Partida Rol por web

Una cena frugal había sido una buena idea. No había demasiado apetito entre los comensales, pero había que llenar el estomago para no caer en el inconveniente de tener que salir de noche a buscar algo de alimento a la cocina.

Ahora llegaba el momento de reposar... A solas.

By camember at 2010-12-17

Habías vuelto a tu cuarto, y habías sentido a todos los demás cerrar sus puertas más o menos al mismo tiempo que lo habías hecho tú.

Había un inconveniente de gran importancia, del que te percataste al cerrar la puerta: no había cerrojo. Era un pomo normal y corriente que no poseía pestillo ni cadena alguna.

Un breve repaso del dormitorio:

Al entrar, una cama bastante cómoda bajo la ventana. Frente a ésta, un armario de pared a pared. Junto a la cama había una mesilla de noche bastante elaborada.

Cabía decir que el revestimiento de las paredes y el suelo habían sido escogidos en un tono de madera oscura que le daba un cierto tono tétrico a la estancia. Quizás habían sido así decoradas para dotar a los cuartos de invitados de un aire de modernidad, pero casi daba más sensación de desasosiego que de modernidad.

En la pared restante sólo había una cosa, un pequeño cuadro con el siguiente texto:

Cita:
Diez Negritos se fueron a cenar.

Uno se ahogó y quedaron:

Nueve.

Nueve Negritos trasnocharon mucho.

Uno no se despertó y quedaron:

Ocho.

Ocho negritos viajaron por Devon.

Uno se escapó y quedaron:

Siete.

Siete Negritos cortaron leña con un hacha.

Uno se cortó en dos y quedaron:

Seis.

Seis negritos jugaron con una colmena.

A uno de ellos lo picó una abeja y quedaron:

Cinco.

Cinco Negritos estudiaron derecho.

Uno de ellos se doctoró y quedaron:

Cuatro.

Cuatro Negritos se hicieron a la mar.

Un arenque rojo se tragó a uno y quedaron:

Tres.

Tres Negritos se pasearon por el Zoo.

Un oso los atacó y quedaron:

Dos.

Dos Negritos estaban sentados en el sol.

Uno de ellos se quemó y quedó:

Uno.

Un Negrito se encontraba solo.

Y se ahorcó, y no quedó

¡ninguno!

En el armario de la izquierda se encontraba el contenido de tu maleta. En el de la derecha había varias toallas, así como un pequeño botiquín con gasas, vendas, alcohol, catidades ingentes de somníferos (ni que fueras a pasarte toda la vida con insomnio)...

A simple vista no había nada más relevante en la estancia.

En ese cubículo era donde se suponía que habías de pasar la noche, solo, y temiendo que alguno de los otros pudiera entrar, aprovechando el sueño y la oscuridad, a asesinarte...

Había una circunstancia que se debía solventar antes de nada: ¿Sería conveniente bloquear la puerta de alguna manera? ¿Era necesario hacerlo o se trataba solamente de instinto de supervivencia? Y si ibas a hacerlo... ¿Cómo?

La ventana estaba cerrada a cal y canto, pero no poseía persiana alguna.

En la casa había bastante ruido. Claro era que varios de los presentes habían decidido atrincherarse en sus habitaciones, moviendo algunos muebles para bloquear la puerta.

Sin embargo, en las habitaciones a tu alrededor todo era quietud...

...Y de pronto recordaste por qué.

Dormitorio de Stephen Bartok              PA                         Dormitorio de Scarlett Sommers

Dormitorio de William Fox                    SI                          Dormitorio de Karen Walker

Cuarto de baño de los hombres           LLO                        Cuarto de baño de las mujeres

Dormitorio de Bernard Marsh                ...                         Dormitorio de Myst

Dormitorio de Charles Hawthorne          ...                         Dormitorio de Faustin Collins

Sala de estar                                    ...                        Rellano (escaleras al piso inferior)

Tu dormitorio era el último del ala izquierda. El contiguo estaba vacío, ya que Fox yacía muerto en el salón. El de en frente también estaba vacío, pues Sommers había encontrado la muerte al estrellarse contra las rocas del acantilado. Y Walker estaba muerta en su cama...

No te encontrabas en una posición nada ventajosa. Si alguno de tus compañeros de casa hacía más ruido de la cuenta en su cuarto, sus vecinos de dormitorio se percatarían, pero tú estabas ligeramente más aislado que el resto.

¡Ñieeeeeek!

Alguien había abierto una puerta. No sabrías decir si había sido en el piso superior o en el inferior, pero estabas seguro de haber escuchado abrirse una puerta. Parecía que se había tratado de abrir con sigilo, pero había chirriado ligeramente. Estando con los sentidos alerta, no te había pasado desapercibido.

Bartok había observado la habitación con quietud y había intentado ser analítico, después había tratado de mover el armario, pero desistio de esa idea cuando estuvo a punto de volcarlo. Al final había salido a por una silla y había atrancado la puerta con ella.

Si alguien le preguntara diría que había salido estoico, como solo un bravo caballero podría hacerlo, pero la verdad es que había ojeado el pasillo a través de la rendija producida por la puerta entornada, había ido a la sala de estar en una carrera nervioso, y había vuelto corriendo a toda prisa, tratando de ser todo lo silencioso que pudiera, pero en definitiva lo que había conseguido era correr de una forma ridícula y absurda.

Luego, en el bochorno en la soledad de su habitación había atrancado l a puerta con la silla y presa de el pánico había vaciado un armario, había hecho un bulto de forma y dimensiones humanas en la cama y lo había tapado con la manta.

Luego el había ocupado el lugar de las cosas del armario donde esperaba dormir toda la noche sin interrupciones. Tuvo que desmontar un par de valdas del armario para poder entrar y estaba retorcido, pero todo precio por su seguridad era poco.

Bartok, había dado dos tragos a la petaca que llevaba y que no había perdido de vista desde que aquel desgraciado resultara envenenado con su propia petaca

¿ Como lo habrían hecho para verter el fatal veneno en la petaca del desgraciado? El excepticismo, uno de las características definitorias del actor entro en acción al no encontrar una respuesta fácil al asunto  ¿Y si fue una treta y el es el asesino, o alguno de los fiambres que no hemos podido constatar....?¡¿ Y si son mas de uno?!

Sin duda en mitad de aquel teatro de marionetas, no podía dar por sentado nada, pues al igual que en el teatro, todo estaba dispuesto para que fuera una ilusión, para que el espectador viera solo lo que el director quisiera, la cuestión entonces era tratar de no seguir el guion establecido.

En mitad de estos pensamientos estaba atrapado Bartok cuando oyó una puerta abrirse, bartok, agarro su derringer, la guardo a mano, en su bolsillo, no sin antes comprobar que estuviera cargada, también reviso que el resto del arma estuviera en plenas condiciones funcionales, y salió del armario en dirección a la puerta.

No sentiste un alma en el piso superior, y no se veía a nadie en el pasillo, ni ninguna puerta moviéndose. Claro que estaba todo muy oscuro, pero aún así, cualquier movimiento en aquella quietud no habría pasado desapercibido precisamente.

¿Quién había salido de su cuarto pues? ¿Acaso había sido uno de los criados, cuyos cuartos se encontraban en el piso inferior?

Y de pronto, escuchaste un violento portazo. La puerta de entrada a la casa se cerró con fuerza, y el sonido del portazo resonó en toda la casa. Alguien había salido de la vivienda.

Al cabo de unos instantes, tu posición privilegiada espiando desde la puerta te permitió percibir movimiento en el interior de uno de los cuartos más alejados del tuyo. Nadie salió al pasillo ni se abrió ninguna puerta, pero alguien acababa de llamar, no a la puerta, sino a la pared. Quizás estuviese comprobando si el fugado de la casa era su vecino de dormitorio, o algo similar. El caso es que escuchaste un murmullo indescifrable, pero claramente proveniente de una voz masculina.

Además de voces en el piso superior, te parecía haber sentido también voces en el piso inferior. ¿No se suponía que la gente había ido a dormir? Quizás andaba todo el mundo demasiado inquieto...

Sin embargo, nadie salía de sus cuartos. En el pasillo seguía sin verse un alma.

Ahora se oía claramente cómo replicaba a voces una mujer. ¿Todos se habían dispuesto a iniciar una conversación desde sus cuartos, sin salir?

Lo cierto es que aunque se entendía bien poco, estaban hablando de forma poco discreta.

Esto era de locos... estaba confundido y aterrado, no era un miedo irracional, sino un miedo frio y silencioso, que se te pega, la incertidumbre de que hacer y como reaccionar, el miedo a equivocarse.

Su primer instinto fue volver a dentro de su cuarto, pero no le hizo caso, se quedó quieto, por que los que escuchan a su instinto más bajo acaban muertos, por que no quería seguir el guion de esta historia que no sabía como acababa.

Quieto, escuchando, pero los acontecimientos avanzaban y no sabía hacia donde seguia esta historia, así que tras unos momentos en la oscuridad del pasillo comenzo a avanzar hacia la sala de estar al final del pasillo.

"¿Están todos locos...?¿ Estan todos confabulados...? En mitad de aquella confusión cualquiera le podría tomar por el asesino y actuar en consecuancia  y cualquiera podría ser el asesino" pensaba para si mismo mientras avanzaba pero avanzaba por que intuía que aquel que se fuera tan rápido de la cas pudiera haber dejado abierto el gas o algo por el estilo

"¿ Que mejor para camuflar los atroces actos ocurridos en este sitio que un accidente con el gas?" empezó a pensar en su cabeza, sino hubiera salido uno podría ser un buen modo de salir del atoyadero "¿ Por que no habría pensado en ello antes de ahora, antes de que fuera inutil?¿Por que no había cogido antes el toro por los cuernos?" se recriminó, pero seguía avanzando

Avanzaba y era consciente de que muchos de ellos eran culpables, tan culpables como él, avanzaba en la oscuridad en un nido de viboras asesinas¿ Quien mordería primero?¿ Quien mataría a quien?