Partida Rol por web

- Yo no me pierdo este espectáculo... Tendrás tiempo de demostrarme que son ciertas tus palabras nórdico, pero sabes que nos perderíamos una buena si nos marcháramos ahora... Por mi húmeda que esté poniéndome por toda esta situación... 

Se relamió los labios con ciertas lascivia mientras lo miraba directamente a él. 

Livia se da cuenta justo a tiempo de que el galo se lanza a por ella para agarrarla, pero, dada su posición contra la.mesa, tampoco tiene margen de maniobra para escapar. De todas maneras sabe que hay decenas de ojos mirando y que atacar directamente al Doctore le podía acarrear más problemas que beneficios, así que opta por quedarse quieta y dejar que el galo haga su ataque, aunque luego trata de forcejear, aún sabiendo que no puede competir con él en fuerza, su intención es que los demás sirvientes vean.

-¿Asi es como los galos cortejais a las damas? No me extraña que las galas prefieran follar con romanos, seguro que así perdisteis la guerra.

Viendo como el doctore por fin se atreve a hacer algo con la germana a mi lado lea levanto para sentarla sobre mis piernas y besándola con pasión, para echar un vistazo a la romana y el doctore tras el beso sin desentenderse de la germana.

Hagamos las dos a la vez... susurro al separar mis labios de los suyos con una mirada lujuriosa.

-Llevaré a esta mujer a la celda de aislamiento, y ahí le enseñaré modales-

Avisó a los presentes mientras se marcha a cargando a Livia en su hombro. 

Iba a aplaudir cuando el espectáculo comentaba a animarse pero entonces sintió como el nórdico la alzaba, poniéndola entre sus piernas y la besaba con una pasión que la pilló por sorpresa pero a cuyo beso correspondió de la misma forma mientras una de sus manos parecía dirigirse hacia la entrepierna de él.

Dejaba que las manos del nórdico se movieran por su cuerpo sin dejar de prestar atención a la pelea, por llamarlo de alguna forma entre la romana y el doctore.

Se separó de los labios del nórdico emitiendo un pequeño jadeo y habló hacia aquel par.

- Vamos... Parece que la romana ha sido atrapada por el galo...

Sujetando a la rubia con fuerza y firmeza por el culo la elevo a la altura de mi cintura para llevármela en dirección a las celdas de los hombres.

Sintió como el nórdico la aferraba por el trasero y la arrastraba hasta un lugar desconocido para ella. Lejos de asustarse parecía divertirse mientras seguía observándolo todo con curiosidad y guardando en su vista los diversos lugares a los que la llevaban.

Si nadie le impedía al nórdico que se la llevara, ella no iba a ser menos... Por lo que se dejó arrastrar por él. 

Me había sentado a comer después del primer entrenamiento y realmente estaba cansada, quizás había perdido la rutina de trabajar o quizás el ritmo había sido elevado, sea como fuere de la que tomo asiento  me centro en descansar y escucho al resto como hablan.

Mirando la comida del plato observo que si bien no moriríamos de hambre tampoco es que el cocinero fuera un gran experto, nada de lo que allí había sabía realmente bien, lo único quizás el vino. Pero en general no encuentro motivos para acabarme todo lo del plato sino fuera porque tenía apetito atrasado.

Escucho la conversación entre Soenya y el nórdico, está claro que provienen de culturas cercanas, se entienden a poco que crucen miradas. También veo que la romana poco menos que siente envidia, lo mismo que el galo. Al final parece que los salvajes se irán a la piscina a disfrutar de un encuentro sexual, lo mismo que el Doctore y la romana.

Así que, al final me quedo comiendo con la tranquilidad de un banquete vacío con la única presencia de la loca - tienes la mirada perdida, ¿te ocurrió algo o naciste así?

Solas habian quedado la griega y la egipcia, al menos si solo tomaban en cuenta a esos dos hombre y a sus compañeras. La verdad era que habian otras y otros ahi comiendo tambien. Esclavos y sirvientas*. Trabajadores y guardias.

Me acerco, si me dejan los guardias, a la mesa donde se encuentran el resto de criados (Verina y Marcia) - ¿puedo? - pido permiso antes de sentarme junto a ellas - Sekhmet. ¿Os puedo preguntar qué tareas hay aparte de la lucha en la arena y si puedo ayudaros? - desconocía las labores que teníamos encomendadas, si es que las teníamos - si necesitáis ayuda, podría - miro a los guardias - si me lo permiten.

Quería llevarme bien con toda la gente que vivía bajo el mismo techo y se me ocurre que ayudar, puede ser una buena forma.

La griega comía como un cerdo y bebía como si le fueran a robar la comida. Y antes de que nadie pudiera decir nada estaba en un rincón sola y mirando la pared.

La voz de la Leona le saco del ensueño.

- Eh.- Dijo sin darse cuenta de lo que le habían preguntado. Tras parpadear unos segundo entendió al final lo que le preguntaba.

- Nací así mujer.-

Y con eso se levanto de la mesa y salió al exterior se sentó el suelo en una sombra pequeña y tras unos pocos instantes se quedo dormida y empezó a roncar. 

Ambas criadas comian juntas algo separadas de los hombres que habian ahi. Marcia te recibio con una sonrisa, mientras Virena que hizo lo mismo para luego mirar mas alla a los pasillo. Por donde se habia ido el resto.

“Si, no hay problema.” dijo Marcia. “Eh, no se su ustedes tengas mas tareas, son gladiadoras. Solo deberian entrenar y luchar...” decia la sirvienta aunque te parecia que se cayo un poco. “No es necesario que nos ayudes. Ademas se veria raro una gladiadora limpiando el ludus y ordenando cosas.” comento divertida y logrando que Verina vuelva a la conversacion con el comentario.

- Y descansar también - francamente si sólo luchábamos y entrenábamos iba a ser aburrida la vida en el ludus, de ahí que buscara otros trabajos que me permitieran conocer a otras gentes y también moverme - creo que hay tiempo para todo, es cuestión de organizarse - también pretendía distanciarme un poco de la violencia, la vida tenía mucho más que levantar un arma y moverse por la arena.

- La Domine ¿hace fiestas? - busco conocer todo lo relacionado con el ambiente del ludus.

Ellas sonrieron divertidas y asintieron. “Si, descansar. Tambien eso es algo importante que hacemos todas.” comento y podias ver que Marcia se relajaba mientras Verina hacia un gesto de despedida antes de irse. “Siempre tan preocupada.” dijo marcia mirandola partir y cuando ella no estuviera.

“Supongo que tienes razon, aunque nuestra vida no hay mucho que organizar. La domina es la que organiza.” dice la joven suspirando un poco comiendo la poca fruta de su plato. Entonces escucha tu pregunta y parece algo mas animada o mas atenta. “Si. Festeja muchas de las fiestas nuestras aquí. Las romanas.” comenta haciendo un gesto marcandose como romana que era.

“Aunque al parecer habra una fiesta aquí pronto. Parientes de la Domina estan viniendo de las provincias ibericas.” te comenta acercandose un poco mas como un cotilleo entre ambas. “El primo y la prima de ella. Eso merecerá una fiesta importante y bueno tambien esta el tema de su padre.” dice aunque en lo ultimo mira a los costados como si fuera un tema delicado.

Cuando volviste al comedor tras un tiempo, notaste en este que solo estaban dos de las nuevas gladiadoras. Sekhmet que se encontraba en una mesa hablando con Marcia, deberias acercarte para ver que hablaban. Mientras no muy lejos se encontraba la griega acostada en el piso bajo la sombra, durmiendo y roncando. De la germana no veias ni el rastro, tenias un par de ideas sobre donde se encontraba.

Los demas se encontraban ahi, gladiadores y guardias. En ese momento notaste algo que no habias visto antes, uno de los guardias tenia la cara rota y bendada, parecia que el medicus habia hecho lo mejor para curarlo pero no era facil.

Marcia ante todo conocía el ambiente que tenía lugar allí, así que, como fuente de información no se podía descuidar su amistad. En otro orden de cosas, por la forma en que me habla, me resulta cercana y alguien en quien poder confiar, así que, le muestro simpatía y procuro agradarla.

- Me encantan las fiestas, espero poder disfrutarla y estar a la altura - sería bueno saber de primeras cómo eran los diferentes miembros de su familia, para saber cómo tratarlos o si habría que evitarlos, le voy preguntando cosas sin ser descarada, más por interés general que algo propio.

Observó a las nuevas gladiadoras al llegar, pero no encontró a la germana, una sonrisa se dibujó en el rostro del galo, pues ya sabía lo que podría estar pasando en la celda de Nórdico, más no quería interrumpirse.

Antes de ir por la mujer que dormía afuera, se percató de que uno de los guardias tenía el rostro partido, se acercó al hombre con solemnidad. 

-¿Que ocurrio?¿Por qué tu rostro tiene tal aspecto?- 

Preguntó, tal vez había sido Nórdico, o alguien más. 

La chica sonreia bastante contenta, pareciendo disfrutar de esa conversacion. La verdad que era un momento tranquilo, a pesar de los ronquidos de la griega. “A mi tambien, bueno mas las que son en la calle. Son mas festivas.” comenta la joven sonriendote.

“Oh, disculpame no me presente. Me llamo Marcia, un gusto.” dijo de repente dandose cuenta de ese error suyo. “Soy sirvienta personal de la Domina. Espero eso no te moleste.” comento con duda y mirandote para ver tu reaccion.

Ves al Doctore volver al comedor pero en ves de ir con ustedes, va con los guardias. Tus compañeras aun no vuelven.

El guardia te vio y trato de decir algo pero no le salieron las palabras de la boca, tal vez estaba peor de lo que se veia. Pero uno de sus compañeros hablo por èl.

“Una de las putas que estas entrenando le lastimo en los baños de gladiadores. La rubia.” dijo rapidamente bastante molesto y veias que los demas del grupo asentian con el mismo enfado.