Partida Rol por web

Me sorprende tanto haber llegado ilesa hasta aquí que casi siento la necesidad de pararme para comprobar que no tengo ninguna herida. Por suerte, no lo hago y concentro todos mis esfuerzos en seguir cogiendo ventaja a mis contricantes. Si consigo llegar a por las mochilas lo suficientemente pronto como para marchar sin que me alcancen, debería ser suficiente para tener alguna esperanza.

Enseguida vislumbro mi objetivo. Desde que he echado a correr he estado barajando la posibilidad de hacerme con dos de ellas, pero pronto me saco ese pensamiento de la cabeza. - No quieras acaparar demasiado que será tu perdición.

En el poco espacio que me queda intento decidir qué mochila coger. No sé que hay dentro y solo espero tener algo de atino. Por desgracia, todo va a depender de la suerte que tenga. Cuando consigo enfocar centro mi atención en la letra V. Esa es mi elección. Incremento la velocidad sin dejar de mirar de reojo a quienes se encuentran a mi alrededor. Necesito salir de aquí cuanto antes, estoy en la boca del lobo.

Las explosiones sonaban a mi espalda ¿cuantas habían sido en un momento? ¿Cinco? ¿Seis? No lo sabía, solo corría como alma que llevaba el diablo. Mientras me apartaba de los árboles que surgían en mi camino y evitaba que mis pies se encajaran en los huecos de las raíces, sigo los caminos que percibo que tienen desnivel. Yendo hacia abajo, espero encontrar agua corriente y oír su canturreo. Pero aún tenía que alejarme del centro, y esperar a que se pasase el abotargamiento que tenía en los oídos. Continuo corriendo.

Savera mira que de nuevo se encuentra demasiado cerca de los profesionales. Mira a Leroy y sin intención de quitarle sus posibilidades de salir vivo, se dispone a tomar la mochila P para corre entre Leroy y Sean para poder correr sin necesidad de enfrentamientos sin sentido.

Si alguien toma la mochila P, se dispone a tomar la Q. Corre a todo lo que da y se mantiene alerta para no dar posibilidad de un ataque fulminante.

Las mochilas están delante mio, pero ahora mismo lo que más me importa es librarme de posibles rivales, aunque las dos Tributos que hay a mis lados son mujeres y parecen frágiles, he visto luchar a Lyah, y no pienso dejame engañar por las apariencias.

giro mi cuerpo rápidamente y cargo directamente contra Caryl, con un puñetazo dirigido hacia su cabeza, esperando acabar con todos los tributos de un sólo golpe

Las explosiones se sucedían con frecuencia, demostrando que realmente estaban en la arena y que su vida sólo le importaba a sí misma. Por desgracia para ella, estas mismas la sobresaltaron mientras iniciaba el descenso y cayó, haciéndose un daño considerable en el pecho. Pero no había tiempo que perder, no podía detenerse ni para comprobar que estaba bien así que en seguida se levantó y se precipitó hacia las mochilas que tenía justo delante, olvidando todos los planes concebidos hasta el momento.

Tampoco quiso entretenerse más, temerosa de que la alianza establecida hubiera dejado de importar o simplemente, al no haber hablado más, no se hubiera realizado. Sin detenerse ni un instante, salió corriendo hacia la ladera por la que había bajado y volvió a trepar.

Con un gruñido inaudible de dolor, me incorporo rapidamente para no aparentar debilidad

mmff mierda

Tras un descenso seguro, creo que saltar al final no fue algo muy inteligente, pero soy consciente que mi reacción fue lenta y que casi todos mis contrincantes llegaron abajo antes que yo. miro rapidamente a mi alrededor buscando la mejor opción para continuar. A un lado, el hombre del distrito 12, en pie aunque con las manos en el hombro; Al otro lado, la chica del distrito 1, sentada en el suelo y herida. Tal vez no tenga una oportunidad mejor en el futuro.

Obligandome a ignorar el dolor del tobillo, cargo contra ella antes de que vuelva a ponerse en pie intentando golpearla con todas mis fuerzas. Debo acabar rápido para recoger equipo y reunirme con mi hermano, juntos seremos más dificiles de matar.

Se me hiela la sangre en cuanto comienzo a escuchar las primeras explosiones y los primeros gritos de mis compañeros. Estoy aterrada. Como para no estarlo, teniendo en cuenta que parece que ya hay muertos, y ni siquiera ha dado tiempo a que lleguemos al suelo. Cojo aire. Es como si ahora mismo alguien estuviera privando a la atmosfera de oxigeno, o como si mis pulmones sencillamente no pudieran procesarlo.

Y entonces, pienso en Sean. Por favor, que esté vivo. Por favor. El pensamiento se repite varias veces en mi mente, que decide jugarme una mala pasada. Y es cuando me lo imagino, en el suelo, con la mirada vacía y cubierto de sangre cuando soy yo misma quien tropieza, y cae, cuesta abajo. Me fuerzo a no quejarme: eso solo revelaria mi posición; sin embargo, noto mi mano palpitar, y el reguero calido de sangre caerme por el brazo. Me miro la mano, con el rostro desencajado. Menudo corte. Tiene una pinta bastante fea y, con lo profundo que es, hace que me resulte imposible continuar sin hacerle algo. Cierro los ojos, apretando los dientes. Me duele, mucho. Sin embargo, me obligo a romper un trozo de camiseta, por debajo del ombligo, y me ato el jiron de tela como puedo alrededor de la herida, apretando el nudo con los dientes, con una mueca de dolor. Al menos así lo tendré mas protegido. Y, acto seguido, con toda la rapidez posible, corro en direccion a las mochilas, intentando no dejarme ver.

Una vez cerca de ellas, corro todo lo que puedo, intentando coger las dos que están cerca mío y regresar por donde vine, buscando de nuevo olcultarme antes de que alguien pueda hacerme daño. Necesito ver a Sean, quiero encontrarlo, pero no sé donde está. Es la única persona con la que me juntaría ahora mismo.

No tarde mucho en levantarme y ponerme erguido, tenía el hombro dolorido debido que me había golpeado con una piedra en la caída. Así que estos son los juegos, apenas hemos comenzado y ya han muerto varios tributos. Mire a un lado y al otro, algunos de ellos habían descendido bien, pero la mayoría (sería por los nervios) habían fracasado.

Corrí hacia las bolsas, coge una y vete, coge una y vete, me repetía a mi mismo como si escuchase a mi abuelo contándome lo que debía de hacer.   

Una de las bolsas que tenía más cerca de mí era la que tenía la letra D, me hice con ella y rápidamente sin ni si quiera mirar que contenía (ya tendría tiempo para eso) volví sobre mis pasos lo más rápido posible para escalar la pendiente y esconderme en el bosque para intentar estar en una situación segura. 

Di un largo traspies, recobrando el equilibrio. Cuando llegue abajo del todo, pare un segundo, mirando a mi alrededor, y siendo ahora mas consciente de lo que sucedia a mi alrededor. Con la respiracion entrecortada, mas por el nerviosismo que por la carrera que me habia pegado, vi como la mayoria de los presentes no habia tenido tanta suerte con la bajada.

Con el corazon a mil pulsaciones, miré las bolsas. Aquella iba a ser la diferencia entre la vida y la muerte, aunque esa vida fuera la de Sam, y no la mia. Movido por el desinteres y el amor a mi propia hermana, me lanzo a la carrera centrando mi vista en las bolsas. Corro como si me llevara la vida el mismisimo belcebú, y me dejo caer de rodillas, literalmente, entre las bolsas. Pero no intento llevarmelas y correr.

Yo habia sido medico, y la sucesion de imagenes en mi cabeza llegaron como si de un album pasado a toda prisa se tratara. Heridas, aquella gente estaba herida. Ahora era mas facil despacharlas. Las bolsas, habia visto en otras ocasiones que tenian armas, u objetos que podian ayudarme en esta tarea. Cuantos mas despachara, mas a salvo estaria Sam.

Asi que bajo la mirada, como si todo fuera a camara lenta, llevando ambas manos primero a la bolsa que tengo a mi izquierda, abriendola y buscando algun arma en esta. Acto seguido, miro en la que esta a mi derecha, en busca de otra arma mejor.

Jonas sigue corriendo en linea recta, que es de momento la táctica que le dará mas tiempo para analizar como ha quedado la situación luego de la matanza inicial. 

Antes de correr llegó a ver que varios se lanzaban a la Cornucopia, y algunos parecía que no bajaban de manera muy estable que digamos. 

Imaginaba que no muchos quedarían vivos luego del enfrentamiento que se daría seguro, sobre todo teniendo en cuenta que los chicos del 1 y del 12 parecían haber formado una alianza, o al menos eso sospechaba Jonas. Sabía que tenía pocas posibilidades en un enfrentamiento abierto con ellos, y por eso la mejor opción era el subterfugio. 

El chico del 11 había corrido también, y Jonas sospechaba que no se encontraba lejos a su derecha, pero temía que lo traicionara, el muchacho parecía de los que traman y traicionan, y salvo de Faile, no se podía confiar de nadie.

Seguiría corriendo un tramo más, eso lo tenía decidido, para explorar y para alejarse un poco de la Cornucopia, pero no le quedaban muchas opciones mas que regresar a ver que podía recuperar. Luego, a buscar agua.

Max se acercó a las bolsas y cogió la que más cerca tenía, de letra E y mientras observaba al resto para ver si debía protegerse, trató de colocársela sobre sus hombros. Observó la otra mochila que tenía cerca, de letra J y se acercó a por ella. No dejó de observar al resto de los compañeros para ver si alguno trataba de abrirlas o de quedarse. Ël no pensaba abandonar el botín si el resto no oponía resistencia, así que esperó a ver si el resto tenía intención de quedarse o de salir huyendo para tomar su decisión.

Keara fue la primera en recuperarse de la situación y salió corriendo a por la mochila, haciéndose con la que tiene la letra V, volviendo a su sitio para volver a escalar.

A Nyx le costó levantarse de la caída y, medio tropezando, llegó hasta la bolsa con la letra A y cogerla. Mientras tanto, Sam, haciéndose un arreglo con su herida, cogió dos mochilas, la Y y la X.

Max se abalanzó a por la primera bolsa que tuvo a mano, la E, y se quedó cerca observando los demás tributos. Kura hizo como Sam y cogió las bolsas N y O.

Mark se adelantó y cogió la bolsa C y volvió a su lugar, mientras que Clara se levantaba con mucha dificultad y agarraba la bolsa B.

Theod decidió que era el momento de atacar. Se lanzó contra Caryl, que todavía estaba tumbada en el suelo dolorida. El joven, de un salto, la golpeó en la cabeza, dejando a la tributo del distrito 5 inconsciente.

Leroy se acercó cauto y cogió la bolsa D, volviendo dispuesto a subir por la ladera. Mientras, Sean se acercó y cogió la bolsa L, abriéndola en ese momento. Tras mirar en su interior, se acercó hasta la bolsa P, que también abrió.

Marcus, que vio cómo los demás se hacían la primera fila de bolsas, se acercó para coger la bolsa con la letra F, volviéndose a su lugar.

Savera, imitando a su compañero, se acercó corriendo y cogió la bolsa Q, mientras que Lyah cogía velocidad cargando contra Nyx, a la cual golpeó con el hombro, pero sin derribarla.

Inconsciente en el suelo, no supe de dónde provino el golpe que me hizo eso. Caí al suelo inmediatamente. Intentando recuperarme, pero no pude.

En la bolsa L encuentras una cantimplora de unos dos litros, una brújula y una chaqueta.

En la bolsa P encuenras un saco de dormir, una ración de comida para un día, un cinturón de herramientas y un botiquín básico.

Sigues corriendo por el bosque, aunque no todo lo rápido que te gustaría porque estás evitando tropezar. El ambiente no cambia, pero ahora escuchas unos sonidos de algún tipo de ave, o eso te parece.

Una vez me hice con las mochilas, me colgue una delante y otra detrás, para no tener que preocuparme de cargarlas. No tuve tiempo siquiera de ver a Sean. Tampoco quería quedarme alli mucho tiempo. Cualquiera a mi alrededor era un enemigo. Volví sobre mis pasos, intentando volver a trepar ladera arriba, a pesar de mi mano herida. Acababa de empezar y ya podía notar el dolor de mis musculos, a causa de la tensión. En cuanto llegara arriba, intentaría encontrar a Sean. Pero lo primero era ponerme a salvo para poder ver el contenido de mis dos mochilas.

Como siempre, intenté subir aprovechando las máximas coberturas posibles, haciendome todo lo invisible que pudiera.

Sigues corriendo por el bosque, aunque no todo lo rápido que te gustaría porque estás evitando tropezar. El ambiente no cambia, pero ahora escuchas unos sonidos de algún tipo de ave, o eso te parece.

Savera mira la pelea entre las dos profesionales algo perpleja. Creía que trabajarían juntas pero al parecer no.

Con la mochila en la mano, Savera corre hacia la ladera para treparla lo más rápido que le sea posible. Intenta ignorar el dolor en su tobillo para hacerle más fácil el trabajo. Sabía que la fuerza no era su cualidad más notoria pero era su única salida si quería evitar confrontaciones directas con los profesionales.

Con su cabello arreglado en una trenza completa, intenta buscar a Leroy con la mirada para que él suba también y pueda escapar. Mira la ubicación de Mark y espera que todo le resulta bien.

Se da cuenta que a Caryl la han atrapado pero la supervivencia a la Cornucopia era vital para vencer en los juegos, así que quedarse a ayudarla, cuando su fortaleza no eran los enfrentamientos directos, era más que irresponsable. Con el corazón en la mano y dándose fuerzas mediante ésta, canta una nana que su madre le cantaba cuando era niña y antes de conseguir su padre ese empleo. Esto le recordaba momentos felices y le ayudaba a sobreponerse a las dolorosas escenas, al miedo a la muerte y al dolor de su tobillo. A cualquier costo debía salir de allí.

Cerciorarme de que soy la primera en conseguir una mochila me anima, sentimiento que aumenta al ver cómo me acerco al terraplén sin, de momento, consecuencias. - ¿Vás a conseguirlo o qué, Keara? -  me digo, no sin una pequeña dosis de escepticismo. Cuando estoy lo suficientemente cerca me doy impulso y comienzo a trepar. Necesito llegar cuanto antes a la cima para escapar de allí. Es cuestión de vida o muerte.