Partida Rol por web

Tras mirar la primera bolsa, me percaté de que no tenia nada que pudiera interesarme, asi que acto seguido, abrí la segunda, que, en primera instancia, pensé que no habia tenido suerte. Hasta que vi el cinturon con herramientas.

Agarré la que me pareciera mas paligrosa (Un martillo, una llave inglesa grande, o un destornillador) y alzé la vista, viendo como varios tributos decidian quedarse, otros decidian marcharse, pero no vi donde estaba Sam. el problema de que todos vistieramos iguales, todos intentaran matarse, y los nervios, hacia que no pudiera centrarme en buscar con la mirada a mi propia hermana.

Debia actuar rapido, y agarrando con fuerza la herramienta, pensé que simplemente, la ventaja de estar armado cuando los demas no lo estaban, era suficiente ventaja. Busque al tributo mas cercano, que pareciera mas debil o que no estaba mirandome, o estuviera despistado, y tensé mi cuerpo. No sabia si estaba preparado apra aquello, pero debia hacerlo. A cualquier precio. Por Sam. Me pongo en pie, y con la respiracion entrecortada, y como si todo fuera a camara lenta, avanzó hacia mi objetivo, buscando incrustarle el arma en la cabeza, en el hombro, o donde mas daño pudiera hacerle. Despues de todo, era medico, y sabia donde golpear para hacer daño.

Jonas deja de correr, aunque sin detener su marcha.

Comienza a caminar rápido, por momentos trotando con ritmo tranquilo, observando alrededor. Intenta discernir hacia dónde puede haber agua, intentando escuchar con atención mientras se queda quieto, o colocando su oreja en el suelo para intentar determinar si algún sonido en el suelo le da alguna pista sobre una posible corriente de agua. 

Sin embargo no se relaja, cada tanto observa hacia atrás, hacia la Cornucopia, que aunque adivina que allí se estará combatiendo, no está descartado que alguien haya tomado una mochila y pudiera salir corriendo hacia su posición.

Mas allá de que ahora se enfoca en buscar agua, duda que los organizadores de los Juegos se lo pusieran tan fácil. Su cabeza sigue enfocada en volver y hacerse con una mochila o algo en la Cornucopia, pero cuando el caos inicial se haya calmado un poco.

Tras haber cargado y golpearla con fuerza, me mantengo enfrentada a ella dispuesta a terminar mi tarea

Es más resistente de lo que pensé en un momento, pero no voy a dejar que se vaya de aqui con vida.

Sin pensarmelo dos veces vuelvo a armar mi brazo dispuesta a terminar mi tarea antes de que se unan mas contendientes aprovechando la situación.

Con el rabillo del ojo observo semiorgullosa como mi hermano tiene la misma idea que yo aunque el resulta mas eficaz

Muere maldita, no tengo mucho tiempo para perderlo contigo

Tras hacerme un pequeño apaño en el hombro decido trepar a la siguiente columna para coger otra mochila mientras permanezco atento a todo lo que pasa a mi alrededor.

El ataque de la chica del 2 a la del 1 me pilla por sorpresa pues se supone que están en el mismo bando.

La situación estaba volviéndose especialmente tensa y ahora los tributos tomaban parte en el baño de sangre. Y lo que para ella fue más alarmante es que no parecía que hubiera ningún respeto por pertenecer a un distrito o a otro; los tributos del 2  atacaban sin importar a quién y decidió que era el momento de salir corriendo como alma que lleva al diablo o correr el riesgo de ser la siguiente en enfrascarse en una pelea. Así que se colgó las dos mochilas en la espalda y sin detenerse más empezó a escalar esperando que la subida fuera mejor que el descenso, con prisas pero con mayor precaución que antes, poniendo especial atención a sus pies.

Vaya no fue tan complicado coger una de las bolsas, ahora tengo que irme para no terminar como la tributo del distrito 5, a la que había atacado sin remordimientos el chico del distrito 2.

El hombro me dolía bastante, pero tenía que escalar esa cuesta la cual me había producido aquel golpe. Sal de aquí, no mires atrás o acabaran contigo, me decía.

Me situé frente a aquel desnivel y comencé a trepar, intentando usar mi brazo ileso para hacer el mayor de los esfuerzos.

Ya había empezado todo, algunos niños habían atacado ya a otros. Algunos ni siquiera habían cogido una mochila. Pero Clara decidió hacer como la mayoría, coger una mochila y salir pitando, si las circunstancias se lo permitían.

-Espero no equivocarme- murmulló mientras se lanzó a por la mochila con la letra S, con la esperanza que nadie más se abalanzara a coger la misma bolsa, y preparándose para coger una de al lado* si se le adelantaban.

Confiar en que la fortuna le sonriera y la mochila tuviera algo que le ayudara en los Juegos era algo que Clara tenía mente. No hay que olvidar que la niña tenía tanto de ingenua como de supersticiosa... y creía en la Suerte. Lo que no sabía es si ella estaba de su lado o era una zorra esquiva. 

Y lo siguiente que tenía pensado era correr, huir de esa zona tan poblada, a una más solitaria, o al menos, más oculta.

Dejando a Caryl en el suelo, me lanzo contra Keara, evitando que pueda acceder a algo de lo que haya en las mochilas. Sólo necesito dos zancadas largas y un salto para golpear su espalda con una patada bien dirigida

Keara se mueve con agilidad y comienza a trepar, dejando la Cornucopia y lo que es el primer baño de sangre. De cerca la sigue Sam que, a pesar de cargar con dos mochilas, es como si no tuviera problema alguno para deslizarse como si fuera una ardilla.

Max se acerca hasta la mochica con la letra J y se pone a mirar en su interior, sin dejar de vigilar a los demás. Mientras, Kura comienza a trepar, aunque con bastante torpeza, lo que le impide trepar rápido.

Mark trepa a la misma velocidad que Kura, al tiempo que Clara se mete entre las mochilas para alcanzar la letra S.

Theod aprovecha que Kura avanza con lentitud sobre la pendiente para golpearla con una patada, golpeándola en la pierna. La muchacha, que no puede esquivar el ataque, no tarda en ponerse fuera de su alcance. Leroy, viendo la situación, se pone a trepar, ya que está fuera de peligro, al menos eso espera.

Sean saca de una de las bolsas un cinturón con bolsillos, lo que debe ser un cinturón de herramientas. Está vacío, así que esgrime el cinturón como un látigo. Observa cómo los tributos que están cerca de él empiezan a trepar, por lo que decide acercarse al tributo que parece más despistado: Nyx. Chasqué el látigo y golpea a la joven en la espalda.

Marcus se coloca el hombro y, comprobando que está en condiciones y sin ningún daño, se acerca a las bolsas para coger otra.

Savera no espera ver el desenlace de la situación y comienza a trepar para salir también de allí, alejándose a toda prisa. Lyah sigue dispuesta a acabar con Nyx y, aprovechando que Sean se ha unido al ataque, intenta golpearla. Pero la joven no se lo pone fácil y esquiva, aunque con dificultad, el golpe de la tributo del distrito 2.

El paisaje no termina, pero el sonido de los animales sigue sonando, a veces con más fuerza, pero no consigues ver a ninguno. Quizá se estén escondiendo, o quizá estén acechando.

Bajas el ritmo y los árboles dejan de pasar a tanta velocidad ante tus ojos. Empiezas a observar y a escuchar con detenimiento, pero, salvo el sonido de algunos animales, no escuchas nada más.

Demonios Nyx enfocate!!!! Me giro al ver a quienes me atacan, Sean tiene un latigo y Lyah esta sin armas, al esquivar su ataque aprovecho su cercania y golpeo a la chica, antes de que Sean vuelva a atacar...empuño mi mano e intengo darle un golpe duro en las costillas...

Bien, he logrado mi primer proposito, ahora a esconderse para estar preparado.

Corro en dirección al bosque para escapar de esta zona donde el peligro es patente, me duele el hombro pero puedo soportarlo, ahora no debo desfallecer, justo antes de desaparecer entre los árboles dirijo la mirada a mi compañera de distrito que por lo que veo también a logrado escapar del primer escollo. Suerte, pienso para mis adentros y me interno en el bosque.

El combate ya ha empezado y delante mio tengo a alguien ya armado con lo que tiene ventaja. Observo a mi alrededor para ver como esta la situación, indecisa de cual será la mejor estrategia a seguir. No puedo dejar que rebusquen en las bolsas, asique decido ir hacia alli para impedirlo una vez esté segura que Nyx morira tambien

Aunque había creído que podía escapar de los ataques indiscriminados de los tributos del dos no tuvo tiempo de esquivar una de las fuertes patadas de Theod, impactándole directamente en las lumbares. No obstante, eso era una carrera por su vida y no dejaría que acabara con ella una patada así que, ignorando el latente dolor tanto en pecho como espalda, siguió escalando con bastante torpeza.

Por fin en la cima, ni siquiera se detuvo a observar si la seguía y salió corriendo en dirección noreste hasta internarse en el bosque con expresión alerta y paranoica, con la esperanza de que nadie viera por dónde huía. Ya habría tiempo para plantearse una estrategia cuando se hubiera puesto a salvo, si tenía tiempo de detenerse a pensar en algún momento.

Al menos si consigo ponerme a salvo de los tributos del 2 sólo tendré que preocuparme por todos los peligros que oculta el bosque, pensó con sorna mientras miraba en todas direcciones.

Viendo que la esquiva muchacha evita caer ante mi golpe y se pone a salvo trepando por la cuesta, giro mis ojos y cruzo la mirada con Max, del distrito 1, otro de los profesionales, un combate que puede ser interesante, de manera que antes de que él decida atacarme, lo hago yo, lanzando una patada baja, a la altura de su rodilla para desequilibrarle, adoptando rápidamente una pose de combate

Me tranquilizo, creía estar a bastante distancia y dudaba de que fueran buenos rastreadores. Me detengo para romper unas cuantas ramas de los matorrales cercanos, sujetandolas por el extremo más cercano al tronco y sin hojas, dejo que la zona que si las tiene vaya rozando el suelo, a modo de escoba. Eso serviría para esconder mi rastro. 

Camino, buscando una fuente de agua, escuchando con atención los sonidos del bosque, tratando de oír el murmullo del agua corriendo.

Compruebo que hay en la mochila rezando por que sea algo util mientras mantengo el ojo en los rivales que tengo cerca.