Partida Rol por web

FRAY ROLAND DE TROYES:

- Sabes que esta no es una lucha que puedas ganar, ni con acciones ni con palabras. Es mejor que vivas para luchar otro día.

- Quizá lo mejor sería marchar del pueblo, en busca de las reliquias de San Petronio, y no regresar hasta estar armado con nuevo conocimiento y poder.

Al sentir la presencia del señor Dravescu, el monje devenido apuradamente en caballero dio unos pasos hacia el exterior de la construcción, aunque manteniendo su lanza en alto. Observó por un tiempo terriblemente prolongado la figura del recién llegado, con su palidez mortal y su figura indeterminada por las sombras de la noche. Luego observó al lunático de Sibiu, aún dominado por esa risita frenética e idiota, sosteniendo un pico de minero a modo de arma improvisada. Finalmente, observó la sangre que los cubría a ambos. Que empapaba las ropas de dormir del caballero y que cubría espesa el pico de Sibiu hasta el mango. Estos eran los elegidos por las gentes de Baja Mare como sus salvadores. Bien, que así sea. Nada podía hacerse por aquellos que daban la espalda al Señor.

Los ojos del frayle eran dos ascuas candentes que brillaban en medio de la penumbra, el único faro de luz en medio de la triste noche sin luna. Cuando habló, su voz era un susurro que iba tomando fuerza a medida que las palabras salían de su boca. Hablaba con desprecio notable y con una furia amarga que no alteraba su tranquilidad.

- Así que al fin tenemos la gracia de escuchar al glorioso caballero Vladimir Dravescu. Después de meses de encierro te dignas a dirigirte a aquellos que debes proteger. Sería un honor para todos escuchar los sonidos que salen de tus labios… ¡¡¡ si no fueran solo mentiras y promesas vacías !!! Las mismas promesas que hicieron tu y ese gobernador cuando llegaron. Y las mismas que han dejado sin cumplir. Prometieron felicidad y trabajo… solo han traído desidia y muerte. Y mentiras… Has dicho que fray Blois intentó matar al gobernador. Pero durante todo el día, Sibiu vociferó a los cuatro vientos que el objetivo habías sido tú. Como digo… solo mentiras y muerte…

- Visto esta armadura… su armadura, para que todos sean testigos de las intenciones del buen padre. Si realmente hubiera querido lastimarlos, no la habría dejado inerte en su cabaña. El sabía que la peste había hecho presa en ti, caballero Vladimir y deseaba ayudar. Y si lo hubieran dejado actuar antes, probablemente no te habría consumido tanto el cuerpo y el alma, como ahora veo que ha ocurrido. Ignoro si esto ha llegado alguna vez a tus oídos, tal vez el demente de Sibiu lo ha impedido con vaya a saber que oscuras intenciones…

- Dices que tu gracia permitió quedarnos en estas tierras. Entonces debo incluir el orgullo entre tus pecados. Pues si no recuerdo mal, fue Fray Blois el que os permitió quedarse, cuando podría haber quemado a ese viejo loco por los daños que había hecho al pueblo. Fue Fray Blois quien los recibió y quién evito que les ocurriera nada. Fue él quien decidió entregar su gobierno, incluso cuando tenía los hombres para retenerlo por la fuerza. ¿Hablas de deslealtad y de falta de respeto? ¿De alguien que entregó sumiso hasta el último grano de maíz recaudado con esfuerzo y sudor? ¿De alguien que aceptó con paciencia todas y cada una de las mentiras dilatorias de este Sibiu? ¿De alguien que continúo aconsejando y trabajando por el pueblo sin esperar nada a cambio? ¿De alguien que podía haberlos quemado a ambos por haber sido corrompidos por la peste, tanto en cuerpo como en alma?

-  ¿Qué has hecho tú, en todo este tiempo?¿Dónde está la milicia que debías formar, caballero Vladimir? ¿Y dónde está el terreno prometido para emplazar una Casa de Dios? ¿Qué hay de los recién llegados que languidecen en las afueras del pueblo, esperando que el gobernador tenga la gracia de decidir su situación? ¡¡¡ Nada han hecho desde que llegaron al pueblo !!! Han pasado meses en la inacción y en el conformismo. Tú mismo has permanecido encerrado durante todo ese tiempo, sin dar noticias a nadie sobre tu condición. Ni siquiera aceptabas hablar con fray Blois, que lo solicitó educadamente tanto como la cortesía lo permite. Y probablemente venía a solicitarlo una vez más, hasta que lo asesinaron !!!

- ¿Tú acusas de sembrar el desánimo? ¿Justamente tú, que generas tantos rumores y no tienes la valentía de enfrentarlos? ¿Tú, que pareces absorber la vida de aquellos pocos que se te acercan? ¿Por qué no explicas tu extraña enfermedad? ¿Por qué no explicas la palidez cadavérica de quienes te atienden? Por que no confiesas que has contraído la peste !!!! Y tu, Sibiu, por que no dices a todos que jamás habrías permitido que fray Blois lo salvara. Tan ciego estabas por tu odio y por tu envidia.

La voz de Roland se había elevado hasta convertirse en un potente vozarrón, bastante parecido al que solía escapar algunas veces de la garganta del antiguo líder. Aunque donde antes podía oírse seguridad y tranquilidad, ahora solo había odio y rencor.

- Al llegar a Baja Mare, Fray Blois instauró una nueva costumbre, que desgraciadamente bajo el oscuro gobierno de Sibiu se ha perdido. Solía reunir a todo el pueblo al caer la noche, para que juntos hablaran de los problemas que aquejaban a la comunidad y decidieran como solucionarlos. Hoy quiero revivir esa costumbre, aprovechando que muchos se han llegado hasta aquí.

-  Con todo el pueblo como testigo, y con Nuestro Señor como juez, fray Blois tomó el juramento de defender a Baja Mare de los designios del Maligno. Hoy, Fray Blois ha refrendado ese juramento con su vida. Ahora, solo una cosa une a la Compañía de Buscadores con las gentes de este pueblo: el cuerpo de nuestro líder y sus pertenencias. Hablas de lealtad, caballero oscuro… pues bien, haz honor a ella y entréganos a nuestro guía. Ya nada más podemos hacer por este pueblo condenado...

¿Son furia, ira y desprecio eso que puedo percibir en tus palabras, mezclándose con insultos, calumnias y mentiras? - Vladimir niega con la cabeza y hace un gesto con su brazo de desdén -  ¿Son esos los valores que Fray Blois, antes de ser consumido por la locura, y a quien siempre respetaré, trataba de predicar? Juraría que no.

-Y ahora me acusas de permanecer ausente durante meses... - una carcajada sonora y cargada de desprecio sale de la garganta de Vladimir - Una acusación absurda y estúpida, a la par que vacía de sentido ya que mi presencia no ha sido necesaria en ningún momento. ¿No necesitais vosotros tiempo para meditar y pensar? Yo necesitaba este tiempo ahora, y no creais que he descuidado mis funciones, el gobernador, muy amablemente ha sido mis oídos y mis ojos durante este tiempo, y tenemos grandes plantes para Baja Mare... Pero creo que tus oídos no necesitan escuchar esto, ya que no lo entenderías. - Dice el caballero con desprecio.

Vladimir hace una pausa cargada de dramatismo.

-Te atreves a cuestionarla voluntad del propio Voivoda, tú, que no tienes autoridad para hablar en nombre de tu comunidad... Porque el resto de tu comunidad nunca obraría como lo estas haciendo tú, como un hombre carente de respeto y dominado por las más bajas pasiones del ser humano... Y para que hablar del pueblo de Baja Mare... Hablas de una reunión cuando caía la noche... ¿Acaso hemos actuado nosotros en contra de esa costumbre? Fue la propia gente del pueblo la que dejó de acudir a ellas, y es algo que si que haremos, pero en lo que tú no estarás presente.

-Te atreves a presentarte aquí, con exigencias... Te presentas con una armadura que no es de tu propiedad, y que nunca mereciste vestir, de eso estoy totalmente seguro... Traes la violencia a esta casa, a este pueblo los insultos... ¡Oh! ¡Sí! Una actitud muy piadosa propia de un hombre del señor. Acaso creeis que nuestra población necesita de más preocupaciones de las que tenemos... ¡Sois un necio!

- Te atreves a acusarme de mentir... Tan sólo esa ofensa es un crimen castigado con la muerte... Un crimen que yo te perdono, ya que no creo que estés hablando tu... es el propio maligno el que se ha adueñado de tu lengua.

Otra pausa que hace que vibre el propio silencio interrumpe unos segundos el discurso del Dravescu.

-La peste no ha llegado a estas tierras... Es más, os contaré una historia que debeis conocer. Mi primo el Knezi fue herido por conseguir una cura para la peste para las tierras de Satu Mare, él en su persona arriesgó su vida por sus gentes, y resultó herido de gravedad... Ese es vuestro verdadero gobernante, y el gobernador Sibiu, y mi persona, sangre de su sangre, somos su voz lejos de él. Y siguiendo con la peste... Creo que nunca habeis mirado a la peste a los ojos como hemos podido hacer nosotros... Si yo tuviese la peste la enfermedad se hubiese extendido por toda Baja Mare hace semanas, y eso no ha sucedido.

-Hablas de entregar su gobierno... La locura ha hecho presa en tí entonces, no me equivoco. Vosotros no teneis poder sobre la tierra, tan sólo sobre las almas... Acaso no sabeis eso, ¿que tan sólo una parte de los impuestos os pertenece? Y aquí no teneis ni eso, este pueblo os ha dado la espalda, este pueblo decidió por seguir fieles a su legítimo gobernante, el Knezi, y de ninguna forma permitiré que insulteis de nuevo a este pueblo que sufre y que lucha con todas sus fuerzas para salir adelante, y convertirse, como he prometido, ¡en la joya de la corona del Voivodato!

-Ahora aléjate de aquí, vete con los tuyos y haz acto de sometimiento a tu comunidad, como deberías hacer, arrepiéntete de tus pecados. El cadaver de nuestro respetado Fray Blois os será entregado esta noche, no ahora, y esta noche se comunicará a tu comunidad la decisión del pueblo.

Vladimir Dravescu sigue con su postura regia esperando a que el fraile se vaya, y poder convocar a la comunidad para tratar asuntos que no pueden demorarse más, y hacer que todas sus promesas, compromisos de honor, empiecen a cumplirse.

Tras la partida de Fray Roland Vladimir señala a los curiosos que estaban observando el debate entre el fray y el caballero.

-Traed a todo el pueblo, incluídos los extranjeros que quieren incorporarse a nuestro pueblo, llamad a todo el mundo pues hoy se va a marcar un cambio en el destino de Baja Mare.

Señala a dos de las mujeres que le suelen cuidar y las señala...

-Vosotras dos, por favor, ayudadnos a preparar el cadaver de Fray Blois para que los monjes puedan llevárselo y darle sepultura.

Ante las palabras del Caballero Vladimir, apoyando al Capataz Sibiu y viendo que los monjes se retiran, la gente comienza a seguir las ordenes impartidas. Un par de mujeres se acercan a la entrada de la casa de Sibiu dispuestas a ayudar con la preparación del cadaver. Alguno de los hombres ha ido hasta el pequeño campamento de las afueras donde se han estado alojando las familias extranjeras para pedir que se reunan en frente de la casa del Gobernador.

En unos minutos casi todo el mundo del pueblo y la mayoría de las familias de refugiados se encuentra allí espectantes ante los que el Caballero Vladimir quiere decirles.

-Pueblo de Baja Mare... ¡MI PUEBLO!

Vladimir espera a que sus palabras tengan su efecto sobre los ciudadanos de Baja Mare y guarden silencio, captando la inquietud que les sobrecoge tras los acontecimientos sucedidos a lo largo del día.

-Gentes de Baja Mare, el que os habla es el Caballero Vladimir Dravescu, al que todos conocéis, y hoy os hablo como el Protector de Baja Mare, por la voluntad del Knezi Bratovich.

-Los rumores corren como la pólvora, y se que todos tenéis una idea aproximada de lo que ha sucedido en el día de hoy, pero los acontecimientos del día no son ni por asomo tan graves como cualquiera de vuestras mentes pueda imaginar... He de deciros que el día de hoy la casa del gobernador ha recibido dos ataques por parte de esos que proclaman estar en posesión de la verdad de su Dios, por aquellos que intentaron usurpar el poder al verdadero gobernante de esta tierra... de aquellos que intentan proclamar una falsa fe...

-No os diré que algunos de ellos sean buenos, y crean en lo que predican, pero está claro que el pueblo de Baja Mare no cree en esa falsa religión, y lo habéis demostrado, mostrándoos fieles ante vuestras verdaderas creencias, ¡las creencias de vuestros ancestros!

Vladimir se toma un tiempo para continuar.

-Ahora he de comunicaros un hecho que parte mi alma en dos. Yo, como caballero que soy, he tenido que poner mi vida en peligro en múltiples ocasiones, he luchado contra los más temidos adversarios, y siempre he salido triunfante... Estas manos y esta espada han arrebatado más vidas que las que aquí se agolpan esta noche, a la espera de escuchar las palabras que tanto yo como el gobernador debemos transmitiros... Pero no ha habido vida que más me haya costado arrancar. La vida de Fray Blois... Ese hombre, al que yo perdono pues estoy seguro de que no era consciente de sus actos, ha irrumpido en la casa del gobernador, y ha intentado quitarle la vida...

-Si habéis escuchado las palabras del gobernador, él dijo que el Fraile intentó matarme a mí... Tal es su valentía y su fortaleza que dejó la afrenta contra su vida a un lado, preocupándose de la de un humilde servidor de este pueblo, su protector... Pero no es así, el ataque fue contra él como representante del pueblo de Baja Mare, tal vez porque el fraile sintió que le habían arrancado su puesto de mando terrenal.

Vladimir hace avanzar un paso a Sibiu para que la multitud pueda admirarle y rendirle homenaje.

-He de confesaros que creo plenamente que Fray Blois enloqueció, y no era dueño de sus actos, y personificó la esencia del maligno en esta casa... Una casa que él mismo había habitado. Una locura que lo llevó a la muerte.

Vladimir agacha la cabeza y la levanta con una mirada que refleja odio.

-Más tarde recibimos la visita de Roland, ese loco que usurpó una armadura que no era suya por derecho, y derribó la puerta de esta casa para acusarnos de locuras, y de crímenes terribles... Pero el gobernador y yo hemos decidido perdonarle, ¡a la vez que le desterramos a él y a su comunidad por los restos de los siglos! Esa comunidad nunca más será recibida entre nosotros, nunca más les permitiremos que emponzoñen esta tierra, y traigan la desgracia por adorar a un Dios que no es el verdadero...

La expresión de Vladimir cambia y ahora transmite esperanza, paz y alegría.

-Ciudadanos de Baja Mare... Tenemos un anuncio que haceros. Nuestra población ha aumentado, debido a que las gentes de Haektor el Tranquilo se unen a nosotros… Este año tendremos una gran cosecha, y nuestra aldea crecerá y prosperará para convertirse en lo que os he prometido, ¡en la joya de la corona del Voivodato! Nuestro pueblo de esta forma crece, compensado la pérdida que tuvimos con los locos que nos abandonaron. Esta noticia es de suma importancia, ya que nos prepara para el futuro con más esperanza y fuerza.

-Esta no es la única buena noticia… Esta reunión improvisada esta noche, se convertirá en una reunión diaria, una reunión que nos permitirá conocernos como pueblo, y conocer las necesidades de todos los vecinos para poder satisfacerlas lo más pronto posible, por tanto, a partir de hoy, todos los ciudadanos de Baja Mare deberán acudir aquí al caer la noche, y cada noche una familia nos contará su historia, sus necesidades y sus esperanzas, para entre todos hacerlas realidad. En dos años seremos muchos más de los que hoy somos, y tendremos un pueblo mucho más importante y protegido de lo que hoy es.

-¿Queréis más noticias positivas? La compañía de monjes se va voluntariamente, sin que tengamos que enfrentarnos a ellos para defender nuestra tierra.

-No todo es dicha, me encuentro débil y aún tardaré unos días en recuperarme completamente, pero eso no será un obstáculo para desarrollar mi labor y cumplir con mi deber para con vosotros.

-La seguridad es algo de lo que yo me encargaré. He oído voces que hablan de un bandido, de un proscrito al que todo el mundo teme, pero que nunca se ha dejado ver por nuestro pueblo. Yo os digo que YO, Vladimir Dravescu, me haré cargo de que ese bandido no nos cause el más mínimo perjuicio, ni el ni nadie. Yo soy el protector de Baja Mare, y actuaré en consecuencia.

-Puede ser cierto que en estos días, aparentemente no nos hemos hecho cargo del buen gobierno de Baja Mare, pero eso es mentira, y que alguien se atreva a contradecirme… Este tiempo en el que no hemos actuado hemos estado reflexionando sobre que es lo mejor para este pueblo, y sabed que es más importante saber que es lo que se va a hacer, que hacerlo apresuradamente y hacerlo mal. Os puedo decir que muchas decisiones han sido tomadas, decisiones que os serán reveladas en su debido momento, y no antes. Hasta ahora ya os hemos hecho partícipes de dos, esta reunión diaria y la admisión del pueblo de Haektor, al que invitamos tras la reunión de hoy para unirse a nosotros en casa del gobernador y discutir asuntos que atañen a él y al que era su pueblo, y hoy se convierte en el pueblo de Baja Mare… Demos la bienvenida a nuestros hermanos…

Vladimir hace que Haektor se acerque y se coloque al lado de Sibiu, dejando al gobernador entre medias.

-Sibiu está turbado por el ataque contra su vida, y la entrada en su casa del loco de Roland. Demasiados sucesos en una sola jornada, aún así quiere dirigirse a vosotros para devolveros la confianza que habéis depositado en él.

-Gracias pueblo de Baja Mare, ¡MI PUEBLO! Con honor y hasta el final de mis días portaré con orgullo el título de protector de Baja Mare. Con honor y regocijo de mi alma lucharé por levantar este pueblo y a sus gentes.

Vladimir aguarda con orgullo y una expresión de fiereza, serenidad, fortaleza y confianza la reacción de las gentes de Baja Mare y la alocución de Sibiu, orgulloso de las palabras que ha dirigido a su gente.

-Pueblo de Baja Mare....ya sé que no he sido un gobernador como debía de haberlo sido.....
su voz se notaba débil y vieja

El Caballero Vladimir, no, El Gran Caballero Vladimir, ya os ha dicho gran parte de lo que teniaís que oir.

Él es un héroe, el Protector de Baja Mare, tenerle la misma consideración a él como a mi porfavor.

Sibiu levanta sus brazos Ahora, Baja Mare vivirá sus más felices momentos.

A partir de mañana, se instaura una reunión a la caída del sol, durante las primeras horas tras la salida del sol aquellos que tengan problemas deberán ir a verme para empezar a trabajar sobre tales problemas.

Se pone serio y firme.
Voi a tomar el mando de forma efectiva y a tomar decisiones a partir de mañana.

-El tema sobre la mina aún lo tenemos que comentar Vladimir y yo....

Pero no os preocupeís gente de Baja Mare, la paz, reinará aquí.

Sibiu se inclina ante toda la gente Que tengaís buenas noches...

Sibiu se retira dentro de su casa.

Vladimir deja que el gobernador entre en la casa, seguido por Haektor, y despide a la multitud.

-Mañana, a la caída del sol, volveremos a encontrarnos aquí, y la familia con el miembro más mayor del pueblo nos contará su historia, para que todos comprendamos que todos somos uno, que compartimos un destino, y unas esperanzas. Esta costumbre queda instaurada a partir de hoy.

-Al amanecer, como ha dicho Sibiu, aquellos que tengan problemas graves deberán visitar al gobernador para que tengamos conocimiento de los mismos y poder empezar a resolver las cuestiones más urgentes. Descansad, y levantaos mañana regocijándoos de la nueva era que nace en Baja Mare.

-¡Salve a Baja Mare!

Vladimir espera los gritos de alegría del pueblo y cuando están empezando a disminuir de intensidad se da la vuelta regiamente y entra en la casa, dirigiéndose al comedor donde se encuentran Sibiu y Haektor, con un vaso de vino cada uno en su mano, y un vaso vacío en la posición que Vladimir pasa a ocupar.

-Muy bien caballeros... espero que no nos demoremos mucho pues yo estoy muy cansado... y herido, no os lo ocultaré Haektor, pero entiendo que tienes lealtad hacia tu nuevo pueblo, y no divulgarás esta información...

-Respecto al asunto que nos atañe, queremos daros una cálida bienvenida a vuestro nuevo hogar. Afortunadamente unos locos abandonaron el pueblo hace un tiempo, cuando llegamos a estas tierras, y hay disponibilidad de hogares para toda tu gente, a pesar de que tal vez sea necesario realizar reformas. Si no surge ningún problema lo mejor será que acomodes a tu gente según tu propio criterio.

-Espero que os sintais bien acogidos en estas tierras, y que colaboreis con nosotros en ver cumplidos nuestros sueños. A partir de hoy no se volverá a mencionar el pueblo de Haektor, ya que sois de pleno derecho ciudadanos de Baja Mare, sois el pueblo de Baja Mare...

-Si contais entre vuestras filas con algún artesano, algún guerrero o alguien con algún tipo de habilidad te agradeceríamos que nos lo comunicases para poder planificar mejor el crecimiento de nuestro pueblo.

1)Baja Mare: Significa Mina Grande. Región de Maramunes.

a.FACCION: Teóricamente bajo mandato feudal del Conde de Satu Mare.
b.Gobernante: Capataz Sibiu ().
c.Clero: Fray Blois de Ruan (misionero católico).
d.Población: 300, 255.
e.Impuestos:
f.Etnia: Eslava.
g.Religión:
i.Paganismo eslavo: 89%.
ii.Cristianismo Ortodoxo: 10%.
iii.Cristianismo Católico: 1%.
h.Defensas: Empalizada baja que evita que escape el ganado y que entren los lobos y los gatos salvajes.
i.Tropas:
i.Milicia campesina: 0.
iii.Levas: 0 (Posibles Levas: 100).
j.Recursos: Ganado, hierro.
k.Terreno: Colinas y llanos. Río.
l.EDIFICIOS: Mina de Hierro Pequeña (ingreso medio 100 florines anuales). Empalizada baja.
n.GASTOS ANUALES:
i.Total: Florines: 22.
ii.Mantenimiento: 3.
iii.Edificios: Casa: 10.
iv.Sirvientes: 0.
v.Caballos y carros: 9.

Escucho con atención las palabras del Caballero Vladimir y el Capataz Sibiu. Bonitos discursos, pero todavía no se han preocupado por nuestras necesidades.

-Como representante de las familias acogidas me gustaría saber si permitireis que nos instalemos en Baja Mare. Si es así decidnos donde y si nos ayudareis economicamente hasta que con las primeras cosechas podamos recoger alimentos. Ahora mismo no tenemos nada que echarnos a la boca.

Vladimir escucha las palabras de Haektor asintiendo... y tras observar un gesto de asentimiento de Sibiu prosigue...

-Baja Mare no es una comunidad rica... no ahora mismo. Han ocurrido sucesos que han complicado nuestra existencia mucho, y estamos intentando remontar. Como ya he dicho vuestra colaboración en esta empresa es muy valorada por nosotros, por lo que estamos dispuestos a acceder en la medida de lo posible a vuestras demandas... Pero comprenderás que este sacrificio deberá verse retribuído, ya que ahondará en la pobreza que sufrimos... tan sólo para poder resurgir con más fuerza. Por supuesto que no os dejaremos morir de hambre, pero vuestro esfuerzo debe merecer el sacrificio que vuestro nuevo hogar hará por vosotros...

-Respecto al alojamiento, como te he indicado antes podreis ocupar unas viviendas que quedaron vacias al irse unos locos en una aventura que deseo que les salga bien... Estoy seguro de que el Gobernador será capaz de mostraroslas mañana por la mañana, para que decidais cómo distribuirlas.

-Ahora si no tienes nada más que añadir, puedes ir con los nuevos miembros de Baja Mare para compartir estas buenas noticias, y comunicarles los términos de nuestro acuerdo.

-Confío en vuestras palabras y agradezco vuestra ayuda y comprensión. Somos gente trabajadora y Baja Mare no se arrepentirá de habernos acogido, trabajaremos con vosotros para hacer resurgir el pueblo. Ahora iré hasta el campamento a transmitirles vuestra decisión y mañana mismo comenzaremos el traslado a las viviendas vacias. Después los hombres y mujeres de mi comunidad se presentarán ante vosotros para que les asigneis trabajo en la mina o campos para poder sembrar.

Con una pequeña reverencia me despido del Caballero y el Capataz para darles la feliz noticia a mis compañeros y familiares.

SUCESOS DE PRIMAVERA:

- Llega un mensajero, Haekor el Tranquilo, procedente de Bistritz (T27). Quiere entrevistarse con el gobernante de Baja Mare. Dice representar a 20 familias campesinas que estarían dispuestas a establecerse en los campos de Baja Mare si se les dan facilidades.

Nota del Director V: Este fue un suceso de primavera. Sí que han tardado en aceptar a esas 20 Familias.

Bien, el resultado de acoger a esas familias es que la Base de Recaudación disminuye en -20 el Año 951. La población del pueblo aumentará en +20 Familias, pasando de 255 a 275.

Quizá no tenga efecto en el Año 952 (dependiendo de la economía), pero en cualquier caso para el 953 ya estarán los inmigrantes plenamente integrados, con lo que su presencia se notará en la Base de Recaudación.

Vladimir sigue sentado en la mesa, satisfecho del acuerdo alcanzado, y pensado que tal vez si se emplease a los nuevos ciudadanos en la mina la retribución que se les pide podría ser cubierta muy pronto… Amén de que se les está proveyendo de alojamiento, protección, etcétera…

- Haektor, depositamos mucha esperanza en ti, y en el resto de nuestros nuevos ciudadanos. Os proveeremos de alojamiento, y cubriremos vuestras necesidades… Ten presente esta deuda y este sacrificio que se hace por vosotros…

El gobernador da por zanjada la conversación, y sonriendo pronuncia su despedida.

- Haektor, sed bienvenido, ahora Baja Mare es vuestra casa. Espero que todos nos sintamos a gusto. Mañana os acompañare a vos y a vuestra gente a ver vuestras nuevas casas, y cuando caiga el sol podréis venir a comentarme a Vladimir y a mí vuestras inquietudes como todos los aldeanos…. Que tengáis buena noche.

El caballero Vladimir se levanta de su silla y tiende una mano a Haektor que estrecha con firmeza

- Sed bienvenidos, transmite nuestra más cálida bienvenida al resto del nuevo pueblo de Baja Mare...

Vladimir acompaña a Haektor hasta la puerta con una sonrisa en su rostro, cierra la destrozada puerta como bien puede, y se da torna mostrando un rostro de gravedad…

- ¿Queda alguien en la casa?

El gobernador se gira hacia Vladimir

- No, creo que no.

- No es suficiente... Registraré la parte de arriba... tu comprueba esta planta y el sótano... Tenemos que tratar asuntos que harían temblar los cimientos de Baja Mare – Dice el caballero con preocupación dibujada en su rostro.

- De acuerdo...- Responde el gobernador mientras se pone a la tarea de revisar cada rincón de la casa, mientras Vladimir se dirige a la planta de arriba y se asegura de que no hay nadie…

Tras esto baja y se encuentra con Sibiu en el bajo de la escalera

- ¿Has visto a alguien ahí arriba?

- La parte de arriba está vacía… ahora volvamos a la mesa... hay mucho sobre lo que hablar…

El gobernador obedece la orden de Vladimir y se dirige hacia la mesa tomandole del hombro.

- Vamos mí querido amigo

Vladimir toma el asiento que ocupaba antes y comienza sin más preámbulos… como liberándose de una pesada carga

- Bien... esto que te voy a contar es secreto... y del mantenimiento de este secreto depende tu vida – El tono de voz no deja lugar a equívoco... la situación es de la máxima gravedad - Tu vida... y la mía...

-¿¡Qué quieres decir?! – Responde Sibiu dando un golpe sobre la mesa que la hace crujir - ¿¡Otro fraile?!

Vladimir no puede reprimir una carcajada, que lanza al aire

- No

- ¿De qué te ríes ahora?

-Ojala fuese ese el mayor de nuestros problemas… un problema que por otra parte ya no existe, ya que se van… gracias a Dios. Nuestro problema es de una índole también sobrehumana… pero creo que nada que ver tiene con Nuestro Señor. Comenzaré con mi historia, y espero que sigas confiando en mí tras lo que tengo que contarte

- Confiaré en ti como Protector de Baja Mare y gran amigo – responde Sibiu en un tono de confianza y fe ciega.

- Antes de nada quiero decirte que sigo siendo Vladimir Dravescu, Protector de Baja Mare y espero que un gran amigo – sonríe - Bien...todo comenzó la noche en la que "enfermé"… Como bien podrás recordar, se oyó mucho ruido en mi habitación, y creíste que me atacaban…

-Sí, las ventanas también estaban abiertas… - responde el gobernador - cosa que me extraño mucho.

Sibiu hace una pausa mientras el caballero agacha la cabeza como si estuviese rememorando un suceso acaecido mucho tiempo atrás… o un suceso inenarrable par aél…

-Pero, ¿qué pasó Vladimir? Desde el primer momento pensé que no era la peste por tu comportamiento

Finalmente Vladimir ofrece la respuesta que espera su amigo.

-Bien… eso es el comienzo de todo. Esa noche yo dormía, cuando de pronto algo me agarró… desperté totalmente turbado y solo pude ver la ventana abierta y a esa criatura. Me agarró y me alzó como si fuese un bebe, pero conseguí plantarle cara. Le golpeé y conseguí llegar hasta mi espada… parecía que todo iba a ir bien, mi espada me protegería... pero no fue así – Vladimir hace una pausa y emite un suspiro - conseguí ensartarle de lado a lado… pero él siguió avanzando hasta quedar frente a mí, ¡mientras la espada se hundía hasta la empuñadura! y me dijo…

Sibiu se queda expectante. Un resto de horror mezclado con curiosidad y dificultad para creer lo que sus oídos están escuchando es transmitido por su cara.

- Me dijo que me otorgaba su regalo... aunque por su tono estaba claro que era una maldición…

Me mordió en el cuello y sorbió toda mi sangre… esa abominación… creía que iba a morir, pero se hizo un corte en su muñeca y me dio a beber de su sangre... Tras esto ya conoces el resto de la historia... apareciste en la puerta con los campesinos... y yo caí inconsciente. Desde entonces, bueno… desde entonces no soy capaz de permanecer despierto durante el día, la luz del sol produce tremendas quemaduras en mi piel, soy capaz de aguantar las heridas y el daño mucho mejor…

Vladimir agacha la cabeza.

- Necesito alimentarme de sangre... es algo horrible, pero las mujeres de las que me alimento disfrutan más de lo que he visto disfrutar a ninguna mujer nunca… y no, no sufren daño alguno, eso ya lo has visto tú.

Vladimir alza la mirada y clava sus ojos en los de Sibiu

- Me he convertido en un monstruo, pero sigo siendo Vladimir. Mis palabras han sido sinceras, y lo demostraré. Por dentro sigo siendo el mismo.

Sibiu casi se queda sin palabras, pero a pesar de esto soporta la mirada del caballero y articula una respuesta

- Vladimir…me honra que me estés contando esto a mí, pero no se lo cuentes a nadie, aunque ya lo sepas… ni siquiera a Tiberiu Bratovich.

Vladimir acoge el consejo sin expresar nada, a pesar de que en su interior se siente ofendido por una afirmación como la que acaba de hacer su amigo.

-No, nadie debe saberlo, solo tú… solo tú, ya que tendrás que ayudarme a sobrellevar esta pesada carga y necesito que sepas todo... para que no descubras nada por ti mismo, para que no haya desconfianza y para que puedas proteger nuestros intereses.

- De acuerdo, te ayudaré a sobrellevar esa carga, - Sibiu esboza una sonrisa - mi querido amigo. Pero dime ¿En qué te has convertido exactamente? – El rostro del gobernador vuelve a expresar preocupación - ¿No irá a más verdad?

- Creo que no... – Responde Vladimir – No sé en qué me he convertido… he notado que me he hecho algo más atractivo… y mi fuerza ha aumentado, pero nada más… a parte de la necesidad del otro tipo de alimentación. En unos aspectos he ganado, en otros… está claro que he perdido, y mucho… - Vladimir alza aún más la cabeza con fortaleza y orgullo en su mirada - pero mis promesas son firmes, tu cuidaras de baja mare de día... yo lo haré de noche. Es de suma importancia que nadie sospeche. De momento… no es algo que me guste, pero es algo necesario… de momento me estoy asegurando de tener una fuente de sangre segura... así evitaremos sospechas. Por tanto recibiré visitas de la misma forma en que han estado sucediendo hasta hoy. Y otras noches saldré yo...

Vladimir dice esto como lanzando un desafío a la noche. La reunión de la noche es una excusa perfecta para seguir siendo visto rozando el día y dar una imagen de normalidad, pero deberemos ser muy cautos.

- Sí, no hay problema. Tranquilo

- No sé en que me he convertido y eso es un hecho más turbador aun… tal vez… Amigo, ¿has oído hablar en alguna ocasión de algo parecido?

- La verdad es que no, pero yo noto a ese Vladimir dentro de ti, con lo cual no eres un monstruo… sólo te han maldecido.

-Espero que haya alguna cura… por cierto, lo mejor será necesario alejar a la iglesia todo lo posible, como ya habrás imaginado...

- Sí, está claro....además.....- el rostro de Sibiu toma un cariz serio y a la vez burlón – A mí tampoco me gusta esa iglesia.

Una carcajada brota de los labios del gobernador, que inmediatamente se contagia a Vladimir, lo que ayuda de sobremanera a reducir la tensión.

- Bueno... eso es todo... a partir de hoy nos queda mucho trabajo por hacer...

- Sí, yo me voy a dormir. Gracias Protector de Baja Mare, eres de gran ayuda.

- Descansa, mi fiel amigo, yo voy a salir… hace mucho que no visito a mi montura, y tal vez haga una cabalgada para dejarme ver….

Vladimir se levanta de la mesa y da un abrazo a su amigo, que le devuelve el abrazo y retira hacia sus aposentos. Tras esto se dirige hacia el establo con la espada colgando fiel de su cinturón…

Vladimir se aproxima a su montura susurrando palabras de calma… no sabe cómo va a reaccionar su montura ante sus cambios, ya que los animales son siempre muy sensitivos.

-Tranquilo, tranquilo, soy yo, soy Vladimir, tu amo, vamos a ir a dar una vuelta…

El caballero se sorprende al ver que su montura no muestra sorpresa ni desconfianza, y que le reconoce instantáneamente. Tras esto monta en su montura y hace una cabalgada bastante larga, oteando desde lejos el campamento de los monjes para comprobar que están dejando todo listo para su partida.

Mientras se deja acariciar por el viento y rememorar su pasado, planeando su futuro, va reflexionando sobre la conversación que ha tenido con el gobernador… Tal vez… tal vez he oído algo similar a esto… tengo que recordar…

Vladimir sobre su montura de pronto comienza a evocar una historia que le contó su abuela cuando era un crío... una historia sobre los Vampyr, seres que viven de noche, alimentándose de la sangre de los vivos y por cuyas venas circula agua negra... lo que les da la inmortalidad...

¿Cómo he podido estar tan ciego todo este tiempo? Vladimir se culpa por su ceguera y por cerrar tanto su mente... tenía la solución a su problema tan delante de sus ojos, y a la vez había tardado tanto en verla... que estúpido se sentía... aunque a la vez tremendamente reconfortado, al poder ponerse un nombre por fin, y tener una base desde la que investigar más sobre sí mismo a partir de ahora...

Vladimir notaba como su caballo galopaba más cómodo que antes, aunque esto podía ser por llevar tanto tiempo descansando, cosa que no se le permitiría de nuevo. Un caballo como este no había sido criado para la paz y la tranquilidad de los campos verdes...

El caballero se sentía cómodo y vivo por primera vez desde hacía mucho tiempo... mañana sería el inicio de una gran era... una lástima no poder ver el amanecer.

El protector de Satu Mare se siente flotar sobre su montura... nunca había sentido una unión tan plena con su montura hasta esta noche, y se siente extrañado... De pronto multitud de plantes se van fraguando en su mente... cada vez ve todo con mayor claridad, y se da cuenta de las oportunidades que se van abriendo a su camino, oportunidades que cualquiera debería haber visto hace mucho tiempo, pero que han sido vedadas al escrutinio de los antiguos gobernantes, y de él hasta la fecha...

Sus planes son bastos y llevarán gran cantidad de tiempo, sacrificio y sobre todo dinero, pero está clarísimo que se trata de una inversión, una inversión que redundará en incontables beneficios para los habitantes de Baja Mare... ¿Quién sabe si algún día Baja Mare no contará con su propia universidad?

Comienza a clasificar sus planes y a ordenarlos en su mente febrilmente activa...

Seguridad... Este pensamiento se ve auspiciado por la contemplación de la cerca que rodea el pueblo... totalmente insuficiente... Debemos ampliar esa empalizada para poder proveer un poco más de seguridad a nuestros vecinos... y por supuesto será necesario el entrenar a algunos aldeanos para formar una pequeña milicia... si, una milicia, una pequeña fuerza militar que sea capaz de proveer defensa y seguridad a Baja Mare... Si, por supuesto, y ya se que tipo de fuerza va a ser... La guardia de la noche... ese será su nombre... o tal vez Los cuervos negros... es algo que habrá que pensar y que madurar, pero la semilla ya está aquí. Por supuesto que será una fuerza de pequeño número, pero en eso radicará su fuerza y su lealtad. Serán la élite de la élite, y responderán tan solo ante mí. Su entrenamiento se realizará auspiciado bajo la noche, y ellos serán los futuros mandos de una posible milicia urbana, ejército y todo aquello que pueda crearse. De esta forma no se necesitará mi presencia visible nunca más, y menos de día.

Tras hilar estos pensamientos comienza a surgir otro hilo inmediatamente...

Economía... En este momento Vladimir cabalga cerca del camino que lleva a la mina. ¿Como hemos podido estar tan ciegos? Tenemos una mina, una mina que produce gran cantidad de dinero, pero estamos perdiendo ingresos como estúpidos... ¿Qué proporciona más ingresos que el hierro? Por supuesto que el hierro forjado... Necesitamos una herrería, para producir armas y venderlas a un precio mucho más alto del que estamos obteniendo por el hierro... eso multiplicaría varias veces los ingresos, y permitiría manterner la pequeña fuerza que quiero constituir, y además realizar las ampliaciones que serán necesarias... El problema es que necesitaremos un maestro constructor y un herrero... Pero... ¡OH!

El pensamiento de Vladimir se acelera aún más...

¡Si! Necesitaremos un emisario que sea capaz de buscar lo necesario... Los dioses por fin son generosos, y ya iba siendo hora, tenemos a Haekor, podrá servir como emisario, y como otras muchas cosas... Y esa será su primera misión, sí definitivamente, en cuanto pueda lo enviaré a Satu Mare, hace demasiado que no se nada de mi familia, y necesitaré su ayuda para poder poner en marcha todos estos planes, y más aún...

Al cabalgar cerca del campamento de los monjes Vladimir recuerda un detalle de suma importancia y observa que los monjes están empacando con pesar en sus rostros... Se nota que quieren salir de Baja Mare cuanto antes.

Espero que partan cuanto antes, pero no puedo permitir que los monjes viajen al norte... no puedo permitir que se radiquen en Satu Mare, y aquí está la primera misión para Haekor. Será sencillo y una forma de irle mostrando que contamos con él. Y que confiamos en él. Veamos que se puede sacar de él. Pero para esto necesitaré a Sibiu... Seguramente él lo apruebe. Sí, contaremos con él como emisario, y como vigilante de este territorio... Y sería interesante crear un pequeño cuerpo de exploradores... Pero eso si que será dentro de mucho tiempo...

- De momento he de regresar cuanto antes a casa... y hablar con Haekor lo antes posible... o... sí, le dejaré una nota a Sibiu para que él mismo se haga cargo...

Vladimir pone su montura de camino a la casa mientras observa el pueblo en busca de cualquier cosa extraña, cosa que no ve. Al llegar a casa se asegura de que las necesidades de su montura están cubiertas y vuelve a acariciar su cuello viendo que el caballo responde como si pudiese entender sus palabras...

Vladimir se dirige hacia sus aposentos y contempla asqueado que finalmente se ha olvidado del cadaver de Fray Blois... un error tremendo. Habrá que enterrarlo aquí, no creo que esos monjes se lo quieran llevar... aunque con lo locos que están...

Tras este pensamiento se dirige a su escritorio y toma pluma y papel...

Estimada Compañía de Buscadores,
Os escribo esta misiva para comunicaros que comulgo con vuestra decisión de abandonar Baja Mare. Los sucesos que han acaecido son lo bastante graves como para que esta partida se convierta en un imperativo más que en un deseo, aumentado aún por la baja aceptación de vuestras ideas religiosas en esta tierra.
Si os escribo esta misiva es para desearos lo mejor, y para solicitaros y pediros que no os dirijais más al norte, pues allí os aseguro que recibireis una bienvenida más fría incluso que la que habeis recibido en esta tierra.
Un saludo,
Caballero Vladimir Dravescu, Protector de Baja Mare.

Al acabar esta nota la guarda en un sobre y la lacra con su sello, para tomar un pequeño papel y escribir una nota para el propio Sibiu.

Querido amigo, hemos de hablar de mis pensamientos de esta noche... pensamientos de gran relevancia para Baja Mare, pero antes hay que encargarse de los monjes. Haekor es la persona más adecuada para realizar este trabajo, y verá que confiamos en él depositándole esta tarea. Debes darle este sobre lacrado y pedirle que se lo entregue a la Compañía de Buscadores, y pídele que se quede esta noche tras la asamblea, que debemos hablar con él. Todo tomará sentido a su debido tiempo... Y por favor, sacad el cuerpo del Fraile de mi habitación, ya que lo hemos olvidado, y haced que lo entierren fuera del pueblo. Y no permitais que entre nadie en mi habitación a excepción tuya.

Tras esto se levanta y deja ambas notas colarse bajo la puerta del gobernador, para que pueda verlas y vuelve a su escritorio para seguir escribiendo...

Yo, Haekor, apodado el tranquilo, juro lealtad a la casa Dravescu, y en su nombre a Vladimir Dravescu, Protector de Baja Mare, para protejer la seguridad e integridad de los territorios de Baja Mare, y colaborar en todo aquello que suponga el bien para Baja Mare...

De pronto Vladimir empieza a notar un cansancio... el sol está próximo a salir, será mejor que se prepare para pasar la noche... Vladimir oculta la nota que estaba escribiendo para el juramento de Haekor y se acuesta como todas las noches, asegurándose de que no entrará nada de luz, y comenzando a considerar el sótano como un lugar más seguro para descansar... Tal vez mañana sea el día en el que cambie de lugar de descanso.

Sibiu se levanta más pronto de lo normal, aquella historia que le conto Vladimir no le dejó dormir bien una vez más... Vladimir...joven y valiente amigo, te ayudaré en lo que haga falta.

Estaba amaneciendo cuando baja la mirada y ve un sobre

¿Qué es esto?

abre el sobre y se encuentra una contundente carta

Estimada Compañía de Buscadores,
Os escribo esta misiva para comunicaros que comulgo con vuestra decisión de abandonar Baja Mare. Los sucesos que han acaecido son lo bastante graves como para que esta partida se convierta en un imperativo más que en un deseo, aumentado aún por la baja aceptación de vuestras ideas religiosas en esta tierra.
Si os escribo esta misiva es para desearos lo mejor, y para solicitaros y pediros que no os dirijais más al norte, pues allí os aseguro que recibireis una bienvenida más fría incluso que la que habeis recibido en esta tierra.
Un saludo,
Caballero Vladimir Dravescu, Protector de Baja Mare.

Sibiu se pone serio y se fija que a sus pies hay otra carta

Esta la lee detenidamente Mmm...Parecen instrucciones.

Querido amigo, hemos de hablar de mis pensamientos de esta noche... pensamientos de gran relevancia para Baja Mare, pero antes hay que encargarse de los monjes. Haekor es la persona más adecuada para realizar este trabajo, y verá que confiamos en él depositándole esta tarea. Debes darle este sobre lacrado y pedirle que se lo entregue a la Compañía de Buscadores, y pídele que se quede esta noche tras la asamblea, que debemos hablar con él. Todo tomará sentido a su debido tiempo... Y por favor, sacad el cuerpo del Fraile de mi habitación, ya que lo hemos olvidado, y haced que lo entierren fuera del pueblo. Y no permitais que entre nadie en mi habitación a excepción tuya

Uhmmm, se queda pensativo Tendré que hacer usó de mi pico.

Coje el pico, se va a la habitación de Vladimir, coje el cadáver de Blouis

Al cojerlo le entran arcadas Buaj! Qué asco!...No hay otro remedio que sacarlo de aquí, antes de que amanezca.

Sibiu se lo lleva a las afueras del pueblo, y lo entierra con su pico.

Lleno de polvo y manchas de sangre Bueno, porfin nos hemos desecho de este Fraile.

Se percata del tiempo Maldita sea! se me hace tarde! rápidamente se dirige a su casa, se limpia las manos, se cambia de ropa en su habitación, deja el pico en una esquina y se tranquiliza.

La luna se había puesto ya en el cielo.

Ahora debo ir a ver a Haekor el Tranquilo a enseñarle sus nuevas casas y decirle lo que me ha dicho Vladimir en su carta.

Sibiu se va a buscar a Haekor.

Vladimir despierta de nuevo de su letargo y se sienta en la cama como impelido por un muelle. Contempla la habitación y observa, satisfecho, que el cadaver del monje ha desaparecido de su estancia. Tras esto se levanta y se viste con ropas limpias, para después ceñirse la espada a la cintura y salir de su habitación.

-¡Sibiu! Tenemos la asamblea...

Vladimir se sorprende al no recibir respuesta, pero supone que el gobernador está empleado en otros asuntos, y rememora la necesidad del entierro del cadaver y la distribución de alojamiento entre las 20 familias que ha traído a Haekor, y la posterior reunión que tendrán... Ademas se siente ambriento.

Tras esto sale a la puerta y se encuentra con la multitud expectante, a la espera de las historias que narrará el miembro más antiguo de Baja Mare.

-¡Pueblo de Satu Mare! Espero que el día os haya sido propicio, ahora pasaremos al relato de nuestro querido amigo, y tras esto hablaremos de vuestras preocupaciones... Disculpad la ausencia del gobernador pero tiene asuntos importantes entre manos...

Vladimir sonríe a la multitud y toma asiento para poder escuchar.