Partida Rol por web

- "Ah, ya está lista la cena. Por favor, comed y disfrutad de mi hospitalidad.

En cuanto a la cuestión suscitada, hay mucho que reflexionar sobre ello, pero antes quisiera escuchar las palabras de vuestro señor de Dravescu." -

Sin más, haciendo una reverencia con la mano, haekor se dirije a la mesa donde esperaba la cena. Es mejor que me aleje y deje a los dos mandatarios que departan sin que nadie les moleste. Piensa Haekor que sin pensarsselo don veces comienza con su tajada de buena gana.

El camino había sido duro y pesado. Además estaba siempre de aquí para allá, unas veces retrasándose mucho para proteger y vigilar la retaguardia y otras se adelantaba por si encontraba una emboscada. Eso le había agotado y lo pagaba ahora de buena gana con el pollo que le habían servido, regado con el vino.

ES UNA FRIA Y HUMEDA NOCHE DE VERANO EN TRANSILVANIA...

- Cuando llegan a Cluj-Napoca tres nobles pertenecientes a la Casa de Dravescu.

La ciudad no está propiamente amurallada, aunque todas las casas exteriores han tapidado las ventanas y las calles están tapadas por empalizadas de rocas y estacas afiladas.

- "¡¡¡Alto, quién vive!!! ¡Estas no son horas decentes para acercarse así a una población habitada!" -

Al fin la ciudad se hallaba ante ellos. Como en todos lados, parecía que la desolación había pasado por alli... o estaba cerca.

Soy Zort Dravescu, Emisario de Satu Mare, aliado del Knezi Tiberiu Bratovich! Viajo con mi hijo Zuyla, y mi sobrino Andrei. Deseamos ver al Burgomaestre.

- "Está bien, si son nobles de la Casa Dravescu, pueden pasar. Les acompañaré a la Mansión del Burgomaestre." -

Dos docenas de milicianos apartan los obstáculos y permiten pasa al carruaje y a los caballos de los Dravescu.

Zort asintió con la cabeza y ordenó avanzar a travez de los obstáculos. Hizo una seña a Zuyla para este atentó. En aquellos tiempos no se podía confiar en nadie...

- En la plaza principal de la ciudad hay una enorme y lóbrega mansión de aspecto increíblemente siniestro, construida en piedra y decorada con gárgolas.

- Varios milicianos conducen el carruaje y los caballos de los Dravescu hacia los enormes establos de la parte de atrás, mientras que Miroslav el Alguacil conduce a los tres nobles a pie hasta la mansión y llama con la aldaba.

Un extraño criado envuelto en harapos que huelen a rancio y a extraños aceites y especias abre las puertas y se queda en silencio mirando a los Dravescu.

- "Estos nobles señores del norte desean entrevistarse con el Burgomaestre." -

El criado se queda un momento parado, como si estuviese escuchando una voz que llega de lejos.

Después hace una reverencia ante los tres nobles y les hace un gesto para que le sigan hacia el interior oscuro, frío y tenebroso de la mansión.

El Alguacil se queda fuera y cierra la puerta principal de un portazo cuando el último Dravescu entra.

Zuyla recuerda a el Burgomaestre de su anterior viaje, no es una persona que le agrade en exceso, pero por lo que parece los magiares no han echo mencion de aparecer por el pueblo y con suerte encontraran a algun superviviente. Es lo unico que tranquiliza un poco a Zuyla. La sola presencia de el alguacil o de el Burgomaestre ya le pone tenso.

Padre, crees que nuestra presencia en Cluj-Napoca sera bien recibida? Las cosas estan muy tensas en todo Transilvania, esperemos serle de ayuda al Burgomaestre, si no, no tendremos un lugar donde regresar.- Comenta Zuyla a su padre lo mas cuidadosamente que puede

Mientras entrasn los tres forasteros, me voy fijando en ellos. Sobre todo observo sus atuendos y sus facciones. Me suenan de algo, sobre todo el escudo que llevan como blasón (si es que llevan). La cara me parece haberla visto antes u otra similar. Sin más, dejo de comer y me levanto de la mesa para saludar a los nuevos invitados.

Ciertamente deben de ser nobles o poderosos caballeros, pues han pedido audiencia con el burgomaestre y se la han concedido de inmediato. Pienso mientras sigo con mi escrutinio. Bien, por lo menos no seremos "dos gatos" en la defensa de la ciudad. Piensa nuevamente, olvidándose por un momento del escrutionio. Cuando se da cuenta de se relajación, continua forzando vista y mente.

Zort duda realmente si entrar o no a aquel lúgubre lugar, pero ya no había marcha atrás. No quedaban muchas opciones. Caminó por el pasillo con cierta desconfianza, tratando de estar atento al extraño criado. Ante las palabras de Zuyla dejo escapar una especie de pequeña risa de desesperanza.

Hijo, he vivido muchas crisis, pero esto... sinceramente no se que pensar. El solo hecho que nos hallan resibido puede ser buena señal. Esperemos que el Burgomaestre sepa algo de Satu Mare...

El encuentro con aquel sujeto distrajo sus palabras.

Zort, Zuyla y Andrei caminaban por el pasillo conversando entre ellos, hasta que se encontraron con hombre comiendo. Se paró en actitud de saludo, sin dejar de observarlos a fondo.

Buen provecho tengas mi estimado caballero. Soy Zort Dravescu, Emisario de Satu Mare. Estamos aqui de paso... al menos eso espero. Esperamos ver al Burgomaestre. Usted es de estar tierras, Señor...?

Zort terminó aquella frase invitando al hombre a presentarse. Tal vez una descorticía, pero en aquellos momentos, no había demasiado espacio para los tiempos de la vieja diplomacia. Era mejor ir al grano pronto.

Haekor mira a los tres hombres que acaban de llegar sorprendido. El apellido que nombran es igual al de su señor Vladimir cosa que le causa sorpresa y, en cierto modo, alegría y esperanza. Apartando por un momento sus pensamientos, hace una reverencia y contesta.- No señores. El señor de esta plaza es el Burgomaestre Dumastru Re. Yo solo soy un simple servidor del señor Vladimir Dravescu. ¿Lo conocen?.- Pregunta interesadamente Haekor buscando una respuesta afirmativa.

La cara de Zort se convierte completamente. Sus ojos parecen destellar luz. Se acerca y toma enérgicamente a aquel hombre por los brazos.

Vladimir? Eres hombre de Vladimir? Esta él aqui?! Esta... está bien? Yo soy... soy su padre!

Luego de tantos meses de viaje parecía que existía la posibilidad de encontrar a su hijo. Por primera vez en mucho tiempo un dejo de esperanza aparecía en el horizonte.

De repente todos los pensamientos de Zuyla se centran en un solo nombre, Vladimir. Ya todo le da igual, excepto la noticia de que su hermano sigue vivo. Despues de todo este largo y tenebroso viaje, un maldito rayo de luz.

Al final ese maldito canalla se las ha sabido apañar solo-  Piensa con una sonrisa en los labios.

Donde esta ese sinverguenza para que le pueda dar un abrazo, llevanos con el lo antes posible- la emocion de Zuyla es obvia- Siento no haberme presentado antes, soy el caballero Zuyla Dravescu, hermano de tu señor- dice, ofreciendo a el desconocido un fuerte saludo.

Gracias a Andrei que dijo de venir a estas tierras, si no nunca habria encontrado a mi hermano.

Poco a poco el humedo corredor donde se encontraban se iba haciendo menos lugubre.

Los tres nobles de la Casa Dravescu llegan al gran comedor siguiendo al silencioso criado. Al primero que ven es al explorador Haekor el Tranquilo, pero pronto se dan cuenta de que hay más personas sentadas a la gran mesa.

Quien la preside no es otro que el Burgomaestre, a su derecha está sentado el Caballero Vladimir, y a su izquierda Valdis el Protector.

- "Mis aliados de la sangre de los Dravescu, por favor, sentáos a mi mesa tranquilos. Aquí estáis entre amigos. Mis criados traerán enseguida platos con comida para vosotros, y más vino para todos." -

Rrecibo el abrazo de Zort con alegría. Después de mucho tiempo es el primer acto lleno de emotividad y alegría que recibe Haekor, con lo que lo corresponde con el mismo trato.- A vuetro pies.- dice haciendo una reverencia mayúscula.- Soy su entero servidor. Padre y hermanos de mi señor, serán pues mis señores también.- dice alegremente Haekor.- Su hermano está aquí con nosotros, sentado a la mesa, lo que psas es que los últimos asontecimintes han quebrantado la confianza y el humor de su parinte.

Haekor se hecha a un lado para que padre y hermanos se vuelvana a encontrar. Un nudo nace en su garganta con la emoción del momento. Su hambre se mitiga. Coge una copa de vino y bebe para digerir y que pase el momento.