Partida Rol por web

Vladimir entra en su cuarto después de haber estado media noche ocupado con las tareas de Baja Mare junto a Sibiu el Gobernador. No había descuidado su alimentación y se había alimentado de una de las campesinas que Sibiu le mandaba todas las noches con la excusa de hacer tareas de limpieza en la casa. Aunque en el pueblo comenzaba a rumorearse que el Caballero Vladimir aprovechaba estas visitas para cortejar con la moza, puesto que siempre salía muy contenta, aunque también se la notaba un poco más pálida de lo habitual para estas épocas de verano.

Al entrar en la habitación una suave brisa que se colaba por la ventana hizo ondear sus ropas. Pero había dejado la ventana cerrada al marcharse...
De entre las sombras al fondo de su habitación surgió una figura oscura e imponente. En el acto reconoció a la criatura que le había atacado hace tiempo y que lo había convertido en el ser que era ahora.

-Veo que te las has apañado para sobrevivir hasta ahora cachorro.

Los ojos de la figura brillan rojos y fieros como ascuas. Instintivamente Vladimir sisea y sus ojos brillan amarillos como los de un lobo salvaje.

-Vaya, ni siquiera has desarrollado los ojos de la bestia. Tu visión en la oscuridad no es mejor que la de un humano mortal.

Goos niega con la cabeza con menosprecio mirando hacia Vladimir. Acto seguido de un salto alcanza la ventana y de allí salta hacia el tejado desapareciendo. Vladimir tan solo alcanza a oir el aleteo de un murciélago.

Vladimir llega a la casa en medio de diversos pensamientos, como decidir qué es lo que iba a hacer a continuación, y extrañado por la ausencia de Haekor y su pueblo... y de Sibiu. Ese maldito se habrá dedicado todo el día a tareas sin sentido y habrá decidido dejar para última hora la ayuda al asentamiento de los nuevos habitantes, espero que por lo menos le haya entregado el sobre para que nos hiciese el favor.

De pronto percibe algo extraño y se pone en guardia, tomando el pomo de su espada... Es como un sexto sentido que le previene de que algo está sucediendo en la casa, y al llegar a su habitación todo se confirma... la ventana está abierta y una suave brisa acaricia el rostro de Vladimir... Una ventana abierta, al igual que la primera noche en que...

De pronto una imponente figura surje de entre las sombras, quedando iluminada por la luz de la luna.

Vladimir se siente ofendido por la intromisión en su territorio, y de pronto se sorprende siseando y adaptando una posición de defensa en la que retira su mano del pomo de su espada descuidando su arma, cosa muy extraña en él, caballero curtido.

El caballero no puede dejar de observar los hipnóticos movimientos de su verdugo, sin realizar él absolutamente ningún movimiento pero con cada fibra de su cuerpo dispuesta a arrojarse contra él en una lucha que acabaría con uno de los dos... él seguro.

Vladimir no podía retirar los ojos de la figura que acababa de surgir ante él, y de pronto una curiosidad empezó a atenuar las ansias de venganza... Ojos rojos... Sus ojos no eran rojos...

Tras esto escucha las palabras del vampyr que tiene enfrente, listo para el combate que no llega a producirse, al salir por la ventana de un salto su agresor y percibir de pronto un revoloteo como de un murciélago... Para cuando Vladimir llega a la ventana no ve a nadie, tan sólo la figura de un murciélago que se recorta contra la luna... un murciélago anormalmente grande.

-Pero que demonios... Creía que me iba a intentar matar, pero... esto es muy extraño, y sus palabras... Los ojos de la bestia, tu visión en la oscuridad no es mejor que la de un humano mortal... Tal vez sea una guía, y tal vez el proceso no ha concluído. Al fin y al cabo eso es algo que puede alterar... Tal vez... Tal vez yo debería ser capaz de agudizar mis sentidos en la oscuridad. Y ese revoloteo... Es imposible ser tan rápido, ¿será posible que también se haya convertido en un murciélago? Tal vez... Debería empezar a intentarlo cada noche en mis ratos libres... Al fin y al cabo tampoco tengo demasiado que hacer.

Vladimir atranca de nuevo la ventana y se da la vuelta para bajar a la cuadra y dar otra cabalgada con Honor. Al fin y al cabo su mente es más lúcida, parece ser, a lomos de su bestia.

Durante la cabalgada de esta noche no ve absolutamente a nadie... Se ha hecho muy tarde, y se interna en el bosque intentando potenciar sus sentidos al máximo... El silencio de la noche le ayuda en esta tarea, y nota que su capacidad auditiva ha mejorado, pero esto ya era así desde el cambio. Su visión nocturna también ha mejorado, pero no mucho más de lo que sucedió desde el cambio. De pronto detiene su montura y se concentra para tratar de ver mejor en la noche. Cierra los ojos y los abre lentamente, tratando de ser capaz de escrutar en la oscuridad de la noche hasta el detalle más nimio de cada árbol...

Tras esta árdua tarea que le desgasta torna la grupa del caballo y pone rumbo de nuevo a la casa... el amanecer no queda muy lejano, y no le gustaría saludar al sol.

Al llegar a la casa sube a su habitación y prepara todo para el traslado que efectuará la próxima noche al sótano... Allí se encontrará más seguro, aunque eso es algo que deberá comentar con Sibiu, al que no ha visto en toda la noche. Antes de caer en su letargo aún le da tiempo a planear las ardides que llevará a cabo con Haekor para convencerle de que se una a su causa... Llegando a pensar en amenazarlo con su familia en última instancia.

Vladimir despertó aquella noche con unas ganas de salir a montar inusuales. A pesar de esto se dirigió a la entrada para hacer su alocución, viendo a Haekor entre la multitud por fin. Parecía satisfecho, por lo que supuse que todos estarían favorablemente instalados... Buen trabajo, Sibiu. Esta noche tendría que desplegar todo su encanto de una forma más amplia de lo habitual, pues su objetivo era claro, Haekor debía trabajar para Baja Mare, era necesario... vital, más bien.

Tras estos pensamientos alza sus manos para acayar a la multitud y se levanta de la silla que ocupa, dejando el hueco para Sibiu y una silla vacía al otro lado de éste.

-Pueblo de Baja Mare, conciudadanos, vecinos, amigos... HERMANOS - Vladimir maneja su tono de voz maestramente para arrancar una ovación a la multitud, que acaya con un gesto de sus brazos. - Veo que la moral ha florecido desde que la compañía decidió su partida, y que todos estais más felices y todo está mejorando de sobremanera, pero no os creais esta ilusión de buenaventuranza, ya que esto es solo el principio... ¡Viva Baja Mare!

La multitud responde y Vladimir esboza una sonrisa.

-Pero esto es sólo el comienzo, es el primer paso que daremos todos juntos, como uno solo, como lo que somos. Por eso hoy quiero contaros algo que supondrá una diferencia. Entre nosotros hay una persona especial, un héroe, alguien capaz de realizar grandes azañas que ayudarán de sobremanera a que Baja Mare se consolide como la potencia que es, y que permita un estado de bonanza que todos disfrutaremos. Esa persona es un explorador, un héroe capaz de proteger y ayudar a Baja Mare, de entrenar a otros como él, de ayudar al gobernador a cumplir su función, y a mí la mía. Esa persona está entre vosotros, y muchos de vosotros os sentireis tremendamente honrados, porque esa persona fue vuestro líder, vuestro guía, la persona que os trajo a nosotros y que os proporcionó seguridad, confianza que ahora ha depositado en nosotros.

Espera a que los murmullos y las palabras de alegría se silencien para continuar.

-La silla que veis aquí vacía, pertenece hoy a esa persona, ¡HAEKOR!, al que solicitamos que la ocupe y nos acompañe en esta reunión, para luego pasar a debatir los aspectos prácticos en la casa del gobernador.

El caballero espera a que Haekor ocupe la silla y prosigue.

-Ahora hablemos del pueblo... ¿a quién le toca esta noche contar su historia?

Declaración de acciones estratégicas para el Verano de 950.

-Gobernador Sibiu: Entrenar armas cuerpo a cuerpo. Entrenar liderazgo.
-Caballero Vladimir Dravescu: Afianzar poder: Rebaño.

BAJA MARE: RESULTADOS DE VERANO:

- Gobernador Sibiu: Aprende a manejar armas cuerpo a cuerpo. Mejora su liderazgo.

- Caballero Vladimir Dravesu: Unas veinte mujeres del pueblo de Satu Mare le dejan alimentarse de ellas voluntariamente.

AÑO DE NUESTRO SEÑOR DE NOVECIENTOS CINCUENTA Y UNO.

ESTACION DE OTOÑO.

MESES DE OCTUBRE, NOVIEMBRE Y DICIEMBRE.

16 – 25: Robo de ganado.

SUCESOS DE OTOÑO

- ¡Robo de ganado! Hasta media docena de ovejas de la granja del viejo Albrech han desaparecido, y las vallas están rotas por fuera.

- El viejo Albrech acusa formalmente ante el Gobernador Sibiu a los nuevos recién llegados de Haekor.

Aquella reunión acabó como otras tantas, tarde, y reunión a reunión, pasó la estación.

La moral de la población se notaba ostensiblemente más alta, a pesar de que algunos de los más recalcitrantes habitantes del lugar no veían con buenos ojos a los "forasteros", como los llamaban, siempre a espaldas de Vladimir pues podrían perder la lengua. Éstos parecían haber olvidado las costumbres de hospitalidad tras mucho tiempo sin recibir ninguna visita, y parecían haber olvidado a los suyos que habían abandonado Baja Mare... ¿Qué recibimiento hubiesen esperado si uno de ellos hubiese viajado con los que nos dejaron? Este no, seguro.

Los nuevos ciudadanos parecían adaptarse bien a los rigores de la provincia, y el otoño caía rápidamente. La recaudación de los impuestos se convertiría en una obligación en no demasiado tiempo, cosa que Vladimir debía comentar con Sibiu para ponerse a la tarea urgentísimamente. En el estado actual y con todos los planes que Vladimir tenía para su pequeña área de influencia necesitaría de ingentes cantidades de dinero, y no era buena idea el dejar escapar una recaudación. Menos aún con las nuevas familias tratando establecerse.

Los árboles teñían sus copas con ocres tonos mientras los animales comenzaban a preparar su retiro invernal. Así mismo los ciudadanos de Baja Mare reforzaban sus hogares para soportar sin ningún problema los rigores del invierno.

Entre idas y venidas no todo podía ser tranquilo y monótono. Uno de los más recalcitrantes habitantes del lugar, el viejo Albrech, apareció corriendo una mañana por las calles del pueblo... aunque más que corriendo deberiamos decir renqueando a la velocidad más alta que podía... y gritando que los "forasteros" le habían robado parte de su ganado.

Esto parecía el inicio de una pequeña investigación que debería esclarecer hasta que punto eso era real, y quién era el verdadero culpable del robo, aunque ocultar media docena de ovejas no podía resultar una tarea muy sencilla. Parecía que esta iba a ser una larga noche, y una asamblea algo más dura de lo habitual.

Vladimir esperaba fervientemente que la situación no se desmandase, y que las cosas se solucionasen lo antes posible para poder volver a sus quehaceres, y a su aprendizaje de sus nuevas aptitudes. Haekor sería tremendamente útil en esta tarea, y con su colaboración se afianzaría la relación de trabajo que a Vladimir tanto le interesaba cultivar para convertirle en uno de los futuros hombres fuertes de Baja Mare.

Casi al finalizar la noche entra en Baja Mare un campesino montado en un mulo. Parece que viene con bastante prisa desde Satu Mare. Al no encontrar a nadie a esas horas deja atado el mulo en la plaza y se queda esperando a su lado.

Se hace de día y me dirijo hacia la casa del Gobernador Sibiu, la más grande del pueblo, seguro que él sabe donde se encuentra el Caballero Vladimir.

-Buenos días, busco al Gobernador Sibiu ¿está en casa?

Vladimir llevaba saliendo cada noche a cabalgar desde aquella gloriosa noche en la que retomó tan relajante y bella afición que le permitía concentrarse más de lo que podía estando en la casa o en el pueblo.

Cada noche acudía a la reunión del pueblo hasta la fatídica noche en la que llegó el viejo Albrech con sus ideas de ladrones y robos. Vladimir en el mismo instante en que lo vió dudó de sus afirmaciones, pensando que tal vez su intención era soliviantar los ánimos de Baja Mare contra los nuevos ciudadanos, a causa de que se les estaba ayudando para establecerse, y no se llegaba a entender el beneficio que esto tendría en no demasiado tiempo. Era un sacrificio necesario.

Los ánimos quedaron aquella noche bastante calmos a pesar de las injurias que Albrech profirió. Esto tal vez era atribuible a algo que Sibiu había comentado a Vladimir, "ese viejo chiflado siempre tiene a alguien que le amenaza... o eso dice, esto es sólo una excusa para montar follón".

Aquella misma noche tras la asamblea convocó a Haekor e hizo que le acompañase a la propiedad de Albrech, para ver si él era capaz de averiguar algo dada su experiencia como explorador.

-Haekor, no creo que nadie de los que vino contigo haya hecho esto, veo que sois honrados y buenos ciudadanos de Baja Mare. Aún así no podemos dejar que este asunto siga su curso pues podría causar revueltas internas, y no tenemos ganas de tener que colgar a nadie en la plaza del pueblo para serenar los ánimos.

Vladimir trataba de hacer partícipe de todas sus decisiones e intereses al explorador con la intención de que en un futuro fuese un consejero de Baja Mare, y finalmente cumpliese las expectativas que Vladimir le había asignado en sus planes.

Tras pasar toda la noche investigando con Haekor Vladimir se dirigió a su morada apresuradamente antes de que el sol naciese, evitando pasar por la plaza donde tal vez algún ciudadano madrugador pudiese entretenerle.

Sibiu abre la puerta de su morada y ve a un misterioso campesino el cual no parecía que fuese de estas tierras.

Le clava la mirada sonriente

¿Quién eres muchacho?

Bajo levemente mi rostro en señal de respeto al anciano.

-Gobernador Sibiu, vengo directamente de Satu Mare. Busco al Caballero Vladimir para entregarle una carta de su prima. ¿Podría decirme donde encontrarlo?

Sibiu se asombró

Oh, ¿Vienes tú sólo desde Satu Mare? le pone una mano en el hombro en modo de afecto

Eres valiente chico, camina adentro de su casa Adelante, bienvenido eres a mi humilde morada.
Antes de sentarse en la silla en la que siempre Sibiu se sentaba, se gira hacia el campesino.

Chico, ¿cúal es tú nombre y qué noticias traes de Satu Mare? ¿Está todo bien?

-Me llamo Cosmin, Señor. digo mientras paso acompañado por el Gobernador Sibiu hasta una sala donde él se sienta. Por Satu Mare parece ir todo bien, aunque hay inquietud por algunos extranjeros que llegaron recientemente, pero la Señora Vladana Bratovich los ha acogido en el castillo. Después nos mandó que vinieramos a entregar una carta a su primo. Mi burro es el más rápido y yo llegué antes que los otros.

Uhmmm....En tal caso, toma asiento Cosmin y esperemos a que el Caballero Vladimir, Protector de Baja Mare llegue cuanto antes.

Me estoy dando cuenta que algunos asuntos se me escapan.....tendré que consultarle a Vladimir en privado...está noche.

Pasan las horas en Baja Mare hasta que el sol se pone y comienza a anochecer.

Vladimir despierta una noche más a la no-vida y percibe algo raro en el ambiente, algo raro sucede en la casa. Pega la oreja a la puerta y se da cuenta de que en la planta de abajo hay una voz desconocida que parece traer noticias, por lo que decide que lo más inteligente será aparentar la mayor de las normalidades, se mueve sigilosamente portando su arma y observa por la ventana, buscando una que de a algún callejón discreto, para descolgarse por la ventana y llegar a la puerta, pasando tras llamar.

-Gobernador... ¡oh! - finge el caballero estar sorprendido - parece que tenemos una visita de fuera... bueno, muchacho, sea lo que sea la información que nos traes tendrá que esperar a que nuestra asamblea concluya, pero por favor... acompáñanos...

Vladimir aprovecha el camino para enterarse de que el visitante viene de Satu Mare con una misiva de su adorable prima.

-Vaya... interesante... pero tendrá que esperar a que acabe la reunión, sea lo que sea lo que mi prima tiene que comunicarme será en un lugar privado.

La asamblea se desarrolla con relativa tranquilidad excepto por las imprecaciones del viejo Albrech, que Vladimir y Sibiu consiguen calmar. Haekor sigue ocupando un asiento a su lado y cuando se despide la reunión para el día siguiente Vladimir hace una señal al mozo para que aguarde y se dirige a Sibiu y a Haekor.

-Esta noche tengo que tratar asuntos familiares. Por favor, seguid investigando vosotros dos esta noche, ayer avanzamos algo y tal vez hoy tengamos más suerte. Haekor, cuénta al gobernador lo que ya hemos averiguado. Nos veremos esta noche si todo va bien, y si no mañana.

Vladimir se dirije hacia el mozo y le hace una señal para que le siga.

-Vamos, hablaremos en la casa de Sibiu.

Al llegar al salón de la casa Vladimir toma una copa que llena de vino y entrega al mozo.

-Muy bien, déjame ver esa misiva... ¿Cómo le van las cosas al Knezi? ¿Qué tal está mi padre? ¿Y el resto?

-Buenas noches Caballero Vladimir, siento tener que interrumpir sus deberes pero su prima Vladana Bratovich quería que recibiera esta carta lo antes posible.

Con cuidado extraigo el trozo de pergamino de mi zurrón y se lo alcanzo a Vladimir. Hago una pequeña pausa para contestar a todas sus preguntas.

-¿El Knezi?... Sese ¿se refiere al Knezi Tiberiu Bratovich? susu ¿su tio? Lalamento decirle que está muerto. Nono se sabe que sucedió aquella noche, didicen que algo lo atacó. Valdis está investigando por orden de la Señorita Vladana. Hago una pausa para tranquilizarme después de haber dado la fatal noticia. Valdis llegó hace poco al castillo y ayuda a Vladana y al mayordomo Ruschesku que ahora están solos, puesto que su padre y su hermano siguen todavía de viaje. Además han llegado otras personas al castillo, aunque supongo que su prima le informe de todo en la carta. No quería seguir soltando la lengua y decir cosas que no debiera, seguramente todo lo que necesitaba saber el Caballero Vladimir estaría en la carta.