Partida Rol por web

Turno 2

Y comienza la reyerta... -Pienso según dejo volar un par de flechas. Ambas impactan en un de los guardias que cae abatido de rodillas. No siento lástima por ellos, nos están atacando a sabiendas de que tiene un ghoul como lider y con el valor de enfrentarse a un demonio. Siente lastima por el legítimo capitán de ver morir a sus hombres, en la medida de lo posible trataría de no matarlos, o no ser extremadamente letal pero no se sí el Agatosh tendría los mismos miramientos.

Turno 3

Sigo disparando solo con la esperanza de que el ghoul aparezca, está vez le decapitará y quemará el cuerpo. 

Turno 4 y 5

Aguardo con el arco a que ese cabronazo baje con dos flechas que llevan su nombre pero no se digna a asomarse. Por otro lado se estaba poniendo oscuro a un nivel que ni la semielfa o el resto podrían ver, para mi eso era jugar como jugar en casa pero ahora mismo tenía que jugar en equipo. Me abruma la idea de que los demás no puedan seguir trabajando en condiciones y el ritual se rompa o algo peor. Recurro a una lengua áspera que no disfruto para nada emplear para realizar un sencillo hechizo - Chath d'qunnessaa uuthli -Invoco una luz de color azulado aturquesado que envuelve al archimago, mas concretamente sus ropas, eso debería bastar para que el trabajo prosiga.

Turno  6

Quizá sea ese gesto de ayudar que un terrible golpe de algo metálico me da en la cabeza, una onda de color y otra de calor recorren desde el punto de impacto hasta la punta de los dedos de los pies. Replico con un codazo pero le doy al aire, solo hay pared y barrotes. Empiezo a notar que la cabeza está húmeda.

¿Por detras? Que perro... o se ha hecho invisible o puede abrir planos... Guardo mi arco, desenfundo mis sables y me pongo de espaldas a Agatosh. -Marcus, en circulo, como en una emboscada. 

Turno 7 

Ese desgraciado juega sucio... en otras circunstancias lo habría querido en mi equipo. Piensa después de haberle hecho dos cortes con sus cimitarras, pero insuficientes. Antes de que volviese a atacar tenia tiempo para analizar que tipo de ataque era el que hacía ese bastardo. Se materializaba para atacar y volvía a desaparecer, no era invisibilidad por que le oiría o le olería.

Estoy preocupado por Aerin y más aún por el ratón que quizá esté muerto pero no puedo hacer mucho por ellos salvo matar a ese ghoul. Hago lo que se llama una meditación de combate para sacar provecho al entorno o mas bien, ser mas consciente de todo cuanto me rodea. Escaleras, pasos, nada... luces apagadas, desde atrás, maza, oscuridad... intangible... Hijo de puta.

-Se fusiona con la oscuridad, se trasforma en sombra y puede aparecer en cualquier sitio no iluminado, de ahí que apagase las velas. ¡Necesitamos luz!

De nada nos sirve luchar en circulo en ese lugar, no podemos proteger a los magos así que corro a por el Mhum, lo guardo en un bolsillo y corro a defender a Aerin y el resto.

Cuando Agatosh posó sus gruesas manos sobre el portón, Mhun dejó de concentrarse en el conjuro, permitiendo entonces que el fortachon sintiera los golpes de los guardias contra la puerta. La fuerza de cada impacto era abismal, provocando que este tuviera que apoyar todo su peso contra la superficie de madera. Sin perder un solo segundo, el familiar del archimago correteó por la escalera hasta llegar a la celda, la cual estaba cerrada. Confundido miró a su alrededor sin comprender porque estaba en ese estado. Mientras tanto Marcus imitó el acto tomado por el elfo oscuro y abandonó la forma del roedor, para convertirse en un hombre fuerte y elegante. Tras realizar una floritura con su estoque, se colocó en una postura de duelo esperando al enemigo.

De manera general todos esperaban que la puerta aguantara y pudieran marcharse de allí sin derramamiento de sangre; sin embargo la parte más primitiva de algunos gritaba eufórico ante el inminente combate. Otro embate sacudió la puerta, provocando de nuevo que la madera crujiera. En aquella ocasión, no obstante, Agatosh estaba preparado y apenas sintió nada; sin embargo el siguiente embate fue tal que le hizo retroceder un paso hacia atrás, causando que este cayera por las escaleras. Mientras caía sintió como los peldaños se clavaban en sus costillas, nada grave; sin embargo en algún punto del descenso el sonido del vidrio al quebrarse dejó claro el estado de su extracto. Cuando su caída se detuvo, en un gesto involuntario miró su cola, la cual estaba húmeda y con algunos cristales clavados. 

Aprovechando el momento los guardias comenzaron a bajar corriendo dispuestos apuñalar al ser de aspecto demoníaco. El miedo se reflejaba en sus rostros, algo que sin duda les impulsaba a luchar con más ahínco contra su enemigo. El primer atacante fue detenido por dos saetas disparadas por Abelgos, las cuales perforaron el abdomen de su rival. El segundo atacante realizó un tajo en diagonal que impactó en el pecho del  alquimista, mientras este comenzaba a levantarse. Sin perder un solo segundo el bárbaro atacó en una perfecta sinfonía de golpes con cada parte dañina de su cuerpo. El resultado fueron dos guardias bañados en sangre que cayeron con suerte inconscientes, aunque lo más probable es que ya estuvieran muertos antes de tocar el suelo. Los siguientes guardias fueron interceptados por dos saetas disparadas por parte del elfo oscuro. Estos al verse heridos frente a un ser infernal cubierto por un manto carmesí retrocedieron completamente aterrados. 

—Es imposible bajarlas señor— pronunció entre jadeos uno de los soldados. 

—¡Panda de inútiles! —grito el nuevo capitán con desprecio—. ¡Apartaros! Ya me encargo yo. 

Durante los siguientes segundos todos los presentes esperaron el sonido de los peldaños de la escalera a ser pisados, pero tan solo oyeron cómo los guardias se alejaban y la puerta era cerrada. A pesar de eso fueron pacientes, pero nadie bajó por la escalinata. Sin nada que hacer Agatosh aprovechó aquellos segundos de "tranquilidad" para tomarse dos extractos alquímicos que modificaron aún más su cuerpo. De imprevisto todas las velas del lugar se apagaron y el aire del lugar se enrareció. 

—Chath d´qunnessaa uuthli— gritó el pícaro en la lengua drow. 

De sus manos emergieron unas llamas purpuras de carácter inofensivo que se posaron sobre el archimago. Gracias a eso Aerin y Caidus pudieron seguir con su tarea sin ninguna complicación. Instantes después Abelgos y Agatosh sintieron como el aire a sus espaldas se distorsionaba, aunque el fata reacciono demasiado tarde. Un maza de acero golpeó su espalda antes de que pudiera hacer nada. Al darse la vuelta solo vieron oscuridad.

—Marcus, en círculo, como en una emboscada— ordenó el elfo oscuro mirando a su alrededor con cierto nerviosismo.

Mhun y Marcus obedecieron colocándose poco después junto a los aspirantes, formando así un círculo defensivo. Ante aquel movimiento estratégico su enemigo tomó una decisión lógica y ladina: Atacar a sus otros compañeros. Ambos ritualistas no lo vieron venir, tan solo un golpe sordo y el dolor reflejado en el rostro de Aerin les indicaba lo que acababa de ocurrir. 

El capitán, aprovechando aquella situación atacó la formación defensiva. Ninguno de los presentes sintió como la presión del aire de su alrededor cambió antes de que el familiar del archimago fuera golpeado. Ninguno excepto el explorador, el cual giró en redondo en el preciso instante en el que las sombras se abrían como si de un portal se tratase. De este apareció una maza de gran tamaño que golpeó con fuerza el diminuto cuerpo del roedor que salió disparado contra la pared más cercana. No volvió a levantarse. 

Abelgos aprovechó aquella oportunidad. Con una sonrisa en sus labios lanzó dos estocadas con sus cimitarras, aplicando todo su peso en el impacto. La sangre manchó el filo de sus espadas instantes antes de que el portal se cerrara y se fusionara de nuevo con las sombras. Tras esto corrió hacia el roedor y con cierta dulzura tomó su pequeño cuerpo y los guardó en uno de sus bolsillos. 

—Se fusiona con la oscuridad, se transforma en sombra y puede aparecer en cualquier sitio no iluminado, de ahí que apagases las velas. ¡Necesitamos luz!— dijo el fata de piel oscura tras unos segundos de reflexión. 

Mientras tanto Agatosh, cansado de errar en sus ataques bebió el extracto que convertía las partículas de su cuerpo en inocuas para las distintas longitudes de onda. Ninguna parte de su cuerpo absorbería ni repelería ninguna de las energías, convirtiéndole en una entidad invisible. Aquella ventaja, unida a la reciente herida del capitán, permitía al aspirante demoníaco localizarlo mejor. 

Por otra parte Caidus pensó en iluminar la lámpara de la sala con una potente luz; sin embargo al ver como su compañera sacaba la varita de cedro para curar la brecha de su cabeza decidió esperar y estabilizar el ritual. Una vez la herida cerró por segunda intención, es decir de fuera hacia dentro, y dejó de sangrar la bruja de las brumas tomó de nuevo las riendas del proceso arcano. Gracias a ello el elfo de finos modales recobró su forma humana y corrió hacia el centro de la sala dispuesto a realizar su plan. 

—Adiós a la rata molesta— dijo el capitán con una voz lejana y reverberante—. ¿Quién será el siguiente?

La posición de Marcus era precisa y equilibrada; sin embargo la oscuridad jugaba en contra del espadachín, el cual giraba sobre sí mismo tratando de no dejar ningún punto débil abierto. De nada sirvieron sus esfuerzos pues el primer lo desarmo y el siguiente lo tiró al suelo con el pómulo y la mandíbula parcialmente fracturada. A pesar de ello tomó de nuevo su espada y con gran dificultad volvió a tomar su posición defensiva. 

Abelgos conocía el sadismo de aquel sujeto que se hacía llamar capitán de la guardia de la ciudad. Su cuerpo aún recordaba la brutal paliza propinada por aquel tipejo. Gracias a ello y sus afilados sentidos, supo que atacaría de nuevo a Marcus. Sin duda no se contentaría con golpearlo una sola vez. Cuando apareció por segunda vez el elfo oscuro saltó realizando una estocada profunda que provocó un grito de dolor cuando impactó en el costado de su enemigo. 

Instantes después la luz creada por Caidus replegó la oscuridad hasta quedarse en simples sombras.  En aquel momento vieron al capitán con la piel de color ceniza rodeado por nubes de oscuridad. Este les sonrió mientras jugueteaba con la maza, haciéndola girar en el aire para caer en su mano. No debió bajar la guardia, pues en aquel momento Agatosh surgió de la nada golpeándolo repetidas veces antes de que este pudiera reaccionar.  Primero atravesó su pecho con su cornamenta, levantándolo por los aires con gran agresividad. Después clavó sus garras en sus costados y tiró con fuerza hacia abajo, destripándolo en el proceso. El ser infernal llevado por la ira y la sed de sangre tomó al capitán que aún se aferraba a la vida y mordió su garganta, arrancando su nuez para posteriormente esculpirla al suelo.

De nuevo el enemigo había caído.

Fin del combate

Tras invocar la luz, Caidus contempló con disgusto cómo necesariamente descuartizaban al ghoul.

—Quemadlo. Apesta a nigromancia—dijo escuetamente. No quería ningún renacer nuevo.

Entonces se volvió con Aerin y el archimago.

—Archimago. Dentro de poco saldremos, si no hay más sorpresas desagradables. Mientras continuamos con el ritual, podría explicarnos qué le ha pasado, qué sabe de Shandal y ese vampiro, Belon o alguien bajo su protección y, especialmente, si será capaz de realizar algún conjuro cuando consigamos liberarle de esta atadura mágica.

A continuación, con la atención que requería el momento, retomó su lugar en el ritual. Antes o después lo acabarían.

La sangre corría por sus rostro, goteaba de sus garras, se confundía con su piel rojiza. Parecía salido de los mismos planos inferiores, tras desatar un infierno. El capitán había muerto por segunda vez, pero él seguía sintiendo rabia, aún no estaba satisfecho. Eso si, no volvería a levantarse de nuevo, de eso estaba seguro; cuando acabara con él, no habría nada que resucitar.

Puso un pesado pie sobre la espalda del muerto y le agarró con las zarpas de dos sitios distintos: cuello y cabellera. Después, comenzó a tirar, tensando los músculos, hasta que el horrible crujido del hueso astillado precedió al desgarro de los tendones y la carne. Con un movimiento brutal, le arrancó la cabeza.

—Esto me lo quedo de momento, haré que los soldados no se atrevan a acercarse. Recoged lo que lleve, cuando acabe el ritual quemaremos el cuerpo en el horno de incineración. ¿Dónde está? —preguntó a Marcus, que aunque maltrecho, se tenía aún en pie.

Y se hizo la luz al otro lado del pasillo. Me congratulo al ver que estaba en lo correcto y tengo frente a mí a aquel estúpido sonriendo y confiado maza en mano, no parece ser consciente de lo que viene a continuación.

-Tres, dos, un... No me da tiempo a terminar cuando la sangre salpica como cuando embiste un toro. Agatosh lo aupa y el salvaje desmembramiento es hipnótico, no puedo dejar de mirar. A mi juicio esto es mejor que el degollamiento mientras duerme, una justa muerte para tan cruel canalla. Pero aunque derrotado, también ha demostrado ser un digno oponente que en un duelo individual quizá ninguno hubiese podido ganar y si esto era solo un esbirro, me produce pavor pensar en el vampiro.

Solo lamento no poder reclamar su cabeza como trofeo cuando Agatosh se me adelanta y una mueca de decepción se dibuja en mi rostro. Pasando entre la casquería y el gran charco de sangre voy a hasta Aerin y Caidus con el Mhun en mis manos y lo dejo a los pies del archimago, que ellos hagan lo que consideren.

Vuelvo al desastre monumental que antes era un cuerpo humano y lo registro, la maza se podría vender pero no me interesa aparte de que igual lleva un embrujo, busco su faltriquera o cualquier otra cosa que puede ser de utilidad e interés.

Me concentro en el ritual cuando me salpica la sangre de nuevo. El cadáver del guardia yace no muy lejos - Cuidado, la sangre demoniaca cambia las propiedades rituales. Agatosh, ¿te han dicho que estás más mono así? Bueno, a lo mejor ahora hasta nos declaran impíos jeje. Te diría que te busques un disfraz nuevo en no mucho o vamos a ser una estela en la noche... aún siendo de día. Que por mí como si tienes dos cabezas, estoy acostumbrada a los sapos que huelen a excremento.

Soy la única ratona. Vaya, que sorpresa. Pero esta forma tiene sus ventajas, sin el capitán los carteles pueden tardar en distribuirse, según tardemos en apresar a Shandal.

- Vamos a acabar este ritual de una vez.

Se movía lo más rápida y silenciosa que era capaz, consciente de que sólo necesitaría no ser detectada el tiempo suficiente como para hacer su ataque por sorpresa; después... Tendría que poner su fe en la protección de Iomidae y confiar en que el resto de Vigilantes la permitieran salir airosa del aprieto.

Llegados a aquel punto, no es que le quedaran demasiadas alternativas al respecto. La fatiga acumulada en su mente por el combate anterior y todo lo que le había seguido limitaban aún más sus opciones. Si la pelea se alargaba, estaría en desventaja.

Así pues, de nuevo, puso mucho de ella misma en el golpe atacando al gnomo; era combate contra No-Muertos 101: "mata al nigromante". Volvió a cargar su arma como Azote utilizando el poder concedido por su diosa, y se arrojó a la batalla con furia, utilizando el "peso" de su mente detrás de su arma. 

Había aprovechado su conjuro de invisibilidad para que aquel gnomo estuviera al alcance de su pelo, pero asegurándose también de que este quedase entre ella y aquel enorme engendro. La prioridad era el nigromante, era el objetivo de su misión y además, si aquella cosa era algún tipo de constructo como pensaban, sus ataques serían mucho menos efectivos contra él.

Justo en el momento en que la joven Alya se lanzaba contra el gnomo ella lanzo sus cabellos contra el nigromante intentado apresarle y constreñir su cuerpo.

Viendo que Alya y Cylina se posicionaron para atacar al gnomo, Vicnan cargó con su cimitarra contra la aberración.

- Dulce Sarenrae, que tu justicia traiga luz a los condenados - rezó.

Sin dudarlo, Ildyra imbuyó el poder sagrado de Shantia en su arma, añadiendo además una explosión de energía positiva y cargó hacia el monstruoso no-muerto y clavó profundamente su cuchillo estrella en el monstruo, mucho más de lo que debería hacer un arma tan pequeña.

Con un tirón sacó su arma de aquel ser y le provocó.

Vamos grandullón.

Aerin y Caidus pusieron toda su atención en el desarrollo del ritual, el cual poco después comenzó a vibrar con una energía mística. El cambio de polaridad en la circulación de quinta esencia debía estar funcionando pues la respiración del archimago era cada vez más profunda. 

Mientras tanto, Abelgos aprovechó para registrar el cuerpo de su enemigo. Tras una rápida y eficaz búsqueda encontró un pequeño vial vacío, aunque en él aún podía percibirse resquicios de un líquido carmesí. Dado que el elfo oscuro no era un estudioso de la alquimia decidió pasarle el frasco de vidrio a Agatosh. 

Por otra parte Marcus se acercó a los dos soldados de la escalera y se acuclilló junto a ellos. Tras tomar el pulso a ambos guardias, el antiguo capitán corrió escaleras abajo. Minutos después aparecieron dos guardias con una camilla de tela y cargaban en ella a uno de los guardias. Durante el proceso miraron con una mezcla de odio y miedo al ser infernal. 

—Sin duda él se lo merecía— dijo el espadachín con voz firme mientras señalaba al ghoul—, pero no el guardia al que has matado. Era un inocente que solo cumplía con lo que creía era correcto, con lo que le habían ordenado. Ahora su familia, su mujer e hija lloraran su pérdida.

» Cuando todo esto acabe informare a la Hermandad de lo sucedido— declaró finalmente mientras observaba con tristeza el cuerpo de su compañero.

En aquel momento el círculo arcano absorbió finalmente el encantamiento, brillando con intensidad durante unos segundos antes de apagarse. Poco después Nalen´Dag abrió los ojos y los observó largo y tendido. Sin lugar a dudas estaba confuso.

Los cabellos de Cylina aferraron con fuerza al extasiado gnomo. Cuando este sintió la férrea presa de la bruja fue demasiado tarde, pues el golpe de Alya fue demoledor. Su hoja cayó de manera vertical cortando su cabeza en dos con gran facilidad hasta detener su movimiento más allá del esternón. El nigromante había sido destruido. 

Por otra parte Ildyra y Vicnan cargaron contra la aberración de gran tamaño. El filo de sus armas se clavaron en gran profundidad en la caja torácica del ser, el cual no emitió ningún lamento ni realizó ningún movimiento. Confundidos sacaron sus armas y observaron durante unos instantes, pero la criatura seguía sin moverse.  

Por otra parte el no muerto recién creado se abalanzó contra la hermosa paladina. Está lejos de alterarse bailó a su alrededor, fluyendo como el agua. Evitar su ataque y golpear en la sien fue fácil. Los movimientos torpes de una criatura nigromántica no podían equipararse con los de una devota de Shantia. 

Mientras tanto el centinela piadoso, Vicnan, contempló la criatura que seguía sin realizar ningún movimiento. Observó las cicatrices de su cuerpo que formaban intrincados símbolos arcanos y nigrománticos. Poco después comprendió lo que pasaba. Aquel ser era una variante no muerta de los llamados constructor arcanos. Era un ser sin conciencia, una marioneta que obedecía los designios de su amo. Sin duda habría sido un enemigo formidable sino lo hubieran derrotado con rapidez al gnomo.

Termino los cánticos. Que ridícula suena mi voz siendo rata... pero es que una vez me destransforme no podré dar marcha atrás, y que no puedan afirmar que he sido yo es una ventaja. 

- Bueno, maese archimago, ¿qué tal la siesta? Porque los tatuajes mágicos...  estaban muy bien hechos, si señor. Nada que no pudiese deshacer, sin embargo. Apuesto a que su discípulo Shandal se reía mucho tras traicionarle diciendo que usted era el malo. Deberíamos de irnos rápido, ¿sabe? No quiero más monstruos cerca sin ser yo la que decide el terreno. Y nada de quejarse de que tiene reuma, me he quedado afónica de poner voz de pito.

Me ha salido muy irreverente, pero empiezo a estar hasta los mismísimos de esta situación. Y una cosa si que han hecho bien en decirles a mis compañeros: acostumbran demasiado a matar. Es natural e igual yo haría lo mismo, pero el que un demonio salve a un "brujo" malvado no es buena prensa. Lo único bueno es que dentro de poco puedo dejar de fingir y pasar a la parte de la intimidación. ¿No querían que jugase a ser mala? Pues el tal Shandal va a saber lo que es que te parasiten desde dentro o lo que es comer ácido.

Fijate que estoy tan acostumbrado a llevarme el desagradecimiento de la gente que cuando culpan a Agatosh me pongo celoso y  la sangre me hierve mas que si me hubiesen atado a mi, eso añadido que están atacando a un compañero y que aún tengo euforia de combate hace que hable con bastante agresividad y veneno.

-Bastaba con un gracias Marcus, por haberte ayudado con el numero mínimo de bajas e intentarlo hasta el último momento. -Señalo a los que aún viven- Pero si el pesar te abruma,  ve a consolar a la viuda por las noches y adopta a su hijo. 

Morirán más inocentes mientras hacemos tu trabajo de preservar el orden en esta ciudad y nos encargamos de esto, hazte a la idea.  Y si vuelvo a oir un remilgo más entiendo que decides prescindir de nuestra ayuda y que esta ciudad no merece ser salvada. Está claro que un vampiro gobernado la ciudad es mucho menos malo que nosotros.

-Escupo al suelo, espadas aún en mano y espero a que podamos salir de aquí

Ritual acabado, por fin. Siguiente paso.

No se había levantado aún cuando escuchó las quejas del Capitán. Pero poco caso les hizo Caidus, quien opinaba algo parecido a Abelgos.

—No es tiempo de discutir. Hay que salir cuanto antes. Capitán, si ha recuperado el control de su guardia la mejor forma de salir de aquí es que nosotros nos cubramos para no ser reconocidos y salir por la puerta. Con sus hombres actuando con normalidad no debería haber problemas hasta llegar a otro sitio desde donde pensar el siguiente movimiento y ayudar al Archimago a recuperarse. Como sea, debemos actuar rápido, pues estoy convencido de que el vampiro ya sabrá que algo no va bien con su ghoul muerto.

Agatosh, mostrando su verdadera forma, no se sentía cómodo del todo con tanto público. Sin embargo, no quería mostrarse abiertamente, pues no quería que, tras eso, le persiguieran también con su aspecto humano. No dudaba de que había hecho bien, pero la gente era reconrosa; Marcus, además, demostró que no pensaba igual. Sus palabras, aunque no deberían —tendría que haberse limitado a ignorar aquella estupidez—, le molestaron. Y no fue al único.

—No sabía que ellos pretendían dejarme inconsciente y tratarme luego con cuidado —gruñó, tras escuchar a Abelgos y no hacer caso a la petición de paz de Caidus—. Tampoco sabía que tenían tan poca perspectiva como para obedecer a un monstruo —añadió, tirando la cabeza, que rodó a los pies del antiguo capitán, que parecía haber recuperado el control—. Suficiente me he contenido. Así que si, explica a la Hermandad todo lo ocurrido. Pero antes, al no ser que pretendas lidiar tú con el vampiro, más vale que te hagas a un lado hasta que hayamos acabado. Y mantén a los soldados lejos. —Se giró arrogante, dando la espalda al oficial, y retrocedió hasta tener a la vista al archimago—. ¿Está ya? El elfo tiene razón, deberíamos irnos.

Chisto al comentario conciliador del elfo puro, pero por que sé que tiene razón.

Me percato de que el archimago ha sido liberado y lentamente se va recuperando, asi que guardo mis sables dobles en su fundas y preparo mi arco con una flecha a media tensar. Es mi paranoia la que me guía en estos momentos y sospecho de que pueda haber alguna sorpresa final.

¿Alguien va a revisar al familiar? Pregunto a Aerin y a Caidus y señala al ratón que yace laxo a los pies del archimago. -Ni siquiera se si respira.

Por intentar acortar el tiempo ahí perdido, Caidus cogió al familiar de Nalen'Dag y, con mirada urgente, miró al resto:

—Será mejor que alguien con los conocimientos adecuados lo observe, pero insisto en que ahora no es el mejor momento. Quién sabe si nos están preparando una sorpresa, o están alentando una turba en contra nuestra. Tan solo podemos huir por un lugar que sepa. ¿O hay otra manera?

Marcus Dember observó al grupo con furia contenida. Sin duda esperaba que sus palabras fueran a mermar la voluntad de los presentes y hacerlos reflexionar sobre sus actos, pero no fue el caso. En el momento en que fue hablar Nalen´Dag levantó la mano haciéndole callar al momento. 

—Una labor bien elaborada me temo. Pocas personas habrían sido capaces de hacerlo sin activar el hechizo contingente. Os felicito— alabo el archimago con voz cansada—. Sé que tenéis ganas de cerrar todo este asunto, pero considero que hemos perdido esta partida. La muerte de aquel guardia y este acto de violencia no hará sino fortalecer la versión otorgada por el enemigo. 

» Si continuamos con esto el renombre de la Hermandad se verá más resentido, pudiendo provocar un enfrentamiento político e incluso militar entre los nobles locales y los Vigilantes— continuó explicando, parando en algunos momentos para tomar aliento—. Mi recomendación es que abandonemos y regresemos a vuestro campamento. Shandal es demasiado poderoso para vosotros y en mi estado me veo incapaz de enfrentarlo. Sin contar que da igual que derrotéis al artífice de todo esto, Marcus y yo seremos personas non gratas.    

Después de aquellas palabras extendió su mano hacia Mhun y lo tocó ligeramente. Instantes después esta comenzó a emitir un resplandor de luz cálida, la cual se extendió por el cuerpo del familiar. Poco después la cola del roedor se movió ligeramente, pero continuo inconsciente.