Partida Rol por web

Todo parecía cambiar en el ambiente, desde que habían comenzado las muertes de sus compañeros las ocas no eran normales en la academia, y aunque nunca lo hubieran sido, en este momento la situación se tornaba más peligrosa que en el principio y las vidas de todos estaban en peligro, bien fuera por las incursiones de lo enemigos que buscaban destruir a como de lugar a aquellos chicos llenos de vida y magia o lo harían aquellos espíritus de mierda que estarían siempre allí, tratando de encontrar algo que parecía perdido, pero que, en realidad, solamente estaba dormido...sí.... solo estaban durmiendo.

Era hora de dejarlos ser...sí, era hora de que volvieran a la consciencia, no había tiempo para perder. Desde que el Conde Director habia hecho aquel ritual de purificación, había abierto las puertas del pasado, sí....el Conde sabía muy bien lo que estaba haciendo y todo lo que estaba pasando, pero era parte del destino, tenían que vivir aquello para poder llegar al verdadero fin de su existencia, el despertar de la consciencia. Aquella madrugada, una luz en el cielo dio cuenta de que era hora de comenzar, y esa niebla de siempre, fría y violenta, se paseó por la academia, cumpliendo la verdadera promesa del pasado.

Kwyna..... la pensadora y asesina ya había despertado, se encontraba entre ellos, sí, la mujer que había ideado la usurpación del trono de Cargantya hacía seis siglos, había vuelto, había vuelto para continuar aquella batalla, la batalla por el poder, la batalla por el amor... pero aun nadie sabía quién era, y no revelaría su identidad, no todavía...ella despertaría sus consciencias, sería un momento glorioso para las almas de quienes esperan poder retornar y continuar lo que habían dejado pendiente en el pasado, en un pasado que irremediablemente los traería nuevamente...seguirían ahora, en el lugar que les había dejado tantas enseñanzas, tantos dolores, tanto amor, tanto odio, tanto placer, tanta violencia, el lugar que había sido el nacimiento de un hombre que permanecía con vida después de tanto tiempo, después de tantos inviernos custodiando las generaciones que podrían ser las de la XXV, como en sus tiempos pasados, y el momento era ahora, no había duda....la muerte de Amanda había sido el punto de partida perfecto para aquellas hazañas, que no pararían de suceder.

Habían dos luces que estaban esperando su retorno y que no tardarían en ver la luz del día, no tardarían en ver la luz del presente, la luz que les daría la verdadera oportunidad de darle final a esto que llevaban guardado en sus corazones durante tantos años, por fin, se verían de nuevo. Pronto se revelarían las verdaderas identidades, era solo cuestión de tiempo, quizás días, la verdadera batalla por la protección del imperio de la academia, de la vida de todos los habitantes, se atrevería decir que del planeta entero estaban en sus manos y no podían dudar a la hora de dar sus vidas para ello, porque para ello era que habían sido entrenados durante sus vidas pasadas, sí...era hora de que los enemigos volvieran a temblar con los Generacionales vivos de nuevo, los guerreros más temido de toda la antigüedad en los alrededores del imperio, guerreros que podían exterminar ejércitos enteros.

Gritos de dolor y gemidos de placer se escuchaban en la academia, sonidos que denotaban el cambio interior que se estaba dando entre los verdaderos guerreros, pero no todo sería luz en aquel lugar...aquel Espectro Oscuro se encargaría de lo demás, eso no era una duda para nadie, por lo menos no para el Conde.

Sus vidas se desharían en el tiempo...y renacería un pasado...

Sintiendo ese puñal en su pecho no podía pensar en lo que realmente estaba sucediendo, el placer que sentía, ese orgasmo tan intenso le nublaba la visión, algo en su interior estaba tratando de salir, y fue allí cuando su poder médium se desbordó, pues cuando abrió los ojos pudo ver a la verdadera Bianca Holtzman en toda su forma humana, con esa sonrisa malévola que con los dedos en su frente recita palabras extrañas, palabras parecidas al ritual que había hecho el Conde Director a la hora de purificar el cuerpo fallecido de Amanda... ¿estaba ella purificando su cuerpo?... algo extraño y fuera de lo natiral y mortal estaba ocurriendo en aquel lugar, eso era más que obvio.

Mientras recitaba aquellas palabras, con el cuchillo incrustado en su corazón, sus ojos se salieron de sus órbitas, y aquella mujer comenzaba a blanquear los suyos... de su frente, una luz amarilla comenzó a brillar sin medida, una luz que le trajo una calidez que no había sentido nunca, una calidez que no era de su presente... una luz que provenía de un alma diferente, sí...vio almas a su alrededor, hombres, mujeres, jóvenes y ancianos y niños, llorando, y sonriendo...todos le mostraban un futuro que no tenía oportunidad de ser evitado, un futuro, que aunque lleno de lágrimas, era lo que se esperaba de este evento.

Varias manos, manos fantasmales comenzaron a halarlo a llamarlo, y su cuerpo comenzaba a sentirse vacío, su luz comenzaba a abandonar su cuerpo, una luz azulada que poco a poco fue saliendo por su boca, dejando negro el puñal que tenía en su pecho.... Bianca dejó de sostenerle la cabeza y dirigiendo los brazos al cielo comenzó a gritar aquellas palabras, el cuerpo de Alvar se mantuvo de pie, y lentamente fue poniéndose horizontal, navegando en el aire y desafiando esa gravedad que lo mantenía de pie, su cuerpo se curvó hacia atrás mientras su luz seguía abandonando su cuerpo, fue en aquel momento cuando un fantasmal rostro, igual de bello que él, con los ojos de un azul muy profundo le sonreía y tomaba posesión de aquel joven, mientras la otra luz azulada se iba hacia el firmamento y todos los objetos que se encontraban a su alrededor giraban a una velocidad extravagante, en medio de un pequeño tornado, la palabras de Bianca se confundían con el viento y poco a poco el cuerpo fue reaccionando al nuevo espíritu, al nuevo dueño.... a aquel hombre que había muerto en aquel lugar...aquel hombre que esperaba con ansias poder ver de nuevo a su amante...sí... él había vuelto.... poco a poco mientras Bianca terminaba su ritual quitándole la daga, el hombre se puso de pie, haciendo unos movimientos extraños con las manos dando fin a la ceremonia de Despertar de la consciencia, y con los ojos azul profundo le sonrió a aquella bruja...sí... FAUSTO VON KRAUSSER había vuelto a la vida....

- maldita bruja de mierda!...aun vives..... vete de aquí... maldita Holtzman!!!!! - gritó el hombre y la mujer se desapareció junto con su niebla.

Ahora la Mano Negra del Emperador había despertado en el cuerpo de su descendiente, ahora podría hacer las cosas que habían quedado sin saldar en ese turbio pasado que los unía, de ahora en adelante tenía que seguir despertando a los demás, no podía esperar a que ese maldito Brujo Negro de Pangrya se el adelantara, ¡NUNCA!. 

Por un momento una aguja se insertó en su pecho y una serie de imágenes llegaron a su cabeza, las imágenes de un chico rubio, alguien que estaba atado sentimentalmente a su descendiente, pero no podía seguir con ello, ahora era otra persona, era Fausto...y él no podría dejarse amedrentar por otra vida.... lo cuidaría como Alvar hubiese querido, pero no tendría nada más que ver con él, esa historia de amor se había terminado, seguiría con la suya, que llevaba seis siglos esperando su regreso, seguro que sí...

Allí, muerta y ensangrentada, Alejandra Fosatti se despedía del mndo, su alma, su energía, su espíritu veía cada cosa que pasaba, esa luz azulada que la representaba lloraba al ver su cuerpo maltratado y lleno de cortadas... sus órganos cual flor macabra sobre su vientre le recordaban que  no había vuelta atrás de ninguna manera...sí estaba muriendo ya, había muerto ya...no podía ver más allá de la luz del cielo, y callando tantas cosas su alma se quedó a llí, mirándola, arrepintiéndose de todo lo que no había hecho y de lo que había hecho mal, recordando el amor más grande que había tenido, el amor de aquel que cabalga... en este punto Dios la había abandonado, y no podía seguir así, estaba sola en aquella oscuridad de muerte, en ese hoyo...simplemente pedía por la salvación de su alma.

Pero fue en ese momento cuando Mary Ann, volviendo su mirada hacia ella, allí arriba, le sonreía y con toda la naturalidad de su verdadero ser se dirigió a los pies de la cama y desde allí con la daga que la había asesinado hizo una figura extraña en el aire y comenzó a recitar unas palabras extrañas, eran parecidas a las palabras que había dicho el Conde Director cuando había purificado el cuerpo inerte de Amanda.... no sabía si la estaba purificando o qué cosa, pero se había dado cuenta que la persona que estaba haciendo aquello no era su alumna Mary Ann, era otra persona...así que mientras pronunciaba aquellas palabras su cabello comenzó a danzar con la gravedad y sus ojos se volvieron de un negro ébano, profundo y mortecino, sus facciones cambiaron y su expresión se llenó de un odio extraño, su voz se agrosó y todo comenzó rápidamente.

Un viento violento comenzó a sentirse en la habitación, girando en la dirección contraria de las agujas del reloj, cada vez más rápido y con más violencia, mientras ella comenzaba a gritar aquellas palabras que se hacían una con el viento violento que formaba ya un tornado, la luz azulada de Alejandra se asustaba porque sentía un poder extremadamente fuerte, una hechicería que estaba por encima de sus dones y su comprensión.... fue allí cuando su cuerpo comenzó a elevarse y lentamente todo volvió a su lugar, sus órganos a su cavidad y su sangre volvió a llenar sus venas, aquella negra brujería estaba sanando el cuerpo de Alejandra, pero tenía la extraña sensación de que ella no volvería a despertar allí, esos cabellos rubios también danzaban con la gravedad y sus ojos se  volvieron blancos mientras gotas de sangre salían de ellos....

De un momento a otro algo comenzó a llevarla lejos de alli, sí una fuerza superior atraía su luz para un lugar lejano, un lugar hecho para el descanso de las almas, y mientras se alejaba, una luz dorada con un rostro fantasmalmente hermoso le sonrió mientras se cruzaron en el camino, un rostro con los ojos rojizos bajaba hacia su cuerpo y ella se alejaba, sí... Alejandra Fosatti había vuelto y una alma vieja se posesionaba de su cuerpo,  igual o más hermosa esta mujer regresaba de un pasado turbio que le había dejado llena de cicatrices, cicatrices que no eran visibles sino que las sentía en los más profundo de su corazón... sus ojos se volvieron rojizos y poco a poco su cabello se oscureció llegando a tener un color ocre que combinaba con sus ojos, era algo que no podía dejar pasar...ahora podía vengarse de todo el mal que le habían hecho en el pasado, tanto a ella como al que iba ser su futuro esposo, el Emperador de Cargantya.... sí.... ODRADE ALLKING había vuelto, la guerrera y sacerdotisa más fuerte de la Casa de Espíritus Pangeos.

Se puso de pie y sonrió hacia la mujer que la había vuelto a la vida y reconociéndola le dijo:

- Gracias Kwyna... ya era hora de volver .... 

- Resta despertar al resto de la compañía, no podemos permitir un avance de los otros...no somos los únicos que quieren deshacerse de este imperio - le respondió Kwyna en el cuerpo de Mary Ann. - ah! y por ahora...no es prudente revelar tu identidad...

- Tienes razón, debemos avanzar... ahora es tiempo de terminar esta guerra...por fin volveré a verlo... está bien.. permaneceré en silencio..... me llegan recuerdos de esta mujer... trataré de actuar según ella...pero sabes que no es igual a mí... no tengo tiempo para los amoríos estudiantiles...

El chico moreno sale del castillo cuando amanece, sintiendo los primeros rayos solares en su piel. Va sin camiseta, en pantalones y zapatos. Deja estos últimos donde el cemento deja paso al césped y se encamina a los jardines, oliendo, tocando,… incluso se permite dar algún salto y voltereta. Todo había cambiado.

Laurence tiene una expresión un tanto oscura. En su rostro presenta señales de no haber tenido una buena noche, pero ¿Quién podía dormir luego de una madrugada como aquella? En su mente aún estaba la imagen de Amanda muerta, frente a todos como una expresión de lo que los espíritus de la Academia Holtzman podía hacer. De la academia en donde no tenían escapatoria. Donde estarían encerrados hasta ¿Hasta qué? ¿Hasta su muerte?

Bajó su mirada, intentando que las lágrimas no se le escaparan de vuelta. Se levantó de su cama y se vistió lentamente, como si le pidiera permiso a cada parte de su cuerpo para moverse. Caminó lentamente hasta la ventana, dejando atrás a su desordenada cama, dedicándole una última mirada. Asoma su cabeza por la ventana, observando aquel paisaje cubierto de aquella eterna niebla blanquecina que no hacía nada más que anunciar trágicos eventos. Recordando lo sucedido en aquel jardín, evocando su rabia, su impotencia, su temor.

Los demonios de Laurence estaban creciendo una vez más, casi al llegar al punto de perpetuarlo completamente. De sumirlo a la oscuridad. Pero cuando lo vio se esfumaron definitivamente. La mirada de Laurence se agrandó, casi sin darle crédito a los que sus ojos veían. Alvar. 

Salió corriendo de su habitación, en dirección a los jardines sin más. Sus preocupaciones desaparecieron momentáneamente. Una sonrisa se dibujó en su rostro, para reencontrarse con su enamorado.

Llegó a los jardines lo más rápido que pudo. Su respiración estaba agitada y presentaba signos de cansancio por el recorrido, pero no le importaba.

- ¡Alvar! - Exclamó con alegría al reencontrarse con él después de una larga noche dándole vueltas a su cama, sin saber nada - ¿Donde estabas?

Laurence corre hacia él y lo abraza con fuerza, cerrando sus ojos, dejando escapar algunas lágrimas - Me preocupé mucho... - Murmura, mientras eleva su mirada para encontrarse con la de él y se inclina un poco para darle un beso.

Tuve un sueño muy raro, creo que sufrí de sonambulismo.

Mira sus lágrimas… pobre chico…

-No te preocupes, ahora estamos a salvo, voy a respetar la promesa que se te hizo, me ocupare de que nadie te haga daño.

Se acerca a él para besarlo, con torpeza al principio, pero luego más intensamente. Aquel chico era muy atractivo, y muy dulce. Era una pena que estuviera en este lugar y estas circunstancias, pero así era la vida.

Su abrazo le reconforta y sus labios aún más. Recupera la paz perdida durante la noche, mientras sus manos se posan sobre el torso desnudo de Alvar, sin importarle que alguien los viera. Pero Laurence nota algo extraño, no sólo en su forma de besar, si no en sus palabras, en sus sentimientos. Se apartó lentamente para mirarlo a los ojos, frunciendo su ceño levemente. Estaba algo confundido, algo había pasado con Alvar. No era el mismo de siempre.

-¿Alvar? ¿Qué sucede? - Preguntó, sin saber si aquellas eran las palabras adecuadas. Laurence volvió a abrazarlo, acariciando el rostro de su amado con una mano.

Nada, estoy un poco confuso por la noche tan rara que he pasado, pero todo va bien... Le miente. Entonces recuerda que el chico puede leer las emociones… ¡valiente descuido!… Trata de cubrir su aura de amor, de visualizar ese sentimiento como si Laurence fuera su origen…

Ahora mismo no tiene tiempo para romances adolescentes ni para tratar de engañar al chico sobre sus sentimientos, asi que deja de tratar de engañarlo, no le sale… Conocía la grieta por la que Laurence se rompería y dejaría de distraerle. Era un poco cruel, pero la promesa era protegerle de fantasmas, no del dolor emocional ni de lo cruel que es la vida.

Aunque ahora veo las cosas de otra perspectiva,… Todos hemos cambiado mucho esta noche, ya no somos los mismos. Lo que ayer era de una forma fogosa, hoy puede ser suave… suspira unos segundos… Voy a serte sincero, vuelve a mentirle. Creo que te lo mereces y total vas a descubrirlo tarde o temprano. He comenzado mi ascensión. Como sospechaba, ser médium  es solo la punta del iceberg. Mi poder crece… y ahora tu aurea de manipulación empática ya no me afecta. Creo que eres un chico guapo, simpático y dulce y una parte de lo que sentía es real, y quizá con el tiempo vuelva a sentirlo todo como antes… y esta vez será más bonito porque será real.

Estaba muerta, podía ver mi cuerpo apuñalado ¿qué narices había pasado? todo había sido una trampa, y yo preocupada por la pobre Mary Ann como una tonta....

Me dolía no haber podido despedirme de mis padres y mis alumnos, sobre todo Clement....el me gustaba pero no se lo había dicho, no había tenido el valor y ahora me arrepentía. Sin tan sólo pudiera verle una vez más para al menos despedirme..... ahora encima no podría cumplir mi promesa de protegerles, había muerto...el deseo me había matado. Había tratado de resistirme todo lo que había podido, pero no había sido suficiente. La muerte tenía que llegar a mi tarde o temprano y desde que entré en esta academia sabía que era posible que no tardara mucho, pero no de esta manera, no de esta forma; yo quería morir protegiendo a mis alumnos y desde luego no así. Además de todo eso, ahora me arrepentía de haberme resistido con Clement, ya no podría verle ni sentirle nunca más. esperaba que al menos él saliera con vida de esto y que encontrara la felicidad. 

En el cuerpo de Mary Ann parecía haber otra persona. Empezó un decir unas extrañas palabras, mi cuerpo comenzó a curarse y otro alma parecía querer bajar a él.

Ehh!!! estaba enfadada, alguien iba a entrar en mi cuerpo. No no no no..... ni se te ocurra. le grité al otro alma. 

No sé si me fastidiaba más haber muerto de esa manera y sin despedirme o que encima otro ser, entrara en mi cuerpo. 

esto no se podía quedar así, si este alma podía volver a un cuerpo, yo también podía. Nada de eso, no tenía ganas de descansar en paz. ¡¡¡¡estaban utilizando mi identidad!!! ¿qué podía ser peor que eso? tenía que recuperar mi cuerpo a cualquier precio. 

Laurence se lo creyó. Aquellas palabras evocaban el demonio más grande que dominaba al rubio, la inseguridad. No podía ser real. Laurence no quería creerlo. Pero aquello era tan real como que estaba volviéndose realmente loco. Podía sentir aquel desamor de Alvar, sus palabras eran ciertas. Él ya no le amaba, él nunca lo hizo.

Todo había sido una continua manipulación de sentimientos por los ¿Dones? ¿Realmente los seguía llamando así? De Laurence. Había obligado a Alvar a perderse en una historia de amor tan profunda como turbia y perturbadora. Una historia de amor que había llegado a su final, a su desenlace. Aquella relación enfermiza en donde Laurence ejercía un completo control de los sentimientos de Alvar había terminado.

Sentía que se iba a morir en cualquier momento. Sus ojos se llenaron de lágrimas mientras temblaba y retrocedía unos pasos de Alvar, sin querer creérselo. Sentía que le habían clavado un puñal en el medio del corazón. Las sombras volvieron a aparecer, amenazándolo con hundirlo en un momento a otro. Laurence se odiaba, se despreciaba, se sentía como la peor criatura. Un monstruo que se mentía a sí mismo para sentirse mejor consigo mismo. Que controlaba y dominaba a las personas sin saberlo. A veces sentía que había nacido al revés. A las personas que debería odiar, las amaba. A las personas que debería amar...

-No… dime que no es cierto… - Rogó inútilmente.

Ahora estaba sólo en ese maldito lugar. Alvar, su único hilo a la cordura, su único sostén y pilar. La única persona a la cual realmente le importaba. Ahora ya no estaba, nunca lo estuvo. Laurence siempre ha estado solo. Comprende que su historia está escrita para que él la transite sólo. Transitaría solo en aquella academia donde sus estudiantes desaparecían, morían. Donde los espíritus se levantaban entre ellos y juraban una venganza sanguinaria.

La oscuridad finalmente lo toma. Su cerebro se desbalancea y Laurence no vuelve a ser el mismo.

Sus pupilas se dilatan y observa todo con una nueva perspectiva. Una energía crecía en el centro de su ser, sin revelar su naturaleza.  Ahora sería el cazador en vez de la presa.

-Lo vas a lamentar – Dijo con una voz gélida y maliciosa. Una sonrisa macabra apareció en su gélido rostro por unos segundos, para luego desaparecer en un rostro de furia.

Laurence extiende sus brazos hasta Alvar y un campo psiónico de fuerza invisible fue creado, para luego ser expulsado a gran velocidad hacia Alvar, arrojándolo lejos.

No se detiene a observar a Alvar lejos de él. Ya no se detendrá. Da media vuelta y empieza a correr hacia el interior de la Academia Holtzman.

-No… dime que no es cierto… - Rogó inútilmente.

El chico moreno mira a Laurence a los ojos, con frialdad.

-Siento no haberte hecho caso, tú tenías razón, fui un niñato imbécil que no sabía por dónde le daba el aire. Me hundí en una mentira y te arrastre conmigo… Lo sien…

Pero el rubio no parece escucharle, algo ha cambiado en el…

-Lo vas a lamentar – Laurence extiende sus brazos hasta Alvar y un campo psiónico de fuerza invisible fue creado, para luego ser expulsado a gran velocidad hacia Alvar, arrojándolo lejos.

El chico moreno cae bien lejos, sorprendido. Cuando se levanta, lo hace riendo, se lleva la mano a la nariz que sangra abundantemente. Acerca la mano a su boca, lamiendo su sangre de la palma de du mano.

No lo ha roto… le ha quitado la coraza, lo había liberado.

-Oh si rubito, mátalos a todos, destroza y masacra… Eres tan bello ahora que vuelas libre. Pero ya no eres para mí. Dice en voz baja mientras Laurence vuelve de regreso al castillo corriendo