Partida Rol por web

- "Que yo diga que las posibilidades son nulas, no significa que lo crea del todo, y mucho menos el pueblo. Estoy dispuesto a dar una décima parte de nuestras reservas a los refugiados de Satu Mare y Baja Mare, pero no más que eso, pues Cluj-Napoca se enfrenta a un asedio. Si os diese más, la moral de mi pueblo caería por los suelos.

Caballero Zuyla, vos sois el más fuerte de entre los humanos del grupo, tanto física como mentalmente. ¿Deseáis convertiros en un Caballero de la Muerte? ¿Me entregaríais vuestra alma a cambio del poder de sobrevivir a las flechas y de destrozar puertas con los puños desnudos?" -

Haekor escucha atento como tanto el burgomaestre como Zort le exhortan para que decline la idea de convertirse en un engendro de la noche. La verdad es que en lo primero que Haekor piensa es, sin duda alguna, en los refugiados y lo demostró poniendo sus premisas para ser convertido. Pero cuado se le ofreció al caballero Zuyla ser convertido una sonrisa se le dibujó en su cara. O sea yo entrego mi alma voluntariamente por un bien mayor, el intento de salvación de las gentes de este lugar y a Zuyla se le entrega por el hecho de ser fuerte. No lo entiendo, ni lo comparto. Piesa Haekor mirando a los aludidos.

- Señor Burgomaestre. Lo dispuesto o no a ser un esclavo de la noche es decición mía. No sé si tendría más opciones de sobrevivir ante este fatal enemigo siendo un simple mortal. El hecho de que mi existencia solo sea nocturna, no veo que fuese un problema más grande del que nos enfrentamos, si una desventaja, pero creo que adquiriré nuevas ventajas uqe lo contrarestarán.- Haekor hace una pausa y continua.- En cuanto a las enseñanzas de las "nuevas y extraordinarias habilidades", he dedecir que si bien no sé del tiempo que me llevará aprenderlas, supondo que a maese Zuyla, le costaría igual o parecido. Entonces ¿por qué él si da la talla y yo no? ¿Es tan malo el problemas de la maldición que ha de ser uno fuerte y noble?.- Pregunta sin emoción en sus palabras, haciendo obvio su apodo, "el tranquilo".

- Y austed señor Zort, ¿Acaso seré peor guerrero cargando con la maldición? ¿Creeis que dejaré de ayudar en lo que pueda a Satu Mare y a quien lo necesite, por verme atrapado en las redes de la noche? Yo creo que no.

- No crean que es de mi gusto ser esclavo de la noche y marcar mi alma a fugo maldiciéndola y, de alguna forma, vendiéndola, pero veo una solución a los problemas que nos acucian. De todas formas, como siempre he hecho, acataré lo que bien penséis que es lo mejor.

Haekor, deja un momento de silencio, para que todos piensen en las preguntas "con respuesta obvia" que he formulado, y continua haciendo un punto y aparte con el tema anterior.- En otro osden de cosas. Creo haber escuchado que el ejército magiar se ha dividido. El grueso no va precisamente hacia aquí, sino que solo nos enfrentaremos a solo una parte. Es posible que si resistimos podamos salir victoriosos ¿cómo?. Puede que no tenga mucha idea de estrategia, pero si imaginación y perspectiva.

Continua diciendo a los presentes.- La idea es esta. Si os magiares se acercan e intentan tomar esta plaza, podrímos hacerles creer que queremos una guerra abierta, enfrentarnos a los muros de la ciudad, siempre a una distancia de seguridad ante sus flechas. Cuando den la orden de cargar, nos retiramos y les hacemos quedarse en las puertas dela ciudad. Cuando estén ahí, notarán un olor familiar. Un mezcla de alcohol y y sustancias que se inflaman, sobre la que estan situados. Solo nos quedaría incendiarlo y ver como arden.- Deja un momento que lo piensen.- Los que escapen, se encontrarán que nosotros, los guerreros más adiestrados, salimos a su encuentro a su espalda, dejándoles sin huida. Ayudados por las flechas que lancen desde las murallas. Pensadlo.

Haekor mira a todos y luego comenta.- Hay un pero, que no quieran asaltar el castillo. Por eso nos enfrentamos a ellos en las puertas ypor eso estamos nosotros escondidos a su retaguardia. Si no se acercan les haremos picadillo con las flechas y luego a saliendo a sus espaldas, por lo que querrán acercarse. Si se acercan les haremos picadillo con las flechas, el fuego y nosotros en su retaguardia. Si lo vemos mal podemos sacar a los habitantes y refugiados que no deseen luchar y que se alejen a una ciudad "más segura". dádoles más timpo debido a esta contienda. ¿Qué os parece?.- Pregunta Haekor sin inmutarse.

Zort clava una dura mirada en el Burgomaestre, cargada de ira.

Mi Señor, de mas esta decirle que agredezco su ayuda con los víveres. El 10% será suficiente para nosotros... Pero nunca, de ninguna forma, al menos mientras yo viva, pondrá una mano nuevamente sobre un Dravescu. Si es necesario desangrarnos en el campo de batalla lo haremos, pero moriremos con nuestras almas. Ya he perdido la mayor parte de mi familia, no perderé lo unico importante que me queda.

Y Haekor, tu sacrificio habla de la bondad de tu corazón. Eres un caballero al servicio del bien. No pierdas eso, no te veas tentado. La desición es tuya, pero te ruego que no lo hagas. Si lo haces no podré permitir que sigas viaje con nosotros.

Estaba bastante turbado con aquello. El planteo estratégico de Haekor pasó a segundo plano, en ese momento no podía pensarlo.

Mientras los hombres debaten sobre si mantener o no sus humanidades, pienso en mi interior un detalle importante:

"Si los barbaros llegan en el dia, el poder de los Vampyr no servirá de nada. A veces ser un simple mortal, sin poderes especiales, garantiza la ausencia de debilidades especiales."

Luego, me incorporo en la conversacion con el fin de intentar recuperar la discusion principal:

 - "Al parecer, el Señor Dravescu no piensa en el mismo plan que el valiente Haekor. La pregunta principal que carece de respuesta en este momento es si nos quedaremos a resistir aqui, basandonos en nuestro valor y nuestro ingenio o si migraremos en busca de mejores oportunidades, corriendo el riesgo de dejar atras la mejor de ellas. Yo mismo no estoy dispuesto a abandonar Transilvania y dejarsela a los barbaros, planeo resistir aqui, aunque solo sea un fantasma ajeno a las acciones. Mas que preguntarles que haran para seguirles, les pregunto para ver cual de aquellas acciones se acomodan a mis propios planes. Yo pienso utilizar mis recursos en resistir en algun lugar, solo busco el que reuna las mejores condiciones y a los hombres mas valientes dispuestos a luchar. ¿Es acaso este pueblo el lugar que busco o debo comenzar mi camino?"

Intento calmarme mientras enfrio mis pensamientos, luego prosigo:

 - "El valiente Haekor ha demostrado un espiritu ingenioso y temerario. Estoy seguro que con buena planificacion y trabajo, tretas traicioneras como la que él plantea significarán una gran diferencia al momento de defender cualquier locacion. Nada me asegura que al sur haya un lugar mejor para resistir y hombres mas poderosos en él, sobre todo, que acepten las diferencia entre nosotros y nuestras ... naturalezas. Necesito una razon para quedarme y esa es apoyo. ¿La tengo? Y si ese no es el caso, ¿La tendré en otro lugar? El tiempo no es nuestro aliado en esta ocasion y lo que necesito yo es hombres que luchen a mi lado y no cedan ante el enemigo, como yo no haré."

Espero sus respuestas mientras miro a Sheil, luego mi vista se pasea a Mihail y finalmente, una mirada de reojo, con cierto grado de emociones mezcladas me dirije hacia Valdis, el portador que ha olvidado su carga.

Mihail escuchaba atentamente aquellas palabras, solo habló para rehusar amablemente la muerte en vida que le ofrecían.

Agradezco el ofrecimiento de tales poderes, pero mi alma es mi único equipaje y la única razón por la que pienso combatir. Viviré o moriré como el guardabosques que soy, quitarme el día y el sol sería arrebatarme todo lo que amo. No tengo miedo a la muerte pero aprecio mi vida. Por otra parte me gustaría partir con mi caballo y observar los avances Magiares con mis propios ojos y volver con dicha información. Pienso ir por los bosques y creo que pocos jinetes serán mejores en dicha exploración que mi fiel Distancia y yo.

Haekor seguía de pie, escuchando los comentarios que seguían al suyo. Al oirlos se sintió reconfortado por los laureles lanzados a su persona. Pero desechó esa idea de inmediato. Si él había dicho lo que dijo, era simplemente por el bien de los demás y no el suyo. La familias con las que vino de muy lejos a Baja Mare hace no tanto, las había perdido casi en su totalidad y no quería que volviera a pasar lo mismo con las de Satu Mare y demás poblaciones por las que pasaba.

El hecho de perder su alma y convertirse en un mostruo nocturno, no era de su agrado. Le gustaba el sol y el calor del fuego. Pero por encima de él como persona, estaban sus ideales, acurriese lo que tuvira que ocurrir.- Muy bien. No seré convertido al servicio de la noche. Pero si me veo en la necesidad de hacerlo por el bien de la gente, no lo dudaré ni un instante.- Confesó Haekor sin amoción en su dicción.

- Con respecto al plan de enfrentarnos a los magiares, es simplemente por que ahora están divididos y no son muchos a los que enfrentarnos. Si seguimos bajando, seguramente encontremos plazas mejor armadas y adiestradas para el enfrentamiento. Pero sin duda la reorganización del ejercito magiar se llevará a cabo para doblegar esas plazas. Yo lo haría.- Sentenció Haekor.- Si supiéramos que todo el ejercito del voivodato, todos los valientes guerreros transilvanos se juntaran en un punto común parahacer frente al invasor, sin duda alguna todos, sin falta, nos reuniríamos allí para ese menester. Pero no es el caso. Y no hay noticias del Voivoda o la resistencia ofrecida a los magiares ¿O acaso sabe alguién de este tema que no nos haya contado?.- La mirada de haekor va de uno a otro en la sala, deteniéndose en el Burgomaestre. Allí sus ojos se posaron unos instantes y luego prosiguió.- El hecho es que podríamos intentar combatir al enemigo y salir victoriosos. Pero en el caso de no ser así, se conseguiría dos objetivos muy favorables. Uno, que dariamos tiempo a los refujiados y demás población de esta plaza que quisienran marcharse. Y dos, que retrsaríamos el avance magiar por este lado. Con lo que no se unirían sus huestes, teniendo que acudir en ayuda de esta para solventar el tema aquí. Esto le costaría más magiares a esta cuasa, hombres que no lucharían en otros sitios, perdiendo una importante ventaja. ¿no os parece?

Haekor deja un rato de silencio para que mediten loque acaba de decirles. Al momento se acuerda de lo que ha dicho Mihail y le responde.- Yo también soy experto en los bosques, si me aceptaras como compañero os lo agradecería. Además si por un casual uno cayera, la información podría llevarla el otro ¿no?.- Comenta Haekor a Mihail.- Además, no te preocupes, no te haré ir má despacio, pues hasta ahora, no se me ha olvidado cavalgar.- Apuntilla Hekor con unamedia sonrisa en sus labios.

- "Aquí no tenemos ni murallas ni castillos..."

Haekor mira la alguacil y luego al Burgomaestre y les contesta.- Entonces ¿como demonios pensabais que esto iba a ser un asedio? Os pasarán por encima y punto.- Dice Haekor sin miramientos.- De todas formas se puede pensar otra forma de actuar.- Continua con su discurso.- Si no hay una muralla, se puede hacer un pequeño foso y con la tierra levantar un murete de tierra y palos clavados, como estacas salientes, en el mismo. Así daremos la impresión de querer defendernos y ellos avanzarán para arrasarnos. Desde ahí seguiríamos el plan inicial.- Haekor se calla y piensa en las consecuencias de este nuevo hecho. No tenían murallas ni fortaleza. es cierto, ¿es qué estaba pensando? Se le había pasado por alto un hecho tan significativo. Ahora si que lo tenían difícil, pero no imposible, aunque lo más sensato era huir a un lugar con más defensa.

Veo como en realidad son pocos los que creen y siento la decepcion de los hombres. Los Vampyr son igual de cobardes que los seres humanos y no me inspiran ninguna confianza.

"Se acabo, me largo de este lugar. No hay nada aqui para mi, prefiero arriesgarme por las colinas."

Doy un paso adelante y le digo al resto:

 - "Caballeros, me voy de aqui. Aprecio mucho sus intentos, pero creo que para ustedes la mejor opcion es viajar al sur. Lamentablemente ese camino es contrario a mi ruta. Yo viajaré con los mios hacia el Oeste, por las colinas, evitando el sendero. Yo y los mios tenemos muchas probabilidades de lograrlo que cualquier otro grupo de humanos. Me iré, pues mi destino esta en esa direccion y ahi, estaremos a salvo de cualquier horda de barbaros. Asi que creo que esto es una despedida. Les deseo mucha suerte y sabiduria en la decision que tomen y estoy muy agradecido de haber conocido personas como ustedes. Les recordaré eternamente."

"En realidad eternamente"

Cuando me estoy retirando me acerco a Valdis y le hablo personalmente:

 - "¿Puedo hablar con usted en privado, Señor Valdis?"

Espero su respuesta y tambien la de los otros miembros del grupo.

El deseo de Haekor era, a ojos de Valdis, una locura. Condenarse voluntariamente a la oscuridad, perdiendo el alma a cambio de poder y debilidades. Eso era lo que Haekor parecía ansiar. Aunque sus propósitos eran nobles, sus deseos eran desesperados. Un guerrero debía estar preparado las 24 horas del día, no sólo por la noche. Incluso Vladimir, a pesar de las ventajas que adquirió al convertirse, no lo hizo voluntariamente y probablemente  si hubiera habido una manera de revertir el proceso lo habría hecho. Pero la situación era desesperada y una parte de Valdis comprendía lo que Haekor deseaba, pues él mismo estuvo una vez a punto de sucumbir, aunque en ese caso el deseo no era ansia de poder...

Sin embargo el guerrero no llegó a intervenir en la conversación sobre los deseos de Haekor, o sobre las posibles estrategias planeadas para la defensa. En el momento en el que Shigraat se levantó de la mesa, el portador del Miedo clavó su mirada en su antiguo compañero. Él podía ver su verdadera forma, pero no podía saber que es lo que pasaba por la mente de Shigraat, aunque suponía que le guardaba un profundo rencor. Cuando se vieron inicialmente Valdis tuvo que reprimir su impulso de saludarlo, pues no sabía como iba a reaccionar el portador del Odio, y una vez metidos en materia no tenía sentido interrumpir la reunión para hablar de temas meramente personales. Pero en el momento en el que Shigraat interrumpió, Valdis sabía lo último que iba a salir por su boca.

Se levantó lentamente para dedicar un rápido vistazo a los presentes en la mesa.- Lo siento caballeros, pero me tengo que retirar para hablar con Shigraat en privado.- sin decir nada más siguió al que fuera su compañero durante bastante tiempo a la salida. A partir de ahí podía ocurrir cualquier cosa...

Zuyla lo tenia muy claro iba a quedarse como dijo a su primo Andrei, era lo mas cerca que estaria de casa nunca. Y asi se lo comunicaria a su padre. Contemplaba serenamente como todos los interlocutores debatian sobre lo que hacer o no hacer. Para este simple caballero, las cosas estaban claras. Venian de el sur escapando de los magiares, y ahora pretendian regresar por el mismo camino. Lo mas probable es que en medio de un polvoriento camino los magiares acabaran con ellos.

Entonces intervino el Burgomaestre, ofreciendo los poderes de los vampyrs a las personas que los ansiaran. Por nada de el mundo Zuyla iba a sucumbir, no necesitaba ni garras ni colmillos para ser mas fuerte. Solo con su espada habia segado la vida de dos de esos seres infames, ademas habian atacado a su pueblo y convertido a su hermano, al cual ya no reconocia.

Haekor se ofrecio voluntario, pobre de el; Pero eso no era lo que mas cesconcerto a Zuyla, el Burgomaestre, teniendo en cuenta a quien se lo habia ofrecido, solo se habia centrado en el, ignorando de la forma mas tajante la peticion Haekor. En ese mismo momento, todos sus planes dieron un giro, para que iba a quedarse en esas tierras, para acabar convertido en lo que mas odiaba. Las intenciones de el Burgomaestre no eran claras, y eso solo generaba unas ganas enormes de partir lejos de ese condenado pueblo. No iba a abandonar a su padre, no iba a permitir que el Burgomaestre se aprovechara de su odio.

No existe un Vampyr bondadoso , jamas me convertire en uno los seres que tanto dolor han traido a mi vida

Dirigiendose a el Burgomaestre Zuyla hablo tajantemente. No necesito ser un caballero de la muerte para ser mas fuerte, mi espada ya me enseño que esos seres no son tan invencibles como las leyendas narran- En su porte se veia fuerza y claridad, no existia una duda en su mente- Si tengo que enfrentarme a los magiares lo hare sobre mi caballo, empuñando mi espada y lo hare junto con mi familia. Sea donde sea que marche mi pueblo, yo les acompañare y los defendere de todo lo que se interponga en nuestro camino. Lo siento pero rechazo su oferta, Burgomaestre.

Padre ire contigo a donde digas, confio en tu criterio, pero tenemos que decidir un destino pronto, antes que los magiares nos alcancen.- acercandose a su padre, estira su brazo hasta apoyarlo en su hombro de forma amistosa- Ademas he comprendido una cosa, mi lugar es a tu lado, la tristeza y el odio me habian cegado, mi sed de venganza casi hace que nos separemos. Pero no existe mayor proposito que proteger la supervivencia de nuestro pueblo, aunque me lleve la vida en ello.

Partire ya, avisare a los supervivientes de Satu Mare, para que se preparen. Dentro de poco estaremos listos para partir.-  Zuyla desaparece por la puerta en busca de su gente

- "Respeto vuestra decisión, caballero de Dravescu. Precisamente el que fuerais capaz de eliminar a dos vampyr siendo humano os convertía en un formidable candidato a la no muerte. Hubierais sido un campeón de la muerte tan magnífico como Kiphrokis, probablemente.

Os aconsejo a todos que partáis con premura. Los exploradores de la avanzadilla magiar podrían llegar en cualquier momento, y si os ven, es probable que vuestro viaje no sea seguro." -

Mihail escuchó en silencio los derroteros que estaba tomando la conversación y llegó a la misma conclusión que Shigraat... aquello no llevaba a nada. El hecho de que no tuvieran murallas o castillo alguno en el que hacerse fuertes fué la evidencia de que aquel no era lugar para resistir, solo para morir.

Miró a los ojos de Shigraat durante un momento y asintió, pensaba partir con ellos si aún le aceptaban.

Una vez estamos en privado, me acerco a Valdis y le miro de pies a cabeza con cierta desconfianza. Finalmente le doy la espalda y comienzo a hablarle:

 - "No sé si tu mente aun puede recordar lo que eres ni de donde provienes. No sé si vives junto con humanos por gusto o porque crees ser uno de ellos. Es por todo eso que hablaré y si no entiendes lo que digo, eso aclarará mis dudas y significará que probablemente estes perdido para siempre."

Me giro nuevamente y le doy la cara para contarle:

 - "El Señor de los Tempanos nos ha traicionado y nos ha dejado morir en el Bosque del Invierno. Pero nosotros no sucumbiremos al hielo sin luchar. Marchamos para llegar al otrora Bosque Otoñal y recuperarlo para los de nuestra estirpe, creando nuevamente un baluarte para existir eternamente con un hogar. Tu te has perdido entre la sangre humana que contamina tus venas, pero aun quedan restos del poder en ti. Quieres volver con los tuyos o vagaras y moriras como un mortal, rodeado de ellos?"

Me acerco un poco y le hablo en forma mas cariñosa:

 - "Muchos hombres se perdieron a lo largo de los años para buscarte y es el destino el que nos h unido en este momento de dificultad. Yo no soy Noderoth y no me debias a mi un juramento que rompisteis, pues yo mismo quede atascado en el tejido, traicionando mi palabra y abandonando nuestro Baluarte para que malditos cristianos lo ensucien y profanen. No me debes nada, pero si se lo debes a tu raza y tu nombre. Ven con nosotros y crearemos un nuevo hogar, mucho mas podereso del que el infame Marques jamas pudo hacer. Trae a quienes quieras, humanos o cambiados, todos servirán bajo juramento y serán nuestros aliados y sirvientes. Los valientes serán premiados de la manerá que se merecen y aun los cobardes tendrán buenas vidas sirviendonos. Unete a mi y forjemos el futuro de los nuestros, que tan pocos son ya."

Le extiendo la mano, esperando que la tome y sellemos asi nuestro pacto.

Pues entonces no hay más que decir. Me voy a preparar a los refujiados para la marcha. Si queréis algo de mí ya sabéis donde encontrarme. Y por cierto id pensando cual es nuestro próximo destino, aunque si es verdad que venís del sur perseguidos también por nuestros enemigos, no se si habrá escapatoria.- Dijo Haekor a los presentes como de constumbre, sin ninguna emoción en sus palabras, haciendo honor a su apodo. Y haciendo una reverencia al Burgomaestre salio de la sala en pos de los refugiados. Sabía que tenís mucho que hacer y no disponían de tiempo. Así fue diciendo a todos los que se encontró que partían de inmediato, ofreciendo su ayuda en todo momento.

Sheil mira con expresión impertérrita el intercambio de pareceres que se está produciendo. En cuestión de tan solo un instante, el grupo en el que parecía que se establecerían ha sido surcado por las invisibles líneas de la separación. La guerra. Siempre. La leve esperanza de encontrar una nueva familia, un entorno donde poder habitar en armonía, se desvanecen con los asos del Caballero Dravescu fuera del escenario. deberán seguir buscando.

Su mirada sigue el caminar de su Señor, llevándose aparte al Portador del Miedo. Termina centrando su atención en Mihail, el guardabosques que los había acompañado en una travesía ya digna de consideración. Era difícil descifrar la expresión tras los ojos con los que lo observaba. ¿Miedo? ¿Odio? ¿Súplica?

- Mientras algunos hablan, otros se pareparan para partir.

- Haekor insta a los refugiados del norte a prepararse para la marcha hacia el sur. El Burgomaestre cumple su palabra y facilita una décima parte de sus provisiones a los refugiados, con lo que tendrán bastante al menos hasta Bucarest.

Zort asiente ante el gesto de Haekor. Debían prepararse de inmediato.

Zuyla, Andrei, ayuden a Haekor a preparar la marcha, víveres y demás. Partiremos en unas horas. Gracias por su colaboración Burgomaestre. Antes de partir volveré para hablar unas pocas palabras más con usted, de ser posible.

La travesía pronto empezaría, y aún había muchos detalles por ultimar...

Zort salió en busca de Shigraat. Tenía que hablar con él, cierta confianza sin sentido lo movilizaba.

Mi buen compañero Shigraat, necesito hablar unos momentos contigo. El pueblo de Satu Mare fue arrasado por la horda, dejando pocos supervivientes, pobres campesinos asustados y hambrientos. Existe una gran responsabilidad sobre mi familia para con ellos. Se que no te atañe, que no tienes ninguna responsabiliad en esto, pero de ser posible, si no va demasiado contra tus planes, te ruego que tu y los tuyos nos acompañen en nuestra marcha. No sabemos qué cosas nos esperan, y contar con guerreros como vosotros puede ser la única posibilidad de subsistencia de estos aldeanos.

Una pausa en Zort marcó sus grandes ansias de una respuesta positiva. Pero no podía presionar a nadie, cada cual desidiría su propio camino.

Sea cual fuere tu respuesta estoy seguro que es la correcta. Y ahora debo ser extremadamente abusivo, y rogarte un favor personal. Mi hijo Vladimir fue convertido en eso... Una mueca de dolor se acercó a su cara al pensar en su hijo alimentándose, huyendo del día. Es posible que esté en estos bosques aún y necesitaría... Pensé que como ustedes son partes de los bosques, y Mihail un excelente rastreador, tal vez pudieran encontrarlo, y entregarle esta carta por mi antes de que partamos. Te reugo que me disculpes si me extralimito. Pero realmente no tengo mas nadie en quien confiar.

SHIGRAAT:

- La verdad es que acompañar a una horda de humanos no combatientes no es algo que te convenga demasiado.

- No saben defenderse, pero basta que te vean adoptar tu verdadera forma o usar tus poderes como para que empieces a sufrir daño y Ecos.

- Para ti, la verdad es que cuantos menos testigos humanos, mejor.