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Saint Seiya: La Doncella del Inframundo

2B. La misteriosa convocatoria

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23/12/2009, 15:34
Director

Aldebarán, Camus y Mu se encontraban en sus respectivas casas del Santuario, protegiendo su templo, como siempre. Era primera hora de la mañana...

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23/12/2009, 15:34
Director

Estás en tu templo sagrado de Tauro. Hace un buen rato que paseas por tu casa, sin hacer nada. Hace ya como un par de horas que ha amanecido, y parece que va a hacer un día realmente bonito.

Tranquilamente, con la armadura puesta, y paseando por la sala principal del templo de Tauro, te encuentras absorto en tus pensamientos, cuando percibes unos inesperados pasos que resuenan en las paredes de tu casa. Quien quiera que sea, viene a un riitmo relajado, aunque camina con decisión.

No esperabas a nadie, y no era usual que nadie se adentrase en tu templo a una hora tan temprana, sin avisar primero. Sea lo que fuese, no iban a tratarse de buenas noticias, eso seguro.

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24/12/2009, 01:44
Director

Estás en tu templo sagrado de Acuario. Hace un buen rato que paseas por tu casa, sin hacer nada. Hace ya como un par de horas que ha amanecido, y parece que va a hacer un día realmente bonito.

Tranquilamente, con la armadura puesta, y paseando por la sala principal del templo de Acuario, te encuentras absorto en tus pensamientos, cuando percibes unos inesperados pasos que resuenan en las paredes de tu casa. Quien quiera que sea, viene a un riitmo relajado, aunque camina con decisión.

No esperabas a nadie, y no era usual que nadie se adentrase en tu templo a una hora tan temprana, sin avisar primero. Sea lo que fuese, no iban a tratarse de buenas noticias, eso seguro.

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24/12/2009, 01:44
Director

Estás en tu templo sagrado de Aries. Hace un buen rato que paseas por tu casa, sin hacer nada. Hace ya como un par de horas que ha amanecido, y parece que va a hacer un día realmente bonito.

Tranquilamente, con la armadura puesta, y paseando por la sala principal del templo de Aries, te encuentras absorto en tus pensamientos, cuando percibes unos inesperados pasos que resuenan en las paredes de tu casa. Quien quiera que sea, viene a un riitmo relajado, aunque camina con decisión.

No esperabas a nadie, y no era usual que nadie se adentrase en tu templo a una hora tan temprana, sin avisar primero. Sea lo que fuese, no iban a tratarse de buenas noticias, eso seguro.

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24/12/2009, 02:00
Mu

Mu se queda quieto un instante, escuchando el sonido de pasos. Nadie ha avisado de que fuese a prestar una visita a su casa. Tampoco sabe de ningún caballero que necesite de sus servicios como forjador de armaduras, y de todos modos los que lo hacen suelen ir a buscarle a su refugio de las montañas de Jamir. Pocos saben que "el erimitaño de Jamir" que repara las armaduras de los caballeros es en realidad el vellocino de oro, el guardián protector de la Casa de Aries. Tampoco le consta que nadie haya solicitado audiencia con Atenea, otra posible razón por la cual alguien podría penetrar en su casa.

¿Asesinos? ¿Rivales? ¿Espías?

Improbable. Sea quien sea, no hace esfuerzo alguno por ocultar su presencia. Claramente, no le importa lo más mínimo que el caballero de oro sepa que se halla aquí. Eso quiere decir que, o viene en son de paz, o no cree que el guardián de la casa represente un peligro a evitar.

Sea como sea, hay que averiguarlo.

Mu cierra los ojos y expande su mente, lanzándola hacia afuera como las ramas de una zarza que brotan desde su cerebro. Las columnas y el empedrado del suelo titilan en la oscuridad del templo, y sus formas pierden consistencia y textura, disolviéndose en niebla y volviéndose a formar. Breves imágenes de otros lugares se alzan de la neblina frente a Mu mientras su mente surca el espacio, buscando un destino. Bosques de árboles. Cascadas de agua y hielo. Majestuosos templos de piedra. Y, en una fracción de segundo, la entrada de su casa.

Su cosmos se expande en un breve estallido, mientras su mente fija esa imagen. Las finas líneas de energía que traza su psique convergen en ese punto, y con un parpadeo apenas perceptible, Mu une su cuerpo físico a esa energía vibrante y blanca de su pensamiento, batiendo a través del espacio a una velocidad imposible hasta estrellarse contra ese lugar que en el que su mente ya le está esperando...

En un instante, el cuerpo de Mu parece parpadear, y al instante siguiente, el caballero se ha materializado a la entrada de su casa. Tras un segundo, abre los ojos y habla.

Soy Mu de Jamir, Caballero de Oro del signo de Aries, guardián y protector de este templo, del sagrado Santuario y de Atenea. Te ruego ahora que me digas quién eres y qué te ha traído a este lugar. Si has venido en son de paz, se bienvenido. Si buscas el conflicto o la traición, te habré de rogar que desistas y vuelvas por donde has venido.

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24/12/2009, 02:37
Marin

Los pasos que antes escuchabas acercarse con determinación, se detienen por unos instantes, para retomar el camino, aunque más titubeantes. De pronto, una sombra que te resulta vagamente familiar se aparece ante ti, y una suave voz trata de mostrar que no es un enemigo, sino un amigo.

-Tranquilo, Mu, soy yo, Marin- por fin se aparece ante ti, con su armadura puesta como si estuviese de guardia.

Marin, al igual que el resto de caballeros de bronce y de plata, formaban parte de la guardia del santuario, encargados de vigilar que no sucediese nada extraño, y de protegerla en caso de una amenaza que no fuese lo suficientemente importante como para convocar a los doce santos dorados. La cabeza de la guardia era Shaina del Ofiuco, y Marin del Águila era uno de sus principales caballeros.

-Siento molestarte a estas tempranas horas- te dice, deteniéndose al llegar ante ti- Pero tengo algo de cierta importancia que decirte.

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24/12/2009, 02:45
Mu

Mu asiente al ver aparecer a la caballero de plata del águila, como dando a entender que no espera nada malo de ella. Marin ha sido durante muchos años una de las caballeras más leales y decididas del Santuario, por no mencionar la instructora de muchos de los niños que llegan aquí. Su reputación como maestra dura y exigente y como guerrera decidida y astuta ha llegado lejos en el santuario, a los oídos incluso de los guardianes de las casas. Si hay noticias que transmitir, Marin es una buena elección, tanto como cualquier otro caballero.

Mis disculpas. He amanecido algo intranquilo, y aunque siempre eres bienvenida en mi casa, me ha sorprendido tu presencia tan de improviso, sin nadie más que te anuncie ni ninguna noticia. Debo entender, pues, que en efecto tienes algo importante que decirme. ¿De qué se trata, Marin?.

La última palabra no es casual. Mu aprecia sinceramente a Marin por el valor demostrado durante la batalla del Santuario, y aunque no se le escapa que sigue siendo su superior, sabe bien que sentir orgullo por tal hecho es perder de vista el ideal de los caballeros, el fin común que les une. Ante Atenea y los dioses todos son iguales, si no en poder, sí en propósito, y como tal el caballero de oro habla a su compañera de plata como lo haría con cualquiera, dirigiéndose a ella por su nombre. Como debe ser.

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24/12/2009, 07:52
Camus

Camus permanece inmóvil a la llegada del invitado, su facciones de la cara son como siempre frías y serias, su porte esperando, mirando a la entrada para ver quien entrara, con los brazos extendidos al paralelo de su cuerpo.

Espero que tu visita al Sagrado Templo de Acuario se deba a algo verdaderamente importante, no me gusta ser molestado en mi meditación.-dice en un tono serio y distante -

Camus se concentra para distingir si es el Cosmos de algún Caballero Conocido.

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24/12/2009, 14:22
Marin

Los pasos que antes escuchabas acercarse con determinación, se detienen por unos instantes, para retomar el camino, aunque más titubeantes. De pronto, una sombra que te resulta vagamente familiar se aparece ante ti, y una suave voz trata de mostrar que no es un enemigo, sino un amigo.

-Tranquilo, Camus, soy yo, Marin- por fin se aparece ante ti, con su armadura puesta como si estuviese de guardia.

Marin, al igual que el resto de caballeros de bronce y de plata, formaban parte de la guardia del santuario, encargados de vigilar que no sucediese nada extraño, y de protegerla en caso de una amenaza que no fuese lo suficientemente importante como para convocar a los doce santos dorados. La cabeza de la guardia era Shaina del Ofiuco, y Marin del Águila era uno de sus principales caballeros.

-Siento molestarte a estas tempranas horas- te dice, deteniéndose al llegar ante ti- Pero tengo algo de cierta importancia que decirte.

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24/12/2009, 14:23
Marin

-Sólo vengo a transmitirte una petición, nada más- te dice, ya segura de que no vas a proyectar ningún ataque al reconocer que se trata de un aliado- De nuevo siento haberme presentado sin avisar, pero tampoco sabía que iba a tener que personarme aquí. Esta mañana, fui a visitar a Aioria, pues tenía algo que comunicarle, algo de lo que me he enterado esta misma mañana, de boca de Shaina. Ha sucedido algo, no es grave, pero sí... ¿Inquietante? Presiento que estamos en problemas. Te comentaría yo misma lo que le he dicho a Aioria, pero como caballero de rango superior que es, me ha dicho que prefiere mantener una reunión "clandestina" con el resto de santos dorados e informaros él mismo. Lamento no poder decirte más- agacha la cabeza, algo cohibida por negarle información a un caballero de oro, pero no quiere fallar a Aioria en su petición.

 

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24/12/2009, 15:53
Mu

No te preocupes. Aioria te hizo una petición específica y la has cumplido, como cabe esperar de un buen caballero. Incluso si tuviese algo que objetar, que no tengo, sería con él con quien lo discutiese. Tú has cumplido con tu cometido, como me consta que siempre haces, y eso te honra. Además, Aioria es leal y honorable, es la útima persona de la que esperaría una traición. Si cree que es mejor que sólo los caballeros de oro sepamos lo que tiene que decir, suongo que tendrá sus razones.

Parece que después de todo no me equivocaba. Llevo intranquilo desde ayer por la noche, aunque ultimamente eso no es novedad. Han pasado tantas cosas últimamente que ya casi estoy esperando que la paz se rompa en cualquier momento. Quizás en eso tampoco me equivoque, aunque espero que sí.

Gracias por transmitirme el mensaje. Puedes retirarte. Saldré ahora mismo hacia el templo del león. ¿Queda algún caballero por informar?. No puedo teleportarme a un templo dentro del santuario, de modo que tendré que caminar. Puedo ocuparme personalmente de avisar a cualquier caballero que me pille de camino a la casa de Aioria, de ese modo tu podrás volver a tu guardia. Si puede haber problemas, es razón de más para que mantengamos la vigilancia.

 

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24/12/2009, 16:58
Aldebaran
Sólo para el director

Me encontraba paseando tranquilamente por la casa cuya protección era mi deber, contemplando el hermoso día hoy es uno de esos días en los que compruebas que realmente merece la pena sacrificarse por este mundo. El sol brillando poderoso en el cielo, el verde césped meciéndose lentamente al viento, los pájaros cantando alegremente, el olor del rocío matu...

Mis pensamientos son cortados por el sonido de pasos acercándose al templo. Me dirijo hacia la entrada, para salir al paso del desconocido ¿quien osa adentrarse en el templo de Tauro?

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24/12/2009, 17:59
Camus

Puedes hablar, Caballero del Águila...,¿que nuevas te traen a la casa Zodiacal de Acuario?

Tu puesto de vigilancia, dista mucho en distancia de esta Sagrada Casa...., puedes darme esa noticia. - Camus seguía fijo en su posición, mirando a la Caballero de Plata -

Cuenta.... -dijo Camus con tono amigable -

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26/12/2009, 13:05
Marin

-No te preocupes por eso- te dice- Aunque si lo deseas, puedes acompañarme al templo de Tauro. Me ha pedido que avise también a Aldebarán, y soy consciente de la amistad que os une, así que quizás quieras venir conmigo. Al otro caballero que me ha mandado llamar, ya le he transmitido su mensaje, y creo que se encuentra camino al templo del León.

Se pone en camino con presteza, pues aún le queda un encargo que cumplir.

-Los caballeros de la guardia sabemos cómo acceder a un templo u otro sin pasar por el resto- te confiesa- Creo que ya sabes que hay accesos secretos por todas partes, que sólo unos pocos conocemos. Me consta que a vosotros os puedo llevar por un atajo si hace falta- te mira con interés- ¿Vienes conmigo a ver a Aldebarán?

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26/12/2009, 13:10
Marin

Sólo vengo a transmitirte una petición, nada más- te dice- De nuevo siento haberme presentado sin avisar, pero tampoco sabía que iba a tener que personarme aquí. Esta mañana, fui a visitar a Aioria, pues tenía algo que comunicarle, algo de lo que me he enterado esta misma mañana, de boca de Shaina. Ha sucedido algo, no es grave, pero sí... ¿Inquietante? Presiento que estamos en problemas. Te comentaría yo misma lo que le he dicho a Aioria, pero como caballero de rango superior que es, me ha dicho que prefiere mantener una reunión "clandestina" con el resto de santos dorados e informaros él mismo. Lamento no poder decirte más- agacha la cabeza, algo cohibida por negarle información a un caballero de oro, pero no quiere fallar a Aioria en su petición.

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26/12/2009, 14:23
Camus

Entiendo, esperaré ansioso a que nos reuna.

Si es algo que ponga en peligro al Santuario, mejor prepararse para lo peor. -decía con tono tranquilo Camus -

Gracias por la información, permaneceré a la espera.

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26/12/2009, 17:14
Director

Partes junto a Marin hacia la casa de Aioria, sin decir ni palabra, un poco pensativo por saber qué estará sucendiendo para que el caballero de Leo quiera hablar con vosotros.

Tomando uno de los atajos que algunos de los miembros de la guardia conoce, entre ellos Marin, llegas al cabo de unos minutos al tiempo de Leo, y penetras en él, esperando encontrarte con Aioria.

Avanzas unos pasos, y te lo encuentras ante ti, de espaldas a tu persona, mirando hacia el techo pensativo. Parece tan absorto en sus pensamientos, que no se ha percatado de que estás allí.

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26/12/2009, 19:12
Camus

Caballero Zodiacal de la casa de Leo, que buenas tienes que comunicarme..,¿algún problema?, ¿algo determinado y detallado de lo que estás pensando?....- Camus aun permanecio alerta mientras intentaba preveer de que se trataba la tan extraña reunión -

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27/12/2009, 01:28
Mu

Mu asiente brevemente, con expresión seria, aunque por dentro sonríe. Desde luego, Marin es una caja de sorpresas. Sea como sea, su porpuesta es bastante sensata. Cuanto menos tiempo pierdan, antes sabrán todos qué está sucediendo, y antes podrán ponerse a dilucidar qué hacer.

Vamos, pues. Cuanto menos tiempo perdamos, antes podremos ponernos en movimiento para solucionar este problema. Los secretos del camino por el que nos lleves están a salvo conmigo, y pondría también la mano en el fuego por Aldebarán. Guíame, te sigo.

Con un par de pasos, Mu se pone ligeramente detrás de Marin y acomoda su paso al de ella, cosa no demasiado difícil ya que Marin es casi igual de alta que él mismo.

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28/12/2009, 15:26
Aioria

Aioria se percata de tu presencia, y te mira con el semblante de preocupación que esperabas encontrarte cuando te convocó a su casa.

-Bienvenido a mi templo, Camus- saluda, antes de pasar al grano- Os he convocado de pocos en pocos. Sois el primer grupo con el que voy a hablar, aunque aún estamos esperando por otros dos. Si no me equivoco, Marin ha debido acudir a convocarlos ahora mismo. Descansa tranquilo, creo que no hay de qué preocuparse... Aún.