Partida Rol por web

llegó el momento, pensé:

-Ahh, ahhh, ahhh, señora Parker, vio mi inhalador por ahí, no se si su gato me dio alergia.

Seguí un poco, hasta que vi la cara de Danny, y recordé sus collejas sonoras:

-jajajaja, así no hay quien se concentre, jajajaja. Gracias por traerme la ropa señora Parker, es usted muy amable.

Al ver que su madre ponía cara de no entender si Jack intentaba decirle algo, Danny le aclaró:

- Jack se ha levantado con un poco de dificultad para respirar, por lo suyo del asma... pero no te preocupes, creo que ahora ya está mejor... ¿no ves que ya se ríe como un tonto, como suele hacer? -se rió de su propia broma.

Ahora bajamos, mamá. Nos vestimos, y bajamos.

Y finalmente  fueron a misa. Era algo más que previsible, al igual que era previsible que fuese muy aburrida. Lynda, que había sido niña antes que adulta no dejó que Jack se saliese con la suya y fueron a la iglesia. Pero no todo fue malo: los niñospudieron ver a Martin e  intercambiar un par de chistes groseros a la salida de la iglesia mientras la madre de Danny y la de Martin hablaban sobre el cumpleaños de este último. Al parecer Lynda quería asegurarse de que los niños estuviesen jugando en la casa y no iban a ir a ningún sitio peligroso, pensamiento que ambas madres compartían.

Por desgracia los padres de Jack no llegaron hasta la noche, por lo que tuvieron que esperar al lunes para coger la tela nautica y forrar la cabaña. Al fallos únicos que habían faltado aquel día eran Emily y Paul pero todos habían trabajado. Lissey se esforzaba especialmente en trabajar ya que no quería que los demás pensasen que como  era una niña podía hacer menos cosas. Justo al reves que Jack, que intentó escaquearse peroque finalmente se vio obligado por Martin que arguyó que si no tenía pulmones para trabajar en algo tan sencillo sería peligroso quedarse mucho tiempo dentro del refugio. Los niños en seguida vieron las intenciones de Martin y le apoyaron,pues Jack,aunque buen chico podía ser a veces muy caradura y en seguida el niño se vio convencido por la presión grupal.

El resto de los días no consiguió quedar con todos a la vez pues,aunque fuesen niños siempre había cosas que hacer. El propio Danny había sido el encargado,junto con Lissey (con Lissey) de ir a elegir el regalo de Martin. Cada uno de los niños había puesto 50 centavos,con lo cual podían comprarle un regalo decentillo y los niños trataban de imaginar que le podría gustar a Martin. Finalmente, Danny recordó que le había visto mirar en un escaparate con expresión extasiada camaras defotos, aunque esto había sido antes de que intimasen y decidió que podían comprarle un libro de fotografía que no fuese muy caro. El libro les costó un dolar y medio, por lo que aún les quedaba otro dolar con el que comprar algo...y acabaron decidiendose por un comic de Batman, aquellos comics del detective multimillonario y una bolsa de golosinas variadas. Tambien tuvo un encuentro menos afortunado con uno de los amigos de Vicent, que le pego una pedrada en un brazo...pero salvo por ese incidente podría decirse que había tenido una buena semana. Además, en la biblioteca había encontrado un libro sobre los indios que parecía molar un montón.

*    *    *

Al llegar a casa, Danny escondió la carpeta de Paul que, disimuladamente, había procurado que no viese su madre. Remoloneó un poco y dio unas vueltas por el piso inferior, a ver si estaba su abuela o si, por el contrario, ya se había ido a su habitación.

Una vez lo tuviese claro, esperaría el momento propicio para interrogarla al respecto de la foto. Aunque no sabía muy bien por dónde iba a empezar.

Danny parecía estar de suerte, pues su abuela se encontraba en el salón sola, sin más compañía que la televisión encendida y no estaba delirando. Que entendiese los estímulos externos o no era otro cantar pero por lo menos ni lloraba, ni reía ni le perseguía con ojos enrojecidos.

Danny se acercó a su abuela, libre de temor. Su cara denotaba una placidez acorde a su senilidad y en sus ojos azules no se veía atisbo de amenaza.

Con la carpeta en la mano, se sentó a su lado y le miró a los ojos.

- Hola yaya. Hoy... hoy más que nunca necesito que me entiendas. -le cogió una de sus huesudas manos. El rostro de la anciana, a pesar de mirar hacia la cara de su nieto, tenía la mirada perdida en algún lejano horizonte. Danny siguió intentándolo. Le enseñó la foto en que salía ella con sus amigos.- ¿Te acuerdas de ellos, yaya? Mira, ésta eres tú, y éste es el abuelo de Jack y éste el de Paul, el niño judío, y...

Le entró una ligera desesperación. Hacía tiempo que no podía tener una conversación coherente con su abuela. ¿Qué le hacía pensar que hoy sería diferente?

- Ha vuelto, yaya. -le soltó de sopetón- No conseguísteis matarlo del todo, y ha vuelto. ¿Sabes de lo que te hablo, verdad? 'Eso'... ha vuelto y viene a por nosotros y no sabemos qué podemos hacer.

Yaya, tienes que ayudarnos, por favor. Tienes que hacerlo...

Los instantes se le antojaban eternos, mientras suplicaba que su abuela diese alguna señal de haberle comprendido.

El MIEDO apareció en lso ojos de la abuela. Margaret estaba literalmente aterrada y comenzó a murmurar cosas inconexas mientras cogía la fotografía y la miraba.

Luces...Las luces...TODO..TODO estaba allí, los universos....TODO y ¿la tortuga?...no...—entonces algo extrañó ocurrió y la abuela comenzó a divagar diciendo cosas que, evidentemente no tenían ningún sentido, como si quisiera hacer creer al niño que estaba en un ataque de senilidad. El perro está en el horno.....la televisión emite ¡en color!

Parecía que su abuela intentase protegerlo de algo fingiendo estar loca

- Yaya, por favor... -insistió. Por unos momentos creyó ver que su abuela estaba más lúcida de lo que pretendía.- He leído el diario del abuelo de Paul, lo tengo aquí y sabemos lo que tuvísteis que hacer, pero no sabemos cómo.

Sé que te perdistes y que algo pasó con esas luces de las que siempre me hablas. ¿Por qué no me lo cuentas?

Esperó un poco, a ver cómo reaccionaba.

Creo... creo que nosotros también tenderemos que ir a esas alcantarillas, pero tenemos que saber qué hay que hacer para matarlo.

Dany hijo. No hay nada...acabamos con todo...e incluso si no es así es un laberinto! y derruimos salidas y—los ojos parecían perderse pero con un esfuerzo volvieron a su ser—tortuga...ya no...tortuga....Eso...se convierte en lo que temes y luego lo podeis ver todos pero está muerto,el, esta muerto como todos...

- A lo mejor acabasteis con él, pero ha vuelto. -Danny intentó continuar con el pulso de la conversación coherente, antes de que su abuela volviese a sus delirios.- Vi sus ojos amarillos en la boca de una alcantarilla y a mis amigos también les están pasando cosas raras. Además... están empezando a matar niños en Derry; el hermano del Paul, lo encontraron muerto en el parque. Todo coincide con lo que cuenta el abuelo de Paul en su diario.

"'Eso' se convierte en lo que temes." -Danny tragó saliva.

¿Cómo hicisteis para matarlo, yaya? Tendremos que enfrentarnos a él, porque yo creo que quiere vengarse de lo que le hicísteis vosotros, y necesitaremos saber cómo vencerlo.

No...No... No me acuerdo... ¿Balas de plata?

Una lágrima resbalo por la mejilla de su abuela antes de quedarse dormida y, pese a que Danny trató de despertarla comprobó que no era ninguna estratagema de su abuelita. Realmente estaba profundamente dormida.

Al ver que ya no iba a reaccionar, Danny le dejó tranquila. Le dio un beso en la cabeza, en su pelo plateado y se fue para la cocina, a ver si quedaba mucho para cenar.

Tenía toda la noche por delante para pensar en lo que le había dicho su abuela. Largas horas por delante.