Partida Rol por web

Habia pasado un par de dias luego del ritual que habia hecho Elia.

Faustus habia convocado a la arena tanto a Livia como a Mars, al llegar vieron a algunos sirvientes presentes tambien. Pero el hombre se encontraba mirando a ambos con cierta seriedad pero esperando a que ambos se presenten o saluden para empezar.

"Bueno ahora que estan presentes puedo hacer oficial las noticias." comenta brebemente antes de señalar a Livia. "Aqui la gladiadora Livia a sido elegida por nosotros para volver a la posicion de jefe de los gladiadores." dice y luego señala a Mars. "Mientras Mars ha decidido aceptar nuestra oferta para ayudar al entrenamiento de los gladiadores e inculcarlos en la fe romana a Marte." explico dejando en claro de funcion de ambos a cada uno por si habia dudas. "Segun escuche ustedes se conocen. Por lo que este deber que les ecomendare sera mas sencillo." dijo sonriendo con picardia, él habia estado presente en la vez que se habian descondrolado y besado en esta misma arena aunque en otro momento.

Volviendo a su seriedad continuo tras dejarles un tiempo para hablar a ellos. "Los dias se precipitan y pronto tendremos una nueva fiesta para mostrar nuestros gladiadores y mostrar que la casa ha vuelto al control."

Suspirando. "Lamentablemente no es trabajo facil. Tuvimos que vender a una gladiadora recientemente, Alina se llamaba. Su comportamiento no nos convencia de que fuera viable tenerla entre nosotros. Eso nos ha dejado con dos gladiadoras, lo que es lamentable con las ideas que tenia mi prima." les aclaro a ambos.

-Siento la pérdida de Alina, pero quizás fue lo mejor. No se adaptaba, en ella crecía la semilla de la rebelión y ni el fuego podía extinguirla. - argumenta la romana con cierta lástima rabiosa. Ya no viste sus ropas armadas, vuelve a vestir como una esclava que es, los pies descalzos en la arena le recuerdan constantemente su posición.

No puede apartar la vista de Mars, no demasiado tiempo al menos, pero no quiere dar que hablar ni que preocuparse a Faustus. Tenían órdenes y las habían de cumplir.

-Se nos ha encomendado diseñar un espectáculo con los gladiadores que nos quedan, un remedo de combate que se alargue lo suficiente como para entretener a los amigos de la casa pero que no resulte en pérdidas temporales ni totales para el Ludus. Un combate a primera sangre sería lo más idóneo, con parejas pactadas y maniobras elaboradas. Podrían hacerse incluso varias rondas, de diversa duración y violencia...debemos dar un buen espectáculo que agradará a los dioses y a los hombres.

A veces hay que hacer sacrificios para conseguir la grandeza. Si no daba la talla, simplemente no necesitamos débiles en esta arena.

Comento refiriendome a Alina.

Bien habrá que planificar y entrenar todo el ensayo puesto no podemos fallar al gran Marte el día de la celebración.

Primero veamos que saber hacer cada una,necesito conocer de qué pasta están hechas para saber cómo moldearlas le digo esta vez a Livia como representante de las gladiadoras

"Estoy de acuerdo, pero igual lo lamento que hayamos tenido que sacarla. Nos deja con menos gladiadoras." expreso el hombre pareciendo genuinamente preocupado.

Luego escucha el comentario de ambos mientras e ponen a trabajar, quedandose con las palabras finales de Mars. "Necesito convocar tambien a Brinda y los demas gladiadores?" pregunto a Livia. "La verdad esperaba que hicieran los planes en un principio y los dias siguientes lo practiquen." comento el romano antes de ver a Mars.

"Livia aqui sugirio algo interesante. Imitar de alguna forma los trabajos de heracles, eso podria interesar a los huespedes aunque tambien esta la posibilidad de un enfrentamiento a primera sangre." le informo al sacerdote que por el momento seria Doctore.

-No fallaremos ni a los dioses ni a Roma, eso dadlo por seguro, Doctore.- asegura Livia con una inclinación de cabeza hacia el sacerdote.- Es voluntad de ellos que hallamos llegado hasta aquí y es la prueba de nuestra fe y nuestro sacrificio. Podéis contar con las gladiadoras que quedamos y también con los hombres, respondo también por ellos. Contamos con Brinda y conmigo misma como mujeres y de los hombres contamos con los sobrevivientes a la revuelta, vos mismo los visteis en la ceremonia.- no es un amplio número pero tendrían que apañarse.

-Bueno, opino que mi idea fue malinterpretada y descartada por la domina Elia...mi intención era sugerir que se realizaran pruebas atléticas como hacían los griegos para honrar a los dioses. Suponen en si mismos una emulación de los trabajos de Hércules pero sin enfrentarse a monstruos ni animales, eso es propio de semidioses, no de mortales.

El patricio asintio. "Si, tal vez lo habra entendido mal. No se preocupen por eso seguro cuando terminen de arreglar las cosas ya vera que estara todo bien." comento el hombre pensativo.

"Aunque no hariamos todos los trabajos, ya que no quiero retener mucho tiempo el pensamiento de estos." agrego rapido para que no fueran por un proyecto demasiado ambicioso. "Pensaria elegir la matanza del leon de nemea, talvez la captura de uno de los animales fantasticos. Esos animales serian esclavos nuestros o mejor esclavos rebeldes que compremos estos dias. Esto ayudaria marcar lo fisico en los gladiadores." ofrecio como posibilidades. "Tambien robar las manzanas doradas, ya que seria algo que podriamos ofrecer los patricios con cierto jugeteo."

Busquemos un animal fantástico o alguien suficientemente bárbaro como para representar un león o leona. Pero bueno  lo principal es entrenar a los combatientes. Digo encogiendome de hombros

-Tal vez un bárbaro grande y cubrirlo con pieles de león pudiera ser un espectáculo digno de ver. Y sobre las manzanas doradas, se me ocurre que podríamos pelear entre nosotros, sin armas, claro, por ver quien consigue más manzanas. El árbol podría ser una estructura situada en la arena y las manzanas, las podríamos representar con monedas. Gana el gladiador que más monedas tenga cuando haya caído el último grano de arena.- sugiere pensativa. Luego se vuelve hacia Mars.

-Si le place a nuestro Doctore, por supuesto.-añade, aunque era evidente- ¿Deseáis vos entonces que haga llamar ya al resto de gladiadores? Es mi deseo también que pueda verlos y comandarlos de primera mano.

Suena bien,porque no dejamos que los espectadores apuesten algo, que tengan algo que ganar y perder en todo esto de las manzanas?

El resto está bien. Digo con agrado a lo que la gladiadora expuso.

-Si manda llamar al resto, es momento de armar las lanzas y de hacer de la fe una armadura. Vamos a mostrarles el secreto del acero

"Me parece bien y me encanta." dijo el hombre contento de que las ideas fluyeran. "Con esos dos eventos seguro los nobles quedan impresionados o por lo menos se divierten."

"Si. Las apuestas deben estar como siempre..." comenta pensativo. "En la primera seria seria nuestros gladidores contra el leon la apuesta y la otra busqueda de favoritos entre los nuestros." comento y miro a Livia.

Ante la idea de traer a los otros. "Si el doctore asi lo piensa, puedes ir a buscarlos." comento el hombre. "Yo ire a buscar a mi hermana por si quiere ver el entrenamiento. Volvere rapido." dijo el hombre yendo a lo suyo.

Una vez se han quedado solos, Livia alza la mirada con un brillo en los ojos hacia el sacerdote. Un brillo emocionado, excitado y ansioso, pero contenido.

-Me alegra que no sufrierais daños durante la revuelta de los gladiadores. Me gustaría pediros perdón...a vos y al dios Marte por no poder hacer más para detener esa locura.- sin la coraza, vestida ahora con sus ropas de entrenamiento, el torso de la esclava quedaba al descubierto, mostrando una gran cicatriz muy reciente en el estómago, una hendidura de una espada que le pasó de parte a parte en el costado. Parecía curada pero seguramente había sido muy grave.

Marte guiaba mi lanza como buen elegido suyo. Digo y miro su cicatriz pasando mis dedos por ella suavemente.

Una cicatriz de batalla, no os lamenteis el os ha dado una nueva oportunidad. Servirle con fervor a él y su causa y podréis enmendaros. Que pasó contigo tras la lucha de las nuevas gladiadoras?

-Así lo hago.-responde Livia, que, al contacto de los dedos de Mars sobre su piel no puede evitar que la carne se le ponga de gallina, su corazón se acelera y su pecho sube y baja ostentosamente.

-Fui conducida con Brinda y Alina y allí fueron interrogadas por Gallio sobre lo sucedido en la arena. Ellas explicaron que no tuvieron nada que ver y yo di mi palabra por ellas de que las creía. Luego un guardia me convocó en nombre del joven Manius y también al doctore Duilius, a sus aposentos. Allí estaba también el senador Fulgurator y la sacerdotisa Elia.- explica rememorando con calma, mantiene el tono y el gesto humilde y respetuoso.- El doctore quiso evitar cobardemente las preguntas sobre su relación o su responsabilidad con lo sucedido...luego vinieron cuatro guardias que querían llevar a Manius con Herius y Elia aseguró que no se llevarían a Manius sin ella ni sin su escolta privada. El doctore se marchó y fue entonces, de camino, cuando oímos que los guardias hablaban de librarse de nosotras para llevarse al chico.- hace una pausa, aprieta los puños con rabia- No...yo no podía permitirlo, aquello que se hace con alevosía no puede contener bondad. Y les robé una espada para enfrentarme a ellos y que Elia y Manius pudieran escapar.-mira alrededor y da un paso más hacia el sacerdote posando sus manos en los antebrazos de Mars.

-Los maté...a tres de ellos...les quité la vida a tres hombres de Roma...uno sobrevivió muy malherido y yo...yo sufrí esta herida y...quise buscarte...empecé a caminar por los pasillos. Y entonces vi a la egipcia y...todo se volvió negro...

Hiciste bien en defender al niño, Marte lo quiere como un seguidor suyo más. Tu tienes más acceso a el deberás hablarle de las enseñanzas del señor de la guerra.

Toco suave sus manos.

Me preocupo no verte con las otras hubo mucha sangre luchaste bien y derramaste sangre romana. Pero la de indignos, fueron buenos sacrificios a nuestro Dios.

Juntando nuestros dedos.

He venido aquí por nosotros, vamos a cumplir con tu venganza y nuestros sueños. Tengo planes y movimientos me voy a prometer con la prima de la domina. 

No voy a dejarte fuera de todo esto,porque sigues conmigo verdad,y con Marte?

Entrelaza sus dedos con los del sacerdote hasta que sus palmas se unen., le mira con adoración...aunque se queda un poco clavada, con una mínima congelación en su mirada cuando Mars menciona que está prometido con Mmenia Donicus. Un destello de celos, tal vez, que tal como vino, se fue.

-Es lógico que aseguréis vuestra posición en esta casa, confío en que ese matrimonio os reporte alegrías y poder. Yo, vuestra humilde sierva, os aseguro que mi lealtad está con los dioses, Marte quien me insufló ánimos para batallar hasta mi último aliento y también con el dios mensajero, pues en una visión se presentó ante mi y me aseguró que el alma de mi hijo descansa en los Campos Elíseos. Ambos dioses cuidan de mi y yo he de honrarles con mi vida y mi alma si fuera necesario.-aprieta sus manos con fervor- Me han perdonado a cambio de que haga su voluntad, amo Mars.- pronuncia despacio, paladeando cada sílaba.

Asiento a sus palabras.

Será una buena forma de asentarme más en esta casa y poder llevar acabó nuestros propósitos.

Sonrio y acarició su mejilla.

Me alegro que vuestro hijo este en el reino de Plutón a salvo. Ningúna  madre debería afrontar la muerte de un hijo de tan temprana edad.

Solo espero que en el momento en el que los intereses de ambos dioses choquen estéis del lado de quién siempre os cuido y escucho vuestras oraciones no de quién acaba de aparecer en vuestra vida.

Pero hablemos de otras cosas, que cambios hubieron en este ludus?

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La romana aprieta más las manos de Mars entre las suyas y da otro paso, sus cuerpos muy pegados y sus ojos brillaron con energía renovada.

-Pero amo Mars...¿porqué habrían de chocar los intereses? No ha de suceder porque ése...ese fue el encargo que ambos hicieron en mi.- le explica, con un tono reverencial y suplicante- Quieren que yo tienda puentes entre ambos...que proteja sus intereses y que halle la forma en que vosotros, sus emisarios mortales, cooperéis. No puedo darle la espalda a Mercurio en favor de Marte ni a Marte por Mercurio porque no es lo que ellos quieren. Mi lealtad es para ambos, así me fue revelado y tengo una misión.

Mi princesa guerrera. Digo acercándola a mí por la cintura.

Hablo con Marte a menudo,hace años que se me presenta. El comparte sus planes conmigo y ha sido muy claro. Estos días que visteis a los dioses os trataba esa egipcia?. Lo que me.cuentas no es la palabra de Marte.

Le digo con resolución.

No te confundas el te protege, pero todo eso de.mercurio el solo quiere su gloria no puentes con los demás dioses.

Algo es raro en todo esto. Temo que estén manipulando te algún dios o algún mortal. Puedes creerme o no. Pero yo me quedaré más por aquí y te apoyaré en esto.  

La romana frunce el ceño, pero no hay enojo, aunque sí confusión.

-No pero...él me dio su lanza y...la estatua me la dio y...en el sueño logré matar a mi marido antes de que hiciera daño a Carlo...por un momento creí que le había salvado, no fue así pero...Mercurio me dijo que lo hice bien y la lanza...la lanza me dio un calor agradable y suave, reconfortante...como...como el que me da vuestra presencia, amo Mars.- se explica, convencida de que no la crees porque ella se ha explicado mal- Me trataba la egipcia pero...pero sé lo que sentí. Y sé que ellos me trajeron de vuelta. También dijo que a veces vosotros estábais ciegos...pero que os lo perdonaban. -suspira, y apoya las manos en sus fuertes bíceps- Todo se aclarará, los designios serán revelados y...seguro que Marte también os ha aconsejado con sabiduría.

No os preocupéis por eso en estos días quizás si os lo ganáis os llevaré a hablar con el mismo Marte para que nos aleje estas dudas.

Incluso podría llevar a vuestra compañera brinda que deseaba seguir las enseñanzas del dios o la propia sacerdotisa de mercurio. Y así salir de dudas de todo esto.

Pero por ahora solo debemos difundir su palabra y estar atentos