Partida Rol por web

[Zork]04 -Bajo las sombras de Montnoir

Capítulo 3: La Peste de Medianoche

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26/02/2018, 01:24
El Narrador

PRELUDIO: Cenizas a las cenizas

—¡Descanse, cabo! ¿A qué viene tanta prisa, hombre?

El cabo Rochefort acababa de aparecer ante la puerta del alférez. Parecía bastante agitado, e innumerables gotas de sudor perlaban su frente.

—Alférez Maasdam, señor, tenemos noticias acerca del incendio.

—¿De veras? ¡Rápido, hay que rellenar un informe para Lord Laforet! Pero antes, cuéntame todo lo que sepas.

—Bien. ¿Recuerda la maza que encontramos? ¿La que nos lanzó uno de los fugitivos enmascarados? El Hermano Teodoredo acaba de identificar las marcas de la cabeza, al parecer se trata de una deidad primigenia. El Inquisidor dijo que se trata de un culto casi olvidado.

—¡Excelente, cabo! ¿Crees que podría tratarse de los que están detrás de La Peste de Medianoche?

—El Hermano Teodoredo dice que es muy posible.

—Pues ya sabes lo que hay que hacer. Hay que redactar un informe e iniciar la investigación cuanto antes, cabo Rochefort. Interrogad a todos los vecinos de la Plazuela de las Urracas y que una patrulla de la guardia nocturna vigile esa zona.

—¿No viene usted, alférez Maasdam, señor?

—No, mi buen Rochefort —dijo sonriendo —. Esta noche he sido invitado a una cena con la camarilla en la casa de Lord Laforet. Al parecer, hay un invitado muy importante. De hecho… ¡Mira qué hora es! Será mejor que me de prisa. ¡Rápido, haz lo que te he dicho! ¡Tenemos que atrapar a esos sectarios!

Antes de que terminasen de hablar, pocos segundos después de que sonasen las campanadas que indicaban el toque de queda, un aullido terrible inundó las calles e hizo temblar las paredes del cuartel.

—Parece que vais a tener una noche dura, cabo. Tened cuidado —dijo Maasdam, ciñéndose el sombrero.

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26/02/2018, 01:24
El Narrador

Capítulo 3:

A veces hay que hacer caso de lo que dicen las personas mayores. Los monjes ancianos de Vorspiel pueden estar tan marchitos como los pergaminos sobre los que trabajan, pero saben una o dos cosas del mundo. Últimamente, la frase que más se escuchaba en el monasterio parece cobrar un gran sentido hoy: «No camines solo por Montnoir cuando el sol ha caído. Cosas muy malas suceden entre sus muros, bajos sus sombras y entre sus calles».

Notas de juego

¡Empieza el 3er capítulo!

Babaccar y Arnault pueden continuar directamente en este hilo, siguiendo el cliffhanger del capítulo anterior.

Tancredo y Orrghk deben ir al 1er Desvío: Los hilos del destino.

Volk, te toca ir en solitario (por el momento) al 2do Desvío: Puertas, llaves y cerraduras.

Le Maison Kaleb deben comenzar en el 3er Desvío: La espada de Damocles.

 

¡Un saludo y disculpad la tardanza! ;)

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26/02/2018, 02:19
El Director de Juego

La brisa nocturna de Montnoir es fría pero acogedora. Las sombras de esta ciudad parecen hechas para ti, o quizás tú estés hecho para ellas. No tienes ningún charco en el que mirarte, pero ya tienes experiencia suficiente como para saber en lo que te has convertido: un majestuoso lobo de pelaje negro.

No.

No eres solo un lobo.

Eres algo mucho mayor. ¡Eres un rey! 

Detrás de ti, cabizbajo e intentando no sostenerte la mirada, se encuentra Eduard. El también es un lobo, pero mucho más escuálido y con grandes calvas aquí y allá. A vuestro alrededor, ansiosas por escucharte hablarte hablar, una marea de ratas expectantes.

Notas de juego

Aunque he marcado a ambos personajes, a partir de ahora deberás postear como Gran lobo negro. Debería salirte la opción como a Tancredo con Hécate.

Puedes comunicarte tanto con Eduard como con las ratas (esto lo sabes por instinto), pero todavía no sabes si puedes hacerlo con humanos. Eso tendrás que averiguarlo ;)

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26/02/2018, 02:27
El Narrador

La habitación comenzaba a tener un aspecto más nítido a medida que Arnault se recuperaba del mareo. Examinó detenidamente la situación: 

1- Estaba atado de pies y manos a un camastro, en la habitación de una posada llamada El Roble y el Arbusto. El primer pensamiento que tuvo al respecto fue: Esto no habría pasado en El Trovador Borracho.

2- Apenas recordaba cómo había acabado en aquella situación, pero sí que no había bebido suficiente como para tener semejante resaca.

3- No hay rastro de los supuestos morosos. ¿Acaso Magdala y Eduard le habían engañado? 

4- Tampoco sabía dónde se encontraba Babaccar. ¿Estaría en peligro.

Antes de que el quinto punto tomase forma dentro de la cabeza de Arnault, comenzaron a oírse unos pasos…

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26/02/2018, 22:57
Gran lobo negro

Qué está pasando.

El druida dudó de si estaba hablando, rugiendo o pensando. Todavía tenía la cabeza algo embotada y no pensaba con claridad. Frente a él, Eduard se había convertido en un lobo encadenado. De hecho, si no fuera porque estaba exactamente en el mismo sitio y en la misma postura en la que había visto al posadero la última vez puede que se hubiera negado a creerlo.

- Qué me habéis hecho- exigió saber.

- Tiradas (1)

Motivo: Discernir la Realidad

Tirada: 2d6

Dificultad: 7+

Resultado: 8(+1)=9 (Exito)

Notas de juego

Pregunta del movimiento Discernir la Realidad: ¿Qué debería estar buscando?

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27/02/2018, 19:37
Arnault Dumont

Cuando abrió los ojos pensó que alguien le estaba apuntando con una intensa luz o tal vez el sol estuviera incidiendo directamente sobre él. Se sintió molesto por que le despertaran de esa forma, hasta que cayó en la cuenta de que estaba solo y que no había ni nada que provocara esa luz. No era otra cosa que su cabeza, tratando de recuperarse. Entrecerró los ojos y miró a su alrededor, le costaba poder ver algo y todavía le costaba más poder recordar dónde estaba. Se sentía aturdido, mareado y con ganas de vomitar. Era la peor resaca que había tenido en su vida, aunque no recordaba haber bebido tanto. Poco a poco las figuras de la habitación fueron tomando forma frente a él y se percató de que no recordaba cómo había llegado hasta esa habitación, tampoco recordaba mucho más de lo ocurrido la noche anterior. Únicamente la conversación con el posadero, Babaccar y... ¡su hija! Los maleantes a los que debía dar una lección y... un gran borrón blanco que no lograba recordar. En ese momento se dio cuenta de que no había llegado a esa cama de manera voluntaria.

Poco después se dio cuenta de que le habían desnudado. Sus pertenencias se encontraban en la misma habitación, y no parecía faltar nada. Incluso su espada, la posesión más valiosa, seguía ahí. No podía moverse y una punzada en la cabeza le obligaba a fruncir la frente, trató de llevarse una mano a la cabeza para frotársela con la intención de relajar aquel dolor y quiso incorporarse pero algo le retenía. Estaba atado de pies y manos.

-¡Maldita sea! Esto no habría pasado en El Trovador Borracho...

Entonces se escucharon unos pasos y Arnault se sintió más indefenso y vulnerable de lo que jamás se hubiese sentido. No podía defenderse, no podía siquiera moverse, y estaba completamente solo. Rezó a todos los dioses habidos y por haber para que esos pasos fueran los de Babaccar y le sacase de aquel embrollo.

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01/03/2018, 01:31
El Narrador

Los pasos resonaban cada vez más cerca.

La posada parecía estar completamente en silencio, lo cual era completamente lógico teniendo en cuenta la imposición del toque de queda. Aún así, aquella calma parecía artificial y conseguía ponerle los pelos de punta. Solo podían escucharse aquellos pasos.

Por un breve instante, el zapateo se detuvo frente a la habitación. Arnault tragó saliva. Era un hombre fuerte, pero se sentía demasiado débil como para forzar sus ataduras y escapar. Pero la expectación no duró demasiado. El característico chirrido de una llave girando hizo su aparición en el momento menos oportuno. El guerrero rezó a los dioses por la aparición de un heroico Babaccar. Pero, por desgracia para el joven, la silueta que apareció en el marco de la puerta era mucho más alta, esbelta y femenina.

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01/03/2018, 01:39
Magdala

Magdala, la hija del posadero, había aparecido en la habitación. Con calma, le dio la espalda a Arnault para cerrar la puerta. 

Esperaba algo más del hijo de un burgués. Ha sido fácil engañarte, Arnault —dijo sin darse la vuelta.

¿Cómo era posible que supiese que era de familia adinerada? Sus ropas eran sencillas, y procuraba evitar cualquier señal de ostentación.
A la escasa luz que se filtraba por las cortinas, el rostro de la muchacha parecía frío e implacable como el acero. Comenzó a dar vueltas en torno al camastro mientras le sostenía la mirada.

No me trago que alguien de tu calaña esté acompañando a un hombre de los bosques. Dime, ¿trabajas para el patricio? ¿O es cosa de la Inquisición?

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01/03/2018, 02:03
Lobo negro

Eluard encogió su flaco cuerpo de lobo y, cabizbajo, trató de sostener la mirada al druida.

Yo… no os he hecho nada, ¡lo juro! Han sido los espíritus de los bosques, las montañas y los páramos. Algo en la ciudad los atrae y los corrompe. ¡Vos también lo sentisteis! Debemos permanecer aquí hasta el alba. A medianoche, sus voces terminarán por consumir nuestra mente y transformarnos en bestias nocturnas. Si los guardias o los inquisidores nos ven… ¡Pero vos podéis hablar con ellos, seguro que podéis hacer algo! —gimió en tono de súplica.

Mientras escuchaba al posadero, notó un leve tintineo en la pata derecha. Aquellas cadenas habían sido echas para un lobo escuálido como Eluard, pero él era mucho más grande y poderoso… como la presencia de los espíritus en él. Tal vez si tirase un poco, podría hacer ceder las argollas y liberarse [1]. 

Notas de juego

[1]: ¿Qué debería estar buscando? 

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01/03/2018, 21:40
Gran lobo negro

Babaccar meditó las palabras del posadero. Sin duda había sentido la influencia de algo oscuro y maligno en aquella ciudad pero... ¿espíritus del bosque? Tal vez, tal vez... no estaba seguro. Los espíritus del bosque pueden parecer caprichosos y mortales a veces pero, desde luego, nunca malignos. El mal y el bien no son conceptos que entienda la naturaleza y aquello que sentía el druida era sin duda maldito y terrible, aquello no era naturaleza, a no ser que algo la estuviera corrompiendo. Tuvo una idea.

Probablemente podría liberarse aprovechando la fuerza de su nuevo cuerpo pero pensó que aquella opción podía esperar. ¿De qué le servía la libertad si no sabía que hacer con ella?

En lugar de eso, el druida cerró los ojos y trató de relajarse buscando la comunión con los espíritus que, según Eduard, debían moverse por el lugar. Paciencia. Si estaban allí, podría comunicarse con ellos.

- Tiradas (1)

Motivo: Comunión de Susurros

Tirada: 2d6

Dificultad: 7+

Resultado: 6(+1)=7 (Exito)

Notas de juego

Estrenamos movimiento con éxito por los pelos. Obtengo una visión poco clara y con significados turbios.

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04/03/2018, 14:04
Arnault Dumont

Al ver a la hija del posadero Arnault sintió cierto alivio de la preocupación y la angustia que se estaban apoderando de él desde que había despertado y empezaba a sobrepasar su aturdimiento. Incluso se dibujó en su rostro una sonrisa bobalicona por la situación, esperaba que la muchacha se alarmase al verle desnudo y tal vez incluso pudiese terminar todo aquello de algún modo interesante.

Pero cuando Magdala pronunció sus primeras palabras la sonrisa estúpida de Arnault se congeló en sus labios y se tornó en un rictus amargo de impotencia. Ahora comprendía que ella estaba detrás de todo aquello y que no estaba allí para liberarlo, sino que había llegado con otras intenciones que todavía se mantenían ocultas. Lo más preocupante era que sabía quien era, conocía sus orígenes y eso a pesar de que Arnault se había esforzado por ocultar su noble ascendencia. Pero el muchacho no quiso pensar en ello, había otros problemas más urgentes.

-¿Qué? ¿De que me habláis? Yo no... -Arnault tartamudeaba intentando ganar tiempo a la espera de que se le ocurriera un brillante plan con el que librarse de esa situación. No podía decir que servía al patricio o a la Inquisicion sin saber de que lado se encontraba ella, pues la mujer se cuidó de no pronunciar palabra alguna que la relacionara en favor o rechazo de aquellas facciones a las que pretendía vincular a Arnault. El joven trató de percibir en su tono si se encontraba a favor de alguna de ellas o sí, por el contrario, rechazaba a ambas. Así que trató de fijarse en cómo acababa de pronunciar aquellos dos nombres, sí había algún reflejo involuntario que revelara un odio por alguno de ellos o algún tipo de lealtad. Y mientras pensaba, su cabeza se resentía con un terrible dolor fruto de la resaca y lo que fuera que hubiesen hecho para dejarle sin sentido en esa habitación. 

- Tiradas (1)

Motivo: Discernir la realidad

Tirada: 2d6

Resultado: 5

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04/03/2018, 19:36
El Narrador

Destellos fugaces ardieron en la mente de Babaccar. Los espíritus trataban de manifestarse y comunicarle su mensaje, pero sus formas eran difusas. Eduard no mentía: algo los estaba corrompiendo.

De pronto, el druida sintió que caía. Era la misma desagradable sensación que experimentan algunas personas al poco de conciliar el sueño. Pero no despertó. En su lugar, Babaccar frenó en seco, rodeado por una sensación de inquietante calidez. Un latido rítmico retumbaba bajo toda la ciudad. ¿Qué era aquello? Su instinto le hizo pensar en algo similar a un perro inmenso, que aguarda al otro lado de una enorme y frágil puerta.

Aquella presencia le mareó, pero también amplió los nebulosos muros de su mente. Ahora podía escuchar gemidos en la oscuridad y gritos de auxilio. Criaturas deformes y atormentadas que se retorcían ante la cruel mirada de sus captores, sádicos humanos. Crías inconscientes del poder que están manejando entre manos.

Y entonces, terminó de caer.

El gran lobo dio un respingo. Había tenido visiones turbias antes, pero jamás una como aquella. ¿Qué era esa criatura que palpitaba en la oscuridad? ¿Qué eran aquellas almas torturadas y encarceladas? ¿Quiénes eran aquellas crías humanas que las mantenían encerradas mientras se burlaban con muecas grotescas?

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04/03/2018, 20:02
Magdala

La muchacha permaneció impasible a los balbuceos confusos del guerrero. Todavía mantenía una cierta distancia, pero cada paso que daba la acercaba más a la espada que reposaba junto al camastro.

Sabes bien de qué te hablo. Llevas ropas de viaje, pero sé que no eres ningún mercenario. Ha debido contratarte lord Laforet, o tal vez hayan sido los cuervos. ¿Qué hacíais con el druida? ¡Contesta!

Mientras se aproximaba, Arnault pudo ver cómo sujetaba un bulto por debajo del mandil de trabajo. Con cuidado, extrajo un largo cuchillo de cocina.

Empieza a hablar, o las represalias de la Inquisición serán el menor de tus problemas.

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04/03/2018, 23:51
Gran lobo negro

Babaccar levantó la cabeza, buscando a Eduard.

- Algo terrible ocurre bajo la ciudad- le dijo- es turbio y difuso pero puedo sentirlo. Los espíritus se retuercen y sufren, algo intenta controlarlos o corromperlos. Alguien está jugando con fuerzas terribles provocando todo esto. Vos lleváis mucho tiempo entre estos muros, decidme, ¿qué lugares de Montnoir pueden encerrar misterios bajo tierra? ¿dónde puedo encontrar calabozos o salas oscuras lejos de las miradas inquisitivas de los viandantes?

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05/03/2018, 00:33
Lobo negro

Las catacumbas —dijo atemorizado mientras olfateaba el aire.

No parecía sorprendido por las palabras del druida, pero tampoco actuaba con demasiada calma.

Hay monstruos terribles ahí abajo. Pero no siempre estuvieron allí, mucho menos con ese aspecto. Mi hija los ha oído alguna vez. Los inquisidores y varios hombres encapuchados bajan a menudo, pero no sabemos qué es lo que traman. A veces van cargados con comida o herramientas. 

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05/03/2018, 10:33
Arnault Dumont

Arnault trataba de encontrar algo que decir, ser consciente de si Magdala estaba a favor o en contra de la Inquisición para poder contestar en su favor y ganarse su confianza. Tal vez pudiera intentar seducirla, o convencerla de que no era nadie peligroso para ella. Tal vez incluso ofrecerle algo que valorase, o su servicio para acabar con sus enemigos. Pero Arnault no sabía como conjugar las frases que debía decir.

-Maldita sea, mi instructor tenía razón, no soy más que un bruto. - Se lamentó el joven al no encontrar las palabras adecuadas que pudieran sacarle de aquel embrollo.

Pero a fin de cuentas era un bruto que podía salir de una situación como aquella a base de fuerza bruta. Alzó la vista hacía la cuerda que le tenía sujeto a la cama y descubrió que no era una buena soga y que contaba con trozos de tela que podrían ceder si aplicaba la fuerza suficiente. Tal vez se rasgasen lo justo para poder liberar sus manos y saltar sobre Magdala. Lo primero que tendría que hacer sería sujetarla por la muñeca de la mano que empuñaba el cuchillo y alzarlo hacía el techo, luego tal vez podría hacerse con su espada y colocársela en el cuello para cambiar las tornas. Arnault encogió las piernas lo máximo que le permitían sus ataduras, simulando asustarse con la visión del cuchillo aunque en realidad las estaba flexionando para saltar sobre ella. 

Arnault apretó los puños y tensó los músculos del brazo contrayéndolo hacía sí mismo. Mientras Magdala le increpaba sobre la Inquisición de nuevo, él sintió el leve crujido de la tela al rasgarse y aplicó más fuerza para aumentar el espacio entre la soga y su piel. Cuando logró liberar las manos se puso de pie de un salto felino y se abalanzó sobre la muchacha.

-¡A la mierda tú y la Inquisición!- Exclamó entre dientes justo un segundo antes de lanzarse sobre Magdala.

- Tiradas (1)

Motivo: Liberar las manos

Tirada: 2d6

Resultado: 8(+2)=10

Notas de juego

He supuesto que la tirada sería 2d6 + Fuerza

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05/03/2018, 23:14
Gran lobo negro

- Lo tenemos- percibió- lo que me cuentas encaja perfectamente con mis visiones. Alguien ha traído el mal a esta tierra y el misterio y la cura radican bajo tierra. Ahora solo nos queda averiguar quién está detrás de todo esto y limpiar su mancha para siempre. He de encontrarme de nuevo con mi gente aunque- echó un vistazo a sus patas peludas- seguramente deba esperar al nuevo día.

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08/03/2018, 02:25
Lobo negro

Eduard asintió con calma.

Me alegra ver que ha entrado en razón. Nos perseguirían en cuanto nos viesen aparecer, los muy canallas. Lo que debe hacer ahora es intentar relajarse antes de que el caos inunde nuestras mentes. Mi hija Mágdala no tardará en reunirse con nosotros y vigilar las cadenas… en cuanto acabe con su compañero, claro.

En ese instante, los poderosos oídos lobunos de Babaccar captaron un ruido fuerte y seco que provenía de uno de los pisos de arriba. 

Notas de juego

Puse a Babaccar en espera para que no tengas que escoger entre él y el avatar del lobo (ahora debería funcionar, pero si pasa cualquier cosa, avisa).

También he añadido un apartado en la ficha de personaje del Gran Lobo Negro, donde se encuentran Stats y habilidades únicas. He dejado algunas ideas en el aire y un poco ambiguas, para dejar que sea nuestra narración las que les de forma ;) :

SEÑOR DE LAS ALIMAÑAS

ATRIBUTOS

FUE (+3)
DES (+0)
CON (+3)
INT (+1)
SAB (+2) -1 hasta descansar
CAR (+3)

MOVIMIENTOS ESPECIALES 

Instinto del lobo: si utilizas tu olfato u oído mejorados cuando hagas una tirada de "Discernir la realidad", tiras 1d6 +3 (en lugar de tu puntuación habitual de SAB).

Larga vida al rey: todos los animales de tamaño pequeño te obedecerán. Tu carisma también es más imponente en humanos, aunque se sientan más atemorizados que dispuestos a obedecerte.

Todo tiene un precio: lentamente, la corrupción de los espíritus irá haciendo mella en tu mente. Tienes mayor facilidad para hacer algunas tiradas, pero si fracasas te irá consumiendo. En casos extremos, podrías llegar a perder el control sobre tus actos durante un periodo breve… pero ándate con ojo.

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08/03/2018, 02:38
Magdala

Magdala era una jovencita mucho más robusta de lo que había calculado, pero no tuvo problemas en derribarla. La sorpresa que se dibujó en los ojos de la chica cuando Arnault se liberó. Quizá por eso había resultado tan sencillo tirarla, pero pronto descubrió que tal vez jugase otro factor: de cerca, Magdala apestaba a alcohol. 

Desde luego no parecía borracha, sino más bien todo lo contrario. Parecía lista para presentar batalla en cualquier momento. Simplemente, Arnault era más fuerte. 

Forcejearon unos segundos hasta que logró hacerle soltar el cuchillo. Una lágrima resbaló por la mejilla de la muchacha mientras hervía de ira e impotencia.

¡Adelante, mátame! Pero os equivocáis. ¡Mi padre no es el que está propagando la enfermedad!

Notas de juego

Por cierto, te he sumado el PX por la pifia y ya puedes subir de nivel ;)

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10/03/2018, 11:09
Arnault Dumont

Arnault trató de derribar a Magdala para tumbarla en el suelo y que le resultara más fácil de controlar, la chica no era tan indefensa como podía parecer y le opuso una dura resistencia. Si no fuera por el efecto de la sorpresa de su liberación y que su aliento apestaba a alcohol, tal vez a Arnault le hubiese costado más hacerse con ventaja en ese forcejeo. Colocó sus rodillas sobre los hombros de la chica para inmovilizarla y dejó caer todo su peso sobre su torso. Después estiró la mano para hacerse con su espada y rápidamente la colocó sobre su cuello, Arnault pretendía sacar unas cuantas respuestas sobre lo ocurrido.

Pero la reacción de la muchacha, derramando aquella lágrima, y las palabras sobre la enfermedad y el padre de la chica desconcertaron a Arnault que quedó confuso con como proceder. Sintió algo de lástima y aflojo la espada sobre el cuello de la joven.

-¿Qué? No quiero matarte. - Dijo sorprendido, en los planes de Arnault nunca había estado el provocar daño a nadie. -Pero despertar en esta situación no es algo que agrade, precisamente...

Su padre era el posadero, tuvo que recordarlo de nuevo pues los recuerdos de la anterior noche todavía estaban confusos en su cabeza después de como había terminado la velada anterior. Creía recordar que se llamaba Eduard, había estado hablando con Babaccar aunque él apenas había prestado atención y casi no recordaba la conversación, que seguramente era la que le había metido en todo ese embrollo.

-No sé quién piensas que soy, pero no soy tu enemigo. -Le dijo retirando definitivamente la espada del cuello. Aún así la mantuvo junto a él, y recogió el cuchillo que llevaba Magdala del suelo por si la muchacha intentaba otra locura. Arnault era bueno, pero no quería ser demasiado estúpido. -¿Qué sabes de la enfermedad? - Supuso que la chica seguiría siendo reacia a confiar en él, así que le contó un poco de verdad sobre ellos. -Mira, no soy de la Inquisición, ni tampoco estoy con el Patricio. Sólo guiaba a un grupo hasta Montnoir que quiere investigar unas desapariciones. -Arnault ni siquiera había pensando en involucrarse mucho en el asunto más allá de su papel como guía, pero ahora el asunto le salpicaba de pleno. -Si me cuentas lo que sabes, tal vez podamos ayudarte con lo de tu padre.