Partida Rol por web

Escucho el mensaje de Samuel mordiéndome el labio, la verdad era que yo tampoco había estado muy pendiente de nada durante el funeral, pero ahora, ya más tranquila no podía evitar que se dibujase una media sonrisa al oír a Samuel, tenía razón, él lo hubiese querido así.

Asi que, al rato grabo otro mensaje de voz en respuesta al suyo intentando sonar calmada.

-Sí, no te preocupes, yo tampoco estaba para nadie más, necesitaba desahogarme a mi manera, nadie nos preparó para esto. Asi que no tienes que disculparte, no seas tonto, -suspiro largamente - en cuanto a lo de despedirnos de él, sí, creo que es una gran idea, no creo que a nuestro Steve le hubiese hecho mucha gracia toda aquella parafernalia. Asi que, cuando quieras dime y nos vemos, ya sabes que yo también estoy para ti.

 - Avisaré a OA, si es que la han soltado de detención. Esta chica es un problema con patas y eso que no es Rubia. - Era la broma recurrente, al menos buscaba hacerla reir y soltar algo de tensión - En cuanto esté todo os avisaré para reunirnos en el bar y hacer algo mas conmemorativo y sin tanta gente, que se de sobra como odias las multitudes, tanto como yo.

Una risa seca acompaño a lo último, intentando mantener la firmeza de su voz, luego se escucho el sonido de un mechero zipo al encenderse, seguido del caracteristico rumor del papel quemarse

- Luego si tienes un rato me paso por allí para hablar, hubo algo en la ceremonia que no me gustó un pelo, alguien mejor dicho no puedo ni ponerle rostro pero iba armado y deambulo por el lugar haciendo cosas extrañas.

Estas últimas palabras sonaron mas serias y preocupadas, parecía que aquello que viese no le había causado buena impresión y le había puesto en alerta o a la defensiva.

Samuel intentó contactar con OA mediante un mensaje que preparó tras escuchar el de su amiga.

 - ¿Todo bien OA? Menudo espectaculo hiciste. Aunque fue algo digno de tí y así es como debe ser - Hizo una pequeña pausa, para darle una calada al cigarro - He hablado con River y ahora te toca a tí. ¿Por que no nos juntamos para despedirnos de Steve como debe hacerse? Creo que hubiera preferido algo con alcohol, juegos de cartas y sus amigos reunidos y no dispersos sin sonreir y rodeados por otras personas. Si todavía estas en detención no creo que lo escuches así que entenderé que si no me respondes en unas horas iré a preguntar por tí, no te escapas de esta. Por cierto, debemos retomar lo que hablamos antes de que me fuese de misión por el multiverso, cuidate y espero respuesta.

Tienes tú que empezar con el post.

Un par de dias despues del entierro

"Cicatrices y lo que conllevan"

El rostro dolia horrores, porque si una cosa estaba clara es que OA sabia dar golpes, y cuando los daba, sobretodo cabreada, no era de las que se guardase nada dentro. Dormir aun tenia sus desventajas, sobretodo como se me ocurriese moverme mucho, aun con el vendaje que me habian puesto, habian indicado algo sobre una mascara pero por el momento me lo tomaria con calma.

Me mire en el espejo, viendome las pintas que tenia y no pude mas que reirme de mi mismo. El humor, ese condenado enemigo que a veces no entendia, pero ahora si, me parecia mucho a alguien de algun tiempo pasado, alguien que me habia hecho reir mucho. Me afeite como pude, recortando las partes que tocaban y dejando las demas pasadas a cuchilla.

Sali de casa vestido con ropa casual mientras me dirijia a uno de los pisos medicos. Tenia una cita y no era cuestion de llegar tarde, sobretodo cuando si las palabras de Hilv eran ciertas, lo que cojones me hubiera hecho ese alien, o los farmacos posteriores, vete a saber que mierda de reacciones secundarias podian dar, provocaba algun tipo de feromona relacionada con el deseo sexual. Ojala fuera esa mierda, porque asi todo tendria un poco mas de sentido y que me partiesen la nariz, no seria para tanto.

Subi en el ascensor y de ahi a la planta en cuestion, consegui no perderme por los pasillos hasta llegar frente a la puerta. Di un unico golpe, potente, fuerte para que se me oyera y espere a que me indicaan si podia pasar. El reloj marcaba las doce menos cinco, habia quedado a las doce.

Gimnasio - 4 días después del funeral 

La vuelta a la normalidad tras la misión no estaba siendo sencilla para Arabelle. Primero la cuarentena, luego el funeral, y ahora estaba teniendo serios problemas para dormir por las noches. Cada día se quedaba trabajando hasta tarde, hasta que el laboratorio estaba tan vacío que caminar por sus pasillos comenzaba a resultar siniestro. Pero a veces incluso así sufría para conciliar el sueño. 

Aquel era uno de esos días. Había pasado ya la media noche cuando Arabelle entró por la puerta del gimnasio, vestida con una camiseta de tirantes de lycra azul, y unos pantalones de yoga negros, y dispuesta a agotarse lo suficiente para poder más tarde caer rendida en la cama. 

Al día despues de haberse comunicado contigo, Samuel te envió un correo escrito donde indicaba que OA va a estar otros cuatro días bajo arresto y además que estaba pensando en marcharse, en el mismo mensaje se mencionaba que tendrían que hablar con ella también antes de que tomara una decisión precipitada, algo complicado sabiendo lo explosiva que era su amiga.

¿Entrenando señorita Sievert?- Cierta complicidad en la voz llamó la atención de Arabelle mientras esta empezaba a calentar al lado de las bicicletas estáticas. GAIA se había parado a su lado, enfundada en unos pantalones licra y una sudadera ancha. Aquellos que no tuvieran cierto estatus no la podrían reconocer, no tenía cara para ellos. Aunque las malas lenguas decían que se la cambiaba dependiendo del día. 

Una sonrisa casi natural se dibujó en el rostro de la IA que había entrado con otra chica mas bien algo baja morena con un mechón del pelo de otro color. La acompañante se perdió directa a los vestuarios. 

Estaba preparándose para empezar. Calentando junto a las bicicletas estáticas, con los auriculares puestos y la música sonando. Cuando había entrado el gimnasio estaba vacío, algo normal tan tarde. No se estaba encontrando demasiada gente tan noctámbula como ella. En aquellos momentos no podía sino envidiarlos.

-Buenas noches, Gaia – sonrió mientras se quitaba los auriculares y los dejaba colgando sobre su camiseta. La música seguía sonando. Se sentía aliviada de no estar completamente sola en el gimnasio – Estoy teniendo problemas para dormir desde que volví de la misión – admitió  sin darle demasiada importancia – entrenar me ayuda… ¿Cual es tu excusa? - preguntó con tono afable

Se fijó en la otra chica que se iba. Le recordaba a la asistente de Yuri. La había conocido tiempo atrás, al ir a devolverle el cactus a Yuri. Se preguntó entonces que habría sido de él... No había vuelto a saber nada desde entonces. 

River contesta a tu correo ese mismo día, en el mensaje se puede notar que está impaciente por hablar contigo, demasiadas emociones en tan poco tiempo. Te propone veros cuanto antes para hablar tanto del funeral, como de la situación de OA antes de quedar también con ella.

La respuesta fue inmediata diciendo que sería mejor reunirse antes así que le indico un lugar que tuviera un entorno verde y senderos para poder caminar o hacer algo mas al "aire libre", tambien indicó que se dirigiría al lugar de inmediato.

La soldado entró en el gimnasio tarde con la mirada fija en el suelo. De nuevo las pesadillas la habían despertado pero al menos ahora gestionaba mejor su estado de ánimo y hacía algo productivo con aquel contratiempo. Llevaba una camiseta una talla más grande de la suya y unos pantalones cortos.

Al llegar a la cinta de correr se percató de que había más gente. Soltó un apresurado buenas noches mientras subía y programaba el ejercicio sin poder evitar lanzar miradas de reojo a las dos mujeres. Una de ellas le era completamente desconocida, pero la otra le sonaba.

"Dios mio, es la chica que me ayudó cuando sucedió lo de Geralt!"

¿Cómo se llamaba? Mike había dicho su nombre, pero su mente aquel día no estaba muy lúcida.

- Perdonarme. ¿Estabas en el funeral el otro dia? - dijo para romper el hielo - yo soy Kara. Solo quería darte las gracias por... bueno, ya sabes - sonrió con timidez

Otra mujer entró en el gimnasio mientras hablaba con Gaia. No conocía su nombre, pero la reconoció inmediatamente del funeral. Era la mujer que a la que había visto a punto de derrumbarse, y a la que había ayudado a llegar al banco para sentarse. Parecía que eran unos cuantos los que buscaban hacer deporte para caer rendidos más tarde en la cama. 

-No hace falta que me des las gracias, no hice nada... - trató de quitarle importancia a lo que había pasado - Creo que muchos estamos teniendo unos últimos días complicados... el funeral no fue sencillo para casi nadie... - Muchos parecían estar al borde de un ataque de nervios, incluida ella misma. En el propio funeral había tenido que irse en cierto momento, y el otro día con Hilv había sido algo parecido. Apenas necesitaba que algo le recordase ciertas cosas para venirse abajo - Yo soy Arabelle, estoy en el equipo científico - contestó con una sonrisa amable