Partida Rol por web

Repitio sus preguntas, ahora como afirmacion ante mis palabras, mientras se acercaba apra rodearme y tomar su cerveza, dandole un suave trago a la botella. Tras eso volvio a su posicion original, mientras daba a entender que eso le resultaba interesante, o quizas curioso, suponia, la verdad es que no sabia a que venia esa palabra tras las dos anteriores.

Su respuesta ante una pregunta del todo obvia, me hizo sonreir levemente. No, no lo dudaba. Sus siguientes palabras afirmando lo que pensaban de ella me hizo centrar mis ojos en los suyos, viendola, pero al mismo tiempo no, mientras recordaba que despues de todo yo habia sido asi, con su edad y quizas alguno mas encima. Inconsciente, sin ninguna duda seria algo que me habia definido durante bastante tiempo de mi vida, antes y despues... y quizas, en el fondo seguiria haciendolo segun en que situaciones. Avanzo otro paso, provocando que mis ojos volvieran a centrarse en los suyos, mientras ella no apartaba su mirada de los mios. Mi seriedad volvio al escuchar que lo era mas aun cuando la retaban. - Si, soy plenamente consciente de lo que ocurre cuando alguien te desafia... - Mire los dardos y negue con la cabeza, levemente, antes de mirarla y beber un trago mas de mi jarra. Sin duda era divertido picnharla, quizas jugar, pero parecia que por su mente pasaban otras circunstancias que no lo hacian por las mias, o al menos eso parecia. ¿Quizas habia ido demasiado lejos?

Aun asi la respuesta a mis ultimas palabras, me hizo dejar de pensar realmente, y escucharla no solo con atencion sino de una forma mas seria, como si pensara que no sabe de lo que habla. - Una buena muerte, como los espartanos dirian, una muerte llena de significado o gloria, hay tan pocas de esas en comparacion con muertes simplemente estupidas, que realmente hace a la idea preguntarse si realmente merece la pena como morimos...  - La mire, mi mirada era ahora mas dura, como si recordara algo de mi pasado. Sin duda era facil entender que para mi, al menos, si tenia su valor que mi muerte tuviera un significado.- Es bueno pensar en que esperamos que nuestra muerte tenga un significado al final, nos dota de un sentido, de mas vitalidad, mientras esta nos espera... pero decir que no pasa nada por morir, es quitarle el sentido no solo a nuestra vida, sino a aquellos que nos aman, o nos esperan con ansias. Asi que no lo hagas. Toda vida es importante, toda vida debe valorarse y por eso mismo, si pasa algo por morirse. En tu caso dejas atras a personas importantes que te echaran de menos, que sentiran un vacio cuando no vuelvas y no sepan como moriste... porque no sabran que hiciste, no la verdad al menos. Viviran de acuerdo a una bonita mentira... - Mi mirada fue perdiendo esa dureza, mientras me daba cuenta de que sus palabras habian alcanzado una conversacion similar que yo mismo habia tenido años atras. Si una muerte debia tener significado, solo lo haria, cuando la vida fuera valorada apropiadamente. Si la vida no tenia valor, la muerte tampoco... y es lo que ella estaba diciendo, al menos para mi. Me gire para tomar mi cerveza y darle un largo trago, antes de volver a mirarla. No habia enfado o molestia, solo quizas una comprension mas absoluta del significado de morir... para nada.

No le cupo ninguna duda, tras su aseveración sobre lo que sucedía cuando la retaban, de que aquellas palabras eran más que una invitación a arriesgarse a hacer algo más que quedarse a un paso de él. Hilv había sido sincera, era evidente que Marko le atraía, al menos en lo físico, claro que eso tampoco era algo demasiado complicado, seguramente al noventa por ciento de la población de Titán que le gustaran los hombres sentirían lo mismo en ese aspecto.

La seriedad con la que le había hablado confirmaba la percepción de la chica, que acortó un poco más la distancia con una intención clara, pero la actitud que él adoptó interrumpió el gesto, abriéndose un poco la brecha de la distancia, aunque ella no rehuía su mirada, dura la de él, inexpresiva la de la joven, algo bastante poco habitual.

No me hables de la muerte como sino la conociera, ya he estado allí...levantó el brazo, lo flexionó y apoyó toda la palma en el amplio pecho del hombre que tenía delante, como si con el gesto quisiera desviar la atención del dolor que se reflejó en su cara me da igual lo que le cuenten a la gente que dejaré atrás, y si es una bonita mentira, bienvenida sea habló con certeza sólo hablaba de una muerte indolora algo tan sencillo como eso no quiero morir, todo lo contrario Ahora tenía mucho más claro que para él, ella era una novata, una novata en todos los sentidos, no le molestó ¿Sabes? Su mano libre tomó la del hombre, mucho más grande a veces te crees mucho más viejo de lo que en realidad eres, creo que eso no es bueno volvió a sonreír, pero no fue una sonrisa de adolescente, era una impresión que siempre había tenido de él. Soltó su mano, pero no se separó yo elijo tener la edad que realmente tengo, es lo que debo hacer, es lo que quiero hacer eran una palabras dificiles de comprender sin conocerla, era consciente de ello y me alegro de ello se puso de puntillas y sin un atisbo de duda, depositó un suave y breve beso en los labios de Marko, al echarse hacia atrás, la sonrisa de adolescente que acababa de cometer una falta y era consciente de ello, brillaba en su cara.

Venga, llévame a conocer a alguno de tus amigos...

No era su culpa, la había retado, era obstinada y odiaba perder, así que se encogió de hombros y volvió a sonreír, con claridad, sin ninguna pretensión más allá de esa risa. 

La novata siguio avanzando, paso a paso, solo la forma en que hable en ultima instancia detuvo sus pasos hasta mi. Sinceramente estaba extrañado, vale que la habia chinchado, sintiendome por primera vez en mucho tiempo algo mas vivo, no por ella, no porque esto significara nada importante, sino... por el simple hecho de haberlo hecho, de haberme abierto a alguien... de nuevo. Ella estaria quizas en cierta forma orgullosa, porque aunque me habia costado mucho tiempo, habia vuelto a intentar conectar con los vivos... tras mucho tiempo porque no podia decirse que con OA tuviera conversaciones de muchos tipos. Eramos parecidos y totalmente diferentes al mismo tiempo, una extraña quimica, aun tras todo lo hablado que yo esperaba que la alejara, ella se habia quedado sin que yo lo entendiera del todo. Sin embargo Hilv era sutilmente diferente, en muchas cosas y aun asi tan parecida, que no hacia mas que evocarme mis primeros dias en Titan.

Flexiono su brazo mientras hablaba, hasta que su mano toco mi pecho, de una forma diferente, no era como en el hospital cuando en algun momento habia hecho un amago similar, no. Era totalmente diferente y solo esperaba que unas palabras dichas con cierto quizas juego y un mucho de diversion, no fueran por un camino que seria dificil de sortear. Hablo de que conocia la muerte y de que ella hablaba de una muerte indolora. Su primera aseveracion sin duda me sorprendio, y en cierta forma pico ese gato llamado curiosidad que por norma general eera perezoso y andaba dormido. Gruñi levemente. - ¿Indolora? No, no sera indolora una vez saltes por primera vez. - Si ya era dificil en este remedo de microcosmos el poder encontrar la quietud de una forma natural, ahi fuea, no lo era ni por asomo. No existian los planetas llenos de arco iris y amor... y si lo hacian... Titan no los consideraba como posibles objetivos... ya podria enviarnos a alguna maldita playa para variar. Si la cosa no se habia vuelto extraña hasta el momento, cuando tomo mi mano y me dijo que me creia mas viejo de lo que era, sin duda aumento enteros, aunque lo que decia a veces tenia y otros ninguno. Se adelanto, mientras hablaba sobre que podia ser o no ser, la novata y nlña que parecia o mas madura segun ella quisiera... o eso entendi, antes de ver como se adelantaba y se ponia de puntillas para dejar un suave beso. Uno corto, casi como una marca, un roce de "he estado aqui... solo que lo sepas", antes de volver al suelo y mirarme con cara de haber hecho una travesura. Suspire levemente, pero no parecia haber mal gesto por mi parte, aunque tampoco parecia dar pie a mas. Cogi mi jarra y bebi, sin mirarte por un momento, hasta que mis ojos se clavaron en los tuyos mientras bebia. Podias notar cierto grado de diversion, mezclado con algo mas que no entendiste, algo que sin duda hablaba de un camino mucho mas peligroso, del que tu creias estar transitando al posar tus labios sobre los mios. Mas eso fue apenas un segundo, un instante que igual te haria dudar sobre lo que habias visto.

Hablaste de nuevo y el trago acabo siendo un hidalgo en toda regla. - Vayamos pues... Rick deberia estar en el Oblivion. - Pague las copas si habia algo que habia quedado sin pagar, sin importar lo que ella dijera y nos pusimos en marcha. En direccion a otro bar, uno donde mas de una buena gresca se habia montado, uno donde me habia ganado la primera bronca de pareja, por culpa del mismo individuo que ahora iba a visitar. A la misma salida, no dude en preguntar. - Sabes no puedes empezar una historia y dejarla a medias. - Deje que el silencio se alargara y ella pensara en cualquier cosa, a saber que se le ocurriria, para luego romperlo de golpe. - Cuentame cuando conociste a la muerte por primera vez...

Divertirse, pasar un buen rato, ¿acaso no siempre había sido ese uno de los objetivos autoimpuestos para Hilv? Sinceramente, no esperaba mucha reacción en Marko, pero creyó intuir esta vez algo diferente, un pequeño matiz que fue incapaz de identificar, lo cual no supo si era bueno o malo, pero tampoco le importó, no se arrepentía de su comportamiento en absoluto. Lo observó mientras se comportaba como un antiguo pagando las copas, le hizo gracia, no terminaba de entender ese afán en algunos hombres, pero no quiso añadir nada, seguramente era más una costumbre y en este caso no se molestó, no tenía ganas de pelea, hoy no.

El Oblivion... intentó recordar el sitio por lo que he oído no tiene muy buena fama de nuevo apareció esa sonrisa pícara que tan pocas veces usaba y salió del local junto a Marko con ella todavía en sus labios.

Sus siguientes palabras la pusieron en alerta. Silencio y luego una pregunta que no quería responder. Silencio de nuevo. No lo miró, aprovechó para abrocharse el siguiente botón de la camisa, como si de repente le hubiera entrado frío, caminando distraída hasta llegar al ascensor. Esperaron unos segundos hasta que llegó, y entraron en él... la primera vez tenía trece años... no pulsó el botón que les llevaría hasta El Oblivion, sino que indicó la planta sesenta y cuatro, uno de los lugares que más había visitado en Titán, y uno de sus preferidos a pesar de todo. Silencio durante el rato que duró el trayecto. Le agradó que Marko fuera capaz de respetarlo aunque no recuerdo nada, de hecho me enteré casi dos años después dijo nada más salir a la enorme caverna subterránea que alojaba el gran lago de Titán y comenzaron a caminar por el sendero de piedra, no quería adentrarse en el bosquecillo, estaba seguro de que Marko sabía para que lo utilizaba mucha gente, y no iban por ahí sus intenciones, por desgracia para Hilv ni siquiera pensaba en ello mi padre me lo dijo cuando me puse gilipollas y me negaba a tomar la medicación añadió con una breve sonrisa algo melancólica no debió resultarle fácil agregó como si acabara de caer en la cuenta. Se detuvo junto a uno de los bancos de piedra, pero no se sentó. Miraba al lago la segunda vez hace poco sus ojos se posaron en Marko, era obvio que le costaba mucho hablar de esto, pero no encontró ninguna excusa para darse a si misma para no hacerlo, al fin y al cabo, todo formaba parte de ella, no podía esconderse de lo que era fue horrible su mano izquierda tembló ligeramente no hay nada, al menos tampoco hay dolor esbozó una sonrisa cansada ¿ves lo que has conseguido? Le riñó señalándolo con el dedo que me ponga en rollo emo paria renegó en serio, paso miró a su alrededor, un poco como si no se creyera donde estaba mira, tengo una enfermedad degenerativa desde que era una niña ¿te acuerdas de las inyecciones que te pasé? Pues eso metió la mano en el bolsillo izquierdo de su pantalón y sacó una que me dan ataques, y llegará el momento en el que esto no pueda hacer nada apretó con fuerza la estrecha cajita y a ese momento no le falta mucho, no se suele ir mucho más allá de los veinte añadió con aplomo lo sé desde que tenía doce años, así son las cosas lo miró con ese toque desafiante que le recordó a Marko la primera vez que se vieron en el campo de entrenamiento. 

Escucho el nombre del lugar al que tenia pensado llevarla y una sonrisa se formo en sus labios, parecida en cierta forma a la que acababa de mostrarme, la que una chica de 19 años deberia mostrar mas a menudo, al menos segun mis propias ideas. Una sonrisa que no menguo ni cuando salimos por la puerta del lugar en direccion a los ascensores. Sin embargo una vez fuera del local mis palabras sortearon el aire, atravesandolo sin inquina ninguna, en busca de algo que sabia que como siempre era peligroso, preguntar por el pasado, por momentos puntuales ligados a la larga sombra de la negra amante que nos espera al final del camino podia provocar muchas cosas. Desde el mas profundo de los silencios, hasta una batallita segun con quien hablaras, pero en ella, por algun motivo dudaba que fuera lo segundo sobretodo por su edad.

El silencio nos alcanzo, se convirtio en un compañero de viaje para nada molesto, puesto que si ella decidia romperlo seria por un motivo y sino, nos acompañaria hasta que ella lo decidiera, ya fuera para contarmelo o simplemente para dejarlo pasar. Note como se abrochaba la camisa, en un claro gesto de necesidad de calor, de guardar el que tenia, como si realmente la parca se estuviera mostrando alrededor, como parte de un recuerdo no muy lejano. Las puertas del ascensor se abrieron, mas antes de llegar a pulsar ningun boton ella hablo de nuevo. Trece años, era una edad tierna segun que medidas, mucho quizas, y aun asi que hubiera presenciado los reinos que moran mas alla de la laguna, indicaban la fuerza, o la entereza de alguien dispuesto a seguir con vida. Su dedo toco un boton, no el que nos llevaria hasta el Oblivion, sino a otro lugar que yo tambien conocia, del que ella habia hablado a menudo, pero donde seguramente se encontraba segura, a salvo. El silencio volvio, se arrebujo a nuestro alrededor, dandole quizas algo de calor a ella, una minima opcion de sentirse segura hasta que las puertas se abrieron y solo entonces, quizas mas comoda al abrigo de ese invisible amigo, volvio a hablar. Seguimos el camino, el sendero de piedras y mi mirada no se despego del camino, mientras la miraba a menudo, esperando a esas palabras que salian como pequeñas gotas de rocio atrapadas en una campana de cristal, aun asi vi su rauda mirada a un bosque cercano donde los mas jovenes se desfogaban, pero no era el momento, y dudaba que realmente fuera mas que un gesto casual pues mientras la muerte camina a tu lado, es una amante voraz y celosa. La escuche hablar de como no recordaba su primer contacto con ella, de como solo se entero dos años mas tarde cuando seguramente, llena de la juventud propia de la adolescencia, su padre tuvo que revelarle una verdad dolorosa para hacerla entrar en vereda. Incluso ella misma parecio darse cuenta del peso que debia haber aguantado su padre, manteniendo semejante secreto hasta que ya no pudo mas. No, no debio serle para nada facil y el hecho de que ella a su edad, se diera cuenta hablaba de una mujercita con tremendos vaivenes entre una madurez propia de alguien con unos años mas encima y una que se daba cuenta de lo preciada que era, y de lo mucho que debia esforzarse por vivirla.

Sus palabras cambiaron, su mirada se dirjio a mi, la note fija en mi mientras indicaba que la segunda vez habia sido hacia poco. El ligero temblor de la mano mostro el miedo real que eso provocaba, mientras dejaba caer unas palabras que sin duda mas de un soldado querria oir, pero que en su caso era diferente porque era algo suyo, no de ningun enemigo. Una sonrisa cansada, de la que lleva luchando por cada minuto de su vida desde hace mucho. Mas entonces salio ese otro lado, el que ya conocia, el que era electrico, mientras me señalaba con un dedo, reprendiendome por mis preguntas. Comento que ese estado en el que parecia estar, era ese emo paria que tanto detestaba, y que pasaba de él. Renego y miro a su alrededor, como si solo ahora se diera cuenta de donde estaba. Antes de que pudiera siquiera pensar en que decir, sus ultimas palabras me sorprendieron, provcando una mirada en su direccion que cualquier entenderia no solo de sorpresa, sino en un alto grado de simple preocupacion, aunque sin pena, sin miradas que indicaran que lo sentia por ella, que pobrecita o cosas asi... pues bien sabia que era lo peor que se podia hacer en este momento, y que despues de todo, ella habia demostrado ser lo bastante fuerte como para estar aqui y mas aun, para contarlo... un gesto asi le quitaria todo el valor a la fuerza que ella mostraba. Las inyecciones que mostro, las mismas que me habia dado durante los entrenamientos, eran su salvacion aunque no lo serian para siempre... puesto que los veinte eran el punto final... o al menos donde casi todos parecian terminar. Su mirada se volvio desafiante mientras mencionaba que lo sabia desde los doce... de nuevo una tierna edad. Aguante su mirada, lo hice sin problemas antes de hablar mientras mi mirada se dirijia al lago y recuerdos de otra epoca venian a mi mente. Ni siquiera podias tener claro si realmente te hablaba a ti, o estaba pensando en otro momento... - Has sobrevivido dos veces a la llamada del barquero, dos veces le has visto llegar a la orilla donde te encontrabas y aun asi has tenido los redaños de no subir... - Una sonrisa dura, extraña, que sin duda iba llena de algo dificil de explicar. - Eres una luchadora, novata, dispuesta a llegar al final, sin importar lo que lleves en tu bolsillo. Mira a tu alrededor, este lugar donde ahora vives esta lleno de secretos... y milagros. - Un gruñido, uno profundo, bajo, de alguien que sabe mas y se odia por saber tan poco. - La muerte nos llega a todos, siempre lo hace... pero no dejes que ningun capullo de blanco te diga cuando sera eso, no al menos, en este lugar.- Adelante mi mano, tomando la cajetilla que estrechabas entre tus manos, para tomarla y acercarmela a mi. La estudie, como no habia hecho la primera vez que me la dio, porque sin duda no tenia ni idea de lo que significaba en aquel momento. Le di varias vueltas antes de devolvertela con cierta brusquedad. - Quiero una. - Te mire de nuevo... como si al hablar de lo que te ocurria, hubieras abierto una puerta a algo mas profundo. Tras eso simplemente segui andando por el camino.

¿La llamada del barquero? ¿Qué leches está diciendo? ¿redaños? ¿Qué son redaños? Hilv no perdía el contacto ocular con el hombre con el que hablaba, pero lanzó un suspiro cuando comenzó a hablarle de que era una luchadora, de que no perdiera la esperanza, de milagros... ella había aprendido a no creer hace tiempo, y bueno, esos capullos de blanco habían conseguido que llegara hasta donde estaba ahora, sola nunca hubiera podido hacerlo.

Caminó a su lado, aunque los pocos pasos lo cogió del brazo para que se detuviera.

Puedes quedarte esta le tendió la cajita, era consciente de lo que significaba aquel gesto, un detalle que no podía tomarse a la ligera es bueno saber que alguien más tiene una pero temía lo que podían haber provocado sus palabras en el soldado, esa forma de mirar, como si ya hubiera estado ahí no, no, me niego a terminar la noche en emotilandia, es que no todavía no había soltado el enorme brazo de Marko quizás... una pequeña sonrisa asomó en los labios de la chica.

Acarició despacio su brazo mientras levantaba la mirada buscando los bonitos ojos azules del hombre ¿cómo lo haría Becky? Parpadeó despacio oye, ahora que sabes lo que me pasa su voz había adquirido un tono mucho más bajo, y volvió a parpadear en un intento de mostrarse de lo más seductora ¿qué tal si vamos a mi casa? No Hilv, así no, haz algo más que tiene novia se encaró con él, aunque era más baja, pero puso su mano libre, la izquierda, en la parte derecha del pecho de Marko, abierta, pero si apretar no sé cuanto tiempo voy a estar sana y bueno... nunca había conocido a alguien tan... ¿qué le digo? macho como tú ¿Macho? ¿en serio? Becky se estaría revolcando por el suelo también Hilv sonrió, aunque lo camufló desviando un poco el rostro avergonzada yo no diré nada...levantó las cejas de forma insinuante. 

No respondio a nada de lo que dije, aunque tampoco esperaba que lo hiciera. Ella habia marcado una situacion y yo habia dicho lo que tenia que decir, las cosas estaban asi e incluso quizas, si tenia suerte en este lugar encontrarian algo, quizas... pero eso era algo que debia buscar sola, yo ya le habia dicho mas que suficiente, le habia mostrado o enseñado de que quizas habia una puerta. Verla o no, atraverse a acercarse o no, ya quedaba en sus decisiones, no en las mias.

Me detuve cuando ella asi lo pidio, me gire mirandola, extrañado por el gesto, pero sin decir ni pio. Mi gesto era adusto, ligeramente serio, como si estuviera pensativo, pero mis ojos estaban fijos en los tuyos, esperando a ver que ocurria.

Me dio la cajita que yo mismo le habia devuelto, la tome y me la guarde con cuidado en un lugar de facil acceso. Sus siguientes palabras me hicieron mirarla detenidamente. - Siempre es bueno que alguien te cubra las espaldas novata. - Era asi de simple, le habia cogido el suficiente cariño a esta chica como para atreverme a tomar parte de su vida en mis manos, pero eso seria algo que nunca admitira para ella... porque yo no solia cubrir la espalda de casi nadie, desde hacia ya mucho tiempo.

La mano en mi brazo, paso a acariciar mi musculo, mi piel, obligandome a desviar mi mirada hacia tan extraño gesto, aunque suponia que todo esto podia haberla vuelto emotiva. Mas entonces cualquier posible pensamiento en esa direccion se torcio con sus siguientes palabras. ¿Su casa? Las siguientes palabras aclararon el significado de eso, sobretodo cuando mientras apartaba la mirada y levantaba las cejas, dijo esa ultima frase. Mis ojos se entrecerraron mientras entendia lo que estaba pidiendo y simplemente no creia que fuera posible. En que jodido momento habiamos pasado de un lugar al otro, y mas importante ¿por que? ¿macho? Con mi mirada fija en ella, negue  mientras mi mano apartaba la suya de mi pecho con cierta brusquedad. - Yo lo sabria, eso es suficiente. - El tono era brusco, lo suficiente para saber que habias equivocado tu camino y que en cierta forma podias haber llegado a ofenderme. Me aparte un paso, obligando a que soltara mi brazo tambien, mostrandome mas frio que en cualquier otro momento. Mi mirada fija, dejaba claro que habias golpeado algo que quizas ni siquiera sabias que estaba alli. Sin nada mas que añadir, me di la vuelta, siguiendo el camino, el paseo pero con la diferencia de que estaba claro que el camino, llevaba al ascensor de la planta.

Conforme era rechazada, la sonrisa de Hilv se fue ampliando predecible...eso es bueno... y malo no se opuso a que se separara, lanzó hasta una pequeña risita mientras caminaba de prisa para adelantar a Marko y colocarse un poco por delante de él...

¿Así que una broma con connotaciones sexuales sólo es divertida si la hacen los veteranos a una novata pringada? La chica seguía sonriendo, seguramente su “venganza” fuera tildad de infantil, y hasta fuera de lugar, pero para ella no lo era tanto ¿dónde quedó eso de que tienes que estar preparado para cualquier circunstancia? ¿no era eso lo que le había dicho a ella? A ver, no habrás pensado ni por un instante que estaba hablando en serio ¿verdad? Lo miró con cara de incredulidad total tío, te he llamado macho, ni siquiera en Wrangell ligamos de una manera tan cutre, pensé que eso sería suficiente pista rió, desde el incidente con la flecha se sentía bastante cómoda en compañía del huraño soldado.

Sabía que dirías algo parecido a lo que has dicho le alegraba no haberse equivocado, y de alguna manera, indicada que estaba empezando a conocerlo un poco, por mucho que él se negara a reconocerlo.

Y quería cambiar de tema... Confesó con un suspiro algo menos alegre es que... cuando le gente conoce lo que me pasa, suele tratarme de manera diferente eran muy pocos los que no cambiaban su actitud con ella por eso quería que supieras que soy capaz de hacer bromas con ello, que simplemente sé como están las cosas y ya está volvía a hablar sobre ella, y eso no era lo que pretendía.

Venga va, si eres un viejo, creo que ya te lo he dejado claro.

Dio un suave puñetazo en el biceps de Marko, mientras lo miraba con la cabeza ligeramente torcida y una sonrisa amigable.

Una pequeña risa sono a mis espaldas, mientras yo fruncia el ceño, sin entender que pasaba por la cabeza de la novata. Se movio hasta colocarse delante mio mientras lanzaba una explicacion, que no hizo que mi ceño se destensara lo mas minimo. Mi cabeza se ladeo levemente mientras la miraba... ¿todo esto por la sauna? En aquel momento las connotaciones sexuales no habian sido personales, solo del ambiente, ella. Ella habia ido algo mas alla.... y aun asi, cuando hizo esa segunda declaracion no pude mas que negar con la cabeza mientras el ceño se desfruncia ligeramente y un gruñido escapaba de entre mis labios. Pillado por mis propias palabras. Su explicacion no ayudo mucho. ¿Usar macho estaba mal? Lo decia de tal forma como si yo tuviera que saber como se ligaba... ni siquiera lo sabia, no tenia ni siquiera claro como habia enamorado al amor de mi vida, simplemente habia ocurrido. Habia sido como si los Dioses estuvieran de acuerdo con ello, no habia nada mas alla de eso... salvo que ella habia cambiado mi mundo por entero, hasta que desaparecio. - No, no lo habia pillado... - ¿No era obvio? Aun asi mi tono seguia siendo ligeramente hosco, no porque ella me hubiera pillado, sino simplemente por haber caido en algo tan simple, el hecho de que fuera ella, incluso lo perdonaba en parte. Maldita sea.

El que supiera que responderia asi, no me hizo mucha gracia. Ser predecible, te hace vulnerable, pero esta maldita cria hacia tiempo que habia rebasado el perimetro exterior en cierta forma. Yo lo habia permitido, asi que no podia quejarme porque emepzara a comprenderme... aunque fuera en algo tan simple como eso. - No tengo claro si eso es bueno... o malo... - El tono aunque seco, ya no paercia malhumorado y gruñon en exceso, como si tras lo ocurrido, esto hubiera quedado atras. - Aunque tengo claro que tendre que andarme con cuidado con lo que te hago... - ¿Rencorosa? Lo dudaba, solo... una adolescente. El tono no destilaba humor, pero por debajo del tono gruñon, si podia percibirse algo similar, aunque no fuera muy jocoso que digamos.

Asi que todo era para cambiar de tema, pues joder con la manera de hacerlo. Negue mientras mis ojos casi se ponian blancos por las formas que habia decidido tomar. ¿Mirarla de otra manera? Mis ojos se fijaron en ella, mi opinion sobre ella no habia cambiado, ni mi forma de verla. Sabia donde estaba la marca, sabia donde le tocaria... en cierta forma tenia suerte, yo aun andaba esperando cuando llegara hasta mi, mientras buscaba lo unico que tenia valor real en mi mundo. Una persona, un mundo, una vida... todo. - No voy a mirarte de forma diferente, ni voy a tratarte de forma diferente por lo que me has comentado... y ahora, como has dicho, cambiemos de tema. Por aqui deberia haber una heladeria. - Igual de seco, igual de gruñon, aunque quizas, no tanto. - Y si me lo has dejado claro... como si fueras la primera jovencita que se me insinua, novata. - Pase de largo en direccion al susodicho kiosko que suponia debia estar por aqui.  Aun asi sonrei levemente para mi mismo, para luego vovler al rictus de gruñon o seco, antes de que ella lo viera. Puñetera cria.

El golpe y la sonrisa, me hicieron renegar, pero no dije nada... mientras un largo suspiro escapaba de entre mis labios. - Ve pensando algo dulce que quieras tomar, se supone que los adultos invitan a los niños... - Una puya, con menos mala leche de la que deberia, pero una puya.

Estaba claro que Marko tenía que salir más de Titán, relacionarse con gente normal, no con los pirados de aquí abajo, podía ser muy guapo y todo eso, pero si le dijera a Becky que había encontrado a alguien más inútil que ella a la hora de ligar... esta se estaría riendo tres días, y luego, por supuesto, querría conocerlo.

La verdad es que no estaría mal llevarlo por Wrangell, a pasearlo un poco, aunque seguro a que a mamá le daría un infarto.

Ya, bueno, aquí abajo la gente se aburre mucho, y bueno, no hay mucho donde elegir, así que que no se te suba el ego porque alguna pobre chica este algo desesperada comentó mientras comenzaba a andar junto a Marko otra cosa es que por abajo de repente apareciera Theo James por ejemplo la joven cambiaba su estado de ánimo con sorprendente facilidad, y al nombrar al actor, la chica resopló y se mordió el labio a ese si que me insinuaría yo sonrió, ya ves, contándole a Marko cosas como si él fuera su amiga del instituto bueno, haría algo más que insinuarme dejó escapar una pequeña risa y no me digas que no sabes quien es porque entonces si que vamos a tener un problema de verdad ¿eh? Le advirtió antes de que la cosa pasara a mayores, y es que había algunos asuntos con los que no se jugaba.

Ya te he dicho algo dulce que me gustaría tomar bromeó, mucho más alegre que hace unos minutos, y es que aunque ella no fuera consciente, se encontraba mucho más a gusto con alguien que supiera lo que le pasaba, de la otra manera sentía como si estuviera ocultando algo hablando en serio, bueno, lo otro también iba en serio, pero siendo realistas, haré una pequeña excepción y me pillaré un helado de esos que tienen hasta azúcar el kiosko quedaba un poco en la parte más el este, no le sorprendía que su acompañante no lo conociera demasiado bien, seguro que no viene mucho por aquí y no se trata de adultos y niños, sino que como estoy segura de que a ti te pagan más pasta que a mi por currar aquí, por la antigüedad, así que es lógico que pagues tú explicó como si aquello fuera una hecho científico constatado y totalmente invariable.

Mismo dia al salir de la enfermeria

Teclee un mensaje para poder quedar con Hilv. Ya habia pasado un tiempo desde lo ocurrido en el funeral y tras mi visita al medico, con la nueva informacion, esa chica me debia una explicacion. Una buena.

Novata, soy Marko.

Tenemos que hablar, es importante. Mañana estare en las zonas de entrenamiento militares por la mañana, sino en el lago por la tarde.

No había vuelto a hablar con Marko desde aquel día.

Y pone que es importante...mierda.

Pero claro, no podía decirle que no.

En el lago grande por la tarde. Nos vemos en los bancos de piedra a las cuatro.

Y allí se presentó a la hora acordada.

Iba vestida con un pantalón de chándal negro y una camiseta del mismo color con el símbolo de adidas en color rosa fuerte en el pecho. Zapatillas de deporte también negras y rosas y su habitual coleta, aunque algo más descuidada que de costumbre. Tenía evidentes ojeras y se movía despacio, cojeando ligeramente de su pierna derecha, seguramente alguien que no la conociera no se hubiera dado ni cuenta, y llevaba el dedo corazón y anular de la mano izquierda vendados.

Como no vio a Marko por ningún lado, se sentó en uno de los bancos de piedra mirando al lago, nerviosa por el encuentro, algo que nunca antes le había sucedido cuando había coincidido con el soldado, bueno, salvando la vez que casi lo mata... ahora sólo había hecho que su novia se enfadara con él, siendo objetivos esto era mucho menos grave, y además, en ninguno de los dos casos había sido intencionado... por si servía de algo.

No tarde en ver a Hilv acercandose a uno de los bancos y con paso medido me acerque hasta ella. Mi ceño se fruncio al notar algunas cosas que llamaron mi atencion.

Al sentarse no deberia tardar mucho en verme llegar. Iba vestido con unos pantalones vaqueros holgados de color oscuro, con una camiseta del mismo color algo mas ceñida, con unos patrones en rojo y blanco, y unas zapatillas estilo converse de tono rojizo con marcas negras.

Mis ojos no tardaron en dar un vistazo al aspecto de Hilv, asi como habia podido comprobar que padecia de algun tipo de cojera. - Buenas tardes. - El tono de siempre, hosco obviamente, pero ligeramente reducido por ser tu. Era algo dificil de pasar por alto. Cuando me mirases por fin y ademas notase tus ojeras, el gesto serio de tener la necesidad de decir algo que creia importante se relajaria, mientras asimilaba todos los detalles. - Estas hecha polvo... ¿Que te ha pasado? - Preocupado, si, por la misma idiota novata, que me habia metido en un follon de tres pares de cojones.

Miró a Marko, pero sólo durante un breve instante, seguía sintiéndose fatal por lo sucedido, y dudaba mucho que eso fuera a cambiar en un futuro próximo.

Hola.

Devolvió el saludo comedida.

Anoche tuve un ataque confesó con total sinceridad por la enfermedad, ya sabes al menos no tenía que volver a explicarlo estaba dando una vuelta con los compañeros de misión, nos llevamos bien aclaró que no era nada oficial y bueno, casi no lo cuento suspiró cansada, tanto física como mentalmente Arabelle y Moss me salvaron sonó más dramático de lo que pretendía, la verdad pero ya estoy bien, los he tenido peores si y no, pero bueno, eso no venía a cuento en estos momentos un par de dedos dislocados levantó la mano vendada unos cuantos cortes en la pierna...se encogió de hombros restándole importancia he tenido días peores totalmente verídico.

¿Y tú como estás? Le preguntó, aunque ya creía conocer la respuesta siento no haberte llamado, o haberte escrito, tenía miedo de empeorar las cosas no era tan valiente como su amiga pensaba, que va, ni de lejos

La escuche detenidamente, parandome durante un momento y mirandola directamente a los ojos cuando dijo lo del ataque. Mi ceño se fruncio, dandome pinta de estar de mala leche, aunque no tardaria en darse cuenta de que era preocupacion, seguramente. Mi mirada fue desplazandose por su cuerpo segun comentaba lo que le habia ocurrido por culpa del ataque. Mi mano se paso por uno de los bolsillos del pantalon, donde guardaba algo que me habias dado hacia un tiempo.

Me agache para poder mirarte a los ojos. Directo, franco, fjandome en los detalles para acabar soltando un suspiro. En gran medida de alivio. - Me alegro que dentro de lo que cabe estes bien. - El tono ligeramente rebajado que no habias escuchado con mucha gente, aun asi seguia pareciendo como masticar piedras.

No me quejo, mucha enfermeria y revisiones medicas. - Un gruñido bajo ante tu siguiente comentario. - Peor es dificil... pero bueno. - Cierta tension en mi cuerpo, mientras dejaba escapar un suspiro pesado, denso y mis ojos se fijaban en una zona boscosa cercana. Ademas tu habias dado pie a que fuera mas directo. - Aun asi queria que me explicaste de porque hiciste lo que hiciste... - Levante un dedo para que callaras si venias a contestar. - No me cuentes lo de las cicatrices. Me he hecho revisiones, todas las posibles y mas seguramente. El medico no ha encontrado nada que pudiera suscitar tu reaccion. Asi que las cicatrices son eso... cicatrices sin mas, no hay nada en mi cuerpo que pudiera suscitar esa reaccion. Asi que explicame que te paso. - Habia cierto enfado, pero no tanto como seguramente esperarias, eso si... estaba claro que requeria una explicacion.

Gracias.

Contestó a lo que parecía una sincera preocupación.

Lo escuchó en silencio, ya suponía que el médico no había encontrado nada, pero era información novedosa y resultaba curioso que la llamara justo ese mismo día. Aunque no estaba de acuerdo, si que había cosas en su cuerpo que pudieran hacerla reaccionar como lo hizo, y a pesar de que la situación estaba tensa, no pudo evitar una pequeña sonrisa.

No puedo explicártelo dijo con sinceridad sencillamente porque no lo sé posiblemente no se conformara con eso a lo mejor a ti no te pasa nada, y es cosa mía, la verdad es que no me he hecho ninguna prueba no sabía si se conformaría con eso, pero por ese camino era todo lo que podía andar.

Mira Marko inspiró profundamente sea lo sea, quiero dejarte claro que no fue de manera intencionada, nunca haría una estupidez semejante, fastidiar a alguien a quien aprecio sus expresivos ojos negros miraron a los del soldado sé que puedes tener motivos para pensar que me puedo sentir atraída por ti, y obviamente no voy a negar que eres un tío muy atractivo Becky no se creería que estoy diciéndole algo así a un tío pero, he tenido mejores ocasiones para hacer lo que hice eso era más que obvio y si piensas que lo hice para que mucha gente nos viera y así joder tu relación, es que no me conoces ni un poquito que pensara eso le dolería, y bueno, no era descabellado que lo pensara, pero crea que él podía intuir el tipo de persona que era ella.

Sólo puedo pedirte perdón y desear que ojalá no hubiera pasado Se mordió el labio superior, parecía realmente afectada por lo sucedido y me alegro de que estés bien y no te pase nada raro añadió bajando finalmente la mirada, sintiéndose totalmente estúpida recordando el día del funeral.

Una negacion ante tus agradecimientos, mas por mi cara te diste cuenta que no es que los rechazara, simplemente no eran necesarios. Estabas enferma, habias tenido un ataque... preocuparme era lo minimo. Despues de todo, eras una amiga, aunque los mas recientes acontecimientos lo hubieran puesto todo patas arriba.

Te escuche, atentamente, fijando mis dos ojos frios como glaciares en cada uno de tus gestos, y sobretodo dejando claro que estaba pendiente de cada una de tus palabras. Un coro de gruñidos y suspiros fue acompañando tus palabras, mas no notaste enfado, o seriedad detras de ellos, solo era mi manera de ir asimilando las ideas y respondiendo en cierta forma a las mismas. Todo mas para mi mismo, que para ti.

Cuando terminaste me quede quieto, mriandote por unos largos segundos antes de alargar la mano y colocarla sobre tu cabeza. Se notaba el peso de la misma, antes de hacer una especie de caricia lenta sobre la misma, que por agresiva o fuerte que pudiera parecer, era... casi tranquilizadora, o esa era la intencion de base. - Con lo tuyo ya deben estar pendientes de tu salud, pero no estaria de mas que te hicieras un chequeo, por si acaso. - El tono suave de un par de trozos de granito ligeramente aderezados con mantequilla, para evitar rozaduras. Aun asi el tono de fondo era mas de preocupacion que otra cosa.

Si pensara que tenias alguna intencion oculta, o que lo habias hecho con maldad... no estaria aqui, novata. - Franco y directo. Las cosas como eran. - Los analisis dicen una cosa, pero tu dices otra, sea como sea... me fio de ti. Con todo lo que hay ahi fuera, a saber a que coño se debe. Solo estate al tanto, por si acaso se repite. - Si no podia pararlo, si los medicos no sabian si estaba ahi, pero alguien pensaba que si, hasta que no supiera mas... supondria que pasaba algo raro. Solo como precaucion. Solo esperaba que no se deberia a ninguna mierda de las que no podia cambiar... y veriamos que decian sus analisis.

Si vas a pedirme perdon, al menos hazlo como toca. Con un buen trozo de tarta, o una cerveza. - Un atisbo de sonrisa, minimo, fugaz, mientras negaba lentamente, con el ceño sutilmente fruncido. - ¿Puedes tomar de eso tras lo ocurrido? - La verdad es que no sabia como funcionaba y despues de todo, las peleas con OA eran habituales, una mas, una menos... aunque aun faltaba ver que ocurria con ella.