Partida Rol por web

Una explosión hace sobresaltarse a la oficial de vuelo al pensar que nuestra hora ha llegado y que pronto saldremos despedidas por los aires para acabar como estampándonos en la tierra.

- Que vueles recto, no me gustaría acabar rodando por el suelo

Le respondo mirándole seria desde mi incómoda posición, aunque en realidad ardo de excitación al comprobar la vola de fuego en la que se ha transformado la otra motojet.

La motojet se estrella contra el suelo segundos después de que un disparo impacte en la frente del piloto.

Madrian responde airada,-y no rodarás, no mientras yo pilote...- pero la notas algo aliviada por la muerte de vuestro último perseguidor.

La nave está a unos metros de vosotros, Madrian frena y se dirige a la rampa de aterrizaje.

Es un alivio el volver a recuperar una posición desde la que es más complicado acabar rodando por el suelo. Pero hay algo que no me deja tranquilizarme. Una extraña sensación que no proviene del planeta sino de mi interior, la sensación de que ha sido fácil escapar de esos los secuaces de Darth Skarus.

- Demasiado fácil.

Musito esperando no volver a sentir su presencia en mi cabeza. Además, si de verdad era capaz de matarme en cuanto quisiera, eso significaría que pretende usarme como cebo o quizás esté esperando a que me vuelva más fuerte para tener a alguien mejor a sus pies.
Sigo a Madrian al interior de la nave con la cabeza perdida en mis teorías, aunque consigo centrarme lo suficiente para ordenar al oficial de vuelo mis intenciones.

- ¡Gladriss! No volvemos a base. Llevanos a cualquier sitio donde podamos estar tranquilos unas cuántas horas.

La rampa de la nave baja y Gladriss aparece en ella, entendéis su cara de terror cuando un sable de luz le atraviesa el pulmón derecho desde detrás suyo.

Gladriss cae a vuestros pies mientras encima de la rampa un humano pequeño y enfurecido embutido en un traje negro os mira despreciativo.

-Sois muy arrogantes al pensar que mi maestro no os detectaría incluso antes de aterrizar en este planeta ¿que demonios pretendíais?-

-Ahora hacerme el favor de morir en silencio, miserables-

En una mano porta un sable de luz, en la otra la energía del lado oscuro crepita generando pequeños rayos rojos, si pudieras sentir la fuerza estás segura que sentirías una terrible oscuridad en éste enemigo.

Inmediatamente me preparo para dispararle, más que nada por su hostilidad inicial y el hecho de haberse cargado al oficial que me permitiría dejar los mandos de la nave y relajarme un rato.
Me permito examinarlo mientras el cadaber de Gladriss cae al suelo, es evidente que está mejor adiestrado en la fuerza y por consiguiente es de suponer que sabrá usar su sable como es debido. Seguramente resulte dificil de vencer en esta situación.

- Lamento no poder contentarte, pero debo informarte que Darth Skarus ya se reservó el derecho a freirme el cerebro si no me arrodillaba ante él.

Examino su reacción a mis palabras manteniendo el dedo en el gatillo por mera seguridad.

- Aunque su oferta no llegó en el momento más adecuado debo adimitir.

-Bueno, si mi maestro te hizo una oferta puede que valgas algo, yo te haré otra... una que no podrás rechazar-

Baja su sable de luz mientras parece que se relaja.

-Muere dolorosamente,  como la sucia furcia que eres por tratar de ocupar mi lugar al lado del maestro...-

Un relámpago de luz roja sale de su mano sin necesidad de apuntarte, pero no parece causarte demasiado dolor cuando roza tu cuerpo, las horas y horas de torturas en la cámara de tu maestro soportando este tipo de daños han servido para algo.

El rayo sólo provoca un pequeño cosquilleo en mi piel, indicándome que si ese era todo el poder del que disponía, no iba a resultar un oponente tan complicado como esperaba en primer lugar.
Apreto el gatillo con una sonrisa malévola en el rostro, consciente de que es muy posible que no vuelva a levantarse después de recibir el disparo de mi arma.

Tu brutal disparo impacta en el pecho de tu enemigo, que no hace ningún intento por esquivarlo y sonríe confiado, mientras que asombrosamente la energía se expande por su pecho... sin quemarle, mientras la va disipando...

Pero el poder  le falla un instante después de que sonría, y en su rostro aparecen horribles arrugas y moratones debido a su fracaso al controlar el lado oscuro, además la energía que se expandía procede a estallar quemándole.

Cae hacia atrás inconsciente con el pecho en llamas.

Me acerco chasqueando la lengua y manteniendo la sonrisa ante la desmesurada ambición del aprendiz, el rifle ya no me resulta necesario y me permito apagar el fuego de su pecho con la suela de mi bota antes de añadir otro sable a la colección.

- Desazte de Gladriss.

Le ordeno a Madrian una vez la localizo al subir la rampa sin preocuparme mucho por como se encuentra. Después me molesto en llevar a nuestro invitado a uno de los camarotes con la intención de que si despierta esté más dispuesto a hablar.

-Le tiraré al espacio cuando estemos en él, aquí le encontrarían y podrían deducir algo de sus insignias o así- dice mientras carga tristemente con su cuerpo.

Llevas al tipo a uno de los camarotes, le registras un rato pero encima lleva sólo un desintegrador y ropa...

Madrian aparece en la cabina instantes despuésde que te sientes y empieces a despegar, no lleva el uniforme sino una túnica de la enfermería, se ha aplicado una pomada de bacta a su herida espalda y está en condiciones de ayudarte a pilotar mientras salis del planeta.

- Bien pequeña, sácanos de aquí.

Hablo a la nave mientras despegamos y voy programando uno de los tres saltos intermedios hacia la base pero sin programar ninguna de las dos continuaciones pendientes. Sólo cuando veo cómo las estrellas se transformas en líneas intermitentes a nuestro paso me decido levantarme y dirigirme a la enfermería dejando a la oficial a los mandos.

Vuelvo a coger mi arma antes de llegar a la enfermería y encender el droide médico.
Quizás acabe arrepintiéndome de lo que voy a hacer, pero nuestro invitado sólo debería tener motivos para colavorar, o al menos intentaría enseñarselos con la pequeña esperanza de que su cerebro no se hubiera arrugado de la misma forma que su piel.
Después me dirijo con el droide al camarote y le permito que realice su trabajo, hasta que el aprendiz oscuro recupere la consciencia.

- Ya te avisé que prefiero la gente con la que se puede hablar.

Comienzo dejándole claras mis intenciones pese a que le estoy apuntando con el rifle por seguridad ante una más que posible vilenta reacción.

- ¿Está dispuesto a ello o pasamos a la parte en la que intentas atacarme y te remato?

Utilizo un tono serio para intentar persuadirle de que colabore, y dado que ni siquiera me he molestado en atarle, debería hacerle pensar que el torturarle y dejarlo envuelto para regalo no entra en mis opciones iniciales.

Despegas con habilidad y sales de la atmósfera para ver que una pequeña flotilla de naves ha aparecido en el espacio y está acercándose al planeta.

Afortunadamente no son suficientemente rápidos para alcanzarte y detenerte, ya que vais en vectores diferentes con lo que logras saltar al Hiperespacio sin mayor problema.

El droide médico está comprobando el tanque de bacta cuando llegas y te sigue sin pronunciar palabra, pero cuando trabaja un rato en tu enemigo pronuncia un diagnostico de su estado.

Tiene quemaduras de alta intensidad en todo el pecho, adicionalmente presenta un grave deterioro a nivel celular que no logro identificar ni paliar, por fortuna no encuentro pruebas de que sea contagioso.

Al cabo de un par de horas recupera la consciencia y te mira con odio desde su rostro demacrado y consumido.

-¿que quie...res saber?- pregunta entrecortadamente, de momento está jugando a tu juego.

- Tu nombre estaría bien para empezar.

Le sonrío intentando parecer amable aunque esta claro para ambos que es una simple patraña.

- Y me gustaría saber si te has dado cuenta del pequeño problema que tenemos. - le sonrío antes de continuar - Me explicaré. Podría llevarte para ser interrogado, ganándome con ello un poco de la gratitud de mi señor y premiándote a ti con un sufrimiento sin límites hasta que al final acabes muerto. Pero entonces perdería la posibilidad de solventar cierto problemilla que tengo.

Me golpeo con los nudillos de la izquierda la cabeza, indicándole dónde esta el problema al que me refiero.

- Tu amo podría solucionarlo, pero como ya te dije su oferta no llego en el mejor momento, así que ahora necesito un intermediario para llegar hasta él. Porque de volver junto con mi señor, se que no podría llegar ha desarrollar ni una milésima parte del poder que tu ya disfrutas.

Vuelvo a la expresión seria y fría durante mi monologo, para que le quede claro que no bromeo y estoy hablando muy en serio.

- Ante ésto me imagino que preferirías arrojarte a un pozo de lava antes que ayudarme, pero ¿has pensado en cómo reaccionará tu maestro al verte regresar?. Has fallado, no has conseguido capturar a dos simples mujeres y sólo has permanecido con vida por carpicho de una de ellas.

Niego con la cabeza volviendo a mostrar una ligera sonrisa en mi rostro, como si el destino que le esperara no fuera diferente del propuesto en primer lugar.

- Y aún nos estamos olvidando de unos pequeños detalles. Como el que intentarás matar a alguien en quien se había fijado tu señor, excusable porque querías asegurarte de que verdad merecía su atención. O también podías preguntarte cómo reaccionaría al saber que has matado a su hija.

Mantengo la sonrisa, divertida por hacerle pensar su reacción a mis palabras y sus intenciones futuras, mientras espero su respuesta.

-Mi nombre... mi nombre es Dain Nemrys, pero mi maestro me dio el título de Sartarus- va recuperando algo de fuerza...

De repente sientes como su telekinesia activa el seguro de tu arma mientras tu vibrofilo visible vuela a su mano

-Ahora hablaremos mejor, zorrilla ¿Darth Skarus tu padre? pero si eres una puta alienígena, ¿como va a ser cough cough Darth.. cough?-

Apenas puede mantener el vibrofilo en su mano debido a las toses y a las convulsiones, que le doblan en dos, la sangre que sale de ellas es negra y mancha todo el suelo.

La presa telekinética sobre el seguro de tu arma se abre, permitiendote activarlo si quieres.

El droide ni se ha inmutado.

-Sus constantes vitales se degradan con rapidez, observo que ni el parche de bacta ha curado sus heridas, calculo una muerte atroz en unos ocho minutos ¿administro paliativos? ¿administro estimulantes? ¿administro dosis letal?-

Ahora que el doctor lo dice el apósito que tenía en el pecho (los has tenido colocados y son muy eficientes) se ha despegado parcialmente, debajo la carne se empieza a pudrir, en el rostro las venas se marcan exageradamente y algunas de ellas estallan dejandole la cara entre púrpura y gris.