Partida Rol por web

—Yo... —se interrumpió mi respuesta al escuchar que llamaban a la puerta. Abrí y era Teo, —déjame que te ayude —le dije tomando la taza de café y dejándola en la mesilla para que se pudiera sentar al lado.

—Le decía a Mike que nunca había visto así a Marko, no sé como podemos decirle lo que ocurrió. Quizá deberíamos esperar a que se serenase como propone Mike —moví mi mano derecha algo nerviosa y mi mente me hizo creer que aún tenía dedos, algo nerviosa mi cuerpo reaccionó para morderme las uñas pero los dedos ya no estaban ahí. Intenté disimular rozándome los labios con el resto de mi mano, y la oculté en la espalda.

Me giré hacia Mike —uno de los objetivos de la misión era traer un especimen para estudio... cuando dejaste el guante en el suelo... bien, la misión es la misión. Teo lo cogió, y si no lo hubiera hecho él lo hubiese hecho yo. No sé qué fue de aquel guante, ya no volví a preguntar... —me giré hacia Teo esperando respuesta, ojalá estuviera aquí para poder ser estudiado.

Samuel cogió una de las sillas y le dio la vuelta, mientras esbozaba una sonrisa medianamente forzada, se sentó apoyando su pecho contra la espaldera de la misma y terminó dandole un trago al café antes de comenzar a hablar usando un tono informal y ligeramente molesto. 

 - Primero debo remarcar que hicimos lo que pudimos, no obtuvimos mayores datos de lo sucedido y podríamos considerar la misión como un fracaso, pero estamos vivos y debemos honrar a los que dejamos atrás, así que si me lo permitís, me gustaría pediros un minuto de silencio por Joel y... no se si quizás tambien Richard, si no está con nosotros dudo mucho que saliera del salto de vuelta.

Observó a Kara y luego a Daniel, esperando confirmación de los mismos para tomar ese pequeño minuto de silencio antes de proseguir.

Gimnasio

El hecho de que le dirijiera la palabra parecio sorprenderla, la realidad es que el unico motivo, era porque no era ninguno de los tres con los que no queria hablar ahora mismo. Ademas, parecia tan perdida como estaba yo en cierta forma, y Klaus siempre se empeñaba en que el saludo habia que devolverlo, sin importar del humor que estuvieras. Normas basicas de civisimo o alguna chorrada similar.

Nuestros ojos se encontraron y su frase no podia tener menos sentido. ¿Importarme? Ni que fuera mi maquina, ademas ya estas aqui dentro y por desgracia no hay veto de entrada o como se llame. Negue con la cabeza mientras dejaba escapar un suspiro donde dejaba claro que ni me apetecia hablar, ni estaba de humor para ello y que lo que hicieras con la puñetera maquina era cosa tuya. Todo ese momento vino acompañado de una clara alusion al termino, no quiero saber nada de ningun ser vivo, mientras me daba la vuelta para de nuevo hacia el suelo, o mas concretamente a mi mano. La cual estaba con la palma hacia arriba, reposando sobre mi rodilla, mientras movia lentamente los dedos, como si estuviera rozando algo, muy fragil.

Escuchaba sus palabras de fondo, como un ruido que estaba ahi pero al que simplemente obviabas, como el ronroneo de un rio de fondo. Ya habia saludado, debia ser suficiente. Mas entonces hizo una pregunta que me tenso por completo. No me movi de inicio, pero sabia mi nombre y estaba claro que yo no se lo habia dado... o no me acordaba. Estaba en un momento de confianza nula hacia nadie, por lo que cuando gire mi rostro, el ceño fruncido y la mirada dejaban claro que ahora si, habias molestado de alguna forma. - ¿Y que si lo soy? - El tono era bajo, gutural, casi como un gruñido, o anticipando uno. Solo me faltaba eso, que me hubieran mandado a alguien para rebajar las tensiones con el grupo de los cojones.

Gimnasio

El tipo le devolvió una mirada abiertamente hostil y Susan, instintivamente, se inclinó un poquito hacia atrás. Cosas del cerebro reptiliano.

-Pues porque si eres Marko, entonces la gente de la cocina hablaba de tí. -Respondió. Ella tampoco dejaba de mirarle, aunque desde luego no con ese aire de león enjaulado, sino más bien como la gacela que aguarda el último instante posible antes de salir corriendo. - Me parece que tus compañeros te están montando una especie de … intervención, o algo así. - añadió con ánimo de ser de utilidad, colocándose bien las gafas.

La agresiva actitud del tío le hacía sentir incómoda, cuando se había sido una vez carne de cañón de abusones, la espinita no se sacaba con facilidad. Decidió que lo mejor sería que volviera a lo suyo con la cinta, mucho más segura y fiable, donde iba a parar.

Por fín, consiguió ponerla en marcha. Yay! Tras una pequeña celebración interna personal, que se reflejó en una gran sonrisa triunfal, reguló la máquina a una velocidad suave.

Note su reaccion, aunque ahora mismo me daba igual, mientras esperaba alguna respuesta a mis palabras ya que ella habia comenzado esta puñetera conversacion, sacandome de mis pensamientos. Aun asi de todas las posibles respuestas, la que nunca hubiera esperado es la que llego de su boca, por lo que por un momento mi mirada se volvio confusa, mientras no podia evitar mirar en la direccion en la que estaria la cocina, con el ceño fruncido, antes de volver a ella de nuevo... aun claramente confuso. La agresividad con la que te habia estado mirando habia rebajado levemente, pero no habia desaparecido ni por asomo, y aunque el cuerpo seguia tenso, podias notar como no parecia estar a punto de saltar.

Un gruñido bajo mientras desviaba la mirada de nuevo a donde estaria la cocina, cuando llego la segunda parte de tu informacion. - ¿Una intervencion? - Confuso, si, mucho. - ¿En serio? - Mi tono se volvio de nuevo agresivo. - Esta claro que se les da de puta madre confabular a las espaldas de los demas... - Golpee levemente el sitio donde estaba porque para ser sinceros, no estaba en condiciones de hacerlo con mas fuerza. Por Marte que a este paso me dara igual lo que me hayan dicho, voy a abrirle la cabeza a alguien.

Pasaron unos segundos, mientras tu te ponias con la cinta. Suspire pesadamente, dejando claro, mi cansancio y hastio por lo que fuera que mi "equipo", estaba haciendo ahora mismo. - Gracias... - El tono no parecia un agradecimiento en si, pero podias notar como estaba algo, solo algo, mas relajado desde que habias entrado.

La mire mientras seguia trasteando con la maquina y aunque no me apetecia hablar, la chica habia sido... util... e incluso... agradable quizas. Mierda. Casi podia oir al viejo, sermoneandome. Volvi a darme la vuelta, pero no como antes, ya no te daba la espalda, y ahora podias ver como seguia con el movimiento de la mano. - ¿Como te llamas? - Sin duda no serviria para abrir una conversacion ni en broma. El tono era hosco, duro y casi podias estar segura de que el gruñido seguia ahi, esperando a salir a la minima. Mas bien seria como si en lugar de tocarte el hombro para llamar tu atencion, te lanzasen una piedra a la cabeza.

- Jefe, yo no creo que haya sido un fracaso - comenzó con cautela, pues percibia el enfado de Samuel - Recopilamos muchos datos. Descubrimos que nadie había sobrevivido. Y lo más importante. Constatamos que no es factible para los cambios de Fase - reprimió el escalofrío que sintió al recordar las alucinaciones, las pesadillas, la agresividad que habían experimentado a lo último, las lagunas...

- Quiero creer que Richard está bien, pero imagino que hasta que acabe la cuarentena no lo sabremos. Aún así, me parece genial el minuto de silencio. -Agachó la cabeza y cerró los ojos intentando visualizar a Joel y Richard al principio de la misión y no en los momentos en que vió morir al falso Joel o en los momentos de fuera de control de Richard.

Susan trotaba suavemente sobre la cinta, más por mantenerse ocupada que porque tuviera realmente ganas de correr. Le sorprendió que Marko volviera a dirigirse a ella, con o sin gruñidos, más aún para darle las gracias.

- No tienes porqué darlas - la chica esbozó una pequeña sonrisa, espontanea. Al contrario que él, Susan no podría parecer amenazante ni aunque se lo propusiera. - Si yo estuviera en tú lugar, creo que también me gustaría que alguien me avisara. - añadió tratando de no perder el ritmo.

Creía que ahí acabaría todo, pero su siguiente pregunta fue tan inesperada que casi hace que se caiga de la cinta. Por suerte, estos trastos venían con una barra delantera para apoyar los brazos. - Su… Susan - recuperó el equilibrio en el último instante posible para salvaguardar aunque solo fuera un poquito de amor propio.

Marko se había vuelto hacia ella y esta vez, podía ver mejor el gesto que de vez en cuando hacía con la mano. - ¿Qué te ha pasado? - Se animó a preguntar con cierta curiosidad.

-. A pesar de que reunimos una gran cantidad de muestras y datos no quita el no cumplimiento de la misión-. Exclame con total sinceridad mientras formaba una amarga sonrisa.

Al momento de que Krieg quería hacer un homenaje a los caídos o futuros caídos, simplemente acepte en silencio. En lo personal, hacer homenajes a muertos causados por factores relacionados por trabajo lo encuentro una gran pérdida de tiempo, algo absurdo y carente de toda lógica por la simple razón que, al firmar un contrato de forma voluntaria, ya sabíamos los riesgos implicados en fin… una vez que el minuto paso soy el primero en abrir mi boca.

-.¿Han dado alguna respuesta a nuestro informe? O ¿eso lo sabremos cuando dejemos la cuarentena? -. pregunto al aire para luego continuar-. Aunque en lo personal encuentro absurdo y bastante desatinado esta política aislamiento, digo, mezclar a todos los viajeros de distintos planos en un solo lugar es bastante irresponsable… especialmente si hay probabilidades que organismos no detectados salgan y comiencen a mezclarse entre si-. Le doy otro sorbo al negro brebaje-. Pero ¿quién sabe? quizás este divagando, efectos secundarios del viaje que me han vuelto paranoico... aun así, les sugiero, con mucho respeto, que intensifiquen sus acciones sanitarias-. Vuelvo a suspirar, fijando mis ojos en mi taza.

​-Gracias y hola- dije sentándome con todo el arte que me daba la muleta, no estaba acostumbrado a los impedimentos físicos y se me notaba relativamente torpe con movimientos bastante ortopédicos.

Escuché a Ella y asentí -Efectivamente, me parece que tenéis razón y este no es el momento de hablar con él, habrá que esperar, pero en algún momento antes de que termine esta cuarentena hay que explicárselo- ​decía mirando a mis compañeros alternativamente.

-El gusano, sí... bueno, es complicado- ​solté todo el aire que me quedaba en los pulmones y empecé a hablar ​-me lo vieron en la inspección médica y... casi al momento empezaron los tiros. El enfermero dijo que servía de baliza aún estando fuera de algún huésped y que haberlo bajado había sido un error fatal, como pudimos comprobar todos- ​me encogí de hombros mas por resignación que por otra cosa, lo hecho, hecho estaba ​-De pronto el gusano saltó contra el enfermero y trató de introducírsele dentro, a través de la piel en el brazo, se lo saqué justo antes de que se metiera entero y lo trituramos con un bisturí...- hacía gesto de cortar con las manos escenificando la tensión del momento.

-En cuanto lo hicimos un alien bola rompió la puerta de la consulta y liquidó al enfermero, yo salí por patas y libré por los pelos- miré de nuevo a ambos -y esa fue la triste historia del parásito alienígena.

Escuché atónito las explicaciones de Ella y Teo.- Sí, recuerdo cuales eran los objetivos, pero ... joder un gps viviente. ¿Era necesario recoger un jodido gps viviente? Quedaban más de siete días, podríamos .... hubiera habido otras oportunidades, podíamos haber recogido muestras de cualquier otra estúpida forma de vida que intentara matarnos, las había a patadas, joder.- Notaba como me iba calentando mientras hablaba, sin que pudiera hacer nada por evitarlo. El estrés de los últimos días en Mercurio estaba saliendo y tal fuera yo quien necesitara solicitar la medicación que le había propuesto minutos antes a Ella.

Llevaba días repasando la misión, evaluando el momento exacto en que todo empezó a irse a hacer puñetas; y ahora que tenía claro cuál había sido, tampoco es que me reconfortara en exceso. Cerré los ojos y respiré tan lenta y profundamente como pude, tratando de tranquilizar mi pulso, pues descargar la frustración que sentía en Ella y Teo no me aportaría nada bueno.- Disculpad. No soy  así, de verdad, es el maldito estrés que va a acabar conmigo. - Les dije con total sinceridad.

Entonces, ¿estamos de acuerdo con posponer la charla con Marko, verdad? Aunque debe ser lo antes posible no hace falta que sea hoy. - Les pregunté ya mucho más calmado aunque con los recuerdos de la misión dándome vueltas por la cabeza como llevaban haciendo los últimos días sin que pudiera hacer nada para evitarlos.

- Maldito ojos morados.- dije de repente.- Intuí que llevarnos el gusano era mala idea, por eso no lo metí en el tarro de muestras aunque me lo pediste. Fue un presentimiento nada más, pero el maldito ojos morados debía de saberlo, igual que lo sabía el enfermero. ¿Por qué demonios no diría nada?- Dejé aquella pregunta sin respuesta en el aire.

Me llevé las manos, o lo que quedaba en una, a la cara. Me quité las gafas y solo podía pensar en lo que había llevado a toda aquella gente. —No pensé... no creía que fuera a pasar eso. El ojos morados explico algo sobre eso pero no pensé que funcionara fuera del cuerpo... —ya no podía pensar nada más en los otros temas, las pesadillas, todo era recurrente. —Lo siento —añadí.

No solo habíamos fracasado en traer la información... sino que había causado, induciendo a Teo a coger el parásito, todos los problemas.

Su respuesta me hizo mirarla detenidamente con gesto serio. Era una mujer demasiado amable, demasiado agradable y esa sonrisa no ayudaba demasiado. No me fiaba de la gente asi, no de norma pero ella me estaba dando informacion, quizas incluso ayudando sin ninguna necesidad... de momento. Aun asi pudiste notar que no me agradaba que no las aceptaras, sobretodo por el gesto de mi cara y un suave murmullo que era inteligible. Mire de nuevo a la pared y a mi mano, mientras pensaba en lo que habia dicho. - Supongo... - El tono era hosco, brusco pero tmabien confuso, como si no tuviera claro si saberlo era algo bueno o malo, en si mismo... aunque al menos me permitia estar preparado.

¿Quienes se creian para hacerme una intervencion? No eramos nada y no lo seriamos, asi que podian guardarse sus gilipolleces para quien le interesaran. ¿ Ademas iba a tener que aguantar al trio soltandome alguna estupidez supina sobre lo hicimos por tu bien o algo similar? Esperaba que no... por Marte, que no... por el bien de alguno de ellos. Aunque no estaba en condiciones de pelearme tampoco.

Susan. ¿Se habia sorprendido porque le habia preguntado? Entras aqui preguntando quien soy, pidiendo no molestar cuando es obvio que estoy aqui porque nadie en su sano juicio vendria al gimnasio tras una mision y ahora te sorprendes porque te pregunte tu nombre. Lo que hay que aguantar. Ademas si estaba aunque fuera al paso, haciendo ejercicio queria decir que habia salido muy bien aprada de su mision.

Volvi a mis cosas, mirando la mano, porque era algo que no habia podido hacer durante la mision, pensar en ese momento, en ese instante que ahora me carcomia por dentro, cuando ella rompio de nuevo el momento. Mi mano se cerro, e incluso la oculte parcialmente de ella, como si fuera algo personal, algo solo mio, mientras mi gesto se volvia de nuevo hosco y cerrado, dejando claro que no era algo sobre lo que preguntar. - Nada... - Porque no pasa nada, no con mi mano al menos. - Aparte de que me han dado una paliza... - Estaba claro que eso me cabreaba, me jodia haber perdido, pero no era solo eso... es como si me faltara algo.

Si no te habias dado cuenta hasta el momento, podrias ver las marcas de acido de mi rostro, en las mejillas, que por suerte no habian afectado a ningun organo mas.

Marko había recuperado su actitud agresiva y hostil, estaba claro que algo de lo que había dicho, le había molestado. No había sido su intención, claro, pero Susan era como un caracol, si le daban suficiente confianza, ella salía, si se la retiraban se volvía a esconder.

-Lo siento… - sentía lo de sus heridas y tambien sentia haberse metido donde no le llamaban. - Es que… - se miró los pies mientras corría - llevo algun tiempo sola - y por sola quería decir sola, sola. Su mejor amiga durante prácticamente el último año había sido una especie de cucaracha alienígena y por no volverse loca, le hablaba hasta a las piedras. - No tenemos porque hablar si no quieres. Podemos simplemente quedarnos aquí, no te preguntaré más cosas. - No quería volver a estar sola, pero tampoco sabía muy bien como estar con otra gente. Tenía miedo al rechazo, siempre lo había tenido, por eso se esforzaba por ser complaciente. Aunque al parecer no era la mejor estrategia.

No queria que Marko se marchara, por hosco que fuera, la compañia era infinitamente mejor que la cucaracha. No tenía grandes espectativas, en cualquier caso. Asique cerró el pico.

Dentro de mi cabreo, porque al fin y al cabo era un cabreo conmigo mismo primero, y luego con los demas, la escuche decir que estaba sola. Conocia esa sensacion, no porque no supiera estar solo, sino porque cuando te has acostumbrado a tener a alguien que significa tanto a tu lado y la pierdes... todo deja de tener sentido y tu mundo, su centro se tambalea de formas que no creias posible. La soledad... la odiaba aunque formara parte de mi, asi que cuando ella la mento, no pude evitar mirarla. Mi gesto seguia siendo hosco y duro, pero habia algo mas detras de todo eso. - Ya somos dos... entonces... - No parecia que disfrutara con ello, y aunque conocia gente, o tenia con quien juntarme de vez en cuando, la soledad estaba ahi, porque daba igual tener a todo el coro celestial, si tu Diosa no estaba. El tono seguia siendo brusco, poco agradable y sin duda no daba pie a que preguntaras por ello, ni por asomo, sobretodo por como desvie la mirada, para que no vieras mi rostro.

Suspire de forma obvia, larga incluso para los anteriores, cuando hablaste diciendo que podiamos quedarnos en silencio. ¿Entonces a que has venido? Te vas de un sitio porque parece que quieren hablar algo privado y vienes aqui a estar conmigo, que he buscado estar solo porque justamente porque es lo que queria, antes que tener que aguantar gilipolleces varias... aunque tu no entres en ellas. Solo esos tres inutiles. - Habla si quieres... - Un leve gruñido, mas leve que los demas pero con ligero toque de fastidio, aunque no entedieses por qué. Como indicandote que podias hablar, mientras dejaba claro a la vez que cuidaras sobre que... al mismo tiempo que quedaba en el aire, si recibirias respuesta alguna.

No sabía porque insistian en que habían fallado. Es cierto que no habían averiguado quien había abierto la"puerta", pero a pesar de todo lo que habían sufrido allí, habían logrado bastante. Informar a Titán de que aquel sitio no era seguro. Descubrir que no había sobrevivido nadie. Lo peor es lo que se habían traido a casa. La paranoia. A veces los miraba y recordaba a Joel lleno de cables y de liquidos hidraúlicos. La voz de su marido que la había perseguido. Ahora no lo oia, pero había sido tan real...

Comenzó a caminar como una gata encerrada. - ¿No hemos tenido suficiente desconfianza de donde venimos que hay que seguir haciendo lo mismo aquí? - se pasó la mano por su corto cabello con cierta desesperación - Hemos pasado unos controles médicos al volver. Si Titan sospechara que pudieramos ser portador de algo contagioso no nos juntarían - sabía que estaba sacando de quicio lo que había dicho su compañero pero no podía evitar sentir como la sangre se le iba calentando.

- Estoy cansada. Muy cansada - dijo con furia mientras soltaba la taza con desdén sobre la encimera. Apoyó ambas manos en la fría superficie mientras agachaba la cabeza e intentaba controlar las lágrimas que querían escapar de sus ojos. Pero hace mucho que se había prometido no llorar delante de los hombres, así que usó la poca fuerza de voluntad que le quedaba para volver a respirar más lento y reprimir sus emociones

Contra todo pronóstico y solo durante una milésima de segundo, el germen de una especie de conexión surgió tan inesperadamente como la chispa de la sopa primigenia. La mirada de Marko seguía siendo dura y fría, mientras que la de ella era más bien triste, sin embargo, ahí estaba. El momento se esfumó, no obstante, en cuanto Marko volvió a apartarse.

Susan seguía corriendo en su cinta cuando el tipo le dio permiso para continuar hablando. De repente, tenía la sensación de encontrarse frente a una especie de examen.

- Vale, pues um… ¿De donde eres? - Se animó a preguntar. 

No sabia porque le habia dicho que hablase. Suponia que era por la forma en que habia dicho que estaba muy sola, porque una vez te adentras ahi, llega un punto donde la sola presencia es importante, pero escuchar la voz de otras personas ayuda o eso me habian dicho a mi. No me habia servido, esa era la verdad, porque mientras la gente suele buscar cualquier voz, yo buscaba solo una. La unica que no tendria nunca. La unica que habia perdido y que por lo tanto, no volveria a escuchar y en comparacion con esta, las demas no eran importantes. Nunca lo serian.

Entre el ruido de la cinta, o de su cuerpo moviendose sobre esta, llegaron sus palabras. Suspire de forma clara, cansado ligeramente, mientras negaba con la cabeza levemente. ¿Por que se empeñaban siempre en preguntar? Le habia dicho que hablase, no que preguntase, o curiosease. Estabas sola y necesitas hablar, hazlo... pero lo otro... no. - No soy de ninguna parte en especial... un poco de aqui y un poco de alli. - Una sonrisa extraña, melancolica y triste asomo a mis labios, mientras seguia mirando a ninguna parte y que claramente no iba adirigida a ti. El tono como siempre habia sido brusco, directo, seguia siendo como si sintieras que te pegaban un pedrazo, mas que alguien hablando contigo.

- Disculpame Daniel - soltó de repente cuando logró tranquilizarse. - Disculpadme los dos. ¿Os importa que sigamos la conversación en otro momento? - no había modificado su postura en ningún momento, como si le hablara a la encimera. Esperó que le respondiera antes de moverse

Observé a Mike, no sabía como iba a reaccionar después que supiera la verdad. No le habíamos hecho caso, pero tampoco pensaba en ningún momento que fuera a ocurrir aquello. Supongo que como Marko, que tampoco se esperaba que lo drogaran.

En el momento en el que iba a acotar algo relacionado con la actitud de Kara, esta decide aplazar la conversación por obvias razones “¿estrés post traumático? ¿simplemente estrés? ¿depresión?” miles de teorías bombardean mi curiosa mente sin piedad, olvidando, por un momento, mi papel como médico.

-. Lo siento señorita Tharson, no fue mi intención incomodarla-. Digo con total sinceridad mientras me levanto y hago una pequeña reverencia-. Y si me permite hacer un mea culpa, asumo toda la responsabilidad de su actual situación-. Me tomo un par de segundos para armar las siguientes palabras a la vez que le sonrió de la forma más cálida posible, como si ella fuese mi paciente de décadas -. Por lo mismo, apoyo su noción y, si se puede y esta de ánimo, permíteme invitarla a beber hasta que nuestras funciones cerebrales sean ineficientes-. Vuelvo a mi postura inicial a la vez que apoyo mi mano en mi mentón, pensando una forma no química de relajar el ánimo del pelotón, sea como sea, como profesional de la salud es mi responsabilidad-.Pero antes de esto me gustaría, más tarde, preparar la cena mientras ustedes hacen lo que estime conveniente… aunque sugiero ejercicio de alta intensidad y una ducha caliente, si esto no funciona puedo recetar pastillas para dormir, pero prefiero evitar aquella medida lo más posible... ya veremos que hacer con las incognitas sobre la mision pasada-. Finalizo, aun manteniendo mi más agradable sonrisa, confiado de mis habilidades culinarias.