Partida Rol por web

Camilia siente que sus palabras no estan llegando mas a la romana, entonces calla dejando que sus caricias dirigieran el ambiente. Por eso cuando sintio los labios de ella de nuevo en sus dedos, la miro curiosa. La sensualidad de ella no se le escapaba.

Cuando sus ojos se encontraron entre ellas suspiro antes de sonreir provocadora. “Asi esta mejor. Asi se piden cosas...” comento ella sin sacar sus dedos por el momento metiendolos delicadamente en su boca. “En especial estas cosas.”

Dicho eso retiro sus dedos. “Livia. Me gusta tu sumisión mucho. Pero si quieres este cuerpo contigo y mas debes apurarte a volver a tu posicion.”

La romana se muerde un poco el labio inferior, excitada por saber que ha complacido y, en cierta medida, sorprendido a la domina, permitiéndose incluso sonreír ligeramente ufana por la obtención de esas palabras que han sido recibidas como un premio y una posibilidad de llegar a más. Livia casi no podía contener el temblor de la emoción:

-Entonces...necesito una forma de comunicarme con vos...así podré informaros de lo que averigüe. Tal vez Verina podría llevar mis mensajes para vos si le place.- propone pensativa- Aún no puedo confirmarle nada, domina pero es claro que ese nuevo jefe de la guardia...ese Herius...no va a respetar las normas del Ludus...Ya el día de mi castigo aprovechó su posición para estar presente, al menos hasta que Duilius le expulsó del lugar. No se fíe de él...por muy romano que sea, no es trigo limpio. Preguntad vos a vuestro Pater o a vuestro prometido cómo le conocieron. Es posible que voz averigüe más que yo sobre él.

“Claro. Que Verina lleve tus mensajes, aunque no espero lleve mensajes mas privados como este que me diste.” dice ella divertida y pareciendo excitada como vos.

Pero se puso mas seria cuando escucho sobre el nuevo jefe de guardias. “Si, es posible que obedezca mas a mi prometido.” admitio con desanimo en principio, aunque parecio preocuparse cuando le comentaste que estuvo casi presente para tu castigo. “Se como se conocen. Herius fue hermano de armas de mi prometido cuando fueron a germania, la campaña que hizo famoso a mi prometido fue junto a èl. Al menos por unos meses luego se separaron para conseguir cada uno mas tierras por un plan de ellos.” le explico ya que al parecer ya habia hecho sus averiguaciones.

Sonríe un poco con cierto rubor en las mejillas ante su primer comentario sobre los "mensajes privados", más rápido vuelve a serenarse para continuar con la conversación:

-Por lo que he podido deducir de las palabras y las reacciones de ambos durante la fiesta, el centurión participó en la captura de Soenya o al menos la conoció durante su cautiverio...y creo que debió abusar de ella.- dice convencida, bajando el tono al decir esto último.- He pasado por lo mismo, aunque en mi caso fuera mi marido... sé cómo se expresa un hombre cuando se cree dueño de una mujer y sé cómo reacciona una mujer cuando se siente vulnerable. Por favor no me malinterprete...no deseo buscarle problemas a la germana pero tampoco quiero a vos os oculten información que puede suponer un problema de disciplina o de liderazgo entre vuestros muros.

La domina presto mucha atension a lo que decias. “Ya veo, desconocia este detalle. En especial el intimo.” comento ella quedandose pensativa. “Me pregunto si ya sabia que tenia a la germana antes de venir a trabajar aquí.”

Ante sus ultimas palabras se quedo ahi y toco tu hombro. “Gracias por la informacion. Es algo que tendre que pensar con mucho cuidado ya que esos dos podrian causar un problema. Tendria que ver como separarlos pero el nuevo trabajo de la germana tal vez los ponga mas cerca.” comento negando con la cabeza sin duda esto no estaba en el plan de ella y la paranoia de la germana se equivocaba.

-Estoy a su servicio, domina...no tenéis nada que agradecer.- dice con una inclinación de cabeza- Maneje con cuidado esa información...no creo que a la germana le guste que yo haya hablado con vos de esto, aunque lo haya hecho para protegerla. Es demasiado terca para ver cuando hacen algo bueno por ella...-suspira algo contrariada por este asunto, como si sintiera que Soenya no era capaz de apreciar nada de lo que la romana trataba de hacer con ella- Pero haga lo que tenga que hacer...nuestras vidas están en sus manos, domina. Y nuestro deber es ensalzar su nombre. Yo no dejaré de informarla de todo lo que sea conveniente para la buena marcha del ludus.

Asintio un par de veces. “No es un problema, no se lo comentare pero ambas. Vos y yo. Cuidaremos de ella de esta forma y otras.” comento con complicidad acariciandola de nuevo como si esa confianza en ella le gustara.

“Gracias Livia, sin duda te tome muy por sentada antes. Tal vez descuidandote y por eso estamos en ese este problema.” dice casi como una disculpa. “Pero no te preocupes te cuidare y tratare como mereces...” dice la mujer acercandose aun mas a ti con todo su cuerpo.

Tomandote el cabello miro hacia el pasillo, no parecia venir nadie. “Querida Livia. Espero que esa lengua no sea buena solo con dedos.” dijo ya suponiendo que los todos los temas estaban dichos, tiro para atras sus pelos haciendo que su rostro apuntara para arriba entonces bajo en ella. Dejandole un beso en los labios, uno que en principio casi parecido que duraria un momento pero entonces siguio por un largo tiempo.

Probablemente Livia a iba a responder algo, seguramente iba a darle la razón o a repetir una vez más su deseo de servidumbre...pero el gesto de Camila cuando toma su pelo la hace dar un suave respingo pero desde luego no es espera el tirón hacia atrás, que la sorprende a la par que la excita de una forma salvaje.

Livia mantiene la espalda y todo su cuerpo muy recto y derecho mientras recibía el beso de los suaves labios de Camilia y responde a él con la misma servil dulzura que había mostrado al tomar sus dedos antes con su boca. Ahora estaba tratando con una Domina, una noble romana, no había lugar en este caso para comportarse como una fiera dominante, debía rendir pleitesía con cada caricia, cada movimiento de sus labios y cada pequeña caricia de su lengua poco invasiva y respetuosa en la boca de Camilia.

Hace un notorio esfuerzo por contener sus brazos en posición relajada a ambos lados de su cuerpo aunque deseaba abrazarla la tomarla, pero sabe que no es lo que se espera de ella.

El beso de camilia dura lo suyo, no solo saboreando sus labios sino el interior mientras mete su lengua en su esclava obediente. Si bien su mirada queda en el rostro de Livia puede sentir tambien el resto de cuerpo de de ella se queda quieto y listo para la orden de su domina.

Cuando finalmente se aleja queda un hilo de saliva entre ellos mientras una sonrisa de satisfaccion se muestra en su rostro. “Bien.”

Sin decir mas se agancha hasta tocar la punta de su vestido y lo eleva lentamente. En principio Livia puede ver sus largas y sensuales piernas antes que el sexo de la domina quede a su vista. Uno con el pelo recortado y ansioso por lo que podria pasar.

“Ahora usa tu lengua aquí.” dice y lleva una de las piernas de ella a tu cama. “Lamela toda mi pierna y llega hasta mi lugar mas privado. espero sepas hacerlo bien esclava.” dice finalmente tomando su mandato con fuerza en este momento.

Livia se queda prendada y embelesada con el beso de la mujer, probablemente ni todo el tiempo del mundo hubiera sido suficiente, su pecho ardía con unos nuevos sentimientos que no había probado hasta ahora.

Cuando Camilia se separa, Livia permanece a la espera un segundo hasta ver lo que se propone la dómina y en seguida lo entiende y...entiende que esto no es por su placer, era una prueba, un examen que debía pasar. 

La romana asiente con fervorosa sumisión y se arrodilla con cuidado a los pies de Camilia, despacio y apoyándose en la cama con la mano, ya que quiere evitar un nuevo accidente como el sufrido en la arena el día anterior.

Una vez en posición su cabeza queda a la altura de la rodilla de Camilia si estira la cadera y si posa su trasero en los talones, se encuentra su vista en sus preciosos pies, calzados con suntuosas sandalias de cuero. Y por ahí empieza Livia, por la punta de los dedos, besándolos con cuidado y arrastra sus labios por el empeine, lamiendo y repitiendo el contacto de sus labios en su piel...despacio, sin prisa, llega al tobillo y lo recorre, sabiendo bien la sensibilidad de la piel en esa zona, mantiene las manos entrelazadas a su espalda ya que no se le ha dado permiso para usarlas y comienza su ascenso húmedo y delicado, acariciando la tersa y suave piel de la domina con la punta de la lengua y acariciándola con sus labios, pero su contacto no dejaba un rastro de babas, eso habría sido irrespetuoso a su entender, sino que tan solo deja la sensación de la caricia ligera y un agradable cosquilleo.

Continúa en la rodilla y vuelve a besarla un poco, sin detenerse más de lo necesario...está llegando ya a la cara interna del muslo y se recoloca un poco sus propias rodillas para quedar frente a su sexo, casi tan ansioso de ella como la esclava está de él, de la oportunidad de complacer y de impresionar a su domina. Pero no tiene prisa, la prisa no es buena consejera, se deleita en hacer sentir a Camilia sus caricias húmedas en la zona de la ingle...aspira el aroma de ella, mezclado con aceites y perfumes, haciendo justicia a su belleza. Entonces inicia su contacto de su lengua en el sexo de Camilia, despacio, con delicado respeto, abre los labios usando sólo la lengua y comienza su exploración, hundiendo incluso su nariz entre el vello, respirándola fuertemente mientras su lengua trabaja suavemente, con gran lujuria y deseo pero contenida, como quien paladea un buen vino.

La domina se queda viendo como con cuidado Livia empieza a besarla con toda sumsion,claro que era una prueba para ella dejando ver a la Domina que tan verdadera era con sus palabras esa mujer. Sorprendiendose de buena manera cuando la ve besandole los pies y la pierna, lugares que no eran tan asquerosos como en otras personas porque la domina se limpiaba bien.

Suspiro un par de veces antes algunos besos y lamidas donde su piel era mas sensible. “Usa tus manos si quieres, no quiero que caigas.” le permitio si necesitaba tomar su pierna elevada.

Ya cuando la tiene con su rostro frente a su sexo sintiendo su aliento ansioso, liberando una de sus manos que sostiene su vestido la coloca en la cabeza de Livia. Acariciando ese pelo desarreglado de ella.

Entonces siente finalmente su lengua haciendola suspirar y obligandola a morder su labio para evitar liberar alguna clase de sonido en ese momento. Pero eso no evita que Livia al mirar a arriba una complacencia en su Domina. Aunque ella no tarda en liberar un par de gemidos suaves. “Asi...bien hecho esclava. Sigue.” dice usando la mano en la cabeza de ella para acercarla aun mas su sexo.

“Te gusta hacer eso? Obedecer asi a tu domina?” pregunta ella queriendo saber cuanto la controlaba.

Livia toma nota de la sugerencia y empieza a mover las manos, en principio para no perder el equilibrio, tomando la pierna que Camilia tiene elevada pero, ya de paso, empieza a usar las puntas de sus dedos para continuar acariciando aquella suave y cuidada piel, subiendo casi hasta el trasero pero sin llegar a él y luego volviendo a bajar cambiando la intensidad de sus caricias desde un simple roce a una agradable presión.

Por su parte su boca continuaba con su afán de lamer, succionar y sobretodo, saborear la dulce húmedas que mana de la domina, como si fuera el más excelso de los manjares.

Entonces llega la felicitación y luego la pregunta y Livia se separa lo justo para poder responder:

-Si, domina, adoro serviros, en el ludus, en la arena y en la intimidad. Deseo que me uséis como os plazca y creo que ese debería ser el deseo de todo esclavo.

La respuesta de la otra romana parecio gustarle demasiado. Sin duda livia habia contestado correctamente. “Es asi como esperaria que todas y todos se comportes conmigo. Que se dejen usar como ahora contigo.” dijo ella que sin mas acerco mas su humedo sexo a Livia.

Aunque parecio quedarse pensando por un momento como hacer ya que disfrutaba esas lamidas que le sacaban gemidos. “Dioses porque te hiciste que te castiguen…” maldijo mientras se apartaba ella sola bajando su pierna de la cama de la esclava. Entonces dio una mirada corta hacia afuera antes de acomodar su vestido. “Quedate aquí”

Dicho eso se salio de la celda de Livia para diriguirse a la de la germana. Agarrando una de las sabanas que se habia ganado esta por la marca pero antes que pudiera sacarla algo se le ocurrio a la domina. La viste sonreir con maldad. “Ven para aquí.” te ordeno mientras se empezaba acomodar en la cama de la germana. Poniendose en cuatro volvio a levantar su vestido, dejando de nuevo sus piernas, sexo y culo firme a la vista. “Besame como hacias alla.” dijo tocandose con una de sus manos su cadera.

Livia continua con su tarea tras responder a la pregunta aunque se nota mayor entusiasmo aún que antes por la apreciación de la domina. Mas luego es ella quien se separaba tras quejarse de lo ocurrido con ella y su marca, y, justo cuando la romana iba a responder recibe las siguientes órdenes, terminando por ir a la celda de la germana cuando la mujer se lo exige.

Se queda bastante desubicada por la posición de Camilia adopta, pero se encuentra tan excitada que no pierde nada de tiempo y, aunque sabe que le causará cierto dolor, la romana se sitúa bajo la domina, con la espalda en directo contacto con la cama pero siendo esta la única manera en que puede continuar con su labor en el sexo de la patricia ahora que lo tiene sobre ella, aunque la nueva posición le permite lanzar su lengua más al fondo de ella, llegando a más rincones y pudiendo ejercer más presión sobre el clítoris expuesto.

Cuando te appyas en la cama sientes algo de dolor pero te sientes algo mas relajada con esas sabanas. Aunque no es hasta que la Domina baja ese jugozo y humedo sexo hacia ti que sientes que puedes continuar.

Su cadera se agita un poco al sentir tu lengua metiendose mas al fondo la primera vez, riendose un poco de si misma por ese reflejo. Pero sin que tengas que tomarla o decirle algo vuelve acomodarse con su cadera en ti. Sientes un poco de su peso y tienes que interponer un poco las manos ya que la Patricia parece no tener miedo de apoyarse completamente en tu cabeza.

“Vamos no te detengas. Sigue besando...te prometo un premio.” dice ella y levantando por un momento su cadera antes de bajarla teniendola en atension a su esclava.

Livia se sorprende cuando la domina baja su cadera, al no esperárselo se siente algo asfixiada por un instante y tiene que elevar un poco sus manos, haciéndolo casi por instinto. 

Escucha a la domina hacer su promesa y no puede evitar morderse el labio inferior, intrigada, lo suficiente para asentir con la cabeza y retira sus manos, recibiendo el sexo de la mujer sobre su boca...la sensación de ahogo se intensificaba pero logra captar el punto en que su nariz puede sobresalir brevemente cada poco tiempo y gracias a eso toma aire al tiempo que pone todo su empeño en utilizar sus dientes, sus labios y, por supuesto, su lengua al completo servicio de la patricia, aumentando la intensidad, se notaba que disfrutaba de esta nueva perspectiva, algo que nunca antes había hecho, aunque claro, dada su falta de experiencia en relacione sexuales no centradas en la concepción, todo era bastante nuevo para ella. Pero esto...esto era casi lo más excitante que había hecho o que le habían hecho desde que llegó al ludus...y la compañía no podía ser más distinguida.

Animada por este convencimiento, Livia empieza a besar con mayor intensidad aquella privacidad, sintiendo cómo la humedad corría a mares por su cara y cuello, casi amenazaba con ahogarla...y de seguro la esclava habría muerto feliz. Desde luego ahora ni se acordaba de su maltrecha espalda.

La Domina fue paciente a ella, al menos por un tiempo. Aunque cuando finalmente sintio la boca de Livia empezando a estimularla. Ella empezo a dar leves gemidos mientras se acomodaba mejor en la cama permitiendo que pudiera mover mas facil su cadera. Cosa que con cada beso hizo moviendo para adelante o atrás su cadera mojandola un poco en mas partes del rostro de ella pero tambien facilitandole mas aire.

“Usa tus dedos esclava. Acaricia mi culo como queria y no hablo de esa parte.” dijo ella entusiasmada y medio en broma. “Muestrame el amor que me tienes.” dijo entre gemidos. Mientras siguio moviendo acercando mas de su cadera para abajo dejando sentir su suave piel en ella junto a su gran humedad. Mientras la celda de la germana se llenaba con los gemidos que trataba de esconder la domina.

La esclava atiende al siguiente mandato de su señora, y, aunque al principio le cuesta un poco entenderlo, no duda en obedecer, sabiendo todo lo que está en juego. Empieza a recolocarse, levantándose de la tabla hasta ponerse en una postura similar a la de Camilia, de rodillas detrás de ella, con su trasero expuesto y abierto ante ella. Nunca había hecho algo así, pero había visto esclavos de cama hacerlo en celebraciones a Baco.

Comienza apegando la cara a la zona anal y lame con notable inexperiencia pero poniendo empeño en hacerlo bien, usando la punta de su lengua para estimular los bordes del agujero. Se imaginaba que esa zona debía salir mal pero en realidad no, no se notaba ningún mal sabor ni olor, tal vez fuera por la excitación o por el cuidado que ponía la domina en lavarse.

En cualquier caso, Livia no ha olvidado la otra orden y su mano derecha ági y experta ya en estas lides, entra en el sexo de la patricia, empezando a penetrarla despacio y suave, acariciando el contorno antes de abrir los labios y entonces empieza a estimular el clítoris con el pulgar mientras índice y corazón entraban y masajeaban el interior de ella.

La domina eleva una pierna al verla moverse de esa manera, ayudando a lo que tuviera planeado ella para seguirle el juego. Aunque lo que ocurrio no fue lo que planeo y un respligon en su cadera fue su primera respuesta. “Livia” le dijo llamandole la atension aunque tal vez lo dijo demasiado bajo.

La cadera de ella no se quedo del todo cquieta pero a deferencia de sus lamidas anteriores parecia mas un movimiento algo nervioso no muy acostumbrada a eso. De cualquier forma antes que empezaras a pensar que lo hacias mal escuchaste unos gemidos de gusto hacias algo bien y ella no retrocedia el culo de tu cara.

Al meter su mano en el sexo de ella, Livia la noto mas humedad como otro signo que estaba haciendo bien. Aunque eso fuera algo nuevo para ella parecia gustarle a la mujer. Aunque tambien lo que le hacia en el clitoris que la hacia gemir con mayor fuerza mas satisfecha. “Asi...de los dos. Bien livia.” decia entre gemidos dando un golpe en la cabeza de livia con su culo, un golpe todo menos violento.

La romana no estaba muy segura de que la llamada de la domina fuera una reprimenda, más si así fuera, de seguro lo notaría ¿No? De modo que continúa con su labor un poco más hasta que decide dejar esa parte y centrarse en penetrarla con fuerza, habiendo estimulado ya su clítoris suficiente, la romana sabe que ahora la domina deseaba más, introduce ahora hasta tres dedos en su interior y comienza a aplicar mayor firmeza y velocidad en sus movimientos. 

Livia aprovecha estos momentos de cambio de ritmo para besar el culo de la domina, las nalgas y todo a cuánto llegaba con su boca y, cuando estabiliza el ritmo, vuelve a su primera labor de continuar el trabajo de su lengua en el ano de la patricia, ya que tanto le estaba gustando, sería porque lo hacia bien y eso también la excitaba a ella, quien quiera apenas era consciente de su gran suerte, solo pensaba en obedecer y entregarse.