Partida Rol por web

- ¿Eso quiere decir que te parece buena idea o mala idea? -con Jack nunca se sabía.

Le miré sonriendo:

-Opino que si vamos todos es mejor, porque si hay que salir corriendo yo lo hago mas rápido que Martin, jajajaja,

- Vale. Pues cuando vengan los demás, se lo decimos, a ver qué piensan ellos.

Ahora fue Danny el que cogió un palito y se puso a juguetear en la tierra. Casi sin pensar dibujó una torre con un tejado en forma de pico, mientras dejaba vagar sus pensamientos.

Entre las chorradas de Jack y los nervios, Danny había sentido como si el tiempo se hubiese detenido. La media hora que había pasado desde que Martin y Chester marcharon hasta que regresaron con la policía le había parecido eterna. Cuando comprobaron que los muertos eran reales, la policía separó a los niños y comenzó a tranquilizarlos y a pedirles explicaciones sobre la situación. Horas después, cada chaval estaba en su casa con su familia, que había sido informada por las autoridades de lo que había pasado. Y sin embargo habían quedado para reunirse al día siguiente en los Barrens. Para bien o para mal era el lugar donde había empezado todo. Y la casita, el lugar donde se habían sentido seguros y donde por alguna extraña razón sabían que no les iba a pasar nada.

Lissey llegó con la bicicleta hasta casa de Emily...o la que había sido la casa de Emily si no hubiese muerto. ¡¡Muerto!! Era la primera vez que alguien que conocía había fallecido. ¡Y encima era su mejor amiga! Aquella persona a la que se había prometido proteger. Quizás la maldición china que le había contado su padre era verdad y vivir tiempos interesantes no era tan divertido como parecía. Desde luego, hubiese sido mejor que no la hubiesen pasado cosas raras. ¿Y que hacer en aquel momento? ¿Decir algo a la madre de Emily? ¿Pero que? ¿Acaso no sería mejor volver a casa, lejos de aquella loca mujer? ¿Y su padre? Maldito Jack y sus bromas...

No me atrevia a enfrentarme a la madre de Emily. Seguro que ella podia ver a través de las mentiras... Por eso en su luagr arranqué la última página de mi libro, esa pagina que esblanca entre la cubierta ya la historia en sí, y saquë un lapiz de la mochila.

Emily, te he esperado mucho rato en el parque y no has venido, asi que pensë que a lo mejor estabas castigada. Estoy en mi casa si quieres algo.

Lissey

Se me hizo un nudo en la garganta al escribir eso, así que antes de ponerme a llorar en la calle fui a dejar la nota bajo la puerta de casa de Lissey antes ddesalir corriendo a mi casa, donde tal vez Phil estase echando humo o tal vez estuviese borracho y dormido. Rezaba por lo segundo.

Lissey no era muy afortunada y lo sabía. Nada más llegar a su casa vio a su padre que estaba esperandola en la entrada. Phil la agarró del brazo y tiró con fuerza de ella comenzando a pegarla una fuerte azotaina antes de que pudiese hablar. Curiosamente lo peor no era el dolor; era la humillación de que la pegasen como si fuese una cría de 4 años. Claro, que no tardó en añorar esa humillación cuando la agarró del pelo y la golpeó contra la pared. Y lo peor de todo: en aquel momento su padre estaba completamente sobrio. Nunca le había pegado sin alcohol en el cuerpo. Ni siquiera una simple bofetada.

¿Sabes porque te pego Liss?¿¡Qué es eso de andar con chicos!? ¡¡Solo tienes  11 años!!

La suerte no me sonreía, eso era claro. Ni siquiera mi plan de escape a que la policía me encontrase en el parque con los chicos y me trajese a casa y contase todo me había salvado. La llamada de Jack... Maldito Jack. Cómo le odiaba.

- ¡Por favor, para! - empecé a lloriquear mientras me pegaba, en ese momento aún no me había dado cuenta de que no iba borracho. Entonces fue cuándo me cogió por el pelo y me estampó contra la pared. El dolor era inmenso y por unos segundos pensé que iba a matarme de una vez por todas. Cuándo recuperé el aliento noté el sabor inconfundible de tener sangre en la boca mezclado con lágrimas y pude ver la ira en los ojos de Phil, una ira que no tenía nada de su ira borracha. No iba bebido. - Lo...lo siento...  Quería jugar... Con Emily... Niños del cole... - empecé a balbucear cosas con poco sentido mientras me zarandeaba y no dejaba de llorar. No podía pensar con claridad por culpa del dolor, sólo quería que parase. - Perdón... lo siento... no quería sola...No quiero chicos... Perdón...

Los golpes no se hicieron esperar y Phil pegó durante un largo rato a la niña que acabó la noche llorando sin parar. El llanto hizo que la doliese el estómago hasta el punto de tener que ir a vomitar...pero finalmente la noche pasó. A la mañana siguiente se levantó con miedo...y el panorama fue sorprendente, aunque no por ello dejaba de ser inquietante. El desayuno favorito de Lissey estaba en la mesa y su padre estaba recogiendo. Nada más verla, y sin darla oportunidad de rechazarlo, la dio un fuerte abrazo y la pidió disculpas por golpearle tan fuerte la noche anterior.

Lo siento cariño, lo siento... Me volví medio loco, pero ese niño... y después esos que me dijeron que andabas con niños... ¡Lo siento mucho! No volveré a pegarte así.

¿Por qué actuaba así?  El tono de su padre era patético y suplicante. Como si realmente no fuese él. Claro que la noche anterior tampoco parecía él. En aquel momento Lissey pudo verle los ojos. El iris tenía un color plateado que nunca le había visto. Mientras la niña se quedaba paralizada, Phil la dejó sentarse a desayunar, explicándole que le habían llamado para disculparse y explicarle lo ocurrido mientras repetía una y otra vez que no la volvería a pegar, que no le haría daño. Además, cuando la niña terminó de comer se encontro con dos billetes de dolar en la mano para que "saliese a divertirse".