Partida Rol por web

Los pasos llegaron hasta ti, apenas cuando habías recorrido unos metros, lo justo para volver a la primera sala donde todo era mucho mas normal- eh Hilv...- Dag se puso a tu lado, un poco por delante pero sin impedirte seguir andando- no te lo tomes a mal, es...una costumbre para los nuevos. Mi cara también fue de gilipollas, me caí y casi me rompo la nariz por lo nervioso que estaba- intentó con esa anécdota calmar un poco las aguas. 

Tomó aire, colocándose ya si delante de ti- No se hace solo por putear sabes...es...tenemos que aprender a ver también otras cosas para luego cuando llegue el momento no quedarnos pasmados. -Fui a poner una mano en tu hombro, pero la dejé en el aire, no creo que se tomase bien que la tocase en ese ambiente que acabábamos de dejar- todos hemos tenido que adaptarnos a esto. Para eso estamos aquí. No te voy a decir que te des la vuelta y vuelvas, pero tampoco podía dejar que te marchases así como así...con esa cara.- aclaré un poco cohibido ahora- si quieres algún día dar una vuelta o simplemente pegarme estaré por el mismo sitio que hoy...o te puedo dar un número si gustas...

No se detuvo cuando se colocó a su lado, ni siquiera se molestó en mirar al chico, y dejó escapar un sonido suspiro cuando Dag tomó aire, esquivando de nuevo su mirada, pero cuando dijo lo de aprender, Hilv lo miró finalmente ¿en serio? ¿aprender? ¿que gilipollez es esa? ¿acaso creeís que no se como se folla o algo así? Se estaba empezando a enfadar, y cuando hizo el amago de acercar la mano, ella retrocedió de manera instintiva, muy muy lejos de sentirse cómoda.

Mira, en serio, no sé que a que te refieres con adaptaros ni esas chorradas, pero dejadme al margen ¿vale? No sé con cara pretendía que marchara, o tal vez si, y no era la que esperaban esta cara es la única que tengo le dijo sin pensar demasiado ya nos veremos por ahí esquivó el cuerpo de Dag dando un par de pasos a la izquierda.

Qué se lo hubiera pensado mejor en vez de seguir el estúpido jueguecito.

Podía soportar muchas cosas, tal vez demasiadas, pero no tenía tiempo para perderlo en tonterías

Hilv no parecio entender lo ocurrido, no se dio cuenta y creyo por mis palabras lo que no debia ser. Cierto es, que lo habia hecho a proposito y que esa era la idea, pero aun asi verla levantarse e irse en cierta manera me fastidio. Espeaba mas de ella, cierto es que era joven, pero por eso mismo, no podia dejar de darle sin cuartel, su juventud seria algo de lo que se aprovecharian y en este lugar no se veia nada, solo se intuia, que ocurria si es una de las misiones le tocaba tener sexo. ¿Acaso creia que podria librarse de la misma forma, con un insulto y media vuelta? Me encogi de hombros mirando a Dag, mientras este hablaba... parecia que tampoco lo habia pillado.

No la he traido para follarmela Dag, ni para que lo hicieras tu. Era para abrir su mente y ver hasta donde estaba dispuesta a aguantar, pero es demasiado joven... y mas le vale abrir los ojos si quiere seguir viva. - Gruñi cuando dijo que no estaba acostumbrada. - Pues mas le vale empezar pronto. - Me levante, con la toalla aun en mi hombro. - Me largo... habla con ella si quieres. - La verdad es que lo que mas me jodai era esa mirada de decepcion, donde siquiera pudiera pensar que la habia llevado aqui para eso...

Solo dijo unas palabras lapidatorias a todas luces- ¿y si te encuentras en medio de algo así en alguna misión? ¿qué pasará cuando tengas que acostarte con alguien que no quieras en alguna misión Hilv? O que te violen...porque existen esas posibilidades..- la dejó ir mientras el mismo miraba al suelo con un peso mas grande de aquel que quería, al menos esperaba que pensase en aquello un poco. O no. 

 Se detuvo, negando con la cabeza, no se volvió del todo, lo suficiente para que su voz se escuchara con claridad esto no tiene nada que ver con el sexo Dag, nada que ver no estaba cómoda con ello, pero no era eso por lo que se había largado de aquel lugar.

Si algo he aprendido durante mi vida, es que nada te prepara para algunas situaciones, si te toca vivirlas, sólo puedes rezar para tener el suficiente valor para seguir adelante una cosa era intentar ser mejor, y otra muy diferente lo que realmente lograbas conseguir también es probable que me maten bastante más que lo que acababa de decir.  

Para que estamos aquí, si no es para morir- no era una pregunta, era una afirmación rotunda, que te sonaba familiar de cierta manera. Parece que al menos él, no esperaba mas de aquel lugar que una muerte tarde o temprano.- es una novatada, solo eso, aunque hay mas de fondo. Pero comprendo tu desilusión con nosotros, es una perdida de tiempo, tienes cosas mejor que hacer seguro, por no hablar de que entrenando con esa bestia estarás hecha mierda. Nos vemos Hilv- se dio la vuelta dirigiéndose hacia una de las esquinas de la primera sala. 

Dos personas que hablaban con demasiado conocimiento sobre la muerte, no debería ser así, eran jóvenes, pero ambos tenían muy claro lo que les esperaba el destino próximo.

Si lo tienes tan claro se refería a lo de morir no entiendo como no se te ocurren mejores cosas con las que pasar el rato el chico apenas la conocía, de hace un rato, pero ella lo culpaba por no haberse percatado de que una broma de ese tipo no era una buena idea. Posiblemente estaba siendo injusta con él, pero no podía evitarlo, ni se arrepentía de ello.

La menció al cansancio la golpeó casi físicamente, parecía que todo volvía a dolerle de nuevo nos vemos Dag quizás dentro de unos días lo viera todo con otra perspectiva, pero ahora mismo no le apetecía pasar ni un segundo más en aquel lugar. 

Zona indeterminada - 68 dias para la mision - (14:00)

Cinco dias despues del entrenamiento

Mensaje al movil de Hilv.

Re: Marko

Asunto: Tartas y entrenamiento

Mañana por la tarde, a las 17:00 estare en la tienda de tartas de la que te hable. Si quieres hablar de algo, estare aproximadamente hasta las 19:00.

Marko.

El primer día se lo pasó tirada en su apartamento, viendo peliculas, descansado y durmiendo. Pero al mediodía del segundo, las palabras de Dag seguían resonando en su cabeza, haciéndola pensar demasiado, y eso nunca había sido bueno para ella. Así que decidió que era mejor mantenerse ocupada, por lo que retomó los entrenamientos en solitario, aunque evitando las zonas habituales, eligiendo el lago como la principal estancia en la que hacerlo. Procuraba llegar a casa lo suficientemente cansada como no hacer mucho.

Cuando recibió el mensaje, arrojó al móvil a la otra punta del sofá, sin contestarlo, y no fue hasta la mañana del día siguiente cuando se decidió a hacerlo.

Re: Hilv

Asunto: Entrenamiento

No quiero hablar de nada. Sólo entrenar.

Hilv

Sabía que no podía mejorar mucho más en solitario, y seguía valorando la experencia de Marko, pero las cosas no serían como al principio. Pasaba de él, sólo entrenamiento y dentro de unas condiciones, no podía darle más.

Se presentó en el lugar acordado a cuatro y media pasadas. Llevaba unos pantalones de chandal ligeramente holgados, negros con los detalles en fucsia, con la chaqueta abrochada hasta el cuello. Zapatillas blancas y de amarillo chillón. El pelo, como siempre, recogido y su mochila a la espalda, con libertad de movimientos en las mano. Eligió una mesa y pidió unicamente un batido de frutas.

Se dispuso a esperar mientras echaba un vistazo a su alrededor sopesando sobre la idioneidad de haber acudido a la cita.

No estaba tranquila, y eso se le notaba. No era la mejor escondiendo su estado de ánimo, tampoco es que nunca lo hubiera pretendido.  

Sali de casa tras todo el dia entrenando y estudiando, avance en direccion al ascensor que me dejaria en la planta donde estaba uno de mis lugares preferidos. Habia leido el movil esta mañana, asi que suponia que ella no apareceria, que lo haria al dia siguiente en la zona de entrenamiento o ya no lo volveria hacer. Debia admitir que eso me disgustaba pero no por eso iria a bsucarla. Si no habia entendido la verdadera leccion y ni siquiera habia preguntado, no seria yo quien fuera detras de ella, no era su instructor... si la entrenaba era porque queria. Asi puescuando llegue al local y la vi alli, mis ojos se abrieron en una clara sorpresa. Mientras avanzanba vi que ya habia pedido por lo que yo hice lo mismo, un par de galletas de chocolate y un batido de mango y manzana verde.

Hilv iba vestida de una forma un tanto chillona, tanto los detalles en fucsia como amarillo resaltaban mucho, aunque por supuesto no en la tienda. Este lugar era un maelstrom de colores y formas. Negue lentamente mientras me acercaba hasta que su mirada se poso sobre la mia, mire el asiento delante de ella y lo señale con la cabeza. - ¿Puedo? - Espere a su afirmacion, tardara lo que tardara antes de sentarme. A diferencia de ella yo iba con una camisa azul pero holgada, y unos pantalones vaqueros con algunas marcas de envejecimiento. Unas zapatillas azules con simbolos en rojo terminaban la escasa decoracion. Las mangas estaban arremangadas y en una de ellas se podian ver dos pulseras de cuero entrelazados con algunos simbolos. - Buenas tardes.

Se la notaba nerviosa, sino cabreada, aunque sin duda la decepcion de la sauna no la esperaba. Espere a que llegara mi batido y mis galletas. Levante una mano si en algun momento ella quiso hablar y la mire a los ojos. - Lo de la sauna era entrenamiento, ni mas ni menos, se que te provoque, se que jugue con las palabras para provocarte, pero no era nada mas que eso. Si entendiste la situacion de otra manera... era la idea. Sacarte de tu zona de comfort, sacarte de todo y lanzarte de pleno a una situacion que esperaba te fuera hostil y desagradable por la compañia... ademas de imprevista. - Le di un sorbo a mi batido, mientras desmenuzaba una de las galletas. Le enseñe un trozo por si queria probarlas, tras eso yo comi un pedazo pequeño. Esperando lo que cojones saliera de ella, esperaba que recordara lo que le habia dicho... no era como los demas y haria lo que fuera para que aprendiese,a demas de que no era muy amigo de las novatadas.

Planta 82 "El hada de los dientes" - 67 dias para la mision - 17:00

Sali de casa tras todo el dia entrenando y estudiando, avance en direccion al ascensor que me dejaria en la planta 82, donde estaba uno de mis lugares preferidos "El hada de los dientes". Habia leido el movil esta mañana, asi que suponia que ella no apareceria, que lo haria al dia siguiente en la zona de entrenamiento o ya no lo volveria hacer. Debia admitir que eso me disgustaba pero no por eso iria a bsucarla. Si no habia entendido la verdadera leccion y ni siquiera habia preguntado, no seria yo quien fuera detras de ella, no era su instructor... si la entrenaba era porque queria. Asi puescuando llegue al local y la vi alli, mis ojos se abrieron en una clara sorpresa. Mientras avanzanba vi que ya habia pedido por lo que yo hice lo mismo, un par de galletas de chocolate y un batido de mango y manzana verde.

Hilv iba vestida de una forma un tanto chillona, tanto los detalles en fucsia como amarillo resaltaban mucho, aunque por supuesto no en la tienda. Este lugar era un maelstrom de colores y formas. Negue lentamente mientras me acercaba hasta que su mirada se poso sobre la mia, mire el asiento delante de ella y lo señale con la cabeza. - ¿Puedo? - Espere a su afirmacion, tardara lo que tardara antes de sentarme. A diferencia de ella yo iba con una camisa azul pero holgada, y unos pantalones vaqueros con algunas marcas de envejecimiento. Unas zapatillas azules con simbolos en rojo terminaban la escasa decoracion. Las mangas estaban arremangadas y en una de ellas se podian ver dos pulseras de cuero entrelazados con algunos simbolos. - Buenas tardes.

Al fondo seguia estando esa increible vista de un mar eterno, como si al final de la tienda hubiera un precipio que cayer por el borde de una isla perdida en algun lugar extraño. La carta estaba llena de chillones colores como casi todo el local, sin duda no era un sitio que apsara desapercibido. Me quede mirando ese mar durante un par de segundos mas de la cuenta, hasta caer en lo que estaba haciendo.

Se la notaba nerviosa, sino cabreada, aunque sin duda la decepcion de la sauna no la esperaba. Espere a que llegara mi batido y mis galletas. Levante una mano si en algun momento ella quiso hablar y la mire a los ojos. - Lo de la sauna era entrenamiento, ni mas ni menos, se que te provoque, se que jugue con las palabras para provocarte, pero no era nada mas que eso. Si entendiste la situacion de otra manera... era la idea. Sacarte de tu zona de comfort, sacarte de todo y lanzarte de pleno a una situacion que esperaba te fuera hostil y desagradable por la compañia... ademas de imprevista. - Le di un sorbo a mi batido, mientras desmenuzaba una de las galletas. Le enseñe un trozo por si queria probarlas, tras eso yo comi un pedazo pequeño. Esperando lo que cojones saliera de ella, esperaba que recordara lo que le habia dicho... no era como los demas y haria lo que fuera para que aprendiese, ademas de que no era muy amigo de las novatadas.

¿Ahora pidiendo permiso? Falso...

Hizo un gesto con la cabeza, estando en su casa, le habría resultado imposible afrontar la situación, pero ahora que lo tenía delante, comenzaba a tener muy claro como hacerlo, ni siquiera habían pensado en ello mientras esperaba, pero a veces era mejor no hacerlo.

No contestó a su saludo. El nerviosismo dio paso a una actitud que Marko no había visto hasta ahora en la joven. Hilv estaba completamente a la defensiva, sus gestos, sus movimientos, su forma de mirar. No despegó los labios, ni siquiera tocó su batido que estaba por la mitad. Tampoco miraba a Marko, prefería centrarse en el curioso local, la verdad es que le gustaba el sitio, era muy diferente a lo que ella había visto de Titán hasta ahora, si decidía saltarse la dieta, este sería el sitio que elegiría.

¿Se pone a hablarme? ¿En serio? ¿No ha leído mi mensaje o qué? Seguramente no claro, ¿acaso esperabas otra cosa Hilv? Ni siquiera sabía porque él le había escrito.

Eres idiota Marko al igual que Dag, estaba segura de que pensaba que el problema era la situación ¿crees que me fui porque había gente follando a nuestro alrededor? Negó con la cabeza ¿crees en serio que me provocabas? Se estaba alterando y no quería hacerlo, no entendía una mierda ¿he abierto la boca cuando la máquina esa me ha dado una paliza? Ni una jodida palabra, si le hubiera pedido que se hubiera subido otra vez, lo hubiera hecho, sin rechistar... el entrenamiento había terminado movió la mano, pasaba de enfadarse, era culpa suya por pensar que podía pasar el tiempo con algo parecido a amigos, o compañeros, puff mira, ni si quiera sé lo que pretendes de mi se levantó de la mesa, consciente del error que había cometido viniendo, consciente de que probablemente muy poca gente le hablaría así a Marko, y menos una niñata, como él parecía considerarla, y que seguramente eso lo enfadaría, pero le daba igual lamento que hayamos perdido el tiempo estaba cansada de que se rieran de ella.

Cogió su mochila y se la echó al hombro mientras enfilaba la dirección a la salida.  

Sin duda esperaba de todo menos sus primeras palabras, mas lejos de sorprenderme o de actuar como si me hubiera pillado a contrapie, lo que hice fue fruncir en entrecejo visiblemente mosqueado, que no cabreado. La deje hablar hasta que dio visos de que ir a levantarse, momento en que con un tono duro y marcadamente agresivo comence a hablar. - ¿Tengo pinta de ser tu primo...? ¿o tu tio...? ¿o tu amigo? - La mire directamente a los ojos, suponiendo que eso la dejaria quieta en el sitio... quizas. - Por si no lo habias pillado, no soy ninguna de esas cosas... y sin duda estas muy lejos de ganarte la ultima, porque si novata, te lo tienes que ganar. - La mire dejandole claro la diferencia simple que habia entre ambos, por buena que hubiera sido ahi fuera, en la guarderia. - Eres una novata con mucho talento y muy poco cerebro. ¿Que pretendo de ti? No pretendo nada, pierdo mi tiempo que aunque no te creas es valioso, en enseñarte a no morir y tu me vienes con exigencias... ¿tu? ¿En serio? Mira a tu alrededor... tus medallas no significan nada aqui dentro. - La deje con esa idea colandose en su cerebro, quizas siendo un puto ariete, lo entendiera mejor.

Me lleve un trozo de galleta a la boca y si cuando terminase de tragarlo aun estaba aqui y no s ehabia ido corriendo, como una adolescente estupida, quizas mereciera la pena seguir hablando. Maldita sea Klaus, en serio, has tenido que llevarme a esto... si por mi fuera la hubiera mnadado a paseo, pero no, tenias que colarte en mi mente y recordarme que no hace mucho yo era como ella y tu... tu hacias lo que estaba haciendo ahora mismo yo. Mierda, la diferencia es que a ti viejo sabio, se te da bien esto de sociabilizar.

¿Quieres seguir entrenando, si o no? - No habia ni apice de buen rollo, no, mis ojos eran glaciares. - Te aviso, que a partir de ahora habran normas, si incumples una, se acabo. Tu decides novata. - Tras eso devolvi mi atencion al batido.

Parece ser que alguna palabras por parte de alguno de aquellos dos, no le terminaron de hacer mucha gracia a una de las familias con niños que había por allí. Porque era una cafetería familiar. Por ahora nadie había dicho nada, pero, ya podían notar algunas miradas sobre su conversación. 

Fueron las miradas que les dedicaron desde otras mesas lo que aplacó la furia de la joven. De pie, junto a la mesa había mantenido la mirada de Marko, sus ojos eran fríos y agresivos, mientras que los de la chica eran puro desafío. ¿Qué otra cosa podían ser los de una persona que llevaba desafiando todo desde que nació? Que sea un idiota pretencioso no hace que sea no sea un superviviente, ¿qué tengo que ganarme su amistad? Se puede meter su amistad por el culo, gilipollas de mierda, ¿pretente que me crea que va de altruista? La jodida Madre Teresa, si... su cara era un libro abierto, se le notaba la tensión contenida, la mandíbula apretada, la respiración acelerada se cree que me conoce... no te precipites... concéntrate, respira, tómate tu tiempo en apuntar... relájate antes de disparar...

Se sentó de nuevo en la silla, sin dejar de mirarlo.

Aprovéchate de él, que le jodan Hilv, saca lo que puedas y a seguir hacia delante. Así es cómo se preparan los hijos de puta.

Si, entrenaré

Pronunció con demasiada calma. 

Consciente de las miradas de algunas de las familias cercanas, no quite la mirada de ella, ni siquiera cuando se sento. Solo la observe como ella parecia hacer conmigo. Maldita sea, era una puta cria en todos los sentidos... y yo aqui preocupandome porque sobreviva  asu primer salto ¿Por que? Lo sabes bien, sabes por que, asi que deja de refunfuñar. Klaus estaria orgulloso, ya muy bien ¿y? El que se come el marron soy yo ¿No lo han hecho antes contigo, de una manera similar? Si, y la persona que lo hizo ya no esta aqui... pero el tiempo que estuvo te enseño bien ¿no? Puta conciencia, maldita promesa, te echo de menos... tanto que duele... te aseguraste de que siguiera aqui, de que siguiera vivo... y a veces... solo a veces, preferiria no estarlo. Cuando por fin se digno a contestar algo, interrumpio mis pensamientos, unos para nada agradables y que siempre, siempre venian cuando estaba en este lugar. Aun asi el simple hecho de sentarse ya decia mucho, suspire levemente antes de tomar un nuevo trozo de galleta y llevarmelo a la boca, mientras mis ojos se desviaban al mar eterno y mi mirada si se perdia ahora alli.

El tiempo paso, ni siquiera conte cuanto fue antes de que volviera a hablar. - Te mandare un mensaje, con el proximo entrenamiento.

En cuanto tuvo la confirmación, se volvió a levantar de la silla, asintiendo para dejar claro que se había enterado, pero era obvio que mientras menos hablara sería mejor para todos. Agarró su mochila y se largó de la mesa sin decir una palabra.

Salió del local con prisas, sin terminarse siquiera su pedido, y eso que estaba bastante bueno, pero sentía como la fuerza de voluntad para contenerse se le agotaba a mucha mayor velocidad de la que era capaz de controlar. Cualquier rastro de camaradería había desaparecido entre ellos.  

Zona de Entrenamiento - 65 dias para la mision - 5:00

El dia anterior habias recibido un mensaje simple. "Mañana entrenamiento. Misma hora. Trae el arco.". No habia ni un buenos dias, ni siquiera una marca que indicara quien era el remitente, sino fuera porque tenias el numero en la agenda del movil. Marko lo habia enviado.

Desde el dia de la ultima conversacion, habian pasado ya dos dias y era la primera señal de que iba a seguir entrenandote, aparte de las palabras dichas en el "Hada de los dientes"

Esta vez no había elegido ninguno de sus habituales colores chillona en su ropa. Pantalones negros, camiseta de manga larga negra, funcional, ni siquiera llevaba zapatillas, sino que se había puesto unas botas de tipo militar, seguramente del ejército. El mismo peinado de siempre y el arco a la espalda.

Parecía totalmente despejada cuando se acercó a Marko, traía algo en la mano, y cuando se acercó a él, pudo ver que se trababa de un pequeño pack que incluía dos jeringuillas y dos pequeños botes de un líquido transparente. Abrió la mano para que él pudiera verlo bien existe la posibilidad de que sufra una especie de ataque en el que no pueda controlar muy bien mi cuerpo le dijo si mirarlo directamente, como si se tratara de un discurso ensayado, de uno que odiaba pronunciar y del que se sentía avergonzada a pesar de no ser en absoluto culpa suya estas inyecciones me ayudaran a superarlo llegado el muy improbable caso de que suceda pero sino se lo decía no estaría siendo justa con él, y había cosas por las que Hilv no pasara por muy mal que se llevara con Marko más cerca del corazón son más efectivas, pero no es estrictamente necesario, incluso es posible que yo misma pudiera inyectarme llegado el caso explicó sin levantar la mirada no creo que suceda, sino me dejarían estar aquí, ya sabes los estrictos que son, pero tenía que decirlo dicho esto, colocó el estuche en uno de los bolsillos de su pantalón.

Si te supone un problema, lo entenderé.

Ahora si lo miró a los ojos, había desafío en ellos, si, pero también un punto de ansiedad que nunca antes había visto en la joven.