Partida Rol por web

Cargáis como podéis al cabecilla del Mayal hasta un enorme edificio que a ambos os resulta familiar. Recorréis los pasillos, no sin alguna mirada inquisitorial de residentes y trabajadores, que son respondidas con un escueto "asuntos de la república" vuestro. Llegáis a un ascensor y lo dejáis ahí como una carga a plomo, y al fin descansáis. El ascensor sube hasta la planta 73 y se detiene. Cargáis un poquito más con él hasta llegar a una puerta, que sabéis que es la del despacho de Palpatine, con un guardia de seguridad.

¡Alto! El senador no desea que se le moleste salvo asuntos de vital importancia. ¿Quiénes son ustedes, qué hacen aquí y por qué traen lo que parece un cadáver? Y más les vale que su respuesta me agrade si no quieren tener problemas.

Buenas tardes caballero. Son asuntos de la república dirigidos directamente por el Senador. El sabe se primera mano se que se trata. Este hombre que traemos le servirá de mucho.

Le guiño el ojo buscando un signo de aprobación y espero que abra la puerta.

Un momento...-Os dice, mientras pulsa un botón al lado de la puerta y habla.- Disculpe Senador, hay un zabrak y lo que parece ser un caballero jedi aquí, frente a la puerta. Traen un hombre rubio, no sé si muerto o malherido, pero desde luego inconsciente. Dicen que usted es consciente de la situación y piden pasar.

Ah sí... les esperaba. Gracias por informarme, hágales pasar, por favor.-Suena una voz desde el aparato.-

Pasen.-Dice el guardia mientras os abre.-

El senador Palpatine os recibe con su habitual sonrisa cordial.

Me alegro de veros, y de ver que este indeseable está al fin incapacitado. Ambos sabéis que sois los únicos de vuestro singular grupo en los que confío, y que no tengo especial simpatía al canciller, pero ¿qué clase de demócrata sería si desease su muerte? Si me hacéis el favor de atarle ahí...-Dice señalando una pared en la que hay unas herramientas para mantenerle inmóvil.-

Cuando acabéis tomad asiento, por favor, tenemos que hablar de otros asuntos. ¡Ah! ¿Dónde están mis modales? ¿Desean algo mis jóvenes invitados, algo de beber quizá?

Buenas tardes senador. Ahora mismo te lo amarramos.

Con un poco de agua me conformo si no es mucho pedir.

Hago un gesto a Perbar indicando que me eche una mano con el cuerpo

Entre Oprus y yo agarramos a Pent y lo colocamos en las sujeciones.

- Senador Palpatine -me dirijo a el con una ligera reverencia-.

Tomo asiento y le indico al servicio que no deseeo tomar nada con un gesto de la mano.

¿y bien? -pregunto al senador- ¿existe alguna razón aparte de traer al terrorista para venir a sus aposentos? -le miro directamente a los ojos

Sí, por supuesto. Bueno, claro que quiero que el terrorista se quede aquí, tiene información que me resultará valiosa. Pero quiero agradeceros personalmente vuestra ayuda, y pediros el holocrón, y dependiendo de lo que vea, quizá pediros más cosas. Lo tenéis, ¿verdad?

Claro que sí, digo al Senador. Fue una tarea dura para una persona sola pero todo es posible.
Lo tiene Perbar.
Hago ungesto con la mano indicando que se lo entregue

Lo busco entre mis pertenencias, alargo el brazo y se lo entrego.

- Aqui tiene senador - respondo

Fantástico.

El senador observa el holocrón y lo toquetea.

No parece que el sistema de seguridad sea muy complicado. Pobre e idiota canciller Valorum, es casi como si quisiera a propósito que lo examinaran...

Continúa varios minutos y de repente su habitual sonrisa desaparece y su semblante se torna serio.

Vaya... esto es curioso. Aquí pone que se logró acceder a los archivos hace un par de horas... Justo cuando tú apareciste en el despacho del canciller. Dime, joven zabrak, ¿acaso olvidó Siryum mencionarte que no debías intentar averiguar el contenido del holocrón?

Oh, vaya... mientras salia del despacho toqueteando aparecio un holograma pero lo quite rapido porque se acercaba gente.

Y no recuerdo que me dijera nada, simplemente que fuera a por ello al despacho, quizá con la tensión del momento debido al combate que había no le escuche o se le pasaría decirmelo.

Mire a Oprus seriamente. 

Dije -"el Senador ha sido muy preciso en decirme que cuando cojas los documentos no pierdas el tiempo en averiguar su contenido. No es de tu incumbencia." Me detuve antes de seguir. -Leer es tech, Oprus. Has decepcionado al senador, la confianza depositada en ti no ha sido respondida como debiera haber sido.-

Mire al Senador directamente.

El senador os mira seriamente. 

Mientes. Pero sea como sea has visto una información que no deberías haber visto. Siento mucho todo esto, estabas siendo de utilidad. Pero yo solo busco peones que no cuestionen las ordenes del rey.

Mira hacia Perbar.

Sabe lo que sospechaba el canciller. No nos deja otra opción. Darth Eykroun... Mátale.

Sin vacilar ni cuestionar las órdenes giré en redondo y levanté mi mano. Al instante Kadhul Oprus se elevó en el aire. Se retorcía como una cucaracha asustada... sus ojos reflejaban horror, pero no pareció sorprenderle, tal vez al preveer su destino, tal vez al pensar desde hace mucho que no iba a acabar bien. Decidí impresionar a mi maestro y sin bajarlo hice fluir los rayos de fuerza desde mis extremidades hasta el cuerpo de Oprus

Oprus sale despedido hacia detrás por la fuerte sacudida de los rayos, malherido y tirado en el suelo, pero consciente. Palpatine solo observa atento, sin moverse de su silla.

Usa tu sable láser y remátalo. O... podemos reconvertirlo a nuestra causa.

Alzo mi sable láser y con un movimiento letal termino con la vida del zabrak. Me arrodillo en frente de mi maestro esperando nuevas órdenes.

Bien, por mi puedes retirarte. No necesito nada más de momento. Creo que tus compañeros han ido de misión al planeta industrial Arkania. Quizá llegues a tiempo de alcanzarles si así lo deseas, si no, puedes tomarte un merecido descanso, tú decides.