Partida Rol por web

Siguiendo al resto, no dejo de mirar la sala con los huevos mientras me froto la barbilla

Aunque ahora sigamos, no debemos de olvidarnos de estos huevos. Quizás nos pudieran pagar algo por recuperarlos ¿no creeís? comento antes de girarme nuevamente y seguir al resto, con la pica preparada.

Accedéis a una última caverna con grilletes oxidados en las paredes. El único ocupante de la cueva es un tipo de humanoide anaranjado con rasgos de pez y aletas puntiagudas que está encadenado al muro más alejado de la entrada. A la desanimada criatura le han arrancado las patas de manera brutal, según podéis observar por el burdo remiendo de cicatrices que le han hecho después para coserla, y además le han tatuado toscamente lo que le queda del escamado cuerpo.

-¡Una matriarca locathah!--exclama Malickud, confirmando las sospechas que alguno tuvisteis en la sala anterior.

Harper se queda sorprendido de la crueldad de los sahuajines ya que las estan haciendo parir para quedarse los huevos.

¿Será peligroso soltarla?

Antes de hablar con la criatura, Feijud busca al gnomo para pedirle consejo:

¿Podemos fiarnos de esta criatura? Suponiendo que hable nuestro idioma, claro...

Cuando Raymond ve a la criatura chasquea la lengua. O lo haría de no estar bajo el agua. La verdad es que no era lo mismo hacer ese tipo de gestos.
Ahora ya le ponía rasgos a los bichos que comentaba antes Malickud, aunque no dejaban de ser igual de feos que los sahuagines.

Son tal para cual.

No le preocupaba en demasia lo que le habían hecho a aquel ser. En sus días navegando con su padre había visto muchas cosas, aquella no era la peor.

Tal vez si le prometemos vengarla lo mismo no cuenta algo interesante sobre los peces esos y qué hay por aquí.
 

Si es una matriarca locathah, enemiga de nuestros enemigos, podría tratarse de un aliado interesante. No descartemos nada hasta que hablemos con ella. Sin más palabras, me acerco a la pobre criatura torturada salvajemente, poniendo una cara de asco y asombro

¡Por Besmara! ¿por qué te han hecho esto? ¿quién eres? opté por comenzar la conversación dándola pie a que fuera ella la que explicara la situación, sin dejarla ver nuestras suposiciones.

Estad atentos de que no venga nadie comento girándome hacia Harper, señalando la entrada para que preste toda la atención a cualquier ruido  

La abatida criatura clava la mirada en el suelo sin responder nada.

-Nah, creo que sólo hablan acuano--afirma el gnomo pelirrojo--Pero tampoco es que la vea dispuesta a colaborar demasiado. La han destrozado.

¿Y si la mostráramos los huevos? Quizás sean suyos y este así porque piensa que han sido destruidos, o comidos o lo que sea que hagan los sauhagines con los huevecitos

Supongo que no tenemos nada que perder. Sandara, dado que ha sido tu idea, por favor, haz los honores.

Está claro que Feijud no iba a pringarse cogiendo esas cosas.

Asiento al capitán está bien, ahora vengo digo mientras vuelvo a la sala donde estaban los huevos. Durante unos segundos, los observo y pienso la manera de poder rescatarlos y tenerlos en algún lugar seguro, tanto para llevárselo a la matriarca como para alejarlos de las manos de estos monstruos sin que corran peligro alguno.

Al cabo de unos interminables minutos, Sandara y los que la acompañaron para no dejarla sola en los túneles regresan portando con sumo cuidado un buen montón de aquellos embriones rosáceos. Nada más verlos, la matriarca locathah entra en una violenta furia con la que apunto está de soltarse de los desgastados grilletes que la aferran a la pared.

Sin embargo, al cabo de unos segundos, el cansancio y el abatimiento terminan por desfondarla. Sin poder hacer nada por cambiar su destino, la apenada criatura observa a sus crías, parece percatarse de que no les estáis haciendo daño alguno y luego os mira de manera suplicante. 

Harper mira al capitán y tras hacer un gesto pregunta. La suelto?

Raymond miró a Harper y luego a Feijud.

No creo que vaya a irse muy lejos en su estado. Supongo que el que la liberemos puede ayudar a que se fie de nosotros. Por lo menos seguro que no empeora la situación.

De todas formas no era decisión suya, para eso tenían a alguien que diera las ordenes. Él siguió un poco más atrás vigilando que no apareciese nadie por sorpresa.

No. Es un bicho tan malo como los otros. Ahora está débil y aprisionado, pero en otras circunstancias no tendría piedad de nosotros. Si no nos puede dar ninguna información, aquí la dejamos.

Sandara, si acaso, deja las cosas esas que has traído en el suelo. Tampoco quiero que sufra innecesariamente.

Venga, vámonos.

Harper asiente a las  palabras de su capitán y se adelanta hacia la siguiente sala.

Malickud ladea la cabeza pensativo mientras mira a la matriarca a una distancia poco prudencial.

Puedo hacer que hable nuestro idioma y además creo que podría tratar de hechizarla para que nos dé información, al menos toda la que sepa...

El intendente se gira hacia el resto:

¿Queréis que lo intente?

Al oir que podría hacer que hablara nuestro idioma, ladeo un poco la cabeza para mirar seria al gnomo ¿Estás diciendo que todo este tiempo podías haber hecho que nos entendiéramos con esta cosa? niego con la cabeza incrédula

Claro que tienes que intentarlo. Quizás nos pueda contar muchas cosas de nuestros enemigos, y más ahora que ha visto que no queremos hacerla ningún daño, ni a ella ni a sus huevos.

Cuando Sandara deja a las futuras crías en el suelo junto a la matriarca locathah, ésta bandea el cuerpo para atraer la huevada hacia sí. A punto estáis de salir de la estancia dejando a la maltrecha criatura en paz, cuando Malickud os vuelve a sorprender con una de sus rocambolescas ideas.