Partida Rol por web

Te encuentras patrullando por el bosque, estás en las últimas horas de patrulla antes de volver a casa de tu hermana. No has encontrado ni rastro de bandidos en todo el bosque y tu búsqueda comienza a ser monótona y aburrida.
De repente algo se mueve entre unos arbustos, te agazapas y centras tu atención en aquella zona. Entre los arbustos ves salir una criatura sobrenatural, tu primer instinto es salir corriendo, pero te has enfrentado a muchos peligros anteriormente y tu instinto de cazador hace que te mantengas en el lugar. Ves a un ser bajito y retorcido, con rostro de trasgo malévolo, orejas puntiagudas, dientes afilados, ojos amarillos y piel oscura que no para de moverse en cabriolas tan absurdas como imposibles para un cuerpo humano normal contorsionándose y doblegándose de forma tan irreal como desagradable. Va vestido con andrajos negros y va cubierto de arañas que se pasean por su cuerpo. Su apariencia es la de un maligno trasgo: pequeño y huesudo, encorvado, piel verdosa, orejas puntiagudas, ojos amarillentos que brillan en la oscuridad, dientes amarillos puntiagudos.

Pese al cansancio y el entumecimiento de sus músculos debido a dormir tantos días en el suelo, Mihail pronto se pone alerta al ver a tan extraña criatura.
Tensa el arco rápida y silenciosamente hacia la criatura y observa si le representa algún peligro. Si "eso" se acerca solo unos pasos más en su dirección, Mihail no dudará en descargar su arco sobre aquella extraña bestiezuela.

En ningún momento el guardabosques abandona el cobijo del arbol desde el que apunta a la criatura, preguntándose si también le habrá visto.

Mientras tensas el arco sin perder de vista a la criatura en tu mente recuerdas una serie de relatos infantiles que escuchabas de pequeño. Se decía que ponerse la ropa del revés espantaba a estas criaturas. No estás del todo seguro de la veracidad de esos cuentos de niños, pero hasta ahora tampoco creias que existieran esas criaturas.

Comienza a caer la noche, aunque el sol todavía no se ha puesto del todo y sigue habiendo bastante luz todavía. Decidís iniciar vuestro camino para poder aprovechar todas las horas con menos luz para avanzar por este territorio tan poblado.
Betelgeuse recorre tranquilamente el bosque haciendo cabriolas y movimientos extraños para divertirse mientras avanzáis. En un momento dado Rubushka nota algo entre unos arbustos, parece un cazador agazapado con un arco. Aunque cree que no la ha visto a ella, está casi segura de que si se ha fijado en Betelgeuse y sus cabriolas. Betelgeuse entretanto permanece ajeno por completo a la presencia del humano.

Sin lugar dudas, todos los indicios apuntan a la existencia de una gran ciudad más hacia el sur. Avanzamos con extrema precaución por un pequeño bosquecillo con la venida del crepúsculo.

-Ojalá nos sonriera la fortuna y pudiéramos apoderarnos de un carromato, bufón –comento.

Pero cuando vuelvo la cabeza, la criatura se ha demorado en un claro, distraída con cualquier cosa, menospreciando mis cuitas. Llena de ira, me lanzo hacia él con intención de darle un susto de muerte, y entonces lo veo: un hombre con aperos de caza, a algunas decenas de metros que mantiene clavados sus ojos en Betelgeuse.

“No me ha visto, rumio, oculta entre la maleza, oooh, qué gran ocasión, qué gran ocasión, el bufón me servirá de cebo. Nunca viste nada como él, ¿eh, humano repelente, sabroso humano? Continúa, prosigue así arrobado, lleno de fascinación y repulsión...”

Y con movimientos furtivos, trato de rodear al merodeador, para asaltarlo por la espalda y clavarle mi daga hasta el corazón.

La extraña y agobiante sensación de ser observado hace que Mihail destense el arco levemente y mire de reojo hacia todos los lados, sin llegar a ver nada.
Está claro que no puede ser una casualidad -piensa Mihail- ha pasado un tiempo totalmente solo y ahora ve a una criatura extraña y nota la presencia de otra, quizás de la misma raza. O puede que algo peor.

Rueda su espalda sobre el arbol de manera que se queda de espaldas a el, tras eso otea la zona sin dejar de apuntar con el arco. Nota el sudor que le perla la frente y los músculos, seguramente si hubiera disparado a aquel ser la figura que nota pero no ve hubiera acabado con el.
Sabiéndose en inferioridad numérica Mihail no pretende empezar ninguna batalla. Solo esperar que "ellos" sean quienes sean, sigan su camino para poder seguir el suyo.

Sus oidos están atentos a cualquier señal que indique algún tipo de comunicación entre la criatura y el ser invisible, ya que el extraño ser no lo había detectado no constituía -por ahora- una amenaza.
Creía creer que mientras apuntara hacia todos los lados minuciosamente y no despegara su espalda de aquel arbol, estaría mínimamente a salvo.

Desde luego en la situación actual no iba a permitirse perder el tiempo poniendose la ropa al revés para ver si funcionaba. Por alguna razón el guardabosques seguía creyendo más en el poder persuasivo de las flechas.

Desde el poblado fantasmal Betelgeuse habia mostrado su habitual sentido del humor con cabriolas por todos lados , a parte de sus lamentables piruetas mascullaba una cancion ó lo que pareciera ser una cancion.

-Tercera estrofa igual a la primera:
El rey del monte Carlo tenia un monton de ricos cocos
En la mesa de este pequeño mundo , que pequeño el mundo es
Y los bummeragg tambieeeen

-Cuarta estrofa igual a la primera... acchhhh grrrr -Tras un triple salto invertido el ezbirro fue a dar a una rama seca que lo balanzeo contra el tronco de un arbol quedando asi de cabeza

-añys dragones y serpientes te coman impura rama... ¿dragon donde estas? ayudame...

Tras payasear un rato nota que la bruja se a separado de el en pleno bosque dejandolo solo, al incorporarse en vez de buscarla se limita a seguir a un pobre caracol

Observas atentamente los movimientos del cazador y te das cuenta que destensa el arco y gira su cuerpo lentamente girando sobre el tronco del árbol junto al que estaba, quedandose escondido. Parece que no tiene ninguna intención de atacar a Betelgeuse y tan solo espera a que se pierda de nuevo en el bosque. Ahora se encuentra totalmente fuera de vuestra visión tras el tronco del árbol atento a no ser descubierto por Betelgeuse.
Por su parte Betelgeuse sigue brincando y cantando ajeno a todo lo que ocurre allí.

Esta escena se resolverá definitivamente por irc, así que os doy unos días para poner vuestras preferencias en días y horas para quedar al roleo antes de convocarlo oficialmente. Recordad que las horas son siempre con el servidor de umbría.

De lunes a jueves a partir de las nueve y media o diez. Algun que otro viernes aveces también puedo, pero ya es más complicado.

Director II:Los domingos de mañana o tarde podrías? (para descartar días)

Mientras pasan los días lo único que hago es rezar a Perun y dormir. Apenas como, ni hablo, ya que los guardias no me dan tema de conversación, aunque cada vez que me traen la comida les saludo con educación y les pregunto las noticias que hay en el exterior, esperando que algún día se dignen a contestarme.

Al llegar el guardía a la misma hora que cada día, interrumpo mi rezo y sonrio al guardia

-Gracias por la comida. ¿Que nuevas hay en el mundo exterior, hermano?

Dejo la comida al prisionero como cada día, aunque hoy parece que tiene ganas de hablar.

-Disculpe señor pero tenemos órdenes de no hablar con usted. Tan solo le traigo la comida como me han ordenado.

Los dos mensajeros son conducidos ante el Caballero Dimitri Szantovich de Bran, y esperan respetuosamente a que este hable con ellos como es protocolario.

Mierda lo siento, cuando vi que había un mensaje nuevo crei que era del sacerdote, acabo de ver que has editado en mi mensaje anterior.

Los domingos tarde/noche puedo jugar algunas veces. Este domingo por ejemplo no podrá ser, pero el otro por ejemplo -y si no salen imprevistos- si.

Durante los largos meses que has pasado encerrado has estado orando fervientemente a Perun sin obtener respuesta. Por momentos has estado a punto de perder la fe pero has seguido firme en tus convicciones y orado aún con más fervor cada día. Estás completamente seguro que tus oraciones llegarán a Perun y este hará cumplir su voluntad hacia tí.

Sonreí al guardia cuando me dijo que no le permitian hablar conmigo - Lo entiendo, gracias de todas formas. Si algún día necesitas hablar, aquí tienes a un amigo.

Cuando el guardia se fué, comí algo y continué con mis oraciones diarias esperando sentirme escuchado.