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Escena Richard y Arabelle. Bar de Titán, dos meses antes

-Realmente piensas que estoy loca - se burló levantando la copa antes de darle un trago - No pasa nada, no pasa nada... es un pensamiento bastante extendido por aquí - se quedó un momento en silencio y luego lo miró a los ojos y sonrió mientras se encogí de hombros - No es cuestión de espiritualidad... o si, pero no busco estar en paz con el universo - el tono jocoso de Richard había hecho que se sintiese suficientemente cómoda para ir abriéndose más de lo que solía hacerlo - mi problema es conmigo misma... supongo... Supongo que discuto mucho con la Arabelle del pasado y del futuro. Se hablan demasiado... La del pasado cometió muchos errores, y la del presente tiene miedo de que la del futuro vuelva a hacerlo. Hay algunas cosas que necesito arreglar, y... con mis orquídeas me siento... segura... - el tono jocoso había dado paso a uno más emotivo, más inseguro - Quizá toda esta historia de venir aquí tenga que ver... no lo se... - empezaba a sentir que estaba yendo demasiado lejos, entonces volvió a cambiar el tono a uno más jovial, aunque fue un cambio evidentemente forzado  - Creo que estoy hablando demasiado de mi ¿Y que hay de ti? ¿En que cree Richard, experto en explosivos? - le preguntó mirándole de nuevo a los ojos

Que va... no he salido mucho, sólo he estado en Pyeongchang el año pasado fuera de los Estados Unidos la chica sonrió pero mi madre siempre dice que en Italia no hay sitios feos se encogió de hombros aunque tampoco ha estado nunca, así que... supongo que todos los sitios son bonitos cuando estás de vacaciones dejó escapar un suave risa y bueno, si, hace frío, siendo objetivos hace frío al final te acostumbrabas pero en verano a veces llegamos a los quince grados dijo como si fuera un calor de la leche.

Sin examenes...

Asintió divertida mientras se inclinaba hacia delante para poder leer mejor el pasaje que señalaba Carlotto, porque aunque lo leyera él, tras su pregunta, iba a necesitar releerlo alguna que otra vez.La chica no tenía cara de aburrida, el antiguo sacedorte tenía toda la atención de la joven, siempre había tenido inquietudes religiosas, no sólo referidas a la religión que practicaba.

Nunca había leído esa parte, pero, sinceramente, no me gusta mucho habló tras levantar la mirada de las páginas y centrarla en el bonito azul del hombre que estaba sentado a su lado este Dios golpeó el libro suavemente con el dedo indice de su mano derecha me parece un Dios exigente, autoritario, el de los mandamientos también, aunque hay diferencias, sobre todo no veo nada sobre santificar las fiestas, y eso de la maldad de los padres sobre los hijos... tampoco lo entiendo mucho se sinceró yo siempre me he fijado más en las enseñanzas de Jesús, en todos losmensajes que hacían referencia a la de un Dios compasivo, no como se presenta en el antiguo testamento ella no era una experta no se, es que a veces la Bilbia es un poco rara, es como si hubiera dos Dioses diferentes, no sé como explicarlo se estaba aturullando, las palabras no era lo suyo y estaba quedando un poco en ridiculo siempre me ha gustado pensar que el mensaje que dice que la mejor manera de llegar a Dios es a través de uno mismo, de las acciones que uno realiza, no pedir o mendigar por su ayuda movió la cabeza un poco frustrada por no ser capaz de encontrar la forma adecuada de expresar su idea.

Sala de entrenamiento de Titán, campo de tiro

Puede ser, pero eso no me preocupa tanto, sino tener claras las jerarquías. dijo pensativo, luego movió la cabeza restando importancia al asunto, no era algo que en ese momento le quitara el sueño.

Supongo que aquí nos llevan por distintas razones. expuso Richard, la miró de soslayo. Tan válidas unas como otras, ¿entonces no llegaste a entrar en combate? preguntó con extrañeza, pero tampoco sin pretender juzgarla. Richard moderaba su entusiasmo o, quizá no compartía el mismo con Hilv acerca de la perspectiva de las misiones que les esperaban, se limitó a sonreír con tranquilidad.

Bueno, se esfuerzan en hacernos creer que no es así. repuso mirando a su alrededor. Como ingeniero te digo que todo esto.. es una obra colosal, creo que inigualable ahora mismo en ninguna parte del mundo. afirmó sin esconder la sorpresa. Titán debe tener unos generadores de energía enormes, y eso solo para mantener la energía diaria, porque imagino que para los saltos la exigencia energética se dispara.

Liberado un poco de la faceta más técnica de su trabajo, miró a Hilv con cierta actitud apurada, no sabía si estas cosas la interesaban, por lo que atajó.

Aceptar que la realidad puede ser distinta es el primer paso. dijo Richard con cierta sapiencia en la forma de abordarlo, miró a Hilv y se encogió de hombros, distendido. Si te gustan las películas de ciencia ficción tienes mucho ganado, supongo. bromeó el militar. Pero supongo que hasta que no se nos asigne la misión no lo sabremos.

-¿Pyeongchang? Me suena a asiático, pero no sabría situarlo en un mapa, creo que es la primera vez que lo escucho. En todo caso coincido con la opinión de su madre sobre Italia, debería plantearse unas vacaciones allí, también tenemos sitios fríos y con nieve en el norte, aunque un poco más hacia los Alpes, por si quiere sentirse como en casa.

Asintió a la aseveración, no tenía intención de hacer de aquello una clase, ponerle deberes y luego examinarla, eso solo era útil para los que querían justificar sus conocimientos a la hora de sacar un título, pero no para la experiencia personal de alguien. Debía estudiarse la Biblia por convicción y necesidad propia.
Don Carlotto sonrió.

-¿No le gusta? Quizás piensa todo eso porque ha estado mirando todo desde el ángulo equivocado. Jesús, Dios y el Espíritu Santo, tres personas en una, todas con las mejores características que podamos imaginar en su máxima expresión. Dios nos hizo el regalo más maravilloso del mundo: el libre albedrío, y haciendo uso del mismo fue como pecamos. ¿Podría habernos diseñado para obedecer sus órdenes ciegamente? Sí. O ¿Podría habernos destruido y comenzar de nuevo? También. Pero no, su amor por la humanidad es tan grande que diseñó un plan perfecto para salvarnos y entregó a Jesús para que se sacrificara por cada uno de nosotros. Eso nos lleva a que la Biblia es un libro que tiene un único objetivo, que cada uno de nosotros pueda alcanzar la vida eterna. Y por eso los mandamientos. ¿Como sabríamos si estamos haciendo lo correcto si no existieran? Dios no nos exige nada. ¿Cree usted que necesita exigirnos? Somos nosotros los que le necesitamos a Él, por eso da igual lo que hagamos, en realidad no podemos hacer absolutamente nada para salvarnos. ¿Le suena Lutero y la reforma? Todo el movimiento comenzó al descubrir una gran verdad: la justificación es por la fe y no por la obras como creían hasta entonces.

Corea del Sur confirmó lo asiático del lugar, pero no añadió nada más y creéme, si madre va a alguna vez a Italia, querrá mantenerse muy alejada de la nieve de toda su familia, era la que peor lo llevaba, también es verdad que era la única que no había nacido en la zona, pero siempre afirmaba que haber conocido a su padre y tenerla como hija era lo mejor que le había pasado en la vida. Hilv no estaba de acuerdo con la última afirmación.

Conforme Carlotto fue exponiendo su razonamiento, el ceño de la chica se fue frunciendo cada vez más, al principio parecía un esfuerzo por seguirlo, pero cuando terminó de hablar, la confusión era la que predominaba.

Creo que no le he entendido demasiado bien reconoció sin avergonzarse por su escasa comprensión a ver, dice que según Lutero sabía quien era y más o menos las diferencias con el catolicismo, más o menos que lo importante para salvarse es tener fe, que da igual lo que hagamos eso es lo que deducía de las palabras de Carlotto pero por otro lado, usted habla sobre los mandamientos, que son la guía para saber si estamos haciendo lo correcto, pero, si realmente da igual lo que hagamos, ¿qué sentido tienen? Negó con la cabeza, no se enteraba mucho de esta parte ¿me está diciendo que yo puedo ser una cabrona durante toda mi vida pero que eso no importa mientras tenga fe? Seguramente estaría interpretando mal las palabras del sacedorte, pero al igual que en casi todos los aspectos de su vida, le resultaba difícil no intentar superar cualquier barrera. 

No, nunca he entrado en combate no le sorprendió que se extrañara, seguramente la mayoría de los militares de la zona eran personas con una amplia experiencia sólo un par de misiones de reconocimiento, pero no, nunca he tenido que combatir contra ningún enemigo fue evidente el desafio en su mirada, parecía estar acostumbrada a reacciones como las de Richard, Soy mucho más joven joder, aquí parece que no vale nada de los que hayas hecho si no has estado en unas pocas guerras... pero este cambio de tema.

La verdad es que nunca me había parado a pensarlo volvió a mostrarse más relajada la verdad es que aquí todo funciona con energía parecía que de verdad era la primera vez que sopesaba los costes energéticos... pero las siguientes palabras hicieron que ella sonriera de manera más abierta eso es lo primero, tener claro que no se puede dar por sentado que nada funcione igual que aquí Virmin se lo recordaba de manera constante y por supuesto, lo primero que hice al llegar fue ver Stargate, las pelis, la serie... era cierto deberían incluirlas en el temario de estudios le agradó que se comportara de esa manera, era refrescante encontrar a un militar que fuera capaz de comportarse de una manera normal la verdad es que por una parte, me muero de ganas de saltar, pero, por otro lado, admito que me acojona un poco amplió su sonrisa joder, pues salir ahí y encontrarte con algo como Alien, y estoy seguro de que eso no sería ni lo remotamente peor suspiró suavemente la verdad es que ahora me arrepiento de haber visto alguna de esas pelis maldito Jake... añadió en tono jovial.

-Corea del sur... vaya, está bastante lejos, pero supongo que es un lugar interesante y con una cultura muy distinta a la occidental. -Don Carlotto rió con los comentarios de Hilv sobre su madre, tampoco le extrañaba mucho que alguien que viniera de un clima como el de Alaska no quisiera tener nieve a su alrededor.- Bueno, dígale que no tiene nada que ver a aquello. En todo caso que vaya en primavera o verano y solo verá la nieve en las grandes cumbres del norte, pero si baja un poco hacia Milán, Venecia, Florencia, la Toscana... Seguro que lo disfrutará mucho. O si no que vaya a Roma, una ciudad demasiado caótica para mi gusto, pero con cierto encanto, es innegable. Y si le gusta la aventura puede irse más al sur, buena gente y con un carácter muy especial.

Don Carlotto estaba seguro que Italia era un país donde cualquiera sería bien recibido por sus gentes y del que se podía disfrutar mucho pues ofrecía diferentes ambientes.
De lo que no estaba tan seguro era de que sus explicaciones estuvieran llegando a Hilv, como se confirmó finalmente. Sonrió paciente.

-Le contaré una cosa, cuando era joven, en el seminario, teníamos un profesor al que le gustaba repetirnos lo siguiente: No hay persona que entienda mal algo si el que se lo cuenta sabe explicarlo bien. Lamento quizás haber sido vago en mis razonamientos, pero déjeme que intente remediarlo. Sí y no. ¿Recuerda al ladrón de la cruz? Había tenido una vida reprochable y sin embargo se arrepintió en el último momento entregando su vida a Jesús y confiando en Él. Se salvó. Pero desde luego ese no es el camino ideal, lo más probable es que haciendo eso acabe uno como el otro ladrón, burlándose y no reconociendo su salvación ni teniéndola a su lado. Los mandamientos son en parte el carácter de Dios y todos los creyentes aspiramos a ser como Él, como Jesús ¿Verdad? Eso es así porque lo amamos como Padre, así que no obedecemos por obligación, si no como consecuencia de ese amor. Si le amamos cumpliremos sus mandamientos, pero eso no nos salva, solo la sangre derramada por Jesús en la cruz lo hace, el sacrificio que hizo. La paga del pecado es la muerte y por lo tanto todos debemos morir, por eso Jesús se ofreció de intermediario, Él pagó por nosotros para que podamos ir a la vida eterna.

Esperaba haberlo explicado de una manera sencilla, pero por si acaso sonrió a Hilv y esperó por si esta tenía alguna duda o aclaración.

Tendré en cuenta sus recomendaciones para cuando planeenos la próximas vacaciones familiares

Sonrió con añoranza, no podía ser de otra manera, los echaba de menos a pesar de que tampoco llevaba tanto tiempo en Titán.

Se esforzó en intentar seguir las palabras que Carlotto exponía con una buena dosís de paciencia. A ella siempre se la había dado mal intentar explicar las cosas, se enfurecía demasiado pronto cuando no la comprendían, pero apreciaba a las personas que eran capaces de intentar enseñar, y eso que era consciente de que, la mayoría de las veces, era una mala alumna, y que sólo la disciplina autoimpuesta lograba que aprendiera las cosas, cuando intentaba imponérsela... la cosa era bien distinta.

A ver si ahora le he entendido mejor su mano derecha agarraba el borde del banco en el que estaban sentados, mientras la otra seguía en su regazo la idea es que las buenas obras que hagamos, o sea, seguir los mandamientos, sean hechas no porque a través de ellas pudiéramos obtener la salvación, sino hacerlas porque verdaderamente creemos en ellos, porque confiamos en la sabiduría y el amor de Dios creía haberlo comprendido, y había cierta lógica en lo que decía vamos, que no hagamos las cosas porque al hacerlas estemos “comprando” un billeta para la vida eterna banalizó un poco la situación, con la esperanza de ser capaz de expresarse mejor así, ya que sentía que carecía de la formación necesaria como para intentar ponerse a la altura del ex sacedorte. 

Carlotto asintió satisfecho y sonrió.

-Si se deciden por la toscana puedo recomendarles algún pueblecito y ciudades que visitar, pasé allí los últimos años de mi ministerio. No tenga ningún reparo, estaré encantado de ayudarlos.

Tras la explicación Don Carlotto quedó satisfecho por la respuesta de Hilv, le parecía importante que tema tan trascendentales como aquel fueran comprendidos.

-¡Exacto! Lo ha entendido perfectamente. Claro, todo esto tiene una gran profundidad, ya lo comentamos antes, la Biblia tiene la característica que puede ser tan sencilla o complicada como uno busque, pero esa es una interpretación correcta de lo que pienso, bueno, no solo yo, no quiero parecerle un iluminado jajaja, hay mucha más gente que piensa así, casi todas las iglesias que aparecieron tras la reforma de Lutero. Pero lo más importante de todo es que la Biblia respalda esos pensamientos. Si le apetece puedo darle algún texto para que usted lo mire tranquilamente en su casa y si tiene alguna otra pregunta puede consultarme cuando sea.

Escena Richard y Arabelle. Bar de Titán, dos meses antes

Richard escuchó a Arabelle en silencio, aunque en la mirada del militar no trascendía compromiso o resignación, sino comprensión. El hombre transmitía con su actitud que comprendía lo que la mujer le estaba contando, tomaba una actitud relajada para que Arabelle se encontrara cómoda.

Si esa es tu reflexión, creo que todos estamos locos. respondió con gracia. Y aquel que se adjudique el título de "persona normal".. pues debe ser una persona verdaderamente aburrida. bebió un poco mostrando una sonrisa contenida. Movió la cabeza mirándola con atención. Tranquila, no soy el juez de nadie. Eso solo lo hace el Altísimo. apuntó con tranquilidad.

Cuando Arabelle desvió el tema de conversación hacia él, Richard tomó el comentario de la mujer con gracia, se permitió reír un tanto.

Bueno.. en la ingeniería militar nos enseñan algo más que poner explosivos. bromeó de buena gana. Supongo que creo en Dios, en algo más que nosotros. Pero en el fondo, en el buen hacer de las personas, en el día a día que se demuestra trabajando. sonrió levemente. Al fin y al cabo, Dios está en los pequeños gestos y en las buenas acciones.

Sala de entrenamiento de Titán, campo de tiro

El desafío de Hilv se encontró con un muro de indiferencia, de asertividad. Quizá juzgado mal la respuesta de Richard, pues no se mostró condescendiente, pues lo que dijo parecía bien acompañado de sinceridad.

Los marines dan un entrenamiento ejemplar, seguramente que lo harás bien. asintió tranquilamente, neutro en sus palabras.

La escuchó con tranquilidad, al verla más relajada con ese tema de conversación lo estimuló respondiendo a su vez.

La verdad es que nunca he sido muy seguidor de esa clase de películas. admitió con cierto apuro. Aunque he visto varias, procuro afrontar cada escenario como algo único. Al final, todo es como lo dicen, la realidad supera la ficción. fue algo proverbial en ese comentario, pero no por ello dejaba de creer en ello. Ahí fuera el éxito reside en tu profesionalidad y tu entrenamiento, y el azar. Por desgracia, el azar es quien decide al final muchas cosas, nosotros solo podemos acotar lo que nos afecta ese azar.

Nivel 56, Restaurante Novus, Hora de cenar

A decir verdad no sabía porque se había decidido por ese sitio. Quizá porque tras un breve estudio acerca de las valoraciones de restaurantes de Titán tenía una buena puntuación, pero tampoco resultaba lo más moderno que pudiera ofrecer el nivel de restauración de la base. Fruto de ese cálculo poco medido, cuando Richard se topó con la decoración y el trato de restaurante de buen nivel, bufó algo frustrado temiendo dar una falsa impresión de arrogancia o vete tu a saber cual.

La elección del vestuario y el prepararse resultó ser otro handicap, hacia años, ¿o era siglos?, que no tenía algo parecido a una cita desde la época de noviazgo con su exmujer. Imaginó que mostrarse presentable ante Silke lo iba a agradecer, así que afrontó la situación con un resignado afeitado que terminó en desastre al recibir un aviso de simulacro haciendo que cortara más barba de la prevista. Los consecuentes intentos resultaron las pinceladas finales para el desastre, por lo que no iba a admitir abiertamente que había ido a una peluquería para que arreglaran el desaguisado.

Llegó puntual, como un reloj suizo, vistiendo ropa cómoda sin pretensiones y maldiciendo su estampa. Ni que fuera a ir a la batalla, pero ahí estaba, rígido como una estatua sin saber si estaba haciendo las cosas bien o mal cuando ni siquiera habían empezado.

Volvió a agradecer con un gesto de cabeza el ofrecimiento de Carlotto, si decidían pasar por Italia sin duda aceptaría las recomendaciones de alguien que conociera bien la zona, sería de idiotas no hacerlo.

Se sobresaltó un poco la vehemencia con la que el ex sacerdote afirmó que lo que había dicho la chica era justo lo que él estaba intentando explicarle. Hilv no pudo sino ampliar su sonrisa, satisfecha como una alumna que hubiera dado la respuesta correcta, porque una parte de si misma se sentía así. Tenia fe, como había dicho, pero sin duda su visión de las enseñanzas de Dios y de la biblía no eran tan extensas ni intensas como las de Carlotto, pero había pasado bastantes horas de su vida entregada a intentar comprender lo que decían varias religiones.

Claro, si me da los lugares exactos donde debo buscar, lo miraré sacó el móvil de su bolsito negro, dispuesta a tomar nota de lo que le dijera Carlotto cuando nos veamos de nuevo para recoger esa biblía que me ha prometido, le comentaré mis impresiones al respecto para aquellos que desconocían gran parte de la vida de la chica, les resultaban un poco raras sus preocupacions religiosas más allá de lo inculcado en su hogar ahora se está haciendo un poco tarde, y creo que será mejor que me marche ahora que parece que he comprendido un poco mejor cosas en las que, sinceramente, no me había parado a pensar mucho, la verdad ella siempre había sido más de, si haces cosas buenas, te salvarás...

Se pusó de pie en cuanto tuvo los pasajes que Don Carlotto tuviera a bien decirle y le tendió la mano.

Ha sido una agradable sorpresa encontrarme con alguien como usted aquí dijo con sinceridad confio en que nos veamos la semana que viene la verdad es que había venido a esta planta por obligación moral, y ahora se alegraba de haberlo hecho. 

Agradeció el tono empleado por Richard al nombrar el entrenamiento y su frase hecha de ánimo y cortesía. Era lo que necesitaba, que la trataran exactamente igual que a los demás, sin ninguna floritura ni historia, ambos eran soldados, ella valoraba la experiencia, siempre había estado dispuesta a escuchar, pero muchos de los veteranos menospreciaban a los recién llegados.

Deberías ver unas pocas, la mayoría son entretenidas, algunas están bien y unas pocas son bastante buenas suponía que como en casi todos los géneros pero tienes razón en lo que dices, es prácticamente imposible que haya dos situaciones parecidas estuvo de acuerdo con él en ese punto, como también en el hecho de que el azar era parte esencial de la vida sólo podemos intentar preparanos para que lo nos toque, ¿verdad? en este punto el tono de la voz de la joven bajó, al mismo tiempo que su mirada, que se centró unos instantes en sus llamativas zapatillas.

¿Has descubierto que se hace por aquí para divertirse? Cambió de tema alzando de nuevo el rostro algo que sea diferente a disparar por supuesto para ella resultaba divertido hacerlo, además, tenía la rutina demasiado interiorizada como para considerarla de otra manera. 

Nivel 56, Restaurante Novus, Hora de cenar

La melena de Silke destacaba como una cerilla entre la multitud. Pasar desapercibida no era lo suyo, aunque realmente, tampoco era como si le pusiera demasiado empeño. Se la veía un pelín perdida, no solía frecuentar los niveles de ocio y en la medida de lo posible, intentaba evitar cruzarse con los Kairo o preguntarle a Gaia. Ya sabía cómo acababan estas cosas, había visto Terminator.

Tras echarle un vistazo a lo que fuera que llevaba en el antebrazo, se volvió a colocar la manga de la chaqueta en su sitio y echó un vistazo a su alrededor, girando sobre sus propios talones.

Le costó un poco reconocer a Richard con la cara tan pelada, pero la pinta de madero chungo no se la quitaba nadie. Esbozó una amplia sonrisa y de puntillas, levantó la mano para hacerse ver entre la gente que paseaba.

- Wow, definitivamente no estás en seguridad - Comentó una vez frente al soldado, echando un rápido vistazo a la lujosa entrada del restaurante. En esta ocasión, Silke también lucía un aire mucho más informal, aunque conservaba el color rojo. Le sentaba bien. - ¿Qué te ha pasado? - Preguntó con una media sonrisa divertida, levantando la mano en dirección a la mejilla del soldado sin cortarse un pelo.

Don Carlotto sonrió satisfecho pues parecía que Hilv mostraba un genuino interés por el asunto, además era una chica educada y formal, de esas que uno desea para sus hijos.

-Bien, deja que haga un poco de memoria y confirme algunos textos.

Don Carlotto fue buscando en su Biblia en diferentes lugares y dando los lugares donde Hilv podría leer más sobre aquel tema en su casa para poder hacerse una opinión personal del asunto, que era lo importante.

-Creo que con esas tendrá suficiente, al menos para empezar, si hay algo que no entienda o quiere profundizar en un texto concreto podemos hacerlo más adelante, ahora sin prisa y sin ninguna obligación vaya leyendo esos textos y comparando lo que sugieren con el punto de vista que tenía hasta ahora. Supongo que ya lo sabe, pero es importante que ore a Dios antes de hacer todo eso para que Él la guie en la comprensión.

Don Carlotto también se levantó e hizo una pequeña inclinación de despedida ante Hilv.

-Ha sido un verdadero placer Hilv. Espero volver a verla pronto, pero por si acaso... Anote mi número de teléfono y mi dirección, ya sabe que puede contar conmigo cuando sea.

Hizo un gesto de despedida a la muchacha y dejó que se fuera, cuando salió de la iglesia él volvió a tomar asiento, todavía pasaría un rato más allí antes de volver a casa.

Sala de entrenamiento de Titán, campo de tiro

Richard asintió a las reflexiones de Hilv, adaptarse era la palabra adecuada para afrontar las misiones a las que deberían enfrentarse en Titán.

Al final todo se reduce a eso. sonrió levemente mientras veía que el tema de conversación se volvía más prosaico. En este punto, Richard no pudo hacer otra cosa que encogerse de hombros.

La verdad es que no he buscado mucho. admitió con una mueca. No salgo mucho de la sección militar, es la verdad. comentó Richard con cierta resignación. Pero estas instalaciones son como una gran ciudad, supongo que algo habrá en ellas para divertirse, al margen de disparar. añadió encogiéndose de hombros.

Nivel 56, Restaurante Novus, Hora de cenar

Decir que Silke le había sorprendido era mucho decir, pero no le faltó demasiado, en ese momento Richard estaba mirando al frente del restaurante preocupado mientras te acariciaba insistentemente la barbilla buscando la barba desaparecida. Se sentía como desnudo.

Bueno, la verdad es que te diría que elegí para impresionarte.. pero lo cierto es que no tenía ni idea de cómo iba a ser. admitió con una sonrisa leve. Ante la inevitable pregunta acerca de su barba huida suspiró encogiéndose de hombros. Un accidente estético que ha acabado declarando zona catastrófica mi barba. respondió resignado, se encogió de hombros ahora admirando a la periodista.

¿Y a ti? Estas.. muy bien. no supo escoger otra palabra más acorde, quizá porque todas las que se agolparon en su cabeza era una colección de tópicos que no quería repetir. Sí, realmente estaba guapísima. Y vienes de rojo. sonrió recuperando el humor, movió a continuación con la cabeza hacia el restaurante.

¿Te convence? ¿O prefieres ir a otro sitio más.. normal? preguntó dubitativo.