Gracias Rastas, en cuanto cojamos al Alférez nos iremos de aquí. - dijo Ragnar midiendo sus palabras. - Nos habéis hecho un gran favor y no quedará olvidado.
Sé que no quedará olvidado, dice mientras sonríe a Orlamm. Me temo que no tendréis tiempo de buscar al alférez. Si queréis mi ayuda será bajo mis condiciones, no deseo arriesgar más de lo que ya he arriesgado en esta campaña. Será salir ahora conmigo o nada. Dicho esto abrió la puerta trasera de la taberna accionando unas palancas y os dijo. Vuestro carruaje os espera. Id dirección oeste al menos dos horas y luego todo al sur. Mucha suerte, la necesitaréis.
Si no queréis seguir los planes de Palas indicarlo, si todos montáis en la carreta y hacéis lo que dice indicadlo también. El otro grupo va 2 días por delante vuestro en tiempo cronológico.
Poned al día los inventarios (en especial los presos, pues habéis perdido todo salvo vuestros ropajes y las armas que habéis conseguido en el transcurso de vuestra fuga)
Muchas gracias, espero que liberando al alférez, Petrus pierda poder, sinó todo habrá sido en vano, os deseo lo mejor y no creo que nos veamos en un tiempo. Podéis decirle al señor Perkins que si alguna vez me necesita, estaré en el Baluarte, me gustaría hablar con él alguna vez,espero que no sea mucha molestia. Cojo el frasco de aceite y me empiezo a rociar para camuflar el olor.
nos quitamos las armaduras y armas o las mochilas?
Orlamm miró con rostro molesto al "Benefactor" cuando le habló sobre quitarle el collar. Tampoco le agradó nada la respuesta de que no deberían ir a buscar al alférez, con todos los esfuerzos que habían hecho para liberarle.
Pero la verdad es que estaba demasiado cansado como para pensar con claridad y encontrar una buena solución. Buscó la mirada de sus compañeros para que decidieran qué hacer.
Viendo el cansancio en los rostros de los aventureros, Rastas untó los aceites en el resto de jóvenes y los ayudar a montar en la carreta. En dicho transporte había un barrilete con agua y unas hogazas de pan acompañadas de unas cuantas coles y una cuña de queso curado de oveja. El jamelgo que tiraba de la carreta parecía que podía morir en cualquier momento, pues estaba muy delgado y viejo. Los compañeros iniciaron el viaje hacia el oeste disfrutando del paisaje en cuanto dejaron el pueblo. Hasta entonces habían estado cubiertos por unas mantas harapientas y unas alfombras. Solo Laif había sido transformado con el hechizo de disfraz, y desgraciadamente para él, la transformación fue un éxito rotundo que le modificó el aspecto hacia el de una doncella de cabellos negros. Cuando comenzaron a dirigirse hacia el sur ya no quedaban rastros del conjuro. Tras un día y medio de camino, dejaron atrás las peligrosas Orson y encontraron el camino que llevaba al puesto de avanzadilla. Allí les esperaban dos soldados junto a Tirel Mentonquebrado. Al verles llegar en tan malas condiciones, primero se le ofreció ayuda (todos los pgs recuperados) Se les dio comida caliente y luego conversación. ¿Qué ha ocurrido en vuestra Okrika? Por todos los dioses y Khauntea la primera. ¿No habéis tenido nada de suerte o vivisteis una aventura sin parangón?
Despues de un pequeño descanso empiezo a hablar.
No sé si es lo normal... pero nos metimos en medio de una pelea de poder y deberíamos reportar un par de sucesos que acontecieron mientras estábamos allí. Orlamm, perdona que te vuelva a pedir que des explicaciones, pero es que eres el que mejor informado está.... De hecho, hemos tenido algunas perdidas materiales, entre ellas mi espadón...
- Bienhallado seas Tirël, me alegro de verte. - El gnomo se había recuperado del cansancio en el viaje, durmiendo en la parte de atrás del carro y alimentándose de las provisiones que llevaban. - Pues yo diría que ambas cosas, no hemos tenido demasiada suerte y hemos vivido una fantástica aventura. Pero ya os contaré cuando estemos en el Baluarte. Por cierto, ¿Sabes si han llegado el resto de compañeros? Tuvimos que separar nuestros caminos para cumplir con la Okrika y no quisiera enterarme de que les ha pasado algo malo.
Pues la verdad es que no lo sé. No sé si han vuelto o no. Los otros dos soldados llevaban allí más de dos semanas por buen comportamiento. Yo llevo más de cuatro días fuera del Baluarte investigando al sur del Baluarte. Han llegado una docena de pequeñas embarcaciones a la costa. En primera instancia creí que se trataba de unos piratas o comerciantes, pero me extrañó mucho ver marcas élficas en ellas. Creo que se trata de esclavistas, o tal vez sean pescadores élficos, o traficantes. La verdad es que ando un poco perdido. Tras una pausa continuó. Bueno, pero esos son mis problemas, vosotros volved al Baluarte para recibir con honores el final de la Okrika.
El gnomo tomó nota mental de las noticias que les transmitió el mediano y le deseó suerte con sus investigaciones. A continuación se puso en marcha para llegar al baluarte.
Ragnar había permanecido callado todo el camino. Sin duda alguna esa no era vuelta triunfal que tenía en mente. Estaban heridos, habían perdido sus posesiones y habían adquirido una gran deuda. Permaneció callado durante la conversación con el mediano y solo rompió el silencio cuando continuaron con el viaje. Laif estaba cabizbajo estaba claro que la perdida de el espadón de su padre pesaba en su conciencia. Ragnar se acercó a él para decirle. - Laif, recuperaremos tu espadón, te lo prometo. Además, seguro que Cortemoz también nos ayudará. Estando en su estancia vi un estandarte con un símbolo, dos manos entre cruzadas como en un saludo. Creo que es el mismo símbolo que había en el espadón ¿no? He investigado un poco sobre el símbolo pero no encontré nada en la biblioteca. Siento no habértelo dicho antes pero con todo lo que ha pasado no he tenido tiempo.
Algo sé de ese símbolo, y no, en mi espada no estaba, el Maestro Thimothir me explico que sólo un grupo selecto de hombres lo podían llevar-le digo mostrándole el colgante para que se fije, ya que hasta el momento no se dió cuenta- no quise decir nada en el momento, como tú, pero seguramente el viejo Perkins reconoció el símbolo y por eso confió en nosotros. Tranquilo, me pesa la pérdida de mi espada, pero aprendí en su día que es mejor que regrese la persona en vez del arma, por muy importante que sea ese arma, puede ser reemplazada, la persona no. -De esa manera intento quitarle importancia, aunque no puedo disimular el pesar en mi mirada, a fin de cuentas, fué lo último que recibí de mi padre.
Ahora apretemos el paso, no sea que nos encontremos más problemas, además, quiero saber si el resto ya llegó y reportar la situación.
El grupo volvió al Baluarte. Al llegar todos, la primera en advertirlos fue la hermana de Glen, quien estaba de vigía. Justo antes de abrir la gran puerta y bajar las defensas apareció allí Lea portando una varita mágica. Lo siento chicos, es parte del nuevo procedimiento. Sacó también un pergamino y pronunciando las palabras adecuadas un brillo iluminó la zona (Deshacer magia) y luego con la varita fue uno a uno enviándoles otro hechizo. (Ver lo invisible) Una vez terminado el trámite de los hechizos el grupo pudo acceder a la fortaleza y decidir a dónde ir y con quién hablar. Los primeros con los que se toparon fue con el resto de sus compañeros.
no es Lea sino nosotros, los máster quienes hemos realizado el post de protocolo de Lea. Volvemos al hilo principal del Baluarte todos juntos.