Partida Rol por web

Observo con impotencia como la mujer no es capaz de valerse por si misma. ¿Habrá sido culpa mia? Miro después a Leizhel y parece que el mundo se me viene encima.

Belisama

Cita:

Miro al suelo pesadumbrado.

Vaya... parece que a todo el mundo le ha dado por pedirme favores últimamente... ¡No sé en qué piensan!, yoya tengo mis propios preblemas... - Miro a Leizhel y después a Belisama de nuevo, para volver a mirar al suelo apesadumbrado. ¡Qué forma de pensar es esa Arzhel!... Eso no es lo que te enseñaron....

Claro... lo haré... - digo sin mucho convencimiento. - No sé como... pero lo haré...

Puedo... Caminar... Con tu ayuda... Añade Belisama intentando ponerse en pie de nuevo. Esta vez la ayudas y esta se apoya en tu hombro derecho. Sientes un poco de vertigo cuando sus vestimentas entran en contacto con las tuyas. Es una sensacion extraña... No, desde luego, no es humana. Y si de verdad estas hablando con una...

Ahora... Carga... A tu amigo... En el otro... Podras???

Poco a poco ayudo a Belisama a ponerse en pie.

Afortunadamente ella no pesa mucho.

Belisama

Cita:

Miro a Belisama con desconfianza sin estar muy seguro de la respuesta.

Al menos, lo intentaré. Pero primero debo recoger esto un poco.

Ayudo a Belisama a quedarse de pie apoya en un árbol mientras recojo el terreno. En la jerga de los exploradores, "recoger el terreno" es una expresión que se refiere a borrar las huellas de sus campamentos para dificultar el rastreo por parte de los enemigos.

Cojo una a una las piedras donde tenía puesta la hoguera y las lanzo con fuerza aleatoreamente diseminándolas por el bosque. Con los pies remuevo un poco la tierra para ocultar las cenizas y borrar las huella de donde hemos estado sentados. Las sobras de la comida las entierro en el pie de algunos árboles cercanos sin llegar ha ahcer huecos muy grnades. Finalemnte recojo todos los útiles que aún podamos necesitar y esparzo un poco de la nieve que aún queda sin fundir por el lugar del campamento.

Esto ayudará a borrar mejor el rastro.

Me sacudo las manos y las limpio un poco con la capa mientras observo satisfecho el trabajo bien hecho. Me dirijo a Liezhel y lo levanto en brazos con cuidado pero no sin esfuerzo. Cuando lo tengo acomodado me acerco al lugar donde espera Belisama acercándole mi hombro.

Vamos, apóyate. Creo que, con un poco de suerte, podremos llegar al pueblo antes de que anochezca. Desde aquí casi todo el camino es cuesta abajo.

Tras hablar le dedico una sonrisa a la mujer y nos ponemos en camino.

Espero que no nos ataque ningún animal salvaje... ni ninguna otra cosa extraña... pues me resultaría imposible pelear y protegerlos a los dos...

Cargas con esfuerzo a Leizhel sobre tus hombros, y comienzas a caminar junto con Belisama. Sientes que tu tambien estas debilitado, pero intentas evitar dar muestras de ello. Tienes un objetivo, y debes llegar al poblado para que curen a Leizhel... Si es que aun queda esperanza para el, porque parece estar bastante mal

Intentas alejar estos pensamientos de tu mente. Debes confiar en tu amigo. El podra salir adelante. Ahora lo mas importante es llevarle de vuelta. De vuelta...

De repente, y cuando apenas has andado diez pasos, Belisama te hace un gesto con la mano para que te detengas (no parece tener demasiadas fuerzas ni para hablar). Lentamente, alza la mano, y murmura una palabra, aunque es casi un suspiro

Ygze

Una pequeña luz sale de la palma de la mujer, pero no ocurre nada mas. Belisama suspira aliviada, y deja caer el brazo, aun mas debilitada que antes, si cabe. Evitas preguntarla, pues no te parece sensato que ninguno de los dos gaste mas fuerzas de las debidas en una larga explicacion, o en siquiera pronunciar una frase, asi que lo dejas pasar

La vegetacion va abriendose a tu paso, aunque esta no es muy frondosa, y pronto llegais a un claro, un pequeño llano ausente de vegetacion con un pequeño rio atravesandolo de parte a parte. Los arboles cada vez son menos frondosos, y sientes que ya queda poco para llegar a tu hogar...

Belisama evita hablar durante el viaje, y, aunque no da muestras de estar cansada, no puedes evitar pensar que debe estar a punto de desmayarse, debido al esfuerzo que parece estar realizando, segun su estado. Aunque, concretamente, aun no sabes lo que le pasa. Y eso es, quizas, un poco frustrante

Llegamos con esfuerzo a un pequeó claro en mitad del camino. El sol pega fuerte y los árboles cada vez nos proporcionan menos sombra, hecho que, por otra parte, me reconforta pues es más difícil caer en una nueva emboscada por la falta de cobijo.

En el centro del claro veo un río y decido que es momento de pararse a descansar ya que los brazos comienzan a entumecérseme.

Creo que podemos descansar un poco aquí.... aún tenesmo tiempo. - Digo mirando a Belisama que está visiblemente cansada también.

Me acerco al río y dejo a Leizhel en el suelo tan suavemente como puedo. Después me agacho sobre el agua clara y tomo un poco con las manos para beber y refrescarme la cabeza.

¡Aaaaaaaaaaaahhhhh!, este agua está estupenda..... ¡Qué bien sienta!....

Tomo otro poco con la mano y humedezco la frente de Leizhel para rebajar un poco su temperatura. También trato de hacerle beber un poco haciento un pequeño embudo con las manos sobre su boca.

Un poco de agua viene bien para cualquier enfermedad.

Miro a Belisama como parece un poco reaccia ha acercase al río. Y le hago un gesto con la mano en alto.

Acércate a beber un poco. El agua está estupenda y viene muy bien refrescarse durante un viaje bajo el sol. También podemos comer algo para recuperar fuerzas.

Busco las raciones que había guardado y saco una para picar algo mientras espero a que la mujer se decida.

Sigo sin saber muy bien lo que pasó en la atalaya, pero parece que el frio no le sienta muy bien a Belisama. Quizás haya cojido algún tipo de fobia a las cosas frescas. De pronto una nueva idea de esas extrañas que me vienen últimamente a la mente hace aparición en mi confusa cabeza. Me giro sobre mi mismo y observo el río con detenimiento durante un rato.

Belisama te sonrie, y niega con la cabeza

Yo... No lo necesito...

Parece que ahora al menos puede hablar mejor que antes, aunque mejor que reponga fuerzas antes de pedirla explicaciones. De hecho, ahora que te das cuenta... Tampoco la vistes comer antes, en ningun momento...

Suspiras, ya un poco renovadas las fuerzas, aunque todavia cansado, y miras de nuevo a tus acompañantes. Belisama descansa con los ojos cerrados, sentada contra una roca, mientras que Leizhel reposa en el suelo, con los ojos cerrados, y una expresion de dolor en su rostro. Quizas le quede poco, ya que las heridas que tenia no eran leves precisamente, y, aunque ya no crees que pueda morir por desangramiento, quizas este bastante enfermo, y debe ver al druida del pueblo lo antes posible

Entonces ves que Belisama abre los ojos, y comienza a hablar

Arquero... Cual era... Tu nombre???

Me levanto con esfuerzo y trato estirarme un poco para ver como me encuntro. Aunque cansado, sé que debemos llegar lo antes posible al pueblo,por lo que me dispongo a hacer un nuevo esfuerzo.

Belisama

Cita:

Me dirijo a recoger a Leizhel mientras respondo a Belisama.

Arzhel.

Cuando consigo levantar a mi compañero me giro ligeramente hacia donde está ella.

Creo que debemos seguir. El tiempo que estamos descansando, aunque necesario, es tiempo de vida que le quitamos a mi compañero. - Miro un momento al riachuelo y vuelvo a dirigirme a la mujer. - Seguiremos el riachuelo hasta el rio principal que pasa por nuestro pueblo. Así al menos tendremos agua cerca para irnos refrescando.

Espero a que Belisama se acerque para emprender el camino.

Además tengo una ide que no sé si funcionará, pero sería un gran ayuda....

Avanzais por el borde del rio, lentamente aunque sin parar. Belisama no vuelve a hablar, y concentra sus esfuerzos en caminar. Leizhel parece no despertarse, e incluso jurarias que cada vez esta peor. Esto te da fuerzas para seguir adelante

Salis del claro rapidamente y os volveis a adentrar en el bosque, aunque este, por suerte, va siendo cada vez mas abierto y menos frondoso que antes, por lo que es mas facil caminar, y lo que te indica que apenas quedan una o dos horas para llegar a tu aldea. En breve estaras de nuevo con los tuyos, y podran curar a Leizhel... O eso crees

Seguimos poco a poco el tortuoso camino. Ya nadie habla. Ni siquiera puedo escuchar los sonidos de la naturalez porque mi respirar es tan exagerado que no puedo centrar en otra cosa. De vez en cuando tengo que mirar atrás para ver el camino y confirmar que seguimos avanzando pues el terreno se hace cada vez más monótono y pesado.

Tranquilo Arzhel... mientras sigas el río no hay nada de que preocuparse.... ¡Ánimo!

Caminas cada vez con mas decision hacia tu hogar. Debes llegar, pues la vida de tu compañero prende de un hilo. Pero ya estas cerca... Tan cerca...

Entonces, sales del bosque. Y alli, en medio de uno de los llanos, el riachuelo se une a otro rio mas grande. Un rio que conoces de sobra. Alli, en la lejania, resguardada a la sombra de una colina, y algo oculta, se encuentra la aldea. A apenas unos kilometros. Dentro de poco estaras con los tuyos...

Belisama agradece la pequeña parada para descansar. No crees que tanto esfuerzo sea bueno para ella, porque cada vez parece mas debil... Aunque antes parecia a punto de comenzar la recuperacion. Aun asi, no dice nada en ningun momento

Veo aliviado como llegamos al cruce con el rio principal.

¡Por fin!

Me acerco justo hasta el creuce del riachuelo con el río y poso a Leizhel suavemente el suelo, momento que aprovecho para estirar un poco los músculos que comienzan a estar agarrotados por el esfuerzo.

Me quedo un instante mirando el horizonte lo cual me produce una sensación de calma que tenía casi olvidada. La brisa fresca que corre en ese punto parece tener un efecto revitalizando. Tomo una profunda bocanada y miro a Belisama.

Parece bastante cansada....

Mi rostro refleja algo de comapasión. No puedo evitar sentirme culpable de su estado. Una sonrisa aparece en mi cara y trato de llamar la atención de la mujer.

¡No te preocupes!, ya estamos muy cerca. ¿Ves aquella colina? - digo señalando a lo lejos con el dedo - Allí está mi aldea. Llegaremos pronto y.... con un poco de suerte.... no tendremos que dar ni un paso más. - Digo esto último apartando la mirada de la mujer que parece inlcuso incapaz de articular palabras.

Es hora de poner en práctica mi idea. Espero que funcione... sería un gran alivio. Aunque por otra parte, estoy tentando mucho a la suerte... Uso estas cosas demasiado a la ligera y creo que su poder puede desbordarme en un momento dado...

Inmerso en mis pensamiento me voy agachando poco a poco en la orilla del río. Tengo la mirada perdida en el agua que fluye rápida en dirección a la aldea. Mientras me agacho me llevo la mano a la bolsita del cinturón para sacar la piedra blanca de nuevo. Cuando la tengo en la mano la miro durante un momento como contrándome en ella, queríendo hacerle entender lo que necesito.

Después la sujeto por un extremo y la acerco léntamente al agua del río hasta que la toca suavemente.

Un resplandor de la piedra y, de repente, el agua a su alrededor comienza a congelarse, como habias previsto. El hielo se va extendiendo, poco a poco, y te das cuenta que puedes guiarlo a voluntad, solo con pensar a donde quieres que fluya. Aun asi, quizas el cauce del rio es suficientemente grande como para que te cueste congelarlo entero... Quizas formar una pared de hielo... O incluso congelar solo la superficie...

No te lo puedes creer

Estas congelando un rio!!!

Empiezo a ver como el rio se congela. A pesar de ser lo que esperaba, no deja de ser sorprendente. Me quedo por un momento observando mi acción y tratando de familiarizarme con ella.

Empiezo a sentirme cansado.... debería acabar con esto cuanto antes.

Hago algunas pruebas con la piedra como separarla del agua y ver cuando dura congelada, formar un placa de hielo y darle algunos pisotones desde la orilla para ver cómo de resitente es y algunas cosillas por el estilo que se me ocurren sobre la marcha.

Tras un rato intentando aprender como manejar el poder de aquella piedra agachado junto a la orilla del rio, me levanto y resoplo.

No estoy muy seguro de todo esto, pero creo que merece la pena intentarlo... todo lo más que podemos acabar es en remojo...

Me vuelvo a agachar y me concentro en la forma que adopte el bloque de hielo que se forme.

Veamos... no sé por que idea decidirme.... creo que lo más seguro es tratar de congelar el ancho del rio y hacer un trozo lo suficiente grande como para que quepamos los tres... pero....

Me alejo un momento del rio y me acerco al linde del bosque. Allí busco entre los árboles una rama ancha y fuerte que esté caida o que pueda partir colgándome de ella. Cuando la consigo vuelvo al borde del rio y estiro el brazo metiendo la rama hasta la mitad en el cauce. Después me concentro y acerco la piedra al agua.

Espero que se congele el ancho del rio con y se forme un bloque de, al menos, un palmo de profundidad..... Uffff.... esto es dificil.... no se si voy a poder aguantar....

La piedra brilla, y entonces ves como la superficie del lago comienza a congelarse. Creas una pasarela de hielo de un palmo de profundidad y de un metro y medio de ancho, que se mantiene sujeta sin problemas en los dos extremos del rio. El agua que baja, lenta aunque imparablemente, choca con la plataforma de forma suave y ritmica, y comienza a pasar por encima de esta, aunque es apenas una pequeña capa fina de agua, la gran parte del caudal pasa por debajo del "puente" improvisado

Quizas si hicieras la pasarela un poco mas alta, el agua no pasaria por encima, asi que lo intentas, y lo consigues sin apenas problemas. Tienes una pasarela de hielo que abarca los dos extremos del ancho del caudal, y que es suficiente para que los tres paseis por ella. Mientras la idea comienza a fraguarse en tu cabeza, observas tu creacion en silencio...

Me quedo mirando el "puente" que se ha formado, con la ancha rama fuértemente cogida en el centro.

Bien... creo que será suficiente....

Voy a por Leizhel y lo llevo hasta el puente de hielo. Coloco mi capa debajo para guardarlo un poco del frío y lo pongo con cuidado en posición fetal de forma que se mantenga lo mejor agarrado posible a la rama del centro. Después miro a Belisama.

Ponte sobre el bloque de hielo. Con un poco de suerte pronto estaremos en nuestra aldea.

Cuando Belisama se coloca, le indico que se agache un poco y se agarre bien a la rama con las manos mientras afianza a Leizhel con las piernas.

Cuando está todo listo me tumbo en uno de los extremos de la helada pasarela y comienzo a escarvar un poco en la orilla hasta que el extremo se suelta. La fuerza de la coerriente hace que la estructura de hilo comience a girar hasta soltarse también del otro extremo y "navegue" río abajo en dirección a la aldea con sus tres tripulantes abordo.

Así, al menos, podremos descansar un poco.... - Pienso mientras me agarro al "mástil" de nuestra "embarcación" y me agacho para mantener el equilibrio.

Durante el trayecto trato de mantener la piedra sobre el hielo con la única intención de mantenerlo sin que se deshaga. La "embarcación" zozobra un poco de vez en cuando en función de los cambios de corriente, pero consigo enderezarla haciendo contrapeso con los brazos o empujando en la tierra si se acerca demasiado.