA SIDO POR FIN DESTRUIDA, TRAS CUATRO LARGOS AÑOS DE GUERRA. LA GRAN NACION CAIMAN SE ALZA ORGULLOSA Y VICTORIOSA EN SU LUGAR.

EN ESTE DIA, RECLAMAMOS ESTE POBLADO, ANTIGUA CAPITAL DE LOS TRES CASTORES, COMO LA NUEVA CAPITAL DE LOS CAIMANES NEGROS. ¡¡¡QUE NUESTRA GLORIA DURE PARA SIEMPRE!!!" -

El Caudillo Iktari calla un momento y cerca de seiscientas gargantas aúllan de júbilo, todos los Caimanes Negros presentes, mientras los mercenarios de la Compañía guardan silencio.

- "¡ESTE POBLADO, TODO LO QUE CONTIENE, SUS GENTES Y LAS TIERRAS QUE LO RODEAN HASTA DONDE ALCANZA LA VISTA! ¡TODO ELLO ES NUESTRO DESDE ESTE MOMENTO Y PARA SIEMPRE!" -

Nueva aclamación popular.

- "AGRADECEMOS A LA COMPAÑIA LOS SERVICIOS PRESTADOS DURANTE ESTOS CUATRO AÑOS DE GUERRA.

SERVICIOS QUE HAN COSTADO A LOS CAIMANES TODA LA PLATA Y TODO EL COBRE DE NUESTRAS SAGRADAS RUINAS ANCESTRALES. HASTA LA ULTIMA MONEDA, HASTA LA ULTIMA JOYA U OBJETO DE VALOR, TODO HA DESAPARECIDO EN LAS CODICIOSAS MANOS DE LOS FORASTEROS...

PERO DAMOS ESA RIQUEZA POR BIEN INVERTIDA.

¡EXTRANJEROS! QUEDAIS LIBERADOS DE VUESTRO CONTRATO, YA HABEIS CUMPLIDO VUESTRO PROPOSITO. PODEIS MARCHAR EN PAZ.

SALDREIS AHORA MISMO DEL POBLADO, AUNQUE PODEIS ACAMPAR EN LA LLANURA PARA ATENDER A VUESTROS HERIDOS, Y A VUESTROS MUERTOS. CELEBRAD VUESTROS RITOS EN PAZ.

Y PARA QUE NO SE DIGA QUE LOS CAIMANES NEGROS NO SON UN PUEBLO GENEROSO Y AGRADECIDO, OS LLEVAREMOS COMIDA Y AGUA EN ABUNDANCIA, PARA QUE PODAIS ABANDONAR EN BREVE, Y CON COMODIDAD Y LARGUEZA, EL TERRITORIO DE LA GRAN NACION CAIMAN. ASI LO HAREMOS, INCLUSO AUNQUE ELLO NOS SUPONGA PASAR HAMBRE Y SED.

HE DICHO." -

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24/02/2012, 00:06
Los Caimanes Negros.

- Se produce un tenso silencio en todo el poblado.

- Cerca de trescientos guerreros Caimanes Negros aguardan, frescos y preparados con sus armas listas y dispuestas para lanzarse al ataque contra la Compañía en cualquier momento si fuese necesario. De ellos la mitad son ya curtidos veteranos, mientras que la otra mitad son jovencitos, no muy diferentes a los treinta y dos a los que los Hostigadores dieron muerte hace pocas horas.

- Cerca de trescientos civiles Caimanes aguantan también la respiración, entre ellos la mitad son mujeres furiosas, dispuestas a luchar con fervor por lo que les falte en habilidad y experiencia.

- Ante ellos, la Compañía, que se encuentra aquí y ahora en número de ciento diez. Noventa hermanos juramentados, de los cuales veinticuatro están heridos; y veinte reclutas, de los cuales ocho están heridos (tres de ellos inconscientes).

- Nadie dice nada durante largos minutos.

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24/02/2012, 00:26
Dedos.

No tenía la oportunidad para “apropiarse” de lo que pudiera encontrar en el pueblo, pero lo cierto es que no quería estrenar su casi nueva posición como Soldado con un guantazo. Mejor permanecer como vigía, y así ver entrar con algo de orgullo a los Hermanos Juramentados.

A lo lejos vio como se acercaban en dirección a todas las puertas, esperando así controlar definitivamente el poblado desde todas las direcciones. Ante la proximidad de éstos abrió aún más las puertas y posó el arco en el suelo, manteniéndose firme ante el paso de los soldados.

“Seguro que se han llevado la peor parte”, se dijo al ver el cansancio y, en algunos casos, sangre en las ropas y armas.

Dio un leve respingo cuando Grito comenzó a hablar. Dedos no esperaba que nadie se parara a hablar con ella, pero estaba equivocada.

- Una buena planificación y los mejores guerreros… victoria segura –sonrió al soldado.

“Sabía que los Castores intentarían regresar al poblado, pero lo de Portaestandarte sí que funcionó. Ese hombre infunde miedo sin ni siquiera estar presente”, reconoció tanto el plan de usar al padre de Matagatos como la valía del mejor guerrero de La Compañía.

Más tarde se acercó Berrinche, y aunque sabía quién era no recordaba haber estado siquiera cerca de él.

- Se ha hecho lo que se debía, Señor –dijo sin demasiada importancia, omitiendo un encogimiento de hombros que no creyó oportuno. Sin más el cabo prosiguió su marcha de elogios.

Al poco se acercó el Cabo Lemur…

- No sé dónde está Lengua Negra, Señor –respondió inicialmente- Su segundo se encuentra en aquellas chozas ateniendo a los heridos… es Matagatos, Señor –terminó y señaló la dirección a seguir.

En parte disfrutó de la eficiencia de los Soldados, y esperó que en un futuro los Hostigadores fueran tan diligentes como ellos... “Pero primero hay que limar asperezas. Bueno, más bien lenguas afiladas, rencores, envidias, decisiones desafortunadas, ehm… jejejeje”, rió para sí.

Tiempo después sonaron tambores: eran los Caimanes Negros. Por la Puerta Oeste comenzó a entrar una marabunta de mujeres y, en su mayoría no combatientes. Era tal la situación y la mala disposición de esa gente que la empujaron hacia las puertas, de tal forma que tuvo que desistir y avanzar para no caer y ser pisoteada.

“¡Pero bueno! ¡Panda de salvajes!”, y con ese pensamiento tuvo que regresar hacia donde estaban sus compañeros. Era imposible permanecer en las puertas por más tiempo, pero eso no quitaba la obligación de informar.

Al llegar se encontró a los Hostigadores en formación, y cuando se dispuso a incorporarse se percató de los cuerpos inertes de Lengua Negra y Mentiroso cubiertos de sangre. “Éstos se han dado a base de bien”, creyó la joven mientras negaba con la cabeza.

Después de unirse a la formación presenció el resultado de la venganza. Los ancianos morían apaleados, los niños serían esclavos de por vida y las mujeres morirían tras ser violadas. A menos los que tenían más suerte, porque la rabia de los Caimanes era tremenda y cruel. “Que poco sé de la gente de La Sabana…”, reconoció que no estaba muy puesta del rencor entre ambas Tribus. Sin embargo, la situación se tornó casi hostil con la gente de La Compañía con respecto al pillaje,

“Menuda chusma”, evitó mostrar con su rostro que aquello la desagradaba, y eso que Dedos era bastante expresiva. “El dinero mueve ejércitos, y también les da derecho a despreciarlos. ¡Pch!”

Pero la situación se volvió más delicada hasta tal punto que el silencio era ahora dueño del poblado. La tensión era tan patente que muchos aferraban sus armas ante un posible enfrentamiento.

"Chusma y traidores. No se les puede dar la espalda, eso es evidente", guardó de no decir ni mu. "Más nos vale recordar éste momento".

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24/02/2012, 07:44
Matagatos.

Desde dentro de la choza no podía ver nada de lo que estaba sucediendo, aunque tenía bastante de lo que preocuparme allí como para pensar en desfiles triunfales. El trabajo ya estaba hecho y ahora seguramente los Caimanes Negros venían a reclamar la parte que les pertenecía.
Había visto entrar a un grupo numeroso por la puerta en la que Dedos estaba vigilando. Aunque realmente no era una sorpresa verlos allí, ya los habíamos avistado en varias ocasiones los días anteriores. Los niños, mujeres y ancianos que habían muerto durante nuestro ataque podían considerarse afortunados, no creía que los Caimanes Negros tuvieran pensado un futuro mejor para ellos. Era demasiado el odio que habían acumulado durante estos años y también el coste que habían tenido que pagar. Se rumoreaba que ya estaban escasos de dinero y que últimamente pagaban en mercancías y comida. Me imaginaba que en breve comenzarían las vejaciones, violaciones y castigos indiscriminados hacia los supervivientes.

Prefiero no verlo. Espero que Khadesa no salga de la otra choza.

Me aterraba pensar que pudiera presenciar alguna de aquellas cosas.
Un grito de Guepardo me saca de mis pensamientos. Corro hasta su camastro mientras pide ayuda desesperadamente. Con sus manos intenta deshacer los vendajes que cubren sus heridas.

-No lo toques, solo te estás haciendo daño.

Con firmeza le agarro las muñecas y le aparto las manos. No pone ninguna resistencia y ha dejado de gritar y agitarse.

Se ha desmayado por el dolor.

Compruebo el vendaje para asegurarme que sigue bien. Está todo mojado. Ha debido mearse encima y eso le ha producido tanto dolor que ha perdido el conocimiento.

Al menos eso funciona bien.

Cambio el vendaje de nuevo, pues con la orina las heridas se infectarían. Guepardo está sudando, tiene bastante fiebre, pero esa era una reacción normal en aquellos casos. Pongo un trapo húmedo sobre su frente para que le baje un poco la temperatura.
Seguirá teniendo fiebre durante un tiempo, pero irá bajando paulatinamente. Los dolores en la entrepierna todavía permanecerán durante más tiempo, hasta que todo termine de cicatrizar. Mientras compruebo su pulso me doy cuenta que en el exterior se ha producido un silencio poco normal para la situación. Me parece que alguien está hablando, pero no distingo ni quien es ni que dice.

Debe ser alguien importante, se ha quedado todo el mundo callado.

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24/02/2012, 10:26
Capitán.

CAPITAN:

- Desde donde están los Hostigadores formados, cerca de la Puerta Occidental del poblado, apenas se distingue lo que pasa en la plaza central.

- Algunos ven que el Capitán está hablando con el Caudillo Iktari de los Caimanes Negros, pero ahora que no están usando la magia para amplificar la voz, es imposible saber lo que están diciendo desde esta distancia.

- Tras un rato de deliberaciones, el Capitán hace una señal con el brazo a oficiales y Sargentos. Poco después se escucha una señal de trompetas, es la señal de ponerse en marcha.

- La Infantería es la primera en retirarse por la Puerta Oriental, la que está en el extremo del poblado opuesto a la posición actual de los Hostigadores. Exploradores y Arqueros son los siguientes en ponerse en movimiento. La Caballería, con el Estado Mayor y el cuadro de magos, les sigue después. Entre ellos se distingue con claridad el Estandarte de la Compañía, que Portaestandarte alza con orgullo y exhibe con desafío delante de todos los Caimanes Negros. Ninguno se atreve a responder al mudo desafío.

- Desde la plaza parte un solitario jinete hacia el lado Occidental, hacia la posición de los Hostigadores. Cuando se acerca veis que es el Analista.

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24/02/2012, 10:34
Analista.

ANALISTA:

El Analista llega hasta la posición de los Hostigadores a lomos de su fiel caballo de guerra.

Se detiene y da la orden en lenguaje Oscuro:

- "¡Hostigadores, nos vamos! Cargad en el carro a los heridos que no puedan caminar. Nos vamos de este maldito poblados.

Saldremos por esta puerta. Vamos a reunirnos con el resto de la Compañía en la llanura, a pocos kilómetros al Norte de Tres Castores." -

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24/02/2012, 11:38
Campaña.

Campaña permaneció impasible ante las palabras del caudillo de los Caimanes Negros. Como nunca le había visto antes, no tenía ni idea de quién era, sin embargo, tenía claro que no pertenecía a la Compañía y, por tanto, no merecía su atención. Los momentos de tensión se suavizaron en cuanto se dio la orden de marchar, la Compañía Negra había sido liberada de sus obligaciones, habían cumplido su misión y, según decía el caudillo de los Caimanes, habían recibido su justa recompensa.

- ¡Si, señor! - respondió Campaña a la orden del Analista, golpeándose el pecho con el puño cerrado.

Había que cargar a los heridos en el carro y Campaña quería marcharse de allí cuanto antes, de modo que entró en la choza de los heridos, donde se encontraba su primo Matagatos, dispuesto a llevar a sus compañeros al carro.

- Primo, hay que irse ya... A Campaña no le gusta este lugar y Analista dice que hay que irse - Campaña señaló a Guepardo, que permanecía inconsciente - Analista dice que hay que llevar los heridos en el carro, Campaña llevará a Guepardo.

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24/02/2012, 12:43
Sicofante.

Por fin- piensa. Después de las palabras del líder del Caudillo Iktari, la tensión entre soldados de los caimanes y la compañía se hizo evidente. Era previsible que la tribu nos echase de sus tierras cuando tuviera ocasión- eramos mercenarios al fin y al cabo- pero no se había esperado que ese mismo día- cuando somos necesarios nos alaban, pero cuando no se nos necesita se nos mira con desconfianza- esa era la vida del mercenario. 

Poco podían hacer salvo irse del campamento. Sicofante se baja del carro -no iba hacer falta defenderlo después de todo- y monta en su caballo. Solo se movería cuando el carro se pusiese en marcha. 

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24/02/2012, 12:50
Ponzoña.

- "Campaña, ayúdame a subir a Guepardo al carro, pero esta vez con delicadeza, no como con los niños. Piensa que está herido y le duele mucho. Luego subiremos a Lengua Negra y a Mentiroso. También a Uro y Peregrino si no pueden caminar.

Caracabra, Sicofante, flanquead el carro.

Rastrojo, conduce el carro.

Serpiente delante del carro.

Dedos, Ojopocho, R'Gaa, adelantáos para explorar el terreno.

El resto iremos en retaguardia, protegiendo a Loor, Attar y Jabalí." -

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24/02/2012, 12:56
Campaña.

- Claro, hermano - dijo Campaña y se acercó a Guepardo para cogerlo en brazos.

Tuvo mucho cuidado para no causarle a Guepardo ningún daño, puso sus piernas sobre el brazo derecho y con el izquierdo sujetó bien su espalda. Así habría llevado a cualquier otra persona, aunque no hubiera estado herida, sólo que como Ponzoña se lo había dicho puso especial cuidado y lo hizo despacio. En cualquier caso, teniendo en cuenta el estado de Guepardo, aunque le hubiera hecho daño no estaba en condiciones de quejarse.

- Primo, Guepardo huele a pis - dijo Campaña, olisqueando.- Campaña lo lleva al carro... Guepardo se ha meado...

Campaña arrugó la nariz y salió de la choza llevando a su compañero caído hasta el carro, donde lo dejó con suavidad.

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24/02/2012, 13:04
Ponzoña.

Ponzoña coge a Mentiroso, el antiguo Hombre de Arena pesa poco, y lo lleva al carro con cuidado.

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24/02/2012, 13:08
Matagatos.

Ante las órdenes dadas por el Capitán no quedaba otra que recoger todo e irnos. No sería lo mejor para los heridos pero no había otra opción.

-Llévalo con cuidado, los movimientos bruscos no le vienen bien. Digo cuando Campaña coge a Guepardo. Si primo, pero ya le he cambiado las vendas y ahora está limpio, lo que huele es la estera en la que estaba, será nuestro regalo para los Caimanes. Digo con cierta sorna, no me había gustado nada la situación que habían provocado ni tener que mover a los heridos.

Recojo a Lengua Negra y lo llevo hasta el carro colocándolo junto a Mentiroso y Guepardo. Después vuelvo de nuevo hasta la choza, todavía quedan Peregrino y Uro. Aunque pueden valerse por si mismos es mejor que les ayudemos. Ellos irán sentados en el carro también.

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24/02/2012, 13:31
Khadesa.

Con mucho cuidado y delicadeza la Quinta acaba de disponer lo que puede para el traslado de los heridos al carro. Y, por si acaso, recoge de las dos chozas todo lo que puede para seguir con las curas: telas, esteras, trapos, agua, lo que sea. Si alguna de las mujeres de los Caimanes le recrimina que lo haga, dirá que ella lo ha traído para improvisar un hospital de campaña en las chozas, y que es justo que se lo lleve.

Y, desde luego, no olvidará comida, armas, y cualquier cosa útil.

Notas de juego

Jefe, no estoy haciendo pillaje, sólo quiero lo útil. Pero si he de tirar, tiro.

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24/02/2012, 13:38
Matagatos.

En cuanto puedo ayudo a Khadesa con los heridos de la otra choza. No me gusta estar lejos de ella tal y como está la situación en el poblado y conmigo cerca dudo que alguno de los Caimanes Negros se acerque a molestarla. En general los hostigadores estamos haciendo un buen grupo y cubriéndonos bien las espaldas unos a otros mientras recogemos todo.

-Ahora irás en el pescante junto a Rastrojo. La parte de atrás estará muy llena así que yo vigilaré a los enfermos en el trayecto.

No podía olvidar que ella también estaba enferma y sería mejor que fuera más cómoda junto a Rastrojo que apretada y entre los heridos en la parte de atrás. Mientras paso junto a mi hermana le hago un gesto a Ponzoña para que continúe organizando a la gente como ha hecho hasta ahora.

- Mientras llegamos hazte tu cargo. Serpiente ayúdale.

El mago podía ser un buen consejero si se mostraba cooperativo.

Y vigilad nuestra retaguardia.

No quería que los Caimanes Negros tuvieran la sensación de que la retirada de la Compañía era una victoria para ellos y se envalentonaran lo suficiente para cometer una tontería. Y nosotros estábamos más rezagados que el resto y seríamos los primeros en sufrirlo.

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24/02/2012, 15:31
[RIP] Attar.

Attar salió de su estado alejado de la realidad al oir las órdenes. Estaba relativamente seguro de que Matagatos había dicho que esperaran a que les curara, pero ahora Analista había venido con otras órdenes, y había que cumplirlas. Asi que, con una cara que los que conocieran suficiente al guerrero podían interpretar como de pocos amigos, se aseguró de no dejarse nada y volvió con el carro, para salir de allí.

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24/02/2012, 15:41
Caracabra.

ehh, ya nos vamos. La orden, reconforta a Carracabra, un enfrentamiento así solo seria un suicidio.

Agarro de nuevo el escudo, y me coloco a uno de los flancos del carro. Solo por que nos aun pagado, piensan que les da derecho a humillarnos. Algún día lo pagaran esta afrenta. Pienso esto mientras trato de situar a todos mis compañeros, impidiendo que cualquier caiman se acerque al carro. Venga daos prisa, no quiero quedarme en este sucio pueblo. 

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24/02/2012, 16:48
Ojopocho.

Detrás del leopardo siempre aparecen los chacales - Comento con gracia y un tosco deje despectivo al ver los rostros conocidos de las mujeres caimán. Reconozco a muchas de ellas: Malik, esposa de Torrk; Mattut, esposa de Vorth; todas mujeres casadas, las jovencitas no debían tener siquiera el derecho de entrar a saquear. Ojopocho no entiende ni una palabra del analista, pero al ver a los hostigadores ponerse en marcha va con ellos

Ponzoña da unas órdenes y Ojopocho no se muestra tan sorprendido como realmente está, pero no esperaba que el Hiena fuera tan propenso a tomar el mando, sin duda será algo que comentar cuando Ojopocho llegue a la tienda de Grog.

Al pasar por su lado, el K'hlata da una palmada de camaradería a Ponzoña y pasa a largas zancadas echando a correr hacia adelante, pasando frente a los pelotones de infantería. Tal vez se encuentre con el pelotón de exploradores juramentados, él se avanzó del resto, al trote, como solía cuando marchaban solos, a reconocer el peligro antes de que este asomara en lontananza, a sentir la soledad y las pisadas de los hombres a mis espaldas, y escuchar el alarido de la tierra al paso de la compañía negra

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24/02/2012, 17:00
Serpiente.

¿El primero? ¿Delante del carro? ¿Qué pretendía Ponzoña con aquello? Daba igual, seguro que resultaba interesante ver los rostros de los arrogantes Caimanes viendo que era yo, un brujo oscuro, el que encabezaba la comitiva. Obviamente la mayoría, por no decir todos, desconocerían que era un mago, así que dudé si hacer algo para mostrárselo. Mis extraños ojos no servirían, la mayoría estaba demasiado lejos. Debía ser algo más “grande, algo que hiciese aflorar su recelo, incluso que despertase su miedo.

Reí.

- Ahora vas a estar a mi espalda, Rastrojo. ¿Debo preocuparme o vas a ser tan bueno como yo cuando estuve en tu lugar? ¿Nos damos la mano como buenos amigos?- Entonces llegó Matagatos y me pidió que ayudara a Ponzoña- ¿Ves? Desde que se la di a él no podemos estar más unidos.

Tras escuchar lo que me quería responder, si es que quería responder algo, me acerqué a Ponzoña.

- Las bestias se alejan del fuego del mismo modo que los vivos de los muertos. Si no quieres problemas sienta un cadáver junto a Rastrojo y déjame el resto a mí. Nadie se acercará, te lo aseguro.