Partida Rol por web

No puedo evitar sonreir al ver las explosiones y escuchar en el comunicador la inminente destrucción de la nave. Resultaba demasiado bueno para ser verdad y además podía escapar en el mismo caza dejándolos tirados... lástima que de hacerlo la misión acabaría en fracaso al no entregar a Nadia.

Borro los saltos del computador de navegación del caza y desconecto su energía antes de salir de él, no vaya a ser que nuestra invitada crea tener una oportunidad de escapar en él en medio del caos.

- ¿Algún voluntario para localizar a nuestra invitada mientras me aseguro de arrancar la nave?

Pregunto por el comunicador antes de ir a la sala de máquinas y mi tono no deja lugar a dudas de que me está divirtiendo la situación.

Danko abre una trampilla justo delante de la rampa y gira una rueda que va cerrando manualmente la rampa, consigue cerrarla antes que las llamas, que están consumiendo todo el oxígeno del hangar, entren por el hueco.

Mudir deposita al prisionero en el suelo de la bodega entre las chanzas de Lia.

Sin embargo ni Krona ni Indala consiguen arrancar la nave, ante la desesperación de Madrian, que no para de dar a los interruptores...

De repente la energía del acorazado cede y tanto el campo gravitatorio como el magnético que mantenía el aire dentro del hangar se apagan, tenéis una sensación extraña cuando vuestra nave es empujada al espacio por la descompresión súbita combinada con varias explosiones internas... sin embargo seguís en el radio de explosión del acorazado.

Y ese no es el único problema, la radio del cinturón que Krona ha robado al capitán se enciende... comprendéis que la transmisión proviene de alquien que os ve... quizás de esa gran cápsula de escape que acaba de partir del acorazado y veis a través del transpariacero de la cabina.

-Atención, Cazas IRD, ¡Destruyan la nave enemiga ahora que ha salido al espacio!-

Varios cazas que rodeaban al acorazado se ponen en formación de ataque...

-¡Maldición, quieres funcionar!-

Lia no sabía como ayudar en la reparación de la nave. Tenían que conseguir que ese trasto "volviera a la vida" sino les freirían las dos naves que se dirigían hacia ellos. Pero si que podía hacer frente a la amenaza de otra forma.

Corriendo, se metió en una de las naves acopladas y la encendió. Debía destruir la amenaza para dar tiempo a los demás para que arreglaran lo que estaba fallando.

Krona soltó una maldición cuando vio que la nave no arrancaba.

Mierda. Algo está fallando.

Estaba a punto de quejarse otra vez cuando escuchó la orden del mandamas del acorazado de que los cazas les volasen.

Esto no pinta muy bien.

Indala. Cuando acabes lo que estes haciendo será mejor que vengas a toda leche a lacabina. Puedo pilotar este pajaro, pero entrar en combate con él es otra cosa.

Parecía que iba a complicarse el asunto con esos cazas, pero ya me preocuparía de ellos más tarde, ahora el problema era saber que partes había frito el cañón de iones, por lo que retiro el panel frontal para poder acceder a los circuitos motivador e intentar localizar el fallo.

- ¡Joder! ¡Ni que se nos hubiera acoplado un bandada de minoks!

Acabo exasperada al no encontrar el problema a la primera y dado que no había ni rastro de donde se perdía la energía, la comparación no resultaba tan descabellada, aunque aún así no consigo hacer arrancar la nave y acabo usando la tradicional "técnica del martillo" mientras golpeo el lateral del motivador a la vez que le increpo.

- ¡Funciona asqueroso residuo espacial!

Mudir arrastra al prisionero hasta su camerino. Sabe que las cosas no están bien ahi fuera. Pero quizás pudiese conseguir otra cosa. Lleva consigo varias cosas. Después de pasar dentro, echa una última ojeada al exterior, sonríe, y cierra con un sonoro portazo.

- Bien, bien, bien... - dice Mudir colocándose bien los guantes. El hombre está incosciente, asi que, tras atarle como es debido, Mudir le lanza un pequeño vaso de agua para que despierte. - Buenos días. - dice sin pestañear. Confiaba en que el soldado (fuese jefe o no, pues a Mudir no le importaba realmente quién fuera) no le hubiese visto blandir su sable, para que así las cosas que fueran sucediendo le sorprendieran un poco más.

- Empecemos por algo fácil. ¿Quién eres? - la sonrisa de Mudir comenzaba a asomar ante la perspectiva de lo que tenia por delante.

De repente algunas de las luces del panel de control se encienden y Krona nota que los mandos que sujeta ejercen presión ¡Os estáis moviendo otra vez!, el respiro de alegría que os da eso queda empañado por los primeros disparos de los cazas que os persiguen... y por las comunicaciones que empiezan a escupir mensajes dirijidos a vosotros.

Las comunicaciones empiezan a transmitir... algunos mensajes dirigidos a vosotros:

-¡Prepararos para morir malditos!- Ese tiene que ser uno de los cazas que os dispara...

Pero algo os asusta bastante más, un rostro que aparece en pantalla...

-Aquí el... Superdestructor Nébula de la tercera flota de la Nueva República al mando del General Koff... esta es una comunicación dirigida a la nave pilotada por sectarios del Lado Oscuro...-

Justo en ese momento las explosiones siguen su curso y el acorazado se convierte en una bola de fuego con toda su tripulación a excepción de la cápsula de escape de mando de líder, que podéis ver en la pantalla como empieza a alejarse, el general musita algo entre dientes...-

-Aquí el General Koff a la nave sith... Detengan sus motores y ríndanse, podemos ayudarles, podemos hacer esto por las buenas...-

Parece que los insultos y el tradicional "golpe de martillo" habían funcionado para hacer arrancar la nave y me daba el tiempo suficiente para ir a por esa capsula de escape... al menos hasta que aparecieron los cazas, los cuales se habían convertido en prioridad, pero cuando abrió la comunicación el Nebula la situación dió un giro demasiado drástico para siquiera pensar la opción de dirigirme a ningún sitio que no fuera el puente.

La diversión inicial se había acabado de igual manera con la presencia del superdestructor, es por ello que cuando alcanzo la cabina ya no sonrío, ni tampoco parece molestarme que Krona se encuentre a los mandos intentando quién sabe qué cosa.

- Detén la nave y veamos que tal funciona la chapuza de los escudos contra esos cazas. Éste asalto es suyo.

Le indico a Krona lo que debería hacer teniendo en cuenta nuestra situación. De no haber recibido aquel cañonazo podríamos habernos percatado de la aparición del superdestructor e incluso volver a escapar del marrón en el que nos habíamos metido. Pero aún debíamos esperar la llegada de la nave que recogería al paquete y debíamos averiguar quién demonios nos había traicionado... y seguramente le encontraríamos en esa nave.

Cuando Indala llega a la cabina y pega un vistazo a la cabina sensora consigue ver las primeras buenas noticias desde hace un buen rato; en primer lugar la flota de la Nueva República está bastante lejos y tardará todavía un tiempo en llegar a vuestra posición, aparte de eso, desde alguna nave en las cercanías están transmitiendo el código que esperábais y una oferta de ayuda (siempre que respondáis claro).

Mientras tanto Krona intenta evitar los disparos de los cazas cercanos, Lia tiene la oportunidad de disparar a algún objetivo.

El hombre, contempla bastante asustado a Mudir.

-Soy Zakker, un simple soldado del sector corporativo ¿Donde estoy?-

Danko entra en la cabina, donde están Krona e Indala.

-He encerrado al paquete en su cuarto, pero... noto algo ahí fuera.-se asoma y mira a través del transpariacer de la cabina.-En ese destructor hay varios Jedi... Mus está ahí, pero es probablemente el menos poderoso.-

Madrian os mira.

-¿Qué queréis que haga?.-