Partida Rol por web

Uno de los hombres de Merlon susurra: -Antes me corto las piernas yo mismo que arrodillarme ante ese cafre.-

Y Merlon dice:- Eso es para la escoria de Krulh, nosotros tenemos otras costumbres, en fin, a ver si con esto podemos usarlos.-

- ¡Joder! ¡Maldito gilipoyas!

Grito cuando los alaridos de dolor de Vorcio indican que sigue vivo y que he perdido la apuesta con Lia.

- Me has costado quinientos créditos cabrón...

Gruño agarrando mi rifle para acabar apuntando en su dirección. Lo pagaría, claro que lo pagaría.

-Baja eso, Indala.-dice Lía.-Mira, te perdono tus quinientos créditos si eres capaz de decir tres frases seguidas sin retintin, insulto o...-

-Bueno, mejor me vas dando mi dinero.-dice bromeando.

Cuando Indala levanta el fusil y apunta hacia la zona donde están Mudir y Vorcio, varios de los esbirros arrodillados se levantan y se ponen en medio de la trayectoria.

Pero la que más rápido llega es Murbella.

-Anda, niña, baja ese rifle y te enseñaré a hacer un truco muy práctico con él, algo que te servirá mucho en el futuro... y hablo en serio... premio-castigo, si no lo haces te lo voy a meter por donde no te han metido nunca nada.-

Mudir hace un gesto con la mano, mientras desaprueba en dirección a Murbella e Indala. ¿Enseñarle? ¿A Indala? Más fácil sería hacer hablar a un Bantha. Podría enseñarle a volarse la cabeza. Faltaba por reunir un grupo, estarían al llegar. Tenían que saber quién mandaba ahi. Al menos había conseguido salvar el máximo número posible de efectivos. Prefería gente dispuesta a matar por él, a morir por él... (aunque fuera por sus señores, Mudir siempre fue un tanto egocéntrico) que a un puñado de gente que podía volverse en su contra en cualquier momento. Era más efectivo, aunque fuesen menos soldados.

Quizás eso personas como Krona o Lia no lo entenderían. Eran más solitarios, dudaba que hubieran sido líderes de ningún grupo alguna vez. Pero no le importaba, iba a hacer las cosas a su modo.

Mudir dió un paso adelante. Vorcio era un tanto esquivo en ocasiones. Con un nuevo movimiento sesgó ambos brazos, uno con una hoja, el otro con la otra. No fuera que tuviera alguna pistola escondida. Los gritos de dolor del que habia sido su enemigo desde hacía tanto tiempo, le estaban sentando muy bien. Se sentía más poderoso y lleno de energía. Una vez desactivó el sable, le dijo:

- Vorcio. Siempre te lo dije. Eres un mierdas. No vales para nada, nunca lo valiste. Simplemente alargué tu vida por que para mí era más divertido. Hemos vivido grandes momentos juntos. Tendré que buscarme un nuevo pasatiempo ahora. - Le pisó la cara y se la espachurró contra el suelo. Más gritos, y la sonrisa de Mudir aumentaba. La sangre y su saliva se mezclaron formando un poco de barro en el suelo. - Pero al menos servirás para dar ejemplo a los demás, de lo que no ha de hacerse. Vas a ser útil por una vez en tu vida. Y todo gracias a mí... da las gracias, Vorcio - Pisó más fuerte. Su sonrisa se volvió carcajada a medida que apretaba más y más. Nunca supo si Vorcio le daba las gracias o no. No le importaba realmente. Metió la mano en su cinto y sacó un poco de agua y un poco de comida. Las puso cerca de su cabeza - Para que veas que a veces soy benévolo.

Vorcio nunca llegaría a comer eso. Moriría de deshidratación y calor, sabiendo que estaba ahi y era incapaz de tomarlo. Eso a Mudir le hacía feliz. Se giró, se echó de nuevo la capucha sobre la cabeza y saludó a algunos de los suyos con la mano cerrada en un puño delante del hombro contrario, como hacían siempre. Era muy agradable estar rodeado de gente competente, una vez más.
Aunque cuando todo aquello acabara, Mudir tenía que hablar con uno de los que le habían acompañado. Quizás pudiera explotar un poco más sus habilidades.

¡Maldición! No tenía un disparo claro con tanta gente. Había perdido quinientos créditos y me privaban de ajusticiar al cabrón que no había sido capaz de morirse de un sólo golpe. Al final, con un grito de rabia tiré el rifle al deslizador.

- ¿NO PODÍAS DECAPITARLO SIN MÁS? ¿¡VERDAD!?

Le "pregunto" a Mudir, aunque bien podrían haber salido otra sarta de insultos de mi boca. Ya me vengaría de esa asquerosa lombriz capaz de sobrevivir incluso cuando la cortaban en varios trozos. No me iría de aquí sin solucionar ese detalle, pero entretanto.

- ¡Toma tu maldita pasta!

A Krona le sorprendió la actitud de lider de Mudir. No solo que le reconocieran como tal, sino que además parecia estar deacuerdo con el tema.
Al parecer no todos eran unos solitarios unidos en una misión común. Tendría que recordarlo para un futuro.
Krona nunca podría ser así. Demasiado tiempo entre las sombras, demasiadas misiones en solitario o en grupos pequeños. Era demasiado viejo para cambiar.

Bueno, si ya hemos acabado con todo este jaleo, y las tropas están dispuestas vamos a lo que nos interesa.

Los Defel de Sakrus no me preocupan. Ni las acolitas que tienen. Lo importante es nuestra misión.

Despues se dirigió a Merlon y Murbella.

Asumo que teneis vehiculos para llegar al punto elegido. Debemos sincronizarnos bien, porque al atacar vosotros seguramente algunas de las tropas de Skarus se dirigiran a vuestra posición, ya que el escudo es lo único que mantiene a raya a las naves. Eso nos vendrá, ya que nos facilitará el camino.
En dos horas debeis atacar. No podemos arriesgarnos a que la batalla arriba se recrudezca demasiado. Nosotros estaremos ya en posición.

Mudir. Al parecer has hecho nuevos amigos, pero me temo que tendrás que delegar el mando en algún otro. Te necesitamos contra Skarus.

Vorcio se retuerce un poco y luego queda inmóvil.

Merlon asiente... -Sí, tenemos vehículos y el grupo este de Murbella tiene motojets, pero toavía falta por lo menos un grupo por venir. Supongo que estarán aquí en unos minutos... si queréis podéis iros ya a por Skarus, el ataque al edificio del escudo empezará en Dos horas. Mandaré una señal por el comunicador antes de empezar.-

- Yo tengo cosas que hacer con el otro grupo. Son parte importante de la misión contra Skarus y debemos estar seguros de que están de nuestra parte... - dice señalando a Vorcio.

Se acercó a él y le agarró por la solapa. Comenzó a arrastrarle por la arena y se dirigió hacia el lugar por dónde venía el grupo restante. Les echaría a Vorcio para impresionar un poco. No era cuestión de tener que matar más efectivos. Una vez hubieran juntado a todos los miembros del ejército terrestre, Mudir tendría tropas a las que encabezar en la batalla contra Skarus. Se aseguraría de que los más valiosos estuvieran en lugares más estratégicos y los menos valiosos y los cobardes, harían una labor muy importante, ser los señuelos perfectos para desviar la atención principal.

Una vez comenzaron a alejarse un poco, Mudir le hizo una seña a Krona con la cabeza para que se acercase. A Murbella no había que hacerle seña ninguna, la conexión que habia entre ellos dos era un tanto diferente.

Dios, éste tio pesa demasiado... Además era una putada que se hubiera muerto ya. Quería haber disfrutado un poco más con su muerte... Sacando una hoja de acero de su bota, Mudir hincó el metal en el cuello de Vorcio de tal manera que comenzó a sangrar notablemente. Continuó cortando hasta que su cabeza se hubo separado completamente del cuerpo y dejó que el peso muerto quedara en el suelo, mientras se llevaba consigo la cabeza que lentamente iba vaciando de sangre lo que quedaba en el cerebro.

Se la arrojaría al lider del otro grupo... sí... sólo por si acaso. Y aunque le conociese y aunque supiese que era leal, siempre sería una advertencia para todos y a la vez una deshonra para Vorcio y sus hombres.

- No sé cual es tu plan, viejo - dijo Mudir sin mirarle. - Pero creo que se te olvida una cosa. Yo sé que tu eres muy servicial, pero yo pienso salir vivo de aqui. Y la idea de desactivar los escudos independientemente del resultado de la misión contra Skarus, no es del todo acertada a mi parecer. Hay demasiadas tropas enemigas ahi arriba. Deberíamos de tener un plan de escape alternativo y llevarlo a cabo, independientemente de que algunos se queden atrás para "atraer al enemigo".

Mudir seguía andando, con la cabeza de Vorcio en la mano. Por raro que pudiera parecer, el hecho de hablar sólo con Krona ya daba algunas de las pistas sobre lo que Mudir quería hacer. Había que estudiar la reacción del minion.

-Tengo tanto interés en seguir vivo como tú, pero delante de los hombres debo aparentar ser el buen esbirro, Mudir.-

-Arriba está la flota de la República y escondida en el Hiperespacio la nuestra... Nos han mandado un mensaje de salir por uno de los polos... lejos del destructor pero me temo que Koff lo habrá descifrado también y estará preparado para saltar al polo que vayamos y que acuda la flota. Tácticamente para nosotros es casi suicida.-

-Estoy seguro que Skarus tendrá naves en su base, y cuando acabemos con él podemos tomar una, una vez la tomemos, si cae el escudo podemos escapar por cualquier sitio, no por uno de los polos que seríamos blanco fácil, además con suerte, algunos de los hombres tuyos y de Tenkai que mandemos a destruir el controlador de Escudo sobrevivirán y saldrán en otras naves... más blancos para la Republica.-

-El escudo es lo único que garantiza la superviencia a Skarus, tiene que defenderlo con todo lo que tenga... y en el caos del ataque creo que podremos infiltrarnos y matarlo... tengo los planos de su santasanctorum.-

-El plan debería funcionar... a por Skarus iremos tú, yo, Lia, que espero vigile la rehén, Indala... sí, Indala, se que quieres que muera casi tanto como yo, pero esperate al menos a que estemos fuera del planeta... es una piloto demasiado buena para no usar sus habilidades, con ella pilotando casi seguro podemos escapar aunque solo robemos un trasto.-

-Como decía, Lía, Indala, la rehén, tú y yo, y los soldados que te parezcan bien, que pienses que sean más útiles...

Krona está hablando, y estáis separados de los demás ¡Cuando de repente Lia aparece a vuestro lado, ni la habéis sentido ni la habéis visto!

-Vamos chicos, dejad de planear maldades sin la vieja Lia, que se las sabe todas... me gusta vuestro plan, solo tiene un fallo, que Skarus nos sienta y nos prepare una trampa.-

-Yo puedo ayudar en eso, mi maestro me enseñó técnicas de ocultación tanto del Lado Luminoso...-mira a Mudir-como del Lado Oscuro, no digo que vayáis a aprender suficiente para que Skarus no os sienta nunca, pero nos permitirá acercarnos mucho más sin que se de cuenta de varias presencias hostiles y sensibles a la Fuerza... ¡Qué van a por él!.-

-De camino os las puedo ir mostrando... ¿Vaya, no es ese el último grupo?- dice al final señalando a unas cincuenta personas que caminan por las calles y se acercan al centro comercial.

Lia toma el dinero con su sonrisa y se acerca hacia donde están Mudir y Krona, pero antes de que puedas seguirla Murbella se te acerca.

-Muy bien niña, relájate.-Tu rifle, el cual habías arrojado no llega a estrellarse contra el aerodeslizador, sino que vuelve a tu mano debido a la telekinesia de Murbella y a continuación notas que es diestra también en telepatía porque la oyes en tu cabeza-Veo o mejor dicho siento... que te han hecho algunas cosas en tu cabecita, y conociendo a los señores es posible que te las vuelvan a hacer, pero hay maneras de evitarlo, y la clave es este arma o cualquier otro objeto que sientas como tuyo o aprecies.-

-¿Me escuchas un momento o preferirás que vuelvan a hacerte perder recuerdos a placer? ¿No querrías tener un seguro? ¿Poder recuperarlos cuando quisieras?.-

- Si crees que puedes enseñarnos a ocultarnos de él, me parece perfecto. Espero que sirva de algo- dijo Mudir con cierto escepticismo - Podría darnos cierta ventaja si lo usamos bien.

Krona sabía con su datapad dónde estaba Skarus y las tropas de las que disponía. Lia sabía ocultarse de la persciencia de Skarus e Indala sabía pilotar. Era perfecto, siempre que hubiera alguien que pudiera coordinarles, y dado el estado en que estaban y dadas las circunstancias parecía que Mudir podía aportar un poco en ese aspecto.

- Murbella vendrá con nosotros, es buena espadachin y mejor aún en el manejo de la fuerza. - Vio como Murbella sonreía.*

- Murbella, selecciona a dos de mis hombres. Estaba pensando en Selfeth y Nicola. Pero hace tiempo que no estoy con ellos, que sean rápidos y que sepan manejar la fuerza. En el combate tampoco hace falta que sean tan efectivos. Reúne a los demás también, tengo órdenes específicas para ellos.

Se separarían. Perderían a muchos de sus hombres, pero Mudir sabía exactamente qué tenía que hacer ahora.

- Krona, sigue contandome más de ese plan.

"Tampoco te crezcas, al lado de estos patanes, cualquiera es buen espadachín y bueno en el manejo sensorial."

Si Lía nos enseña lo que queremos, después podremos deshacernos fácilmente de ella.

Agarro el rifle aún enfadada por el dinero perdido simplemente porque Mudir no se había dejado llevar por un arrebato de rabia. Aunque el detalle dura poco en mi cabeza, principalmente por el asalto mental de esa mujer. ¿Acaso le parecía bonito penetrar en las mentes de gente?, investigando sus recuerdos, memorias y pensamientos ¿cómo se atrevía?

¡SAL DE AQUÍ!

Grito en mi interior con la furia reflejada en mis ojos. Quizás no hubiese sido tan buena idea devolverme el arma, pero por el momento me limito a preguntar y no disparar, lo que parecía una buena señal al respecto.

- ¿Y que ganarías tu con eso? ¿Eh? No soy tan ingenua para creer que lo harías por misericordia o alguna patraña de esas.

-Es todo parte de un plan para que confíes en mí y luego poder traicionarte y matarte, claro.- No consigues escuchar ninguna emoción en sus palabras.

-¿Te lo cuento o no?. Eso sí, como le quites el seguro, antes de que lleges a pulsar el gatillo te corto las manos.-

- ¿A sí?

Inquiero, dado que ella misma me había dado el motivo perfecto para pegarle un tiro.

- Muy bien, te escucho. Pero tendré que matarte antes de que tu lo intentes.

Acepto su propuesta, principalmente porque acceder a los recuerdos destruidos por Darth Quarrum y el resto de sus compañros de promoción, podrían convertirse en una terrorífica arma no sólo contra Skarus, sino contra todos ellos.

Lia estaba convencida de que planease lo que planease Krona, les iban a freir el culo. El poder de un Sith era superior al suyo, muy superior. Si no ponían todo sus recursos en pos de lograr su objetivo, caerían como moscas... o por lo menos les costaría el doble.

No le gustaba el hecho de enseñar sus poderes a los demás, pero esta vez debía hacerlo. Tampoco le gustaba ir en grupo, como le habría gustado a Mudir... capitanear su propio grupo de asalto.. quien lo iba a decir, Mudir, al que no le gustaba que le ayudasen en los combates y que siempre actuaba por su cuenta, liderando una facción de fanáticos... bueno visto de ese modo... seguro que su edonismo le hace querer tener escoria que le alabe. Lia sonrió ante ese pensamito. Después de todo, ahora estaba viedo al verdadero Mudir, lo que le divertía.

El hecho de acercarse a sus compañeros había dejado a las claras que no quería quedarse a aparte de las decisiones que se tomasen. No es que desconfiara de Krona en su táctica, pero quería saber qué era lo que decidían, para después poder valorar su intervención en el asunto.

- No es que crea que pueda enseñaros a ocultaros de alguien como puedo hacerlo yo, que es la única forma que tenemos de acercarnos sin ser sentidos, es que puedo hacerlo.- dijo Lia sin el mayor interés.- Lo que me inquieta es cuanto aprenderéis y podáis poner en práctica de lo que os enseñe.- Lia miró a Krona, a quien vio suficientemente dispuesto y preparado, para luego pasar a mirar a Mudir. Tras mirarlo un segundo, levantó las vejas y nego ligeramente con la cabeza y sonriendo levemente continuó.- ... así que elige bien a los que quieres que vengan con nosotros pues también deberán aprender esta técnica.- Terminó diciendo la Twi´Lek, espndo que Krona les contara el plan a seguir.