Partida Rol por web

BBBUUUUM

Todo ocurre muy rapido. Un golpe colosal, procedente de la embestida del ser de gran tamaño, que ya habia llegado a tu lado. No puedes esquivarlo a tiempo, y sientes como eres alzado en los aires y caes varios metros más alla. El dolor te recorre por todas partes, pero sientes que el golpe podria haber sido peor. Ante ti se extiende el cielo, frio... indiferente...

Alzas la mirada a tiempo de ver como los Orishas comienzan a rodear a tu compañero...

Este se gira... Y notas su mirada posarse en ti...

Arzhel... Corre...

Me giro para esquivar el ataque de uno de esos seres. Intento levantarme para luchar pero, apenas me pongo de rodillas siento un gran golpe cerca del estómago y me elevo varios metros sobre el suelo, pasando por encima de todos los enemigos.

Todo se vuelve lento y confuso, siento que el vuelo dura una eternidad, desde el aire veo a todos los enemigos rodeando a mi compañero, ahora parecen muchso más.

Me giro en el aire e intento aterrizar con el costado "sano" para no agravar más mi situación. En cuanto toco tierra empieza lo malo, no solo comienzo a sentir el golpe del aterrizaje, sino también el que me hizo volar.

Permanezco tirado en el suelo un rato, junto a los árboles, rogando porque el dolor no dure mucho, pero es inutil. Oigo a mi compañero gritar desde la aglomeración de mascaras.

Arzhel... Corre...

Abro los ojos con dificultad para ver la situación.

¡Jamas!... ¡No te abandonaré...!

Conun esfuerzo sobrehumano y una mano sosteniendo con fuerza mi costado, me levanto como puedo y, daga en mano, corro hacia la multitud tratando de herir a cuantos más enemigos mejor.

¡¡¡¡¡¡AAAAaaaaaaaaaaaaaaaaaaahhhhhhhhh!!!!!!

Mis heridas se hacen notar y mis ataques no son muy certeros, pero ellos son muchos y eso... no siempre es una ventaja.

De repente todo se vuelve blanco. Sientes que vuelas. No sabes donde estas. Al principio piensas que estas muerto, pero...

Se oyen voces...

Tu eres el Buscador, el que todo lo ve... Deberas guiar a los demas en esta lucha... Por eso debes saber...

Un zumbido. Y de repente, notas que empieza a hacer calor

Estas en la puerta de una casa. Al mirarte notas que tu cuerpo es... trasparente... Incorporeo

Sorprendido te giras para ver como se abre la puerta y te introduces lentamente en la cabaña, que es simple y humilde. Dentro hay tres personas, una de ellas conocida: El mago oscuro. Aunque todo esta borroso, de alguna manera le reconoces, con su pelo plateado, su bastón y sus vestiduras azabaches...

De repente todo cambia. Ahora dentro de la cabaña se encuentra solo el mago... O hay mas personas??? Jurarias que hay alguien mas, pero todo esta borroso... Excepto el oscuro personaje

Este traza un circulo en el suelo y sus ojos se iluminan. Comienza a realizar un hechizo... Un ritual oscuro. Notas la energia a tu alrededor

Cuando el futuro se convierta en presente...

Todo comienza a acelerarse, como si los minutos fueran segundos. Ves mudo del asombro como el mago se mueve a gran velocidad, preparando el ritual...

Uno de ellos buscara las luces de la rosa de los vientos...

El ritual termina y el mago cae incosciente. De repente se oye otro golpe y apareces junto a una cama. Ahora dos figuras encapuchadas, una de ellas el extraño individuo, se encuentran una junta a otra. Distingues solo unas palabras

Tengo un trabajo para ti...

Y perseguira a los cuatro elegidos que las tengan... Para acabar con ellos

Ellos tendran que detenerle... Pero la sangre no debe ser vertida. Pues la sangre de los elegidos se derramara cuando sea necesario, no ahora

De repente todo se vuelve negro y oyes unas voces

Cerunnos... Lo has sentido...

No he sentido nada. Estas loco

Entonces tu también vas a hacer oidos sordos...

No existen tus elegidos!!! No existe tu amenaza!!! No te das cuenta??? Belisama esta equivocada, y tu también. Pero ella al menos atiende a razones!!!

... Belisama???

... Entonces estas condenado... Como los demás...

Callate

... ¡¡!!

Y ahora que te ocurre???

Esta... Esta en peligro!!!

Vuelve!!! Estas loco!!!...

Debo ayudarle...

La voz se va perdiendo en la lejania. No ves nada. Estas en un espacio totalmente en blanco, como la nada. Entonces oyes algo y te giras. Alli hay un chico, de no mas de diecisiete años, y rodeado de un extraño aura de misterio y frialdad. Su expresión inmutable no deja escapar ningun sentimiento. Es como si no fuera...

Arzhel... Despierta...

El chico de repente alza la mirada al cielo y haces lo propio. Y te quedas sin aire. Una nube de oscuridad se cierne sobre el chico, preparada para engullirle. Sientes que tu corazón se encoge. Es algo espantoso. La nube ocupa gran parte de lo que seria el cielo, si estuvieras en algun lugar material, porque ya comienzas a dudarlo

El chico baja el rostro, de delicadas facciones, bello aunque inexpresivo e indiferente

Ellos... Vienen a por mi

El chico es la respuesta...

Todo lo que conoces...
ROCK!!!
El esta callado todo el rato...
El palacio esta por esa dirección
Esta cerca...
Debes salvarles, Kurosaki...
Perdona a Ichi, es muy solitaria...
Esta casa esta maldita y sera purificada en nombre de la inquisición!!
Has matado a mi hermana!!!
Muere, arpía!!!
Los persas nos atacan!!!
De acabarse

Todo se vuelve confuso... Demasiadas voces...

Abres los ojos. La escena de los Orishas vuelve a tu alrededor

Vuelves a la pesadilla

Te levantas con dificultad, y tambaleandote. Entonces ves como el Orisha de las lanzas se acerca a tu compañero y...

Zum!!!

Todo se llena de luz. De repente pierdes la noción del tiempo y del espacio. Caes al suelo sin poder evitarlo. Cuando logras abrir los ojos, descubres el origen del brillo, que ahora es menos reluciente

Ves imagenes borrosas, pero jurarias que los Orishas se han replegado hacia los arboles, y que en frente del cuerpo de tu compañero hay... Una mujer???

Al levantarte logras ver mejor la escena. La mujer que creias haber visto, de pelo castaño y cuerpo bien formado, empuña una espada rodeada de fuego. Parece ser muy hábil manejandola, ya que mantiene a sus enemigos a raya. El extraño hombre vestido de negro, la mira con furia, y parece dispuesto a intervenir

Leizhel esta en el suelo, tumbado, y no se mueves. Aunque puedes asegurar que sigue respirando, el charco de sangre que se forma debajo suya no augura nada bueno

Tras coger carrera e intentar atacar a uno de esos pequeños pero matones monstruitos me veo interrumpido por dos flashes.

Una especie de sueño me abstrae por un momento. Quizás en otro momento me habría asustado, quizás enloquecido, pero, con todo lo que he vivido últimamente, me parece algo casi normal que ya estaba tardando en suceder.

Después una fugaz vuelta a la realidad. ¿O quizás una pausa en el sueño?. ¿Y si resulta que el sueño es la realidad?. Y un fogonazo de luz me translada de nuevo a mundo onírico.

Vuelta a la dura realidad. ¡Y tan dura!. Un golpe tremendo contra la roca me hace quedar tumbado durante un instante a merced de nuestros enemigos.

¡Vaya!... ¡Estoy mucho peor de lo que creía!... Tengo alucinaciones... No pienso con claridad... Leizhel...

Con un esfuerzo titánico y soportando horribles dolores por todo el cuerpo consigo medio incorporarme para ver como una nueva guerrera ha entrado en escena. No me importa mucho de que lado está. Ha conseguido apartar a los demás de Leizhel.

Fijo la vista en mi compañero. Esta tirado en suelo. No se mueve. Parece que respira. Un gran charco de sangre aparece bajo su cuerpo.

¡¡¡Leizhel!!!

Casi sin pensar trato de acercárme rápidamente sin preocuparme de la mujer. Tomo su cuerpo y le doy la vuelta buscando las heridas más graves y tratando de taparlas con trozos de tela y haciendo algún torniquete.

¡Vamos amigo!... ¡No me dejes sólo!... ¡Aguanta!...

Las lágrimas comienzan a brotar de mis ojos.

Te acercas arrastrandote a tu amigo. Cuando llegas con el, levantas su ropa y ves varios cortes profundos, que no dejan de sangrar. Por suerte, las zonas vitales no estan muy afectadas, aunque si sigue sangrando mas tiempo...

Eh, tu!!! Sal de aqui, no pienso ocuparme de ti!!! Dice la mujer, que acaba de apartar de una patada al orisha de los rayos mientras alza la mano y crea un muro de fuego donde segundos antes habian estado varios dardos negros, salidos de la mano del Orisha chamán. Parece muy concentrada y no es dificil advertir que es complicado luchar contra tantos enemigos a la vez. De hecho, el hombre de negro parece a punto de atacar, y estas seguro de que es mas fuerte que sus subordinados...

Gotas de sudor resbalan por la frente de la mujer, que pese a su gran habilidad y extraña magia esta cediendo terreno

AIIIIIIIIEEEEH!!!

La mujer lucha con la fuerza de cinco hombres juntos, pero aun asi los Orishas le ganan terreno... Y el lider parece dispuesto a intervenir

Dardos de fuego salen despedidos de todas partes, y la espada de la mujer ruge furiosa. El mas grande de los Orishas parece dispuesto a cargar, pero la mujer alza la mano y extiende la palma, lo que hace que en los pies de la mole aparezca una llamarada. La bestia se tambalea y tropieza, perdiendo el equilibrio. Pero el hechizo ha llevado tiempo a la mujer, que recibe un dardo entre las costillas, proviniente del pequeño Orisha con el aparato de ataque a distancia. La mujer grita y pierde la concentracion por un momento, pero logra recomponerse en el ultimo instante y interpone su espada entre un relamapago que sale directo de las manos del Orisha que vistes al principio. Esta absorbe el poder, y la mujer consigue girar, a pesar del dolor, y encajar una estocada al pequeño de cuatro brazos

Aun asi, no sirve para nada. Uno de los Orishas de atras alza su baston y... El corte desaparece

La mujer no podra aguantar mucho mas asi, y se la ve cada vez mas cansada

No quieres ni pensar lo que ocurrira cuando intervenga el jefe

Quiero desesperadamente acoparme de mi compañero, pero veo que las heridas son demasiadas como para ocuparme de él mientras dure la situación de peligro.

Parece que la mujer se las apaña bastante bien pero, poco a poco, parece ir cediendo terreno ante los hombrecillos.

Tengo que hacer algo.

Echo mano a mi espalda para coger mi arco, pero no esta allí. Busco rápidaamente a mi alrededor hasta dar con él y miro a los combatientes. La mujer aguanta y los demás parecen centrar su atención en ella.

Esta es mi oportunidad.

Trato de desplazarme sigilosamente hasta alcanzar el arco sin que se fijen en mi. Por desgracia el dolor de mis heridas me hace perder la concentración y termino callendo al suelo sobre unas ramas secas que había cerca de un árbol.

Levanto la vista para ver como reaccionan todos ante este desliz.

De repente oyes una voz

Coged al celta!!! Yo me encargo de la mujer...

Ves que los Orishas se apartan de la mujer, que esta llena de heridas y parece a punto de caer abatida, y el hombre de negro se acerca lentamente hacia esta...

PUM!!!

Miles de chispas doradas salen despedidas hacia todos los lugares cuando la maza de aquel hombre choca con la espada de la mujer. Esta sale despedida y cae al lado de Leizhel, sin poder moverse a causa del impacto, perdiendo la respiracion. El hombre se acerca a esta y la apunta con un dedo

Lo siento, pequeña. No os puedo dejar con vida, ni tampoco mataros. Sera algo mucho peor. Te controlare como a una marioneta y despues absorvere tu esencia. Belisama no te encontrara, ni aqui ni en las tierras sombrias

La mujer parece a punto de colapsarse. Pero tu ya no ves nada. Todos los Orishas te rodean, y uno de ellos ha atestado un fuerte golpe en tu vientre, haciendo que pierdas momentaneamente la respiracion. Otro pasa la mano por tus ojos y comienza a murmurar unas palabras... Sientes sueño...

De repente, una luz, detras de los Orishas, y unas palabras

YO ME ENCOMIENDO A TI, SEÑORA DE LAS LLAMAS!!! LIBRALES DE ESTE MAL, COGE MI VIDA!!! La frase comienza a repetirse, y estupefacto, te das cuenta de que ha sido la mujer la que la ha dicho. Los Orishas salen despedidos y ves entre el resplandor como el hombre de negro suelta un grito de furia

Todo se vuelve blanco. Sientes que tu cabeza da vueltas. Otra vez. Cuando todo vuelve a la normalidad, los Orishas y el hombre se han ido... Y solo quedan dos cuerpos en el centro de la explanada, inertes y yaciendo uno al lado del otro: La mujer y Leizhel

No sabes si respiran...

Tras unos instentes de aturdimiento, en los que intento poner en orden todo lo que ha ocurrido, comienzo a darme cuenta de la realidad.

Parece que el peligro ha pasado. Miro a todos lados desconcertado buscando a los enemigos, pero parecen haberse desvanecido. Fijo mi atención en mi amigo y la mujer, tumbados en el suelo a unos metros mia.

Parecen inconscientes.

De nuevo, casi instintivamente, me acerco tan rápido como puedo a ellos, trastabillando en el intento debido al dolor de mis heridas y ayudándome con las manos para seguir avanzando. El dolor sentido me recuerda que, lo ocurrido, no ha sido un sueño está vez. ¿Acaso antes sí lo fue?

Llego hasta los cuerpos y los separo, tumbando a uno junto al otro en el seulo y los examino para intentar determinar su estado.

Quizás todavía pueda hacer algo por ellos. - Mascullo para mí mismo tratando de determinar la gravedad de sus heridas y tratárlas como buenamente pueda. Aunque, por desgracia, la "salud" de la mujer parece estar fuera de mi alcance.

Leizhel parece haber perdido la consciencia. Rapidamente contienes la hemorragia de sus heridas y estabilizas su respiracion, aunque cuando le tocas la frente, descubres que esta ardiendo

En cambio, la mujer... No ves ninguna herida. De hecho, las heridas que tiene no sangran...

Ves como esta abre los ojos... Y comienza a toser. Esperas a que se estabilice. Entonces te mira y habla con voz débil

Estúpido... Te dije que corrieras... Ya es... Ugh... Una expresion de dolor cruza su rostro

Una vez que he hecho todo lo posible por mi compañero me acerco a la mujer que parece despertar y dice algunas palabras.

En realidad no me dijiste que corriera aunque, créeme que lo intenté, pero mis heridas no me permiten hacer mucho esfuerzo ahora mismo.

Observo como la cara de la mujer refleja un gran dolor, aunque no alcanzo a comprender de donde viene.

Escucha, te agradezco mucho la ayuda, aunque haya sido involuntaria. Pero no podía marcharme y dejar aquí a mi compañero. Los exploradores SÓLO tenemos a nuestro compañero.

La mujer no se mueve y parece inconsciente pero, de alguna forma, se que me está escuchando.

No puedo curar tus heridas pues no tengo el conocimiento necesario. Pero si quieres puede llevarte a algun sitio o ir en busca de algún curandero de mi pueblo. No tardaría mucho.

Me quedo esperando una señal de la mujer mientras sus gestos de dolor son como punzadas en mi estómago. De vez en cuando echo una mirada a Leizhel para controlar que todo vaya bien. No obstante, permanezco también atento al linde del bosque por lo que pudiese venir.

De repente, oyes una risa. Al principio no crees que sea verdad, pero pronto ves los hombros de la mujer ascendiendo y descendiendo ritmicamente

Curarme??? Dice con una sonrisa que, aun asi, no tapa el dolor de su rostro. Parece un dolor totalmente inhumano Mi tiempo ha acabado, explorador. Ese hechizo ha supuesto mi fin. Mi... Ugh...

Estas a punto de decirle que no haga esfuerzos, pero la mujer sonrie y se te adelanta

Ya da igual, nada puedes hacer tu... Ese... Ese hechizo esta absorbiendo parte de mi alma, lentamente... Pero antes... Debo encargarte... Una misión... Es ardua y peligrosa, pero debes cumplirla, pues yo ya no puedo ya... Mi nombre es Salizel...

Cada vez le cuesta mas hablar, y debe pararse para toser. Ves que la sangre comienza a caer por las comisuras de sus labios. Le queda poco tiempo

Miro a la mujer con impotencia y confusión, pues su comportamiento es muy distinto del que tendría cualquier persona agonizante.

Esta mujer es realmente misteriosa... lástima que no pueda hacer nada por ella...

La continua hablando, aunque cada vez le cuesta más trabajo. Me siento cada vez más impotente ante esta situación.

Dime de que se trata Salizel, trataré de llevarlo a cabo por todos los medios. Es lo menos que puedo hacer por ti después de habernos salvado la vida y... no poder salvar la tuya.

Quedo cabizabajo arrodillado cerca del cuerpo de la mujer, colocando cerca la cabeza para poder oir lo que susurre sin tener que hacer mucho esfuerzo.

Toma... Coge esto La mujer hace un esfuerzo y coge tu mano, mientras con la otra deposita un amuleto en forma de llama

Debes... Debes averiguar quienes eran esos seres... Este amuleto te guiara hacia su presencia. En el imprimo lo que queda de mi alma... Pero... Debes... Comienza a hablar mas despacio, y tiene que inspirar para poder continuar Debes tener cuidado. Habla con Belisama. Sube a la roca, e invocala sosteniendo la piedra en alto... Yo... Yo...

Inspira, pero el aire entra con dificultad en su boca. La mujer va a morir

Por favor... Te pido esto... Como favor... Quemame... Sobre la roca...

No puede decir mas. Sus hombros se convulsionan y sus ojos se vuelven borrosos. Unas ultimas palabras acompañan el estertor que supone el final, pero estas no estan dirigidas a ti

Brigit... Acogeme en tu seno... Vuelvo contigo... Al... Fin...

Los ojos se cierran. La llama de la vida se apaga. La mujer ha muerto

Escucho atentamente lo que me dice la mujer y recojo el colgante que me da y me lo cuelgo del cuello tras echarle un ligero vistazo. Cuando Salizel espira profuncio unas palabras arrodillado ante ella.

Lo haré, no lo dudes. Y la próxima vez que me encuantre con ellos, ¡no fallaré! - Una pequeña lágrima aprece en mi rostro mientras miro hacia a trás a mi compañero tumbado en suelo. - ¡Qué Dagda te guie en tu nuevo camino!

Tras un momento más en silencio, levanto el cuerpo de la mujer y la llevo hasta lo alto de la roca como el que va a realizar una ofrenda, subiendo poco a poco por la roca debido al dolor de las todavía recientes heridas.

Tras dejarla, vuelvo abajo, aprovecho para recoger mi arco, que había quedado tirado en el suelo tras la batalla, y subo también a Leizhel.

Vamos amigo... ¡no te dejaré ahí solo!.

Una vez que estamos los tres en lo alto de la roca me siento un momento a descansar, recuperar fuerzas y atenuar un poco el dolor.

A ver... ¿cómo dijo que se llamaba la mujer con la que tenía que habalr?... Bel... Bel.. ¿Belisa?... No, era añgo más largo... ¿Belima..?... ¡Belisama!

Me alzo y me quito el colgante que me había Salizel. Lo miro con un algo de desconfianza e incredulidad.

Se lo prometí. Al menos tengo que intentarlo... Aunque no se muy bien como hacer esto.

Me doy la vuelta y me dirijo al centro de la roca. Una vez allí dudo por un momento, pero finalmente alzo el colgante en mi puño derecho tan alto como puedo y grito a los cuatro cientos.

¡¡¡Belisama!!!, ¡Yo te invoco!... ¡Acude a mi llamada!

BUM!!!

La piedra se ilumina y varios trozos de roca salen despedidos

Por un momento, sientes que eres cegado por un resplandor. Una gran pira de llamas se situa en frente tuya. Te echas instintivamente atras, cubriendo el cuerpo de tu amigo, para protegerle. Pero las llamas cesan pronto y en su lugar queda una figura. Una mujer

Sus pelos son totalmente rojos, del mismo color que el fuego del que salio, y su rostro es bello aunque astuto. Va vestida con una tunica escarlata, y en sus ojos adivinas el brillo aun patente del fuego. No debe medir mucho menos que tu, y la verdad, impone bastante

De repente, una oleada de poder te golpea, como si se tratase de un furioso viento, haciendo que te arrodilles al perder el equilibrio. Es un poder inmenso. De hecho, ya has sentido alguna vez un poder que, si bien era mucho menos potente, al menos era de una naturaleza parecida de lejos. Pero esta fuerza se manifiesta de otra manera, como rodeandolo todo, de una forma casi agresiva... Agresiva, y al mismo tiempo pacifica. Es una sensacion extraña, una mezcla de hostilidad, proteccion, y curiosidad, como si el propio poder que emana de la mujer tuviese vida. Esta te observa e inmediatamente comprendes que no es humana. Es... algo mas

Salizel??? Quien diablos...??? Entonces la mujer abre los ojos, mientras busca por todos los lados a Salizel. Parece un poco consternada

Casi sin terminar de pronunciar las palabras, una terrible sacudida me hace moverme hacia atrás. Cuando vuelvo a mirar veo que una mujer a aparecido en el centro de la roca. Me quedo mirándola fijamente, casi imnotizado, sin ser consciente de mis actos.

Vaya... Parece hecha de fuego puro...

Al poco la mujer pronuncia unas palabras. ¿¿¿Salizel???, ¿Quién diablos? Tardo en reaccionar, pero consigo sobreponerme a la situación y recuperar el control sobre mi mismo. Me aparto un poco dejando ver el cuerpo de Salizel tumbado en la roca y, después, observo la reacción de Belisama mientras trato de explicarle, entre titubeo y titubeo, lo ocurrido.

Precisamanete eso señora. Algún tipo de diablos. Unos hombrecillos con máscaras, otro mucho más grande y otro normal vestido con atuendos negros. Nos emboscaron a mi y a mi compañero. - Me aparto hacia el otro lado dejando ver el cuerpo de Leizhel. - Estábamos casi vencidos cuando apareció ella. - Vuelvo a girarme hacia Salizel. - Ella venció a esos malnacidos pero, a cambio... cayó en el combate debido a algún tipo de magia pues no tiene heridas. Traté de ayudarla pero... - me quedo cabizbajo e impotente - No puede hacer más por ella que escuchar sus últimos deseos. Uno de ellos era que hablase con usted.

Se hace un silencio que parece eterno. Los animales, ni siquiera el viento o el agua parecen atreverse a romperlo. Miro fijamente al ser que he invocado esperando su reacción... temiendo, su reacción.