Partida Rol por web

Turno 1. Finaliza el 1/12/2020.

Yasidl era anciana, pero no por ello se había apagado su búsqueda de acción y aventura, tenía ganas de salir de su zona de confort y encontrar una forma de entretenerse a la vez que aumentaba su riqueza o la de la casa. Buscaba tesoros ocultos, mazmorras en las que perderse para encontrar su sangre corriendo rápido por sus venas y con ello aumentar su riqueza y la de quien la acompañase. Primero se acercó a Leithan en un lugar desenfadado, una noche cualquiera y le hizo la propuesta buenas noches, gran mago ¿me permites invitarte a algo mientras hablamos? Espero la respuesta y si fuera afirmativa continuó acomodándose cerca de él para que oyera lo que quería proponerle pagando una ronda al menos de lo que se terciase en el momento y lugar ¿sabes? a pesar de los años que llevo viviendo, aún no me he cansado de buscar aventuras hizo una pausa para ver la reacción de su interlocutor tengo entendido que eres un gran mago y además que posees capacidad de encontrar información donde otros no pueden. Muchas historias se podrían contar de nosotros si nos unimos en la búsqueda de algún tesoro escondido, piénsalo, una maestra de armas y un gran mago, pocos nos podrían hacer frente dejó que Leithan sopesara sus palabras. Me gustaría embarcarme contigo y, porque no, alguien más si aceptas y lo estimas oportuno, en alguna búsqueda que fuera fructífera aunque no por ello exenta de peligros. Podríamos agrandar nuestra riqueza e incluso el de la casa si fuera posible. Aquí calló, tampoco quería que esto fuera un monólogo, no sabía que planes tenía él y ni siquiera si le interesaba la propuesta, ahora sólo quedaba esperar su respuesta al respecto y en función de ello actuar.

La noche es una más de tantas, pero a la vez diferente, dentro de la gran cueva de la ciudad tiene lugar un encuentro que en otro momento hubiese resultado impensado, porque hasta hace muy poco tiempo los dos drow que ahora conversan no se conocían. Yasidl es una hembra muy particular, una hija adoptiva al igual que el mago, las dos incorporaciones más recientes a una familia que ha perdido el grueso de sus miembros a manos de la actual matrona. La casa venía en decadencia y ahora se levantaba, abriendo oportunidades que hasta hacía pocos años no podían ni soñarse, y esa conversación es una de tantas que los dos ambiciosos drow continuarán teniendo.

Leithan bebe mientras escucha la propuesta de su nueva hermana - Las aventuras no despiertan en mi lo mismo que en ti, como sabes soy más dado al disfrute de los placeres y el ocio, me ha llevado siglos alcanzar la comodidad de esta estalactita como para hacerla a un lado - dice en tono neutral, sin mostrar ni aprobación ni rechazo a lo que había escuchado. - Sin embargo, de ningún modo te dejaré sola en esa interesante empresa, Yasidl -

- Tú y yo somos distintos a nuestras poderosas hermanas, hemos sobrevivido sin madre y nos hicimos un lugar en esta sociedad maldita, es nuestro mérito y no nuestra sangre lo que nos dio el nombre que hoy tenemos, y mientras le seamos de utilidad a Alynira nuestros privilegios irán en aumento. Además, los nobles menores de la casa codician nuestra posición pero a la vez nos admiran, pues que hayamos sido nombrados hijos les da esperanza de tener un futuro similar. Por eso los dos tenemos que actuar juntos y de modo inteligente, porque en nuestras manos está un poder enorme, capaz de influir como nadie en el futuro de esta casa -

- Los Plyúss fuerýon Serisen se valen hoy de una Maestra de Armas de elite y un Mago de la Casa como pocos hay en la ciudad, nuestra presencia marca la diferencia con otras casas menores y eso debe seguir así, es más, debe crecer, cuanto más poderosos seamos tú y yo, más influencia ganamos dentro de la casa y más gana la familia dentro de la ciudad, estoy seguro que Alynira celebra nuestra ambición y le dará un buen uso -

- Teniendo esto en cuenta veo algunos asuntos que pueden ser de mutuo interés, buscar objetos mágicos para nosotros y para nuestros súbditos, reclutar un grupo de magos que se sumen a nuestras fuerzas, y someter una criatura cuyo poder haga temblar al resto de las casas. Las tres pueden dar lugar a las aventuras que mencionas y puedo ayudarte con información que nadie más podría darte. Con cuál prefieres comenzar? - pregunta el mago, mostrando un interés renovado. 

Turno 3 Finaliza 21/12/20

-Estaba pensando en algo más directo, mi querido mago. Hace unos días acompañe a Triel a una compra de territorios. La mediadora era una sacerdotisa independiente. Al parecer no le gustó que interfiriera y su mirada sugería que se vengaría tarde o temprano. Teniendo en cuenta que quieres escalar a costa de los nigromantes en un plazo breve, antes de que se extienda la noticia, deberíamos hacer lo posible por eliminar los cabos sueltos.- Dejó que la idea se asentase en la mente del Mago de la Casa.- Esa mujer no le debe nada a nadie, toda su ganancia es para sí misma. Eso significa que tendrá las arcas llenas y algún truco con el que poder guardarse las espaldas o ya sería parte de una casa, quiera o no. Si la eliminamos, nos apropiaríamos de todas sus posesiones y además evitaríamos que surgieran aliados por sorpresa entre las líneas de los Arken´Urd. 

"Mi señora oscura, que en tu red todos somos posibles presas de tu sed insaciable, títeres de tus juegos para tu entretenimiento. Para ti, que en el caos y el desorden encuentras diversión. Bendice mis pasos, y extenderé como pólvora el caos para ti".

Yasild se maquillaba con intención de encontrarse con algunos agentes de los Derahel. No creía que le fuesen a permitir entablar relación con alguno de los miembros "importantes" de la casa. Al fin y al cabo, ella era el primer soldado de su caso, por mucho que las sacerdotisas contasen con poder divino, en un entorno tan cerrado, un asalto certero podría ser un problema para ellas. Pero no era su intención. 

Sus hermanas eran poco ambiciosas. Se conformaban con recuperar parte de lo perdido, con el inmovilismo. Pero para poder tener una oportunidad, había que crearla. No era suficiente con esperar a tener más fuerza que sus oponentes esperando a que ellos desaprovechasen el tiempo. Si quería pasar a la historia como una campeona para su casa, debía eliminar al menos a otra. No era estúpida, y si conseguía que lo hicieran otros por ella aún mejor. 

Tenía claros sus argumentos en función de quién acudiera a entrevistarse con ella en los baños. Se llevaría consigo una pequeña escolta, dentro de lo aceptable al ir a los territorios de otra casa. 

Sí, necesitaban aliados, eran demasiados pocos como para hacer algo más a parte de enquistarse. 

Metida en su baño, a la espera de la llegada de quien habría de responder a su invitación, Yasidl no esperaba que la puerta se abriera sin llamar antes.

Desde luego, no sabía los nombres y descripciones de todos los Nobles de la ciudad, pero no le hizo falta para saber que era una sacerdotisa de la Casa, cuando entró una mujer vestida con una red de tela de araña muy densa que dejaba ver piel y marcaba perfecta la figura sin que quedase a la vista nada que particularmente delicado.

Avanzó con pasos rápidos y gesto serio hasta ponerse frente a su bañera y clavar en ella una mirada fría y seria. Rechazó su invitación a ocupar la bañera de al lado, para presentarse y pasar directamente al grano.

-"No, gracias, prefiero disfrutar los éstos placeres en el local de mi Madre. Soy Eclavdra, sexta hija de la Matrona Amararith." - Yasidl se esforzó por mantener su cara de poquer. Había reconocido perfectamente el símbolo de la Casa Derahel como uno mayor y a ella como sacerdotisa de Lolth, pero no había esperado aquello. La Casa Derahel tenía fama de devota y respetable, pero no imaginaba que una Casa tan menor tuviera semejante número de sacerdotisas. Aquello suponía una influencia que empequeñecía la de muchas Casas mayores, incluso a alguna del consejo.

Siguió hablando con voz serena y clavando en ella su mirada.

-"No entiendo bien que alguien como tú decida convocarnos. Pero nuestra Casa siempre está dispuesta a escuchar, nuestro trabajo encomendado por la Reina en persona es mantener ésta ciudad viva, en día de su fundación. Lo hacemos intermediando entre las Casas cuando sus luchas amenazan a toda la ciudad. ¿Es tu caso? ¿Necesitas algo así?"

Yasidl sólo tenía la formación general de la escuela de guerreros, había oído que las Derahel eran la única Casa que quedaba de las fundadoras. No sabía si era la única, pero sí que le constaba que lo era. Era una Casa que tenía más de un milenio.

Yasild estaba sumergida hasta las comisuras en el agua, y dejaba que su respiración dibujase ondas en el agua. Se mantuvo en esa posición durante un par de respiraciones más, mirando impasible a la sacerdotisa, evaluándola, y evaluando sus propias posibilidades. No pudo evitar levantar una ceja al oír como decía eso de "como tú". 

Era sorprendente la cantidad de casas menores que realmente tenían una cantidad de poder tan significativo en la estructura de la ciudad. Parecía que había elegido mal. Tenía que tener cuidado con las palabras que iba a elegir. Salió del agua con gesto pausado y tranquilo, dejando que resbalase sobre su piel como una película, hasta erguirse desnuda frente a la Derahel. 

- Eclavdra Derahel, sacerdotisa de Lloth, miembro de una de las casas fundadoras, escúchame bien. Si esperáis a que las luchas pongan en peligro la ciudad, llegaréis tarde. Una amenaza se cierne sobre nosotros, sobre todos nosotros. Lo peor es que le vamos a dar alas y convertirla en miembro del Consejo. - Guardó silencio un momento.- Los Arken´Urd son un problema, o tal vez no lo sean aún, pero a largo plazo... Los no muertos deberían ser una herramienta de las sacerdotisas y los magos de las casas para engordar nuestras legiones y usarlos de carnaza en la guerra. Pero si una casa se entrega en cuerpo y alma a la nigromancia, son un problema a largo plazo: tropas que sólo pueden crecer con el paso del tiempo, poder que solo macera y escala, sacrificios que nadie puede asegurar si son para la diosa o para su propio beneficio. Son una herejía y tarde o temprano, si los dejamos crecer, podrían tener más poder que la suma del resto de fuerzas en la ciudad. 

Las gotas caían de su cuerpo contra las baldosas como una ligera música. 

- O tal vez sólo esté intentando engañarte para que lancéis vuestras tropas contra un muro mágico. Peeero... eso sería muy estúpido y una apuesta muy arriesgada. Así que lo que os pido no es mucho, quiero contrastar una información con vuestros archivos y que me permitáis tener otras reuniones aquí. Se reconoce vuestra posición como terreno neutral. Tal vez veáis con el tiempo, que mis pensamientos no son descabellados. 

La sacerdotisa Derahel no parecía especialmente impresionada con Yasidl. No sabía si era que no la encontraba atractiva o, sencillamente, que no se dejaba engañar ni manipular por trucos así. Aquello parecía bastante probable. No podía perder de vista que aquella mujer nada tenía que envidiar en posición y poder a su hermana Elyndra. De hecho también controlaba su propia inquisición. Detalle que dejó claro cuando hizo salir a sus guardias.

-"Inquisidoras, esperadme en la puerta"

No le cupo duda que, con aquello, estaba marcando territorio, más que buscando intimidad. No había apartado sus ojos de los de Yasidl, a pesar de que el cuerpo de la maestra de armas, tonificado y reluciente, era una tentación que no quedaba corta ante un súcubo.

-"Maestra de armas" - el desprecio en su voz era casi físico - "Ply'uss fuer'yon Serisen. Vampiros, liches, espectros... mientras sean de drow y pongan su fe en la Madre, son tan hijos suyos como cualquiera. Nada malo hay en ello, si siguen los dogmas."

Acercó su cara a la suya, como si la fuera a besar, pero sólo siseó con furia.

-"Si encuentras pruebas de tus acusaciones, y la fe de los Arken'Urd se ha alejado de Lolth, puedes pedir otra reunión como ésta. Eso es una herejía. La acusación de una drow sin gracia de Lolth de que una Matrona es hereje sin pruebas, también lo es. No me llames hasta que las tengas, si ignoras mi advertencia, acabarás como tu hermana."

Yasild necesitó todo su entrenamiento marcial para permanecer impasible. No le cabía duda que no se refería a ninguna hermana suya de sangre, sino a la de Triel y Elyndra que, en realidad, nunca había sido hermana suya pues había sido transformada en draña antes de que ella fuera adoptada.

Reprimió un escalofrío frío al darse cuenta de que ni siquiera era una amenaza vana. Era una inquisidora como su hermana, bien podía hacer aquello que decía.

La inquisidora sabia imponerse, eso debía reconocérselo. Sin embargo, podía darse por satisfecha con algunos pequeños pasos.

- Lo lamento, inquisidora Derahel, me he dejado llevar por la pasión del momento. Pero, aún así, veo que no niegas que a largo plazo unas fuerzas armadas como las suyas son un problema para la supervivencia del grupo. ¿Puedo consultar vuestros archivos? No me importaría tenerla encima de mí mientras lo hago.- comentó sugerente. 

Quería encontrar más información sobre el artefacto que le permitía a los nigromantes estar tan firmemente protegidos.

En todo caso había comenzado a poner en marcha una maquinaria que terminaría con la casa a la que ahora pertenecía, aunque tampoco sería una gran perdida viendo el poder que las casas menores ostentaban. Debían hacerse fuertes, no podían asegurar su sitio en esta sociedad sólo ofreciendo putas y trastos exóticos como meros mercaderes, las meretrices y los comerciantes no tenían cabida en el juego entre las casas nobles. Tampoco tenían muchas tropas como para luchar frontalmente ni con las de su propio rango. Su posición era precaria y no podían saber cuanto tiempo duraría el periodo de gracia que de manera informal se les había proporcionado. 

Su siguiente reunión a convenir era con los Maeafín. Tal vez estuvieran más dispuestos a colaborar. 

La inquisidora miró a Yasidl sin entender del todo su petición.

-"¿Nuestros archivos? ¿A qué te refieres? La biblioteca pertenece a la Casa Kilani, y dudo que tengan ninguna información de la Casa Arken'urd. Nuestro conocimiento sólo es útil a quienes sirven como favoritas a la diosa, alguien como tú no podría sacarle ningún beneficio; y, por supuesto, nos pertenece sólo a nosotras, como favoritas de la Madre. Por otro lado, si nosotras tuviéramos pruebas de herejía de cualquier Casa, ya las habríamos presentado al Consejo"