Partida Rol por web

Te quedas unos momentos pensando en el nombre de la mujer...

Belisama...

Te suena mucho. Los romanos a los que tanto odias hablaban de pueblos lejanos y lugares que nunca habias visto... Y de pueblos que, como el tuyo, luchaban para evitar que aquellos les despojaran de sus posesiones, de su tierra, de su gente, y de su vida. Y mas alla, en las tierras del otro lado del mar, jurastes oir mas de una vez ese nombre...

Belisama...

Brigit...

Y si no es mas que una manera para definir al mismo ser???

Pero en ese caso estarias frente a...

Te quedas paralizado. No puede ser. Es imposible...

...

La mujer escucha tus palabras con una expresion de preocupacion creciente. Entonces sus ojos se posan en el cuerpo que yace a unos metros de vosotros, sobre la gran roca, inerte. El cadaver de Salizel

No...

Ves como Belisama se acerca corriendo al cuerpo y se arrodilla junto a el, posando sus manos sobre el pecho de esta. Pasan unos segundos en silencio. Entonces, Belisama se levanta

Duerme, pequeña. Te vere pronto...

Al fin tienes el descanso que tanto buscabas...

Isthet Y, tras estas palabras, alza su mano derecha, y apunta con la palma hacia el cuerpo. Subitamente, este estalla en un monton de llamas, llamas tan brillantes que tienes que apartar la mirada por unos momentos. Cuando miras de nuevo, ves a Belisama parada junto a la improvisada pira funeraria, en silencio, mirando fijamente el cuerpo de Salizel, que se consume entre el fuego

No puedes evitar mirar a Leizhel. Esta muy mal, y parece respirar con dificultad

Reculo un poco cuando la mujer se acerca al cuerpo de Salizel temiendo algún tipo de represalia por su parte. De pronto, y casi sin darme cuenta, un estallido me hace tropecar y caer al suelo. Rápida e instintivamente giro el cuello y me tapo la cara con el antebrazo izquierdo para protegerme de las llamas.

Cuando parece que todo ha pasado bajo poco a poco el brazo para descubrir a la mujer observando imperturbable como el cuaerpo de Salizel arde en las llamas más altas y vivas que nunca había visto.

Me quedo atónito por un momento, embrujado por aquellas llamas, pero un quejido a mi espalda me hace vovler a la realidad. Me giro y observo a mi compañero.

Leizhel necesita ayuda rápido....

Vuelvo a mirar a la mujer y la improviada pira funeraria.

Vamos Arzhel... ¡ya te han hecho la mitad del trabajo!

Armándome de valor me incorporo y me acerco tímidamente a la mujer, sin saber muy bien si será una buena idea llamar su atención de nuevo, pero debo hacerlo.

Perdone señora, pero no tengo mucho tiempo... - giro el cuello fugazmente para mirar a Leizhel - Mi amigo no tiene mucho tiempo. Tengo una deuda pendiente con Salizel y debo cumplir sus últimos deseos. - Miro por un momento a la hoguera - Uno de ellos era que la quemase sobre esta roca... y eso ya está hecho... el otro era que encontrase a los seres que han hecho esto... ¡Y juro que los encontraré y tendrán su merecido! - Se hace un pequeño silencio - Pero no sé por donde empezar. Quizás usted pueda ayudarme si sabe algo sobre los seres que le he descrito antes. - Alzo la mano mostrando el colgante que me dio Salizel y con el que invoqué a Belisama - Ella dijo que esto me ayudaría... pero no tengo claro cómo va ha hacerlo.

Espero la respuesta de la mujer mientras intercambio miradas alternativas entre ella y el colgante esperando encontrar la forma en que pueda ayudarme.

Belisama frunce el ceño, y te responde con voz firme y monotona, aunque al mismo tiempo armoniosa y al parecer sin ningun signo de agresividad en esta

Salizel detecto esa presencia, al igual que yo. Nuestros Sempeiheis se quebraron misteriosamente, y ahora mismo estamos totalmente perdidos en la bruma. Primero, esa energia, luego, los cambios repentinos en el ambiente, y ahora esto

Te das cuenta de que, independientemente de las extrañas palabras que utiliza, la mujer parece estar hablando consigo misma mas que contigo. Entonces te mira y te pregunta, suavizando un poco su expresion

Que haciais vosotros aqui??? Visteis lo que llevo a Salizel a utilizar el yëvh... El hechizo que utilizo???

Mi expresión se vuelve algo más áspera pues me da la impresión de que esa mujer no ha escuchado nada de lo que le he dicho y me está haciendo perder un tiempo que Leizhel no tiene.

Mi compañero y yo íbamos de vuelta a casa cuando nos atacaron unos pequeños seres con unas extrañas caretas. Estábamos casi vencidos cuando apareció Salizel, pero el combate era muy desigual hasta que utilizó ese hechizo.

Más claro no te lo puedo decir ya.

Eso ya lo he odio antes Dice la mujer, sin endurecer su expresion. Su tono es mas bien monotono Quiero detalles. Que haciais lejos de casa??? Cuantos eran???

Entonces se fija en tu compañero, y por primera vez parece comprender

Por que no me has dicho que estaba herido???

Rapidamente se acerca a el y se inclina, posando sus manos sobre el cuerpo de este. Leizhel, inconsciente, se remueve en su improvisado lecho. Belisama frunce el ceño

Que es esto???

Ves como alza la mano sobre el pecho de tu amigo y pronuncia unas palabras

Liëwe

Una luz aparece en su mano, y de repente ves como del pecho de Leizhel comienza a surgir una sustancia negruzca, pringosa y espesa

Que diablos...???!!!

Entonces la misma Belisama te mira fijamente, y hace un gesto para que te acerques

Tu amigo ha sido infectado por magia que no conozco. Voy a intentar drenarla, pero necesito que hagas algo por el. Coge el talisman que te di y vuelve a tu hogar. No se cuan lejos estara de aqui, pero debes darte prisa. Si vuelven esos seres, invocame como lo has hecho antes, todo lo rapido que puedas, pues si no, puede ser fatal

No se porque ellos te buscaban. De hecho, no se "que" son ellos. Y no se si hago bien en dejarte ir. Pero es verdad que podrian buscar a tu amigo en vez de a ti, y por ello necesito salvarle la vida. Solo puedo llevar a una persona conmigo, ya que esos seres han lanzado un sello sobre el lugar, y es magia que no conozco, y que dificilmente puedo contrarrestar. Asi que tu debes ponerte a salvo. Pero, si me invocas, vendre a tu lado. Esta todo claro???

La mujer comienza ha hablar de nuevo velozmente, tanto que casi no me deja ni responder a sus preguntas.

Belisama

Cita:

Bueno, es nuestro trabajo... somos exploradores. - Miro hacia Leizhel con preocupación creciente.

Belisama

Cita:

Comienzo rápidamente a hacer cuentas con los dedos y hablar en voz baja, mientras no dejo de mirar atrás observando la evolución de mi compañero.

Pues al menos 7 pequeños, el gigante y el humano... ¡9 o 10 serían!

Belisama

Cita:

Me giro siguiendo el movimiento de Belisama hacia Leizhel y replico en un tono quizás más elevado de lo necesario, fruto de la creciente tensión.

¡Porque es evidente que no está durmiendo!

La mujer trata de sanar a Leizhel, o al menos, espero que esté haciendo eso. Mientras miro atentámente.

Esa herida no tiene muy buena pinta. ¿Qué es eso negro?.... Maldito mago... ¡lo pagarás caro!

Belisama comienza a decir muchas cosas, demasiado rápido. No me da tiempo a asimilar bien toda la información, sólo me queda claro que quiere que me vaya a casa sin mi amigo.

Belisama

Cita:

¡NO!. No dejaré a Leizhel. Vayamos a un lugar dónde podamos ir todos.

Belisama te dirige una mirada paciente, aunque no enfadada, si no mas bien comprensiva

Tu amigo ha sido aguijoneado, cortado, y golpeado por esos seres, sin contar el maldito hechizo del mago. Estoy segura de que no es demasiado poderoso, pero aun asi, es magia que desconozco. Se que estas confuso, pero me parece que no hay opcion. Hay fuerzas que mueven el mundo mas alla de nuestra comprension, y muchas veces debemos adaptarnos a ellas sin preguntar. Esto esta por encima tuya, incluso por encima mia...

De repente la mujer se calla, y ves como gira la cabeza, mirando hacia su izquierda. Dice algo por lo bajo, entre lo que entiendes "si consiguiera sacar a..." o algo por el estilo. Parece que esta pensando algo, o que se le acaba de ocurrir alguna idea

Me quedo pensativo tratando de comprender las palabras de Belisama hasta que mira hacie el lado y murmura algo.

No me lies con palabrería... ¿Cómo puedo saber que sois todos iguales? ¿Qué por algún oscuro motivo quereis quedaros con mi amigo?. No me separaré de él hasta que se recupere o hasta que muera. Los exploradores sólo tenemos a nuestro compñaere, tenemos que confiar ciégamente el uno en el otro y no abandonarnos NUNCA. Él no no lo ha hecho nunca y yo no lo haré ahora.

Unas ligeras lágrimas comienza a vovlerme los ojos vidriosos, pero sin llegar a caer.

Así que, si puedes ayudarle, te lo agradeceré mucho, pero yo voy contigo. Sino le llevaré a casa tan rápido como pueda para que, al menos, pueda despecirse de su familia.

... Belisama frunce el ceño

Bien. Entiendo tu postura, pero me parece que no hay opcion al debate. Debo llevarmele, no hay un no que valga

Vas a contradecirla cuando Belisama continua con voz firme e imponente

Aun asi, todavia hay una opcion que puede satisfacernos a los dos. Quiero que sigas mis instrucciones. Bajad de la roca y resguardaros lo mejor que podais bajo alguno de sus riscos o protuberancias No hay demasiados, piensas, asi que sera dificil. La roca tiene una forma mas piramidal, pero sigue siendo una gran formacion geologica, y, por tanto, tendra algun posible techo donde cobijarse Cubrios con vuestra capa y, si teneis agua, empapadla con ella. Ante todo, agachate y cubre a tu amigo, y evita ante todo levantar la mirada. Si todo sale bien, no tendrias porque salir herido. Pero intentad ocupar el menor espacio posible y dejad lo minimo fuera de la capa. Si hay suerte, no ocurrira nada grave

Acto seguido mira de nuevo a su izquierda, y vuelve a fruncir el ceño, como hacido algun calculo mental

Asiento con la cabeza un poco más calmado y me acerco a Leizhel. Me agacho y meto mis manos y antebrazos por debajo de su espalda, espero un poco para coger fuerza y, con un movimiento impetuoso, lo levanto en brazos. En ese momento giro la cabeza y miro a Belisama que parece estar pendiente de otros asuntos.

En ningún momento dije que no permitiría que os lo lleváseis. Sólo dije que yo no me separaría de él.

Sin esperar réplica comienzo a descender la gran roca con sumo cuidado.

Tranquilo amigo... saldremos de esta....

Al llegar al suelo miro hacia ambos lado y camino un poco bordeando la roca hasta encontrar un resquicio apropiado para acultarse como dijo Belisama. Me acerco y acomodo a Leizhel en el hueco. Le quito su capa y trato de cubrirle lo mejor posible la parte baja de las piernas. Me quito la cantimplora y la muevo cerca de mi oido para comprobar el nivel de agua.

Mmmmm..... Parece que no queda mucha... espero que al menos de para una de las capas.

Decido empapar mi capa pues la que irá cubriendo nuestros rostros y parte de la otra capa, así que la rocio con el agua de la cantimplora hasta agotarla. Seguidamente me acurruco junto a Leizhel, con la mitad de mi cuerpo sobre el suyo para protegerlo mejor. Una vez conseguida la mejor colocación posible, estiro mi capa en el aire, de forma que caiga cubriendo la mayor parte posible de nuestros cuerpos. Después la estiro hacia nuestras caras y la remeto bien por los huecos para tratar de afianzarla.

¿Qué pretenderá hacer la mujer esta?... La verdad es que no me fio mucho, pero no creo que esté en una buena situación para hacer otra cosa... Me huelo algún tipo de gran hechizo de fuego...

En ese momento una idea asoma por mi mente.

Quizás si....

Tratando de no moverme mucho para no desarmar nuestra "protección", me llevo la mano a una de las bolsitas de mi cinturón, una que tiene un tacto especialmente fresco. De ella saco la pequeña piedra helada del sueño y, tras observarla un momento, la coloco sobre la capa húmeda y, a través de esta, la agarro con fuerza con el puño.

No sé muy bien por qué hago esto, pero espero que sirva de algo...

Tras tomar un profundo aliento, agarro la esquina de la capa con la mano libre y termino de colocarla cubriéndome por completo mientras grito fuertemente al viento.

¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡LIIIIIIISSSSSSTOOOOOOOSSSSS!!!!!!!!!!!!!

Acto seguido oyes como Belisama comienza a pronunciar unos versos en un idioma desconocido. Sientes que el ambiente se carga de una energia extraña, y de repente, la piedra comienza a brillar ligeramente

Entonces Belisama termina de entonar su canto, y acto seguido oyes un gran estruendo. Todo se ilumina repentinamente, y sientes como un calor infernal te invade. Como habias previsto. Pero es solo unos segundos. Ya que, acto seguido, la piedra comienza a brillar con mas fuerza, y halos de energia surgen de esta, rodeandote. Subitamente, el calor se apaga, y la piedra parece formar una capa protectora sobre tu y Leizhel. Sorprendido, miras el objeto como hipnotizado, y te das cuenta de que, aunque lo intentes, no puedes soltarlo. La piedra brilla cada vez mas, y de repente oyes un grito de sorpresa de Belisama

Y justo en el momento en el que sientes la energia casi como si de un huracan se tratase, cuando ese poder te envuelve y sientes que el hechizo va a llegar a su culmen, las capas salen despedidas, y ves el paisaje. Un infierno de llamas, fuego, y viento, se situa en todo tu campo visual, ya sea en suelo o aire. Y, rodeandoos a vosotros, y a parte de la roca en la que os cobijais (la cual parece brillar con luz propia), un gran escudo de hielo y luz, que mantiene a raya al infierno que se extiende por todo lugar. Cierras los ojos, y pierdes el conocimiento

***

Abres los ojos. Estas tirado en el suelo, un suelo cubierto de escarcha. Sorprendido, y sin saber muy bien que haces ahi (aunque pronto comienzas a recordar) te das cuenta de que a tu alrededor el lugar parece haber cambiado sustancialmente. La explanada que rodeaba la roca ahora esta cubierta de blanco, como si hubiera nevado copiosamente durante dias. Los pocos lugares donde no hay nieve, estan cubiertos de una capa de escarcha y de rocio. Hace un frio de muerte. Los arboles que no han sido arrasados se mantienen cubiertos de blanco, y unos extraños haces de luz azul y blanca se extienden por el aire, cada vez mas tenues, aunque al parecer resistiendose a desaparecer. Probablemente sean pura energia en estado puro, aunque prefieres no pensar en ello

Pero lo mas impresionante es lo ocurrido con la roca. O con lo que queda de ella. Ya que, donde antes se erguia, orgullosa e imponente, uno de los mas importantes altares de la Diosa Brigit, ahora mismo no hay mas que un gran crater, profundo y negruzco. Los fragmentos de la gran roca que quedan se esparcen por toda la ladera o por el mismo crater, y es lo unico que resta de lo que antes fue la imponente estructura geologica

Pero no puedes centrarte en los detalles. Ya que, a tu lado, cubierto, como tu, de nieve en gran parte, yace tu amigo, Leizhel, todavia incosciente, o, lo que es peor, muerto. Te acercas a el y le tomas el pulso

Aun late. Pero debilmente

Y alli, a tu lado, esta la piedra, fria e inerte, como antes

Que diablos ha ocurrido??? Que es esa piedra???

Me despierto medio atontado y veo el invernal panorama completamente atónito. Trato de apoyarme en la roca que nos cobijaba para levantarme pero, al mover el brazo y no encontrar nada me giro y descubro que ha desaparecido dejando un enorme agujero en el suelo.

¿Qué habrá ocurrido?

Me levanto confundido y me percato de que la pequeña piedra sigue en mi mano. La miro fíjamente y no parece más que un guijarro de cualquier arroyo. La vuelvo a guardar en la bolsita de mi cinturón y, mientras observo a mi alrededor, me dirijo a recoger nuestras capas que han caido muy alejadas de nuestra posción.

¿Dónde está Belisama?.... No sé si habrá ocurrido lo que tenía que ocurrir... pero me da la impresión de que la he liado al utilizar esa piedra. Ese grito suyo que recuerdo no sonó muy alentador... y el infierno que me pareció ver no encaja para nada con lo que ahora veo... Bueno, ya tendré tiempo de aclarar esto... ahora hay cosas más urgentes.

Recojo las capas del suelo y vuelvo donde está Leizhel. Lo tapo con las dos capas para tratar de mantenerlo en calor pero, antes, observo sus heridas con la esperanza de que hubiesen mejorado.

Parece que tiene pulso, pero continúa muy débil. Vamos amigo. - digo mientras lo levanto y comienzo a caminar - Te llevaré a casa.

Mientras me alejo del lugar vuelvo varias veces la vista atrás tratando de explicar lo que ha ocurrido con los vagos recuerdos que tengo.

Sujetas a Leizhel, que abre con dificultad los ojos y suelta un pequeño gemido...

Ugh...

Le miras esperanzado. Aunque parece totalmente abatido, y esta realmente grave, que haya recuperado momentaneamente la consciencia es buena señal. Aunque, al tocarle la frente, notas que esta ardiendo. Probablemente delire. Aunque quizas...

Entonces notas algo. Y giras la cabeza sobresaltado. Por el rabillo del ojo, has visto una figura familiar, apoyada en un fragmento de roca, del tamaño de un pozo o una pequeña carreta. Alli, entre el blanco manto de la nieve, con sus cabellos cayendo en cascada sobre los hombros, repletos de blanca nieve por doquier, aunque aun sin perder ese color rojo fuego que resalta con el blanco que los cubre, esta Belisama. Apoyada en la roca, con los ojos cerrados, y cubierta tambien de nieve. Parece inconsciente, aunque su expresion rebosa de paz. Su postura es solemne aunque quizas un poco tragica, y temes que este muerta, aunque en principio no puedes asegurarlo. A su alrededor, la nieve ha cristalizado, y forma extrañas figuras en el suelo, como si la propia energia que mana de la mujer la hubera desplazado aun estando ella inconsciente

Ar... zhel...

Es apenas un hilillo de voz, pero al mirar a Leizhel, ves que este te devuelve la mirada, y sonrie de medio lado. Parece debil incluso para hablar. Y sus ojos estan borrosos

E... res... tu...???

Comienzo a caminar con mi compañero cuando parece despertar. Una gran alegría me inhunda pero, justo en ese momento veo la figura casi inerte de Belisama, inmovil, casi mística, en estraña armonía con el entorno, casi como si hubiese estado ahí siempre.

Vuelvo a mirar a Leizhel que parece recuperar la consciencia y por un momento no pienso más que en seguir adelante para tratar de ponerlo a salvo. Sin embargo, no puedo dar más de un para de pasos sin volver a mirar a Belisama. Parecía que su hechizo si que habí atenido algún efecto beneficioso sobre mi amigo, aunque quizás, mi acción no lo tuvo sobre ella.

No puedo irme i dejarla así.... al fin y al cabo... a intentado ayudarnos... y parece que también ha perdido a una buena amiga.

Avanzo un poco más y dejo a Lehizel apoyado en un árbol y cuebierto con las capas para que no coja frio.

Descansa aquí un momento amigo, tengo un asunto que atender.

Doy una pequeña vuelta por el lugar para tratar de encontrar algunas hierbas con las que preparar un improvisado unguento que ayude a Leizhel a mejorar la fiebre que parece tener.

Después me acerco a Belisama. La imagen de la mujer semicongelada es sobrecogedora, debido probablemente al color rojizo que aún mantiene. Me quedo mirándola un rato sin saber muy bien que hacer.

Está claro que no es un ser de este mundo, por lo que no creo que pueda curarla con artes de este mundo...

Arriesgándome de nuevo y sin conocer muy bien los efectos de lo que voy a hacer cojo en una mano el colgante que me dio Salizel y en la otra la piedra roja que cojí del extraño laberinto, las miro alternativamente y, armándomen de valor, los coloco ambos sobre la frente de petrificada mujer.

Espero que esto salga como espero y no liarlo todo más. En cualquier caso, no creo que pueda hacer otra cosa por ella.

Te acercas a Leizhel con algunas de las hojas y frutos que has recogido, y te agachas junto a el. Comienzas a sentir los efectos del cansancio en tu cuerpo, pero decides ignorarlos, ya que ahora lo importante es tu amigo, y su estado de salud. Leizhel parece haber cerrado los ojos y esta murmurando algunas cosas inconexas, probablemente delirando un poco. Frunces el ceño y exprimes unos pequeños frutos para que la pulpa empape la superficie de una pequeña rama de brezo, y acto seguido pronuncias unas palabras

Eië isthurei zheinte, Eië isthurei oiëti (Se haga la muerte aire, se convierta la muerte en viento)

Despues colocas la ramita debajo de la nariz de Leizhel, el cual relaja sus rasgos, los cuales estaban en tension debido al delirio, y parece suavizar su expresion. Posas tu mano sobre su frente, y frunces el ceño. La fiebre no ha desaparecido, pero al menos ya no es tan potente. Y al menos sabes que ya no hay riesgo de que muera en breve. Podra resistir unas horas... Pero hay que darse prisa

Acto seguido te acercas a Belisama, y te agachas, sujetando la piedra y el amuleto. Al posarlos sobre la frente de la mujer, la primera emite un debil brillo. Al principio sientes algo de adversion, pero al ver que la fina capa blanca que cubre en parte a Belisama comienza a desaparecer, decides dejarla ahi. Poco a poco un aura dorada y fina comienza a aparecer alrededor de Belisama, aunque esta no da señales de vida. Aprietas los dientes y te concentras, aunque no sabes bien en que. Solo sabes que quieres salvarla. Quizas su trato no haya sido el correcto, pero dentro de ti sabes que ha intentado ayudaros. Es un misterio quien es, y que busca, pero no te parece demasiado etico dejarla alli...

El sol, que ya esta en la capa mas alta del cielo, comienza a descender lentamente (tanto tiempo ha pasado??? Y todavia no has comido...) y la nieve refleja sus rayos, haciendo que tengas que colocarte la mano del amuleto (que parece no reaccionar) como visera para que no te moleste. La piedra brilla cada vez menos, hasta que termina por apagarse. Entonces, y subitamente, Belisama abre los ojos de golpe y toma una bocanada de aire tan rapido que te pegas un buen susto. Parece como si acabara de volver a la vida, aunque jurarias que en ningun momento llego a estar muerta del todo...

Entonces comienza a toser, y se apoya en ti, consciente, pero al parecer débil

Tan pronto como Belisama recupera el movimiento me guardo la piedra en su correspondiete bolsita del cinturón y me cuelgo el amuleto al cuello para dejar las manos libres.

Parece que el frio no le va muy bien... bueno, al menos no ha pasado nada de lo que me arrepienta.... de momento.... Será mejor que la saque de aquí.

Miro a mi alrededor buscndo donde acaba la nieve mientras ayudo a la mujer a manternerse lo más derecha que pueda. Cuando tengo lo calizado un punto sin nieve y, a ser posible, en el que de bien el sol de mediodía, trato de levantar a Belisama y conducirla hasta allí.

Vamos... Salgamos de aquí.

Una vez acomodo a Belisama, vuelvo a por Leizhel y lo llevo junto a ella, pasando una de las capas a la mujer si veo que no se termna de recuperar. Me pongo de pies delante de ellos y los observo mientras me seco el sudor de la frente, causado por el esfuerzo de cargar con una y otro.

Creo que tendré que descansar un poco y comer algo o no llegaré muy lejos.

Me giro sobre mi mismo y rápidamente buscando comida a mi alrededor.

Creo haber visto antes algunas frutas y... ¿Dónde ha ido a parar ese ciervo?

Si encuentro el ciervo que cazamos preparo una hoguerita para comer algo y preparar otra parte para mis acompañantes.

No creo que yo solo pueda cargar con Leizhel y el ciervo, así que mejor comerlo ahora y no dejar que se pudra ahí tirado.

Belisama respira con algo de dificultad al principio, mientras la llevas junto a Leizhel, pero cuando la dejas, te mira a la cara y murmura con dificultad

Tu... Que... Que ha...??? Parece sorprenderse de verte. Y tampoco crees que sepa muy bien lo que ha ocurrido

Preparas una comida con toda la rapidez que te es posible, mientras vigilas de los dos. Leizhel parece haberse dormido de nuevo, a diferencia de Belisama, que parece solo debilitada, pero no herida de gravedad, ni enferma. Al cargarla te distes cuenta de que no pesa demasiado. De hecho, pesa mucho menos de lo que lo haria cualquier persona de su edad y de su tamaño, lo que te resulta bastante extraño. Cuando vuelves con el ciervo, te das cuenta de que su aura dorada ha desaparecido

Comienzas a pensar que quizas puedas llevar a los dos, a Leizhel a tu hombro, y a Belisama apoyandose en ti, si puede caminar. Aunque no hay demasiada distancia al poblado, igualmente seria arriesgado. Y quizas tanto peso sea un exceso...

Arquero...

Te giras a Belisama. Inmerso en tus calculos, no te distes cuenta de que se te habia quedado mirando

... Gracias... Por... Tu ayuda... Dice intercalando sus palabras con hondos suspiros, como si hablar fuese un esfuerzo para ella. Debe de estar realmente debilitada

Te das cuenta de que la nieve comienza a descongelarse, debido al efecto del sol, aunque lo hace a una velocidad muy reducida... Algo extraño, quizas. Aunque tampoco estas muy puesto en factores meteorologicos, asi que no le das importancia

Termino de preparar el cirvo con algunas frutas y separo algunas raciones. Pongo una parte en una tela junto a Leizhel.

Parece que está dormido... le dejaré descansar un poco... le vendrá bien. Dejaré esto aquí por si se despierta.

Después le acerco otra a Belisama que parece muy debilitada porque apensa se mueve y le cuesta mucho habalar.

Toma, come algo... estás muy delgada, con razón te cansas tanto al hacer esfuerzos. - Lo digo sin tono de ironía, completamente convencido de mis palabras.

Después envuelvo un par de raciones más para el camino y me siento cerca de mis dos acompañantes a comer un poco de lo que me ha sobrado.

¡Uf!... ya tambi´ñen estoy bastante cansado... ¡Vaya diita que llevo!.................... Mmmmmm..... El ciervo asado con este jugo de bayas esta otra hieba de condimento está genial... tendré que recordarlo...

Entre bocado y bocado me fijo en que Belisama no deja de mierarme fijamente, no sé muy bien si es voluntariamente o es que ni siquiera tiene fuerzas para mover el cuello.

Belisama

Cita:

Muevo al cabeza a un lado y a otro mientras termino de masticar el trozo de carne que tengo en la boca.

Gracias por la tuya... últimamente no se si ayudo o más bien meto la pata... Han ocurrido muchas cosas extrañas que no alcanzo a aentender en los últimos días...

Me quedo callado mirando al suelo como si puediese ver através de la tierra hasta ver los profundos secretos que se esconden en las profundidades.

Belisama cierra los ojos y respira hondo. Entonces ves que se intenta poner de pie. Pero, a la que va a extender sus rodillas, parece perder fuerzas y por poco cae, aunque logras agarrarla antes de que lo haga. La mujer toma aire, y parece mas debil ahora que nunca. Incluso el aura de majestuosidad y de poder que tenia antes se ha evaporado, aunque sigue teniendo un aspecto solemne, y, desde luego, bello. Pero ya no te impone tanto como antes, quizas por el estado en el que se encuentra, quizas por sus palabras de agradecimiento

En mi caso... Dice, cuando la ayudas a sentarse de nuevo Tambien he visto... Cosas extrañas... Tampoco se... Lo que ocurre...

De repente, te mira y su expresion muda a una de preocupacion

Te he de pedir un favor... Toma aire Debes llevarme... A mi y a tu amigo... A tu pueblo... Para que pueda recuperarme...