Partida Rol por web

Me quedé pensativo:

-Pues Danny que fue el artífice de la broma sabe mejor a la hora que fue, yo nunca miro el reloj -me levanto la manga- ni siquiera tengo. Mas bien me guio por mi estómago, y no recuerdo tener mucha hambre en ese momento.

Proseguí:

-¿Y dónde está tu hermano mayor?

- ¡¿Que fue idea mía?! ¡Pero qué dices! -gritó realmente enfadado- Si fuiste tú el que te lanzaste contra el teléfono en cuanto encontramos el número en el listín. Lissey, te lo juro que fue él. -el rojo de la cara de Danny era ahora de pura rabia.

Consiguió contenerse de no pegarle un empujón a Jack y después respondió sobre la hora, pues parecía que era algo importante para la chica.

- Fue un rato antes de que llegase aquí con Martin, pero no mucho. En cuanto pasó lo del teléfono, me enfadé con Jack y me largué de su casa. Luego me encontré a Martin y vinimos para aquí. O sea que, no sé, serían las ...

Y tras decirle la hora, le preguntó:

- ¿Por qué le tienes tanto miedo a tu padre?

Creía a Danny, no necesitaba que me lo jurase. Jack creaba más problemas que nadie allá por donde pasara. Pero eso poco importaba. Por lo que decía Danny la llamada había sido después de que yo me fuese y lo más probable es que el teléfono hubiese despertado a Phil, lo que le habría cabreado ya de entrada, y luego a no estar yo en casa se cabrearía aún más si es que era posible después de la llamada... Alguien debería cortarle la lengua a Jack.

Ignoré a Jack, que parecía no darse cuenta de que la había cagado y me había metudo a mi en la caca hasta el fondo. Qué le importaba dónde estuviese Ryan. A Jack solo le importaba poder divertirse y casi siempre a costa de otros. No iba a darle más razones o información.

Me estremecí cuándo Danny me preguntó que porqué le tenía miedo a Phil. ¿Merecía la pena decirle la verdad a alguien? No lo creía, sobretodo estando Jack ahí, después de tanto tiempo...

- Es muy estricto... - dije con un hilo de voz, evitando mirar a ninguno - Y no le hace gracia ninguna broma. - añadí con más odio en una indirecta a Jack de que era su culpa por ser tan tonto.

Escuchaba a Lissey como hablaba, y finalmente sentencié:

-Pues yo y Danny le llamamos a eso ser un amargado, lo mejor es reírse.

Luego me quedé pensando:

-¿Pero dónde está tu hermano mayor? se te ha olvidado decírmelo.

Miré a Jack con los ojos entrecerrados, reflejando enfado. No lo entendía, no se enteraba. Era peor que yo.

- Boston. - le dije de mala gana para que se callase de uuna vez.

En ese momento me di cuenta de algo que no tenía nada que ver con Ryan, o al menos no directamente, pero que era de vital importancia. Si la policia venia me llevarían a casa, lo que era bueno en cierto sentido ya que tal vez la rabia de Phil se aplacaba un poco aunque fuese relativamente. Pero por otra era muy malo, ya que ellos le diría que estaba aquí con niños y tras la llamada de Jack no iba a creerse que era casualidad. Y no le haría gracia de ningun modo que estuviese aquí... Pero tenía una posible escapatoria...arriesgada, pero la única ya que huir con una cantimplora y un libro no era la mejor de las ideas. Ni siquiera tenía conmigo mis ahorros...

- Tengo que irme. - ​dije apurada, mientras recogía mis cosas - Tengo que ir a casa de Emily. Sola. - recalqué antes de cerrar la mochilita con el libro dentro de nuevo, en lugar de en la mesita del refugio. 

Me puse la mochila y salí del refugio dispuesta a salir corriendo de allí y plantarme en la puerta de la casa de Emily.

El arrebato de Lissey por irse dejó a Danny fuera de juego, sobre todo lo que había dicho de que tenía que ir a casa de Emily. Pero la rotundidad con la que dijo "sola" y la decisión que mostraba, le impidieron tratar de convencerla para que no se fuese. Simplemente le aconsejó:

- Ten cuidado, Lissey. 'Eso' puede estar todavía por ahí fuera...

Si la niña se iba a pesar de la advertencia, es que tenía realmente sus buenos motivos para hacerlo.

Miró a Jack. Otra vez se quedaban solos, a la espera de que llegasen Martin y Chester y, seguramente, la policía.

- Iré con cuidado. - le dije a Danny antes de salir.

"Y rápida como una bala para que no me encuentren aquí."

Me senté otra vez cansado en el suelo y pregunté:

-¿Y ahora que hacemos?

Justo cuando Lissey estaba saliendo, pálida como un cadaver, de los Barrens se encontró con Martin y Chester, acompañados de la policía. Nada más verla, los agentes hicieron gestos a la niña, acercándose a ella. Ey, niña...es peligroso estar ahí. ¿Has visto a alguien?

Oh no,la policía. Había pensado muy tarde en mi plan de escape, pero tenía que intentar llevarlo a cabo.

Negué con efusividad mientras agarraba las tiras de mi mochilita con fuerza.

- No señor policía... - contesté con un hilito de voz nervioso que esperaba solo lo achacasen al susto de que la policia se acercase de eso modo tan directo a una niña - Buscaba a mi amiga...

- Esperar. -le contestó, escuetamente y con tono de pocos amigos.

Me senté en el suelo y cojo un palito para escarbar mientras le contaba:

-Aun no se por qué estáis enfadados conmigo. Tu te empeñaste en llamar a su casa a sabiendas de que a su padre posiblemente no le gustaría, y encima me das a mi el aparato para hablar. Pasó todo como tenía que pasar. Eso es como estar enfadado con el mundo porque gira alrededor de el sol.

Pues ten cuidado, niña, el vertedero no es un buen lugar para jugar. No sé que tienes que atraen a los chiquillos como la miel a las hormigas. Al parecer han encontrado...bueno, da igual. ¿Seguro que no has visto a nadie por aquí? ¿Ningún adulto? El policía no parecía estar muy interesado en impedir a Lissey su paso; curiosamente parecía estar deseoso de echarla de allí cuanto antes. Era extraño pues aunque lo normal era que no deseasen que rondase por allí un niño sus preguntas tampoco eran demasiado profundas. Lissey tuvo una cosa clara: algo andaba muy mal en Derry. Y no solo eran los adultos.

- No señor policia. Nadie. Solo he llamado a mi amiga pero no contesta, asi que voy a su casa.  - dije con rapidez, bastante segura de que no les importaba lo que decía y queriendo salir de ahí lo más rápido posible.

Miré a Chester y Martin con cara de "no digáis nada de mí, por favor", que venía a ser una expresion entre triste y aterrada mientras negaba lentamente con la cabeza. Pero tampoco me quedé para comrpobar si lo entendían y apreté las cintas de mi mochila mientras salía con prisas de allí, camino a casa de Emily.

Por el color de piel de la cara de Lissey, Martin adivinó que su amiga no debía de haberles hecho caso y habría ido a ver a Paul y Emily.

Para Martin, que la niña no los reconociera no era una buena señal.- ¿Le habrá dado lo mismo que a Jack?- Pero segundos después, los gestos de su cara le mostraton que si les reconocía y que lo que quería era salir de allí.

Es por allí, señor agente.- Dijo el niño señalando donde estaban sus amigos muertos, dejando que Lissey se marchara.

- Que ¿qué? -Danny no podía dar crédito al morro que tenía su amigo- ¿Que te di el aparato para hablar, si fuiste tú el que me lo quitaste de las manos? ¡Y fuiste TÚ el que dijo la tontería ésa que cabreó al padre de Lissey!

Lo único que no podía negar era que había sugerido llamar a Lissey, pero eso no era lo mismo que "empeñarse" tal como decía Jack.

O sea que pasó todo como tenía que pasar, no porque el mundo gire alrededor del sol, si no porque eres idiota. Ahora mismo me largaría de aquí, pero no me voy porque me da miedo salir afuera.

Estaba claro que, con teorías heliocentristas o sin ellas, Danny seguía mosqueado con su amigo.

Chester miró con pena a Lissey mientras pasaban. Estaba seguro de que la chica se había acercado a comprobar que era cierto lo que decían, y que ahora estaba traumatizada por todo ello. Ahora harían lo que debían, y los agentes se llevarían los cuerpos de sus recientes amigos. Pero después... Después debían hablar sobre todo aquello, e intentar encontrar una solución al problema. El monstruo debe morir. Y, quizás con la ayuda de Dios, ellos acabarían con él.

Continué haciendo el agujero en el suelo mientras me argumentaba:

-Es que sabes que a mi me gusta ayudar en lo que pueda,  claro, como no me dijiste que no llamase yo, sino que me lo cediste tan fácil en vez de decirme que lo hacías tu como dios manda, pues pensé, voy a contarle un chiste para que el señor Krafft piense "mira que majo es este tal Danny". Es que me parece que te gusta la chica o algo raro te pasa con ella y claro, esa fue mi forma de ayudar para que ese señor te acepte bien, aunque claro, te lo has tomado peor que él. -recapacite- Eso es bueno, dicen que a las chicas les gustan los chicos que son iguales a sus padres o algo así leí en un revista de mi madre mientras estaba en el lavabo.

- ¿Ah, sí? ¿O sea que fue por eso? Pues muchas gracias... -respondió con tono irónico y hastiado.- ¿Sabes qué? La próxima vez que quiera que me ayudes en algo, ya te lo pediré yo, no hace falta que seas tan majo.

Y después de unos momentos de silencio enfurruñado, añadió:

Mira, vamos a dejarlo estar, porque tampoco vamos a arreglar nada ya. Has conseguido mosquear de golpe al padre de Lissey, a Lissey y a mí, o sea que igual has batido algún récord y todo.

Y, tras otros cuantos momentos:

A ver si vienen ya con la poli. Tendríamos que pensar qué hacemos... ¿a ti se te ocurre algo? Yo no paro de pensar en mi abuela y en lo que dice de las alcantarillas. ¿Crees que tenemos que ir allí?

Me quedé pensativo y le comenté:

-Realmente una vez conseguí que se enfadasen mis dos hermanos, mi madre y mi padre porque estábamos comiendo y me dolía la barriga, entonces creí que sólo saldría gas, pero no, la cosa fue a mas. Sobre todo cuando lo comprobé, jajajaja. -que buenos recuerdos...-

Y luego le dije:

-Me parece tan buena idea ir a las alcantarillas como llamar al padre de Lissey y contarle otro chiste, pero esta vez de loros.