Partida Rol por web

La imagen vuelve con fuerza y ves como la cara de la mujer se alegra.

-Has tomado una sabia decisión, poco a poco podrás ir eliminando de tu interior los sentimientos oscuros y entrando en comunión con la Vida; graba esto en tu memoria:

NO HAY EMOCIÓN, HAY PAZ

NO HAY IGNORANCIA, HAY CONOCIMIENTO

NO HAY PASIÓN, HAY SERENIDAD

NO HAY MUERTE, ESTÁ LA FUERZA

Es el código que seguimos, pero tu debes confiar en tu instinto y hacer lo que sea mejor para la vida y para los seres sintientes que resuenan en la Fuerza.

Yo era Seren Des-Maan, antigua Maestro Jedi, cuando me hice uno con la Fuerza hace 500 años dejaron mi sable de luz aquí, pero volví del Vacío del Mas Allá para probar y ayudar a los Padawans o Aprendices a encontrar su camino, ahora te acompañaré y te enseñaré todo lo que pueda con mis limitadas fuerzas.

Desde este rincón veo como sirvientes de los poderes oscuros vuelven a desenterrar antiguos secretos y resucitar ancestrales males que los Jedi destruimos, debes avisar al Hijo de los Dos Soles o a algún miembro de su consejo de lo que está sucediendo, si no todo lo que consiguió destruyendo el Imperio Oscuro quedará en nada, pero primero intenta averiguar todo lo que puedas aprovechando que algunos de ellos tienen confianza contigo.-

Ahora vuelve a empezar a desvanecerse...

-Ahora estaré contigo siempre que te mantengas dentro de la luz, lleva mi sable contigo, intentaré enseñarte poco a poco los caminos del Lado Luminoso, me apareceré en tus sueños donde me es más fácil cruzar el Vacío.-

No sabes muy bien el porqué pero parece que te has librado de una pesada carga y te sientes depués de largos años dueño de ti mismo.

Cuando la imagen se desvanece ves que estás en una sala amplia donde en hornacinas en las paredes hay bustos de lo que no puede ser otra cosa que caballeros Jedi. Delante de cada uno de ellos está su sable. (ves claramente el busto y arma de Seren en un lugar de honor).

bu

No hay emoción, hay paz
No hay ignorancia, hay conocimiento
No hay pasión, hay serenidad
No hay muerte, está la fuerza.

Repito en mi cabeza como un mantra mientras tomo el sable de luz y lo oculto bajo mi chaleco protector.

Entonces me giro y veo la puerta que me llevará de regreso hacia la realidad, hacia mis compañeros de viaje... ellos continúan sirviendo al lado oscuro... Creo feacientemente que algunos de ellos no son muy distintos que yo, la supervivencia les hizo tomar un camino que les llevó a sumirse en la oscuridad, en cambio otros... no hace falta tener poderes de la fuerza para percibir la maldad que desprenden.

Trago saliva y comienzo a subir por el camino que me condujo a este giro del destino.

Mudir mira a su alrededor con cierto asco. Los cuerpos llevan mucho tiempo muertos, pero el hecho de que la sala estuviese cerrada hace que su nariz capte todo el olor de la putrefacción de los cuerpos. Con bastante cuidado, para ser Mudir, envuélve las espadas en los harapos de los muertos y las guarda en la mochila. Sabe que los sables laser no funcionan, pero al menos le servirán para entregarlos. En cuanto a la esfera.

La mira con curiosidad, pero el hecho de que la mayoría de los cadáveres sean de Siths no le agradan en absoluto. No se fía de la misma, prefiere avisar a alguien y que le heche un vistazo, no arriesgar su propio pellejo. Quizás por eso le enviaron con un montón de incompetentes, desde luego, servirían como carne de cañón, él no tenía por qué tener el papel de héroe suicida, para eso ya estaban los demás.

Asi que cargándose la mochila en la espalda, y cogiendo un par de joyas como "lote personal" se da la vuelta en dirección hacia Pher. Al menos llevaba parte de la misión a buen recaudo y el hombre no se llevaría todo el mérito. Ahora sólo tenía que convencerle de que esa esfera era... "muy interesante".

Te mueves por la habitación recuperando los objetos.

En las paredes ves que hay inscripciones extrañas, parece una red de esferas... hasta que te das cuenta que son rutas estelares y están en un idioma que no entiendes, en algunas de las esferas hay aún más inscripciones, todas ellas están hechas con pequeños trozos de cristal.

También hay estatuas apoyadas contra las paredes, o tiradas en el suelo, son (o más bien fueron) imponentes, parece que las han traído a esta sala junto con los cadáveres y luego la sellaron.

Justo cuando te das la vuelta y estás a punto de salir oyes una voz en tu cabeza... ves un rostro...

-Espera , no te vayas tan pronto-

Sientes movimiento, miras hacia atrás y ves que la esfera empieza a abrirse, como si fuera una crisálida, de ella sale un humano con ropajes desgastados y una enorme herida en el pecho que se lo cruza de lado a lado, la herida está cerrada por una costra negra. Es quien te ha hablado telepaticamente; empieza a mover los labios:

-Esos malditos me... nos dieron por muertos... quien les iba a decir que yo tenía uno de los cristales y podría aguantar aquí... pero con ellos fuera hubiese sido una locura salir y sabía que volveríais a buscarme... Acólito ¿como va la guerra?, ¿cuantas Hermandades nos quedan? ¿Hemos seguido asesinando a los miembros del Consejo?. ¡Respondeme!-

En una de las manos del hombre hay un cristal negro del tamaño de una fruta grande.

Mudir se gira despacio... ¿una holograbación? No, se dirige a él. En un idioma un poco obsoleto, pero entendible al fin y al cabo.

El sith da un paso hacia él. Le mira con asco, nunca le han gustado aquellos que dan órdenes sin preguntar. Y menos si estaban muertos.

- ¿La guerra? Creo que te has quedado un poco obsoleto. Los Jedi fueron erradicados, al menos en primera instancia, ahora están resurgiendo poco a poco.  - Mudir sonríe - Eso, si les dejamos. Pero es importante lo que estamos haciendo ahora,... ¿quién demonios eres tú?

Interrumpe la conversación bruscamente. Nunca le había gustado conversar, era más de resolver los problemas por la vía rápida, pero así al menos aprendería algo.

- ¿Es ese cristal lo que te mantiene con vida? Responde tú también a mis preguntas. Al fin y al cabo, si quisiste perdurar, es para podernos pasar información útil.

Al menos eso esperaba, porque si le pedía que le regresara a la vida o algo así,... no sabía si reaccionaría de la manera correcta, o esperada.

Lia arroja su granada contra los enemigos que se acercan, a continuación Danko hace lo mismo sin embargo ambas granadas salen desviadas, la de Lia en vez de ir al medio va algo hacia la izquierda, pero la de Danko se queda muy corta.

Krona dispara justo después, al más puro estilo de los comandos mandalorianos de disparar a los blancos fáciles después de ser aturdidos.

La granada de Lia impacta a los pies de el enemigo que está más a la izquierda de los cuatro que suben con los blásters preparados, dos de los cuatro caen... la granada de Danko se queda corta.

A continuación Krona dispara contra los que quedan en pie con puntería mortífera, los dos primeros disparos tumban a los dos primeros enemigos de sendos tiros en la frente, el tercero también tumba a una de las figuras de la segunda fila...

-Igual te convendría que fuese una holograbación, pero afortunadamente para mí estoy vivo y cada vez recupero más fuerzas...-

-Los Jedi fueron erradicados, los Sith lo hicieron ¡Los verdaderos Sith!- notas un roce en tu mente, te está leyendo tus recuerdos de una manera sutil pero muy eficaz -vaya, nosotros nos llamábamos sith pero no eramos más que discípulos de un Jedi Oscuro, tu maestro... Darth Kruhl... estudió con alguien que fue discípulo de Darth Sidius... tu si que eres un verdadero sith, aunque uno no demasiado poderoso para tu desgracia.-

-Éramos orgullosos, sí... unos cuantos Jedis rebeldes... nos rebelamos contra un Consejo que nos axfisiaba y unimos a todas las Religiones Oscuras de la galaxia contra los Jedi... nos hicimos llamar los Sith pero no lo éramos, ni siquera aparezcemos en tus recuerdos de historia... aunque por otro lado es normal, parece que nos vencieron y ya han pasado quinientos años-

-Pero sí quise perdurar y lo conseguí gracias a este cristal, que me ha permitido hibernar en la crisálida... este Cristal de Almas tiene muchos usos como estarás comprobando.-

Empiezas a sentirte mal... como muestra el hecho que no le hayas atacado inmediatamente después de notar el roce en tu mente.

- Vale, me parece perfecto. - Mudir mira al hombre, desde luego no se iba a quedar ahi. El hombre parecía estar absorviéndole el alma para poder salir. - ¿Qué estas haciendo conmigo? Responde ahora, o me marcharé.

Era cierto que no era un Sith muy poderoso, pero desde luego no era idiota, estaba claro que él hacía algo a través del cristal. Se llevó la mano al cinto. Si el hombre no respondía, atacaría a ese cristal y lo rompería en pedazos antes de dejar que su alma fuera absorbida.