Partida Rol por web

Estaba donde siempre, esperando a que llegara y vestido por entero para entrenar, sin ropas extrañas, ni nada por el estilo. De negro con algun toque de color que en este caso provenia de sus zapatillas, de color rojo. La vi llegar, me gire para mirarla, para estar cara a cara con ella, observando su vestimenta que sin duda indicaba que estaba lista para entrenar, asi como el arco a su espalda.

Nada mas pararse delante mio iba a saludar, pero ella se adelanto mostrandome un pack de dos jeringuillas con dos botellitas con un liquido trasparente. Empezo su explicacion sin mirarme a los ojos, lo cual sin duda indicaba que estaba avergonzada o algo similar. ¿Tenia algun tipo de defecto su cuerpo? Decidi callar mientras esperaba a que se explicara del todo. Sus palabras dejaban claro que en el improbable caso de que tuviera el ataque, no podria controlar su cuerpo y que debia administrarse una dosis, que en la mayoria de casos ella sola podria hacerlo, pero que en caso de que no fuera asi... necesitaba que se aplicara lo mas cerca del corazon. Adelante la mano para ver el estuche, el pack y lo deje en mis manos meintras ella seguia hablando. Solo la corte un momento para que detallara mejor unas de sus palabras. - ¿Has dicho lo mas cerca del corazon? ¿Eso incluye clavarlo directamente en él, o eso no debe hacerse? - Aunque no hubiera casi emocion en el tono de mi voz, mi rostro no se habia convertido ni en el tipico a punto de emitir un gruñido, ni un suspiro de hastio. Habia estado atento a tus explicaciones, de eso no habia duda... y ahora estaba esperando una respuesta a mis palabras para saber que hacer en el improbable caso de que sucediera.

Cuando respondio y termino con su discurso, ya me miraba directamente a los ojos, con un brillo de ansiedad al fondo de una piscina de desafio. - Me encargare del pack durante el entrenamiento y si te da algun ataque, lo detendre siguiendo tus instrucciones. ¿Algo mas que deba saber antes de empezar? - Tenia gracia que despues de la ultima vez que habiamos hablado, viniera con el pack y no la primera, sus razones tendria pero me importaban poco ahora mismo.

Si lo clavas directamente en el corazón será más efectivo, pero no es necesario salvo que haya transcurrido mucho tiempo desde el ataque la experiencia así se lo decía odio esta mierda, la odio, joder se sentía expuesta, avergonzada, jodida, por tener que mostrar esta debilidad delante de él, en realidad delante de cualquiera, pero ya tenía muy claro lo que pensaba Marko de ella como para que ahora le añadiera todo esto tendría cada vez más problemas para respirar no debería tener que añadir más, era evidente lo que sucedería sino podía aplicarse la medicación habilitada para ello.

Nada más pudo percibir el alivio de su voz, no sabía bien que esperar de aquel hombre, no sabía ni que esperar de ella misma sólo una cosa más volvió a buscar sus ojos azules que había estado esquivando mientras hablaba de las inyecciones no soy una niña le dijo seria, calmada, como si fuera algo que acabara de comprender.

Le hubiera gustado serlo, pero por desgracia no lo era. 

Escuche su replica y asenti, asi que no era necesario a menos que hubiera transcurrido mas tiempo, eso facilitaba, que si estaba a mi lado no tuviera que buscar como atravesar sus costillas, aunque tampoco es que fuera a ser dificil, se me daba bien. Se la notaba expuesta, o al menos no muy a gusto teniendo que contarme esto, no tenia claro si era por ser yo o seria en general, pero no parecia ser la tipica joven que le agradaba que vieran sus puntos debiles, o como ella quisiera llamarlos. - No te preocupes, si te da el ataque lo parare. - Su ultima explicacion dejo claro el tipo de final que se podia esperar si no se detenia el ataque. Asenti comprendiendo la gravedad de la situacion, si llegaba a darse el caso,

A mi pregunta respondio que no habia nada mas, pero antes de que pudiera darme la vuelta para ponerme en marcha, detuvo mi movimiento alegando que ahora si, habia algo mas que añadir. Me gire con un leve suspiro, minimo, casi ni podria considerarse digno de mencio, sino fuera casi la forma de mejor entenderme. Escuche sus palabras y la mire fijamente, entrecerrando los ojos levemente, dejando que el tiempo se dilatara, mientras no apartaba mi mirada.  - Me alegro... porque no entreno niñas, novata. - Mis palabras llevaban su propio filo, asi como sus ojos hacia apenas un momento. - y buenos dias. - El tono dejaba claro que no se le olvidara la proxima vez, porque ya que no eramos amigos ni compañeros, a un instructor y un veterano, se le trata con un minimo de respeto y educacion.

Sin mas me di la vuelta, dirigiendome por la forma de caminar a la misma habitacion de la ultima vez, llegue a la puerta y la abri, pasando delante y acercandome a una consola, para comenzar a tclear lo que presumiblemente seria el proximo entrenamiento. Pudiste observar de que el entorno era ligeramente diferente a la vez anterior, pero aprecia estar modificandose mientras tecleaba.

Ya está, cerrado el tema, una cosa menos Hilv, una puta cosa menos...

Mantuvo su mirada, sus palabras tenían un marcado rollo militar, y a eso si que podía jugar, eso era territorio conocido, no es que fuera su preferido, pero lo comprendía, y eso haría que las cosas fueran mucho más sencillas. Todavía no tenía claro porque la entrenaba ni que ganaba con ello, de momento era secundario, pero una cosa positiva si que sacó al menos, y es que él nunca la había considerado una niña, sino ni siquiera se habría planteado entrenarla.

Hilv tenía genio, eso era obvio, pero no era estúpidamente orgullosa, y aceptaba la ayuda de los demás, aunque a veces tuvieran encontronazos, casi siempre por no dejar las cosas claras, y eso, a veces, no era culpa de la otra persona.

Buenos días.

Contestó de manera automática, si, la rutina y los automatismos los tenía bien arraigados, así que no tendría problema en añadir alguna desagradable tarea más a las ya bien conocidas por ella. Tras el saludo, lo siguió sin añadir nada más,

Mientras él preparaba de nuevo aquella sala, la chica se limitó a sacar el arco y repasar que todo estuviera en su sitio, lo había hecho el día anterior, pero la ayudaba a concentrarse, a relajarse. Se encontraba bien, al menos físicamente, siempre tenía algún golpe de más, pero esta última semana había sido bastante tranquila en lo referente al castigo físico. Esperaba no haberse acomodado demasiado. 

La novata saludo, lo hizo como deberia haber empezado el dia, pero al menos, parecia entender como debia comportarse. Esperaba que no se le olvidase, porque la proxima vez no seria tan caritativo en ese sentido. Asi pues cuando ella termino de saludar, me di la vuelta y camine por los pasillos, por el laberinto al que todos debian acostumbrarse hasta llegar de nuevo a la misma sala donde la habia entrenado la ultima vez. Entramos y yo me puse con la consola, para reconvertir el escenario, al no saber si apareceria, no habia perdido el tiempo preparandolo todo... pero rapidamente el escenario fue cambiando hasta conformar un circulo no perfecto pero casi. Los diferentes bloques similares a los del anterior escenarios, bloqueban mucho del campo de vision, siendo realmente dificil desde dentro ver fuera y viceversa.

Coge tu arco y tus flechas. - Le hice un gesto para que me acompañara, me meti en medio de ese bosque de extrañas columnas blancas, hasta llegar al centro. Sin duda tenia toda la pinta de ser un ring, pero tenia algunos obstaculos, no muchos, pero si los suficientes si alguien sabia usar la cabeza para lo que necesitaba. - El objetivo es simple, dar a las dianas que apareceran alrededor nuestra, las que estan marcadas de rojo son enemigos, las azules son amigos, y las mixtas es un enemigo que ha capturado a un amigo. - La mire para ver si lo habia entendido, antes de continuar. - Por supuesto eso es muy facil, por lo que el objetivo es que consigas dar a las dianas, mientras me esquivas a mi. - Quizas no habia sido del todo explicito en las reglas, pero tenia cerebro suficiente para preguntar, o entender que mas le valia no desviarse de lo que le habia dicho... o quizas no. Lo sabria en un momento.

Le deje unos minutos apra que calentara, mientras yo hacia lo mismo. Movimientos casi estaticos en el sitio, nada de cardio, no de inicio, solo destensar los musculos y calentarlos para luchar en un entorno mas o menos cerrado. Saque un mando. - ¿Lista? Tras darle al boton tienes cinco segundos, luego empezara el ejercicio.

 Siguió sus instrucciones, cogió el arco, y un carcaj repleto, cada vez se sentía más cómoda pensando en su arco como en un arma, y no como un elemento de una competición deportiva. En el ejército apenas le dejaban usarlo, consideraban las armas de fuego mucho más fiables, lo que la había convertido en una francontiradora bastante decente también. Todo tenía sus pros y sus contras.

Tengo un par de dudas Dijo antes de que pulsara el botón la primera es sobre las dianas mixta, entiendo que debo disparar a la parte roja de las mismas, ¿correcto? Obviamente tenía que ser muy precisa en esas para no dañar al rehén y la segunda es sobre ti él iba a molestarla, a atacarla puedo defenderme de ti de alguna manera o simplemente esquivarte no tenía intención de clavarle una flecha, de momento, pero sino podía hacer nada, en cuanto la pillara una vez, ya no tendría ni un sólo respiro a la hora de disparar.

Meterse en medio era un riesgo para Marko que a Hilv no le había pasado desapercibido, pero no era ella quien iba a cuestionar la confianza que el soldado tuviera en que ella no le iba a dar con ninguno de sus disparos. 

Una vez en el medio y dada la expliccion sobre el ejercicio, le di tiempo apra pensar si tenia prguntas y las tenia, por lo que deje el dedo sobre el bton de activacion pero sin tocarlo. Esperando a ver que tenia en mente. Ante su primera pregunta, no pude mas que asentir levemente, antes de contestar de voz. - Correcto, el que este marcado en rojo es el objetivo. - Escuche su segunda pregunta que aprecia incluirme a mi, o mas bien a mi actividad durante el ejercicio. - Solo esquivar. El ejercicio esta basado en que tu eres la soldado de un grupo habitual de unos cuatro individuos, estas trabada en combate conmigo, pero un enemigo intenta flanquear al grupo, pudiendo eliminar a uno de tus compañeros, probablemente uno de los no combatientes. Tienes segundos para decidir, para actuar... o incluso como ocurre con las mixtas, es posible que tenga ya a uno de los tuyos. De ti depende la supervivencia de los demas. - Me habia explayado de mas, porque queria que entendiera la realidad, era tanto espada, como escudo ahi fuera... y no siempre era tan facil como apuntar a alguien y volarle la cabeza o clavarle una flecha.

Espere por si tenia algo mas que añadir, antes de levantar la mano con el pulgar sobre el boton. - ¿Lista? - Si no tenia nada mas que añadir, me apartaria levemente de ella, no demasiado, teniendola aun al alcance sin demasiados problemas. ¿Injusto? La guerra lo es. Aprete el boton.

Lista

Había entendido la explicación, y aunque estaba claro que había intentado presionarla con lo de la supervivencia de los demás... bueno, el caso es que lo había conseguido. Era cierto que Hilv tenía una gran habilidad pero no era menos cierto que su inexpereincia podía jugarle malas pasadas sobre el terreno.

Observó la posición de Marko, estaba claro que iba a tener que jugar con las columnas para evitar que él lo pillara. Lo había visto en acción y sabía a pesar de lo corpulento que era, se movía con una rapidez endiablada. Había una cosa que se le escapaba del ejercicio, y era el hecho, de que, en un combate real, ella hubiera optado por eliminar primero a su perseguidor, ya que sino, dudaba mucho de que pudiera acertar cualquier objetivo, pero iba a presuponer que su perseguidor tenía algún tipo de característica que le hacia inmune a todo lo que ella pudiera intentar.

Tenía que marcarse una estrategia, y en este caso, sería, primero esquivar y luego disparar si podía. Si seguía con “vida” podría ayudar a alguien, si caía de primeras, era seguro que no podría salvar a ninguno de sus compañeros de equipo.

Tensó el arco con una flecha preparada, y dividió su atención entre las dianas y Marko.  

Le di al boton y el entrenamiento comenzo. Ella se movio, sin perder siquiera un segundo, antes que yo para conseguir un angulo de tiro en cuanto la primera diana aparecio. Lo hizo deprisa y yo la segui, pero en su velocidad, trastabillo y resbalo, provocando que se fuera al suelo, no sin antes haber disparado su flecha. Guiado por mi impetu y en el estado en el que me encontraba, sin pensar en las consecuencias no me aparté si no que me puse en medio a saber porque, provocando que antes de darme cuenta sintiera un fuerte golpe en el pecho que me dejo por un momento sin respiracion. Cerre los ojos, antes de bajarlos a mi pecho de donde sobresalia una de las flechas de Hilv, dolia, dolia mucho... maldita sea. Alce mi brazo para taponar la herida, mientras sentia como el bombeo de mi corazon se dispara como efecto del trauma. Alce mi voz, con fuerza sintiendo como esta desaparecia por momentos, pues el dolor aumentaba rapidamente en el proceso.

Titan... Zona de entrena...to militar. Sala C-012. Asistencia me... urgente. Flecha... torax. Victima... Marko De...

Hablar era un sobreesfuerzo, pero o lo hacia, o no habria otra. El dolor era el suficiente para saber que era una mala herida, no sabia si habria tocado algun punto vital, y tampoco tenia ganas de saberlo. Trastabille, me consegui mantener de milagro en pie, pero a los pocos segundos cai al suelo, de culo, con los ojos cerrados mientras una aureola mas oscura aparecia alrededor de donde habia impactado la flecha. Aprete la mandibula, mientras sentia cierto regusto metalico en la boca y mi mano empapada en sangre. Mire a Hilv y quise hablar pero era incapaz, aun gracias que habia conseguido llamar a Titan. La mirada se me nublaba por momentos, asi como sentia la osucridad queriendo reclamarme y por mas que me negue, me di cuenta de que era una batalla perdida. Intente moverme pero no podia, solo sentia el mismo infierno en mi pecho, mientras la flecha seguia clavada y yo notaba la necesidad de desvanecerme, por mas que pelease contra ella. Asi que antes de joderla mas, me deje caer de costado para no provocar una peor herida... justo cuando todo se volvia negro.

Tardó unos valiosos instantes en darse cuenta de lo que estaba pasando.

Al principio nada tenía sentido, Marko corriendo hacia ella, la diana desplegándose, el resbaló al intentar hacer un amago para engañar al soldado, todo eso lo recordaba...

!Marko! Tiró el arma y corrió hasta él lo más rápido que pudo, arrodillándose junto a él mientras las palabras de petición de auxilio resonaban en su cabeza, instándola a repetirlas !Titán! !Zona de entrenamiento militar! !Sala C-012! !Un médico joder! Apartó la mano del hombre y presionó con las suyas en la zona de alrededor de la flecha, por donde la sangre comenzaba a desbordarse sin prisa pero sin pausa.

Tranquila Hilv, tranquila... Marko, Marko, no te duermas, no te duermas la chica se quitó la camiseta y la uso para taponar con mayor eficacia, mientras apoyaba la oreja en su pecho, intentaba oir el corazón, si, pero sobre todo si los pulmones emitían algún tipo de silbido o sonido que no debieran, vigilando las posibles burbujas de aire que pudieran producirse durante la respiración. Comprobó también las venas del cuello, creía recordar que su estado era importante para saber si el aire seguía llegando a las partes del cuerpo a las que tocaba...

Vamos Marko, joder...

Por la cabeza de la joven no pasaba otra cosa que no fuera ayudar al hombre herido, pero sus conocimientos no daban para más, y aunque todavía seguía vivo, no sabía si aguantaría mucho tiempo más.

!Un médico!

Volvió a gritar a medio camino entre el llanto y la desesperación mientras seguía apretando la herida y evitaba que la flecha se moviera lo más mínimo.  

Un grupo de cuatro hombres entraron en la sala de entrenamiento. Le pidieron amablemente a Hilv que se apartase y que ellos ya se harían cargo. Tras colocar una camilla en el suelo lo colocaron sobre ella y activaron el sistema anti gravitacional para que el movimiento fuese más fluido. Apenas en tres minutos se lo estaban llevando de allí a la zona hospitalaria. 

Estuvo hospitalizado una semana, el primer día en cuidados intensivos. Hilv había ganado un recuerdo para olvidar y Marko, una nueva cicatriz.