Partida Rol por web

Agudizo el oido, para tratar de escuchar algún posible amenza. Ante la imposibilidad de realizar cualquier movimiento brusco en el angosto espacio que quedaba en la armería, giro con el lanzallamas la esquina de la puerta manteniendo el cuerpo a cubierto dentro de la estancia y asomando la cabeza protegida por el enorme casco mirando a ambos lados, primero hacia el sur y luego hacia el norte.

- Yo cubro la posición! pero primero necesitaré detectar la presencia camuflada.

- Sí. Debemos avanzar. - Aprovechó para comprobar el CA-10 adicional y extraer del mismo toda la munición que pudiese contener, pues era muy escasa la que tenía. - Tengo un tiempo precioso que recuperar y ni este cabrón, sea quien sea, ni los zerg lo van a impedir. - Murmuró, mas para sí que otra cosa, pero aún así audible en tan reducido espacio. - Me adelantaré, invisible, intentando descubrir al agresor. Unos segundos después avanzad vosotros con Nexus al frente por si hay que "desinfectar" el pasillo. Si os ataca, en caso de que continúe invisible, el disparó me dará mas información de su posición... Y en último caso las llamas de Nexus, en un espacio tan reducido, acabarán con él.

Entras en acción, dispuesta y atenta. Al activar tu sistema de camuflaje sientes un poderoso vahído. Es transitorio y recuperas la vista rápidamente, pero te encuentras expuesta, rodilla en tierra y sumamente cansada. La energía acumulada en tu traje es mínima debida a la onda EMP, pero eres lo bastante poderosa como para alimentar tu camuflaje el breve periodo en que pretendes cazar a vuestro agresor.

La fantasma es una mujer de acción, y tan pronto os comunica su plan actúa. Tras obtener un nuevo cargador del solitario canister del armero, se desliza entre Jonas y Nexus congracilidad. Amartillando su propio rifle, abandona la cobertura del pequeño armero haciendo una seña con dos dedos al firebat indicándole por donde irá y donde debe cubrirla. Tras un paso, su armadura chisporrotea brevemente y su múltiples zonas de su figura se vuelven translúcidas para volver a recuperar su densidad al tiempo que otras distintas siguen el mismo proceso. Acto seguido pierde pie y cae a plomo rodilla tierra, evitando con su mano extendida caer al suelo. Algo ha fallado.

- Qué demonios ? Estás bien Uriel ?

Le pregunto mientras no dejo de apuntar con mi rifle Gauss hacia el lugar de donde vino instantes antes.

- No veo nada, así que será mejor que salgamos cagando leches.

Mierda! Mierda!

- Estoy - Tosió y sacudió la cabeza, levantándose con un ligero temblor. - Esa maldita granda EMP, ha descargado por completo el reactor de mi traje y no puedo acceder al sistema de camuflaje... Ha vaciado por completo mi reserva psiónica. - Se colocó tras Connor lista para avanzar de nuevo. - Es tiempo lo único que necesito, tiempo para acumular el poder necesario.

Coloca de nuevo la máscara de fantasma sobre su rostro; ya había mostrado demasiado, de nuevo, dejándose arrastrar por su debilidad.

- Sí, salgamos.

- No te preocupes por el camuflaje, aguantaremos hasta que se te recargue. Mientras, intentemos salir de aquí.

Me dirijo hacia la esquina superior (del mapa) y echo una rápida y furtiva ojeada para darme cuenta de que por ahí atravesaríamos el laboratorio y la enfermería. Vuelvo la mirada hacia mis compañeros, solo Uriel parece herida, pero no se trata de nada grave y se recupera por sí misma, por lo que vuelvo con ellos y sugiero ir por el sur.

- Si queremos alcanzar los barracones será mejor ir por aquí. - digo señalando la oscuridad del fondo del pasillo - Así no daremos tanta vuelta. Venga, vamos vamos vamos !!!

Hago un gesto con el brazo y encabezo la marcha, dispuesto a acribillar a cualquier hijo de perra que se interponga en nuestro camino.

Tras el férreo entrenamiento militar que había seguido durante años, estaba acostumbrado a seguir ódenes y la voz de mando que dió Connor era lo que me hacía falta para ponerme en marcha. Al oir sus palabras, como un resorte echo el pie para salir de la estrecha armeria. Consciente de los peligros de aquella misión después de haber visto las más que magulladuras de la fantasma decido mantener la boca cerrada para evitar enviar cualquier señal de alerta al misterioso agresor.

Un vez fuera de aquél zulo inspiro profundamente llenando los pulmones con todo el aire que dentro no había podido coger. Aquél gesto me dió el coraje necesario para continuar, sacando pecho y cubriéndolo con mis dos poderosos lanzallamas en alto, pasillo abajo en dirección hacia el sur.

Apenas termina Connor de hablar y se gira alzando el rifle marcialmente cuando varios disparos silban discretamente por el pasillo con ruido sordo. Uriel trastabilla hacia atrás al recibir varios impactos que golpean su peto de forma ascendente soltando chispazos. El último arranca un trozo de la recién colocada máscara, e hilillos de sangre resbalan por el arañazo en su mejilla.

Sorprendida por el nuevo y repentino ataque, exhalas aire aliviada por haberte vuelto a colocar la cara que ahora podrías tener destrozada de no haber tomado la precaución de volver a ponerte las máscara blindada.

Aturdida, lo único que puedes determinar es que por suerte para ti se trata de una pistola y no un rifle lo que te dispara desde la intersección. ¿Estará tu oponente quedándose sin munición?

El repentino ataque resulta inevitable, y contemplas desde una posición privilegiada cómo Uriel recibe los disparos.

Reaccionas militarmente, como el veterano que eres, girándote con el arma dispuesta para disparar desde la cadera. Ese hijo de puta ha disparado con silenciador, pero prácticamente desde tu posición, así que no andará lejos.

Me detengo casi de manera automatizada en cuanto escucho los disparos a mi alrededor. No sé de donde vienen, pero veo cómo impactan en la ya debilitada operativo fantasma.

Tras unos primeros segundos todo queda en silencio. Oteo mi alrededor moviendo únicamente los ojos. Mi arma permanece en posición de ataque desde mi cintura, dispuesta para ser utilizada en cuanto localizara mi objetivo. Sin embargo, no hay éxito en mi búsqueda, y maldigo en una mueca de feroz disgusto.

- Así que quieres machacarnos. Maldito cerdo... ¿Estás bien nena, puedes seguir? -

Le pregunto a Uriel mientras retrocedo unos pasos hacia el sur, sin dejar de prestar atención a mi entorno.

Parece detenerse el tiempo para Uriel mientras pasa dos dedos por el fino rastro de sangre en su rostro. Frota los dedos con suavidad, como embelesada por su propia sangre.

- Hay errores que se cobran la vida... y tú, ya estás muerto. - Murmura al vacío del pasillo mientras sus manos alzan el rifle canister, como acariciándolo, hasta apoyar la culata en el hombro. - Lo estoy, Connor. Nada ni nadie puede cambiarlo ahora.

Una sonrisa de felicidad nace en sus labios y, de nuevo, es una suerte que lleve puesta la máscara evitando así que sus compañeros la vean.

Al oir los disparo alzo el lanzallamas preparado para escupir una nuble de plasma, pero me lo pienso mejor y decido no llevar a cabo esta acción hasta que no tenga a tiro al sujeto que parece querer destruir a la operativo.

Aquellos disparos me había suscitado algunas dudas -¿por qué aquél individuo querría acabar con la fantasma?-

Me acerco hacía la operativo y viendo que mis compañeros estaban atendiéndola a pesar de que ella insistía en que se encontraba perfectamente, me pongo a seguir vigilando e inspeccionando aquel lugar que parecía estar lleno de peligros.

El piloto miró hacia el lugar del que venían los tiros, intentando localizar al emisor de los disparos. Durante unos instantes oteo la zona hasta que las palabras de Connor le sacaron de su estado de alerta.

—¡Maldito hijo de puta! Connor, cúbrela. Cagafuego y yo os cubrimos el trasero —dijo mientras corría para colocarse en la más probable línea de fuego con el Murciélago.

—¿Estás listo para prender hasta a tu madre, colega?

La expectación crecía por momentos, la tensión se podía cortar con un cuchillo, por mucho que intentabamos tratar de descubrir la posición aquél cabrón se escondía bien.

-Estos tienen "mono" de escupir!- dije señalando a lo lanzallamas -Vamos a darle un poco de candela!-

- Mantened los ojos bien abiertos !! - escupo por la boca con evidentes signos de cautela y atención a mi alrededor - Ese hijo de perra puede estar cerca de nosotros. No bajéis la guardia.